La Maldicion del hechicero Oscuro (Origenes).

Tarquinia, un reino oscuro donde nada es lo que parece, la tierna princesa Keran descubrira las oscuras preferencias de su amado esposo, los fieros soldados no son siempre lo que realmente parecen. ¿ O puede que si?.

Perdonad la espera, durante este ultimo año he estado recuperándome de una larga enfermedad, solo os puedo decir que mi cabeza no ha dejado de pensar en mil historias, y estoy deseando que las conozcáis.

Creo que no os decepcionara.

Otra húmeda aurora despuntaba en Tarquinia mientras los ruidos de los criados despertaban  a los habitantes del castillo negro.

Los aposentos reales permanecían aun en silencio, nadie osaba a interrumpir las rutinas del viejo Rey Magnus, despierto desde el alba almorzaba en la soledad de su frió aposento ,rodeado de miles de cirios rojos, entre los viejos bártulos heredados de sus cientos de antepasados, toda la habitación parecía un viejo recuerdo de épocas mejores, de riquezas olvidadas en una época demasiado lejana, épocas de reyes mejores.

Había cumplido con la promesa a su padre tomando esposa cuando le ordenaron,  aun conociendo su predilección por los jóvenes mancebos de la corte, le procuro un heredero al trono y terminado esto, dejo todo en manos del viejo consejo ; aquellos ancianos venerables demasiado ocupados en engrosar sus arcas.

Poco a poco , las suyas fueron las primeras arcas en disminuir el caudal, seguían teniendo el poder y el nombre, pero el ejercito temido y odiado por sus enemigos se había ablandado por  décadas sin sangre derramada.

No le preocupo, nadie osaba adentrarse en el reino oscuro de Tarquinia,  no se podía vivir ni de la tierra , ni criar el salvaje  ganado, todo estaba muerto mas allá de sus dominios, el sol incluso parecía esconderse de sus montañas afiladas como el acero.

Aliviada su carga como soberano, ocupaba su tiempo en inútiles distracciones que acababan aburriéndolo con el tiempo,. La poesía,  su amor de loca adolescencia , y  un  ultimo insulto para su anciano padre, le devolvió a la cruda realidad , oír  las risas tras los tapices cuando abandonaba la cámara real  fue la ultima bofetada a su frágil  orgullo masculino.

Esas risas fueron las ultimas en salir de las bocas de los desgraciados cortesanos,  esa tarde fueron decapitados , sus cabezas empaladas  en la reja junto a la entrada de la cámara de audiencia real, un viejo recuerdo  del poder del futuro rey,  solo su risa sonaría sobre el resto de los nobles.

Un tiempo después , su amor  se volcó sobre la música, su estudio del laúd conseguía algo extraordinario en los gatos del castillo, cada vez que su voz acompañaba la melodía del laúd , todos y cada uno decidían maullar en una diabólica orquesta. Otro sueño perdido.

Y  así uno tras otros, los años fueron pasando en inútiles entretenimientos, mantenía las apariencias por el consejo acudiendo una vez al mes al lecho de la reina, cumpliendo el sucio ritual y abandonándola  cuando  su semilla se escurría  entre los blancos muslos de la reina.

Era algo obligatorio, para continuar con la estirpe real le repetían los consejeros,  pero tras el nacimiento del príncipe ningún otro hijo había arraigado en el útero de Keran.  Sus visitas a los aposentos reales se convirtieron en casi una sucio recuerdo de sus obligaciones una vez al año.

Keran  primero princesa de  Annabis y luego reina de Tarquinia, creció conociendo las obligaciones a las que se vería sometida, sus nodrizas y sus doncellas la criaban no solo en conocimientos sobre su futuro reino,  solo cuando la luna se llenaba en su totalidad  recibía  los sabios  ensalmos de  amor , conocimientos sobre pociones y filtros,  e incluso alguna que otra maldición menor sobre animales y objetos.

sabia por su tío que no le seria fácil adaptarse a Tarquinia, los días oscuros parecían adueñarse del espíritu de cualquiera que pisara sus tierras. Conocía  por su madre su destino,  ambas habían  compartido ese destino incierto de ser entregada a un desconocido,  rey, pero al fin y al cabo un extraño.

Por suerte , este ,  acabo adorándola y dándole 14 hijos, 9 varones y  5 hembras todos ellos saludables e indudablemente fértiles. Entre sus 7  sus hermanos habían dado a su padre 47  fuertes y  ruidosos nietos.

Ese  era el Afán de apresurar los esponsales, no se engañaba, el viejo rey Hevald languidecía sin descendencia por parte de su único hijo el príncipe Magnus, de cuyos rumores maliciosos decían inclinarse hacia los jóvenes  mancebos de fuertes atributos.

Ella una joven princesa sin dote llegaba al altar con  13 años, tal era la costumbre desde tiempos inmemorables, su belleza nórdica delataba los orígenes de su madre , su cabellera dorada como el trigo maduro rozaba la curva de su esplendido trasero, aun siendo una niña-mujer sus pechos llenaban gloriosamente la túnicas trenzada para su boda. Ojos verdes como esmeraldas engarzadas en felinos ojos, y unos labios apetitosos que debían desprender a todo hombre de la capacidad de llegar al lecho sin morderlos para saborear la dulce pulpa que rezumaban.

Su  boda fue ruidosa , confusa, repleta de ruido y  cerveza derramada, la cara de su esposo casi sin expresión , y la confusión de verse arrastrada hacia la alcoba por decenas de sus damas la  sumió en el ardiente deseo de sentir a su esposo cabalgándola toda la noche sin descanso.

Confiaba no parecer una descarada meretriz, aun siendo tan joven. dependiendo de su esposo y de ella el nacimiento de otros herederos, había sido instruida en el arte de la seducción, debía ser sutil y sumisa al principio cuando su esposo la lanzara sobre la cama brutalmente, debía chillar y jadear algo, incluso arañar, pero al fin cuando su esposo le clavara la polla hasta hundirse en ella sin tregua debía complacerle ayudándolo a cabalgar  como su dócil potra.

Nada la sorprendió mas que ver al príncipe entrar y señalarle la cama, -- Por favor mi reina, desprenderos de vuestra ropa-- dijo a la vez que bebía una copa de vino.

Asombrada se deshizo del cinturón y la capa , desbotono el corpiño y dejo caer al suelo la túnica.

-- Eso es, -- colocaros sobre la cama, esposa mía abriendo las piernas .-- otro vaso de vino descendía en la garganta de Magnus , mientras cumplía las ordenes.

La princesa Keran hizo un intento deslizar el faldón para así facilitar los movimientos del príncipe,pero su asombro llego al ver como indiferente se giraba dándole la espalda  para decirle, --No hace falta que os despojéis de todas vuestras ropas, si os soy sincero ,me es indiferente y para futuras ocasiones sabréis que no  me es necesariamente agradable contemplaros en cueros.

Tal como ordeno se coloco sobre el impresionante colchón y espero hasta sentir el peso de su esposo sobre su cuerpo, aplastandola sin casi dejarla respirar.

El olor a vino llegaba hasta su nariz, por lo que su frío beso le supo a una sucia caricia de borracho, seguía con toda su ropa puesta sin pronunciar palabra.

Poco a poco su mano  bajo hasta sus calza y libero una pequeña vara fláccida, -- Mierda.. gruño, espera un instante, y antes de poder reaccionar tomo la mano de la reina para acariciar el blando gusano.

-- Debes acariciarlo con lentitud, así...  , sobeteo la mano de ella para enseñarle cuanto le gustaba lo que le estaba haciendo. -- Esoooo ess... lentooo, biennn, asiii veeeeees lo dura que se poneeee, mmmffff asiii , eso esss,.

La princesa no comprendía la reacción del príncipe ante su masaje, notaba estirarse y endurecerse la carne bajo sus manos hasta alcanzar una tamaño común, nada comparable a los considerables cipotes de sus jóvenes primos.

Antes de poder observar mejor sus textura, sintió su mano empujándola de nuevo sin consideraciones , ahora su cuerpo se  instalo entre sus muslos, y comprendiendo donde acabaría todo intento complacer a su esposo.

Fue un instante y sin duda fueron muchos, la polla enfilo su dulce coñito abriéndolo en canal, destrozando a su paso.

Sentía el escozor y de la carne llenándola sin compasión, sin preocuparle si sufría dolor , una ligera respiración, y la carne la lleno hasta romperle las entrañas, era insoportable, la quemazón le hacia girar la cabeza para intentar acallar sus quejas, ajeno a todo, el príncipe se movía regido por su propio ritmo hasta que un minuto después, pareció tensarse y derrumbarse sobre ella.

Sintió los tibios rayos de semen bañándole el dolorido coño , hasta que sin ni siquiera medir una palabra, se retiro,  la sangre y la lefa rezumaban sobre el colchón cuando acomodo su polla en sus calzas y desapareció de la vista de la princesa.

-- Esta visita sera necesaria una vez al mes hasta que esteis encinta, después de eso , sois libre para meter en vuestra alcoba a quien deseéis, como comprenderéis debéis respetar unas ciertas normas de sutileza . Pero solo hasta el nacimiento de nuestro heredero.

Las humillantes visitas se volvieron constantes durante 11 meses,  estirada fríamente sobre la cama intentaba que sus caricias ablandaran el frío corazón de su esposo, nada de ello le sirvió,  una vez al mes la montaba como una potra sin domesticar, sudando y siempre ebrio de alcohol en el aliento, un minuto de gruñidos y empeñones que dejaban su cuerpo magullado y terriblemente humillado.

Trato por todos los medios atraer al príncipe,  bailo y canto con mas dulzura que nunca, converso y flirteo dando a entender la hombría de su esposo. Pero nada de aquello le llevo a confiarle su cuerpo ni su corazón, desesperada por las constantes miradas del rey a su plano estomago, decidió preparar uno de los filtros amorosos  mas potentes y tentarlo a llenarla con un hijo.

Tal como aprendió deslizo la mezcla en una copa de vino rebajada con miel , esperando su efecto durante el banquete , no sucedió lo previsto, Magnus bebió de su copa tal como planeo, le veía comer pinchando grandes trozos de venado,  el calor del filtro hizo su efecto , la ropa parecía ahogar a Magnus dentro de su propio fuego, levanto la mirada para poder fijar su vista en un punto al final de la sala,  el sudor empezó a brotar de su labio superior cuando rápidamente se levanto de la mesa excusándose ante su esposa y el rey.

Desapareció a la carrera por el fondo de la sala, apagando el murmullo de voces que procedía de las mesas de alrededor,  lentamente Keran se levanto imitando a su esposo , disculpándose ante todos siguió los rápidos pasos que parecían llegar del pasillo inferior.

Ya no eran pasos rápidos, los pies corrían con rapidez llevándola hacia el ruido que poco a poco la adentraba en las entrañas del castillo, junto a las mazmorras.

Su aliento casi no la dejaba respirar, cuando una puerta crujió cerrándose justo en el pasillo de la derecha,  volteo la esquina , encontrando la pesada puerta de madera trabada, sus manos fueron incapaces de empujar  un solo palmo, era el momento , lo presentía, frustrada intento sin éxito entrar , si lo tomaba sabia que la llenaría con un hijo o con suerte con dos.

Si jugaba bien sus bazas, nadie en el castillo se reiría ni murmuraría de nuevo, decidida, busco otra entrada, aquellas viejas bodegas tenían rincones ocultos,  viejas aperturas pensadas para huidas en caso de asedio, con cierta dificultad consiguió abrir la vieja puerta de madera contigua a la sala donde su esposo seguía encerrado,.

La humedad y la suciedad  cubría la totalidad del oscuro escondite , levantando el candil con cuidado para no ser descubierta, comenzó la  búsqueda de una entrada secreta que comunicase ambas cámaras. Cientos de fardos de semillas se apilaban en filas de abundantes herramientas de cosecha.

Keran paseo  débilmente el candil para observar las paredes, unas rendijas estrechas eran la única comunicación entre ambas cámaras, sin duda para evitar la buena conservación de las semillas, . Fue el fuerte jadeo lo que la hizo alzar la cabeza  al oír la voz del otro lado del muro.

Subiéndose sus largas faldas, trepo por los fardos hasta llegar al punto mas alto donde estos descansaban, apago su candil, dejando que la tenue luz de la linterna acostumbrara sus ojos a su visión.

Magnus permanecía parado justo enfrente de las aperturas , el calor de la pócima le había hecho sacarse la casaca  , todo su pecho parecía resplandecer de sudor  mientras su  mano bajaba sobre la creciente erección.

Su polla palpitaba mientras su mano comenzó a pasearse rápidamente arriba y abajo. Sus jadeos entrecortados la hacían humedecer su coñito, por primera vez desde que llegara al castillo oscuro.

El seguía presionando con intensidad mientras se machacaba la polla  con movimientos rítmicos. Oía como su respiración se volvía mas pesada y algo distinta. Y siguió las fuertes acometidas sin darse un respiro, sentía su calor en aumento y eso la hacia humedecerse , las yemas de sus dedos sobetearon suavemente sus labios vaginales, sentía hormiguear toda su sangre , latiendo al ritmo de sus dedos, la humedad palpitaba entre sus dedos, se notaba caliente, dispuesta a una gruesa tranca.

Magnus seguía acariciándose, cuando un pequeño golpe en la puerta capto su atención, de pronto el golpe se unió a otro,  el príncipe dejo de sobarse la polla para apresurarse a descorrer la barra y dejar pasar al apresurado invitado.

Keran ahogo un grito cuando vio junto al príncipe al gallardo Larbek, capitán del ejercito regular de asalto, uno de los pocos hombres capaces de silenciar al rey.

Su peto acolchado estaba siendo deslizado rápidamente de sus espaldas, la cota apartada  hasta caer a sus pies,  únicamente el uniforme real le cubría el enorme abultamiento . Magnus, el poderoso príncipe, heredero de una estirpe legendaria remontada a los albores del tiempo, se arrodillo ante la poderosa visión  que parecía rendirle tributo.

-- Majestad, casi no pude escaparme.... pero aquí me tenéis.... todo lo mio os pertenece...., .-- murmuro Larbek.

Nervioso el príncipe levanto la tela que cubría la adorada herramienta que lo hacia suspirar noche tras noche, su mano cubrió la polla aterciopelada,  dura una pica de asalto estada largamente tiesa, su mano adoro con mimo la gruesa y torneada piel  dorada. -- Larbek respiraba entre gemidos, animándole a continuar.

Su ronca voz le saco del ensueño durante un segundo.-- espero majestad que estés preparado para una buena enculada. Esta noche tengo ganas de correrme sin tregua.-- murmuro.

Larbek por fin se había despojado de toda su ropa, y únicamente sus botas le impedían mancharse con la suciedad del lugar.

-- Sabes bien capitán, que me  moría por tus caricias... -- eres mi semental... recuerda que solo tu tienes el honor de montar la grupa real.... --- decía mientras ambos se fundían en un largo beso húmedo.

-- Siiii, siiiii  te voy a follar de todas la formas posibles-- jadeo sobre él.-- veo que comenzaste sin mi.., deslizo las manos por el contorno de su cuerpo, inclinándose  hacia delante  apretando sus labios contra los de Magnus para iniciar un enredo de lenguas y pollas conforme se iban ajustando uno a otro.

Agarro al príncipe por las caderas , llevándolo hacia la áspera tela de arpillera que Magnus había cubierto para protegerse del suelo y la suciedad. El príncipe gemía aun cuando los labios de Larbek dejaban su boca dirigiéndose a su pecho. -- se dejaba llevar por ese calor, por la fuerza del capitán de la guardia de asalto.

Este lamia  y mordisqueaba con tantas ganas al joven príncipe que dolor y placer se mezclaban en jadeos continuos.

-- Te gusta el dolor mi príncipe?--

Éste solo podía boquear quejándose  en gruñidos de placer absoluto, agarrando la negra cabellera de acercándola  mas aun , su polla dura como una roca, palpitaba por todo el placer que le brindaba.

-- Dame mas capitán, llename.... -- aun a tientas sobo el grueso cabezón de Larbek cerrando la mano sobre su empalmado garrote.

-- Aun no... , dijo apartando su mano... pronto,... pero todavía ,no...-- después de decirle esto se inclino hacia delante y araño con fuerza la punta de los pezones de Magnus, retorciéndolos sin compasión, el príncipe se arqueo ante semejante demostración.

-- ahhhhhh, siiiii, siiigueee capitaaaaan.

Larbek libero a Magnus de su peso, y levantándose   arrastro a al príncipe hasta tenerlo de nuevo estirado.

Instintivamente  Magnus  se puso inmediatamente a cuatro patas como un enorme perro amaestrado. Su ano, ofreciéndose al  vaivén de su escuálido trasero.

-- Me tientas demasiado pronto mi príncipe... sabes que no puedo resistirmeee , tu culito estrecho me vuelveee locooo.

-- si llename con tu lecheee ... -- gimió el príncipe.

-- Ponte de espaldas .

Larbek escupió sobre su mano para poder sobetear el tierno agujerito de Magnus,... -- Ya estas húmedo mi príncipe, siento tu rabo palpitando, mirate, -- su mano se apresuro a encontrar la barra caliente y dura. Gotas de liquido transparente brotaban de la caperuza.-- veo que estas preparado.., no sabes cuanto me gusta que estés tan duroo...

--si me sigues magreando así me correré en tu mano... -- jadeo de nuevo,

-- Ohhh no lo harás-- rió por lo bajo, no lo harás hasta que yo te digas que puedes correrte.

Larbek siguió sobando duramente mientras ambos iban excitándose cada vez mas,  jadeaban como una batalla al alba, así que cuando la rodilla de Larbek le indico su posición, el respondió subiendo las caderas, adelantándose a la penetración.

Larbek hizo resbalar sus dedos untados de su propia crema por la raja del culo , aplastando aquella calidez que lo envolia chupando sus dedos bien dentro.

El ano del príncipe se contrajo abriéndose ante la caricia febril del soldado, peleando para ahogar los gritos que amenazaban con llevarlo hasta el final.

-- Ohhhhhh siiiiii, mmmmfff--- que buenooooo.-- Mas adentro capitán...

El príncipe ya no podía evitar gemir cual ramera en celo , descaradamente balanceando la cadera ofreciéndose a es placer explosivo.

Larbek saco el dedo un segundo y sin avisar embistió con dos. Nada de ternuras o delicadezas, Magnus pedía a gritos ser sometido.

El joven príncipe temblaba, suspirando la penetración mas completa y profunda.

-- Te ruegooo, ohhh Larbekkk que me follesssss, yaaaaa,

Larbek se trago las palabras que parecían escaparse sin control de su boca, cuando noto los músculos del culo estrechándose impacientes a ser llenados de su carne hambrienta. La oleada de brutal placer era demasiado intenso incluso para él,  sentía la Tranca dura y lista para enfilar de nuevo el culito real.

Sacó los dedos del húmedo  ojete, agarrando los cachetes desnudos con sus fuertes manos, un fuerte azote , otro. Sentía el cuerpo de Magnus vibrando  abriéndose para aceptar la entrada de la polla de su amo.

Magnus respiraba con fuerza-- al sentirlo inclinado sobre él.--- Sigue mi capitaaaannn , eressss tan fuerte, tannn grande...-- susurro.

Larbek  se detuvo un instante y luego empujo con fuerza. Enseguida saco su rabo moviendo la cadera lentamente, y justo cuando apareció el rojo cabezón, volvió a embestirlo hasta con bestialidad.

Magnus gemía , sin control, abriendo aun mas para la invasión brutal. El instinto le excito hasta el extremo de levantar aun mas las caderas, invitando a Larbek a gozar si cabe con mas ferocidad,  el  placerse veía en el rostro girado , aun cuando el dolor parecía partir le por la mitad.

Enterrado hasta los huevos, Larbek se inclino sobre el príncipe. Aguantando su peso con los brazos extendidos, sujeto al joven por los escuálidos hombros. Ambos cuerpos enganchados, estaban casi cara a cara.

Magnus bufo como un potro arqueándose bajo Larbek incitando a este si cabe mas.

Respondió dándole todo , presa del ardor  Larbek se inclino hasta el cuello del príncipe hociqueando , agacho la cabeza , arañando , mordisqueando el tierno cuello de Magnus.

Era mareante, el Fropp- Froppp, de su rabo llenandole a cada envite , era cada vez mas duro, mas febril.

Sujetaba a Magnus aun por los hombros con fuerza, . El príncipe parecía no soportarlo mas y librándose de su abrazo, volvió a ponerse en la sumisa posición de rodillas, la señal esperada por el capitanque lo sujeto por la cadera uniéndolo aun mas a él.

Su otra mano rodeo la tiesa polla de Magnus; el  latido de la delicada polla parecía ir al compás de los empellones de su rabo. Sentía la mandíbula tensarse al decirle:

-- No se te ocurra correrte mi príncipe... esperameee

Magnus se movía ajeno a todo, esta a punto del colapso, sin resuello contesto; -- ¡ Dejaaaaameeee,por favooorrrr ahhhhh, ahhhhh ....!.

-- No-- el capitán se concentro en masturbar al príncipe, mientras lo follaba aun mas rápido, la follada mas fuerte, los riñones golpeándole con la fuerza de sus 95 kilos de puro musculo, su mano moviéndose  rápido , cegado por el deseo,-- cerrando los ojos mientras sentía como poco a poco la luz brillante estallaba en su cabeza.

-- Correte mi príncipe-- ordenó.-- Dámelo todo.

Magnus, un amasijo de emociones acato su orden y rugiendo ante el orgasmo, sintió la leche brotando sin control sobre la mano de Larbek.. cuando  creía que moriría de placer  a Larbek le llego una oleada de magnifico gozo primitivo. Alejó la cadera del culo de Magnus y de su rabo broto la ardiente semilla.

Larbek se agarro la tranca con la mano y se termino corriéndose sobre la espalda de Magnus. El aroma de su lefa  baño el ambiento.

Ambos hombres cayeron rendidos uno al lado del otro, hasta que poco a poco ambos recuperaron el aliento.

Keran aun sorprendida por el espectáculo contemplado, seguía espiando desde su escondite, el coño rezumaba un pegajoso recuerdo de lo que ella no gozaría , un bofetada a su familia y a sus antepasados.  Condenada a una vida de celibato o a una licencioso desahogo  con cualquier caballero bien parecido.

Las lagrimas empezaron a salir de sus ojos sin control, miro de nuevo a los jóvenes amantes, y se juro venganza.

Con 13 años llevaría al heredero al trono, aunque tuviera que obligar  al viejo rey a cumplir totalmente con lo pactado en el acta matrimonial. otro príncipe .

Los amantes se escabulleron de la bodega sigilosamente y primero el capitán y después el príncipe dejaron a la princesa sumida en sus pensamientos.

No tardo en subir a su alcoba sumida en sus planes, aquella noche durmió de un tirón.

A la mañana siguiente aun furiosa por todo lo sucedido, empezó a  escribir la carta a su madre la Reina Thanis, en ella le explicaba todo desde su llegada hasta la fría verdad de la noche anterior.

Nunca conquistaría el corazón de su esposo, pero era necesario darle un heredero.

El rey empezaba a enfurecerse por la tardanza de su preñez.

Todas y cada una de sus temores fueron escritas en aquella carta , tardaría mas de dos semanas de respuesta, pero sabia que no le decepcionaría la solución de su madre.

La sorpresa monumental  le llego al cabo de 3 días después de escribir la carta a su madre, por primera vez en los 4 años de madurez, no sangro como todos los meses.  El periodo no apareció durante los siguientes días,  asqueada de llevar la semilla de un ser mentiroso y rastrero, el rey comunico la buena nueva esa misma tarde en el banquete. Mientras los vítores  se oían una y otra vez, su esposo paracia ajeno a todo, pendiente de los movimientos de cierta coraza que permanecía sentada con una de sus jóvenes damas.

Los meses pasaron y con ellos su barriga creció hasta casi parecer grotesca, la esperada respuesta de su madre fue olvidada en el viejo arcón de su alcoba. Apenas salia de sus aposentos, su esposo aliviado por  la tregua definitiva que le llevaría lejos de la princesa los 5 primeros años de la vida de su heredero, había empezado una invasión a unos viejos enemigos.

Rengar primer príncipe de Tarquinia nació una noche de ruidosa tormenta eléctrica. Entre cientos de truenos y rayos el agudo chillido del niño se escucho en toda la  corte.

La gloriosas noticias fueron solo breves notas de alegría, pues esa misma noche el viejo rey  Hevald había abandonado el reino de los vivos con una joven lavandera  ensartada sobre su verga.

Ahora había un nuevo rey en Tarquinia.