La magia de los servicios

A falta de pan, buenas son tortas.

Basada en hechos reales.

Me hace bastante gracia como algunas personas se adjudican el título de: "EL MAYOR PERVERTIDO/A DEL MUNDO".

Para mí, un morbo donde no hay selectividad carece de inconformismo.

No obstante, vayamos al kit de la cuestión.

La inmensa mayoría habréis tenido la fantasía de algún lugar público.

Recuerdo una anécdota muy divertida, sucedió hace años en una discoteca y una urgencia mayor.

Una pareja se habían encerrado en el aseo, emitiendo todo tipo de ruidos y tomándose todo el tiempo del mundo.

Sin importar los demás.

Pensad mal porqué acertaréis.

Confieso que aporreé la puerta con entusiasmo a la par de mandarlos a un hotel.

Les corte la función.

¿Me arrepiento?

En absoluto.

Fue un gustillo que todavía me dibuja una sonrisa.

Toda una contradicción conforme fueron pasando los años. Ya que, la soledad me ayudó a descubrir nuevos horizontes.

La primera vez, sucedió en casa de una amiga.

Miré la bañera sin poder retener a la idea perversa que no deja de puntillear en mi cabeza.

Creo que la razón fue básicamente que el detalle de tener una remilgada que su propia madre regaña por decir que es asqueroso un buen culinninguis o felación, activo mi propio sarcasmo.

Me estiré dentro y abrí las piernas sin ningún pudor. Riéndome de lo retorcida que llegaba a ser.

Ella se quejaba de eso.

Si supiera que me iba a masturbar como una loca a su costa.

No confundir con lesbianismo.

Cuando me llamaba, no hacía más que reírme y regocijarme en:

TÚ SIGUE PORQUÉ TU CUARTO DE BAÑO VA HA DESCUBRIR POR FIN ALGO DE VIDA.

LO VOY A PROFANAR.

Demosle un fuerte aplauso a la alcachofa y sus fantásticos chorros.

La segunda vez, fue en la discoteca donde fastidié aquella pareja.

Sólo me faltó escribir: POR AQUÍ PASÓ.....

No hay que dar pistas porqué la información es poder.

Nadie lo hubiera adivinado pero en fin.

Al frío de la madera le debo ponerme en celo. Si hubiera sido un hombre, se habría corrido en los pantalones de como me restregué contra ella.

¿ En qué pensaba?

Que se jodan los que esperen.

¿ Eso es capaz de ponerme caliente?

Como el mismo infierno.

A la tercera va la vencida. Por lo que, esta será mi última aventura narrada de un tour sexual de uso exclusivo propio que voy innovando de vez en cuando.

El escenario eran los servicios del centro donde estudiaba.

Tenían una magia en especial.

Los cerrojos estaban rotos.

De modo que tenías que levantar la pierna haciendo fuerza para ocultar el juego.

¿ Habéis oído la frase que dice: no te rías sola o pensarán que estás más allí que acá?

Soy una cristiana que no sigue esa advertencia y mis risas secretas volaban por aquellos pasillos.

Buen día, gentecilla.