La magia de Ixchel

Con mucho cariño para mi gordita mexicana....

LA MAGIA DE IXCHEL


Ya mi trabajo me tenía estresada, andaba de mal humor, cualquier cosa me molestaba. Quería alejarme de la rutina de mi trabajo, de mi hogar, tener unos días para mi sola, a si que cuando una de mis amigas me propuso arrancarnos unos días de vacaciones , sin pensarlo 2 veces, mas la no muy completa aprobación de mi marido, deje todo abandonado, para darme unos merecidos días de descanso para mi sola.

Nuestro destino fue la Rivera Maya. Solamente a dos horas al sur de Cancún, Cozumel tiene unos de los mejores arrecifes para bucear y practicar el snorkeling en todo el caribe. Ya con solo el echo de dejar todo atrás mi mente se estaba divirtiendo y esperaba que esos días fuesen de absoluta relajación para mi ajetreada vida Un moderno camión con aire acondicionado partió desde la marina (para aquellos que se hospedan en  Cancún) para luego tomar el ferry en un viaje a través de las hermosas aguas color turquesa que distinguen al caribe Mexicano y llegar hasta la isla Cozumel.

Con este hermoso paisaje paradisíaco, nos alojamos en un gran hotel y rápidamente salimos a disfrutar de nuestras vacaciones. El aire, el mar, la arena, todo era un sueño después de estar tanto tiempo absorta en mi trabajo y en mi hogar. La música, ricos tragos, exquisita comida, todo lo probaría. Si bien es cierto estaba un poco pasadita de kilos, no me importaba hacer desarreglos con la comida y la bebida, las vacaciones eran para descansar y disfrutar al máximo, cosa que haría a toda costa ya que me lo merecía.

Una mañana mi amiga y yo decidimos snorquelear por lo que rentamos un equipo para tal efecto, el sol en su plenitud mas las cristalinas aguas nos mostraban un sin fin de especies acuáticas, muy hermosas, estuvimos haciéndolo por mas de una hora y media, de repente me sentí algo mareada, y le dije a mi amiga que me iba a salir por un rato. Me recosté en un camastro de los que hay para tomar el sol...al poco rato me quede profundamente dormida. No se cuanto rato paso cunado de repente comienzo a sentir una sensación extraña, me sentía observada ya al buscar de donde provenía esa mirada , veo a algunos metros de mi, un hombre que me miraba sonriendo. Era alto, de cuerpo atlético, de pelo ensortijado, color castaño y ojos verdes. A pesar de mis kilos de más, siempre se han fijado en mí, ya que aunque soy gordita, tengo mi cintura, grandes nalgas, un muy buen busto y hermosas piernas, pero nunca ni siquiera había pensado serle infiel a mi marido, a si que cuando este se presentó, y luego de preguntarme si andaba sola, me dijo que era buzo profesional y que si estaba interesada en acompañarlo a bucear. Sin pensarlo mucho le agradecí su oferta, pero la rechace, diciéndole que andaba acompañada. El se alejo un poco más, pero no dejaba de observarme.

Estaba nerviosa, ya sin nada de sueño y intercambiando miradas con ese desconocido. Mi piel completamente blanca, mi traje de baño azul acua , mis grandes pechos delataban mis pezones que con solo imaginar habían cambiado de forma , seguramente me hacían resaltar , mas esa mirada de mujer ingenua, pero con deseos ocultos, lo animaba a seguir sonriéndome y mirándome con ojos de deseo. No necesitaba decirme nada, en sus ojos claramente se notaba el deseo de tener mi cuerpo, como sus ojos no solo miraban los míos, si no cada parte de mí.

Me sentía distinta, renovada, una mujer atractiva y sensual, cosa que hace mucho tiempo no me hacía sentir mi marido. No me dí cuneta cunado comencé a sonreírle también y a un gesto de el me encontré caminando hacia donde el estaba.

No se como me encontraba charlando ya con ese tipo, que me hacía estremecer. Miraba cada detalle de su rostro, sus hermosos ojos verdes, su encantadora sonrisa y aun tratando de mirar disimuladamente su entrepierna, el sorprendió mi mirada. Tratando de disimular un poco le pedí si podía fotografiarlo como recuerdo, cosa que el accedió. Luego de la foto, me dijo que para que fuera un bonito recuerdo, tendríamos que salir los dos en la foto. A un turista que pasaba por el lugar le paso la cámara y me abrazo para salir en la foto. Ese primer contacto con su piel me estremeció completamente.

En eso veo que mi amiga me hacia señas un poco mas allá y me despedí de el. El me tomo de la cintura y dándome un rico beso en la mejilla, por un segundo me hizo sentir la erección que tenía bajo su traje, avisándome que nuestra cita, quedaba pendiente.

Con mi amiga comimos algo y mientras estábamos relajándonos de la comida, veo que nuevamente se acerca mi extraño admirador. Muy galantemente me extiende su mano y me dice si estaba lista para bucear. Mi amiga sonríe y me dice que lo pase bien. Yo tomando su mano, me voy con el, sabiendo muy bien a lo que iba.

Me colocó el equipo de buceo y nos sumergimos en las calidas y cristalinas aguas. El me tomaba de la mano y me guiaba a través de un paisaje precioso, los bancos de coral, cardúmenes de peces de todos colores, vegetación llena de vida, hundiéndonos cada vez más.

Me llevo a un pequeño tour bajo el mar, donde habían réplicas de las esculturas mas famosas, a veces pasando tras de mi apoyándome su cuerpo contra mi espalda. Sentí sus manos en mi cintura y como su cuerpo se presionaba contra el mió haciéndome sentir su gran erección.

Llegamos a la escultura de Chacmol y haciéndome una señal para que observara, puso mi nombre y luego un corazón. Luego se acerco a mí y me abrazó muy tiernamente. Me abrazaba de la cintura, me acariciaba mis nalgas, me apretaba contra el. Seguimos recorriendo otras esculturas, como si fuéramos una pareja de enamorados, tomados de la mano, a veces sintiendo su mano acariciándome las nalgas o los senos, hasta que su intrépida mano encontró uno de mis pezones y lo acaricio todo el tiempo, haciéndome templar de gusto. Salimos a la superficie y entre todo el ajetreo, mi agitación, me dificultaba un poco respirar. El detrás mio , aferrado a mi cuerpo me besaba el lóbulo de la oreja sin dejar de tocarme entera.

La escena era paradisíaca, el sol poniéndose en el horizonte, el reflejo de este en sus hermosos ojos verdes,. Me beso apasionadamente, me agarro las piernas y la puso en su cintura. YO puse mis brazos en su cuelo y mientras nos besábamos, no dejaba de susurrarme lo hermosa que me encontraba. Yo sentía que el tiempo se había detenido. Se bajó el traje de buzo y tomando mi mano lo llevó a su sexo. Me preguntó si me gustaba y realmente era una sensación divina sentir ese enorme pene en mi mano deseándolo como loca sentirlo dentro mió, le dije que me encantaba.

Con su mano corrió mi traje de baño, me acaricio todo mi panocha, acariciando mi clítoris con sus dedos, tomo su duro pene y me lo metió fuertemente. Un inmenso placer sentí al tenerlo completamente dentro de mí llenando cada espacio de mi ardiente sexo que lo pedía a gritos.

A mi oído me decía que estaba exquisita, que estaba deliciosa, que calientita encontraba conchita, que rico me lo estaba cogiendo, mientras yo no decía nada, me dejaba llevar por el momento disfrutando al máximo del placer que me entregaba ese desconocido, al vaivén de las olas que a veces nos separaba, para volvernos a juntar en un calido apretón. EL mar se estaba embraveciendo lo que nos hacia muy difícil mantenernos en alguna posición. Nadamos hasta un arrecife y apenas llegamos me dio vuelta y corriendo mi traje de baño nuevamente me la metió por detrás.

Un par de veces lo había intentado con mi marido, pero no se le acercaba remotamente a lo que estaba sintiendo con este desconocido. Su gruesa verga se metía entre mis nalgas, hasta lo mas profundo de mi ser haciéndome sentir un placer indescriptible. Una y otra vez, su hermosa traca se metió dentro de mi cuerpo, mientras yo apoyada con mis manos en una roca recibía cada embestida de mi amante, que me penetró hasta que se cansó.

A esa hora ya no había nadie por ahí cerca. Me tomo de la mano y me llevo a otro lugar, donde había unas escaleras. Nuevamente me beso apasionadamente, me acarició por todas partes, besó mis pechos con muchas ganas, sus manos acariciaron con fuerzas mis nalgas, y me volvió a penetrar, lo volvimos hacer esta vez por delante hasta que acabamos al mismo tiempo.

Ya era tarde, y le pedí que nos fuéramos para que mi amiga no se preocupara, y que una siendo muy amiga , no quería que se enterara de mi infidelidad. A medida que caminábamos nos seguíamos besando, el acariciando mis pechos que según su propias palabras lo tenían embrujado, mientras yo aprovechaba de acariciarle sus nalgas, que son mi debilidad y que el tenía paraditas y redonditas.

La felicidad me brotaba por los codos y cuando llegamos donde mi amiga, esta se acerco y me dijo... "cabrona con esa sonrisa que traes te han de ver dado la cogida de tu vida", yo me reí, pero no estaba muy lejos de la verdad. La experiencia había sido inolvidable. El se acerco muy caballerosamente, se despidió de mi diciéndome despacio, quiero verte otra vez, solo moví la cabeza diciendo si y aceptando un papel que me entrego en mis manos tratando de que mi amiga no lo notase.

Ya en el auto saque el papelito y leí su nombre; se llamaba Merlín , (como el mago del rey Arturo)...me reí pensando que entre la magia de Ixchel y la magia de Merlín me habían seducido...

Volví a mi casa, a mi vida, a mi marido, a mi rutina. Nunca mas lo volví a ver, solo lo he llamado por teléfono un par de veces o por Internet, pero guardo en mi memoria, esos hermosos y apasionantes momentos vividos, con mi extraño admirador, bajo la magia y el encanto de Ixchel.

Con mucho cariño, para mi gordita Mexicana

Alexander_5149@hotmail.com