La Mafia, mi vida y ella...
Cuarto capítulo ¿Qué estas dispuesta a perder por amor?
Clariss
--¿Me vas a decir que esa chica y su hija también son amigas tuyas?- me preguntó España mientras aparcaba el coche en la casa.-
--Pues sí, fíjate que las casualidades nos llevaron a reunirnos y tanto ella como su hija me agradan mucho- me bajé sin dejarla responder y entré a la casa.-
--¿Dónde carajos estuviste todo el día de hoy?- lo que me falta ahora Sergey estaba celoso.-
--Ese nunca ha sido tu problema querido, no tienes porqué empezar a preocuparte por eso ahora.
--Nastya respóndele a tu novio- reclamó Vladimir que iba entrando a la cocina.-
--Eso no es asunto de ninguno de ustedes dos.
--Dime ¿dónde estabas Nastya?- Vlad me tomó fuerte del brazo y me puso frente a el.-
--¿Qué parte de que ESO NO ES TÚ PROBLEMA no entiendes hermanito?- lo miré directo a los ojos, que estaban muy rojos- ¿Has estado consumiendo esas porquerías otra vez?
--Vladimir suéltala- dijo con su siempre tranquilo tono de voz- Yo estuve todo el día con ella, además sabes cómo es, ya déjala tranquila- Vlad me soltó.-
--Que sea la última vez que tu me pones una mano encima Vladimir.
Rachel
Luego de dejar a mi princesa en su casa volví al club, era una noche muy tranquila, los jueves eran los más suaves en cuanto a la afluencia de clientes, estaba en mi oficina ya terminando y guardando los documentos para los bailarines, perdí mi vista en los monitores y comencé a rememorar mi día, me sentía feliz con todo lo que había pasado, hasta que alguien irrumpió en mi tranquilidad.
--¿Acaso pensabas que no me iba a enterar?- ¡genial! Era María.-
--Yo…- las palabra son me salían.-
--¿No me vas a decir nada?
--María yo… espera ¿enterarte de qué?- su primera pregunta estaba haciendo eco en mi cabeza ¿de qué se enteró?-
--¿De qué me enteré? ¡Pues de que tienes otra Rachel!- no pude evitar suspirar aliviada.-
--Bueno María si me dejas explicarte.
--No tienes nada que explicarme, creí que podías ser diferente, que me querías, pero hoy lo vi con mis propios ojos como la llevabas en tu camioneta hasta tu casa- depositó una sonora cachetada en mi mejilla- Eres una descarada no vuelvas a buscarme.
Y así como llegó se fue, seguro me vio con Clariss, así era mejor, ella misma terminó conmigo su vida sigue corriendo peligro por su ímpetu por acabar con todos los maleantes de la ciudad, pero ya por lo menos no debía preocuparme porque Dedy me amenazara con hacerle algo, el resto de la noche terminó muy relajada, Gustavo no se apareció por ningún lado eso me mantuvo tranquila alguien menos por quien preocuparme. Fui a dormir tranquila, al día siguiente más de lo mismo, gimnasio, llamar a mi princesa y dirigirme al club, la noche del viernes estuvo más movida de lo normal, tuve que bajar a atender la barra porque mi personal ya no se daba abasto, cerramos sobre las 5 am, tenía meses que no estábamos tan llenos como para que yo atendiera, me sentía agotada pero satisfecha, mañana vería de nuevo a Clariss, ¡Ho Clariss, Clariss! ¿Qué estas haciendo conmigo? Con esos pensamientos me fui a dormir.
--Hey Batman te buscan- dijo Gustavo entre abriendo la puerta.-
--Robín sabes que no recibo visitas- le respondí sin mirarlo.-
--¿No recibirías ni a tus hermanos?- preguntaba Marco entrando a mi despacho seguido por Mario, haciéndome sonreír.-
--¡Bueno pero mira lo que ha traído el gato!- dije sonriendo ampliamente- ¿Y a qué se debe esta visita?
--Queríamos pasar tiempo contigo- dijo Mario.-
--¿Y Beto?- ambos se miraron divertidos.-
--Llegó mamá y quería pasar tiempo con su bebé.
--Bueno, por lo menos se que mientras Fernanda esté en la casa él no pondrá un pie fuera.
Charlamos un rato más y decidí bajar a relajarme con mis hermano ya tenía todo listo y puse a Gustavo “a cargo”, nos dirigimos a la zona VIP, abrimos una botella de whisky 18 de mi reserva, un rato después se nos unió Lucho y Antonia, me agradaba ver a Marco feliz esa mujer es el amor de su vida, pero notaba miradas cómplices y pequeños roces entre Mario y Lucho, no quise incomodarlos haciendo preguntas tontas esa discusión la tendría luego, hoy era un día para pasarlo bien; por fin se hizo la hora del baile, salió un poco de humo a los lados de la pista, las luces bajaron dejando sólo los laser iluminando, el Dj dijo unas palabra y comenzó a sonar “Lady Marmalade” los bailarines aparecieron uno por uno ocupando la pista, todo era tan emocionante, me dediqué a ver el rostro de los presentes el cual era de total asombro, los gritos, silbidos y aplausos no tardaron mucho en llegar, me sentí satisfecha por la reacción de los clientes, en un momento posé mi mirada en Clariss y ¡por Dios! Sentí demasiadas ganas de agarrarla, subirla a mi oficina y follarla hasta caer inconsciente, estaba endemoniadamente sexy.
--Toma hermanita- marco me acercó una servilleta.-
--Idiota, déjame quieta- lo empuje y reí tontamente.-
Los clientes frecuentes me felicitaron por el espectáculo, los cinco brindamos con una ronda de tequila, el club se lleno incluso más que la noche anterior, así que tuve que excusarme con mis hermanos para ponerme a trabajar atendiendo y cobrando en la barra; todo fue una locura ya eran las 4:30 am y seguíamos abarrotados, tuvimos que empezar a sacar a la gente, por fin terminamos, le pague a todos los despaché incluso a Gustavo también lo mande a dormir; nos quedamos Marco, Mario, Antonia, Lucho, Clariss y yo, sin pensarlo andábamos tres pa´ tres.
--Propongo un brindis por el éxito de nuestra hermana- dijo Mario alzando su vaso.-
--Gracias Mario pero nada de esto sería posible sin todos ustedes- chocamos las copas y brindamos.-
--No sabía que tenías un lado humilde- me dijo Clariss al oído.-
--Hay muchos lados de mí que no conoces guapa- le respondí también al oído.-
--Me gustaría conocer todos tus lados- este juego de hablarnos al oído ya me tenía sudando frío.-
--Mujeres los secretos en reunión son de mala educación- nos reprochó Lucho.-
--Ay lucho sólo estaba intentando que me subiera la paga, gracias por arruinarme el momento- dijo ella en tono divertido y con un medio puchero.-
--Bueno estamos en un club vamos a bailar Rachel por un merengue de esos sabrosos- me pidió Marco.-
--Como ordene capitán- me levanté y fui hasta la cabina del Dj coloque una mezcla de varias canciones de ese tipo y bajé a la pista.-
--Bueno prima bailemos- Lucho me ofreció su mano y bailé con el, lo mío no es el bailar pero con el alcohol y Clariss cerca me dejé llevar.-
--¡Cambio de parejas!- dije al cabo de un par de canciones y enseguida tomé a Clariss.-
--Pensé que nunca bailarías conmigo- dijo mirándome a los ojos y colocando sus manos en mi cuello.-
--Lo bueno se hace esperar guapa.
El ritmo de la música bajó y caímos en una balada, sus manos en mi cuello las mías en su cadera, su mirada siempre es tan intensa, estaba totalmente perdida en ella, sentía como todos mis demonios, todo mi pasado, todas esas cosas malas y horribles que le he hecho a tanta gente todo eso comenzaba a pesarme quería abrazarla, llorar en sus brazos, sentía que ella era una isla donde podría estar a salvo, sentía una enorme necesidad de besarla, pero Mario nos interrumpió diciéndome al oído que Dedy llamó y que quiere vernos a los tres para desayunar, el desayuno se sirve en casa a las 8 am todos los días y ya eran poco más de las 7 am así que teníamos poco tiempo para llegar.
--Bueno guapa tengo una cita a la que no puedo faltar- no apartaba mi vista de la suya pero ahora ese “desayuno” con Dedy me tenía preocupada.-
--Sabes que me debes el desayuno- dijo mientras se apartaba de mí y se dirigía a su coche.-
--Tranquila que soy buena paga, no pasará mucho para pagártelo guapa- ella me regaló una gran sonrisa y entró en su coche de nuevo con la misteriosa chica de cabello negro.-
--Bueno hermana vámonos antes de que se nos haga tarde- subimos a nuestros coches y emprendimos rumbo a gran velocidad.-
--Justo a tiempo- suspiró Mario mientras nos sentábamos en el comedor.-
--Como siempre hermanito- le dije sonriendo.-
--Me alegra saber que los ebrios de mis hijos están de tan buen humor.
--Buenos días Dedy- respondimos los tres levantándonos de las sillas.-
--Pueden sentarse- Dedy tomó su lugar en la cabecera de la mesa encendiendo un cigarro- Y díganme ¿pasaron bien su noche de copas?
--Dedy simplemente compartíamos un rato como hermanos- dijo Mario en voz baja.-
--¿Compartían un rato?- lo miró con severidad- Son las 8 am y ustedes tres apestan a cigarrillo y alcohol.
--Sí, pero Dedy.
--Tú no tienes derecho a palabra en esta mesa Marco, desobedeciste mis órdenes frecuentando a esa mujer.
--¡Padre ya basta!- exclamé golpeando la mesa con mi mano.-
--Ya basta ¿Qué Rachel?- sabía que estaba entrando en terreno muy peligroso pero no me importaba- Sabes que la mesa es sagrada y no debes golpearla.
--Deja al pobre Marco en paz con Antonia de una buena vez Dedy, desde que lo obligaste a dejarla, él no es ni la sombra del hombre que era cuando estaba a su lado, es mi hermano y tú hijo, tú mismo nos criaste a nosotros y JAMAS dejaríamos a la familia por una mujer.
--Será mejor que midas tus palabras Rachel, estas siendo altanera- Marco y Mario a duras penas respiraban, la tensión que había sobre nosotros era demasiado fuerte.-
--No estoy siendo altanera Dedy, sólo quiero que entiendas que ellos dos se merecen el uno al otro, ellos tienen ese amor de una vez en la vida.
--¿Amor?- soltó una gran burla sarcástica- ¿QUÉ PUEDES SABER TÚ DEL AMOR?
--Lo suficiente- le susurré.-
--Muchachos fuera- ambos salieron como balas y me dejaron sola con él en el comedor- ¿Qué estarías dispuesta a hacer por amor Rachel? Dejaste a la abogada, así que no tienes moral para decirme nada respecto al amor niña.
--A ella no la amo, pero si amo a mi hermano y quiero que él sea feliz, así que ¿dime qué quieres que haga para que lo dejes ser feliz?- paso unos minutos mirándome en completo silencio lo que me hacía sentir miedo.-
--Deja el club- sus palabras fueron como una caída en falso ¿dejar mi club? Abandonar Pase libre, me comenzó a faltar el aire.-
--¿Dejar mi club?- pregunté incrédula.-
--Sí.
--Llevo casi 7 años de mi vida invertidos ahí Dedy, sabes que es mi vida- dije en tono de súplica él me tenía donde quería.-
--Dices que sabes del amor, bueno demuestra amor por tu familia, amor por tu hermano, deja ese maldito club y dedícate por completo a nuestro negocio.
--Si yo dejo Pase Libre- sentí un fuerte dolor en mi pecho y un nudo en la garganta- ¿Tú dejaras que Marco se case con Antonia y lleven una vida feliz?
--Si tú cierras ese sitio y te dedicas a nuestros asuntos, nunca volveré a decir o hacer nada en contra de los amores de tus hermanos- sentía que estaba haciendo un pacto con el diablo, pero era la felicidad de mis hermanos.-
--Dame 6 meses para cerrarla- susurré hundiendo mi rostro entre mis manos, esperando que por lo menos me diera tiempo para asimilar y organizar todo.-
--Muy bien, de hoy en 6 meses ese sitio deberá estar cerrado- se levantó caminó hacia mí y me extendió su mano para cerrar el trato.-
--Trato hecho.
Estreché su mano, con eso sabía que no podría echarme para atrás, luego de que Dedy saliera del comedor, golpee la mesa con mis puños y una lágrima de ira rodó por mi mejilla; me fui de la casa directo a buscar a Sofía, pero primero pasé por mi casa a darme un buen baño a ver si se me pasaba ese amargo sentimiento de pesar que me había invadido desde que estreché la mano de Dedy.
--Buenos días- dije en tono seco pasando de Dayana y entrando a mi antigua casa.-
--Buenos días tremendo humorcito el que cargas- dijo ella caminando tras de mí.-
--¿Y mi hija?
--Sofía sigue dormida, anoche estuvimos en una fiesta y llegó muy cansada, déjala dormir un rato más.
--Está bien, voy a desayunar y vuelvo en un rato.
--Podemos desayunar juntas- dijo tomando mi brazo y deteniendo mí camino- A ti te pasó algo.
--No es asunto tuyo Dayana, simplemente estas noches han sido rudas y estoy cansada- dije sacudiéndome de su agarre.-
--Te he visto hasta con tres días sin dormir y no has estado así, deja tu misterio por una vez en tu vida y dime- sólo pude suspirar e irme a la cocina.-
--No me digas que también debo hacerme el desayuno.
--Claro, conoces mejor que yo esta cocina- le dio un largo sorbo a su café- Ahora dime que te ocurre mientras haces nuestro desayuno- a pesar de todo esta mujer seguía obteniendo lo que quería de mí.-
--¿Mami?- dijo una somnolienta vocecita que irrumpía lentamente en la cocina.-
--Princesa buenos días- caminé hacia ella y la alcé- ¿Qué haces despierta tan temprano?
--Ustedes hablan muy duro- ella se frotaba sus ojitos y se acurrucaba en mi cuello.-
--Perdón mi princesa, ven vamos a dormir.
La llevé a su cuarto y me acosté con ella, a mí también me hacía falta dormir y qué mejor que hacerlo con mi princesa en mis brazos, dormí plácidamente hasta que mi estómago comenzó a quejarse y sentía mi garganta excesivamente seca.
--Hasta que por fin te levantaste.
--Bueno eso es lo que suelo hacer los domingos Dayana- dije sin mirarla mientras abría la nevera para servirme un gran vaso con agua fría.-
--Tú fuiste quien llegó temprano- siseó ella clavándome la mirada por sobre el libro que leía.-
--No quiero pasar el día discutiendo contigo, sólo quiero pasar tiempo con mi hija.
Nos miramos y declaramos una tregua por ese día, junto a Sofía hicimos el almuerzo y pasamos la tarde viendo películas en la cama, comiendo chuchería; compartimos las tres juntas como una familia unida, no se sentía esa tensión y antipatía característica entre Dayana y yo desde que nos habíamos separado.
--Se ve tan tierna cuando duerme- dijo Dayana arropándola.
--Sí, hasta que comienza a moverse, patear y roncar- ambas reíamos por lo cierto de mis palabras.-
--¿Ahora si me dirás qué te preocupa?- acarició mi rostro y colocó un mechón de mi cabello tras mi oreja.-
--Está bien- suspiré de manera pesada- Tengo que cerrar Pase Libre.
Pude ver preocupación y hasta ternura en esos hermosos ojos verdes, no me dijo nada simplemente me abrazó como sólo ella sabía hacerlo, me tomó una par de segundos corresponderle ese abrazo, pero cuando la rodeé con mis brazos simplemente me aferré a ella, así permanecimos minutos, horas o segundos, no tenía idea del tiempo, pero se sentía tan bien su calor, esa ternura; por fin nos separamos y ella me miraba muy fijamente, subió sus manos a mi cuello acercándose poco a poco, yo sabía lo que quería, pero no tenía fuerzas para evitarlo y así nuestros labios se juntaron como hacía años no lo hacían, al principio fue extraño pero a medida que el beso transcurría nuestras bocas se recordaban, yo mordía su labio al tiempo que apretaba su firme trasero, ella capturaba mi lengua en su boca mientras revolvía mi cabello con sus manos, cuando aquel contacto comenzaba a hacerse más sexual, la imagen de Clariss invadió mi mente haciéndome apartar de Dayana.
Disculpne la demora, este capítulo es un poco corto pero estos días no han sido fáciles, espero sus opiniones, para mí siempre es un placer leer sus comentarios y correos. Saludos desde Venezuela.