La Mafia, mi vida y ella...

Capítulo 1 Mi tercer relato, este es un poco diferente espero les guste y me hagan llegar sus opiniones, gracias por leer.

Hoy ha sido una buena noche, pero siento que a la disco le falta algo, un algo que le aporte vida, emoción y deseo, creo que hablo de mi vida y no de mi negocio, si es verdad que salgo con una muy linda abogada de 30 años rubia de cuerpo perfecto, es cierto, en la mayoría de las historias todas son rubias, altas, hermosas y con excelentes orgasmos, bueno María cumple con todos estos requisitos de mujer perfecta pero ambas sabemos que nuestra relación es más conveniencia que amor, eso no me deprime puesto que ya superé esa etapa de amor colegial, pero si me hace añorar sentir esas cosquillas en el estómago y respirar profundo al sentir su perfume, lo sé soy una romántica pero también soy realista y algunas personas dirían que un monstruo, es una mezcla extraña pero sí, es posible, se preguntarán quien puede llevar una vida así bueno.

Mi nombre es Rachel Moretti tengo 28 años, mido 1.70 cabello castaño normal, si “normal” ya que no es claro ni oscuro simplemente castaño, ojos castaño oscuro tipo chocolate, toda mi vida me he dedicado fuertemente al deporte lo que me da un muy buen tono muscular y la fuerza que necesito para llevar a cabo algunas de mis actividades favoritas, pero no soy de esas obsesionadas con la dieta y la vida sana, puesto que la comida ha sido mi gran amor toda mi vida, soy dueña de una disco de ambiente “Pase Libre” la vida nocturna es fuerte pero me encanta, la dirijo con un socio minoritario que me cubre los días que le dedico a mi vida diurna, a veces me siento como Batman y Bruce Wayne, aunque existe una visible diferencia él se dedica a combatir los mafiosos y criminales de ciudad Gótica; mientras que yo heredaré el mando de una gran cadena de crimen organizado, sí soy la hija mayor del jefe de la mafia italiana.

--¿Batman no planeas salir de la cueva esta noche?

--Se llama Baticueva, y no Robín esta noche toca pagar salarios y sabes lo difícil que es- hice una pausa levante mi vista de mi computadora y la clave en él- Es cierto no lo sabes- sentencié con una media sonrisa.-

--No lo sé porque no has querido enseñarme- ese niño queriendo hacer rabieta es Gustavo mi socio.-

--Ay si el niño va a hacer una pataleta- hacía gestos tontos con las manos y el rostro en forma de burla mientras hablaba.-

--A veces no sé qué rayos vio mi hermana en ti Rachel- comentó con desdén.-

--Ese comentario ya no tiene efecto sobre mí Gus, así que ve buscándote otro argumento, cuando crea que estás listo te enseñaré esto- levanté algunos papeles y los sacudí en el aire- Pero mientras tanto aprende a gatear antes de querer correr.

Gustavo es el hermano menor de Dayana mi ex pareja y madre de mi hija, sí somos dos mujeres y tuvimos una hija fue mi ovulo en su útero, no me voy a poner a explicar todo ese proceso si tienen dudas en internet pueden encontrarlo todo; en fin Dayana y yo nos conocimos cuando yo apenas tenía 18 años ella ya tenía 26 nos enamoramos muy rápido todo fue un torbellino de amor, pasión y sexo, a pesar de la diferencia de edad supimos salir adelante, al principio fue difícil no lo niego, yo era una mocosa que sólo quería ser independiente y ya estaba viviendo con una mujer que me llevaba 8 años con su propia vida y libertad, a sus 28 años ella decidió que quería ser mamá y que ambas tendríamos un hijo, esa noticia me tomó por sorpresa y tenía mis dudas pero el amor que sentía por ella me daba la seguridad de continuar con esa locura, por supuesto mi padre no estaba no estaba muy contento con esa noticia, ya que mientras más familia había más puntos débiles en contra; durante dos años todo fue doctores, clínicas y especialistas, cuando ya íbamos a tirar la toalla ella quedó en cinta fue una gran noticia que desencadenó un horrible miedo en mí, de no querer faltarle o fallarle nunca a esa pequeña vida que se generaba en su interior y que nadie nunca le hiciera daño, de eso hacen ya 6 años, pero como nada es perfecto Dayana y yo tuvimos que separarnos hace un par de años por “diferencias irreconciliables” en términos más claros, yo pasaba mucho tiempo en “mi club” y ella no toleró tanto misterio y secretos de mi parte, así que antes de terminar en algún lío legal preferimos dejar las cosas por lo sano y compartimos la custodia de mi princesa Sofía; nuestra separación me dolió mucho pero fui criada para cumplir con mis obligaciones.

--¿Jefa por qué tan liviano mi sobre?- si le pago a mis empleados en efectivo en sobre de pago es anticuado pero me gusta más, así no quedan registros.-

--Por todo lo que te bebiste, comiste y regalaste Julián- respondí sin mirarlo, pude escuchar que pronunció una injuria en mi contra pero se lo dejaría pasar por hoy.-

--Tú como siempre haciéndote alto pana de los empleados Batman.

--Son mis empleados, no mis amigos si dejo que me agarren confianza y me monten la pata estaría llevando mi negocio a la ruina Gustavo.

--Pero no siempre y no con todos eres así de dura- Gus es como mi chivo expiatorio así que debo guiarlo como si fuese mi socio o aprendiz.-

--Una cosa es compañerismo y cordialidad como jefe a tus empleados y otra muy distinta es no tener carácter Gustavo y eso debes aprenderlo sino no podrás tener éxito en los negocios.

Luego de por fin pagarle a todos los empleados y cerrar el club, llevé a Gustavo a su casa y me dirigí a la mía estaba agotada mentalmente y creo que ese tipo de agotamiento es peor que el físico, llegué a mi casa alrededor de las 6 am y me tiré en mi cama, que por cierto es una cama King size me gusta dormir con espacio suficiente para acomodarme como me plazca sin importar si estoy sola o no, ya que con mi estilo de vida nunca se sabe cuándo será la última noche que pueda dormir cómoda.

--¡MAMI, MAMI, MAMI, DESPIERTA!- esa era la dulce voz de mi princesa.-

--Princesa ya me desperté, puedes dejar de saltar sobre la cama- le dije con voz ronca aun somnolienta sentía que no había dormido nada.-

--¡Vamos mami levántate!- decía al tiempo que hacia presión en mi espalda con sus manitos, me voltee y la agarré tumbándola.-

--Buenos días princesa- le llené la cara y el cuello de besos mientras le hacía cosquillas ella reía fuertemente.-

--¡Ya mami, ya me rindo!- me fijé en la hora que marcaba mi reloj sobre la mesa y eran las 7 am, con razón sentía tanto sueño sólo dormí una hora.-

--¿Qué haces aquí tan temprano princesa?

--Mamá me dijo que me tenías una sorpresa y que debía venir temprano, sino no me la darías- Dayana, Dayana me las vas a pagar mujer.-

--Por lo visto mamá no sabe guardar secretos- dije haciéndome la molesta- Por eso nuestros secretos son mejores ¿verdad princesa?

--Siii mami- me beso en la mejilla y nos levantamos con dirección en la cocina de dónde provenía el inconfundible olor a café.-

--Buenos días Dayana- le dije sin mirarla mientras sentaba en la encimera a mi princesa.-

--Buenos días cariño.

--Bueno princesa ¿qué te parece si hacemos unas panquecas para desayunar?- ignoré por completo a Dayana.-

--Sí mami- la bajé de la encimera y la mandé a cambiarse de ropa para que no se fuese a ensuciar mientras cocinábamos.-

--Sabes que no puedes simplemente llegar a mi casa y dejarla a la hora que te dé la gana.

--Pensé que querrías ver a tu hija.

--Siempre quiero verla y sabes que pasaría por ella a medio día y te recuerdo que trabajo en un club nocturno, por lo cual llego de madrugada sino es que al alba a mi casa, y por ende habíamos decidido que yo la buscaría los domingos a medio día- ella se limitaba a mirarme con sus ojos verdes que anteriormente eran mi debilidad- Y sabes que mi sueño es sagrado, así que te agradezco que no lo hagas de nuevo- no me gustaba mentir pero era peligroso que la trajera así como así a la casa, alguien podría verlas y hacerles daño.-

--Huy pero que humorcito con el que te levantaste Rachel.

--Ningún humorcito, sé que viniste con la intención de toparte con María y querer aparentar a la familia feliz pero hoy no se te dio, así que te agradezco que te despidas de Sofía y no te aparezcas más por aquí sin antes llamarme.

--Tú y tus benditos secretos y misterios Rachel.

Dayana se marchó molesta sin hacer mayor espectáculo, mi princesa y yo nos dedicamos a hacer desastre en la cocina con la harina, el chocolate, los huevos, parecía zona de guerra, yo amo comer y cocinar pero esto último sólo lo hago para mi princesa es nuestra cosa especial.

--Se supone que tú eres el adulto responsable mi amor- comentó divertida María contemplando nuestro desastre.-

--Y lo soy mi vida, pero no por ser responsable voy a dejar de ser divertida.

--Hola pequeña ¿cómo estás?- dijo acercándose a Sofía.-

--Bien y usted- a mi princesa no le agrada que ninguna mujer este cerca de mí, será una mujer muy celosa ¿me pregunto de quien lo habrá sacado?-

--Bueno deja que nos bañemos, nos cambiamos y salimos al parque.

Cargué a mi princesa, subimos a bañarnos, cambiarnos y bajamos listas para ir al zoológico, pasamos un lindo día aunque era una batalla de celos por mi atención entre mi novia y mi hija y la clara ganadora era mi princesa, dejamos a María en su casa ya que se dio cuenta que entre nosotras estaba de más y nos dirigimos a una pizzería.

--Muy bien princesa ¿con qué quieres tu pizza?- ella siempre ordenaba lo mismo pero le gustaba ordenar y sentirse grande haciéndolo.-

--Quiero queso y jamón- son sólo dos ingredientes pero así era feliz.-

--Muy bien, me das media pizza con eso y a la otra mitad le agregas champiñones, pepperoni, cebolla y pimentón por favor.

Cuando íbamos en camino a buscar una mesa para sentarnos no había lugar estaba muy full, pero mi princesa utilizó sus encantos y nos consiguió una mesa compartida con una solitaria chica.

--Buenas noches, disculpa la intromisión de mi pequeña, pero realmente tenemos hambre y no hay puesto.-

--Buenas, tranquila no hay cuidado aparte tu hija es todo un encanto- quede fría al escuchar su dulce voz y ver esa chica, tenía unos ojos azules pero no eran simplemente azules tenían tonalidad en gris y ella era castaña muy clara prácticamente rubia, de cejas abundantes pero muy bien cuidadas, un par de gafas de pasta negra y un pequeño y tierno lunar muy seductor junto a su labio.-

--¡Mami, mami despierta!- mi princesa me hizo salir de aquel letargo en el que había caído mientras detallaba a nuestra misteriosa acompañante, ¡eso no podía pasarme de nuevo! Me reprendí mentalmente.-

--Disculpa mi falta de modales, mi nombre es…

--Rachel y esta pequeña dama es Sofía, tranquila tu hija ya me dijo lo que debería saber de ustedes antes de que sentaran en la mesa, un placer mi nombre es Clariss.

Dios hasta su nombre es perfecto, cenamos muy a gusto, bueno ellas dos cenaron muy a gusto ya que no dejaban de hablar y yo me sentía extrañamente nerviosa mientras la observa y tragaba pizza.

--Bueno ha sido un placer compartir con ustedes, pero ya debo irme- no, no te vayas, supliqué mentalmente.-

--¿Por qué te vas? ¿Te vino a buscar tu novio?- ay por dios mi hija siempre de habladora.-

--Perdón Clariss pero a mi princesa a veces se la va mano con sus preguntas- dije muy apenada mientras sentía mis mejillas y orejas ardiendo.-

--Tranquila- dijo mientras me dedicaba un hermosa sonrisa- No Sofía, no tengo novio, pero se me hizo tarde para verme con mi amiga- dijo señalando a una estilizada chica de camisa y pantalones de vestir que le hacía señas desde la puerta para que se apresurara.-

--Bueno está bien chao- le dijo mi niña con una amplia sonrisa.-

Terminamos nuestra pizza y nos dirigimos a casa a dormir ya que al día siguiente había colegio y yo llevaba todo el día muriendo de sueño, pero antes debía arreglar algunos asuntos.

--Ludo me puedes explicar ¿por qué carajos hoy paso cuanta persona quiso por mi casa?- Ludo se supone que es mi jefe de seguridad.-

--Perdón señorita, pero ambas mujeres estaban muy decididas a entrar y no pude decirles que no.

--¡Excusas, excusas Ludo! Sabes lo importante que es la seguridad de mi familia para mí y enemigos es lo que sobra.

--Sí señorita.

--Si esto vuelve a ocurrir conocerás mi “oficina” y sabrás de primera mano por qué me dicen “la morte”

Colgué sin dejarlo contestar, con esa amenaza dudo que pudiera hacerlo, luego de asegurar toda mi casa fui a la cama con mi princesa, dormimos muy rico hasta que la alarma sonó demasiado rápido para mi gusto, le dejé en el cole a tiempo y al despedirnos me dijo algo que me dejó loca “mami tu eres más bonita que la amiga de Claris” sólo pude sonreír y negar con la cabeza ante el ingenioso y sorprendente comentario de mi hija. Mi día apenas comenzaba, ya que debía verme con Gustavo para resolver que vamos a implementar en la disco para atraer nuevos clientes y aumentar nuestros ingresos, que no estaban mal gracias a dios pero siempre que estos se puedan aumentar es mejor, pero antes de todo eso debía recibir mi dosis diaria de endorfinas y sudor; esa sensación de satisfacción que se siente luego de llevar tu cuerpo al máximo y sintiendo tus músculos arder no tiene precio, simplemente me encanta y me ayuda a pensar.

--¿Hoy harás tu rutina completa cariño?- me preguntaba Jorge uno de los entrenadores y buen amigo.-

--No cariño, sólo haré un poco de cardio y torso, tengo una reunión en un rato.

Subí a una cinta para correr él estaba frente a mí y hablábamos un poco mientras comenzaba a caminar para acondicionar los músculos antes de correr ya que él sabe que detesto que me hable mientras corro, cuando una chica como de mi edad de cabello negro corto por encima de los hombros se subió en la maquina junto a la mía, mirándome de manera desafiante a través del espejo y comenzó a correr, lo admito soy una persona bastante competitiva y aumenté el ritmo de mi máquina para ponerme a la par de ella, Jorge se dio cuenta del reto y se puso en medio de ambas máquinas mirándome divertido ya que sabe perfectamente que no soy buena trotando y que antes fumaba más que una prostituta presa; cada dos o tres minutos ella aumentaba el ritmo y yo la seguía sosteniéndole la mirada desafiante, así estuvimos unos 20 minutos yo me acercaba a mi límite de 30 al ritmo que íbamos así que debía pensar algo y recordé que la chica comenzó su carrera sin si quiera calentar así que ahora yo aumentaría exageradamente la velocidad así le provocaría un calambre, si podría verse como trampa pero no podía perder en mi gimnasio, así que seguí mi plan de acción podía hacer unos 5 minutos de buen sprint así que me tenía confianza, ya varias personas se había acumulado a nuestro alrededor para observar nuestro duelo, en mi tercera acelerada ella le costaba aumentar la velocidad y por fin dio un pequeño salto acompañado de un quejido, pensé “por fin se acabó” mientras corría un par de segundos más para aparentar que esa odisea había sido un simple paseo por el parque para mí.

--Hey chica muy buena carrera- dije jadeante extendiéndole mi mano, cosa a la que ella sólo se limitó a mirar con desdén y se marchó, si supiera quien soy regresaría a disculparse.-

--¡Vaya qué humor el de la retadora!- comentó Jorge con tono divertido.-

--No todas las personas saben perder amigo.

--¿Y tú acaso estas entrenando en otro lugar a mis espaldas?- dijo con tono acusador.-

--¿Qué? ¿Acaso estás loco? Si a duras penas tengo tiempo para venir aquí ¿Cómo coño pretendes que vaya a otro lugar?- le aclaré mientras secaba mi frente y bebía un poco de agua.-

--Es que nunca habías durado tanto sobre esa cinta a esa velocidad, tú eres una floja en cuanto a correr.

--Gracias por todos tus elogios ahora debo irme y sabes que nunca rechazo un buen reto.

Hice lo que me faltaba para acabar mi sesión, me duché y cambié para dirigirme a mi reunión con Gustavo para  discutir qué debíamos integrar al club para hacerlo más llamativo, luego de horas de debatir sin llegar a ninguna idea concluyente se me hizo la hora de buscar a mi princesa en su colegio así que me despedí de Gustavo sin poder llegar a nada y eso me frustraba. Todos los días de lunes a jueves voy sin falta por mi princesa a su colegio y de ahí vamos a casa a almorzar, desde mi separación con Dayana le prometí a mi princesa que la vería todos los días para almorzar excepto viernes y sábado pero que esos días la llamaría, ella siempre sabría de mi cuando no pudiéramos vernos, esa era la parte “fajorita” de mis días, luego de comer, bañarla y cambiarla, la llevaba de regreso a la que antes fuera nuestra casa, la observaba por el retrovisor en su asiento y no podía creer lo mucho que había crecido mi princesa pronto cumpliría 6 años, ella jugaba distraída con una muñeca que tenía un pequeño tutú rosa y de pronto la inspiración vino a mí como un rayo “bailarinas” exclamé haciendo que mi hija me observara extrañada; al dejarla en casa llamé de inmediato a Gustavo.

--¡Marico bailarinas! Eso es lo que necesitamos estoy en tu casa en 20 minutos.

No lo dejé decir ni sí ni no, me apresuré a llamar a un par de contactos para colocar mañana mismo anuncios en el periódico, en carteleras universitarias y demás medios de difusión.

--Buenas tardes Doña Ana- dije mientras entraba a la gran casa familiar de los Arrieta.-

--Buenas tardes señorita Rachel, el joven Gustavo se encuentra en el jardín.

--Gracias- le sonreí y le obsequié un bombón siempre que iba a esa casa le llevaba algún chocolate a esa cariñosa ama de llaves.-

--¡Bailarinas! Eso es lo que necesitamos Gustavo, integrar un acto de stripper y bailes sensuales de hombres y mujeres.

--¿Bailarinas?

--Claro zopenco es lo único que no tenemos y los demás clubes tampoco sería sólo viernes o sábado o ambos días más adelante decidimos- el no quitaba su cara de no entender nada.-

--Limítate a presentarte el miércoles en la tarde en el negocio para que entrevistes a las chicas yo haré lo mismo pero en la mañana con los hombres ya que tú de madrugador no tienes nada.

Gustavo sólo asintió, así como llegue me marche de aquella casa y me dirigí al despacho de mi novia hoy me sentía invencible y luego del desplante del fin de semana con mi princesa debía consentirla porque aunque no nos amábamos le tenía mucho cariño y ella era parte de mi vida.

--Buenas tardes Juanita ¿Cómo estás?

--Eso, que milagro verla por acá señorita- tan impertinente como siempre, por eso no me gustan las secretarias.-

--Tú tan amable como siempre- a veces creo que Juana le tiene ganas a mi novia- Dime ¿mi novia está ocupada?

Trató de inventarme una excusa barata la cual ignoré totalmente y me dirigí a la oficina de María, abriendo lentamente la puerta dejándola ver sólo el enorme ramo de rosas y luego dejándola ver mi rostro que la hizo sonreír ampliamente.

--¿Y a qué debemos tan hermosa sorpresa mi amor?- dijo mientras levantaba una ceja y mordía su labio, ella sabe que eso me mata.-

--Bueno pensaba que como no habíamos  podido compartir el fin de semana quizás aceptarías salir a comer conmigo amor- dije mientras dejaba las flores en su escritorio y me inclinaba sobre el mismo para besarla.

--Esa oferta suena muy tentadora mi vida- dijo al separarnos de aquel beso- Pero tengo algunos papeles que revisar antes de irnos- mi teléfono sonó vi el número y sabía que debía irme.-

--Perdón mi amor- su rostro enseguida cambió de ilusión a decepción- Llamada urgente perdón, en lo que salga te llamo.

No la deje hablar y me marché, ahora que lo pienso creo que le hago eso muy seguido a muchas personas, bueno supongo que puedo darme ese lujo al ser la hija de la mafia, como me nombraban mis hermanos menores; me dirigí al gran mercedes negro que ya esperaba fuera del despacho.

--Buenas tardes Dedy- así le decíamos a mi padre era nuestra traducción de daddy cuando éramos pequeños.-

--¿Cómo está la mia ragazza?- tomó mi mano y la besó.-

--Bien Dedy, tratando de darle vida al club- bufo en tono desaprobatorio.-

--¿Hasta cuándo vas a seguir perdiendo energías con ese local ragazza?

--Es una buena fachada para lavar el dinero y no tiene ningún vínculo directo con nuestro apellido- refunfuñé.-

--Sabes que quiero que tomes el entero control de todo el imperio Moretti, con el apoyo de tus hermanos- siempre hablábamos del mismo tema.-

--Podrías dejar de morirte antes de tiempo Dedy, sabes que lo asumiré pero lo haré a mi manera por favor confía en mí.

--Bueno está bien, no te traje por ese asunto ragazza, tenemos “una situazione” que se debe resolver hoy.

--Entonces no perdamos más tiempo y vamos, tengo cosas que hacer.

Mi padre es Rocco Moretti, el mayor de siete hermanos, es un fuerte italiano de 60 años, jefe de la mafia italiana en todo el país; si tenías algún tipo de actividad ilícita debías pagarle alguna cuota por dejarte trabajar, yo soy su hija mayor, mi madre nos abandonó en lo que yo terminé mi período de lactancia, una mujer algo cruel pensaran, pero ella debió tener sus razones, a medida que mi padre fue escalando en sus “delitos” y a llevarlos a cabo de manera más organizada junto a sus amigos y familia, se fue haciendo una reputación que se mantiene hasta el sol de hoy, y por siete años sólo fuimos Dedy y yo, crecí entre apuestas, prostitutas, armas y violencia, ese era mi mundo no conocía nada mejor y para mí eso era más que perfecto, entonces llegó Fernanda a nuestras vidas con un par de gemelos de 3 años Marco y Mario, que Dedy acogió como suyos, dos años más tarde llego Dalberto y así éramos los cuatro fantásticos, me encantaba tener hermanos menores con quienes jugar; pero Dedy siempre me llevaba a “trabajar” con él y eventualmente fue incluyendo a los chicos en contra de la voluntad de Fernanda.

Con los años le agarré amor al poder que sentía cuando obtenía lo que quería usando la fuerza, Dedy nunca fue de los que golpeaban él es más cerebro cosa que me enseñó muy bien, así que lo básico acerca de la tortura física lo aprendí de Mauricio "nudillos" el matón del grupo, él era la fuerza, podía causarte dolor en su estado más bruto, rompía brazos como huesos de pollo, fui su aprendiz durante mi adolescencia, en más de una ocasión me llevé fuertes regaños de Fernanda por dislocarle un brazo o partirle un dedo a alguno de los chicos; bueno con mi cerebro, mi crianza y las técnicas aprendidas me convertí en la mejor torturadora, le sacaba información a cualquiera, me comenzaron a decir "la morte" que significa muerte en italiano ya que muchos preferían la muerte antes que pasar por mis manos.

--Bueno “morte” tu cuarto está listo y ya tienes un cliente- dijo Dalberto al verme entrar a la casa.-

--Bueno Beto- así le decíamos por cariño- Será rápido así que dime ¿qué quieres del tipo?

--Nos robó, quiero saber dónde está mi dinero.

--Beto, te recuerdo que lo único que es solamente tuyo en esta familia es tu mujer.

Él se limitó a asentir y yo hice mi camino a mi “oficina” la cual es de color negro, pero no negro mate sino brillante, con aroma a cítrico, piso de granito cubierto con protectores plásticos para que la sangre no manchara mi hermoso piso, sin ventanas así no sabes si es de día o de noche lo que hace más fácil jugar con el equilibrio mental de las personas, colgando en las paredes todo tipo de látigos, barras azotadoras, cadenas, esposas, enormes muebles de manera con más de mis “herramientas”, disfruto de hacer daño pero sólo en estas condiciones, sexualmente no me atrae este tipo de prácticas. Y ahí estaba esposado de manos y pies al techo y al piso correspondientemente, un flacucho chico en bóxer, que no debe tener más de 18 años, estaba vendado todas las personas que pasaban por mis manos siempre debían estar vendadas no me gusta que me vean, se notaba que ya había pasado por las toscas manos de alguno de los matones de Dedy.

--Muy bien chico- el alzó su rostro intentando saber de dónde venía la voz que escuchaba- Tienes sólo dos opciones, una me dices dónde está el dinero que nos robaste o dos te hago cosas tan horribles que hasta tus nietos tendrán pesadillas con ellas hasta que hables, tú decides.

--Yo no sé nada de ningún dinero perra- detesto esa palabra.-

--Será la segunda opción, yo que creía que serías inteligente niño.

Quería que hablara rápido así que no le di muchas vueltas al asunto le arrojé un balde con agua helada, y activé una bomba de gas lacrimógeno, haciéndolo retorcerse y toser, podía ver toda su pálida piel tomar un color rojo, tomé mi látigo de serpiente y lo azoté  en el pecho y abdomen, abriéndole de a poco la piel, el chico sólo gritaba y maldecía.

--Muy bien niño, de nuevo tienes dos opciones, hablas o continuamos hasta que hables.

--No diré nada maldita- este niño comenzaba a colmar mi paciencia y quería verme con María.-

--Muy bien tú lo pediste- tomé mi mezcla especial de pimientos picantes y comencé a esparcirlo por sus heridas.-

--¡Vladimir! ¡El dinero lo tiene Vladimir! Por favor no sigas.

Dijo entre llantos el chico, salí de ahí sin decir una palabra ya que sabía que ese nombre sólo traería más problemas que soluciones, desde que murió el señor Malkovich hemos estado teniendo problemas con la mafia rusa, ya que su hijo menor Vladimir no sabe lo que es el respeto y acababa de pasarse de la raya y nosotros debíamos recordarle porqué los Moretti dominábamos los negocios.

--Bueno Beto el dinero lo tiene Vlad…

--Ese mal nacido ruso se cree mejor que nosotros- dijo mi hermanito.

--Bueno primero mantén la calma, esto debemos hablarlo con Dedy y los chicos para decidir qué haremos al respecto.

--¿Pensar qué haremos? Por dios Rachel él nos insulta y tú quieres hacer una reunión- su tono era más alto de lo necesario y eso no me gustó.-

--Beto no tienes por qué gritar- dije con mi voz muy serena casi en susurro- Tú no harás NADA hasta que los cuatro nos reunamos con Dedy ¿entendido?

--¿Y esperar? No Rachel hoy mismo…- lo tomé del brazo lo volteé de manera  que calló arrodillado.-

--Dalberto- él sabe que cuando utilizo su nombre completo no son buenas noticias- Te he dislocado este brazo antes y sabes que puedo partirlo con mucha facilidad, así que te sugiero que calmes tu ímpetu y esperes.

Lo solté dándole una mirada desaprobatoria y subí a cambiarme, al ver la hora eran a penas las 9 pm así que me daba chance de pasar a ver a María, salí como alma que lleva el diablo de la casona, le escribí a Marco y Mario para acordar la reunión, pase compre algo de comida china y me dirigí al apartamento de mi chica.

--Buenas noches señorita- dije sonriendo cuando por fin se abrió la puerta después de tocarla alrededor de 5 minutos.-

--Rachel ¿qué haces aquí?- ella llevaba un hermoso vestido negro y tacones a juego.-

--¿No puedo pasar a ver a mi novia?

--Dijiste que me llamarías y no llamaste, así que ya tengo planes- ¿planes? Ho no mi amor, hoy no saldrás.-

--Mi amor en lo que terminé salí de inmediato para acá, quería sorprenderte- toda esta charla la teníamos en el umbral de su puerta.

--Debiste llamar, ya voy de salida- no podía perder esta batalla, nunca pierdo.-

--Muy bien, entonces me voy contigo- la empujé dentro de la casa deje la comida en la cocina y comencé a desvestirme.-

--¿Por qué te desnudas?

--Es obvio que vamos a un evento formal mi amor- ya sólo me encontraba en panti y comencé a caminar lentamente hacia ella- Así que debo cambiarme e intentar verme tan sexy como tú.

Sus ojos se encendieron en deseo y su respiración se aceleró, la halé hacia mí y la besé con pasión sin miramientos ni romanticismo, nuestras lenguas batallaban por proclamar suya la boca de la otra, bajé el cierre de su vestido y  se lo bajé con rapidez pero sin dañarlo, quedando ambas sólo en panti, la llevé al sofá y la acosté, no hablamos sólo nos sentíamos y besábamos, bajé a sus hermosos pechos los lamia y apretaba, ella se dedicaba a gemir haciéndome saber con sus manos lo mucho que disfrutaba de mis atenciones, baje mi mano a su entrepierna que ya se encontraba lista para mis manos, pasé mi dedo índice por toda su ranura sobre la tela recibiendo y delicioso gemido como respuesta, metí mi mano y sentí toda esa humedad, con mi pulgar comencé a estimular su clítoris, metí dos dedos en su interior, sus caderas comenzaron a seguir el vaivén que le dictaban mis dedos en su interior, subí a su boca ella mordía mi labio con cada embestida que mis dedos le daban, comencé un mete saca con un ritmo que iba en aumento, sus movimientos eran cada vez más necesitados, pase a su cuello lo que la hizo llegar a su orgasmo, ese siempre ha sido su punto débil.

--Te odio- dijo mientras recobraba el aliento.-

--Lo sé, soy irresistible- le respondí besando brevemente sus labios.-

--Si no fueras tan buena amante hace mucho que hubiésemos terminado.

--¿Sólo me quieres por el sexo?- dije haciendo puchero.-

--Uy sí cualquiera cae que eres muy sensible.

--Mira lo sensible que soy- tomé su mano y la metí en mi muy húmedo sexo, mientras sus ojos volvían a brillar de deseo.-

--Eres terrible.

Gracias por tomarse la molestia de leer, espero les guste.

Saludos desde Venezuela