La maestra y su alumno

Historia real de sexo entre un alumno y su maestra

La maestra y su alumno

Todo comenzó un día de mayo en la mañana, yo me encontraba alistándome para dar clases en la universidad en la que trabajaba. Me sentía cansada por la carga de trabajo que tenía todos los días.

Nunca llegue a imaginar que algo cambiaria mi opinión sobre mi aburrido trabajo.

Eran las doce del día y decidida a comenzar mis labores entré al salón para iniciar la clase, al final del salón un grupo de chicos estaba sentado mirando fijamente hacia mí, sentí las miradas cada que yo volteaba a escribir algo en el pizarrón, lo cual me impedía concentrarme, pensaba que tal vez querían decirme algo pero eso no fue así, la clase transcurrió y cada minuto me parecía una eternidad no sabia que hacer, cada vez estaba mas nerviosa y no podía evitarlo.

Sin más al terminar la clase; él se acercó a mí para invitarme a tomar un café, al principio me mostré renuente pero empezó a decirme que sería con la finalidad de asesorarlo por lo cual acepte, aunque debo aceptarlo que dentro de mi sabía lo que pasaría.

Acordamos reunirnos por la tarde para la asesoría, el lugar era un café del centro pero al encontrarnos sugirió acudir a un bar donde podríamos platicar y llevar a cabo la asesoría, por supuesto que acepte ya que cada vez más confirmaba mis sospechas y eso me agradaba.

Comenzamos a pedir unos tragos mientras yo trataba de comenzar con la asesoría pero el pidió que charláramos un poco sobre nosotros y después continuaríamos con el objetivo de la reunión. Los elogios hacia mi persona eran cada vez mayores y mi excitación  por el acercamiento también.

Comenzamos a besarnos y cada vez más me agradaba lo que estaba experimentando. Cabe aclarar que él era menor que yo y eso me excitaba demasiado. Al principio opuse resistencia pero me llenaba de adrenalina por lo cual no dude ni un momento en detenerme, después de unas horas bebiendo tragos y besándonos decidimos marcharnos del lugar.

Caminamos hacia el estacionamiento donde se encontraba su auto, yo tenía que entrar al sanitario por lo que apresure mis pasos. En cuanto estaba entrado sentí que alguien empujo la puerta y era él. Me siguió al baño y aprovecho que no había nadie para encerrarnos y descubrir lo maravilloso que eso seria.

Comenzó a besarme y al mismo tiempo me quitaba la blusa, me acariciaba los senos y jugar con mi pezón, parecía que moría de ganas por tener sexo. Me encantaba lo que sentía y mientras él me acariciaba yo baje mi mano para tocar su pene que estaba totalmente erecto. Comencé a acariciarlo y más cachondo se ponía de repente, sentí su mano como entraba por debajo de mi falda, empezó a tocar mi vagina y al mismo tiempo me decía que le encantaba lo que estaba tocando.

Yo estaba muy mojada los tragos y los besos me habían puesto muy caliente, nunca imagine que tendría esa experiencia, cada vez se ponía más frenético... Comenzó a meterme los dedos a la vagina y mis gemidos eran muy fuertes, me volteo hacia la pared y se pegó a mí. Su pene estaba entre mis nalgas... Resbalaba tan rico que me masajeaba el clítoris, yo ya no aguantaba más, moría de ganas por sentirlo.

De repente me penetro, al primer intento entro y fue delicioso, empezó a darme duro muy duro, después de unos minutos de intenso placer, me pidió me lo montará por lo que sin pensarlo dos veces me senté encima de él y comencé a moverme, gozando cada uno de los sentones que me daba en esa verga tan rica.

Me prendía mucho que me tocara y mordiera como si fuera una puta a la que ya tenía ganas de coger. Todo era tan delicioso y escuchar ruidos de fuera nos excitaba tanto que lo disfrutamos al máximo, la adrenalina estaba en su punto máximo que los dos estallamos juntos, los gemidos se unieron y no nos importó que afuera estuviera alguien. Al terminar comenzamos a besarnos y me dijo que nunca antes había tenido sexo tan rico con una maestra.

Fue tan exquisito que volvería a tener relaciones con uno de mis alumnos para revivir la experiencia y gozar tan rico como ese día.