La maestra ii
La maestra 5 Al día siguiente por la mañana fuimos enviados por la maestra a recoger a nuevos invitados. Cuando llegamos al aeródromo únicamente vimos un avión de transporte de mercancías del que estaban descargando tres cajas de madera del tamaño de una cabina de teléfono, en dichas cajas se apreciaban una serie de agujeros en la parte superior así como un fleje metálico que rodeaba la caja del cual colgaba un candado.
La maestra 5
Al día siguiente por la mañana fuimos enviados por la maestra a recoger a nuevos invitados. Cuando llegamos al aeródromo únicamente vimos un avión de transporte de mercancías del que estaban descargando tres cajas de madera del tamaño de una cabina de teléfono, en dichas cajas se apreciaban una serie de agujeros en la parte superior así como un fleje metálico que rodeaba la caja del cual colgaba un candado.
El personal del avión se dirigió hacia donde nos encontrábamos nosotros, después de saludarnos nos hizo entrega de un paquete que le habían ordenado dar a la persona que se encontrase en el aeródromo, hecho esto se despidió y despego dejándonos con las cajas.
Abrimos el paquete en el cual encontramos tres llaves y un sobre en el cual se leía, abrir antes de proceder a la apertura de las cajas, con la advertencia de la maestra muy presente procedimos a leer el documento antes de hacer otra cosa.
E n el sobre venia un documento en el cual se decía que en las cajas había dos mujeres y un hombre, todos ellos procedían de un campo de esclavos e iban a ser sometidos, violados y asesinados para grabar un video para diversión de gente adicta a ese tipo de violencia. Se desconoce el estado físico y mental de los individuos, extremar las precauciones con ellos puesto que se desconoce el estado de salud y la red a la que habían sido adquiridos tiene fama de peligrosa, no es el primer caso en el que se sabe estuvieron involucrados en la propagación de enfermedades mediante el uso de personas infectadas trabajando como prostitut@s.
Abrimos los candados de las cajas y nos separamos a unos diez metros, espacio suficiente para poder reaccionar ante lo que pudiese ocurrir. Se abrieron las puertas y no sucedió nada, lo único que podíamos ver era oscuridad en su interior, llegamos a pensar que los ocupantes se encontraban muertos.
Transcurridos diez minutos vimos salir de una de las cajas a una mujer joven tapándose los ojos con las manos, la claridad le hacía daño, a saber cuánto tiempo llevaría encerrada en esa caja. La mujer se trataba de una chica cuya edad no debería superar los 22 años, raza asiática, morena, pelo rapado tipo militar, sexo afeitado, tetas pequeñas, delgada, más bien famélica. En su pequeño cuerpo se podían apreciar cicatrices de latigazos, moratones, heridas antiguas y rastros de quemaduras. Sus pies estaban vendados y eran pequeñísimos, de hecho le costaba caminar e incluso mantenerse en posición vertical, al observarlos mejor se podía ver un tipo de sandalia metálica incrustada en su vendaje que impedía el normal desarrollo de sus pies.
Después salió de otra de las cajas un chico de color de unos 20 años, no tenia rastro de pelo en su cuerpo, traía en el cuello un ancho collar de púas y su cuerpo lucia cicatrices de múltiples palizas, estaba muy débil y se sentó en el suelo, no tenía fuerzas ni para caminar. De la ultima caja salió una mujer rubia cuya edad debía de rondar los 40 años, su estado físico era bastante bueno y nos saludo en brasileiro, en su cuerpo no se notaba ningún tipo de cicatriz, estaba algo sucia después del viaje al igual que sus compañeros, los llevamos a las duchas del aeródromo y los duchamos, en el caso de la joven y el chico tuvimos que lavarlos nosotros con la ayuda de la rubia, no eran capaces de permanecer en pie ni de frotarse, estaban en las ultimas, no había rastro de fuerza en sus cuerpos.
Para vestirse les dimos unos buzos de hospital y unas sandalias de uso hospitalario, cuando se vistieron los llevamos a un comedor del aeródromo donde les dimos, fruta, yogures, bocadillos y agua para comer. Durante el tiempo que emplearon en comer nos dirigimos al exterior para recoger las cajas y quemarlas, al ir a cargarlas descubrimos que en la parte interior de las puertas había un CD con un nombre grabado, los retiramos y quemamos las cajas en una hoguera.
Finalizado el trabajo regresamos al comedor donde dejáramos a nuestros invitados, allí estaban descansando sentados en las mesas en las cuales no quedaba el mínimo rastro de comida, a saber cuántos días llevaban sin comer nada.
Me puse en contacto con Claudia y le explique la situación, ella me ordeno que los llevara a la casa, pero esta vez en lugar de llevarlos a su despacho debía de llevarlos a la enfermería, los estarían esperando para examinarlos y tratarlos de ser necesario.
Tras el resultado de los exámenes tomaria la decisión que creyera oportuna del trato que recibirían, todo quedaba supeditado a los datos.
La maestra 6
Después de dejarlos en la enfermería a cargo de Laia y Pan nos dirigimos al despacho de Claudia para entregarle la documentación que traían las cajas y los CD que venían en el interior de las cajas. Al entrar en el despacho de Claudia la vimos manteniendo una videoconferencia en su ordenador, por lo que se podía escuchar debía de ser el amo de nuestros nuevos invitados, le estaba relatando como y en qué condiciones habían llegado y que esa no era forma correcta de actuar, su casa no era una cárcel tercermundista y que su manera de actuar le acarrearía consecuencias y la gravedad de las mismas seria dictada por la situación en que estuvieran sus invitados.
Le cortó la comunicación y se dirigió a nosotros diciéndonos que queríamos que fuera tan urgente para molestarla, estaba muy cabreada y eso era peligroso para nuestra salud. Le entregamos los Cd y los cargo en el lector.
El que llevaba escrito el nombre de Lin fue el primero en aparecer en pantalla, en el se veía a una chica muy joven asiática de rasgos muy similares a nuestra invitada, de lo cual dedujimos que se trataba de ella. En el video podíamos ver como la chica era sujetada a un cepo atando su cuello y sus manos mediante un alambre de espinos. El cepo se encontraba situado en el medio de una plaza, los hombres que por allí pasaban eran invitados a follarla por donde quisieran y cuantas veces quisieran, algunas mujeres se acercaban a la mujer y le estiraban los pezones llegando a hacérselos sangrar, otras le fustigaban el coño, el culo o las tetas. Alguna llego a agarrarla de la lengua y tirar fuertemente de ella para apagar cigarros e incluso producirle cortes con cuchillas para terminar vertiéndole un liquido que debía de ser vinagre o algún acido lo que provocaba dolor extremo llegando a perder la victima el conocimiento.
Al final del video cuando ya no había ninguna persona en la plaza se ve llegar a un hombre al que acompañan un par de perros grandes y un caballo, terminan follandola los animales por sus agujeros hasta quedar agotados, la sueltan del cepo y la tiran al suelo donde sus agresores le mean encima antes de atarla y llevársela a rastras.
Nos quedamos estupefactos después de las atrocidades que habían cometido con la chica, Claudia llamo a la enfermería y pidió que se practicasen otra serie de pruebas fuera de lo habitual. Por último Claudia decidió que el nuevo nombre de la chica seria Rea.
El siguiente Cd ponía Susana y en él se podía ver las humillaciones a las que era sometida la rubia, una de ellas consistía en: se la veía en una gran sala comedor en la cual ella se encontraba en cuclillas atada a una poste y con un gran embudo en la boca, a ella se acercaban a mear las personas que se estaban emborrachando, incluidas las mujeres, algún@s se masturbaban allí mismo derramando sus fluidos en el embudo para que los tragara.
En otra imagen se ve como la rubia comienza a orinarse por encima, al verla uno de los hombres se acerca y empieza a pegarle diciéndole que nadie la diera permiso para mear, para terminar insertándole un enorme tapón anal sujeto a sus caderas y creándole unas bragas a base de cinta americana para evitar que hiciese sus necesidades. En las últimas imágenes se puede ver a la rubia paseando amarrada por una correa y con una barriga que parecía embarazada de nueve meses, estaba a punto de reventar del liquido que la obligaran a tragar, para terminar se veía como golpeaban su estomago con cinturones e incluso puñetazos de tal fuerza que expulsaba los líquidos por su boca y nariz.
El último Cd con el nombre de Tomas correspondía al chico en él se le veía atado con una cadena mientras lo paseaban por un pueblo obligándolo a follar con todo bicho viviente: vacas, burros, perras, cabras, ovejas, cerdos…
Claudia decidió que a partir de ese momento Susana la rubia pasaría a llamarse Leda y Tomas el chico Puck.