La madre rogando y el hijo castigando. (5.)

Puede que pasado un tiempo, esta madre no se ruegue tanto y este hijo no tenga que castigar, mas bien premiar.....

Se sentó tras su mesa con lentitud, alineó compulsivamente las carpetas desordenadas que cubrían su mesa procurando no reflejar la agitación interior que la golpeaba.

Allí atrincherada tras la mesa de la secretaria, nadie osaría imaginar el nudo que apretaba sus nervios .

Ni el frío recibimiento del director Yuste, ni el leve cabeceo en forma de saludo de los profesores con los que se había cruzado delataban la aflicción que cargaba sobre ella. Exteriormente Isabel Teresa Mendez seguía siendo la rígida secretaria de dirección, vestida con ropa oscura , con esa expresión avinagrada prendida de su boca. El pelo tirante anudado a su nuca, la montura de sus gafas de cordoncillo prendidas a su cuello.

Igual a siempre y distinta en todo.

Procuro vaciar su mente de todo mientras ordenaba las carpetas acumuladas sobre su mesa, tecleando en el ordenador la respuesta al montón de cartas dirigidas al colegio, dejo vagar su mente a la noche anterior, a la maldita noche en que su hijo Arturo la había follado sin descanso. No la había dejado cerrar los ojos, y prueba de ello era las leves bolsas oscuras bajo sus ojos.

Tragando saliva, parpadeo un segundo viendo sus dedos se paralizados encima de las teclas.

  • Señora Mendez.... verdad? – volvió la vista para ver a un hombre acompañando a la chica culpable de todos los actos de aquellos días.
  • Mmmm... siii... perdone..!-- se apresuro a salir de detrás del escritorio, – Señor....dejo en suspenso sin dejar de contemplar la suave cara de la chica desaparecida.
  • Ohhh... llámeme Paco, – entrechocaron sus manos amigablemente.-- Soy el padre de Eva...-- y bueno... puede decirse que... mi hija se reincorpora hoy a las clases.-- Verdad cielo?-- la estrecho cariñosamente del hombro.
  • Siiii..., – estoo...puedo irme a clase ya...! hace nada he oído el timbre-- susurro suavemente .
  • Por supuesto..., termino viéndola alejarse a la carrera como si otra chica se hubiera adueñado de su cuerpo.-- sus ojos se detuvieron en la serena mirada del padre que permanecía aun frente a ella.
  • Eva es una buena chica... solo estaba confundida... sabe?-- la miro directamente a los ojos. – A veces hay que saber reconducir la relación con nuestros hijos. Hacerles saber que siempre estaremos a su lado!.
  • Como no...-- se atraganto con la respuesta Teresa.
  • Bueno... yo me marcho al trabajo, encantado de saludarla señora Mendez-- se despidió cabeceando suavemente desde la puerta.

Durante el resto de la jornada, apenas pudo pensar en nada. Ocupada como lo estaba en actualizar todo el trabajo retrasado durante su ausencia , sumida en el trabajo calmante. El timbre sonó sacándola del letargo, era ya la hora de comer, las horas habían volado rápidamente.

Sus piernas le temblaron ligeramente al encaminarse hacia la puerta, con el bolso al hombro cerro con llave la secretaria, dirigiéndose a su casa donde la esperaría su hijo.

El pulso le tembló levemente al entrar en la casa y pararse al pie de la escalera, el fogonazo del recuerdo le llego inmediatamente, su hijo la tenia apoyada sobre la barandilla, el aliento de él sobre su espalda, el grueso cabezón de su polla metiéndose en su culo.

El sonrojo le cubrió de nuevo las mejillas, aparto el recuerdo de su mente adentrándose en el interior del caserón, el aroma a cebolla le llego hasta la nariz despertando su apetito.

Colgó el bolso en el perchero y se adentro en la cálida cocina.

Arturo cocinaba de espaldas a ella, ajeno al revoltijo de sensaciones que despertaba en su madre. Adentrándose con sigilo, dudo un segundo al inclinarse al dejar el beso habitual de cualquier madre , el micro segundo que tardo Arturo en ladear su cara atrapando su boca en un beso nada fraternal.

Sus labios enseguida se abrieron paso hambrientos de saborear la boca de Teresa, la lengua chupando y provocando un calor placentero que calentó su cuerpo hasta incendiarlo.

La lengua de ella envolvió la suya, hasta que el beso profundizo en su conciencia y le abrió los ojos asustada, separándose aturdida sin saber que hacer o decir.

  • Hola mama!-- susurro Arturo sereno sin dejar de remover la sarten como si nada extraordinario sucediese. .-- Esto casi esta, – siéntate anda, voy a sacar la ensalada de la nevera!. – le indico .

Teresa se sentó en la mesa acalorada, las mejillas ardiendo por el sonrojo afectándola de nuevo, solo un leve contacto, mortificada bajo la vista intentando centrarse en la comida.

  • Como ha ido el primer día? – le pregunto Arturo acercándose con ambas fuente en las manos.-- No habrá sido muy duro, no?-- pregunto sin dejar de mirarla directamente. Con una confianza que parecía haber terminado para siempre con su tartamudeo.
  • Digamos que, todo el papeleo ya esta archivado...-- se sirvió de la ensaladera sin levantar los ojos. – El resto tardara algo mas!, he ido contestando cuanto he podido hasta que ha sonado el timbre!-- deposito la bandeja , observando la mirada de su hijo clavada en cada uno de sus movimientos.

Los ojos de Arturo seguían inmóviles en ella, y sin saber porque el sofoco que ya cubría sus mejillas se hizo insoportable, le ardía la cara de vergüenza. Y lo que era peor el calorcillo, había conseguido endurecer sus pezones hasta hacer doloroso el roce del sujetador, sabiendo perfectamente como se marcarían descaradamente a través de la tela de la fina blusa.

Y no fue el único en notarlo, los ojos de Arturo volaron a esos dos visibles pezones, un extraño brillo se reflejo en él , pero no traiciono ningún movimiento ni reacción.

Respiro aliviada, comiendo con tranquilidad en un silencio extrañamente incomodo. Para cuando retiro los platos de la comida, consiguió inspirar tranquila. Cumplía su promesa, eso era lo que hacia.

Y si fuera por ella, jamas volvería a …., intento bloquear cualquier recuerdo de las semanas anteriores, calmada alcanzo una manzana del frutero y solo cuando se inclino para agarrarla de encima del frutero observo la enorme erección que cubría la servilleta de su hijo.

Solo fue un segundo, traicionándose desvió un instante sus ojos hacia el enorme bulto de su entrepierna.

  • A caso, quieres algo mas? – le pregunto serenamente Arturo.
  • Noo,.., nooo...-- sera mejor que me tome esto en la escuela, se levanto asustada y se apresuro a escapar a toda costa de aquella trampa.

Huyo de su propia casa como alma que lleva el diablo, le ardía la cara de vergüenza, pero no podía dejar de notar como sus bragas estaban húmedas. Nooo, aquello no era posible! – repetía su conciencia. Alborotada llego a la puerta del colegio con las manos temblando, entro en la secretaria aturdida casi 1 hora antes de que volviesen a empezar las clases.

Entro en la secretaria asustada, las mejillas volvían a estar encendidas, ni siquiera quiso encender la luz por temor a ser descubierta sonrojada como una colegiala.

Tenia la piel muy sensible, tanto que le dolía horrores el roce de la bragas en su coño. Como demonios era posible aquello..., mojo su pañuelo con el agua del jarrón donde colocaba las flores y se refresco la cara. El hormigueo por todo el cuerpo le recorría sensiblemente cada rincón del cuerpo. Cerro los ojos esperando que pasara, que la calmara, pero no sucedió. Así a oscuras podía serenarse, eso era lo que necesitaba.

Solo entonces empezó a escuchar un suave jadeo. Abrió los ojos desmesuradamente, volviendo a oírlo claramente, Aggghhhh, Aghhhhhhh.... , Agghhhh..., el sonido parecía llegar del despacho del director, lentamente se aproximo hasta la puerta del despacho del director, observo la luz de bajo la puerta. Otro intruso-- pensó , era el colmo... colarse en el despacho del director.

Camino muy despacio, no quería ser pillada y que estos escaparan. Justo cuando estaba a frente a la cerradura, se doblo solo un poco lo justo para espiar a través de la cerradura a los sinvergüenzas.

La impresión de lo que vio casi la hace gritar del susto, se llevo la mano a la boca para evitar descubrirse ante el director.

Así era, el vejestorio seguía en el despacho, aun con solo la luz de la mesilla encendida se distinguía su reluciente calva sobresaliendo de entre los muslos de una de las alumnas del ultimo curso.

El bastardo se dedicaba a lamer su coño como un crío glotón, los jadeos de la pobre chica eran los gemidos que la habían atraído ante aquella estampa.

  • Ese maldito cabrón..., debía tener planeado el encuentro desde hacia días, de ahí que casi la obligara a marcharse... y visto lo visto, la chica gozaba de lo lindo con el viejo verde entre sus piernas. Antes de que volviera a respirar, para hacerse a la idea de lo que sus ojos veían, contemplo a la chica levantando la espalda del escritorio del director lanzando un berrido que despertaba algo que creía olvidado …

Teresa sintió la sangre golpeándola en la cara, un calorcillo agradable empezaba entibiarle el vientre, un ligero zumbido muy agradable latía entre sus piernas, y sin querer evitarlo entreabrió algo mas las piernas , acariciando muy lentamente por encima de la vasta tela de lana de su falda.

El hormigueo empezaba a ser molesto, seguía contemplando los gruñidos del viejo verde hurgando sus dedazos el coño de la chica. La horrible cara colorada por el esfuerzo hablaba a la chica sin que ella consiguiera entender lo que decía, el muy bestia se había colocado entre las piernas de la chica restregando su gorda polla sobre las braguillas echadas a un lado, acostumbrándola, lubricando bien la envestida.

Teresa se mordió los labios excitada , porque por un instante deseo estar en el lugar de la pobre niña. Hacia rato su falda lucia enrollada en su cintura y su mano se había colado entre los pliegues de la braguitas de encaje, desplazandola para magrearse mejor. En un lento y decidido masaje que demasiado pronto no le basto , su dedo comenzaba a empujar en su pegajoso coño dentro y fuera. Tuvo que ahogarse el gemido que deseaba lanzar con todas sus fuerzas al empezar a follarse con otro dedo bien hondo. Los dos dedos desparecían cada vez mas profundamente enterrados en su vagina.

Era vergonzosamente lascivo, pero ya no podía evitarlo; Estaba muy caliente.... y ver aquello delante de sus narices a través de la cerradura no ayudaba nada.

Podía haberse abierto el suelo para tragarla y no se habría movido ni un centímetro. Su falda enrollada por encima de sus caderas dejaba que sus dedos se hundieran poco a poco en su coño.

Sin dejar de sobarse, contemplo al director sujetándose la venosa tranca , punteando juguetonamente la tierna rajilla adolescente. Le costaba meterla....!

Los suspiros eran excitantes , Teresa podía sentir las vibraciones lascivas en su propio coño, y ni el suave aliento de una voz muy conocida evito que continuara follándose espiando a los dos folladores furtivos.

  • Mmmm , por eso querías escaparte Mama...., dejame ver – susurro Arturo colocándose justo detrás de su madre , pegando su erección justo sobre el culo de su madre.

Vaaayaaa, vayaaa con el Viejales...-- susurro sobre el oído de su madre. Después de todo tiene una buen polla, eh?. –

Teresa se mordió el labio inferior atacada por un acusador sonrojo culpable , sus dedos abandonaron su manoseo para apoyarse contra la jamba de la puerta, pillada infraganti por la única persona con capacidad de manejarla a su voluntad.

  • Miralos... , creo que le va a costar meterle una cosa así... verdad Mama?-- Joooder... si le va reventar el coño...! sujeto sus caderas acoplando su erección entre los cachetes maternales.
  • No... see.... – contesto aturdida... sujetándose al dintel como si la vida le fuera en ello.

Escucho el ruido metálico de la correa abriéndose y chocando contra el suelo . – Que rápido era el jodido niño!-- se calentó Teresa-- al volverse y ver la tranca solo cubierta por el tenso calzoncillo, apalancándose bien detrás de su madre, un ligero temblor sacudía a una aturdida Teresa que concentrada en la ranura de la cerradura callaba mientras su hijo se agarraba con decisión a sus caderas.

  • No veas con que fuerza jode el viejo, eh? … no veas como se mueve la puta mesa... Jaaa! Jaaa!-- Coñooo no veas como votan sus tetas... mmmm.-- susurro junto el oído de su madre . – su lengua lamió la oreja haciendo que el culo de su madre se levantara contra la erección.

Arturo satisfecho continuo frotando su polla sobre el culo de su madre, sin que esta soltara un solo quejido o protesta, al contrario. Parecía mas que dispuesta acompañando sus caderas al ritmo de la torpe imitación, descaradamente de acuerdo.

Miro por la ranura por donde el viejo director follaba a la alumna, aun estando en plena faena la pobre niña empujaba sus manos sobre la rechoncha barriga del viejo verde.

Le costo reconocerla, pero si... era la delegada estudiantil del colegio.

Algo revelador hizo que sus ojos se abrieran gratamente sorprendidos, paralizado sobre su madre se dio cuenta que por primera vez era ella la que frotaba su culo contra su polla en un constante movimiento lascivo. Satisfecho, observo la resistencia de Teresa se venia abajo, las piernas cada vez mas abiertas preparadas para que su adorado hijito la montara.

Agarro con firmeza la cintura de Teresa acariciando la sedosa nalga, la palma abierta sobando la brillante raja embadurnada de fluidos .

  • Vayaaa mami... estas muy cachonda... eh?... siii , pringadita para tu niño... a que si? – empezó a magrear la raja muy despacio hasta levantarle el culo en pompa .

Arturo se bajo el calzoncillo con una mano peleando con el elástico tejido, el olor a coño materno lo ponía ciego. Era una postura algo ridícula, los pantalones enrollados en los tobillos y los calzoncillos a media pierna pero por fin las carnes de ambos se rozaron.

Teresa cerro los ojos al notar las venas de la polla magreándose fluidamente deslizandola por todo su culo, como si ya estuvieran follando. Sus uñas se clavaron sobre la madera sujetándose como buenamente podía.

Tenia los nudillos blancos por la fuerza con la que se agarraba, el grueso cipote por fin se torció hasta enfilar el coño. Volvió a morderse el labio ,deseando volver a tenerlo dentro cuanto antes. La tremenda seta húmeda se hundió en su raja como un hierro ardiendo. Se crispo abriendo las piernas un poco mas, era mucha carne....

Arturo echo la cabeza hacia atrás excitadisimo, el coño de mama era el mejor,--se dijo-- cerradito y caliente.... hecho para él ....-- casi en una nube empujo en aquel bollito caliente muy despacito – acomodándose en las entrañas maternas que tan bien recordaba.

Sujeto el culo, para verse empalándose a su madre palmo a palmo. La pobre hacia rato que se mordía los labios con rabia , el gesto lascivo pintado en su abochornada cara por el esfuerzo de callar lo que sin duda empezaba a gustarle demasiado. Ni una sola palabra de protesta en su boca.

  • La quieres toda mama?, oh – continuo sacando la polla hasta desalojarla por entero.-- que me dices... ?

Teresa temblaba de arriba a abajo, su garganta no podía emitir ni un solo sonido , no quería ser descubierta de una manera tan bochornosa , y lo peor de todo era que ya no podría pasar sin el pollón de su hijo.

Por fin, lo admitía. Si dejaba de mentirse a si misma, lo reconocería. Solo la muralla de su orgullo le impedía confesárselo, antes... , antes... – la sacudida nerviosa al notar su coño vacío-- giro la cabeza... implorando por algo que... se atascaba en su boca.

  • Por favoooorr, – siseo con la cara acalorada – Por favoooorrr... suplico de nuevo.
  • Acaso, quieres mi rabo? – Estas rogándome que te folle verdad?-- floto la cabeza de su polla encima de la raja mojada de su madre.--
  • Siiii... – acabo confesando Teresa avergonzada– Hazlooo hijoo...-- susurro abriendo las piernas cuanto pudo .-- Follame...!. – volvió a girar la cabeza hacia delante.

Ya estaba, por fin lo había echo..., se había convertido en la puta de su hijo, una que se moría por tener su rabo dentro, aun con las primeras lagrimas brotando de sus ojos, sus caderas se agitaron al notar el empellón de la seta entre los hinchados labios de la vagina. Mmmmmmmmmmmmmmmmm!-- gimió mordiéndose un nudillo hasta hacerse sangre.

Las manos de Arturo la sujetaban firmemente o se habría derrumbado sobre el suelo, pero por fin la empalaba hasta descansar sus huevos sobre la maternal raja.

Que delicia de coño!-- no se cansaba nunca … es mas, jamas se cansaría de ella. volvió a reconocer Arturo inmóvil.

El silencio era mucho mas excitante, justo al otro lado de la puerta los gruñidos y bufidos de la parejita eran cada vez mas fuertes. Estimulando aun mas el deseo que tenia por su madre. Allí la tenia sujeta a su polla, medio levantada mientras su verga volvía de nuevo a reconocer el interior del tierno útero materno. Su madre estaba bien dispuesta a esta follada, por primera vez cedía al deseo y abría las piernas con mas ansias de lo que el esperaba.

  • Eso estaba bien-- pensó mientras el apretado canal de su madre aceptaba palmo a palmo toda el cacho de carne de un firme empujón. – Ohhh diooosss, que gozadaaaaaaaa, ohhhhhhhhh, mmmmmmm … – comenzó a follarla con furia.

El rabo empapado por los fluidos vaginales arremetía rojo y brillante, empujando en medio de las salvajes riñonadas que lanzaban hacia delante a Teresa, Arturo la sujeto de los hombros, sosteniendo a su madre y evitar que golpeara la puerta delatandolos.

Acelero los envites hasta sentir rebotar las atrayentes nalgas contra su tripa. Ya no protestaba!, al contrario se ofrecía empalándose sobre su tranca una y otra vez. Saltando sobre su tranca deliciosamente dispuesta.

  • Eso era la felicidad... --- Pensó empujando Arturo-- con la boca abierta de pura dicha escuchando los Floooop, flooop, flooop, flooop , flooop , de sus cuerpos jodiendo como animales en celo.

Arturo gozaba y hacia gozar a su madre, y cuando los hombros de esta empezaron a tiritar , volvió a enterrar su puño en la boca, procurando soportar el peso de su hijo a su espalda, aplastandola con el enorme pollón entrando y saliendo bestialmente.

El tenue aliento del maratón final le llegaba al oído cuando su pequeño se quejo tensándose escupiendo durante una eternidad chorros calientes.

Ella acepto cada uno de los eternos caños de esperma encogida por aquella semilla que la llenaba mas y mas.

Hasta que apurada, abrió los ojos asustada..., por primera vez no salían sonidos del otro lado de la puerta . Un leve aroma a sexo fluía por todos lados, su hijo firmemente metido en sus entrañas parecía reacio a sacarla, – Sacalaaa por diooos... no oigo nada...no les escuchooo!-- siseo mirando la cansada cara de arturo.

Aterrorizada, espió por la cerradura esperando ver al director sobre la niña en el escritorio , allí no estaba. Le costo ubicarlo tapado como estaba por la espalda de la alumna. Ambos permanecían medio desfallecidos sobre el la silla del director, sus cuerpos íntimamente unidos . Ella sobre el, tapándolo , ocultándolo . No tardarían mucho en espabilarse y si..., no!-- podían pillarlos!

Arturo sentía recompensadas todas las partes de su cuerpo, una estúpida sonrisa se dibujaba en su cara agotada aun sobre la espalda de su madre, cada vez lo hacían mejor..., sin duda..., era adictivo.

Tenia razón, podían pillarlos, menuda putada para sus aspiraciones...-- recapacito sacando la polla mojada y algo tiesa, apartándose un milímetro y apreciando como las ultimas gotillas del glande salpicaban los jugosos cachetes maternales.

Que locura..., su cabeza le ordenaba que saliera de allí a toda leche, pero su cuerpo lo tenia anclado atendiendo a las gotitas de lefa resbalando pierna abajo.

Joooder... pensó levantándose y metiéndose la polla dura de nuevo en los pantalones. Se la cascaría en el lavabo, porque sino no podría pasar toda la tarde sin aquella imagen en la memoria. A toda leche su madre se bajo la falda , volviéndose con las mejillas aun encendidas de rubor.

  • Arturo... vete de aquí, anda! ….-- en un par de minutos haré ruido para que me oiga..., no quiero que te encuentre por aquí.--
  • Claro mama..., yo esperare fuera..., no faltan ni diez minutos para el timbre. – se inclino y lamió su boca haciéndola que abriera la suya , mordiéndola y excitándola.-- Hasta mas tarde – se despidió en la puerta.

Con el corazón latiendole descontrolado, vio alejarse la figura desgarbada de Arturo, un ardor muy agradable le llenaba allí donde su hijo había descargado su semilla, sus manos cubrieron su acalorada cara tapándola abochornada. En ese corto periodo de tiempo se había convertido en otra..., en una mujer que no reconocía, y que a pesar de todo era lo peor, una a la que le gustaba que su hijo la follara.

La cruda realidad era esa, se recompuso lo mejor que pudo el peinado, enganchando los mechones sueltos a ciegas. Refrescarse la cara, alivio algo el sonrojo que se pintaba en sus mejillas.

Solo al dar los primeros pasos hacia la puerta para representar la charada, advirtió como el esperma de su hijo le escurría piernas abajo como baba de caracol.

Tomo un puñado de pañuelos del dispensador del mostrador , restregando la pegajosa espuma de sus muslos. Era demasiado... como demonios un chico...-- dejo a medio terminar apurada.

Miro a la manija que empezaba a girar y se agacho bajo el mostrador de la entrada . Como una vulgar ladrona, esperando a pasar inadvertida.

Unos pasos y un ligero rumor de voces le llego alejándose de recepción. Unos minutos después, los fuertes pasos del director le llegaron claramente al encerrarse de nuevo en su despacho.

Por poco-- respiro aliviada.

Salio de bajo la consola de recepción hasta regresar junto a su mesa, su bolso seguía allí sobre su silla, suerte de las luces apagadas, sino...!-- sujetándolo con cuidado, retrocedió hasta volver hacia la puerta . Respiro profundo, entrando en tromba como todos los días. Encendió los fluorescentes del techo , taconeando con fuerza para advertir de su presencia.

Pese a ser finales de otoño, la ventana abierta dejaba colarse algo de brisa , disimulando algo el aroma a follada que flotaba por todos lados.

Con el espejo de su polvera de mano, contó mentalmente hasta seis cuando lo vio abrir la puerta.

  • Ah …. es usted..., Tan puntual como siempre...-- sonrió encantado.-- Debo observar que hoy la encuentro especialmente encantadora. Con un brillo especial,-- soltó atusándose la punta de su bigote. – Pero bueno..., eso ya lo sabrá usted, verdad?-- Mire, le dejo las carpetas con las fichas de las alumnas con beca, he revisado algunas de ellas, nada importante...-- archívelas con el resto de aprobadas.
  • Como no , señor. – contesto tomándolas bajo el brazo-- si me disculpa he de poner en orden las facturas pendientes, – que tenga buen día...! – se despidió en tono cortante.
  • No trabaje mucho Isabel..., la vida son dos días, y hay que disfrutarla !-- se dirigió de nuevo a su despacho.-- Ah, se me olvidaba …, hay reunión de padres, recuerdos antes de las 5. – se detuvo un segundo volviéndose.-- si me hiciera el favor de cerrarlo todo se lo agradecería eternamente.
  • Entendido, dejare las llaves con el conserje. – acabo sentándose tras su mesa , tecleando rápidamente las palabras en el ordenador.

La puerta al fin se había cerrado, calmando el nerviosismo que aun recorría el cuerpo de Teresa. Vació su mente de todo lo que no fuera la columna de facturas centrándose en cifras y ajustes.

Aparto la cara de la pantalla del ordenador solo un instante, podía escuchar la algarabía del cambio de clases, una hora había pasado como una exhalación y ella había acabado todo el trabajo.

Se le antojaba una eternidad sin nada mas que pensar en el polvo con su hijo, la reacción inmediata volvió a sonrojarla de nuevo, miro hacia la puerta donde el director seguía encerrado.

Ojeo por encima las carpetas que él le había entregado, contó siete. Nunca antes , había sentido curiosidad por las aburridas actividades del viejo verde, pero visto lo visto. Abrió la primera carpeta intrigada. Las fotos de todas las chicas eran iguales, tipo carnet.

Cada una de ellas del ultimo o penúltimo curso, leyó claramente el sello rojo de Aprobado y le resulto algo extraño.

Las becas solían aprobarse en las reuniones del consejo estudiantil, reunido una vez cada mes , pero no recordaba haber discutido este punto en ninguna de ellas, al fin y al cabo era la secretaria encargada de levantar las actas en cada una.

Cada vez le extrañaba mas, como las concedería... y porque a estas. Todas ellas formaban parte de la asociación estudiantil, no estaban en el umbral de la pobreza.

La ultima carpeta fue la mas reveladora, en ella reconoció la cara de la chica con la que el director había jodido unos minutos atrás. Un leve vistazo a los lunares del mentón y el cuello así se lo mostraron.

Estudio las solicitudes, una a una. Todas ellas parecían sobrepasar el limite para poder optar a ellas, y aun así... , recordaba perfectamente los cheques extendidos . Todas ellas estaban relacionadas con el sinvergüenza de al otro lado de la puerta.

Reclinándose sobre su silla cerro las carpetas dándole vueltas a todo aquello. Volvió a asustarse cuando sintió el timbre sonando, despertandola del estado de concentración en que cada uno de los datos iban enlazándose en su cabeza.

  • Buenooo señorita Teresa..., – anuncio la voz del director ,-- Le dejo con los papeles, no se canse mucho, eh?-- comento poniéndose la gabardina marrón.
  • Buenas tardes, señor.-- respondió como habitualmente.-- antes muerta, que ser descubierta por un lagarto así.

Cuando desapareció tras la puerta, una extraña sensación la tuvo intranquila, con el manojo de llaves del director, abrió la puerta de su despacho y se dirigió a los archivadores. Con lentitud fue colocando cada de los expedientes en su lugar, con algo rondandole en la consciencia.

Se volvió hacia la mesa donde jodiera a la chica, acercando su nariz a la despejada madera. Aun conservaba el aroma a jodienda. Acaricio con cuidado llevando las manos hasta los cajones laterales, Cerrados.

Probo con el manojo de llaves sin encontrar la adecuada , los dos primeros cerrados , el otro solo contenía material de oficina común y corriente, removiendo bajo los clips y folios dio con el tacto satinado de algo distinto.

Con cuidado, saco lo que se escondía bajo el montón de cartas de asociaciones.

La cara sonriente de la adolescente la miraba sonriente, sus manos sujetando sus pequeñas tetas , guiñando un ojo a la cámara con enorme polla negra taladrándole.

Abrió los ojos alucinada, apenas debía tener 14 años, incluso podía apreciarse la ortodoncia en su boca, y aun así montaba un rabo monstruoso.

Volvió a sonrojarse , al pasar pagina y ver otra de aquellas fotos. La misma niña esta vez a cuatro patas enculada por la polla de elefante del negro.

La cara de esfuerzo reflejada ante la cámara intentando dar cabida a semejante animal.

Cerro la revista de golpe , escondiéndola de nuevo bajo el montón de cartas.

Sucio pervertido!-- se mordió el labio al palpar el fondo del cajón. Algo estaba atascado..., – sintiéndose como una detective aficionada estiro el brazo para rozarlo, saco un viejo papel arrugado.

Parecía haber sido mojado por la lluvia y casi no se distinguía lo que ponía., pudo descifrar cuatro palabras: “ Paganos...., Jodidos en Chirona....” , Cabronazos!” . No había querido encender la luz del escritorio, pero por fin lo hizo..., volviendo a meter la mano por el hueco dejado por el cajón, toqueteo el fondo del cajón bajo las guías, no se movió ni un centímetro. Tiro intentándolo y solo consiguió romperse una uña, el cajón se desencajo de un lado..

  • Vaya así que, espiando al pervertido? .-- la sobresalto la voz de su hijo-- No sabia que tuvieras esa vena mama?-- avanzo hacia donde su madre hundía su brazo.-- Dejame...,-- se inclino para de un certero gesto deslizar el cajón de manera súbita. – Ya esta..., voilà todo suyo!
  • Como sabes hacer eso...?-- pregunto desconfiada-- un vistazo por encima descubrió un par de agendas antiguas olvidadas. Varios de los viejos tomos de contabilidad se confundían con los nuevos de lomo azul, y un pequeño estuche de gafas.
  • Tanto trabajo para esto...-- murmuro Arturo levantando uno de los tomos antiguos-- Esto debe tener casi 10 años.-- Aun así..., sacudió el estuche de gafas hasta que unos pequeños ruiditos resonaron claramente.-- Creo que... , no son gafas. Vamos, al menos que estén echas trizas!-- se apresuro a abrir el estuche.

Del interior del estuche surgieron 7 pequeños pendrives diminutos. Teresa los tomo de su mano observándolos de cerca, no eran los que ellos utilizaban, de eso estaba segura. Mirando a su hijo , reunió todo el valor que pudo y se dirigió hacia el ordenador de su mesa.

Su hijo le seguía los pasos colocándose detrás de ella.

Cerro los archivos abiertos de la carpeta de pendientes, e inserto uno de ellos, el ordenador reconoció el formato cargándolo despacio.

  • Es un archivo de imagen...--reconoció Arturo al ver formato-- Que sera, sera?--

Teresa apretó impaciente la tecla del play, aprecio un lugar que reconoció inmediato. El salón de actos.

La cámara parecía estar colocada tras el escenario , escondida detrás del telón en plano fijo al centro.

La figura del director inconfundible llevaba los pantalones bajados ridículamente, y jadeaba sobre el cuerpo de una chica. Los gruñidos llegaban claramente del audio como un coro de voces masculinas.

Teresa se dio cuenta casi enseguida que los otros gruñidos salían de bajo de la chica. Y resollaban con la fuerza de un hombre cerca al orgasmo, estaban follándose a la pobre niña a la vez. Como si una fantasía estuviera cumpliéndose.

La pobre niña, gemía soportando las dos pollas cerrando los ojos, encajada entre el cuerpo de dos hombres, votaba sudorosa con un gesto dolorido en la cara.

  • Ahhhhhh meee corrrooo, meee corrooooo, yaaaa... yaaaa, haaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh.... jadeo el director dejando de envestir, descargando la corrida en un alarido que resonó en el hueco auditorio.
  • Ohhhhh,, ohhhhh... , ohhhhhh... , oooohhhhhhhh yaaaa, yaaaa , ohhhhhhh, siiiii, siiii.... – gruño la otra voz deteniendo el bamboleo de la chica.

El silencio se adueño del audio del video, hasta que el trío empezó a reaccionar lentamente. El director fue el primero en salir de encima de ella, sujetándose la polla y sacándose el condón lleno. La niña estaba espatarrada pero aun seguía encajada por el culo a una peludas piernas.

Solo cuando esta poso las manos sobre las piernas para levantarse un palmo y soltar el rabo , tenso la boca dolorida.

  • Joder Antonio..., tenias que ponerte condón..., animaaaal- No ves que va a estar cagando tu semen una semana !- se rió el director observando el culo de la chica expulsando la lefa.
  • No puedo con eso, que voy a hacerle....! al menos puedo correrme a gusto en su culo... eh bonita? – cacheteo el culo de la apaleada muchacha.

Solo entonces asocio la voz y la cara, El entrenador de fútbol ; Antonio Tebema yacía sentado con la polla morcillona pringada con sus propios jugos.

Anda vístete, o a lo mejor se me ocurre follarte de nuevo.

La chica agarro los tejanos del suelo y algo que parecía un jersey , saliendo a la carrera como alma que lleva el diablo, desnuda con la ropa apretada en un puño.

Los dos hombres terminándose de atar los pantalones, como si nada hubiera sucedido desaparecieron cogidos del hombro, como dos viejos colegas de juerga.

El video se fundió en negro. Apagándose inmediatamente.

Teresa estaba muda del asombro, los dos estaban metidos en aquel lió, no entendía muy bien como pero ellos no estaban al tanto de la filmación , miro los otros diminutos pendrives imaginando lo que ellos contendrían.

  • Joodeer con los putos viejos..., menudo juerguecitas se montan..., – soltó Arturo sobándose la polla por encima del pantalón.-- Madre mía, mira lo dura que me la han puesto.

Teresa giro la cabeza sobre su hombro para ver el descomunal paquete de su hijo apuntándola, y la boca se le hizo agua.

  • Debemos copiar esto y mandarlo a la policía..., --susurro sin apartar la vista de la pantalla , muda por el soneteo que estaba dándole su hijo.
  • Copia los archivos y nos vamos a casa ya.... no creo que pueda aguantar mucho mas...-- gruño pasando la mano por encima del respaldo y abarcando una de las tetas de su madre.

Tengo ganas de lamerías hasta sacarles todo el jugo!-- * Yoo... yooo... – murmuro disfrutando del magreo de la mano de Arturo-- copiare esto enseguida....-- se apresuro a teclear el archivo e insertar otro pendrive virgen.-- apenas podía concentrarse con las manos de su hijo pellizcando sus pezones traicioneramente.

Cuatro, cinco, seis y siete archivos se cargaron en el pendrive , mientras las manos no dejaban de excitarla, cuando pensaba que no podría aguantar mas, escucho la voz que la congelo en el asiento.

Apenas en una ráfaga de tiempo pequeñísima, Arturo se colo bajo el escritorio de su madre, reconoció la voz del entrenador, y no era precisamente uno de sus mejores alumnos.

  • Teresa... contigo quería yo hablar!-- escucho la ruda voz del entrenador dirigiéndose a su madre.-- Vamos a tener que hablar seriamente sobre tu hijo--
  • Eso porque? – escucho la flemática voz de su madre respondiendo-- se ha metido en algún jaleo?
  • No , eso no!-- pero sinceramente, escucho un palmetazo sobre la mesa-- Me tiene harto, no para de escabullirse de las clases de gimnasia, – Siempre me trae tus justificantes firmados, lo sabias?
  • Siiii, si por supuesto-- mintió descaradamente Teresa-- Soy su madre., recuerdas?-- contesto causticamente.
  • No..., si yo no quiero meterme con tu forma de educarlo, pero, bueno..., no es bueno que a su edad ande por hay como alma en pena, me esquiva..., Vaya si lo hace!. Has de saber que la nota de gimnasia cuenta como media para la nota final? – Ya me entiendes! – bajo el tono al susurrarle-- Vamos , que como me este mintiendo lo voy a matar – se echo sobre el mostrador sin dejar de observar los pezones tiesos marcándose a través de la blusa.
  • Tienes razón, no es asunto tuyo!-- pero agradezco que me cuentes todoooo.... – se detuvo a media frase-- los ojos se le abrieron desmesuradamente al notar las manos de Arturo abriéndole las piernas bajo la mesa.-- Trago saliva.
  • Llevo muchos años en este centro, tengo muchas horas de vuelo tanto con chicos como con chicas …. y si no se les sabe enderezar a tiempo. Paaafff...-- dio otra palmetada en la mesa.

Se acaban convirtiendo en carne de presidio.-- Eh... estas bien? * Peeerfectamente... , por supuesto. – lo miro fijamente-- Arturo...!--hizo una pausa, dando un pequeño brinquito en la silla , la mano de su hijo descorría sus braguitas a un lado , dejándola el coño al aire .-- nunca ha sido un chico problemático, verdad? --- tenso la mandíbula al notar la primera lenguetada lamiendole arriba y abajo. * No, eso no. Pero entiende, la educación física es importante para la nota final, me da igual si es un canijo..., sinceramente me importa un huevo! – observo aquellos pezones de nuevo.-- Pero he de evaluarlo como a todos..., ya me dirás como lo hago si salta mis clases.

Teresa no sabia si podría disimular mucho mas aquella locura, como demonios se había descontrolado todo tanto, la voz de Antonio parecía llegarle como un zumbido lejano, solo si se concentraba en sus labios podría entender lo que decía, acaso quería batir el récord de charloteo , por dios!.

Sus muslos estaban abiertos con la cabeza de su hijo resollando a un palmo de los pelillos de su coño, rogaba para que continuara y también para que parase.

De rodillas bajo la mesa Arturo se relamía hambriento mirando el coño rojo e hinchado de su madre, solo un par de lametones la habían puesto a punto, mojándose para él. Dándole a entender lo preparado que estaba para que se lanzara a comérselo.

La escuchaba parlotear con el entrenador , como si en vez de estar comiéndole el coño mantuviera una charla cordial sobre el tiempo.

Uffff , eso le ponía , le ponía mucho!. Debía tener los pezones tiesos como fresones delante del tipo, acaso era lo que tenia enganchado a no separarse del otro lado del mostrador, seguro que …, le gustaría morderlos y chuparlos. Pero eran suyos. Solo suyos!-- metiendo la lengua en la fragante raja.

La boca se le hacia agua , joder si!, se humedeció los labios antes de que su cara se sepultara entre los muslos abiertos , su boca pegada como un pulpo a su vagina., lamiendo y succionando ricamente los jugos que se resbalaban sobre sus labios.

No sabia, si por fin el gilipollas se había cansado de darle a la lengua, parecía que la voz se había apagado y se alejaba, le importaba un huevo. Solo podía mamar la carne pegajosa de mama con su sabor llenandole , – ummmmmmmmmmm le encantaba cuando envolvía con la lengua el clítoris, pegaba pequeños botes de la silla.

Había desaparecido, porque mama por fin se abandonaba acariciándole la cabeza, animándole a continuar-- Hijooo, ooohhhhhh diooooos, que me estas haciendooooo? Uffffffffffffff, ufffffffffffffff, ahhhhh se revolvió casi levantandose de la silla.

Arturo la escucho gimiendo, poseido por el hambre de coño materno, el sabor de su madre le inundaba la boca. Gruño como un perro al levantar el excitado clítoris punteandolo con furia, succionando como una puta aspiradora, continuo mamando con dos de sus dedos clavados en el meloso coño, tierno y preparado para ser follado por aquellos dedos que furiosamente se clavaban premiandola , luego otro y otro , hasta que casi toda su mano la follaba como si fuera su polla.

Ostia puta..., estaba pringosa y suave... , su mano rozo la empapada carne abriéndose para hacerle sitio, y tragarse todo el puño.

La estaba follando con la mano y era una gozada.

Los jugos resbalaban por su muñeca haciendo mas fácil por los contoneos salvajes que lo clavaban mas profundamente en la vagina. La estaba follando con el puño, y la escuchaba lloriquear en un bamboleo glorioso de caderas.

  • Ahhhhhhhhhh Arturoooo, hijoooooo quee mee haceeesss, ahhhhhhh , hijooooooo no puedoooo mas..., ya no aguantooooooo, nooooo aguantoooooo!-- aulló arqueándose hasta casi levantarse de la silla.

El violento orgasmo fue alucinante, eyaculando en la cara de Arturo como un globo lleno de agua, el salpicon le lleno la boca de manguerazos jugosos, descargando sobre él la esencia salada y picante de Teresa . Bebió del coño tragando con ganas , notando las contracciones de la vagina apretando su mano como un guante de acero....,y soltarlo embadurnado de pegajoso fluidos vaginales.

Se miro la brillante mano , chupando golosamente , viendo como las respiraciones de su madre intentaban volverla a la normalidad, con el agujero del coño distendido por su mano se levanto de debajo de la mesa, espiando por si alguien volvía.

  • Vayámonos mama, o te juro que no llegamos a casa...-- susurro junto al oído de su medio desfallecida madre.

Teresa recupero el aliento, aun con las piernas abiertas y las bragas ladeadas, todo el cuerpo le pinchaba deliciosamente complacida, se dio cuenta que aun estaba en el trabajo, en la mesa desde donde hacia sus tareas diarias, supo que nunca podría volver a mirar aquella mesa sin pensar en aquello. Cerro las piernas, aun algo temblorosas , había empapado el cojín de la silla , la sangre se le subió a la cara, su hijo la miraba fijamente tras su gafas de pasta orgulloso por su hazaña.

Se separo un par de palmos de la mesa hasta centrarse, tomo el pendrive grabado colocandolo dentro de su bolso, con las piernas temblandole como un flan corrió hasta dejarlo todo dentro del estuche de gafas donde lo había encontrado. Tomo los tomos de contabilidad entre sus brazos , sustituyéndolos por dos que había agarrado de su propio escritorio, sentía zumbar a su hijo al lado suyo ayudándola a colocar de nuevo el cajón en su sitio.

Se miraron, excitados y nerviosos , saliendo a toda prisa del despacho del director. Cerrando la secretaria a toda prisa, cuando por fin la llave dio la ultima vuelta respiraron tranquilos. Arturo se agarro del brazo de su madre como toda la vida había echo.

Saliendo hacia la casa que tan íntimamente los resguardaba.

Únicamente cuando cruzaron la verja y enfilaron el paseo Arturo se sintió libre para desplazar la mano del brazo a la cintura y pellizcar el prieto culo de su madre.

Aquella vez no protestaba, seguramente excitada por las imágenes del video. Estaba deseando contemplarlas con ella , ya fuera.... Debajo, encima o detrás.

A caso había algo mas excitante?.