La madre de mi amigo,increible
Un chico acompaña a su amigo a unas vacaciones en un apartamento, donde el muchacho y la madre de su amigo tendrán un idilio.
Elías era un muchacho que recién acababa de cumplir los diecinueve años, y se encontraba estudiando Ciencias Empresariales por aquellas fechas. Pelo castaño, tez morena, cuerpo bastante musculoso fruto de las sesiones de natación a que sometía su cuerpo desde muy joven, y con una altura aproximadamente 1.80 m, y además, bastante apuesto.
Como era natural, tenía varios amigos con los que salía salir, y entre ellos, existía uno, Mingo, con el que le unía una verdadera amistad. Mingo tenía casi su misma edad y solían compartir muchos gustos y especialmente el deporte de la natación. Este amigo suyo ocupaba una posición económica más boyante que la que disfrutaba Elías, debido a la capacidad económica de sus padres.
Un buen día Mingo invito a su amigo Elías a su casa de verano que tienen sus padres cerca de la playa. Al viaje igualmente le iba acompañar otros dos amigos de Mingo.
El padre de Mingo era de una edad bastante mayor, que entraba en contradicción con su madre Natalia, la cual no superaba los 40 años, pero mantenía un cuerpo bastante juvenil, se conservaba muy bien, con una forma física envidiable, más bien delgada pero donde destacaban unos pechos que daba la impresión de querer romper la blusa que normalmente llevaba. Esta señora, igualmente era bastante agradable y sobre todo tenía una elegancia que encandilaba a cualquier hombre que se precie.
Elías pese a todo, se mostraba siempre como un chico bastante tímido, especialmente con las mujeres, hasta el punto de que algunos pensaban que tenía tendencia homosexual. Sin embargo, esa apariencia era bastante engañosa, toda vez que el muchacho tenía una ferviente efervescencia sexual que intentaba no aparentar, pero que descargaba constantemente con varias sesiones visualizando porno en internet, aunque eso sí, siempre lejos del conocimiento de sus padres, e incluso de sus amigos.
Quizás, la timidez respecto de las mujeres tenía que algo que ver con el tamaño de sus genitales, ya que la madre naturaleza había provisto al muchacho de un aparato genital bastante dimensionado, muy superior al de los demás mortales. Ello había retraído el chico desde los primeros momentos de su etapa infantil, ya que había visto como sus propios compañeros de clase se burlaban de él ante el tamaño de su aparato reproductor. Elías, siempre había pensado que aquello lejos de ser un don, pensaba que era una tara, y que las chicas no querrían estar con el por miedo las dimensiones de su aparato.
Elías, en varias ocasiones había estado en la casa de su amigo, y había tenido la oportunidad de ver a la madre de éste. La propia mujer se había percatado de cómo se quedaba mirándola el muchacho, casi embobado, percibiendo el pudor del chico cuando ella le decía cualquier broma, especialmente cuando le preguntaba por sus novias. Natalia, como les he comentado, pasaba por ser una mujer muy atractiva, y para Elías, ver aquellos turgentes pechos y el perfecto trasero de la madre de su amigo, era el caldo perfecto para satisfacer sus fantasías sexuales. Pero el chico nunca pensó en que aquella fantasías se pudieran volver realidad alguna vez. Mucho más por la diferencia de edad y por ser la madre de su amigo.
Cuando se disponían a marchar para la casa de verano, justo momentos antes de salir, llamaron a la casa de su amigo y tras una breve conversación telefónica el marido de Natalia indicó que no podía ir con ellos. Había surgido un problema en su empresa y tenía que ir urgente, indicando que tenía todo el pronóstico de que iba a ser durante varios días. Todos se dieron cuenta de la bronca que Natalia la propinó al marido, respecto a que siempre ocurría lo mismo, y que solo pensaba en el trabajo.
Todos pensaban que el viaje se iba a cancelar, pero padre de Mingo, dijo:
-no importa, vayan Vds. Cuando yo termine de solucionar el problema de la empresa los alcanzo. Espero estar antes de mitad de la semana .
Natalia acepto conducir el vehículo y ya en camino conversaba con todos sobre la marcha de los estudios, y como les iba con las chicas ,etc.… conversación típica para matar el tiempo. Tras unas cuatro horas de viaje por fin llegaron al destino.
Era una zona residencial con alberca y del otro lado se encontraba el mar. Entraron y Elías verificó que la casa era algo chica pero la vista era maravillosa. Era como un apartamento estudio, y había dos literas y un colchón inflable para colocar en medio para que ahí durmieran los demás.
Natalia tenía su propio dormitorio. Una vez que se acomodamos, los chicos corrieron a la alberca, mientras Elías, se había rezagado y se encontraba cambiándose todavía. Estaba sentado en el sofá visualizando al propio tiempo la TV, cuando apareció Natalia saliendo de su dormitorio. Se había soltado el cabello y traía una playerita muy coqueta y un short muy cómodo, lo que llamo la atención de Elías. Especialmente se fijo en sus piernas, algo blancas pero muy torneadas y aquellos perfectos muslos sin apenas ninguna vena exterior. El muchacho reconoció interiormente que la madre de su amigo estaba muy buena.
.- Tu no vas a ir a nadar Elías ? Le pregunto de pronto Natalia.
- No, quizás mas tarde. De momento no ahora me apetece descansar un poco.
-Tienes hambre. ¿Si quieres preparo algo para comer y beber?.
-Me parece perfecto contesto el muchacho.
Ella metió a la cocina mientras Elías veía la televisión. Durante ese tiempo todo transcurrió normal, a los pocos minutos Natalia regresó y se sentó a ver la TV con el muchacho. Había traído unas salchichas, quesitos, papas y refresco. Se pusimos a ver la tele muy a gusto y, la conversación entonces se hizo amena y comprobando Elías que la madre de su amigo fue muy amable y cariñosa con el. Más tarde el muchacho se acercó a la alberca nadando un rato. El resto del día paso jugando todos con videojuegos y otros, hasta que por la noche se fueron a dormir.
Al día siguiente decidieron ir todos al mar. Natía se había colocado un pareo y una blusita, comprobado Elías como resaltaba claramente las pantorrillas de aquella señora. Una vez llegaron se metieron corriendo al mar y jugaron en ella. Elías quedó estupefacto cuando Natalia se levanto y se quito el pareo y la blusa, dejando ver un bikini negro que enmarcaba su cuerpo. En ese momento el muchacho se percató de la tremenda hembra que era la madre de mi amigo. Sus miradas no pasaron desapercibidas para Natalia, la cual, al darse cuenta de las mismas, le sonrió para luego caminar contoneándose hacia la playa, sabedora de las miradas del muchacho. Elías se dio cuenta de que había tenido una erección con solo ver el cuerpo de aquella mujer.
Sus amigos estaban jugando en el mar, mientras que Elías se había quedado en la arena contemplando a mujer de su amigo. Al rato regresó Natalia del agua, mantenido aquellos movimientos coquetos en su caminar, que pusieron nervioso a Elías. Comprobó con estupor como los pezones de la mujer destacaban puntiagudos en el sostén del bikinis que ella portaba. Esa circunstancia, le hizo alcanzar una nueva erección, que en modo alguno paso desapercibida para la mujer.
El chico, se puso bastante nervioso y optó por ir al agua con los demás para que se me bajara la calentura. Una estuvieron jugando, volvió a entrar Natalia, y al acercase donde se encontraba Elías, este volvió a comprobar la pujanza de los pezones de la mujer. Ella, al darse cuenta se sonrojó, ya que se percató de que aquel bikinis traslucía perfectamente su grandes pezones negros.
En ese momento, Natalia se dio cuenta de que aquel amiguito de su hijo era el único que realmente se había interesado por su cuerpo. Lejos de afectarle, realmente le agradaba saber que un joven muchacho como el amigo de su hijo, se excitara con su cuerpo. Era obvio, que el muchacho era bastante joven para ella, pero aquello le satisfizo tanto, que se propuso poner nervioso al mismo con provocaciones que al tiempo le levantaban su libido sexual. Había venido sin su esposo, y para colmo llevaba más de una semana sin hacer el amor con el mismo, por lo que comprobar que aquel muchacho la miraba lascivamente propicio que al llegar a la casa se masturbara en el propio baño pensando en aquel muchacho.
Paso nuevamente el resto del día, comiendo y acudiendo a la alberca. Tras marchar a dormir, sobre las 2 de la mañana, Elías verificó que no podía conciliar el sueño. Recordó que en casa antes de dormir normalmente se pajeaba en su dormitorio y tras la corrida se relajaba. Pero llevaba casi tres días sin poder hacerlo, ya que allí ni había internet, ni había sitio para llevarlo a cabo.
El chico salió fuera. La noche era perfecta, con buen tiempo, y sin pensarlo mucho, salió fuera del apartamento bajando unas escaleras y descendió hasta una terraza y se quedo un rato contemplando el paisaje intentando relajarse. No había pasado más de un cuarto de hora cuando escucha que alguien procede igualmente a bajar por las escaleras.
-¿ Qué haces aquí abajo Elías?
Se trataba de Natalia, la cual bajaba con su short y su blusa.
El muchacho algo nervioso, le contesto - Es que no puedo dormir, y baje un rato a distraerme.
- Te sientes mal. Quieres que te prepare algo? Le dijo ella.
-No no hace falta gracias, así estoy bien. Siento haberte despertado. Lo siento.
- No. Es que tampoco podía dormir. ¿Te importa si me siento contigo aquí fuera? La noche esta perfecta.
- No, claro para nada . Le contesto Elías.
Ella se sentó a su lado y empezaron a conversar y filosofar de la vida. El chico estaba maravillado observando las risas de la madre de su amigo. Era obvio que lo pasaba bien con ella. Luego, casi sin querer, comenzaron a surgir preguntas como:
-Oye Elías. ¿ya tienes novia?
-No le contesto el muchacho.
- Ja ja … Eso no te lo creo. ¡No entiendo como un chico tan guapo y apuesto como tú no tenga novia!.
-Bueno… lo mío ahora son los estudios. Le dijo algo compungido el chico.
-Bueno… pero ¿te gustan las mujeres? ¿verdad?.
-porque lo pregunta- le contesta el muchacho algo molesto por aquella pregunta.
- Por nada. Sabes que hoy hay tantas personas que optan por relaciones del mismo sexo. No se…
-¿Está pensando que soy gay?, por supuesto que no. Claro que me gustan las mujeres. Le contesta el muchacho.
Ella de pronto subió su pierna al sillón donde se encontraban justo a la vista del muchacho. El con aquel gesto se puso nervioso y al percatarse la mujer de que su estrategia había surtido efecto, le pregunta:
-¿ Te ocurre algo. Te pone nervioso verme las piernas?
- No, claro que no… bueno. El muchacho carraspeo antes de contestar y luego le dijo: tiene unas piernas muy lindas. Ni una vena.
- Ooo, vaya gracias. No me espera ese lindo cumplido por parte del amigo de mi hijo. Veo que te has fijado bien . Se queda parada mirándolo y le dice: Bueno, ya que lo dices quiero pedirte algo. :
- De que se trata . Pregunto el muchacho.
Ella, realiza un gesto que aceleró el cuerpo del muchacho. Toma una de las manos de Elías y la lleva a su pierna
- Quiero que me digas como se sienten. Como las ves. Es por tener una opinión masculina. ¿Crees que aún son firmes?.
El chico no daba crédito. Con cierto nerviosismo, toco el muslo de la mujer y luego retiró la mano, contestando: -Pues están duras y “son muy hermosas”
-¿ Tú crees?. Mi esposo dice que es algo escuálidas. ¡Anda tócalas otra vez!. ¿Crees que son muy finas? . Era obvio que ella estaba bastante excitada y actuaba morbosamente acorralando al muchacho.
El chico algo dubitativo se las volvió a tocar, pero esta vez fue más osado y las acarició con la yema sus dedos. Ella, se excito y cerro sus ojos y sonrió
-¿Y…. entonces?
- M e parecen perfectas. Creo que tienes unas piernas que ya quisieran otra chicas más jóvenes tener
- le contesto.
Ya el muchacho se dio cuenta de que empezaba a tener una erección, aunque trataba de disimularlo sin conseguirlo, ya que ella igualmente se había dado cuenta de tal circunstancia. Y sonriendo, se dirige al muchacho morbosamente preguntándole:
- No me digas, que solo por tocarme…. “Se te está poniendo…”
Los nervios invadieron al chico y se quedo mudo, mientras los colores afloraron a su rostro, percatándose Natalia del rubor del chico.
- No te preocupes es normal. No te pongas nervioso. Además, me gustas saber que puedo excitar a un muchacho como tu.
-Lo siento de veras Natalia. Me da pena, eres la madre de mi amigo… y no es correcto. Lo siento.
- Tranquilo . No pasa nada.
Natalia estaba tan excitada, que sin poder contenerse, dirigió su mano al short del muchacho y depositó su mano sobre él, tocando el bulto donde se encontraba su pene. Elías dio un salto, nervioso.
- Tranquilo Elías. No pasa nada. Pero chico, ¿la debes de tener bien grande?... Lo que acabo de tocar … no sé … me parece ….
El muchacho se queda casi tartamudeando, y ella aprovecha para terminar de seducirlo: - se que te parece extraño que la madre de tu amigo te toque el pene. Pero, “tampoco pienses que soy una cualquiera”. Lo que pasa es que mi esposo últimamente ha tenido unos problemas que le impiden hacerme el amor, o lo hace se San Juan a Corpus. Y, la verdad llevo tiempo sin tener relaciones. “Esta tarde me di cuenta de cómo me mirabas”.
Sus palabras sorprendieron al muchacho.
- Pero, Natalia…es que Mingo ……y ahora imagínese ellos están arriba pueden despertar y vernos
- No te preocupes por ellos. Duermen plácidamente. Anda demos una vuelta. Y sin más, tras tomar un bolso que tenía en la sala, tomo de la mano al chico y descendió hasta llegar a una zona casi ajardinada, que comunica con unos habitáculos donde localiza un asador, con bancos de piedra. Ella lo hizo entrar, y luego mirando al muchacho a la cara, se comenzó a quitar su blusa, cubriendo sus pechos con un pequeño sostén bastante corto, donde ya casi se podían ver los pezones de los mismos, que sobresalían por encima. El muchacho se quedo embobado.
-¿te gustan mis pechos Elías?. Sé que esta tarde los estuviste mirando. ¿Quieres verlos? Anda termina de quitarme el sostén. ¿Quieres?
Sin poder contenerse, y tremendamente nervioso, Elías zafó la tira del sostén por detrás de su espalda, y al retirarlo, quedaron ante su vista aquellos grandes pechos, con unos pezones bastante pronunciados, negros y puntiagudos que envararon el pene del muchacho.
- oh… ¡ que preciosidad!. Le contestó ensimismado.
-te gustan ¿de verdad?. Anda ¿quieres tócalos?.Vamos… te lo permito -
Sin esperar más respuesta, la mano del chico se posó sobre uno de los senos de la mujer comprobando la dureza de los mismos. No le cabían en la mano.
Ella miraba la cara de excitación del muchacho y comenzó a gemir mientras el chico seguía sobando sus pechos. El muchacho, presa de la más ferviente excitación sin pedir permiso, acercó su boca a uno de aquello senos y los comenzó a lamer y mamar con ardor. Ella suspiró y le dijo: - siasi… oh Elías me gusta mucho que me chupen los pechos… Asi…sí oooo que bien lo haces .. siii
Durante varios minutos el muchacho estuvo chupando aquellos pechos, y al rato se sorprendió al comprobar cómo su propia mano, como una autómata, bajo hasta la entrepierna de la mujer y la acercó hasta donde se localizaba su braguita. No se detuvo, sino que con sus dedos hurgó entre la tela de su braguita, especialmente donde se localizaba la raja de su coño, verificando que Natalia se encontraba bastante mojada. Oh … uhmm que atrevido… vaya… quieres tocarme ahí… ufff ¿sabes que te puedes quemar? Le contesto ella excitada totalmente.
El chico lejos de contestarle apartó la tela de la braga, y sus dedos por fin alcanzaron la preciosa panocha de la madre de mi amigo. ¿Casi se corre!.
- oh si… exclamo ella
-Natalia… estas muy mojada - le susurra el muchacho-
- si…¿Lo has notado?. ..¡Estoy muy cachonda!...¿Notas mi calentura…?
-uff parece que desprendas fuego ahí abajo. – le contesto el muchacho.
Si muchacho. Como te dije: “estoy bastante necesitada” .
Ella entonces, sin poder contenerse, procede a bajar el short del muchacho y al momento extrae su pene tocándolo con sus manos, diciendo admirada al comprobar las dimensiones de semejante tranca: - joder Elías. Pero… ¡que tienes ahí!. Muchacho…. “es enorme”. Apenas puede cogerlo en la mano.
Prese de la mas tremenda excitación acarició aquella tranca desde arriba abajo, como si comprobara sus dimensiones. La mujer se dio cuenta de que su coño comenzó a soltar líquidos que cubrían los dedos del muchacho. Tras comprobar la longitud y grosor de aquel pene juvenil, fue más osada y alcanzó los testículos del muchacho. Se quedó igualmente sorprendía y exclamo: - joder chico, son igualmente grandes!. Tienes que tener acumulada mucha lechita… ¿Cuánto hace que no te corres? - le pregunto sumamente excitada.
- llevo más de tres. Suelo hacerlo todos los días.. pero aquí
-Joder nene. ¡Ya veo, los tienes repletos! .- lo decía sin dejar de masajear tanto las bolas como toda la tranca del muchacho, el cual tenía una erección de caballo. La mama de su mejor amigo le estaba masturbando, su pene, y ahora parecía que crecía cada vez más.
Al poco tiempo la mujer se agacha ante su pene, y pronto siente un calor que invadía la punta de su tranca. Cuando abre sus ojos, observa que la mama de su amigo tenía su tranca en su boca . Natalia comenzó por la punta chupándola y lamiéndola con delicadeza, luego la metió casi toda en su boca, mientras el muchacho sentía su calor y su lengua jugar por todo el tronco de su vástago.
Elias estaba maravillado observando a la madre de su amigo como tragaba su polla, la cual se perdía casi por completo en la boca de la misma, para luego sacarlo, ensalivarlo, dirigiendo su mirada lujuriosa aquel precioso nabo, para volver a engullirlo hasta casi la misma empuñadura. Al tiempo, la mano de ella no dejaba de jugar con las bolas del muchacho. El chico estaba en las nubes.
Luego ella viendo que si continuaba el muchacho se iba a correr en su boca, y ella quería tenerlo dentro de su coño. Sumamente excitada le dijo:
- Oh chico como estas. ¡Qué tamaño!. Me muero por sentirlo dentro de mí.
Eso puso al muchacho como una moto. Nunca había estado con ninguna mujer. Ella se percató de tu inexperiencia y le dijo: - ¿has estado con muchas mujeres antes?
Medio acojonado, el muchacho le contesta: - con nadie.
-¿Cómo? ¿Soy la primera?... ¿de verdad aún eres virgen?.
El chico afirma con la cabeza. Eso encendió aún más a la mujer. Joder no todos los días se tenía un joguring como aquel, y además virgen. Su coño comenzó a lubricar de tal manera que ya descendían los jugos por sus piernas.
Ella entonces, se recostó tumbo en el banco de piedra abriendo sus piernas. El muchacho se percató de lo que ella quería. Entonces acercando su boca a la concha de la mujer, verificó que olía deliciosa. Puso su lengua entre sus labios y se abrió poco a poco paso, mientras ella cerraba los ojos y con sus uñas revolvía el cabello del chaval, al igual que sujetaba su cabeza - AAASIIII…..ASSSIIII El muchacho chupaba algo torpe, pero le estaba causando un placer inmenso ya que ella se retorcía, y mucho más, cuando la mano del muchacho alcanza su clítoris y con suavidad lo frota, provocando un grito que, quizás se escucho hasta el otro lado del mar-A AHHHHHHHHAHHHHHHHHAsí . El muchacho continuó pasando su lengua por la raja de la hembra y con su labios sujetaba los labios del coño jalándolos poquito - AAAAA…que bien lo haces....aaaaa….no lo pueedddooo creeerrrrr. La mujer se retorció y al momento entró en convulsión alcanzando su primer orgasmo, invadiendo con sus jugos la boca del muchacho.
Luego se levanta, mostrando ante el muchacho una cara de loba en celo . Era obvio, que aquella hembra estaba encendida. ¡ quería comerse al muchacho, y no iba a dejar escapar aquella oportunidad!
Luego recoge el bolso que había bajado, y ante los ojos del muchacho procede a extraer un condón. Y mostrándoselo le dice: - tengo que cuidarme. “Creo que estoy ovulando”. Por eso me encuentro tan caliente. Y si te corres dentro… uff con la cantidad de lechita que tienes acumulada ahí dentro… “nene seguro que me preñas”.
Tras rajar el envoltorio, extrajo el condón y procedió a colocárselo al muchacho. Al momento el chico se percató de que no le iba a entrar. Su pene requiere un condón como menos xxl y aquel era de los normales. No obstante, tenía tantas ganas de follarse a la señora, que dejó que lo intentara. Pero resulto imposible, en cuanto entró un poco se rasgo.
- oh Dios… no te sirven. Estos condones son muy pequeños para ese pedazo de polla que tienes. Joder que vamos hacer…a pelo no puedo hacerlo. Corro el riesgo de quedar peñada.
El muchacho se desencajo, viendo que las posibilidades de estrenarse se iba al piso. Por ello le exclamo e un intento de convencer a la madre de su amigo: -¡ me correré fuera !.
Ella le mira a la cara y le contesta: - Ya… además, si nunca lo has hecho, “seguro que te vas a la primera”. No puedo …. Es mucho riesgo - le decía ella, mientras miraba la tranca del joven. Compréndelo, me puedes dejar embarazada.
El chico asintió con la cabeza, y rendido procede a colocarse el short, en un intento de retirarse. Ella hace lo propio y comenzan a subir las escaleras. Ella veía mi cara de decepción, y me dijo: Lo siento de veras Elías, pero sabes que no puede ser.
Elías se fue y se acostó en la litera, mientras la mujer marcho a su dormitorio. Sentimientos encontrados se produjeron en la mente de la mujer. En el fondo deseaba haberse clavado la enorme vara del amigo de su hijo, aunque fuera una infidelidad, aquello hubiera calmado su calentura; pero por otro lado, pensaba en las consecuencias, de correrse dentro del chico, había muchas posibilidades de que pudiera quedar embarazada. Solo recordar la enorme vara del chico, y especialmente los enormes testículos, nada comparados con los de su marido, se estremecía. Estaba casi segura de que era casi el doble del pene que portaba su esposo, y sus bolas lo duplicaban con creces.
Ya en la cama, comenzó a fantasear como sería sentir la vara del chico abriendo su vagina al máximo, para terminar soñando con la tremenda corrida que de seguro saldría de los huevos del muchacho. Sin poder evitarlo, tuvo un nuevo orgasmo.
El muchacho por su parte, termino rendido mientras fue avanzando la noche, decepcionado una vez más por no haber consumado una relación sexual.
Al día siguiente, Mingo y el resto de sus amigos habían decidido marchar de excursión, realizando una caminata por un sendero de bosque y campo rural, que les llevaría todo el día. Elías, se había levantado con algo de sueño, y al conocer la intención de sus compañeros, no mostró mucha intención en acompañarlos; ellos sabían que el no era de mucha montaña, que lo suyo era la playa, la natación. Por ello no insistieron mucho.
Cuando Natalia supo que Elías no iría con su hijo y sus amigos a esa excursión, y que se iba a quedar sola en el apartamento con el chaval, le entró un cosquilleo en su coño, mostrando una cara de satisfacción que hasta el propio muchacho supo apreciar. Mucho más al conocer que su marido le había llamado indicándole que el problema de la empresa se había agravado y que de venir, sería dentro de al menos dentro de una semana.
Tras marchar su hijo y los amigos, verificó que Elías se había puesto a ver la tv. Era muy de mañana para aún ir a la playa. Natalia mientras terminaba de fregar la loza del desayuno, pensaba en lo ocurrido la noche anterior. Se notaba acalorada, y percibía que podía estar en sus días fértiles, pero también necesitaba una buena follada. La enorme verga del chico la tenía excitada, y no dejaba de pensar en las dimensiones de la misma, su dureza, las destacadas venas que había podido apreciar mientras la había tenido en la mano y en su propia boca, y especialmente su grosor.
Presagiaba que algo iba a ocurrir entre ella y el muchacho en ese día. Pensó que quizás era el destino que se había confabulado para que sus hijo y amigos, así como su esposo permitiera que se quedaran solos en al apartamento.
El muchacho por su parte, se hallaba igualmente en una excitación contenida. Resultaba manifiesto que el gran peso de su negativa a ir con los otros a la excursión por el campo vino motivado por su deseo de estar cerca de la madre de su amigo. Sin embargo, le preocupaba que su esposo llegara de un momento a otro como había indicado al salir ellos de la ciudad, ya que no conocía la última noticia de su retraso.
Tras terminar de fregar la loza, ella se acerca hasta donde se encontraba Elías, y se sienta a su lado y le dice: -¿ estás bien ?
El muchacho la mira, como sorprendido de su pregunta. Ella debía ser conocedora de que no se encontraba bien. De sobra conocía que mantenía una erección que no se le bajaba al pensar en ella.
-¿ Depende lo que entienda por bien? Se limito a responderle.
Ella se sintió agitada, y le dice:-¿ todavía estas pensando en lo de anoche?. Sabes bien que era una locura, y un riego muy difícil de aceptar.
El chico no quiso responder. Y ella le dijo:- Vamos Elías. No te pongas así conmigo. Sabes que tengo muchas ganas de hacerlo, pero…. Solo pensar que te puedas correr dentro, me detiene.
El chico no le contesto. Ella le pregunta: - ¿Dónde tiene pensado ir hoy?
-pues… tampoco lo tengo decidido- le contesto el chaval encogiéndose de hombros.
Ella lo mira a la cara sonriente y le dice:- Se que no te fuiste con los otros por estar cerca de mi ¿verdad?.
El bajo la cabeza en prueba de asentimiento, y ella le dijo entonces: - a mí también me agrado que te quedaras. Necesitaba que te quedaras y me hicieras compañía.
-ya, pero hoy llegará su esposo ¿no? le respondió el chaval.
Ella lo mira a la cara y le contesta: - Pues no. Me ha llamado esta mañana, y me ha dicho que los problemas se han agravado y que se retrasará al menos una semana más.
Se percató del brillo de alegría del chico al escuchar aquella noticia. Y con morbosidad le dice:- veo que agrada escuchar que mi marido no vendrá hasta dentro de unos días.
-me gusta estar contigo. No lo niego. Le conteste al muchacho.
Ella se incorpora, verificando el muchacho que se coloca ante él, constando que llevaba aquella bata de levantar que tapaba toda su anatomía. en ese momento, ella se desprende de la bata dejándola sobre el sofá, y se queda solo con un comisión de dormir, que apenas cubría sus bragas, constatando que no llevaba sostén, y que aquella hermosas domingas destacaban sueltas bajo el camión, apreciándose en su integridad toda vez que el camisón era bastante transparente.
El muchacho se tensó al ver aquel portento de hembra y recobró el ánimo, y también su amigo de abajo, sintiendo como se volvía a envarar nuevamente ante aquella sugerente visión.
Acto seguido, la mujer se acerca hasta donde se encontraba Elías, abre sus piernas y se incorpora sentándose sobre los muslos del chaval. Al momento percibió el bulto del short que llevaba el chico. Y sin decirle nada, deja caer uno de los tirantes de su camisón, dejando desnudo su brazo y un de sus pechos. Luego con una morbosidad digna de una loba, restriega el mismo por la cara del muchacho hasta dejar depositado el pezón en la boca del muchacho.
Elías, no contesto. Se limitó a chupar aquel majar que le ponían en su boca, mientras con sus manos atrapaba la cintura de la mujer, atrayéndola hacia su cuerpo, a fin de que su braga quedar a la altura de donde se localizaba su cipote, con la clara intención de excitarla y comprobara como se encontraba su vástago. Pronto, todo el comisión de Natalia estaba en su cintura, y su pecho ahora estaba al descubierto, blandiendo sus grandes pechos contra la cara del muchacho, que no paraba de pasar su boca de un pecho al otro.
- oh si comételos… vamos chaval. Comete mis pechos. Son todo tuyos.. uhhh
El muchacho se destapó esa mañana con mayor decisión, y pronto acariciaba los muslos de la señora hasta irse acercando poco a poco a los extremos de sus braguitas. Y pronto, sus dedos hicieron a un lado la fina tela, y toca la raja de Natalia quedo en contacto con el short del muchacho.
La excitación era tremenda, el chico no paraba de mamar las tetas de la mujer, verificando que esto la enloquecía, y no pudiendo soportar más su excitación, logró echar a un lado su short y dejar al aire su pene, el cual mantenía un férrea erección, como se de un verdadero mástil se tratara.
Natalia se estaba dando cuenta de lo que hacia el muchacho, y aunque sabía que debía detenerlo, dejo que el mismo avanzara. Se estremeció al sentir como todos los labios de su coño rozaron por primera vez la tranca del muchacho. Joder, de dio cuenta de que el chaval se había sacado igualmente su nabo y ahora estaba a la puertas de su caliente coño. El chico se estaba restregando en ella, haciendo que su polla en vertical fuera la veces de un raíl para deslizar sobre la misma los labios del coño de Natalia.
Lo miró a la cara y le dijo:- Elias… que vas hacer…. ¡sabes que …!
No pudo terminar la frase, el muchacho había logrado mientras echaba hacia atrás con sus manos el cuerpo de Natalia, colocar su tranca como un misil quedándose este a la altura de la entrada de la vagina de la señora. Al tirar de ella hacia delante, su nabo se clavó más de la mitad en el coño ardiente de la mujer..
- oooo nooooo oooooo no podemos ooooo joder… que grande..ooo Natalia se excitó al verificar como el vergon del muchacho había logrado traspasar más de la mitad de su vagina. Se percató de cómo las paredes de su vagina tenían que expandirse para permitir el paso de tremendo falo.
- oo Dios.. como la tienes. Ooooo me vas a reventar ooo siii cabron…
El muchacho, lejos de contestarle, se apresuró a tomar las nalgas desnudas de la mujer, para empujarla hacia delante y terminar de clavarle sus más de 22 cm de daga. Por fin se había desvirgado. Ahora estaba dentro del coño de una mujer. Y que mujer, pensó. El no se detuvo sino que comenzó hacer que Natalia se balanceara con su nabo dentro de su coño, apretando constantemente sus nalgas, verificando la misma, que el pene del muchacho le había llegado hasta cerca de su útero. ¡Nunca su esposo le había entrado tan adentro!, la verga del muchacho estaba alojándose como nunca dentro de su caliente coño.
Natalia se olvidó entonces de sus prejuicios y comenzó a saltar sobre la polla del muchacho, como si de una autentica amazona se tratara.
-oh cabron como me llenas…. o sii sigue así ooooo La mujer no tardo mucho en alcanzar su primer orgasmo con la polla del muchacho dentro de su coño. Notaba como generaba gran cantidad de fluidos mientras aquella verga no paraba de penetrar su vagina una y otra vez.
Natalia, ahora estaba totalmente salida, así que tomo de la mano al muchacho y lo llevó a su dormitorio. Entonces se hecho en la cama abriendo sus piernas e invitando al chaval a poseerla de nuevo. El macho no se hizo esperar y metiéndose entre sus piernas, acercó su nabo el coño de la mujer y de un certero golpe de riñones le alojó la totalidad del nabo. La mujer se contrajo al sentir como el pene llegaba hasta el mismo útero. – ooo despacio oooo…..joder..nene me has abierto mucho. Que enormidad… que buena… uff me tienes bien ensartada.
-Ohhh Natalia… que buenas estas y acercándose al oído le dijo: tienes el coño bien cliente….¿de verdad estas ovulando?.
Ella lo miro fuera de si, y le dice:- ya sabes que si. Joder me tienes toda atravesada. Vamos quiero seguir sintiéndote. Quiero que me cojas como si se te fuera la vida en ello.
Palabras más calientes no pude haber escuchado el muchacho, por lo que comenzó a bombear a la mujer una y otra vez, comprobando que muy pronto ella volvía alcanzar un nuevo orgasmo. El muchacho seguía al palo, por lo que en un momento dado toma las piernas de Natalia y las pone en sus hombros, con lo que el coño de la mujer quedó a su más completa disposición, volviendo a clavarla hasta la empuñadura.
- AAAA…SIIII...Cojjeeeemmmee asi o machote como estás oooo que bien de follas …
Se la metía despacio y poco a poco subía de intensidad, mientras ella se mordía los labios, se tocaba los senos o se acariciaba el cabello, veía toda la imagen y era increíble sus senos se movían al vaivén y al mirar abajo veía la daga del muchacho como desaparecía una y otra vez dentro de su cavidad vaginal.
- Mmmmmmm….Que ricoooooo…sssiiiiii…..sigggguuueeeee .
En un momento dado, el muchacho, se detiene, toma una almohada y la coloca debajo de la cadera de Natalia levantando su pelvis, y luego vuelve a clavarle su daga, comenzando a embestirla con mayor rapidez y más fuerza - Aaaaaaaaaaaaaa….. errreeesssss un hijjjoooo deee puuuttaaaaaaa… meeee encccaaanntaaa coommmmoo cojjjjesss.
Solo se podía escuchar el mar, el sonido que provocaba sus fluidos y el choque de sus cuerpos. Pese a los orgasmos incontables que iba tenido la mujer, el continuaba impertérrito bombeando una y otra vez el coño de aquella yegua.
El muchacho escuchaba muy cerca de su oído los gemidos de la mujer y eso me motivaba a clavarla mas y mas fuerte.
En ese momento ella se percató de que el pene del muchacho se tensó dentro de su vagina. Joder el chico se iba a correr…no podía dejarlo… Dios mio, pensó quedará embarazada….Pero el chico la tenía bien sujeta, mientras la taladraba con su nabo sin parar.
- ooo Elias…. Estoy ovulando. Veo que pretendes correrte dentro ooo cabron que bien me atraviesas…. O se te esta poniendo mas dura ooooo
Ella presa de la máxima excitación mira la cara del muchacho y le dice: se que quieres hacerlo dentro….ooo cabrón, estamos locos…. Joder no lo pienses más ….hazlo… llenamme toodaaaa deeee tuuu leechhheee. ¡ preñameeee!
El muchacho no estaba seguro de salirse, pero al escuchar aquellas palabras se dejó ir, y comenzó a lanzar sus latigazos de esposo semen contra las paredes internas de la vagina de la mujer. No paraba de deslecharse… no sabría contar cuantos lechazos lanzo dentro de aquella cálida vagina, pero fueron muchos.
Natalia al sentir el semen como le regaba sus interior, presa de locura, entró en convulsiones corriéndose al mismo tiempo que sentía como el muchacho la llenaba de su semen. - Aaaaa….que caliente oo cabrón me llenas ooooo siiiiiiiiii…..
Tras terminar, el ambos se quedaron rendidos uno arriba del otro, el muchacho con su tranca aún en el coño de Natalia. Y pasaron varios minutos, y cuando el salió de ella, verificaron ambos como discurría una hilera de semen de coño de Natalia. Verificó ella que su coño había quedado muy abierto y tremendamente inflamado por las penetraciones del joven. Luego le dice:
- Te has corrido mucho dentro. Me has llenado como nunca. Jamás mi esposo me ha llenado de esta forma. ¡Seguro que de esta quedo nuevamente embarazada!
Luego, viendo que el muchacho volvía a recuperarse, Natalia decidió que era hora de volver a follarlo, y así estuvieron follando toda la tarde hasta que regresaron el hijo y el resto de amigos. En los días siguientes el muchacho tuvo oportunidad de volver a follar a aquella preciosa hembra en varias ocasiones. Luego llegó el marido y todo ceso.
Tras regresar a casa, pasados unos dos meses y medio, con ocasión de acceder a la casa de su amigo, fue recibido por la señora y su hijo. Al rato ella envía a Mingo a comprar, y sentándose frente a Elías, le dice, tomando la mi mano y pasándola por su barriga: - sabes…. Llevo a tu hijo dentro. Me he hecho las pruebas y estoy embarazada de casi dos meses.
El muchacho enrojeció y se quede de piedra. Ella le indico que no se preocupara que su esposo creía que era de él, y estaba muy contento. Fueron pasando las semanas, y los meses y al final nació una hija.