La lujuria animal (2)

Lo metía con fuerza en mi boca mientras disfrutaba de la sensación húmeda que me proporcionaba, mientras mi can el éxtasis sentía, y comenzó a fornicar dentro de mi boca, yo seguía su ritmo y parecía querer metérmela hasta el fondo de mi garganta, las garras de sus patas se clavaban contra mi espalda, era una hermosa sensación, el dolor y el placer hacían una combinación perfecta. Yo seguía recibiendo sus embestidas salvajes y saboreaba con deseo todo su sexo con mi lengua, me corría desenfrenada, y jugaba con sus testículos mientras seguía con sus movimientos, al poco tiempo sentí como llegaba al orgasmo y su semen se habría paso en mi boca, tenia un sabor que jamás había probado, espeso y delicioso el cual trague sin objeción alguna. Después de eso me separe de el, pero aun no estaba del todo satisfecha, quería mas de el, ahora el se encargo de lamer todo el liquido que tenia en mi barbilla y labios, abrí mi boca para que pudiera saborear lo que quedaba en mi lengua, nuestros alientos se mezclaban, y nos separamos dejando solo un hilo de saliva entra nosotros, después el se encargo de lamer su polla para limpiarla completamente y yo me tocaba para aumentar mi excitación. Recordé que tenia uno de esos collares como de perrita con púas color negro, me levante a buscarlo y regrese con el puesto junto con una correa atada a mi cuello, ahora hacíamos juego juntos, no lo pude contener mas y deduje que era el momento que ese gran instrumento penetrara en mi, así que pronto me puse en cuatro, y tan pronto como el can lo noto empezó a lubricar mi entrada decidido a montarme, y deje salir un largo suspiro de placer, se aferro en mi y sus garras alcanzaron parte de mi pecho, haciendo que el rose de sus garras contra mis pezones me dejara escapar un fuerte gemido, Rex era un poco torpe para encontrar la entrada, así que tome su pene entre mis manos y lo encamine hasta mi ya dilatada vagina, pronto la encontró y dio su primera embestida dentro de mi, seguía aferrado a mis hinchados pechos. – Ahh… así sigue, no te detengas.- lo incitaba continuamente como si el llegara a entenderme. Continúo con sus embestidas, mientras jadeaba con su lengua de fuera, y sentía como crecía dentro de mí, me aferraba a las sabanas con mis manos dando gritos de placer incontenibles, y seguía sus movimientos en un compás de caderas, no quería que se detuviera, lo quería en mí sin pausa, me había hecho suya y así deseaba que fuera por siempre. Pronto ambos alcanzamos nuestro segundo orgasmo y quedamos hechos solo uno, sus líquidos corrían en mi y el por fin se detuvo. Tan pronto como la hinchazón de su pene se detuvo nos separamos y caí boca arriba sobre la cama completamente agotada por toda la acción reciente, apuesto a que el can quería aun mas pues se hecho sobre mi y empezó con sus fornicaciones, yo estaba adolorida y sinceramente ya no quería mas, pero este seguía, feroz y sediento por mas placer. –Ahh... deten-tente, ya no puedo mas- le suplicaba mientras mi voz se entrecortaba por mis gemidos, trataba de alejarlo de mi pero su fuerza y voluntad por cogerme eran mayor a la mía. Me sostenía de su cuello con dolor cuando mi perrito por fin se detuvo y me deje caer de nuevo sobre la cama respirando agitadamente, Rex pasaba su lengua por mi dolorida vagina, limpiando todos los líquidos que en ella habían y no pude evitar observar su polla tan desfondada y erecta, esboce una ligera sonrisa e inconcientemente quede dormida junto a mi rey que se había echado al lado mió. xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx No tuve mucho tiempo de escribir y redacte solo un poco pero tampoco quería dejarlos esperando ya que me voy de viaje mañana, pero les prometo que regreso en unos días para darles la continuación lo antes posible, muchísimas gracias a todos aquellos que escribieron sus comentarios, cualquier critica claro a excepcion de las destructivas son cordialmente recibidas, gracias, se despide de ustedes. -BloodFixen