La lucha contra el destino (parte 9)

El solo recordar sus gestos me hace sonreír, cada pequeña cosa, ese brillo en tus ojos, cuando me sonreías, tus mejillas levemente sonrojadas, la primera vez que me dijiste “mi amor”, no puedo olvidar lo especial que me hiciste sentir.

Ya era de noche y adri ya tenía bastante ebria a Alexandra, y yo solo pensaba en ella, no tenia ojos para ver a nadie más, y me di cuenta que aunque pasen los años nunca me podre olvidar de ella, así venga otra persona con su mismo nombre a seducirme.

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Nada ha cambiado, nada puede ocupar el lugar de su recuerdo.

Ya pasada las 1 de la madrugada, con unas copas encima y un poco de dolor de cabeza, no pude mas, decidí irme, comencé a despedirme de cada una de ellas, adri se ofreció a llevarme pero me opuse. Tome un taxi, le di la dirección al conductor y llegue a mi departamento, me costó abrir la puerta ya que veía dos cerraduras y dos llaves, de ahí no recuerdo nada mas, como entre, como me subí a mi recamara a dormir, nada, por suerte era fin de semana y no tenía que ir a trabajar.

Me desperté a las 12:00 a.m con inmenso dolor de cabeza y mucha sed, no veía nada ya que tenia las cortinas cerradas, tropecé con algo y me pegue en mi pie, que dolor! ( a que a todas nos ha sucedido), me dirigí al baño a asearme, que horror, que cara tengo, me doy miedo, que zombi, y así me empecé a insultarme sola, me di una ducha muy larga, baje me cocine lo primero que encontré, casi me tomo un jarrón completo de jugo, con la sed que tenia, siempre que tomo alcohol, amanezco con mucha sed, estaba por empezar a comer cuando escucho el timbre de mi departamento, ¿quién será?, y yo que quería quedarme solita en mi casa hoy, me vienen a molestar, abrí y ahí estaba adri con mejor cara que yo.

  • Señorita, ¿será que puedo pasar?

  • Ah sí, sí, claro pasa.

  • ¿Cómo amaneciste?-dijo sonriéndome-.

  • Yo perfecta, no ves el rostro hermoso  con el que amanecí-dije sarcásticamente-.

  • Yo te veo igual que siempre-dijo burlándose-.

  • Ya mala-dándole un golpecito-.

Parece que no fue tan mala idea que alguien me visitara, estuvimos todo el día conversando, se nos pasaron las horas muy rápido, estábamos hablando tranquilamente hasta que adri saco al tema algo que no quería hablar.

  • ¿Por qué te viniste a tu departamento tan temprano anoche?

  • Bueno, porque estaba muy cansada, y tenía un buen dolor de cabeza, a demás sabes que no me gusta madrugar.

  • ¿Solo fue por eso, o es que la recordaste, y no querías seguir torturándote teniendo a alguien anoche a tu lado con el mismo nombre de ella?

  • No, no fue eso, solo me dolía la cabeza, ¿ok?

  • Bien, como digas.

Ya no sacamos el tema, ahora me empezó a contar lo bien que lo había pasado la noche anterior con Alexandra, la chica del antro, yo solo me reía, esta mujer no cambiaba, pero así era feliz, acostándose con las que podía. Se hicieron las 5 de la tarde y volví a quedarme sola, ya que adri se fue porque según ella tenía una cena con su madre, seguro.

Me puse a escuchar música a todo volumen, hasta que sonó esa canción que tanto me hacia recordar que aun llevaba mucho dolor por dentro. (Que nos paso de reyli y yuridia)

La vida pasa

el tiempo vuela

la distancia no se acorta

al contrario, me envenena

y me parte el corazón

(me parte el corazón)

Las madrugadas son refugio

de mi locura

y los recuerdos me amenazan

y me clavan por la espalda

tantas dudas

(tantas dudas)

¿Que nos paso?

¿Por qué nos perdimos?

¿Dónde quedó

aquello que nos prometimos?

¿Quién se metió entre nosotros?

¿Quién te llenó de primaveras esos ojos?

Que no me saben mentir,

Que no me pueden mentir

Dime quién

después me quedaré callado

seré parte de tu pasado

tan sólo eso seré

dime quién

arranca esta maldita duda

y sálvame de la locura

después me alejaré.

¿Que nos pasó?

¿Por qué nos perdimos?

¿Dónde quedó

aquello que nos prometimos?

¿Quién se metió entre nosotros?

¿Quién te llenó de primaveras esos ojos?

que no me saben mentir

que no me pueden mentir

Dime quién

después me quedaré callado

seré parte de tu pasado

tan sólo eso seré

dime quién

arranca esta maldita duda

y sálvame de la locura

después me alejaré.

No pude aguantarme las ganas y llore, llore  como solo su recuerdo me hace llorar, ya perdí la cuenta de los días que llevo sin verla, las lagrimas derramadas por ella cada madrugada sobre mi almohada, tengo que aceptarlo, la extraño, la extraño como no pensé hacerlo, y lo peor es aceptar que aun la amo, que los latidos de mi corazón son más fuertes cuando la pienso, cuando la lloro, y no sé porque duele tanto, el solo recordar sus gestos me hace sonreír, cada pequeña cosa, ese brillo en tus ojos, cuando me sonreías, tus mejillas levemente sonrojadas, la primera vez que me dijiste “mi amor”, no puedo olvidar lo especial que me hiciste sentir.

Ese día, llore mucho y gracias a eso dormí hasta las 6 de la mañana del día domingo, me arregle para salir a trotar un poco, tenia mejor cara que el día anterior, pese a todo lo que había llorado, estuve trotando alrededor de 1 hora y me regrese a mi departamento, ese día no paso nada interesante, solo queda esperar que sea lunes para empezar un nuevo día de trabajo.

Lunes, comenzar con la rutina repetitiva de todos los días, pero las cosas pueden cambiar cuando menos lo esperamos.

Ya en el trabajo, me comentaron que el jardín estaba organizando un evento, a los cuales los padres de los niños asistirían, sería un evento en donde los pequeños tendrían que actuar, cantar, leer poemas, hacer un día agradable para cada padre y madre, vi de lejos a unos de mis niños, francisco, corrió a abrazarme, me dijo que para el día del acto, iba a actuar como príncipe en una obra, me alegro mucho su entusiasmo. Seguimos juntos la mayoría del día, había algo en ese niño que me encantaba y no sabía que era. Estuve ocupada dos días seguidos enseñándole a los niños que decir en las obras, mágicamente me hice guionista, también ayude a corregir poemas para algunos de los niños, no hacía más que sonreír a cada ocurrencia que escribían los niños en sus poemas, me encantaba mi trabajo, algún día me gustaría ser mama, le entregaría mi vida completa a mi hijo, solo por hacerlo feliz.

Llego el día del acto, estaba muy nerviosa como si la que iba a actuar o leer poemas fuera yo, los papas iban llegando con sus hijos y yo muy amablemente los recibía, no veía llegar a francisco, tenía que organizar a todos los niños con vestuarios, maquillajes y esas cosas. Entre para ver si estaba por ahí pero no lo vi, estaba resignada a que tal vez no iba a venir cuando lo veo de la mano de una mujer, no lograba visualizarla, pensé que vendría con su nana, pero no era ella, cuando estaban a tan solo unos pasos de mi, logre verla, no lo creo, no puedo creer lo que veo, me nuble, no entendía lo que pasaba, no podía creer que estaba viendo a Gabriela de la mano de francisco, a Gabriela!

Continuara...