La lucha contra el destino (parte 8)

Solo pensaba en ella, no tenia ojos para ver a nadie más, y me di cuenta que aunque pasen los años nunca me podre olvidar de ella, así venga otra persona con su mismo nombre a seducirme.

Era muy inteligente y me recordaba a alguien, tenia los ojitos penetrantes como los de…

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Por un momento pensé en ella, pensé en Gabriela, en que habría sido de ella, ¿cómo estará?, ¿será feliz?, pero porque pienso en ella, no debo, mente estúpida que se pone a pensar estupideces.

Después de haber armado el rompecabezas, tocaron el timbre de salida, Salí a dejar al pequeño francisco donde su nana que lo estaba esperando en la salida, ella con mucho cariño lo saludo efusivamente con un abrazo, como no querer a ese niño si es un amor, y cautiva con su sola mirada, hasta en eso se parece a…espántate pensamiento, cabecita mía, no me hagas pensar estupideces por favor.

Después de un largo día en el jardín, llegue a mi departamento, cansada directa a la ducha a relajarme un poco, estuve como media hora, cuando escucho mi teléfono sonar, era Adriana, una amiga, una de las cuantas que me había hecho aquí en todo este tiempo viviendo en una ciudad nueva.

  • Hola adri-asi le decía de cariño-.

  • Hola roxy-dijo sabiendo que odio ese diminutivo-.

  • No me digas así, sabes que no me gusta.

  • Jajaja, ok, ok, oye, ¿qué haces hoy por la noche?

  • Nada, no tengo planes para hoy, ¿por?

  • Porque tengo unas amiguitas que se me hace agua la boca de solo pensarlas, jajaja-si ella también era lesbiana-.

  • Jajaja, tu no cambias, pero algún día llegara esa mujer que atrape y no te suelte jamás.

  • Espérate sentadita no más, porque eso no pasara… paso a tu casa a recogerte a las 9 de la noche (21:00 hrs) ¿ok?

  • Ok, no tardes farandulera…nos vemos en la noche.

  • Ok cielo, hasta tarde.

Corte, y me puse a ver televisión en mi cuarto un poco, hasta que no di mas y me quede profundamente dormida. Me desperté un buen rato después con un fuerte dolor de cabeza, mire la hora en mi móvil, eran recién las 19:00 hrs, que pereza sentí en ese momento, me levante a buscar una pastilla para el dolor de cabeza, que era bastante fuerte, la verdad es que no tenia ánimos de nada, mucho menos de salir con adri, pero tenía que despejarme, lo necesitaba. Me puse a hacer cualquier cosa para que pase el tiempo, ya eran las 20:00 hrs, subí a mi cuarto nuevamente a arreglarme para la noche, me puse algo sencillo, más bien algo cómodo, nada mal dije mirándome al espejo, sentí el timbre y baje inmediatamente, era adri, tampoco se veía nada mal, pero no era mi tipo, entro y me hizo volar por los aires con su abrazo tan efusivo. Después de ese cariñoso abrazo me dijo.

  • Te extrañaba, chiquita, te habías desaparecido.
  • Si es que el trabajo me deja con ganas de hacer nada, siento no haberte llamado en 3 largos días, pero quería que me extrañaras un poquito amiga.

  • Pues lo lograste, estos días se hicieron eternos sin estar en contacto contigo, pero aquí estamos, prométeme que la vas a pasar bien y que olvidaras un poco el pasado, al menos por hoy día.-dijo regalándome una sonrisita tierna, mas de suplica-.

Adriana sabía todo lo que yo había pasado estos años, fue lo primero que le conté al conocernos, siempre decía que no quería verme llorar, mucho menos por una mujer, que olvide todo eso que me causaba tanto daño, por hoy le hare caso y dejare que mi pasado no me atormente.

  • Te lo prometo-dije abrazándola.

  • Ya, ya, dejémonos de niñerías, y hagamos cosas de grandes.

  • ¿A que te refieres con eso?

  • Ya lo veras.

Nos fuimos camino a un antro muy conocido en esa ciudad, ahí la había conocido también a ella, era mi segunda casa, aunque hacia tiempo ya sin haber venido, a lo lejos visualice a unas cuantas amigas, nos dirigimos a su mesa, también habían otras chicas a las cuales no conocía, seguramente eran las amiguitas de adri, me reí, ninguna de ella era de mi gusto, la verdad no se qué gusto tengo, pero siempre lo sé cuando veo a una mujer por primera vez, y no había visto una mujer que iluminara mi camino, desde Gabriela, ya lo sé, lo sé, tengo que olvidarme de ella, pero no tengo la mínima idea de cómo hacerlo.

  • Miren quien llego, la desaparecida.-dijo Andrea, una de mis amigas dándome un beso sonoro en mi mejilla, en señal de que me había extrañado-.

Las salude a todas, hasta que adri me presento a las 2 chicas que no conocía.

  • Roxana, ellas son, Alexandra y Gabriela.

Mis ojos se abrieron como platos al escuchar el ultimo nombre, la mire con una cara de, bromeas verdad, ella solo negó con la cabeza. Desperté de mi ensueño a salude a cada una con un beso en la mejilla, esta ultima me miro con unos ojos de deseo, que mal, porque no me gustaba ni ella, ni su nombre.

Me senté con todas ella, conversamos como 3 horas seguidas, hasta que llegaron unos tipos y nos invitaron a bailar, porque decirles que no, solo era un baile, me fui a sentar después de bailar 4 canciones seguidas, no me gusta bailar mucho, en la mesa solo estaba Gabriela y Sofía, otra amiga mía, Sofía se fue a bailar con las chicas y yo me quede sola con Gabriela, la cual no era mi Gabriela, solo tenía el nombre, hasta pena me dio pensar eso.

  • ¿Cuántos años tienes Gabriela?-pregunte-.

  • 18-solo era una niña-. Recordaste mi nombre, no pensé que lo harías.

  • Si es que ese nombre, es inolvidable.

Al parecer ella malinterpreto mis palabras ya que desde ese momento no me paraba de hablar, yo solo respondía por inercia, y cada vez que podía me mandaba unas miradas que hasta me asustaban.

Ya era de noche y adri ya tenía bastante ebria a Alexandra, y yo solo pensaba en ella, no tenia ojos para ver a nadie más, y me di cuenta que aunque pasen los años nunca me podre olvidar de ella, así venga otra persona con su mismo nombre a seducirme.

Fin….no mentira, falta mucho por escribir aun…

Continuara…