La lucha contra el destino (parte 6)

La beso y ella comienza a temblar cuando mi cuerpo ya está sobre el de ella…le saco la polera dejando su brasier como único obstáculo para poder saborear sus pechos, mientras la besaba ella gemía y eso me excitaba aun mas. Baje lamiendo su cuello, sacando su brasier y por fin ante mi tenia esos hermosos pechos con los pezones ya erguidos por la excitación, los lamí, succione, y di pequeños mordiscos mientras con una mano ya tocaba su hinchado clítoris. Estaba inundada por sus jugos y eso me encantaba…baje y mientras lamia sus jugos metía un dedo y dos, besaba su vagina con mis dedos dentro y sus enloquecidos gemidos me hacían saber que lo estaba disfrutando. Apretaba mi cabeza con sus piernas y se acaba, arqueando su espalda y dejando mi rostro inundado de sus líquidos. Me acosté a su lado y ella se acurruco en mi pecho, dormimos como por 1 hora siendo mi teléfono el culpable de quebrar esta tierna escena de amor, era un Sms de Casandra.

Sms: Lo siento por nunca haber sido lo suficientemente valiente para confesarte que desde la 1era vez que te vi me enamore perdidamente de ti y ahora recién cuando estás haciendo tu vida confesarte todo mi amor…lo siento, nunca volverás a deber de mi…te amo…te amo demasiado…adiós.

• ¿Quién es?
• Casandra.
• Ya deja eso…ven bésame.
• Tengo que ir-dije poniéndome mi ropa-.
• ¿Qué?...no tu no iras.
• Por favor entiéndeme…ella me ha apoyado en todo, no la puedo dejar.
• Por que esta enamorada de ti…por eso te ha apoyado en todo.
• Lo se, pero tengo que ir.
• No, no me dejes…menos después de haberme hecho el amor.
• Por lo mismo deberías confiar en mí y dejarme ir a verla.
• Ok…ándate, eso es lo que quieres…corre tras ella.
• No lo tomes así…ella es mi amiga, yo te amo a ti.
• Ok, como digas…adiós.

No puede ser, segunda vez que me ocurre esto. Salí de la casa de Gabriela después de que me cerrara la puerta en la cara, tome un taxi que no demoro más de 5 minutos en dejarme frente a la casa de Casandra. Por suerte su mama estaba entrando a la casa con unas bolsas, la alcance y me hizo pasar.

• Tía, ¿Casandra esta?-le dije preocupada-.
• Si está en su cuarto, sube no mas hija.
• Gracias tía.

Con cada paso que daba al subir la escalera, temblaba mas y mas, con si lo que iba a encontrar no era nada bueno. Toque la puerta de su cuarto pero nadie abría, a de mas estaba cerrada con llave, lo cual me asusto mas, solo pude gritar su nombre desesperadamente. Su mama al ver tanta insistencia en mi, subió con unas llaves y abrió, ella quedo en shock al igual que yo, no podía creer lo que estaba viendo, Casandra tirada en el suelo con un montón de pastillas a su alrededor. Sentí mis lagrimas correr y corrí por inercia a su lado. Solo lloraba en ese momento.

• ¿Por qué chiquita, por que hiciste esto?

Su mama se me acerco y me abrazo fuerte, comenzamos a llorar las 2 ahí tiradas en el suelo, dios ¿por qué me haces esto? ¿Por qué te llevas a las personas mas quiero en este mundo?, ¿primero Valeria y ahora Casandra?.

No pensé volver a ese dolor tan grande en mi pecho, desde que Valeria murió solo había pena en mi corazón, no creo poder soportar una de nuevo.

No fui en tres días a clases, hoy es el funeral de Casandra y no tengo fuerzas ni siquiera para pararme, miro mi celular, ninguna llamada de Gabriela, esto me hace peor, como es posible que no se haya preocupado por mi ni un puto segundo.

Son las 9, las 11 empieza la ceremonia, me ducho y bajo donde esta mi mama esperándome, me estira los brazos y solo puedo refugiarme en ellos y llorar, solo llorar.

• Llego la hora hija-dice tomándome de la cara-.
• Lo se mama, pero en muy difícil asimilarlo-dije con la poca energía que me quedaba-.

Mi mama me guía al auto para dirigirnos a la iglesia, al estar allá el padre empieza con su discurso, el clásico discurso donde dice que la vida es muy corta y bla, bla, bla. Me giro buscando a Gabriela, me pregunto si se habría enterado, claro que se entero y debe de estar feliz en este momento.

No lo soporto, siento que voy a desmayarme, no me gustan los cementerios, no,no!!,señor por favor, no la baje, no!. Me derrumbo a llorar, botando mis pedazos de mi alma y de mi corazón, no puedo ver esto, ver cómo le tiran la tierra encima, no puedo. Salgo corriendo, me dirijo al auto de mama y quedo ahí apoyada, esperándola, no se cuanto tiempo paso, pero veo algunas personas dirigirse a sus respectivos autos, un chico se me acerca no le tomo mucha atención hasta que escucho que me dice burlándose.

• Tu aquí en el cementerio, llorando, mientras tu noviecita esta revolcándose con cualquiera que encuentra-WTF! Esto no puede ser-.