La lucha contra el destino (parte 5)

¿como te demuestro que te amo a ti...solo a ti?-. tu sabes como demostrármelo...-.

Quinta parte ….

  • Y eso me aterra, a veces te siento muy mía y en otras no, y ya no se qué hacer…si seguir con esto o…

Ella me tomo del rostro y deposito sus labios sobre los míos, un beso dulce, suave, como solo ella sabe darlos. Nos separamos un momento y quedamos frente con frente, sintiendo nuestras respiraciones hasta que ella hablo.

  • Yo soy tuya, desde la primera vez en que me besaste, desde la primera vez en que tu mirada se cruzo con la mía, y créeme que no necesitamos un nombre para vivir nuestro amor, eso que te quede muy claro-se le salieron unas cuantas lagrimar-¿ok?

  • Gaby ven aquí-dije abrazándola-.

Nos quedamos unos cuantos minutos así, abrazadas, hasta que sentí la electricidad de sus labios posarse de nuevo sobre los míos, sus lagrimas aun corrían, no entendía por qué. Nos separamos un poco y le seque esas lágrimas que la hacían ver sumamente tierna y aun más hermosa de lo que es.

  • ¿Por qué lloras bebe?
  • Roxana…te…
  • ¿Qué pasa mi amor?-dije buscando sus ojos-.
  • Te…te amo.
  • Y yo a ti mi amor, no lo dudes nunca.

Seguimos abrazadas unos minutos más… y a lo lejos en el pasillo veo a Casandra parada y cuando se percato de que la había descubierto, sale corriendo hacia el patio con la cara tapada.

  • Gaby… espérame un segundo-dije separándome de ella-.
  • No… ¿qué pasa?
  • La Casandra… algo le pasa.
  • ¿Iras a buscarla?
  • Si, espérame aquí.
  • Ok…me voy con los chicos, me pasas a buscar luego.
  • Claro…anda.
  • Espera- dijo tomándome de la mano y acercándose a mi dándome un beso corto en los labios y a eso le agrego-te estaré esperando.

Salí en busca de Casandra, ella para mí era más importante que mi ojos, por que se que si los perdiera ella no dudaría ni un segundo en guiarme, pero sin ella no sería capaz de encontrar el camino. Estaba sentada junto a un árbol en donde siempre estábamos las dos, pero esta vez su alegría era reemplazada por lágrimas.

  • ¿Qué te pasa?-dije sentándome a su lado-.

Ella solo me miraba y no dejaba de llorar, lo hacía como si en cada lagrima botara un pedazo de su alma.

  • Tranquila por favor…ya todo está bien, estoy aquí contigo…
  • Tu…tu…
  • ¿yo qué?... ¿por quién estas así?...dime y lo mato.
  • Por ti- dijo entre sollozos-.
  • ¿Qué hice?-dije sin entender absolutamente nada-.
  • ¿Cómo no te has dado cuenta de…
  • ¿cuenta? ¿de qué?...dime que hice.

Se acerca, me toma la cara y me da un beso…un beso que inunda mis labios y  mi ser de pena, rencor, dolor y traición. No correspondo el beso pero a ella sin importarle mucho me come los labios. Cuando deja de besarme sale de ahí corriendo, yo aun sorprendida me percato de que Gabriela va pasando a lo lejos, creo que no me vio, eso espero. Me sentí traicionada, ¿Por qué me dice esto ahora?, cuando estoy intentando ser feliz con otra mujer…¿Por qué?...¿ahora qué hago?. Solo preguntas rondaban mi cabeza en ese momento. Aun no me convenzo de que la mujer que ahí cuando yo lloraba por Valeria, y me echaba la culpa de todo lo sucedido…fuera la que en silencio sentía esto, quizás cuanto tiempo lleva eso dentro.

Tocan el timbre pero no soy capaz de volver a la realidad hasta que una inspectora me habla. Voy caminando hacia mi salón, aun sin creer nada de lo que ha pasado y veo a Gabriela sentada en su  puesto, pero no veo a Casandra. Me siento junto a ella, pero ella se va…se hace evidente que me vio, le mando un papel que dice.

  • ¿Qué pasa?

Y así comenzamos una discusión por una hoja de cuaderno.

  • ¿y aun preguntas?
  • ¿me viste, verdad?
  • Si, te vi a sí que mejor deja de enviarme estupideces y toma atención que no tenemos nada de qué hablar.
  • Gaby…no fui yo...ni siquiera le respondí.
  • Felicitaciones…ahora me siento mucho mejor…no me des explicaciones ok?
  • Yo te quiero a ti, como no te voy a dar explicaciones si te estás imaginando lo peor…
  • ¿Imaginado? ¿Acaso no la estabas besando?
  • Pero yo no quería…te lo juro.
  • Se noto demasiado, mejor cállate.

Ya no le envié mas papeles y tome atención a la clase, aunque se me era imposible, en ningún segundo deje de pensar en todo lo que había sucedido, ¿Qué haría con Casandra?...y con Gabriela…eran amores muy distintos, pero no menos fuertes. La clase de música duro una eternidad, pero por fin termino. Seguí a Gabriela a la salida para ver si podía conseguir hablar con ella.

  • Hablemos…porfis!!
  • Ya te dije que no tenemos nada de qué hablar, a demás me tengo que ir de inmediato.

Ella comenzó a caminar…nunca lo había hecho antes pero la seguí, ni por Valeria…o a caso será que Valeria era mucho menos enojona…o jamás hubiese ocurrido eso con Casandra yo estando con Valeria. La seguí sin que ella se diera cuenta. Pensé en irme, pero al ver salir a sus padres en el auto me dio la confianza para ir a tocar la puerta.

  • ¡Gaby!...sale por favor.

Sale ella con un pantalón blanco ajustado a su cuerpo y una polera morada con un escote que no dejaba mucho a la imaginación.

  • ¿y tú?-me pregunta con un poco de risa-.
  • Es que no quiero perderte, de verdad que no.
  • Mmm… ¿quieres entrar?
  • Ehh… ¿estás sola?
  • Si… ¿por?
  • Es que si estas con alguien no paso…
  • Tontita, ven pasa si estoy sola.

Pase y en un sillón negro había acostado un gatito, tenía la música muy fuerte y sonaba un reggaetón muy movido…y ella comienza a bailar, a mover sus caderas frente a mi…la tomo de las caderas y la siento sobre mí, la aprisiono con mis brazos y la comienzo a besar apasionadamente, creo que me va a comer los labios y sus manos no dejan de recorrer mi cuerpo.

  • ¿Cómo te demuestro que te amo a ti…solo a ti.
  • Tú sabes cómo demostrármelo-dijo pícaramente-.
  • ¿ahora?
  • Ahora y aquí mi amor…

Continuara…