La lucha contra el destino (parte 4)

Ya no había dudas, no habían peros, temores, ni mucho menos culpa…la abrace por la espalda y así caminamos por los pasillos. Iba haciéndome adicta a su perfume, a su cuerpo, a estar con ella y para todos ya era más que evidente nuestra atracción.

Siento mucho haberme demorado tanto, pero si que lo termino ya que estoy de vacaciones... yupiii!!

  • Señorita, no trajo su libro-dijo dirigiéndose a mi- usted nunca me falla a si que por esta vez se lo dejare pasar, solo esta vez.
  • Gracias profe.

Ella me quedo mirando y yo solo le sonreí.

  • Gracias…no cualquier persona hace eso.
  • Ni yo lo hago por cualquier persona, tu eres especial.
  • Jajaja ¿de verdad? ¿y por que soy tan especial?
  • En realidad no lo se, algo dentro de mi cree que eres muy especial, espero no equivocarme.

Ella me sonrió cohibida por la situación, y yo recordé la imagen en donde Gabriela besaba al tipo de ayer y me vino un poquito de rabia…bueno mucha rabia.

  • Oye Gaby…el tipo de ayer, ¿era tu novio?
  • Quien? Felipe?
  • Eeh…supongo…o a caso estuviste con otro también?-me puse a la defensiva-.
  • Yo? Claro que no… y bueno el es un chico que anda detrás de mí y… ayer era muy cargante pidiéndome un beso…y yo estaba mal , quería…(me dijo quedándose en silencio en la última parte)
  • o sea a ti te piden un beso y tu se lo das… lindo, lindo…y que eras lo que querías? Termina de decir la última parte.
  • Uyyy!! ¿Porque tan celosita?
  • No soy celosita…yo solo decía…no me cambies el tema, ya dime lo que antes ibas a decir.
  • No si no eres celosita, y no iba a decir nada… olvídalo.
  • Ya perdón…es que ayer… tengo que confesarte que moría de celos.
  • Ya… y ¿por qué?
  • Porque yo te había besado antes, y que llegue un tipo y me este robando tus labios…me molesta un poquitín.(lo dije completamente sonrojada y haciéndole un pucherito)
  • Jajaja…no te preocupes mis labios son solo tuyos.(dijo dándome un besito en la mejilla)
  • Jajaja…enserio?
  • Sipidipi.
  • Señoritas, ahí están prestando atención?
  • Si profe(le dije asustada)
  • Y su compañera entendió?
  • Sí señor, si entendí.
  • Ok-dijo el profesor siguiendo con su clase-
  • Segunda vez que nos retan, creo que no nos hace muy bien sentarnos juntas- le dije mirando el libro-
  • Si es que tú me haces cosas y me desconcentro.
  • Te hago cosas?
  • Si, y también me desconcentras.
  • Ya no te hagas la tonta y dime lo que antes no me terminaste de decir.
  • Nada…olvídalo.
  • Bueno…como quieras-dije parándome de la silla para cambiarme de asiento-
  • No, ya te digo, siéntate...
  • Ya, dime…AHORA!
  • Ok, ok, es que acepte el beso porque quería olvidarme de tus labios, de tu lengua, de la forma en que me besaste…-dijo acercándose a mi-.

Y antes de que pudiera contestarle algo se comenzó acercar a mi dejando a Casandra de testigo de obvia acción, pero antes de pudiera siquiera rozar sus labios, suena el timbre, dándole fin a la clase y al beso que tanto queríamos darnos.                                                                                                                                 Nos quedamos mirando y Casandra paso por mi lado, creo que molesta porque paso a traer una mesa, pero la verdad es que no entendí el porqué de su enojo.                                                                                                                                                                                                                   Gabriela me tomo de la mano y salimos al recreo. Ya no había dudas, no habían peros, temores, ni mucho menos culpa…la abrace por la espalda y así caminamos por los pasillos. Iba haciéndome adicta a su perfume, a su cuerpo, a estar con ella y para todos ya era más que evidente nuestra atracción.

  • ¿Que haces?-pregunto Gabriela-.
  • Eeh…nada?...no sé de qué me hablas-dije haciéndome la desentendida-.
  • Estas oliendo mi pelo…porque?
  • Aah…eso(dije soltándola)
  • ¿Por qué lo haces?
  • Porque…porque me encanta tu aroma, tu perfume :$
  • De verdad?
  • Aja…es muy rico.
  • Así como yo?jajaja.
  • Jajaja…no, no tanto como tu…-dije sonrojada-.
  • Jajaja…no fomentes mi ego mi amor.
  • Mi amor?-dije congelada-.
  • Eeh…no, o sea si…-dijo volteándose nerviosa-.
  • Es la primera vez que te veo tan nerviosa-dije riendo-.
  • Ya pero no abuses, porque de verdad me cohibí.
  • Ya preciosa…ven abrázame.

Ella se acerco a mí y me abrazo colocando su cabeza en mi cuello, sentía sus labios besándolo y me encantaba.

Así pasaron los días, 28 para ser exacta y yo aquí cada vez mas enamorada y haciéndome adicta a ella. En el salón ella se sentaba al lado mío y me lanzaba besos y miradas picaras que me hacían sonreír, en los recreos no nos separábamos e incluso deje de lado un poco a Casandra. Con Gabriela aun no formalizábamos nada, por mi parte era miedo a que ella se asustara a tener algo serio conmigo y me dijera que no, cada vez que se lo proponía me decía.

” Porque ponerle nombre a esto, mejor vivamos el momento”

En parte tenía razón, pero ya estaba tan enamorada de ella que preferiría mil veces eso a arriesgarme a que me dijera que no quería estar en una relación seria, pero un día volvimos a hablar del tema.

  • Gaby, se que quizás te tengo aburrida con el tema, pero ya no aguanto más esta situación.
  • ¿Qué paso?-dijo sacándose los audífonos, ya que estaba escuchando música-.
  • Gaby, esto me apena muchísimo…pero creo que es mejor decírtelo… (suspiro). Esto que te voy a decir es muy importante para mí y no sé si lo es para ti, solo han pasado algunas semanas y ya te has metido aquí-dije señalando mi corazón-.

Ella solo me miraba muy concentradamente a los ojos y eso me ponía más nerviosa.

  • Y eso me aterra, a veces te siento muy mía y en otra no, y ya no se qué hacer…si seguir con esto o…

Continuara...