La lucha contra el destino (parte 11)

Me beso, la bese… sus besos era probar un poco del cielo, completamente maravillosos y mientras reconocía el sabor de sus labios, los movimientos de su lengua,y con una interrogante que me perseguiría por el resto de los días que este lejos de ella… ¿dejare mi orgullo de lado por su amor?.

Aqui les dejo el nuevo capitulo de la lucha contra el destino, muchas por comentar.

Al día siguiente llegue al jardín más temprano de lo que comúnmente llegaba, andaba un poco hiperventilada, nerviosa y no sabía porque, empezaron a llegar los niños acompañados por sus padres o por sus nanas como era el caso de algunos, vi venir a francisco a lo lejos y venia con esa persona a la que amaba con todas mis fuerzas, pero que no era capaz de perdonar aun así lo quisiera, había algo que me lo impedía, quizás era la culpa que aun sentía por la muerte de Casandra, decidí algo, si desde ahora en adelante empiezan a cambiar las cosas, si mi destino era volver a encontrarla, dejaría todo mi pasado atrás sin importar nada.

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Al verla se me acelero todo, mucho más cuando la vi venir con francisco hacia a mí, mis fortalezas se fueron, no quedaba otra que enfrentar la verdad, la tenía otra vez a mi lado, y ya no era la niña que tomaba decisiones apresuradas, lo tenía que tomar las cosas con calma.

  • R: Hola mi amor-dije saludando a francisco-.

  • F: Hola tía, ¿como esta?- dijo dándome un besito en la mejilla-.

  • R: Yo muy bien y tú?

  • F: Aquí con mi mami, me vino a dejar ella hoy día, no sé que la hizo cambiar de opinión si antes no le gustaba

Venir a dejarme.

Vi como el rostro de Gabriela se torno rojizo por las palabras que había dicho el pequeño.

  • G: No era eso mi amor, tú sabes que no me gustaba levantarme tan temprano-dijo Gabriela-.

  • F: Pero ahora si te gusta…prométeme que vas a venir a dejar todos los días ¿sí?

  • G: Ok francisco te lo prometo.

El niño salió corriendo de nuevo dejándonos a las dos nuevamente a solas.

  • R: ¿aun te gusta dormir hasta tarde?-que pregunta más estúpida, mejor cállate Roxana¿ sí?-.

  • G: Jajaja.

  • R: De que te ríes?

  • G: No, de nada, y si aun me gusta dormir hasta tarde.-cambio su cara radicalmente y comenzó a hablar nuevamente pero ahora un poco más seria-. Roxana…yo…quería pedirte perdón por todo lo que paso aquella vez, es mas he venido a dejar a francisco solo para verte a ti, ósea, para que hablemos, si me dieras la oportunidad de hablar contigo y contar…

Justo en ese momento tocaron el timbre, que podía hacer ahora, no tenia excusa para no hablar con ella, habla con ella me decía mi inconsciente.

  • R: Gabriela…yo…este…no sé qué decir, creo que esa conversación va a quedar pendiente, porque ahora tengo que entrar al jardín, lo siento.

  • G: Si, si, no te preocupes, tengo todo el tiempo del mundo, si quieres te paso a buscar más tarde, cuando salgas y así podemos hablar tranquilamente, te parece.

  • R: Ok, como tu digas, pero y francisco.

  • G: No te preocupes, el estará con nosotras todo el tiempo, o mejor por que no vamos a mi casa.

Shit!! Y ahora, no me podía escabullir, cuando justo me entro una llamada, era mi madre, al parecer mi padre había sufrido un paro respiratorio y había muerto, en todos estos años también aprendí que cuando una persona cercana a ti se muere, tienes que llorar, si quieres, pero nunca tienes que dejarla ir de tu corazón, porque así lo quiso dios y punto. Aprendí a ser más fuerte, desde la muerte de Casandra aprendí a valorar a las personas, colgué el teléfono, suspire, no llore porque era su destino. Llegue donde Gabriela y le dije que al parecer no iba a poder hablar con ella porque tenía algo muy importante que hacer.

  • G: ¿sucedió algo?-. pregunto preocupada-.

  • R: Nada, solo cosas del destino.

  • G: Bien, no te preocupes nos veremos luego entonces.

  • R: Si Gaby- ay! Le dije como antes le decía- ósea Gabriela.

  • G: Ok, nos vemos, bye-dijo besando mi mejilla y yéndose rápido-.

(No me lavare mas el rostro, es una broma.)

Hable con la directora del jardín de infantes, le conté lo que había pasado, la muerte de mi padre y me dio todos los días que yo quiera tomarme, tenía que viajar donde mi madre, mi madre había vuelto a la ciudad de donde nos habíamos ido, para sentirse más en casa, ya que nunca le gusto en donde vivía después de la mudanza, entonces tendría que volver a la ciudad que me vio crecer, en donde deje miles de cosas.

Volví a aquella ciudad escenario de los episodios más importantes de mi vida, que podía hacer esas calles tenían perfume a nostalgia color a recuerdo y sabor a llanto, el mismo cementerio de siempre con 3 personas de mi vida en el… en la ceremonia pude sostener a mi madre y ahora ser yo quien secara sus lagrimas como tantas veces lo hizo ella, se despidió, me despedí de mi padre y lo dejamos ir.

  • M: te vas conmigo donde tu tía?

  • R: no mamá quiero quedarme un rato más.

  • M: pasa a ver a tus dos angelitos.

  • R: eso haré.

  • M: nos vemos luego.

  • R: por supuesto, nos vemos.

El destino me quiso traer de nuevo aquí al lugar de siempre cuando ahora mismo tengo un tornado de sentimientos en mi corazón, compre dos flores blancas y primero fui donde Casandra…

  • R: Quizás ahora recién entiendas lo importante que siempre fuiste para mi, nunca bastaron las veces en que te di las gracias por consolarme y creo que jamás serán suficientes, pero aquí me tienes una vez más… llorando por ti, por todo lo que merecías y yo nunca te pude dar… no quiero consejos ni ayudas de ti, solo que me abraces como lo hacías siempre cada vez que me veas llorar, tu compañía es algo que a veces necesito y que pido a gritos, nadie como tu existe ni existirá en mi vida y quiero que sepas que eres irremplazable, te quise demasiado y ahora aun mas porque nunca supe a la gran amiga que tuve a mi lado hasta que la perdí, gracias amiga… y perdón, perdóname por lo que no pude ser… una princesa para ti – bese su lapita fría, tan fría como la mañana en que desperté solo con su recuerdo en mis manos –

Camine, unos cuantos metros más allá estaba mi otro ángel… Valeria

  • R: Contigo es diferente, creo que lo hemos hablado tantas veces, la culpa ya no es un tema de conversación entre las dos, ¿o aun lo es?... necesito tu ayuda, la amo… lo sabes, pero ¿qué hago con ese pasado que me atormenta? La vi, con otro en una cama mientras la vida me destruía una vez más, ¿cómo se perdona una traición de alguien que le confiaste todo?... Valeria como quisiera que pudieras responderme se que tienes la respuesta, o por lo menos ver en el fondo de mi alma y descifrar que dice porque yo en estos momentos no se qué hacer, por un lado la veo y es toda una mujer, ni rastros queda de aquella niña, solo esos ojos… ni siquiera se imagina el poder que esos ojos tienen sobre mí, pero también me recuerdan todo lo que hizo – caminaba de un lado a otro hablando sola, bueno no sola, con Valeria pero técnicamente sola, hasta que apareció Gabriela –

  • G: ¿jamás podrás perdonarme?

  • R: ¿qué haces aquí? – parando sorprendida –.

  • G: supe lo de tu padre, no quería dejarte sola.

  • R: jajaja que irónico.

  • G: ¿por qué?

  • R: cuando no te necesito apareces, pero cuando te necesite brillaste por tu ausencia – que haces Roxana!! –.

  • G: Roxana por favor, éramos unas niñas.

  • R: sí, yo era una niña… una niña que se enamoro – suspirando –.

  • G: ¿y qué crees que hice yo?

  • R: no hiciste más que jugar conmigo.

  • G: tenía miedo…

  • R: por eso terminaste con otro en la cama, ¿por miedo? – evidentemente enojada –.

  • G: no.

  • R: sabes no quiero pelear contigo, mejor ándate.

  • G: no te voy a dejar, no me importa lo enojada que estés.

  • R: ándate, entiende que no quiero tenerte en mi vida – MENTIROOSA!!! –.

  • G: no se qué hago aquí.

  • R: eso mismo quiero saber yo, ¿qué haces aquí?

  • G: tal vez ya no quiera separarme de ti, ¿lo has pensado?

  • R: por favor, ¿con qué cara me dices eso?

  • G: ¿y con qué cara me rechazas así, si sabes que te mueres por mi?

  • R: ¿perdón? Gabriela no soy la misma niña de hace años – soy aun más débil a tus palabras –.

  • G: para nada, eres una mujer… una mujer que no sabrá dejar su orgullo de lado por amor ¿o no?

  • R: esa pregunta debería hacértela yo.

  • G: yo ya lo deje todo por tu amor – acercándose a mi –.

  • R: detente.

  • G: no puedo, porque tu boca me lo pide.

  • R: Gaby por favor.

Me beso, la bese… sus besos era probar un poco del cielo, completamente maravillosos y mientras reconocía el sabor de sus labios, los movimientos de su lengua, se separo de mi para dejarme sola, en el último lugar donde pensé besarla, frente a Valeria y con una interrogante que me perseguiría por el resto de los días que este lejos de ella… ¿dejare mi orgullo de lado por su amor?.

Continuara…