La llave y el candado (4)

Clara ya le queda menos para que acabe el finde y pase a otra etapa de su educación.

LA LLAVE Y EL CANDADO (IV)

Elena y Clara callejearon durante varios minutos, siempre la sumisa un paso por detrás de la Maestra, llegaron a un restaurante en uno de los barrios de la ciudad, en cuanto entraron una camarera pelirroja y de ojos azules les recibió conduciéndolas a la entreplanta donde tras traspasar una puerta entraron en lo que parecía un comedor privado.

Una mesa en el medio bien decorada era donde iban a comer, estaba dispuesta para tres comensales. Fanny, la camarera, le indicó a Clara que la siguiera y la llevó a un vestidor donde la hizo ponerse una tela atada a la cintura por una cuerda que apenas cubría sus nalgas y la llevó de nuevo a la mesa. Allí se encontraban sentados Elena y un hombre de unos cuarenta años moreno con el pelo engominado echado hacia atrás atado en una gran coleta. Ella se acercó a él y poniéndose a su lado dejó que él la acariciara como valorando la mercancía, como si fuera ganado.

Veo Elena que nuestro buen amigo consigue mejores chicas cada vez.

Clara entonces se puso sentar a la mesa. Fanny entonces apareció en el comedor completamente desnuda, a Clara se quedó con la boca abierta, eran los pechos más bonitos que había visto en mucho tiempo rematados por dos pezones rosas como dos montañitas. La chica les fue sirviendo y llenando sus copas. El primer plato consistió en unas ostras y unas almejas, el segundo un plato de caza y el postre un pastel en forma de coño rociado por encima con nata y abundante canela. Para beber vino blanco para el marisco, tinto para la caza y cava para el postre.

Cuando terminaron Elena sintió ganas de ir al baño entonces pasó por detrás de Clara y agarrándola del pelo la hizo arrodillar y abrir la boca. La orinó en la boca de la sumisa y ella se tragó todo repasándose los labios con la lengua, Alfred hizo lo mismo usando a Fanny. Fanny recogió toda la mesa, luego recibió la orden de preparar a Clara para que pagara la comida.

Fanny se acercó a la chica y la desnudó completamente y la inclinó sobre la mesa haciendo que sus pechos tocasen la madera, ató sus manos a los bordes con unas correas de cuero y abriendo ligeramente sus piernas las sujetó a las patas de la mesa.

Ahora pequeña zorrita excita su agujero trasero para que la pueda poseer---ordenó Alfred.

Fanny muy obediente bajó su cabeza y sacando su lengua recorrió toda la ranura entre las nalgas de la sumisa recreándose en el estrellado agujerito, lamiéndolo en círculos y con las manos abriendo las nalgas para ayudarse. Con la lengua siguió dándola estocadas hasta que pudo penetrarla con ella y notó como se iba lubricando y relajando el músculo. La metió un dedo y la folló con él suavemente pero sin parar, luego dos dedos y por fin tres.

Entonces paró y se fue donde su Amo Alfred que la esperaba con la polla en la mano y se arrodilló entre sus piernas y se introdujo uno de sus huevos en la boca succionándolo de manera certera, después el otro y por fin con la punta de la lengua inició un camino desde el escroto hasta la punta del glande para en el camino inverso entrar la verga en la boca hasta comerla entera y conseguir una gran erección. Alfred la apartó con la mano para que fuera donde Elena.

La Maestra entretanto se había sentado en un sillón completamente desnuda y abierta de piernas había comenzado a masturbarse acariciando sus pezones y apretando los pechos. Fanny se arrodilló entre sus piernas y comenzó con caricias en los muslos, luego con la lengua recorrió la cintura de la mujer apenas tocando su piel para descender por la ingle derecha y luego subir por la izquierda. En el perineo hacía círculos arriba y abajo para luego lamer los labios vaginales hasta llegar al clítoris el cual rodeaba para cuando este se endurecía cogerle con los labios mientras con la punta de la lengua lo lamía de forma frenética haciendo que Elena casi tuviera que cerrar los ojos de la excitación.

Alfred en la mesa acercaba su polla a la entrada del ano de la sumisa y comenzaba a penetrarla de forma suave pero sin pausa, cuando sus testículos tocaron con las nalgas de la chica empezó a follarla de forma vigorosa cada vez con más ardor sin preocuparse por el placer de la sumisa hasta que sintió que se venía y entonces la sacó y la montó por el coño, la follaba con penetraciones muy profundas. Fanny que había terminado con Elena se acercó con un artilugio que introdujo en el ano de la chica tras embadurnarlo de lubricante y dentro de ella lo hinchó ligeramente hasta que notó que la polla de su Amo quedaba bien prieta en la vagina de Clara.

Elena por su parte se había colocado tras Alfred y con sus finos y largos dedos le penetró analmente intentando estimular su próstata lo que hizo que el hombre no tardara demasiado en notar que se iba a correr y extrayendo el pene del coño eyaculó sobre la espalda de la muchacha. Clara había pagado ya la comida, Fanny la acompañó hasta los vestuarios de los camareros donde la duchó, la perfumó y la dejó tal y como había llegado tras aplicarle una serie de hielos en el ano y el conejito para que se contrajeran de nuevo y se cerraran.

Tras despedirse de Alfred, las dos mujeres salieron del restaurante.

Ahora vayamos a casa que por hoy creo que ha sido ya suficiente.----dijo Elena.

Llegaron a casa y al entrar se acercaron sus compañeras de piso y besaron en la mano a Elena tras hacerla una genuflexión, definitivamente también eran sumisas, pero como la dijo Elena, eran un rango superior a ella porque ya habían pasado su periodo de prueba. Verónica que era la más alta la dijo a la Maestra que el paquete ya había llegado.

Entonces aplicárselo esta noche y que duerma con él pero primero con uno de los conos ayudarla a que dilate.---ordenó ella.

Las tres chicas se fueron a ver la televisión sentándose en el sofá, mientras que a Clara la hicieron sentarse en una silla especial de madera en la que tenía que tener el torso inclinado hacia delante y en el asiento había un agujero. Antes de que se sentara la introdujeron un cono en el coño y la ordenaron que no se saliera porque si no la azotaban, luego la metieron otro en el culo pero mientras veían la televisión Alicia sacaba y metía el cono de culo varias veces y a veces lo cambiaba por otros de distinto tamaño para que fuera dilatando más.

A la hora de cenar Clara tuvo que hacerla completamente desnuda y comer la suya en una escudilla en el suelo. Cuando terminaron tuvo que fregar también desnuda y entonces la dieron permiso para irse a la cama.

La pusieron unas muñequeras de cuero con unas argollas y un collar rígido, también con una argolla, la metieron dos pequeñas esferas de goma en el ano y en el coño que inflaron ligeramente para que los dos agujeros se fueran acostumbrando y la tumbaron en la cama atándola por las muñecas y el cuello al cabecero a la espera de un nuevo y excitante día.

Continuara.............................

Este relato es imaginario pero si queréis podéis escribirme a:

Picante100@hotmail.com