La llave y el candado (2)

Sigue Clara recibiendo su educacion y pagando por ella.

LA LLAVE Y EL CANDADO (II)

A las nueve de la mañana Clara estaba puntual a su cita, llamó con los nudillos a la puerta de Elena con la cabeza gacha y el tanga oscuro que le regaló su Amo en la mano como la habían dicho sus compañeras de piso, llevaba una blusa blanca sin sujetador en la que se intuían los pechos pero no se transparentaba, abajo una falda dos dedos por encima de la rodilla con vuelo para que las manos de cualquiera pudieran tener libre acceso a su coño.

Elena la hizo entrar y la puso contra la pared y palpó el sexo de la sumisa y el culo para ver si estaba bien aseado y sin bragas, luego soltó los botones de la blusa y pellizcó los pezones con fuerza como queriendo torturarla, cuando hubo terminado la dejó ponerse el tanga y la hizo que la siguiera, entraron en la primera estación de metro que encontraron, bajaron las escaleras mecánicas, luego sacaron billete y traspasaron las maquinas canceladoras para esperar en el andén. Clara siempre iba un paso por detrás de su Maestra.

Tomaron el metro, se montaron en el vagón de en medio, el metro ibas bastante lleno y Elena la hizo situarse en la plataforma entre dos puertas de tal forma que siempre había alguien de pies cerca de ella, la intención era que si había algún hombre lo suficientemente atrevido la sobara un poco y se sintiera como una fulana, efectivamente un hombre vestido contraje y un maletín se situó detrás de Clara, puso su maletín entre sus piernas e hizo como que estaba distraído pero Elena observaba la escena por si acaso.

La mano del hombre en el primer frenazo del metro fueron a situarse sobre la cadera de la muchacha para en un movimiento imperceptible pegarse a ella como una lapa a la roca, con la otra mano que tapaba el cuerpo de la chica y una de las paredes del vagón la colocó en el muslo de Clara pero Elena se había situado de forma estratégica y podía ver bien la escena todo el rato, el hombre fue subiendo la mano por el muslo hasta llegar a la cintura de la chica de ahí la fue bajando por la ingle hasta sujetar el coño de la sumisa con la mano. Elena podía ver como a su vez la polla del ejecutivo se iba poniendo dura conforma pasaba el tiempo.

La Maestra se levantó y se bajó del metro tras hacerle una seña a la chica para que no se moviera, al de cinco minutos en los cuales el hombre no paraba de magrear a la muchacha llamó al móvil de Clara, ella lo cogió, la Maestra la dijo que se lo pasara al hombre que se quedó estupefacto ante la situación pero aceptó la llamada. Elena le dijo:

Si quieres que aparte de sobarla te la coma o te la folles el precio son 150 € y la tendrás durante una hora para ti pero eso si para marcar el tiempo ella me tendrá que ser y en presencia mia.

El hombre alucinaba pero la excitación era mayor, la dijo a Clara que la mujer había dicho que le siguiera, él se bajó donde la Maestra le había dicho y allí se la encontraron, Clara se quedó aparte mientras Elena terminaba de acabar las condiciones del trato. El hombre se marchó y fue a su despacho, dio dos horas libres a su secretaria y cuando la secretaria se fue él llamó a Elena y la dijo la dirección donde debían ir.

Llegaron, Álvaro que se llamaba el tipo la ofreció a Elena algo para beber mientras observaba y empezó a besar a Clara mientras las manos sobaban sus nalgas como con vicio, había quitado todas las cosas de la mesa y la sentó en el borde abriéndola las piernas, la miraba con cara de lobo vicioso, se quitó la camisa y la corbata se bajó los pantalones y quitó los calcetines, luego se bajó el boxer y se quedó desnudo.

La polla ya estaba tiesa, era de un tamaño considerable, él empezó a soltar los botones de la blusa de la muchacha mientras la besaba con pasión, casi con vicio de tal forma que ella se fue excitando y mojándose cada vez más, cuando hubo terminado de quitarle la blusa vió como los pezones estaban duros como piedras, tomó uno de ellos con los dientes de manera cuidadosa y lo estiró ligeramente haciendo que la chica gimiera.

Fue a una nevera que tenía en una esquina del despacho y cogió del congelador un hielo, se lo puso en los labios y empezó a pasarlo por la piel del cuello de la sumisa, muy lentamente bajando hasta sus pechos, rodeando los pezones y jugando con ellos mientras con la mano bajaba la falda de la muchacha, ya solo le quedaba el tanga el cual deslizó rápido con ayuda de Clara, ella estaba muy excitada y comportándose como una puta que era la orden que había recibido de Elena.

El hombre la hizo tumbarse hacia atrás ligeramente y mientras la comía los pezones con fuerza como si fueran dos fresas de verdad acercó la polla hasta los muslos de la muchacha como si fuera un tren que quisiera penetrar en un túnel, un túnel de placer para luego entrar y salir, la polla se colocó en la entrada de la vulva y de un golpe seco la metió toda ella.

AGGGGGGGGGGGGHHHHHH---chilló ella.

Mientras tanto Elena que no paraba de mirar la escena se había desnudado y se estaba masturbando, cuando Álvaro comenzó a follarse a su sumisa ella se acercó por detrás a él, el hombre estaba echado hacia delante comiendo los pechos de la chica y sujetándola de los hombros la follaba con fuerza, le abrió las nalgas y chupándose un par de dedos le fue acariciando el esfínter anal, él la miró como asustado pero ella le tranquilizó con un beso y le invitó a seguir con lo que estaba haciendo.

Clara no paraba de jadear, casi podía llorar de placer ante las embestidas de ese amante, él sabía como rozar con la polla en el clítoris mientras la ensartaba con el pene. Con el dedo de Elena estimulaba la próstata de él y esto conseguía que la polla se tensara más si cabe y que el orgasmo estuviera más cercano. Entonces él se la sacó a Clara y la hizo ponerse de pies y tumbarse sobre la mesa, iba a lubricarla el ano cuando Elena le dijo que no hacía falta y la penetró de una vez teniendo cuidado pero sin frenar sus ansias.

Clara sintió una pequeña punzada de dolor pero enseguida se convirtieron en oleadas de placer explotando en un orgasmo que continuó en el tiempo, mientras Álvaro que había retardado su corrida seguía follandola el culo mientras la sujetaba de los pechos o las caderas, a veces la cogía del pelo y la follaba con fuerza haciendo que la chica arquease la espalda, ya no le quedaba mucho para correrse.

La extrajo la verga del ano y ella quitándole el condón se la metió en la boca dándole un suave y profundo beso y comenzando a comérsela mientras le acariciaba los huevos suavemente y le masturbaba con la otra mano, él estaba muy cachondo y la acariciaba el pelo mientras ella se metía toda la polla en la boca y se la comía poniendo cara de vicio mirándole a él, Álvaro la anunció su próxima corrida y ella se la sacó de la boca eyaculando el hombre en su cara y en sus pechos, ella cogió con la punta de la polla de él el semen de los pechos y lo extendió con la verga.

Terminaron, ella fue al baño a lavarse y orinar con la puerta abierta mientras Álvaro podía verla, se vistieron los tres y él pagó los 150 € muy a gusto, incluso las pidió el teléfono pero Elena no se lo dio, le dijo que si otra vez decidían que ella vendiera algo le llamarían.

Ahora tenían que ir a hacer las compras que había planificado la Maestra.

Continuara........................

Este relato es imaginario pero si queréis podéis escribirme a:

Picante100@hotmail.com