La llave y el candado (1)

Continuación de la enseñanza de clara.

LA LLAVE Y EL CANDADO (I)

A las seis de la tarde volvió Elena, la levantó y la ordenó que se vistiera pero en lugar del tanga que había traído se pusiera el que ella le daba, un tanga negro de algodón en el cual iba escrito en letras doradas la siguiente frase.

Property of Oscuro.

Luego la colocó un collar de seda roja y una plaquita de esmalte blanco en el que venía su nombre, debajo el de su Amo con lo que se veía que era propiedad y un número el número 3 y todo rodeado en un círculo. Elena la explicó que a partir de ahora podía ser solicitada y que ella tenía que obedecer a todos los Amos o Amas en cuya placa estuviera el número tres salvo los que llevasen el circulo rodeando toda la inscripción salvo orden contraria de su Amo o de Elena que iba a ser su maestra. También la dijo que el collar de los Am@s se distinguía porque era de cuero negro mientras el de las sumisas o sumisos era de seda roja. Si alguna sumisa se dirigía a ella también tenía que acceder a sus deseos sexuales pero primero comentarlo con su Amo por teléfono y nunca obedecerlas.

Después de que Clara estaba vestida, Elena comprobó que estaba todo en orden y la llevó en coche hasta una peluquería. Allí la hizo descender del coche y la hizo entrar dentro, el peluquero según la vió cerró la puerta con llave y colocó el cartel de cerrado, las acompañó hasta la trastienda, allí era donde hacía algunos de los servicios como masajes, etc. Puso una camilla en el centro de la habitación y la cubrió con una tela blanca. Elena de mientras la ordenó a la sumisa al oído que se desnudase y fuera colocando ordenadamente toda su ropa en la silla y se pusiera en posición de espera de pies pero con las manos en la nuca.

La chica obedeció al pie de la letra las instrucciones por lo que se ganó una caricia de Elena, a una seña de Elena al peluquero éste supo que podía saborear la pieza en un primer contacto y comenzó a acariciar a la muchacha en toda su extensión abriéndola las nalgas y recreándose en los pechos y el coño. Luego la hizo tumbarse en la camilla y que abriera las piernas un poco. Cogió una palangana de agua tibia y con una brocha de afeitar la fue extendiendo por todo el pubis de Clara mojándolo a conciencia para después extender la crema con la que le iba a rasurar todo el vello.

Poco a poco fue quitándole todo el vello negro, cuando acabó la hizo tumbarse boca abajo y repitió la misma operación hasta dejarle todos los genitales libres de vello, luego se lo quitó de las axilas y de cualquier parte del cuerpo que no fuera el cuero cabelludo. Elena por otra parte había conectado el ordenador y había contactado con el Amo para que lo viera por la webcam y también lo había grabado con una videocámara digital de gran calidad de imagen.

Ayudó a Clara a levantarse y la chica iba a vestirse cuando sintió un azote con una fusta en la nalga y se paró y se colocó en postura de espera. Elena entonces la dijo que había que pagar al peluquero el trabajo realizado y que lo tenía que pagar ella pero no con dinero sino dejándole que la follase durante una hora como si fuera una vulgar puta.

Antes que Clara pudiera protestar el hombre la había sujetado del pelo y la hizo que le desnudara. Clara fue poco a poco cumpliendo la orden pero cuando Juan solo vestía un boxer negro la obligó a arrodillarse, no necesitaba más ordenes sabía lo que debía hacer, con los dientes los puso en la cinturilla del bóxer y comenzó a bajarlo hasta los pies mientras con una mano cogía la polla que ya estaba morcillona y con la otra acariciaba los huevos, comenzó a darla lametones en todo el tronco de la verga y en la punta del glande, la polla se iba poniendo cada vez más dura y Clara se la iba metiendo en la boca como si fuera un pirulí de los que ella se comía siendo pequeña hasta que la tuvo toda dentro y empezó a mamarla con suavidad pero con firmeza.

Llevaba ya un rato mamando cuando el hombre para que no pasara el tiempo y poder usarla la levantó y la hizo tumbarse en la camilla de nuevo boca arriba, se puso las piernas de la chica en sus hombros y la penetró de una vez, a la chica se le escapó un gritito que fue castigado con un pellizco en su pezón por su Maestra. Ahora estaba siendo follada por el hombre, ella contraía los músculos de su vagina y los relajaba a voluntad consiguiendo que el hombre se excitase cada vez más y la premiase con bonitas palabras mientras alababa sus virtudes como folladora.

El hombre como sabía que solo disponía de una hora tenía que aprovechar el tiempo así que la sacó la polla y la colocó boca abajo con las piernas apoyadas en el suelo, Clara adivinó lo que venía y aunque se había preparado durante todo el tiempo que estuvo siendo sumisa ciber nunca la habían follado por ahí y tenía miedo pero se relajó y antes de que pudiera protestar ya la tenía dentro, Elena la felicitó por estar tan dilatada, eso significaba que había cumplido las ordenes que le dio su Amo. El peluquero se la folló durante un buen rato, Clara no tenía permiso para correrse, afortunadamente no la masturbaba con la mano mientras la follaba por su puerta de atrás porque si no la hubiera costado verdaderos sudores no tener un orgasmo.

Juan se corrió sobre la espalda de la chica, luego la limpió y la perfumó dejándola como la había encontrado, ese era el trato, la recordó que tenía que ir cada cierto tiempo cuando se lo ordenara su Maestra a mantener el pubis rasurado y que el precio sería el mismo. Elena la dio permiso para vestirse y que esperase en el coche, ella obedeció solícitamente.

Elena salió de la peluquería y sentándose en el asiento del coche miró al espejo retrovisor y observando a Clara, la cual miraba al suelo como una buena perra la dijo que el informe que iba a pasar de su primer día era bastante favorable y que la iba a recompensar por ello cuando llegaran a casa. Condujo durante un rato y metió el coche en el parking y subieron en el ascensor. Cuando llegaron arriba la hizo pasar a su casa y la hizo sentarse en el sofá y que se desnudara de cintura hacia abajo y abriera las piernas.

Clara obedeció, Elena la tapó los ojos y se quedó a su lado, Clara pensaba que lo que iba a ocurrir era que su Maestra la iba a comer el coñito hasta que se corriera pero aunque el premio se parecía era distinto. Entraron sigilosamente en el salón Ana, Berta y Daniela que eran sus compañeras de piso, miraron a Elena y ella les hizo el gesto de premio así que Ana se arrodilló y le comió el coño a Clara hasta que se corrió, Luego Berta la sacó un nuevo orgasmo y por fin Daniela lo mismo. Clara hasta ese momento no había tenido relaciones reales lésbicas pero ahora mismo se había sentido en la gloria, su Maestra la soltó el pañuelo que cubría sus ojos y lo que vió la estremeció pero como no quería ser castigada no movió ni un músculo.

Como ves aquí están tus tres compañeras de piso, ellas también son sumisas de Oscuro pero ellas te sacan un año de diferencia y como verás en sus collares no están a prueba como tu sino que la prueba ya la pasaron, estos días no las has visto los collares para que no sospecharas nada pero hasta que pases la prueba serás su criada, su esclava y todo lo que ellas quieran pero dentro de unos limites que si sobrepasan serán castigadas, la casa en la que estáis esta llena de cámaras y micrófonos para que no abusen de ti ni para que tu te rebeles. Ahora zorra vístete y vete con ellas, mañana estate vestida y lista a las 9 de la mañana, ellas te dirán que ropa vestirás porque nos vamos de compras tu y yo.

Clara se vistió y siguió con la cabeza gacha a sus compañeras de piso, allí la hicieron desnudarse y la colocaron un delantal que era la única prenda que la iba a estar permitido llevar.

Continuara.............................

Este relato es imaginario pero si queréis podéis escribirme a:

Picante100@hotmail.com