La limpiadora

Me la folle porque estaba tremenda

A mi casa viene todas las semanas una mujer ha hacer la limpieza. Tienes unos 30 años, es pelirroja, mide 1’65, tiene unos pechos generosos y un culito respingan que me vuelve loco. Ella acostumbra a venir a eso de las 8 de la mañana y se mete directamente al baño a cambiarse de ropa para ir más cómoda. Normalmente se pone un pantalón de licra ajustado que le marca su culito y una camiseta ancha que cuando se agacha deja ver sus tetas con el sujetador que el toque ese día.

Ella se llama Sonia y sabia que a mi me gustaba porque me había pillado alguna vez mirándole el culo mientras se agachaba a coger algo del suelo. Cuando ella descubrió que la miraba y que me gustaba se agachaba y ponía el culo en pompa cuando estaba cerca o pasaba por donde ella estaba limpiando. Se me olvidaba decir que me llamo Ismael, tengo 22 años, mido 1’78 y no estoy del todo mal ya que practico un deporte de contacto.

Una mañana cuando me levanté vi que llevaba un pantalón diferente al que acostumbraba a traer, era también de licra y se le ajustaba, pero ese día se le ajustaba mas de lo normal y marcaba claramente el tanga que llevaba y si la mirabas por delante dejaba entrever su rajita o pata de camello como yo la llamo. También llevaba una camiseta ancha pero note que no llevaba nada debajo por lo que si se agachaba dejaría ver sus tetas que me gustaban tanto.

Una de las veces que pase junto a ella vi que se agachó, yo me pare delante de ella porque no me dejaba pasar ya que ocupaba el pasillo de mi casa entero. Cuando se incorporo pude ver esas tetas que tanto me gustaban por el cuello de la camiseta que llevaba y ella se dio cuenta, por lo que me dijo:

  • Te gustan?

  • Y a quien no lo podrían gustar?. Conteste algo rojo.

  • Si quieres puedes verlas mejor, porque me he dado cuenta que las miras con muchas ganas, ¿no has visto ningunas en tu vida?

  • Si que he visto pero no tan bonitas y grandes como las tuyas. Dije algo mas envalentonado.

  • Esta tarde estoy sola en mi casa a partir de las 5, si quieres verlas un poco mejor solo tienes que pasarte y ya veremos lo que se puede hacer.

Cuando me dijo eso siguió con lo que estaba haciendo y yo me quede un poco descolocado porque pensando en ella me la había machacado muchos días y no me acababa de creer lo que me había dicho, así que me puse en mi ordenador hasta que llego la hora de que se fuera.

Cuando salía por la puerta ya con la ropa de calle me dijo:

  • Esta tarde te espero, ya sabes donde vivo. Un beso.

Yo me quede de piedra, porque lo que me había dicho iba enserio, no había sido para ponerme cachondo y dejarme a medias. Me tire el resto de la mañana pensando en que me pondría para ir a verla y que pasaría cuando llegase a su casa. Mi mente calenturienta no hacia más que darle vueltas a sus palabras y a lo que podía pasar.

Cuando daban las 5 de la tarde estaba en la puerta de su casa recién duchado con unos bóxer nuevos y con mis mejores galas para la tarde que creía iba a ser inolvidable y que así fue.

Ella abrió la puerta y llevaba puesta una minifalda que dejaba ver sus piernas largas y un top ajustado que dejaba ver sus pezones marcados. Esa imagen hizo que se me empezara a poner dura, ya que estaba tremenda. Ella me dijo que pasase que no había nadie. Entre a su casa y me llevo directo al salón. Allí me dijo:

Que guapo vienes, te has puesto así solo para mi o lo sueles hacer cuando quedas con alguna chica?

Solo para ti. Conteste algo avergonzado.

Viendo como la miraba se acerco a mi que estaba sentado en el sofá y se puso a horcajadas encima mío, algo que me puso como las motos. Su olor me excito aun más de lo que estaba y mi polla se puso dura como una piedra, cosa que ella noto porque enseguida empezó a mover sus caderas para restregar su coño contra mi polla.

Yo no sabia que hacer ya que estaba un poco cortado, por lo que ella cogió mis manos y las puso en sus tetas por encima del top. Sus pezones estaban duros y erectos ya que se le notaban un montón, yo empecé a apretarlos y ella me miraba con unos ojos lascivos que pedían a gritos que siguiese. Me abalance sobre sus labios para besarlos y en un principio ella se aparto, pero al poco se dejo llevar por unos besos que la pusieron muy cachonda haciendo lo mismo en mi.

Le quite el top a petición suya y empecé a chupar unos pezones de color oscuro y duros como piedras, los lamía, los chupaba y los mordisqueaba mientras ella emitía pequeños gemidos de placer. Ella se levanto de encima de mí y se puso de rodillas delante de mí y empezó a acariciar el bulto de mi pantalón. Mi pene estaba muy duro y ella tardo poco en sacarlo del pantalón y acariciarlo poco a poco. Mi glande estaba brillante por las primeras gotas que asomaban de el. Ella sin pensarlo se lo metió a la boca y empezó a chuparlo entero, desde la cabeza hasta los huevos, le cabían mis 18 cm enteros en la boca y eso me ponía mucho. Con una mano me masajeaba los huevos y con la otra se tocaba su coñito.

Pasado un rato la puse de pie y la hice que se subiera al sofá y pusiese sus bragas a la altura de mi cara, estaban muy mojadas por lo que le pase la lengua por donde mas mojadas estaban y ella se estremeció de gusto. Enseguida se las quite y me invadió un olor indescriptible a coño mojado, a mujer en celo en definitiva a excitación. Mis ojos se deleitaron viendo su coñito casi pelado con una pequeña franjita de pelo donde empezaba su rajita de color anaranjado.

Ella me apretó mi cara contra su coño para que se lo comiera y no dude en sacar mi lengua y acariciar sus labios hinchados y mojados. Cuando empecé con esta placentera misión ella empezó a gemir poco a poco pidiéndome que no parase que le encantaba. Al poco la acosté en el sofá y la hice abrir las piernas par poder comérselo mejor. Metí de nuevo mi cabeza entre sus piernas y seguí con los labios de su coño y empecé a subir hacia su clítoris que estaba muy duro y gordo. Le pase la punta de la lengua por su clítoris y ella dio un gran gemido de placer que precedió a un abundante chorro de sus flujos en mi cara señal de que se había corrido. No satisfecho con ese orgasmo me metí todo su clítoris en mi boca y succione hasta que la oí gritar de placer y mover sus caderas compulsivamente. Aguanto bien poco antes de correrse y llenar mi cara de nuevo con sus flujos.

Después de esto ella se incorporo y me pidió que me la follara a 4 patas que era como más le gustaba. Cuando se puso en esa posición su culo apareció ante mí y me puso aun más cachondo, porque era perfecto. Cogí mi polla con la mano y se la metí de golpe con un empujón tan fuerte como pude, ella gimió de placer y seguí con las entradas y las salidas de su coño. Estaba muy mojada y mi polla entraba y salía sin problemas.

Pasado un rato le dije que me corría y me dijo que lo hiciese encima de su culo, yo saque mi polla y solté un chorro de leche que le llego hasta el pelo y le lleno toda la espalda y el culo con mis jugos blancos y calidos. Ella se puso de pie me beso y se fue al baño a limpiarse. Cuando salio me dijo:

  • Mañana a la misma hora te espero, pero esta vez te dejare que me llenes la boca con tu leche.

Esto ocurrió hace tres años y aun sigo yendo a verla una vez por semana y fallándomela como el primer día.