La limpia cristales
Cuántas veces hemos visto a chicas limpiando cristales en los semáforos de Barcelona?.
Jamás en mis 35 años de vida pensé que llegaría a pagar por tener sexo. No fue una cita con una prostituta ni nada similar. Ocurrió en un semáforo, con una "limpia cristales", ni premeditado ni similar, simplemente paso.
El día no había sido muy movido y la verdad dada la desidia que mi mujer tiene con el sexo últimamente así como el verano y la ligereza de ropa, dejando entrever cosas que el invierno nos oculta, me notaba sumamente excitado.
En la zona que trabajo, durante el mes de agosto aparcar es gratuito por estar exentas de este las zonas azules y me dirigí hacia mi coche para volver a casa. Serian aproximadamente las 4,30 de la tarde. Por mi trabajo no tengo un horario fijo y no había anunciado en casa mi vuelta, incluso era mas pronto de lo normal.
Subo al coche, arranco, ponga el climatizador a toda marcha para enfriar el coche que se encuentra ardiendo por haber recibido el sol durante todo el día, ponga la música a todo volumen e inicio mi vuelta a casa.
Voy superando semáforos hasta llegar al que ha cambiado mi forma de ver a las personas que limpian los cristales, venden pañuelos o simplemente se limitan a pedir.
Debe tener unos 18 años y con rasgos de rumana, es alta y su vestir es mas occidental que sus compatriotas, lleva un niño colgado en una especie de mochila y esta acompañada de otras chicas.
Se acerca al coche aprovechando que me tengo que detener por el semáforo, me pregunta si limpia, le digo que no, que están limpios (por una vez era cierto, hacia 2 días que había limpiado el coche) y ella me pinta un corazón en el cristal. No se si fue ese corazón, el calorcito que seguía todavía haciendo en el coche, el calorcito que yo también llevaba encima, muy superior al de dentro del coche, pero me la quede mirando, baje un poco la ventanilla y sin pensarlo mucho le dije:
Quieres conseguir 10 euros?
Siiii - Me dijo.
Sube al coche - añadí.
Ella mira a sus compañeras, da la mochila con el bebe a una de sus compañeras de semáforo y se dirige al coche con paso firme, contorneando sus caderas, un culo respingón muy sexy y se sube. Bloqueo las puertas del coche.
Yo tengo el billete de 10 euros en la mano y una vez dentro, cambia el semáforo y arranco lentamente. Esos primeros metros con un semáforo en rojo muy próximo me hacen percatarme del principio de locura que acabo de hacer, pero el calentón que llevo encima me hace lanzarme a la proposición que he pensado.
Ves los 10 euros, verdad?
Si- Me contesta.
Me mira extrañada. Tiene unos impresionantes ojos verdes, su pelo es rizado y tirando a rojizo, supongo que teñido. Una dentadura perfecta y su ropa se ve descuidada y sucia. Supongo que la limpieza y la pulcritud no deben de estar entre las prioridades de ella así como de las otras mujeres que la acompañan.
Pues vamos a hacer un trato.
Bajo mi mano derecha hacia mi cremallera y bajo la bragueta. No llevo ropa interior, en verano no me gusta llevar, bueno la verdad no me gusta llevar nunca, pero es en este periodo donde más veces voy sin ella. Saco mi pene y me la acaricio.
Vamos a dar una vuelta entera a la manzana, si consigues que me corra, son tuyos. Si te tragas mi semen, te doy 20 euros.
Yo mismo me extrañaba hablando de esa manera a esa chica. Supongo que su cara de pavor y sorpresa me hacían sentirme seguro para decir esas cosas.
Déjame marchar!! Dijo con su peculiar español.
Estaba asustada, aterrorizada, no cabía duda. Todavía eso me ponía mas caliente.
Seguro que ese niño que has dejado, necesita comer, pañales....Y si no es tuyo, supongo que con este dinero te puedes comprar cosas para ti en vez de compartirlo con tus compañeras, no crees?
Si- dijo bajando la vista.
Pues venga mujer, empieza. Dirigí mi mano a su cabeza, empujándola ligeramente hacia abajo.
Se dejo ir y enseguida note su caliente boca y lengua recorrer mi polla, hasta notar como su nariz tocaba mi vientre. La tenia toda en la boca, genial!!!
Muy bien, niña....Muy bien.
Gummmm decía ella.
El recorrido seguía e incluso me permití el lujo de pasar por delante de casa, pase semáforos y semáforos, mientras mi rumanita seguía con su boca dale que te pego con mi polla en su boca.
Nos íbamos acercando al punto de partida y la verdad es que la moza no iba mal. Aprovechando una de las bajadas de ella para la base de mi polla, apreté su cabeza haciendo que se quedara allí.
Respira por la nariz, mi niña. Tengo mucha leche dentro y así te pasara directamente a tu garganta. Por que supongo que querrás los 20 euros, verdad?
Un ligero movimiento de cabeza me confirmo que así era. Enfilaba la ultima curva que me llevaba al punto de partida y ya se veían a sus compañeras, que miraban para todos los sitios, como buscándola.
En ese momento empecé a correrme, ella instintivamente hizo el ademán de subir la cabeza, pero yo la apreté con fuerza.
Venga...tragarlo. Es rico y dulce. Sé que te gusta.
Gummmmmm, nuevamente
Eso mi niña....gummmmmm
Libere la presión sobre su cabeza y ella subió hacia arriba. Sus labios mostraban algún pequeño hilo de semen, sus mejillas estaban coloradas por el trabajo realizado.
Gracias, le dije mientras sacaba otro billete de 10 euros de mi cartera para dárselo. Ella guardo el dinero rápidamente en su pecho, que por cierto se veía grande y firme.
No contestó, simplemente me miro, abrí el coche y bajo a toda velocidad. Cogió al niño, se coloco la mochila y allí la deje mientras yo arrancaba, hablando con sus compañeras. Ya camino de casa y entrando en el parking seguía pensando en la mamada de la rumana y si esto no tendría repetición. No deja de ser el camino más corto para llegar a casa y como he dicho, esas tetas y su culo respingón prometen....