La Liga de las Traviesas

Relato en tono de comedia de la vida de tres travestis. Conoce las aventuras de Rafaella, Florencia, y Chantal, y sus ganas de ser las súper heróinas del pico.

LA LIGA DE LAS TRAVIESAS

Hace años en Chago City un trío de chicas traviesas decidieron pasar el año nuevo juntas, sin hombre alguno, con el sólo motivo de prometerse a ellas mismas que desde el nuevo año en adelante una nueva vida empezarían. En un arriesgado pacto de sangre se juraron mutuamente que serían las Súper Heroínas del Pico, para lo cual formarían una Liga de Traviesas, cuya único "lev motiv" sería no dejar ningún miembro masculino parado en 200 kilómetros a la redonda.

Antes de relatar las aventuras de nuestras súper heroínas, conozcamos algo más de sus personalidades.

Rafaella es rubia (teñida por supuesto), refinada, educada, la líder del grupo. De día es un respetado profesor universitario, con fama de exigente y perro; cuando un alumno se le pone entre ceja y ceja, hace lo imposible por reprobarlo y así someterlo a su astucia y dominio sexual. En los baños de la universidad se corre el rumor que muchos alumnos han pasado de curso luego que éste ha probado sus buenas vergas. Sus poderes como súper heroína están en sus garras (tipo Guepardo de los X-Men) con los que marca e identifica a sus hombres, luego de los coitos que goza. Sus ambiciones corren por el lado de llegar a ser una señora de las 4 décadas tan glamorosa como Cecilia Bolocco.

Florencia, a sus recién cumplidos 21 años es la más joven de la liga. Es delgada, con cara de niña, y manos frágiles. Es usual verla muy temprano en la mañana trotando (o vitrineando hombres) para conservar su cuerpo fibrado. De pelo negro, lo usa semi corto hasta los hombros, el cual disimula con gel cuando labora como cajero en un banco. Ninguno de sus colegas sospecharía la doble vida que lleva (correcto, tímido, profesional) y ni los abusos de su padrastro que ha debido soportar. Su vida dio inspiración a un radio teatro de provincia, el cual fue censurado debido a detalles muy escabrosos. Como súper heroína destacan sus poderes de transformación en animales, especialmente en yegua cuando la están poseyendo. Su ambición más cercana es ser reina de belleza, va fija para el Miss Fausto.

Y Chantal, la gordita y simpática de la liga. Todos recurren a ella para contarles sus problemas a los que siempre tiene un buen consejo y un chocolate como solución. La vida la llevó a convertirse en Testigo de Jehová, siendo la directora espiritual de un templo de misioneros. Su principal poder como súper heroína son la telequinesis para adivinar si su macho es dotado o no. Su ambición es casarse de blanco con el hombre que ama y ser desflorada en su noche de luna de miel, claro que esto ya es muy simbólico.

Después de la inauguración de la liga, nuestras súper heroínas empezaron hacer el bien con todo éxito a los habitantes masculinos de Chago City: jóvenes, viejos, casados, solteros, altos, bajos, gordos, flacos, lindos, feos, millonarios, pobres, todos eran atendidos con la misma pulcritud . Y así como acordaron en la semana, este sábado habría una gran fiesta orgía en la casa de Rafaella, en los faldeos de la cordillera.

Temprano cada una comenzó a arreglarse. Rafaella empezó por depilarse entera (la pobre es pariente del mono, ya que como hombre parece bajada de cama por lo peluda que es), se dio un baño de espuma, se puso sus cremas para blanquear su piel morena, se limó sus garras (perdón uñas). Para la ocasión se puso un porta liga y un strapless rojo brillante el cual afirmaba muy bien sus pechos falsos. En el espejo se vio hermosa, de rojo brillante, patíes negras, y peluca lisa amarilla. En tanto Florencia, después de su trote matinal y un fugaz coqueteo con un ciclista, tuvo que tragarse de mala gana la verga de su padrastro el cual estaba muy animado esperándola. Para poder estar presentable se fue temprano donde Rafaella, quien la ayudo a pintarse, a hacerse unos visos claros, y llenarla de brillos por todo el cuerpo. Florencia con más gusto prefirió un peto escotado para afirmar sus pechos, dejando su ombligo al aire. Se puso una mini color verde, y envolvió su cuello con un pañuelo de gasa.

Chantal no pudo disponer de la mañana para arreglarse, debido a su trabajo de misionera. Comió – algo que jamás perdona – durmió siesta, y se baño. Lleno sus blancas y prominentes carnes de cremas y talcos, quedando sus glúteos parecidos a las porcelanas chinas. Se puso un calzón a lo Bridget Jones, ósea enorme, y vaya a saber como se apernó en un corsé, mostrando al mundo unos pechos prominentes. Se vistió de blanco, su color favorito, con un modelo muy usado en el ballet, y se puso una peluca roja. Según ella parecía un botón de rosas, pero para algunos parecía un merengue. Hay que hacer hincapié que nuestras tres súper heroínas visten modelos exclusivos del Gatito Trepador.

Chantal fue la última en llegar a los faldeos de la cordillera, donde vive Rafaella, y en donde era la fiesta orgía. Se impresionó al ver la cantidad y calidad de invitados: Senadores de la república, animadores, actores, modelos, deportistas, empresarios, banqueros, algunos de estos disimulaban su presencia usando máscaras, pero Chantal tal hábil en sus poderes sabia de quien se trataba. También se jacto del mal gusto de otras integrantes de la liga, las cuales destacaban lejos por lo feas y poco glamorosas.

Chantal le hizo ver su descontento a Rafaella que debían poner mayores ingresos para que otras traviesas ingresaran a la liga, a lo cual Florencia, tan democrática dijo que había que gozar la vida y permitir que otras chicas se divirtieran como ellas. Rafaella estuvo de acuerdo, señalándoles que esta noche debían cumplir su promesa de no dejar ningún pico parado y que después podrían discutir sus diferencias, ahora era el tiempo de juerga y no que no estaba dispuesta a discutir con una histérica que estaba falta de hombre.

En el salón la fiesta ardía, la champaña corría a raudales, algunas parejas ya estaba fornicando de a dos o tres integrantes. Para comer había canapés de atún de la Isla de Pascua, calamares del Ecuador, caviar ruso, junto con naranjas y chocolates para activar la libido de los presentes.

Rafaella, animaba a los presentes, mostrando un show que había estado preparando hace días, el cual incluía canciones de Thalía. Mientras bailaba y meneaba el culo, una importante Senador la miraba; éste era bajo, barbón, y gordo, y siempre estaba con su Guardespalda, quien al contrario de su jefe, era alto, calvo y muy musculoso, además de negro. Rafaella gozaba cantando mirando al Guardespalda, desviando la mirada del senador el cual babeaba de excitación por la traviesa. Terminado su show, el Senador se acerca a ella y le dice algo al oído, esta siempre tan cordial le dice que la espere, porque tiene que ir al baño.

Rafaella se retiró hacia el baño de su hogar, el cual estaba en su dormitorio, en un segundo piso. Sin que se diera cuenta, el Senador la sigue y detrás de ellos el Guardespalda. Agotada y llena de sudor, Rafaella entra a su baño, hace sus necesidades, se seca el sudor, y se retoca el maquillaje, sacándose el strapless rojo con la idea de mudarse de vestido. Al abrir la puerta, ve con sorpresa al Senador y su Guardespalda, tapándose el pecho como acto reflejo.

  • Rafaella, linda preciosa, no te asustes, si somos nosotros, dijo el Senador.

Rafaella se exaltó un poco, argumentando que era posible que no la dejaran ir al baño tranquila, invitando al Senador a que volviera al salón, mientras ella se mudaba de ropa, para continuar el show.

Mientras, ésta hablaba el Senador lleva su índice a la boca en señal de silencio, haciéndole un gesto al Guardespalda para que se baje los pantalones. Entrando los tres al baño, cerrando la puerta.

  • Rafaella mi bella, acércate a mi Guardespalda, saborea su negro miembro, dijo el Senador. Mientras el Guardespalda se masturbaba regalándole un buen pedazo de carne.

Rafaella abrió los ojos de golosa al ver más de 20cm de carne fresca, agachándose para introducirla a su pequeña boca. El Senador tomó el miembro de su empleado y se lo dio de probar a nuestra traviesa.

El Guardespalda se desnudo, mostrando un cuerpo lampiño, y muy musculoso. Hasta su pubis estaba depilado. Se apoyo en la puerta del baño, y Rafaella lo vio completamente desnudo, excitándose con el adonis de ébano. Mientras, detrás de ellos el Senador se despojo de sus ropas, mostrando un cuerpo gordo y flácido, y un pene curvilíneo de tamaño normal, el cual Rafaella ni siquiera le dio mayor intención.

Rafaella se introdujo nuevamente en la boca la gruesa verga del Guardespalda, mientras el Senador atacando por la retaguardia le empezó a besar el culo, introduciéndole la lengua entre sus fisuras. Caliente como es, Rafaella empezó a jadear, quejándose fuerte y exigiendo más. Pidió que se la culearan, pensando que el Guardespalda lo haría, pero para su decepción fue el Senador quien la bombeó.

El Senador tomó la protección necesaria, y de un sólo viaje se acopló al cuerpo de la traviesa. Ésta por más que chupaba al Guardespalda y jadeaba exigiendo más, no tuvo mayor problema para recibir al Senador, el cual la montaba estúpidamente. Después de unos torpes movimientos, el Senador acabo dentro de ella.

Este fue el momento precioso que Rafaella estaba buscando, cuando se vio liberada del Senador, se paró ordenando al Guardespalda que se sentara en la taza del baño, poniéndole un condón al gran y bastante lubricado miembro de éste, introduciéndoselo hasta lo más profundo de sus esfínteres, quejándose estronduosamente de placer. A pesar que ya estaba bastante dilatada, se le pusieron los ojos blancos al sentir dentro de sí a ese tremendo mástil, que representaba exquisitamente al género negro.

Apoyó sus manos sobre los hombros del Guardespalda, saltando, gritando de dolor y excitación, enterrando sus garras en los hombros de su amante de ébano, mientras el Senador volvió a la carga besándola, apretando su cuello, ahogándola, diciéndole que era una reina gozadora, palabras que apenas se oyeron con los jadeos de Rafaella y los gritos de dolor del guardespalda cuando ya no daba del dolor de las garras de la traviesa en su espalda. Éste con toda su fuerza se paró, apartando lejos al Senador, dio vuelta a Rafaella y se lo mando a guardar de espaldas. La escena que vio el Senador fue algo sin par, por un lado estaba un ropero de tres cuerpos sangrante, con movimientos coordinados sobre el culo de la traviesa y jadeos de placer de esta última. El guardespalda acabo todo transpirado y se retiro inmediatamente, ya casi por costumbre y orden del Senador, del baño. El Senador se acerco al oído de Rafalella diciéndole que esperaba volver repetir pronto. Rafaella exhausta y con respiración agitada, sólo atino a consentir con la cabeza, quedándose sola en el baño, con una cara de gran felicidad.

Mucho rato antes, cuando Rafaella aún hacia su show, Florencia no se hallaba en la fiesta. Se sentía incomoda, que los viejos acosaban con demasiada desesperación su belleza, la manoseaban, quería irse. Para despejarse bajo al jardín, y ahí se encontró con uno de los Gerentes de Área del banco donde labora. Se puso nerviosa, pensando que la podrían reconocer, pero no, éste fue muy gentil y galante. Le ofreció un cigarro, hablaron trivialidades, y a los minutos el Gerente había logrado toda confianza en Florencia, se acercaba a ésta, diciéndole lo hermosa que estaba. Florencia aprovechaba para oler el perfume del Gerente, empinándose y ver la cantidad de pelos que afloraban por su camisa. El Gerente era un tipo sobre 30 años, de origen árabe, de pectorales y brazos marcados.

Se pusieron a bailar al ritmo de un lento que emergía del salón principal. El Gerente acercó sus labios a los labios de ella, erizando los bellos de ésta. Toda tímida, Florencia acercó su mano al paquete del Gerente y pudo palpar que la mercadería estaba en alza y sin escasez alguna. El Gerente le propuso que fueran a un lugar más cómodo, llevándolo Florencia a la habitación de Rafaella, la habitación más grande de la casa. Entraron en silencio, sin prender la luz a petición de Florencia, para dar un toque mayor de sensualidad. Sutilmente le bajaron la mini a Florencia y la recostaron en la cama de Rafaella, cama que resultó ser de agua y muy movediza para el intrépido amante.

A pesar de lo flexible de las camas de aguas, el Gerente empezó a besar fuerte y ha moverse bruscamente sobre Florencia, aplastándola con un cuerpo pesado. A esto hay que sumarle que se empezaron a sentir los jadeos de Rafaella provenientes del baño, perdiendo Florencia toda la concentración y el romanticismo. Como pudo logró zafarse del Gerente, poniéndose de pie, buscando sus ropas y diciendo que se sentía sucia, que había perdido toda la concentración y que mejor lo dejaran hasta ahí. El Gerente la tomo de las mano pidiéndole disculpas, abrazándola, hablándole al oído, ofreciéndole viajes y joyas, logrando que otra vez sus bellos se erizaba. Aprovechando un silencio de los gritos de Rafaella, el Gerente tomo la gasa que Florencia usaba en el cuello y le vendo los ojos, mientras ésta desabrochaba lentamente cada botón de su camisa. Cuando llegó al pantalón recibió ayuda de él; nuestra traviesa tomó con sus frágiles manos el miembro de su hombre, el cual estaba bastante humedecido. La dio vuelta, y se lo puso entre sus piernas, encima de su diminuto corales. Florencia, con los ojos tapados, se relajo al sentir un punteo duro entre sus aberturas que ya no le importó los ruidos provenientes del baño, donde Rafaella tenía su propia fiesta.

Florencia se acostó sobre la cama de agua, ofreciendo su delicado cuerpo a su Gerente. Este le introdujo un dedo humedecido con la saliva de esta, dilatando sus estrechas avenidas. Tu fama dice que te transformas en toda una yegua – asintió el Gerente – vamos, trasfórmate para mi.

Aguantando la respiración y poniendo cara de coqueta, Florencia se levantó, terminó de desvestir a su hombre, lo acostó, lo masturbó, y cuando vio que el Gerente lo tenía bien duro, le puso un condón, se puso sobre él, poniendo la cabeza del glande sobre su entrada, y se sentó como si hubiese sido su última vez. Gozosa se lo enterró de a poco, con movimientos suaves y profundos, cuando se lo comió todo, empezó a gemir tal yegua que es, moviendo el tronco de su cuerpo en semi círculos. El Gerente se estremecía con los movimientos de Florencia, la cual empezó a dar pequeños saltos, rechinando de placer, pasando sus bellas manos por ese mar de pelos que tenía el Gerente en su pecho.

La presión y los espasmos fueron tal que el Gerente como pudo la dio vuelta, para quedar sobre Florencia. Como su miembro era largo, quedo siempre dentro de ella, y le basto darle un par de arremetidas para vaciar su elipsis dentro de la traviesa, la cual también eyaculo al mismo tiempo, llegando ambos amantes simultáneamente al orgasmo.

En el salón principal y haciendo ojos ciegos a otras parejas que estaban fornicando en la fiesta orgía, Chantal aprovechó la ausencia de Rafaella para apoderarse del micrófono. Con muy poco publico pendiente de la música, ya que la mayoría estaba con sus vergas paradas u ofreciendo sus culos, Chantal karaqueo a Ana Gabriel, en una actuación al borde lo cómico, pero que sirvió para atraer la atención de un macho, cuya única particularidad era su parecido con el conocido actor venezolano, Carlos Mata, uno de las estrellas favoritas de nuestra heroína.

El Actor, como lo conoceremos, se mostró muy alegre al observar el show de Chantal. Cuando ésta se acercó a él, sufrió una decepción, ya que sus poderes de telequinesis le indicaron que su conquista no tenia un gran miembro, al contrario con suerte pasaba los 10 centímetros, algo ínfimo para las prominentes carnes de nuestra heroína. Chantal se lamentó por sus santos que lo que parecía un hombre ideal no cumplía con los requisitos para satisfacerla plenamente, sus planes de bodas quedarían pendientes una vez más.

Bebieron champaña sentados en un amplio sillón, sin el mayor interés de Chantal. El Actor, sucumbido por el alcohol, se esforzaba por coquetearle, sin darse cuanta del desanimo de la traviesa. Éste estiro su mano para tocarle la pierna a Chantal, y ésta lo paró en seco, diciéndole que no era necesario. El Actor entendió, se tomó su bebida hasta el seco, respiró profundamente, y se lanzó encima de nuestra traviesa, la cual encontró desprevenida sin saber que hacer. El Actor empezó a moverse rápidamente sobre Chantal, abriéndole las piernas y bajándose los pantalones para quedar a poto pelado con su ínfimo miembro, al reaccionar Chantal sintió compasión, prefiriendo ser caritativa como buena Testiga, y en vez de poner resistencia dejo que el Actor se lo mandara a guardar. Con sus manos le tomó su pequeña extensión, masajeando sus bolas. El actor sintió delicia con tocar unas caderas tan prominentes de carnes, y con sus torpes manos empezó a bajar las pantaletas de Chantal, la cual dijo que no era necesario porque tenían un compartimiento especial, de forma que desatando un broche, nuestra traviesa quedaba con su orificio al descubierto.

El Actor se sintió en la gloria al ver un culo enorme que terminaba en una peluca roja, envuelto en una pantaleta blanca y un orificio rosado para adentrarse en los caminos de la lujuria. El Actor resultó ser un mejor fornicador de lo que Chantal esperaba, porque a pesar que no tenia grandes dotaciones las supo manejar de mil maravillas, con estocadas interminables, duras y precisas, que dieron acertivamente en su punto G, dejaron a Chantal extasiada con el culo al aire, lleno de semen, tirada en cuatro patas sobre el preciado sillón de Rafaella, quien venia bajando de su cuarto, y al ver a su amiga en esa posición, con todo el sillón con restos de semen, le dio envidia el placer de su amiga, y para disimular la reto por no tener dignidad y clase para culear.

A fuera empezó amanecer, los invitados de a poco se fueron, unos se quedaron en las habitaciones, mientras Rafaella ponía un poco de orden con la ayuda de Chantal, hasta que apareció Florencia con su rostro de ingenuidad y alegría. Las tres heroínas se abrazaron y dieron por cumplida su "lev motiv" por ese fin de semana. Las tres habían sido culeadas a plena satisfacción, siendo la liga de las traviesas todo un éxito.

Escrito por

Nicow@latinmail.com