La Leyenda de la isla Tabú-. (3)
Deseaba follarla... , lo deseaba. No bajo aquel techo con todos aquellos ojos espiando. Solo cuando estuvieran lejos de esas paredes , a lo sumo en un par de meses .-- En el barco... , allí la subiría a su polla y la enseñaría a cabalgar como la buena amazona que ya era..
Fustigo la montura sin compasión, pese a los bufidos de la pobre yegua forzó hasta el máximo al pobre animal , volaba sobre la pradera a galope enloquecido. Pronto su respiración se volvió tan jadeante como el de su pobre yegua.
La imagen se congelo en su retina ;
Las patas delanteras del enorme semental negro se elevaron para saltar el muro lindante con la casa, suspendido en un magnifico y terrorífico salto.
El aullido de su hija le llego claramente cuando crispo las riendas acongojado , retuvo a la dócil yegua hasta refrenarla con pequeñas palmadas en las sudorosas crines.
A Ernesto le dio un vuelco al corazón , su agotada yegua se dejo conducir hasta la cerca mansamente soltando riendas para bajarse de un rápido salto , podía haberse matado... – se dijo abriendo la cancela para conducir la yegua hacia los establos.
La fusta de cuero crujió dentro de su guante de piel , el corazón le latía a mil por hora encolerizado. Quien demonios controlaba a esa malcriada ?, A punto estuvo de morir bajo los cascos de semejante bestia..., en verdad no había nadie que parase semejante insensatez.
La encontró en los establos cepillando al sudoroso corcel, ingenua al frenético ataque de ira con el que se acercaba Ernesto.
La otra presencia en las cuadras le llego al escuchar los rápidos pasos a su espalda, reconoció inmediatamente la figura de su padre, si... definitivamente la había visto dominar al brioso semental del abuelo , se sentiría orgulloso – pensó Camilla observándolo acercarse a grandes zancadas.
Antes de poder abrir la boca para saludarlo se quedo paralizada, los ojos de su padre parecían muchísimo mas oscuros bajo aquellas cejas ceñudas. Todo el animo se le acabo definitivamente, solo quería atraer su atención..., hacerlo sentir orgulloso. No...-- La mano enguantada recorrió un arco hasta descender sobre su cara golpeándola-- de inmediato la rojez y el picor empezó a subirle por el costado donde la mano le había abofeteado , sus ojos parpadearon incrédulos . Las lagrimas empezaron a brotar sin freno.
Retrocedió llevándose la mano a su cara, allí donde la golpeara..., no entendía porque...
- No vuelvas a hacer una cosa tan imprudente... entendido?-- En que demonios pensabas , podías haberte matado! – gruño escupiendo las furiosas palabras.-- Y … se detuvo pausando las palabras golpeando su fusta secamente contra el muslo-- Eso de montar a esta bestia se acabo... entendido señorita?-- se adelanto amenazador.
Balbuceo con torpeza sin poder pronunciar ruido alguno..., llevándose la mano a la enrojecida parte del rostro dio un par de pasos escapando a la carrera sin poder dejar de llorar.
Le había pegado..., y nadie..., nadieeee hasta ahora le había levantado ni si quiera la voz..., aun siendo su padre no tenia derecho se apresuro subiendo las escaleras de dos en dos., no desde luego que no!-- Se apresuro a entrar a su habitación y contemplar la terrible huella de su mano.
- Se lo contaría a Mama..., ella sabría ponerlo en su sitio... – se apresuro a sacarse enfadada la chaquetilla de montar.-- No podía tratarla así..., no..-- se deshizo de las calzas de chico de una patada--- Mama la consolaría..., gimoteo con los ojos hinchados.--
Apresurándose se sujeto el corsé estirando los cordones hasta quedarse sin aire, renegando al igual que siempre de sus descomunales pechos, aguanto la respiración ante las rígidas ballenas apresándola bajo el algodón blanco.
Con mucha dificultad se anudo a la espalda las lazadas , tomando de su amplio vestidor el primero vestido con botonadura delantera y uno de sus favoritos; el verde con cenefas blancas .
Odio cada uno de aquellos recordatorios de su niñez colgando, pálidos rosas, azules, blancos purismos... , faltaban mas de 3 años para su puesta de largo, pese a todo seguían vistiéndola con cortos vestidos de una infancia de tonos pastel y puntillas de encaje.
Todos parecían empeñados en seguir vistiéndola como una muñequita aunque hacia mas de un año que todo aquello la hacia sentirse de manera ridícula, suplico al abuelo cuando la inconfundible huella de sangre empapo sus calzones . Pero nada hubo que hacer..., aun era una niña...; su niña...--visualizo el triste rostro de su madre al visitarla en sus aposentos...-- Así seguiría hasta la edad estipulada para su presentación en sociedad.
Y no hubo discusión...,la única concesión por parte de su abuelo fue la de asignarle una doncella de uso personal; Olga, había sido elevada de su puesto en las cocinas para servirla únicamente a ella.
Ahora a solas en su habitación, peleando con los pequeños botones de su vestido hubiera querido llamarla, pero no lo hizo, nadie la vería con aquella huella.! -- limpio los mocos con la manga de la suave tela …, pese a la rojez en su cara, continuo abrochando los botoncillos con manos temblorosas.
Para cuando salio de su cuarto todavía le ardía el rostro y estaba aún más determinada a chivarse a su madre. Con paso firme aliso el pálido sobrevestido blanco sujetando las cortas faldas de su vestido infantil al lanzarse por el pasillo hacia las estancias de su madre. Conforme sus pisadas fueron aproximándose a sus aposentos observo la inusual palidez de las 3 doncellas.
En un principio no dio importancia al gesto, e intento abrirse paso sin detenerse . Esta vez, Sela la doncella de mayor antigüedad se interpuso justo en el umbral de la puerta.
- No entréis señorita... el doctor esta con ella... y... y.... – aguanto compungida la voz-- Con el bebe...-- bajo la cabeza negando débilmente.
- Con mayor razón, ... he de verlos-- se apresuro levantando altiva su cara-- A mi no me lo impedirá... soy su hija!-- se apresuro a sujetar el picaporte.
- No.... entendéis..., El bebe... , ella no ha podido....--pauso sus palabras estallando en lagrimas .
Camila sintió un helor recorriéndole las venas, no podía ser...., empujo a la llorosa criada abriéndose paso dentro de la oscura estancia.
A trompicones se aproximo hasta la majestuosa cama de dosel donde su madre dormitaba ya sin abultamiento alguno. Sus ojos apenas podían distinguir su rostro, la oscuridad parecía cernirse entre aquellas paredes. Pese a todo, la imperturbable figura del doctor atrajo su atención con un ligero carraspeo.
- El bebe ha sido prematuro... , si sobrepasa esta noche... sobrevivirá.-- Suspiro cansado el doctor-- En cuanto... bueno..., he echo cuanto estaba en mi mano... a su edad... ya no …, no.., – resoplo dándole unas palmaditas de animo sobre el hombro.-- Lo siento hija, creo sinceramente que ha estado esperando a que vinieras a despedirte de ella.
Camila aguanto las lagrimas al sostener la helada mano de su madre, pese al pálido aspecto demacrado parecía resignada . Ladeo el cuello al advirtiendo la familiar cara de su hija.
- No llores mi cielo... no quiero irme de este mundo con lagrimas. – Mi preciosa hijita..., me duele dejarte... – siseo dolorida-- pero estaré mejor allí donde voy..., con él a mi lado.-- Solo sufro por ti...,por todas vosotras...., todas ellas estarán amparadas... así lo dispuse con mi abogado..., pero tu mi niñita..., tu te quedaras al frente de todo..., has de ser valiente para todo lo que vendrá...., – Gimió ante un espasmo doloroso-- Solo me resta confiarte a mi pequeño tesoro, mi niñito... , prométeme..., prométeme... que cuidaras de él... y no te separaras nunca de su lado – apretó su mano con fuerza.
- Lo prometo madre... , lo prometo-- bajo la cabeza apenada-- yooo, yoooo.... --se tendió sobre el cuerpo agonizante de Celeste.--
- Él cuidara de ti..., lo he visto en sus ojos... sera bueno contigo...-- murmuro apagándose lentamente en su voz.-- Procura ser feliz mi niña... por encima de las apariencias... lo verdaderamente importante lo dictas tu.-- termino por apagarse definitivamente la voz.
Las siguientes horas se tornaron borrosas en la mente de Camila, no podía dejarla marchar.... , pese al ajetreo fuera de allí, su mundo se había detenido en ese instante.
Ya nada importaba..., ni aun cuando dos robustos brazos la sujetaron apartándola enérgicamente de ella. Se revolvió peleando , gritando como un alma en pena..... Su madre había muerto..., su madre había muerto-- repetía una y otra vez su mente-- El lamento angustiado salio de su garganta al reparar la terrible verdad; Nada volvería a ser igual..... nunca.... – Un sordo entumecimiento se apodero de su cuerpo haciéndola tiritar pese a los fuertes brazos sosteniéndola en vilo. , se anclo a su pecho atrapando sus manos bajo la fuerte musculatura .
El olor a sándalo inundo sus fosas nasales cuando su cara se encajo en el hueco de su cuello.
Se abrazo a él sin importarle nada gimoteando, Sin decir ni pronunciar palabra alguna permanecieron en silencio consolándose sobre el asiento de la ventana, acunada por su dolor y los ligeros besos depositados sutilmente. Las manecillas del reloj giraron delante de sus ojos mientras la servidumbre desplegaba el luto por toda la casa, la larga noche de vigilia seria tediosa , cerro los ojos a todo aquello, si no veía nada no habría sucedido.-- se convenció Camila.
Mecida por el cálido aliento sobre su nuca y el rítmico bombeo de su corazón, se durmió agotada.
Ernesto suspiro exhalando la respiración entrecortada, había sido un patán..., por lo menos así lo creía.-- se convenció negando apenado--. Por fin el cansancio había acabado venciendo la..., allí entre sus brazos observo el continuo ir y venir de la servidumbre disponiéndolo para las primeras visitas de la larga noche.
Viudo... la palabra aun le parecía extraña, desvió la vista hacia el capazo blanco con el diminuto bebé … – Conseguiste lo que querías viejo carcamal... ya tienes a tu jodido heredero-- se agolparon las palabras en su cabeza-- A que precio?--
Instintivamente apretó el cuerpo dormido de Camila al levantarse del asiento, apenas una pluma!-- se dijo recorriendo la estancia hasta salir hacia el pasillo y encaminarse a sus habitaciones.
El día siguiente seria una dura jornada para todos ellos, decidió no someterla a semejante dolor publico – al menos por esa noche. – camino con cuidado por el espacioso pasillo. Con sumo cuidado abrió la puerta entrando en un mundo de tonos pastel y dibujos infantiles.
La luz de la chimenea guió sus pasos hasta la preciosa camita de abedul blanco, despacio apoyo su rodilla depositando su preciada carga en el centro del lecho, su cabeza descansaba sobre la almohada cuando abrió los ojos y se avalanzo sobre él abrazándolo con fuerza.
- No te vayaaaas... no... me dejes sola..., por favooor...-- murmuro ronca.
- Shhhh.., no voy a dejarte preciosa...-- se apresuro a tomar su cara entre sus manos-- Yo... , no se que decir..., – se apresuro a acariciar las delicadas mejillas con la yemas de sus dedos donde había golpeado unas horas atrás.-- Lo siento.... por todo-- acerco su cara hasta tenerla a escasos centímetros posando sus labios sobre la marca apenas se distinguía ya.
Ernesto percibió la sedosa piel húmeda y levanto los ojos , la clara señal de lagrimas bajaba empapando sus manos , algo extraño golpeo dentro de su pecho para gravarse con huella imborrable.
Sin mas, impulsado por una cálida sensación dejo su boca sobre su rostro , recorriendo delicadamente todo el contorno sedoso hasta detenerse sobre la carnosa boca , su dedo entreabrió la boquita de Camila para lentamente empezar a besar sutilmente la comisura. Despacio la boca de su hija lo acepto abriéndose tímidamente, hasta dejar a sus boca prendidas de un largo beso.
Hambriento , la punta de su lengua tanteo dentro de la inocente boca adorándola , una, dos ,tres veces... la candorosa respuesta de su hija envolviendolo lo hizo abrir los ojos; Demasiado.
Verla así, echada sobre su casta cama respondiendo con la misma intensidad con el peso de su cuerpo frotándose suavemente lo empalmo y peor aun; lo repugno.
Lucho con su conciencia para despegarse de encima de ella, retrocediendo atemorizado , debía apartarse cuanto antes o quizás..., solo quizás... – sacudió la cabeza procurando despejar aquella pesadez y recobrar algo de compostura.-- Debo acudir a la vigilia... siendo su esposo... – le salio una voz quejumbrosa.-- Descansa..., mañana necesitaras de todas tus fuerzas!-- murmuro terminando de alejarse.
Camila permaneció aturdida, confundida por todas aquellas extrañas sensaciones luchando dentro de ella. Estaba acalorada allí donde los cuerpos de ambos se habían rozado, pese al corsé notaba sus pezones dolorosamente sensibles , su rostro hirviendo por algo que no llegaba a comprender. Un picazón de lo mas raro vibraba en su entrepierna. Allí donde el bulto cada vez mas duro de su padre se acuno restregándose mas y mas.
Se giro de costado llevándose la mano a la boca, procurando calmar sus nervios..., en verdad podría ser cierto?
Ni de lejos llegaba a figurarse la tormenta interna luchando en un Ernesto enlutado de los pies a la cabeza. Allí de pie junto al féretro de su esposa muerta, no dejaba de pelear con lo vivido en la habitación de su hija.
Después, lentamente la amplia estancia fue llenándose de murmullos susurrados en un continuo ir y venir de caras desconocidas.
La noticia de la muerte de su esposa se había extendido con suma rapidez, de ahí todos aquellos cuervos ávidos de chismes ,acudían cual hienas hambrientas en busca de algo para sus disparatadas teorías difamatorias.
Poco importaba la verdad, Ernesto podía leer en sus rostros la chispa maliciosa .
Asqueado permaneció alejado de toda actividad social sentado junto al féretro descubierto, no osarían atreverse a tanto. Gracias a ello, observo los ires y venires de la creme de la creme de la sociedad despidiendo a su esposa , fueron las primeras luces del alba rozando su mano levemente lo que lo desperezo del sopor.
En el salón desierto flotaba el dulzón aroma a lirios de las coronas fúnebres, amanecía con niebla. – observo Ernesto a través de la ventana lateral.
Un largo y húmedo día de niebla, soltando el visillo se dirigió hacia las escaleras, refrescaría algo su cara y pediría algo de almuerzo en sus aposentos., la actividad no tardaría en comenzar.
Afeito despacio su naciente barba, procurando no observar las profundas ojeras azules bajo sus ojos. Agotado o no, debía hacerse cargo de todo – se seco la cara anudado su oscuro corbatín negro-- por lo menos hasta solucionar algo de todo el maldito embrollo-- la ceja se elevo mientras bebía el primer te caliente de la mañana.
Reconfortado, mastico el copioso desayuno ojeando la visible esquela con el anuncio del fallecimiento de su esposa.
En la calle resonaban cascos de caballos negros deteniéndose junto al portal principal, el coche fúnebre esperaba junto a la arcada principal. Se sacudió las migas invisibles de su oscuro chaleco, colocando la casaca por sus hombros de un fluido movimiento, debía apresurarse... Camila acudiría junto a él en el coche de caballos, marcharian juntos al cementerio donde el sepelio se celebraría a pie de tumba.
Se apresuro a salir de su habitación descendiendo las escaleras con paso rápido, – la noche habia quedado atrás como una pesadilla lejana...-- Eso era..., un ensueño! . Con preocupación observo a los operarios manipulando el ataúd llevándolo con sumo cuidado flanqueado por la inquebrantable servidumbre.
Miro hacia arriba , en el hueco de las escaleras ,una figura atrajo su atención.
Camila lucia su vestido gris marengo , el mismo utilizado en el entierro del abuelo. El almidonado lazo de tafetán negro sobre el cuello de puntilla de igual color sujeto por el broche de su abuela. Agotada hasta lo inimaginable había conseguido arrastrarse de nuevo junto a la cuna de su nuevo hermano, posando su mano sobre la suave pelusa de la cabecilla, el pulso latía rápidamente bajo su mano, su respiración era tranquila. Debía pensar un nombre....
Superada la noche, su hermanito viviría.
Algo parecido a una triste sonrisa asomo en su rostro, a su alrededor la actividad en la gran mansión la hizo sentirse una extraña bajo su propio techo. Dejando su sitio junto a la cuna volvió sobre sus pasos hasta su habitación.
Apenas descanso cuando el amanecer la sorprendió moviéndose por milésima vez en su cama, mecánicamente se aseo , esa vez sin el habitual murmullo jovial de Olga, se dejo vestir en el silencio roto por algún que otro gimoteo de su joven doncella, mirándose en su espejo se aborreció, debería guardar 1 año de luto por su madre y medio por el abuelo. Gris y negro, azul oscuro; esos serian sus colores durante todo ese tiempo, sintió un nudo en el cuello al recordar la razón del fúnebre toque sobre su oscura vestimenta.
El luto no solo estaría en sus ropas, también en las libreas y uniformes del servicio, se cubrirían los espejos deteniendo todos los relojes a las 20: 17 la hora de la muerte de su madre. Todo en si, un macabro recordatorio lúgubre .
Sin pretenderlo se había convertido en la Ama y señora de todo.
Atontada bebió un sorbo de te, no tenia apetito aun así se obligo a masticar una dura tartaleta de arroz hasta verla desparecer del fino platillo de porcelana.
Tras ello pudo abandonar sus aposentos sin el tono quejumbroso de su doncella regañándola, debía hablar con él, era necesario... aclarar ese no se que extraño latiendo en toda ella cuando lo tenia frente a ella, por dios … Se trataba de su padre... ardería en el infierno...!-- se apresuro arreglándose el apretado moño de su nuca.
No lograba dejar de escuchar a su corazón latiendo al detenerse sobre lo alto de la escalera, estaba abajo seguro, pero.... ; -- No, callaría y se comportaría como la perfecta damita que todo el mundo esperaba.
Dignamente descendió por las escaleras deteniéndose para observar a toda la servidumbre alineada frente al hall principal, las lagrimas volvieron a escocer le en los ojos al ver desfilar el féretro sobre los hombros de los miembros masculinos del servicio.
Se agarro al brazo de Ernesto al darse cuenta que sus rodillas parecían no aguantarla, dejándose arrastrar dentro del carruaje tras el cortejo fúnebre.
A partir de ahí, todo se sucedió en una nublado aletargamiento , la llegada a la iglesia, el descenso dentro del camposanto donde esperaban decenas de curiosos invitados de ultimo momento; Carroñeros en busca de un ultimo chisme.
Sus caras borrosas desfilaron una tras otra hasta desparecer en la lejanía del cementerio, finalmente beso la rosa blanca con delicadeza depositandola sobre la dura losa de mármol blanco. Despacio, bajo la cabeza despidiéndose de sus familiares y salio del majestuoso mausoleo aterida.
Fuera, la figura de Ernesto esperaba apoyado sobre un bastón de ébano, no fue capaz de pronunciar palabra al acercarse hasta Camelia envolviéndola entre sus brazos. Como cualquier padre consolando a una apenada hija, – Solo eso... intento convencerse posando su nariz sobre el suave cuello . – un leve beso …. únicamente eso.
Tomados del brazo pasearon entre el laberinto de tumbas en silencio, cada uno sumido en sus propias amarguras.
Ya dentro del estrecho carruaje la voz de Ernesto consiguió pronunciar la primera frase desde la noche anterior.
- Camila... hija..., debemos hablar.-- Ahora que... bueno, que... ellos ya no están...-- No llores mas... cielo, no soporto verte así... me rompe el corazón-- se inclino hasta rozar suavemente la fina cara de llevándose la lagrima con rapidez.
- No..., no llorare mas... lo prometo..., ya no soy una niña-- sorbió las lagrimas concentrada en la cada vez mas cercano rostro de Ernesto-- las pupilas se dilataron al percatarse de la boca de Ernesto bajando sobre sus labios.-- Un breve toque de sus labios volvió a empezarlo todo...., empujándola a entreabrir la suya aceptándolo. – Su lengua siguió rozándose con la suya provocandola a imitarlo.
- Mmmmmm... mmmmm... mmmm..-- murmuro profundizando el jugueteo – Espera..., esperaaaa... suspiro separándose de la sonrojada cara de su hija. – Debes saber....-- volvió a hilvanar con dificultad sus palabras.-- No se como decirlo..., se que no es el momento..., pero voy a enloquecer si no lo digo..., si sigo torturándome de esta manera!-- afianzándose en el lugar mas alejado se le escucho resollar hasta recuperar algo de su autodominio.
- Algo va mal... es eso..., piensas irte …, estas intentando decírmelo verdad?-- sollozo Camelia – Rompió a a llorar cubriéndose el rostro .-- Veteeee... – se gimio desconsolada -- Me da igual ..., largate como siempre has echo... Todo se ha acabado....!, que mas da....!-
Ernesto sintió el peso de ese profundo dolor , el abandono …. siempre estuvo pendiente …, ahora despues de..., confundido quiso negarlo, no era eso lo que pretendía confesar... se trataba de algo realmente mas comprometedor, algo concerniente a la creciente atracción sobre esa muchachita, sobre la intención de llevarla con él al otro lado del mundo.-- Reconocio sobrecogido .
Sin esperar mas alargo su mano hasta atrapar su puño alrededor de la fina puntilla negra del vestido, tirando de ella para besarla con verdadera lujuria. Apresando el bastón , golpeo el techo con furia.
- Rodee los jardines reales por el trecho largo ...-- exigió al cochero .
- Si señor..., – murmuro el lacayo desde el pescante.
Captaba el ruido de los cascos alejándose mientras justo a su lado su preciosa Camila desconsolada se refugiaba exquisitamente entre sus brazos, el lugar donde habia deseado tenerla durante toda la ceremonia anterior..
- Tontita estúpida..., no pienso marcharme por ahora...-- apreso con firmeza el brazo-- No es eso lo que quiero contarte-- Deja de llorar y escucha...-- Dioosss.... va ser difícil contártelo..., uffffff aun mas... si encajas tan bien dentro de mis brazos, – Hecha para mi... Solo para mi ! Se que vas a volverme loco... cielo! , mira como me tienes desde que llegue aquí ! – siente la polla de tu padre rindiéndose a ti!-- suspiro resignado
- Polla..., que..., que dices...?-- se detuvo paralizada dándose cuenta del grueso bulto apresado bajo su palma-- enrojeció bajando los ojos sobre la grueso abultamiento en los pantalones de Ernesto.
- Perdona... a veces , se me escapa toda esta situación! , Respondes tan bien a mi..., ahhhh cariño...-- desplego su lengua por todo el suave cuello hasta suspirar sobre la pequeña orejita
–
Esto es mi polla-- tomo la mano de Camila posandola sobre su cuerpo.-- Mira como se empalma por ti cariño...-- Ayy cielooo...,-- Me estas matando!-- No pienso.. , ya no me deja descansar tranquilo... , soltó respirando intranquilo-- cariño...! * Pero... si yo, yo....-- balbuceo una Camila aturdida al sentir la mano enguantada relajada sobre la suya animándola a tocarle sin tapujos. * Dios sabe que he podido resistir ..., he hecho cuanto ha estado en mi mano...-- soltó un largo siseo-- Pero... has de saber que me vuelves loco... y no debería permitir esto.-- recostó su cabeza alargando su mano para desabotonar la bragueta. – Cielo, ohhh dios... estoy cerca de acabar...
Una acalorada Camila metió la mano dentro de la abultada bragueta hasta destapar la gruesa barra de carne rosada, se mordió el labio recordando su sabor , poso su mano enguantada sobre el gordo tronco frotándola despacio arriba y abajo.
- Ohhh cariño, mas rápido , esooo es... ohhhhh diooos-- cerro los ojos embelesado ante tanto placer.
Se obligo a respirar con lentitud. Era demasiado... se escucho gruñir cuando la espesa leche salio escupida con furia, derramándose sobre la manita de su hija- Aun así, ella seguía bombeando su rabo arriba y abajo llevándose como trofeo toda la espesa papilla en su guantecito negro.
El temible trozo de carne volvió a pender como una anguila muerta sobre su mano, soltó la polla con temor. En verdad le había echo eso? . Sofocada hasta las orejas lo observo metiendo la mano en sus pantalones acomodando las presillas de la bragueta. No podía levantar la vista del suelo del carruaje, su guante empapado seria irrecuperable , la esencia pringosa lo hacia irrecuperable.
- Veras Camila... ya no hay vuelta atrás, comprendes? – No se trata de..., bueno..., si en parte es por esto...-- volvió a besarla con hambre.-- No me corresponde a mi contarte todos los detalles, pero por mi paz mental he de avisarte -- suspiro apoyando la frente a la suya-- No eres hija mía... no en el sentido carnal...-- No me pidas detalles..., supongo …, que después de leer el nuevo testamento se te dará a conocer todo.-- Noo puedo negarlo mas cielo,!
- No eres mi padre?-- Pero si... , no entiendo, pero....--murmuro rozando su nariz por el hueco del cuello-- había oído algo de los criados, chismes... – pero... , si no eres mi padre , quien lo era?-- se atrevió a mirarlo directamente a los ojos.
Ernesto no quiso contestarle , el carruaje se había detenido abruptamente sobre la verja de entrada reparando en la comprometedora apariencia. Camila entendió a la perfección las implicaciones , acomodándose en su espacio espero hasta escuchar al lacayo abriendo la puerta , resuelta salio del interior sin detenerse hasta dirigirse al interior del hall principal.
Ernesto descendió del interior acomodando el ultimo botón de su casaca, olisqueando del interior el inconfundible aroma a sexo, aferrando su bastón se adentro en sus nuevos dominios, seguidos de los dos lacayos de planta.
Odiaba las formalidades, añoraba sus largas jornadas en la jungla, su escopeta al hombro , Procurarte tu sustento sin nadie remoloneando cual zangano.
Refugiarse en un lugar construido por tus propias manos. Acaso se podía pedir mas a la vida? .
En la ciudad se ahogaba, todas aquellas ridículas formalidades hacia tiempo que no significaba nada para él.
Todo eso paso a un segundo plano tras la muerte de su esposa, reconoció sentado en el estudio de su suegro.
Demasiados interrogantes...
Nunca se convertiría en albacea, ni dejaría a otros buitres planeando sobre la jugosa dote de su hija, si por él fuese se la llevaría esa misma tarde lejos de todos aquellos que no tardarían en golpear a su puerta.
No lo permitiría, – golpeo la mesa de caoba-- . Las implicaciones monetarias eran demasiado importantes para desechar cualquier barbaridad...-- Aun no tratándose de su hija carnal, lo era en todos los aspectos legales..., – Siempre acababa en la misma conclusión.
La jaqueca lo llevo malhumorado al comedor, apenas probo uno de los 9 platos del menú, abandonando la mesa malhumorado, se detuvo junto al asiento de camila depositando un delicado beso en su mejilla.
- Me retiro... sufro de jaqueca y no seria una buena compañía...que descanses cielo!-- se despidió subiendo las escaleras de tres en tres.
Camila lo observo alejándose a sus aposentos, saboreando el sorbete de grosellas termino de cenar en silencio. Tenia un secreto, algo verdaderamente escandaloso. Pero le daba igual, su padre era un hombre impresionante, todo él emanaba algo excitante que la enloquecía quemandola cuando la tocaba, la besaba o rozaba su piel.
Despacio salio del comedor impartiendo las ultimas instrucciones a las doncellas, deseaba bañarse y relajarse bajo humeante agua jabonosa.
No solo se trataba de su perfecto bronceado , ni su largo pelo oscuro aclarado por el sol..., no.-- se enjabono despacio
si solo fuera eso... se dijo tendiéndose en la tina de agua caliente, todo él la ponía muy caliente... si esa, era la palabra... ardía por él.
Noto la quemazón de su mano rozando su coño con el recuerdo de su gran polla palpitando en su mano, sus caderas se movieron bajo el agua templada recordando las gruesas venas palpitando bajo su mano. Y toda aquella cantidad de espesa y cremosa pasta.
- Señorita salga cuanto antes o se enfriara...-- La regaño la voz de Olga--
Se hundió bajo la tina asustada, que demonios le había llevado a semejante descuido..., si Olga supiera, iría con el chisme, era odiosa.
Se enjuagó rápido enrollándose con la toalla tendida por la doncella, escuchando los continuos reniegos al ver su melena empapada, tiritando se dejo colocar el camisón de batista sin protestar cuando las manos de Olga anudaron el lazo rosado a su cuello sin despegar los labios.--, quería gritarle , pero la entrometida criada parecía no querer dejarla nunca.
Verla desaparecer fue un alivio para los nervios, no la soportaba.-- se sereno peinando su enredada melena . Entrometida!-- pronuncio sentándose en el alfeizar de la ventana y observando la neblinosa vista del jardín , . – a través de la bruma todo tenia tintes fantasmales. Respiro serena volviendo su mirada hacia el fuego sedante, miles de preguntas sin respuesta se agolpaban en su cabeza, miles....
Tras un segundo trago de coñac francés , la jaqueca parecía un triste recuerdo para Ernesto, entibiado por el alcohol y la calidez del buen fuego soltó el restrictivo amuleto de su pelo, lo ciño a su muñeca a modo de recordatorio de su otro hogar, volvería vez?. Cada vez lo creía mas improbable.
Pateo con amargura la rejilla de la chimenea, lanzando a las llamas la copa vacía.
Marcaba las 23.00 en su reloj de bolsillo cuando abandono la sala, el coñac y el agotamiento no solían hacer buenas migas si llevabas cerca de 40 horas sin descanso alguno. subió las escaleras sin tambalearse recorriendo el largo pasillo a grandes zancadas, dormiría una semana entera...
El tenue resplandor de otra luz atrajo su atención, provenía de las habitaciones de Camila, antes de entender la razón sus pies lo habían colocado frente a su puerta.
El sopor se convirtió en un fugaz recuerdo , su percepción se había afilado repentinamente cuando su mano agarro el picaporte y entro sin golpear.
En la oscuridad creciente solo se apreciaba el ligero resplandor de la chimenea , las sabanas entreabiertas mostraban una cama vacía , la tenue fragancia de jabón de jazmín flotaba hasta llegar a su entrepierna.
Trago saliva al distinguir el cuerpo acurrucado sobre el asiento de la ventana. Aproximándose despacio, deslizo sus dedos por el contorno delicado de la mejilla.
- Ummm... se despertó desorientada-- Pa... Ernesto, - termino mirándolo allí sentada-- Me he dormido esperando.
- Esperando?-- se apresuro a sentarse junto a ella.-- ahhhh , entiendo... tu preciosa melena?-- recorrió el frondoso mechón rizado.-- Parece seco... y tu señorita deberías estar durmiendo hace mucho.-- Hummm!
- De repente se me ha pasado todo el sueño, – dijo sentándose sobre el regazo de Ernesto-- Ni pizca de sueño...-- sonrió cerrando sus brazos alrededor del cuello del que había considerado padre.
- Eres una muchachita fogosa...! Mi preciosa niña...!-- dejo un leve beso en el hueco de su cuello – Hueles a jazmines …, mmm... mmmm,... continuo besando con mayor lentitud subiendo hasta su boca.
- Ahhh..., siii... ?– abrió su boca provocando a la lengua de Ernesto a enredarse hasta quedarse sin aliento-- mmmmm...., me quemaaaa por dentroo... – jadeo separándose del rastro de saliva de ambas bocas.
- Lo sé, Camila... dejame calmarte cariño, Papa aplacara ese ardor... ya veras!-- gruño quejumbroso-- Yo te enseñare...--
- Ohhhh ,mmmmffff.. se rebullo nerviosa al sentir la mano de ernesto apretando su pecho por encima del camisón. – dejándola balanceándose sobre el bulto creciente de su entrepierna.
- Uuummm Camila, estas no son pechitos ... ohhhh nena..., tienes unas Tetas deliciosas..., hechas para mi boca , me pregunto a que sabran?-- siguió amasándola con mayor urgencia.
- En... ennn... serio? – se regodeo meneándose sobre la dureza mas y mas grande. No se si...--se detuvo de golpe al notar la mano de él desanudando el lazo rosa del cuello para suavemente colar su mano dentro.
Ernesto deslizó la mano bajo la piel cremosa sonriendo tras dar con su tesoro, una deliciosa y pesada teta. Se inclino sobre ella, besando la hasta querer comérsela por entero, lamió la preciosa aureola rosada hasta sorber arrancando un jadeo a su preciosa niña.
Estaba hambriento de esa carne, por lo que no espero mas a destapar la otra teta repitiendo el baboso recorrido de su boca tragando y mordiendo tierna carne juvenil. Aquellos pezones gruesos le volverían loco, pero no por ello dejo de puntearlos sin descanso hasta hacerlos casi tan grandes como cerezas maduras.
Mientras lamia y mamaba de su pezón a Camelia le agarro una extraña flojera placentera que la hizo empujar su teta mas hondamente dentro de la boca de su padre.
Excitado ante la reacciones de su preciosa niña se desteto del jugoso pezón oscuro par contemplar el rostro excitado de Camila.
- Ves.. me has puesto muy duro... mi fogosa niña! – confeso sonriendo satisfecho-- Mi polla esta llorando por ti mi cielo!-- jadeo .
- Mmmm.. dejameee aliviarte!-- lo observo desabotonando las presillas para soltar el empalmado pollon. Parpadeo alucinada , el grueso tronco hinchado resplandecía surcado de venas hinchadas, la gruesa cabeza redonda coronada por una blanquecina gota cremosa.
Siguiendo sus impulsos adelanto la mano al igual que hizo en el carruaje, esta vez ningún guante le impedía apreciar la pegajosa textura de toda aquella barra de carne.
Despacio , frotó la punta con el dedo llevándose la viscosa esencia .
- No sientes asco, cierto?... Oh cariño... no sabes lo felizzzzz … que hace eso a Papa-- no dejes de tocarla... siente lo que me haces... , lo dura que me la pones!.-- se quejo débilmente.
Ella procuro apresar toda aquel pollon empujando hacia abajo y volviendo a subir , parecía latir en su mano a cada pasada , aun mas si se dedicaba a empujar con mayor rapidez.., el jadeo de su padre sujetando su muñeca la detuvo de seguir con aquella deliciosa tortura.
- Detente cariño... o me correré enseguida.-- le sonrió picaramente-- Deja que hagamos esto juntos...-- hablo despacio mientras la mano sujeta a su cintura bajaba por la falda del camisón y se metía entre su piernas. El calor insoportable la recorrió de arriba a abajo .
La enorme manaza había encontrado su pegajoso coñito , arrancándole un gemido al notar los dedos abriendo su estrecha vagina jugando golosamente. * Aaaahhhhh , ahhhhhh … oohhhh..siiiiiiii, siiiiiiiii .-- grito dejándose llevar levantando las caderas.-- Queeee meeee haceees... oooohhhh ,ohhhhhhhhhhh-- se meció sin descanso. * Mmmmm cremoso y estrecho..., esooo es... disfruta , esoooooo essss.... Hecho para papa... verdad?-- succiono una teta mientras se dedicaba a follarse la vagina cerrada con dos dedos. – deseaba follarla... , lo deseaba.... pero no era el momento..., no bajo aquel techo con todos aquellos ojos espiando. – Solo cuando estuvieran lejos de esas paredes …, a lo sumo en un par de meses .-- En el barco... , allí la subiría a su polla y la enseñaría a cabalgar como la buena amazona que ya era.. * Siiii … siiiiiii... , ohhhhh se mecía lascivamente pajeando el pollón de Ernesto, sacudiéndolo al compás marcado por él. * Mmmmm nena..., esoo es... muévete así..., monta mi mano... brinca esas tetas para Papa, vamos cariño hazlo por papa... siii...
Camila no entendía la reacciones de su cuerpo , se sentía hinchada , caliente. Los gruesos dedos de su padre le estaban exprimiendo su sensible coñito sin compasión. Hasta sin comprender como, un magnifico estallido de placer la recorrió de los pies a la cabeza haciéndola tambalearse hasta marearse.
Las oleadas la golpeaban una y otra vez dejándola extasiada cuando aun sostenía la pegajosa polla que empezó a escupir largos caños de baboso jugo .
Los gruñidos de Ernesto escupiendo largas hileras de cremosa esencia sobre los muslos desnudos de Camila parecieron apagarse mucho tiempo después de que el reloj del vestíbulo repicara a media noche.
Permanecieron acurrucados sobre el asiento de la ventana, el brazo de Ernesto rodeándola por la cintura, la mano de Camila aun posada sobre la abatida verga. No osando moverse, haciéndose a la idea ….,
Finalmente Ernesto sin detenerse a cubrirse o a esconder dentro de sus pantalones la dilatada polla la alzó en brazos y la llevo a la cama.
- Eeernesto...-- pronuncio..
- Calla...preciosa,-- deja que...-- empapo el paño en la palangana de mano , llevándolo hasta el claro rastro de semen y limpiándolo. – Es hora de dormir, pequeña!-- El mañana es un excitante conjunto de nuevas posibilidades !-- sentencio dejando el paño junto a la jarra para meterse la polla dentro de los pantalones guiñándole un ojo.
- Si.. por supuesto...! – Yo solo....-- dejo a medio terminar
- Shhhhhhh … la acallo posando los mismos dedos que la habían follado sin compasión-- Habrá mucho mas tiempo para eso...-- se tenso al notar los labios de su hija besándolos dulcemente. .
Muchoooo mas tiempo....-- Se apresuro a dejar la habitación de su hija.