La leche de Susana
Un nuevo postre... leche materna.
Cuando yo tenia 18 años tenia como novia a Susana ella tenia 23, en aquel entonces con ella solo experimenté besos apasionados y leves caricias en las piernas y en las nalgas, era un noviazgo de adolescentes, después de unos cuantos meses tuve que viajar fuera de la ciudad y regresé cuando ella tenía 27 años, casada y con dos hijos.
De pronto una amiga mía (y de ella también) se casó, así que hubo una gran fiesta. El día de la fiesta me llevé una gran sorpresa, Susana la mujer de grandes senos, piel morena, labios gruesos, trasero grande y largas piernas estaba en la misma fiesta con su esposo.
Yo me acerqué y la saludé, ella me presentó a su esposo, y en ese momento me alejé de ellos. Yo estaba con (en ese entonces) mi nueva novia Alexandra; una chica delgada de 18 años alta y muy ardiente. Alexandra llevaba puesto un vestido negro muy pegado al cuerpo, por el estilo del vestido no llevaba brasier, lo que dejaba notar sus ya crecidos pezones y el nacimiento de esos blancos senos.
Como cualquier noviazgo de jóvenes buscamos el lugar más oscuro, mientras los invitados bailaban yo me besaba apasionadamente con Alexandra, mi mano se deslizo por su pierna hasta llegar a su chucha que estaba mojada y con pocos bellos lo que me dejaba meter mi dedo en su rajita. Ella no se rehusó porque antes ya habíamos tenido relaciones sexuales, soltó un gemido y me acarició la verga por encima del pantalón.
Pasó la noche y bebimos unos cuantos tragos... -quiero ir al baño me acompañas- Claro! (le dije excitado por la situación). Cuando llegamos al baño de mujeres ella de un solo empujón me metió al baño, estaba tan arrecha que no se pudo aguantar, me senté en el inodoro y disfruté cuando ella, bailando como una puta, se bajó el vestido hasta dejar sus tetas al aire. La senté en mis piernas y mamé sus blancas y gordas tetas por un buen rato. -No sigas! Me duelen los pezones... no sigas ¡papi!... noo. Así que preferí mamar todo alrededor de sus tetas, mientras mi boca hacía su trabajo mis manos masajeaban su rico culo, mi dedo índice entraba y salía de entre sus nalgas.
Mi arrechera era tan fuerte que le dije que se saque la tanga... ella aceptó -Está bien ... pe...pero déjame de chupar los senos aaahh!. Para por favor! Bajé la cremallera de mi pantalón y salió mi verga tan dura como un fierro y le pedí que se sentara en ella. -No estoy menstruando... pero mi arrechera era más fuerte e insistí -entonces te doy por el culo- no!. Eso me duele mucho y no tengo lubricante... además tu pinga está muy gruesa, ven mejor te la mamo un rato ¡vamos! Ven déjame chuparte ese tronco... o acaso no te gusta cuando me tomo tu leche? -Si! Me gusta que me chupes la verga, pero quiero verte desnuda. Así que se quitó la ropa y se puso en cuatro para mamarme la pinga. -Que cosa más rica... tienes unos huevos hermosos... que lástima que ahora no puedas meterme tu grande verga. -Vamos chúpala.. ah.. ah.. sigue...Y comenzó a pasar su lengua por todo mi pene hasta que se lo metió todo en su boca.
Cada vez que succionaba mi verga yo gemía de placer, y lo único que podía hacer es tocar sus tetas y su culo; de pronto vi que de su vagina salía un poco de sangre y eso me excitó tanto que solté un chorro inmenso de semen en la boca de Alexandra (en comparación a las mamadas anteriores que ella me había hecho), -perdona pero estoy en el segundo día de menstruación- no te preocupes... mejor sigue mamando mi verga- no seas ansioso... por hoy hemos terminado- pero quiero que me sigas chupando la pinga- ya eyaculaste bastante semen... mejor déjalo para mañana. Nos vestimos y salimos del baño.
En la fiesta aún estaba Susana, después de unos momento Alexandra me pidió que la llevara a su casa, para mi suerte su casa estaba muy cerca así que regresé a la fiesta, al subir al segundo piso me encontré con Susana en las escaleras. -¿Estas acompañado?- No estoy solo... -Vamos a la terraza a platicar un poco... Pero al llegar al 5to piso nos detuvimos en las escaleras, platicamos por un buen rato, hasta llegar al momento del romanticismo, me porté como todo un galán, y la besé.
Nuestro beso, tan apasionado, llegó al punto de tocarnos desesperadamente, mi mano acariciaba sus piernas por debajo de la falda y ella me tocaba la verga por encima del pantalón; como era cerca de las 2:00am y el volumen de la música era demasiado alto y nadie podía escucharnos, decidí sacarle la tanga y la falda y cuando me estaba preparando para meterle mi gruesa verga me dijo:- estoy menstruando...- vamos date la vuelta y se puso en cuatro sin poner ningún pretexto, tomé mi verga me puse un poco de saliva y se la metí en el culo.- despacio, me duele! Mi esposo nunca me culea así... el no me dá por el culo... despacio! Pero su culo era tan estrecho que me dolía la verga al bombear.
Para colmo me había lastimado la verga y me estaba saliendo sangre así que decidí masturbarme..- date la vuelta quiero ver tus tetas... quítate la blusa...- te gustan mis senos... si no te hubieras marchado hace mucho tiempo estas tetas serían tuyas... y tu hubieras sido quién me cogía por primera vez...- pero aun estamos a tiempo... y ese culo me lo voy a comer ahora mismo. -Primero mis tetas, chupa mis tetas chupa mis pezones, a pesar de todo me gusta mas la manera como tu me las chupas, mi marido no lo hace también como tu...
Cuando succioné por primera vez un liquido un tanto dulce en mi boca... la muy puta estaba en estado de lactancia. -Mierda porque hiciste que me tome tu leche. -Porque yo quiero tomarme la leche de tu verga... Pero sin decir nada la tumbé en el suelo y le metí la verga con todas mi fuerzas, su coño estaba todo mojadito, y era estrecho, sentir como un anillo apretado alrededor de mi verga me hacía gritar de placer, me gustó ver como mi verga llena de sangre mía y de ella entraba y salía de su chucha mientras tanto disfrutaba mamándole las tetas y tomándome su leche, cuando me cansé de tomar la leche de esa puta, masajeaba sus senos con mis manos tanto que su leche salía a chorros, bombeaba con todas mis fuerzas hasta que sentí correrme en su vagina por completo.- siempre quise tu pinga dentro de mí... sentir tu leche que llena todo mi coño....
Les cuento que me gusta tanto su leche de madre que ahora nos vemos todas las semanas en un hotel para culear hasta cansarnos y gritar de placer, ahora no utilizo lubricante, solo aplasto sus tetas y pongo su leche en su culo y culeamos sin ningún problema. Las mujeres cuando están en estado de lactancia tienen los senos grandes, duros; con los pezones grandes y bien oscuros en conclusión tienen las tetas más ricas para mamar... si lo dudas... inténtalo.