La lealtad 2

La historia sigue

La lealtad 2

SONIA

Hoy salía de la cárcel el amor de mi vida, tenía unas ganas locas de volver a ver a Elaisa, fui a recogerla con su abuelo y nos acompañaba Sun hee, pues también salía su hermana Ha-neul.

Cuando el portón se abrió y la vi salir seguía siendo la misma pelirroja de siempre, pero había ganado masa muscular nada exagerado, pero con lo delgadita que era antes pues se le notaba, estaba guapísima, yo iba muy nerviosa, sentía cierto recelo de que todo lo ocurrido en nuestros bis a bis y en nuestras visitas fuera un papel para parecer una presa modelo.

Aunque no nos quedó más remedio condenamos a Elaisa a este infierno durante cinco años, ella siempre dijo que lo entendía, pero no podía evitar sentir un poco de miedo y sobre todo culpa y arrepentimiento.

Mis dudas se esfumaron en cuanto tuve a mi amor delante de mí, me abrazo tan fuerte que pensé que me partía por la mitad, me dio un beso que me dejo sin respiración y lloro, lloro de alegría porque por fin podía estar conmigo fuera de esa asquerosa cárcel.

En esos momentos me vino a la cabeza. Como conocí a Elaisa, esa tarde saque mi vieja bici para dar un paseo, mi padre seguía trabajando mucho y cobrando poco. Por lo cual no podía comprarme una nueva y la mía estaba llena de remiendos cuando llevaba unos cuantos metros, la cadena se salió y termine cayéndome al suelo haciéndome mucho daño en la rodilla.

Entonces apareció a mi lado un ángel pelirrojo con una sonrisa y me pregunto si me podía ayudar, yo lloraba por el dolor, recuerdo que Elaisa se agachó me beso en la frente y me dijo que todo saldría bien, me llevo a su casa que quedaba más cerca de la mía y después fue a recoger mi bici.

Me curo la rodilla, me la vendo a conciencia y después me hizo salir con ella para explicarme como colocar la cadena en su sitio si me volvía a pasar.

Desde esa tarde todas las siguientes salimos a dar un paseo en bici y yo me enamoré perdidamente de mi peligrosa como la llamo con cariño.

Elaisa jamás me ha ocultado nada, tal era su confianza en mí, nunca me oculto que robaba y en una de esas ocasiones robo al jefe de mi padre que se estaba forrando a costa del sudor y la sangre de sus obreros y mantenía el dinero en cuentas en otros países, no me digáis como lo consiguió, pero hizo llegar esa información a la policía y el jefe de mi padre termino preso, el dinero desfalcado se repartió a partes iguales entre los obreros y estos decidieron montar una cooperativa, desde entonces en casa vivimos mejor.

Cuando ayudamos a la mujer a la que un pintor había estafado su cuadro, fui con ella, fue emocionante, nos hicimos pasar por periodistas y cuando Elaisa tubo toda la información que necesitaba preparo el robo para devolverle a esa mujer lo que le

pertenecía y que el estafador pagara, a mí cada vez que Elaisa salía a perpetrar un robo me entraban sudores fríos y me moría de miedo, sabía que lo hacía con la mejor intención, pero no dejaba de ser un robo un delito, aquel robo fue muy sonado y dio notoriedad a Elaisa, pero no entre la gente que la quería, sino con su padre que la odiaba con saña.

Nunca he visto mirar a un padre a su hija con tanto odio, sé que si el padre de Elaisa no la ha hecho nada es porque su abuelo sigue vivo, pero miedo me da lo que hará cuando este no este.

Elaisa empezó a trabajar en robos planeados por su padre para poder financiar los robos que hacia ella para ayudar a la gente, su abuelo estaba en contra y no digamos yo, menudas broncas tuvimos, en una de esas broncas estuvimos a punto de romper, pero estaba tan segura de sí misma, estaba tan segura de que controlaba la situación que no hacia caso a nadie.

Lo mejor de las broncas era el sexo de reconciliación, Elaisa tenía un cuerpo fibrado muy bonito, parecía una bailarina de ballet, tenía unas tetas pequeñas, pero sus pezones eran rosados y muy duros, me pasaba mucho rato lamiéndolos, cuando estaba muy excitada su coño se ponía rojo y muy hinchado soltaba tanto flujo que parecía un río y a mí me encantaba sumergirme en ese delicioso coño, disfrutaba más cuando lamía que cuando me lo lamía a mí, y no es porque lo hiciera mal, todo lo contrario.

Elaisa era una gran amante, me enseño mucho y lo pasábamos bien, su abuelo lo sabía y lo aceptaba a mis padres les costó más, pero como me veían feliz y cogieron mucho cariño a Elaisa al final lo aceptaron sin más problemas.

La noche que Elaisa acabo presa, su abuelo consiguió una información, al padre de Elaisa pensaba traicionarla echándola a los lobos y culpándola del robo al furgón del casino, si no acababa muerta en un fuego cruzado, le habrían caído veinticinco años, el padre de Elaisa había pactado con los dueños del casino ese robo para que estos cobraran el seguro, el padre les devolvía lo robado y se llevaba un porcentaje y Elaisa pagaba los platos rotos.

En el plan entraba la ejecución de Elaisa en la cárcel, como no atendía a razones, su abuelo y yo decidimos dar un chivatazo, mejor comerse cinco años que veinticinco, pero todavía quedaba como proteger a Elaisa en la cárcel, entonces su abuelo hablo con un amigo y este le proporciono protección para Elisa dentro y para mí fuera.

Y allí estábamos Elaisa y yo comiéndonos los morros como si no existiera nada más, fueron cinco años teniendo bis a bis con Elaisa en un cuarto tan sucio que podíamos haber pillado de todo, una de las veces, Elaisa me tenía tumbada con las piernas abiertas sobre ese cochambroso catre haciéndome una comida de coño de antología, y entonces la vi, una cucaracha, me corto todo el rollo, que asco.

Yo- ¡Joder una cucaracha que asco podrían limpiar este lugar!

Elaisa- Que mire, si piensa que me va a joder el sexo con mi amor lo tiene claro, que no podré tenerte hasta dentro de un mes, si dentro de un mes vuelve le cobramos entrada (riéndose).

La verdad que fueron cinco años duros, pero productivos, estudie derecho, y no sé cómo el abuelo de Elaisa con la ayuda del abuelo de Sun hee movieron unos hilos y ahora soy ayudante del fiscal, de este modo puedo tener controlado al padre de Elaisa, Sun hee me adiestro como Ha-neul a Elaisa y según ella aprendía demasiado rápido para su gusto.

No sé que cinturón tendría, pero según Sun hee mi nivel es superior a un cinturón negro tanto en teakwondo como en hapkido.

ELAISA

Ahí la tenía el amor de mi vida, sin barrotes sin cristales, sin cucarachas molestas, se le notaba el miedo, la culpa y arrepentimiento, le demostraría que hizo lo correcto, que salvo mi vida y que la quería mucho más que antes si eso era posible, la abrace con tanta fuerza que le crujieron todos los huesos y después le di un beso que la dejo sin respiración.

Me di cuenta de que su cuerpo había cambiado, seguía teniendo esas deliciosas tetas y ese cuerpazo que la naturaleza le había otorgado, pero se notaba que la hermana de Ha-neul le había machacado tanto como esta a mí, lo surrealista paso cuando dejamos de besarnos y al mirar a las otras dos se estaban comiendo la boca pero bien.

Yo- Joder Ha-neul entiendo que te has pasado cinco años a pan y agua, pero comerle la boca a tu hermana es pasarse además de asqueroso.

Ha-neul- Cállate burra, Sun hee no es mi hermana sino mi verdadero amor igual que Sonia lo es para ti, en nuestra organización no está bien visto el amor entre miembros del mismo sexo, así que cara al público somos hermanas y en la intimidad nos comemos vivas la una a la otra.

Yo- ¡Bien calladito té lo tenías!

Ha-neul- Esa prisión tenía ojos y oídos por todas partes no podía arriesgarme.

Yo- Ahora entiendo de donde sacabas esa fuerza y determinación.

Las cabronas de Ha-neul y Sun hee se rieron satisfechas, las cuatro nos montamos en el coche de mi abuelo dirección a nuestra casa, las cuatro teníamos que descansar y recuperar el tiempo perdido.

Yo en la cárcel icé dos cursos uno perito especialista en falsificaciones de obras de arte + Tasación de Obras de Arte y Pintura, sin embargo ha-neul hizo otro curso diferente el de restauradora de obras de arte.

Mi intención era ayudar a Sonia a cazar a mi padre de esa manera, según habían averiguado mi abuelo y Sonia, mi padre tenía a sueldo a varios de los mejores creadores de obras falsas del mundo, lo que hacia era entrar en el museo, cambiar la obra falsa por la buena y después vender la obra buena en el mercado negro por una cantidad desorbitada de dinero en subastas clandestinas.

Para cuando los museos o los propios dueños de las obras de arte se daban cuenta, ya era demasiado tarde pues la obra buena ya se había vendido y desaparecido en muchas ocasiones para años o en otras para siempre.

Después de cazar a mi padre Ha-neul y yo teníamos la intención de poner una galería de arte, Sun hee era una negada para el arte, pero tenía don de gentes y quería que Sonia se encargara de la parte legal de la galería, de esa forma se acabarían los robos y tendríamos una vida llena de amor y sin sobresaltos.

Entones hablé con Sonia del asunto.

Yo- ¿Sonia tú llevas la división de guante blanco para la fiscalía verdad?

Sonia- ¿Así es porque?

Yo- Porque quiero trabajar contigo como asesora para ayudarte.

Sonia- ¿Sabes que eres una convicta verdad?

Yo- ¡Para no saberlo cacho burra!

Yo- ¿He investigado y podría trabajar para ti llevando un localizador GPS de esos en el tobillo, no me equivoco verdad?

Sonia- No te equivocas, pero yo soy una don nadie ayudante de un ayudante y tu una ladrona, no creo que ni nos escuchen.

Yo- Aquí tienes todas mis titulaciones, todas son legales y les puedo demostrar que soy capaz de diferenciar una copia de una real en cualquier circunstancia, ya podía hacerlo antes, pero he decidido hacerlo correctamente, prométeme que lo intentaras.

Sonia- Lo intentaré, pero no puedo prometer que lo consiga.

Yo- Con eso me vale.

Volví a besar a mi amor y al final nos metimos en el coche porque mi abuelo se estaba impacientando y era capaz de dejarnos sin cenar, con la mierda que habíamos comido durante cinco años, la comida preparada por mi abuelo nos sabría a gloria bendita.

Lo dicho, mi abuelo preparo no sé que pescado al orno y en mi plato como en el de Ha-neul no quedo ni las raspas, Sonia y Sun hee se reían y mi abuelo no daba crédito

Me di cuenta de algo y no tarde en preguntar.

Yo- ¿Qué ocurre, en esta casa aparte de mi abuelo viven dos personas más, que nos habéis ocultado durante estos cinco años?

Sonia- La cooperativa no fue bien, la gente empezó a ver dinero y a despilfarrarlo, cogían el dinero de la cooperativa y para cuando mis padres y algunos más se dieron cuenta, la empresa estaba herida de muerte, mis padres volvieron al pueblo, yo me quede con tu abuelo para estar cerca de ti y para que no se quedara solo.

Han montado una pequeña empresa allí y les va muy bien, cuando todo se calme me gustaría que vendríais todos para hacerles una visita.

Todos- Eso dalo por hecho.

Ha- Neul- ¿Y tu Sun hee tienes algo que contarme?

Sun hee- Nuestro abuelo murió, creemos que el padre de Elaisa tuvo algo que ver porque murió en un accidente de coche muy sospechoso, y sabes bien lo despacito que conducía.

Ha-neul quedo devastada, su abuelo fue su única familia hasta la llegada de Sun hee, nunca le gusto el ambiente de la organización mafiosa, aprendió para sobrevivir.

Yo- Si al final demostramos que ha sido mi padre, pagara por todo el mal que está haciendo, no entiendo como pudo salir semejante demonio siendo criado por alguien tan bueno como tú.

Abuelo- Tu padre desde pequeño ha tenido una ambición desmedida, yo intenté frenarlo, pero eso nos fue alejando más y más hasta que terminamos siendo unos desconocidos, después conoció a tu madre y pareció calmarse, pero después de tu nacimiento y su muerte, tu padre se desbocó del todo.

Yo- ¡Si al final la culpa va a ser mía y todo!

Abuelo- No quise decir eso, perdóname Elaisa.

Yo- Ya lo sé abuelo, tú has sido quien me has criado, quien ha estado a mi lado cuando he estado enferma, quien me a vestido y me a dado de comer y me a proporcionado estudios, te lo debo todo a ti.

Mi abuelo se emocionó, yo también y al final todos terminamos llorando como unas magdalenas, estábamos cansadas y cada uno se fue a su habitación, el abuelo dormía en una habitación que había en el piso de abajo y las chicas dormimos en las habitaciones de arriba.

Al poco de entrar en las habitaciones Sonia se fue a duchar y yo no tarde en seguirla, abrazándola desde atrás empecé a besarle el cuello y a decirle lo guapa que se había puesto, de repente empezamos a escuchar el combate amoroso que se estaba dando en la otra habitación, decidimos ir a espiar.

Ha-neul estaba apoyada en el cabecero de la cama y tenía su coño sobre la boca de una tumbada Sun hee, no sé que le estaba haciendo con la lengua en el clítoris, pero el placer que estaba sintiendo Ha-neul era grandísimo, ya que empezó a morderse la mano para no gritar de gusto, después pareció que se estaba meando, pero no era un squirt, la verdad que la puso fina con la corrida.

Después Sun hee abrió un armario y saco un arnés con una polla bastante grande que metió en el coño de ha-neul sin compasión, martilleaba el coño de mi maestra como un martillo neumático y esta tenía los ojos en blanco, no tardo en volver a correrse de la misma manera.

Si esto seguía así la iba a deshidratar, pararon y se miraron con tanto amor como nos mirábamos nosotros, en esta ocasión las tornas se cambiaron y fue Ha-neul la que se puso el arnés, pero en vez de perforarle el coño, esta le fue metiendo varios dedos con lubricante en el culo a Sun hee y cuando esta le dijo la penetrara ya sin compasión, mi maestra axial lo hizo y le metió una enculada que nos dejó a mí y a Sonia flipados.

Lo que ninguno de los dos no nos dimos cuenta es que teníamos la mano de cada una metida en las braguitas de la otra, solo nos dimos cuenta cuando llegamos a nuestro orgasmo, un orgasmo muy placentero y húmedo, después decidimos volver a nuestra habitación antes de que nos pillaran y decidieran torturarnos.

Como vi a Sonia muy excitada todavía, le comí el coño hasta que se corrió y se quedó tan relajada que se durmió, yo me abrace a ella y también me dormí enseguida.

Al día siguiente Sonia fue a hablar con su jefe para comentarle sobre mi propuesta, este era reacio, pero estaba dispuesto a hacerme una prueba, Sonia me llamo para decírmelo.

Sonia- Cariño te he conseguido una prueba para mañana, ha aceptado a regañadientes, pero está con el agua hasta el cuello y necesita resultados.

Yo- Muy bien mañana verás como paso la prueba.

Colgué y pase por una farmacia para comprar las medicinas de mi abuelo, tenía la tensión alta y si no estabas encima de él no se tomaba las pastillas, enseguida me di cuenta de que me estaban siguiendo, cruce la calle y cuando vi que él también cruzaba, me pare en seco a un distancia prudencial y le dije.

Yo- ¿Me estás siguiendo, nos conocemos de algo?

Tío- No, lo siento te he confundido con otra persona.

Se dio media vuelta y se fue, pero me dio tiempo a ver que iba armado, mi padre ya había empezado a moverse.

El día pasó sin pena ni gloria y a la mañana mientras desayunábamos todas estábamos tranquilas menos Sonia que parecía un flan.

Ha-neul- Tranquilízate mujer, pasará la prueba con nota ya lo verás.

Sun hee- Y si falla, le dejas sin follas y punto.

Yo- ¡Tú dale ideas he guapa!

Todas se rieron incluso yo termine haciéndolo y llego el momento, estábamos en la comisaría donde iban a hacerme la prueba, y la pase, la falsificación era un cuadro era de un paisaje de Londres, pero el lado y la torre que allí aparecían eran de Escocia, estaba muy bien dibujado, a unos ojos no expertos se le habría escapado.

Salí de esa comisaría con el collar de perro puesto en el tobillo, Sonia más contenta que unas castañuelas y yo quejándome de lo incómodo que era.

Había quedado con Ha-neul y Sun hee para ver locales para cuando podríamos la galería de arte y Sonia se fue para casa para ayudar a mi abuelo a preparar la cena, cuando llevábamos el cuarto local, me llego un mensaje al móvil que ponía “SOS casa”.

Cogimos el coche y fuimos volando, cuando llegamos parecía que allí se habría librado una guerra, Sonia estaba en el suelo y mi abuelo con un puñal clavado en el estómago inconsciente.

Yo- ¿Qué a pasado aquí Sonia?

Sonia- Han entrado de repente no he podido pararlos, esa puñalada iba para mí, pero tu abuelo se a interpuesto, lo siento mucho Elaisa.

Yo me agaché y puse un trapo alrededor de la herida de mi abuelo, no pude evitar ponerme a llorar, Sonia se incorporó como pudo y me abrazo desde atrás mientras Ha-neul y Sun hee llamaban a una ambulancia.

Continuará.