La lámpara mágica (07: doble penetración)
Conseguir que dos hombres se pongan de acuerdo para follar una dama es difícil ¿de donde los voy a sacar?.
-mmmmm (mi mente navega)
Sábado por la mañana, mientras desayuno en mi cocina, mi mente navega en el dulce océano de los sueños. Una especie de confrontación de sentimientos asalta mi cabeza. Por un lado la felicidad de haber pasado y estar pasando todavía, la mejor semana de mi vida. Con este cuerpo femenino que me concedió el genio de una lámpara mágica que encontró Rata (mi perro). Pero por otro lado la tristeza de que esto se va a acabar. Según el trato que hize con el genio, mañana mismo a la misma hora que el domingo pasado. Mi cuerpo volverá otra vez de forma mágica, a recuperar su masculina composición. La que he cocinado durante los casi 30 años de mi vida. 30 años... ahora mismo no tengo ni la mitad de esos 30 años. Según el contrato que "firmamos" yo y el genio, fui convertido en una chavalita de 14 tacos, guapa, femenina, con sus peras, su culo, y virgen incluso de ambos labios de su cuerpo. Virginidad que a hoy sábado está casi totalmente borrada. Primero fue un viejo al que cazé dejando caer la cucharilla del te, sentada en una ociosa terraza. Después fue un rústico que olió mi excitación estando sentados de lado en el autobús. Después (si no me equivoco) fue un bear-man que tuvo valor para asaltar a esa rica chavala en top-less en la playa. Después un pobre indigente que llamó a mi puerta a pedir limosna. Quinto fue un cura al que, ja ja, pedí soporte espiritual. Y el último, de momento, fue mi propio abuelo que sonsaqué del asilo con la excusa de ir a dar un paseo.
Pues bien, más o menos ya tengo la idea que cual va a ser hoy mi presa, o mejor dicho mis presas. Porque el caso es que no quiero dejar escapar esta semana sin realizar uno de mis más perversos deseos; que me cojan dos hombres a la vez. Pero bien, todas las anteriores situaciones han sido muy particulares/románticas, pero conseguir que se pongan dos hombres de acuerdo para cogerme a la vez es harto difícil. Entonces no podré buscar pas una mágica situación en un cine, ni en un colegio, ni en un hospital. Sino que tendré que buscarlo directamente, sin intermediarios.
Y el mejor sitio donde puede una buscar hombres que quieran follar seguro sin importarles mucho con quien, es una casa putas. Mi ciudad está bastante plagada de puticlubs. A simple vista creo conocer como media dozena, por no decir las putas que trabajan a domicilio. Pero bien, no son las putas que me interesan, sino los clientes. Digo yo, me esconderé cerca de la entrada de uno y esperaré que se aproximen clientes, y a la que vea uno que me interesa, lo asaltaré diciendo que follo gratis. Cazaré el primero, cazaré el segundo y a la que se lo tenga bien explicado que quiero que me cojan los dos, los llevo a mi casa y ¡fiesta!
Así lo acabo sentenciando. Una vez lo tengo todo pensado y no me quedan dudas, me dispongo a pasar el sábado entero entretenida, pues los puticlubs no abrirán hasta el anochezer, y yo no puedo criogenizarme y ponerme en la nevera a esperar. Después de sacar el perro un rato, me pongo el bañador y me voy a la playa. Allí me tumbo al sol como hize el martes y me tuesto un poco en top-less. Esta vez tiendo mi toalla en un sitio de la playa lleno de gente, para que así a nadie se le ocurra entablar una calmada plática conmigo. El martes me tumbe en una desierta duna y estaba "provocadora " e "incitante" a acercárseme y decirme "hola guapa" que es lo que hizo Bartolomé precisamente.
Aquí en este lado atestado de gente, no ceso de oir que si la conversación sobre los garbanzos de la vieja de al lado. Que si el espectáculo en la plaza de toros que hizo el tal "chocolate" de la boca del viejo del otro lado. A los gritos y riñas de los niños que juegan de un lado para otro. Pero aún así lo prefiero pues no quiero ligoteo y quiero reservarme para mi fiesta grande esta noche.
Cuando creo que estoy suficientemente tostada, recojo bartulos y me vuelvo para casa. Allí cómo como una emperadora, y vuelvo a tomar a Rata para irme a pasear con él el resto de la tarde. Aproximadamente a las 21 regreso de nuevo al keo, cómo un pequeño sandwitch para que no me falten fuerzas y emprendo los planes que llevo todo el día preparando. Me pongo el vestido más corto de todos los que tengo, con un provocador escote y una falda que parece de los años 70 (mini). Tomo un bolso y me voy al puticlub.
Una vez allí examino bien la zona, pues tengo que esconderme en un lugar que pueda ver sin ser vista.
Acabo encontrándolo en una especie de parquing elevado, al que da acceso un rampa que sale casi justo delante de la puerta del prostíbulo. Allí subida me pongo al hazecho. Poco después de subirme ahí, llegan un par de hombres. Curiosamente se los ve jóvenes y guapos. Son altos, fuertes y llevan la cabeza rapada. Pienso un poco y lo adivino, son soldados americanos, deben salir del barco que he visto anclado en el puerto esta mañana. Aún estoy inclinándome a esta posibilidad, cuando los dos hombres entran riendo en la casa putas. "A esperar tocan" pienso. Pasa otro rato y se aproxima un hombre solo. Se lo ve normalito, de unos 35 años, pelo moreno, liso, ni muy guapo ni muy feo. Digo "¡este!". Sin despistarme esta vez, cuando veo que toma la manecilla de la puerta para entrar y sacarme toda duda de "hacia donde va". Lo llamo.
-Sombrera: eh, usted.
El hombre se gira con gesto de espanto y trata de advertir quien le llama en la oscuridad. Yo bajo de un salto del elevado parquing y me le acerco.
-Sombrera: hola, mi nombre es Natascha, quería entrar a trabajar en este puticlub, pero el jefe no me ha dejado porque no tengo los papeles en regla. Si quieres puedes follar conmigo pero a mitad de precio del que te harían las putas de aquí dentro.
-Hombre: mmm, interesante, te ves lindísima, morena, jovencita, ¿a cuanto dices la mitad?
-Sombrera: pues... aa... mm... pues está claro, a la mitad. ¿Cuanto suele pagar usted aquí dentro?
-Hombre: aquí yo suelo follar por 10 uros, si tu me dices la mitad te corresponden 5 uros.
-Sombrera: pues eso, podemos hacerlo en mi casa que está aquí cerca.
-Hombre: pues cuando quieras.
-Sombrera: esto... espérese un momento por favor. Porque pasa que me gustaría encontrar otro cliente para aprovechar la noche. Y hacer dos servicios a la vez.
-Hombre: ¿dos servicios a la vez? ¿quieres decir primero follamos nosotros y después follas con el otro?
-Sombrero: puessss, no exactamente. La intención es follar con usted y el otro al mismo tiempo. Para así aprovechar el tiempo pues tengo que hacer mucho dinero.
-Hombre: ja ja ja ja ja, nunca me había salido una puta con semejante tipo de trato. Pero bueno, estará bien probarlo.
Entonces el hombre sube conmigo al parquing elevado ante el puticlub y esperamos al siguiente. Pasan de nuevo dos soldados americanos juntos, de nuevo riendo entran al puti. "Demonios, ya podrían haber pasado antes" pienso. Esperamos otro rato en que noto que mi cliente se impacienta, pues empieza a manosearme las tetillas y acariciarme el trasero. A mi evidentemente me encanta que me manosee. Pero el echo de tener que estar prestando atención a ver si se aproxima mi segundo cliente, mientras su mano me excita, me pone muy nerviosa. Al fin se aproxima mi segundo cliente, es un hombre entrado en años, quizá 50, entrado en carnes también y con una cara como de malvado brujo de cuento de hadas. Pero yo solo veo a mi "segundo cliente" y cuando certifico que va al puti, cuando toma la manecilla de la puerta, le pego un grito.
-Sombrera: ¡eh, usted!
Sin darle tiempo a huir, bajo del parquing y lo tomo de la mano para que no se me escape. Él se asusta porque cree que soy una ladrona o algo así, y de un salto se mete en el puti para escaparse.
-Sombrera: ooooooh ¡maldita sea! uno que viene ¡y se me escapa!
-Hombre1: tranqui chiquilla, si quieres yo entro ahí y se lo explico a ese hombre lo que ofrezes, Y si está de acuerdo pues volveremos a salir los dos para irnos a tu casa.
-Sombrera: ooooh, me harías un favor... gracias.. esto.. ¿como te llamas?
-Benito: benito, para servirte.
Benito entra en el puti y yo vuelvo a subir al parquing para esperar impaciente. No sé cuanto tiempo tardan pero a mi los minutos me parecen horas, pues estoy inmaginándome que se han ido con unas putas de dentro y esta noche me voy a ¿"tener que meter el deo"? ¡Fua! pero al final salen los dos como si fueran amigos. Una vez somos presentados Diego y yo, me transmiten que están en total de acuerdo. Me follarán los dos a la vez y me pagarán 5 uros cada uno, total 10. Conmigo cogida de la mano de Benito, nos acercamos a mi casa y llegamos ahí sin contratiempos. Una vez dentro, se nos acerca Rata para oler a los desconocidos. Los hombres parecen asustarse por lo que encierro a Rata en una habitación.
-Sombrera: bien pues, ¡ya está! vamos a hacerlo en la habitación de mis difuntos padres, que tiene cama grande.
Nos dirigimos allí y en un momento estamos todos desnudos. Diego es el primero que se atreve a tomarme de la cintura y besarme en la boca. Este hombre va directo al grano y sin estarse por muchas tonterías me mete la mano entrepiernas. La situación, por muy falta de color rosa que esté, a mi me excita un montón. Y colgada de la mano de Diego empiezo a gemir como puta.
-Sombrera: oooooo, ooooooh.
Benito también se ha aproximado a nosotros, y mientras Diego me besa, él me come las tetas. ¡ooooh dios! Un hombre me ha echo llorar de placer recientemente. Pero dos hombres dedicados a la vez a mi sola, es requestimulante. Mi cuerpo ya no es ni mío, ni de Diego, ni de Benito, ni de nadie. Él mismo se mueve a su voluntad, o a la voluntad del dedo que tengo metido dentro. Quiero sentir como Diego me masturba bruscamente, y como Benito me sorbe los pezones. Y puedo hacerlo, y a la vez, y mis piernas pierden fuerza y me tiendo o me caigo o me tumban en la cama.
Benito se tumba a la distancia justa, en que su pene tienta mi boca. Yo sin dudarlo empiezo a comérmelo. Asombrosamente este tiene gusto a yogur de fresa. "Debe haberse aplicado una crema" pienso. Voy saboreando el delicado sabor a fruta de su cipote. Cuando me viene a la cabeza que no estamos solos. "Donde estará Diego" pienso. Mi pregunta es contestada casi de forma inmediata. Cuando noto que un capullo se inserta en mi raja y sin mucho preámbulo se mete todo dentro.
-Sombrera: oooooooooooh.
Diego comienza a follarme con la misma brusquedad con que me masturbaba. A primeros yo no puedo dejar de gemir, pero logro controlar el impulso y reanudo mi mamada a Benito. Estamos en esta viciosa posición durante un rato. Cuando la inicial maravilla, empieza a hacerse un poco larga. Benito se levanta y cambiamos todos de posición. Diego se estira en la cama y yo, mirando hacia adelante como él, me sustento encima de él para que vuelva a metérmela. Con ilusión noto que me la está intentando meter por el culo. Cuando noto que la cabeza está insertada y que no se me podrá escapar. Me siento con vigor y valentía.
-Sombrera: aaaaaaaaaaah.
La punzada es bastante dolorosa. Todo un baston de carne entra en mi por detrás por primera vez. Yo lo noto como cuando me desvirgó aquel viejo del rascacielos, pero por otro lado. Mis gemidos vuelven con la misma pasión con que fui desvirgada el domingo pasado. Estoy quizá llorando de alegría y no pido nada más al mundo. Pero el mundo tiene más a darme. Veo como Benito, derecho ante mi, se pone en una posición un tanto rara, como semiagachado. Con cierta dificultad, pues se tienen que poner los dos de acuerdo. Y recuerdo que es muy difícil que dos hombres se pongan de acuerdo para follar una dama. Benito me la mete.
"Ooooooooooh" la sensación es lo más bestia que he vivido en toda la semana. Tengo un cipote que me entra y me sale por un agujero recién desvirgado. Y otro cipote que tratando de seguir el mismo ritmo, también me entra y me sale por el agujero que me ha echo vivir las mil maravillas esta semana. Mis gemidos alcanzan el vigor máximo que recuerdo, no de estos últimos siete días, sino de toda la vida.
-Rata: bub bub bub bub bub.
De dentro la habitación en que lo he encerrado, oigo ladrar a mi mascota. Debe estar asustado, se debe creer que alguien me hace daño. "Tranquilo" pienso "mañana te lo contaré". El follar de los dos puteros prosigue otro rato. Pero llega el momento de cambiar de turno y ahora me siento encima de Diego que me penetra vaginalmente, mientras Benito me la mete por el culo.
Ambos hombres deben tener pollas similares pues no parezco notar mucha diferencia con el cambio de papeles. Nuestro bi-follar prosigue otro rato hasta que, sin esperármelo yo, Diego se sale debajo mío y se separa de nosotros. Detenidos le pregunto
-Sombrera: ¿qué te pasa?
-Diego: ya tengo suficiente, me voy, tranquila que te dejo los 5 uros encima la mesa.
Cuando Diego se ha vestido y nos ha abandonado, nosotros reanudamos la relación. Ahora yo me tiendo en la cama y Benito se tiendo encima mío. Me la mete con un poco más de tacto de como me la metía Diego y seguimos follando. "Follar con dos personas a la vez es tremendo, pero hacerlo con una persona sola tiene cosas que la orgía no tiene" pienso. Nuestro amar se alarga un buen rato más. Me encanta que me coja Benito solito. Así me puedo concentrar más en él y solo él. Sólo tiene una verga y solo tiene dos brazos, pero si amo a esas sólas cosas, estas se multiplican por 100 y por 1000. El correr de Benito dentro de mi sabe como el primer yogur de fresa que me comí en la vida, delicioso.
Yo misma trato de alargar ese orgasmo suyo cogiéndole con mis propias caderas. Al final su polla sale de dentro de mi por desinchazón. Pero yo no estoy satisfecha aún.
Nos vamos a la cocina y comemos un poco; que si yogures, que si galletas, queso, un par de frutas. Y regresamos a la habitación llamados por la carne. Ahí volvemos a coger en todas las posiciones en que no he cogido esta semana. Que si conmigo una pierna estirada y la otra levantada y él metiéndomela por enmedio.
Que si yo totalmente estirada bocabajo en la cama, y él totalmente estirado encima mío, metiéndomela por el culo. Que si los dos levantados y él un poco agachado metiéndomela entrepiernas...
¡ooooooooh! fabuloso. Se corre como media dozena de veces dentro de mi. "Estoy preñada con total seguridad" pienso " si no de él, de los que me han cogido esta semana" "pero no hay que preocuparse, mañana me volveré a convertir en hombre y santas pascuas".
-Sombrera: estamos agotados.
Le digo al cabo de un rato de quedarnos los dos tumbados en la cama.
-Benito: sí claro, qué te esperas.
-Sombrera: da igual, ha sido maravilloso.
-Benito: ¿uh? ¿pero tú no eres puta?
-Sombrera: ¡uy sí!.. es verdad.. pero.. me gusta mi trabajo.
-Benito: encantado de que te guste. ¿Vas a trabajar mucho tiempo de esto?
-Sombrera: pues no sé, si eso dame tu teléfono para llamarte.
Benito y yo descansamos otro rato más en que enciendo la tele, pero cuando advertimos que nos vamos a quedar dormidos, nos espavilamos y vestimos los dos. No sé que hora es, pero a las tantas de la madrugada salimos a la calle y lo acompaño a su casa. En el portal de su casa iniciamos un beso de despedida,
pero este beso se alarga y ante el portal mismo me folla con fiereza. Pero al final las luzes del sol madrugador nos alarman, dentro de nada las calles se van a llenar de gente y no es cuestión de follar en plena calle je je. Un pico y "hasta otra". Llego a mi casa que los primeros domingueros salén a su paseo. Me pongo el pijama rápido y me preparo a despertarme mañana/hoy temprano. Si me convertiré en hombre a las 18:00, quiero cumplir antes un capricho, me pongo el despertador a las 13:00 y "tendré tiempo de sobras" pienso yo.