La junta
Cuando regreso a mi ciudad, mis abuelos montan un motin para no darme poderes para modernizar las empresas Continuacion de mis relatos anteriore, espero que sea de vuestro agrado y agradezco cualquier comentario o consulta teneis mi correo a vuestra disposicion
El consejo
1ª Parte
Cuando salimos del aeropuerto destino de mi ciudad, durante el trayecto mi secretaria, que llego con el avión, me puso al día, parece ser que los abuelos no están dispuestos a modernizar la estructura del conglomerado, por lo que decidieron convocar una reunión de la junta, que estaba formada por mis abuelos, mi madre y yo, para que fuéramos impar, a propuesta de mi abuela, se nombro miembro a su intima amiga.
Además el abuelo estaba empeñado en quitarle poderes a mi madre y enviarla a una empresa alejada de la ciudad.
Después de leer los informes y comentarlo con mis abogadas, decidí tomar cartas en el asunto nada más llegar a la ciudad.
En cuanto aterrizo el avión, subí al coche de la empresa y me encamine a la sede, allí me esperaban mis abuelos, mi madre y la amiga de mi abuela así como un montón de abogados.
Nada más entrar en la sala de juntas, y sentarnos todos, ordene que no nos molestaran y que en la sala solo permanecieran los miembros de la junta.
Los abogados se levantaron y se marcharon, una vez ordene que se cerrara la sala, me levante con calma y empecé a nombrar las necesidades del conglomerado si queríamos ser competitivos, mi abuelo intento hablar y lo acalle con un gesto, estuve hablando durante una hora y media, no permitiendo que me interrumpieran en ningún momento, cuando termine indique que no había nada que discutir que la decisión ya la había tomado, tanto mis abuelos como la amiga de la abuela, pero me cerré en banda, y di por concluida la reunión me levante cogí a mi madre por el brazo y salimos para la mansión, ya en casa me encamine a mi despacho acompañado de mi madre, la hice sentar enfrente mía y le empecé a hablar.
Vamos a ver mama ¿qué pasa aquí?, ¿Por qué los abuelos están tan bordes?, algo no me acaba de encajar, son anticuados, pero dejarían hundirse la empresa por un capricho.
Explícamelo mama.
Ella me dijo, que los abuelos la trataban como a una extraña, que le hacían la vida imposible, que el abuelo la quisiera fuera de la casa y de la ciudad, que no le permitieran entrar en la fábrica. Empezó a llorar y yo me levante mi silla, me acerque por detrás y acercando mi boca a su oreja, Tranquila mama estoy aquí y todo saldrá bien, deja todo en mis manos lo único que te pido es que me apoyes en todo lo que haga, sin dudarlo, así seré capaz de cambiar las cosas y hacerme con el control del conglomerado.
De acuerdo hijo, no dudo de ti, confió plenamente en tu saber actuar, cuenta con mi total apoyo, no dudare en apoyarte sea lo que sea que quieras hacer.
Ya tenía dos votos de la junta, ahora debería conseguir otros apoyos y uno estaba fuera de la familia.
Me acosté temprano, no sin antes llamar a Helena y disfrutar un poco con ella.
Durante las siguientes dos semanas, fue un constante de reuniones, de charlas con los abogados, de discusiones acaloradas con mis abuelos, la más cerrada en banda era mi abuela, su tozudez era sumamente exagerada, se negaba a cualquier dialogo, no permitía acabar las reuniones y hostigaba a los abogados para intentar tomar el control absoluto de la empresa.
Pero votación tras votación, existía un empate a dos, pues la amiga de la abuela, emitía una abstención tras otra, dejando el tema en un punto muerto.
Mientras esto ocurría, yo estaba trazando un plan para terminar con esta situación, decidí trazar un plan para acabar con esta situación.
Sabia que el punto más débil, era la amiga de mi abuela, se llamaba Elisa, tenía 40 años, por lo que era tres años más joven que la abuela, ambas mantenían una amistad desde niñas, se sentían muy unidas, pero tenían una forma diferente de ver la vida.
Mi abuela vivía atada al pasado, mientras a Elisa, se volvía loca con las nuevas tecnologías, y los adelantos industriales, por lo que comprendía perfectamente la necesidad de cambiar el rumbo del conglomerado, pero por un sentido de gratitud, se astenia en las reuniones, para ver si la familia nos poníamos de acuerdo, esperaba que mi abuela entrara en razón, pero era tozuda y dominante, no podía dar su brazo a torcer.
Mientras ocurría aquí, en la universidad Helena estaba realizando un excelente trabajo con Lucia, ya la tenía en casa y estaba siendo adiestrada para satisfacer mis gustos.
Por lo que me dispuse a llamarla y felicitarla como se merece, marque el numero y después del primer tono.
Buenas noches amo tu nueva esclava Lucia espera que tu salud sea buena y se ofrece para satisfacer cualquier deseo tuyo, toda yo te pertenezco, pues mi ama y señora Helena así me lo ha ordenado, dispón de mi.
Escuche un golpe seco, que supuse que era una palmada y escuche una voz conocida.
Buenas noches mi señor tu esclava Helena, está dispuesta para satisfacerte en lo que ordenes.
Buenas noches esclava, quiero que pongas el manos libres para que me escuchéis las dos.
Helena cumplió mi orden al instante, Ya está mi amo, ahora te escuchamos las dos esclavas.
Bien mis putas sumisas, estoy muy estresado y necesito relajarme un poco, deseo que tu Helena, acaricies a Lucia, empezando por sus pechos, deteniéndote especialmente en los pezones que debes pellizcar de manera que escuche sus quejidos, luego continuaras bajando hasta llegar a su coño el cual acariciaras hasta que yo te lo diga y tu Lucia, disfrutar aras de la caricias que te proporcionen y dirás amo soy tuya cada vez que tengas un orgasmo, lo habéis entendido, sumisas.
Ambas al unisonó dijeron que si amo, y a mi orden Helena comenzó a acariciar a Lucia y escuchaba los suspiros y gemidos de Lucia, mientras Helena, también gemía por el placer que le producía excitar a la esclava, pasados unos minutos, empecé a escuchar de una forma casi continua.
Amo soy tuya, amo soy tuya, amo soy tuya, así unas siete veces, y a la séptima le ordene a Helena que parara, que ya estaba satisfecho.
Escucha Helena, quita el manos libres que deseo hablar solo contigo, y ordénale a Lucia que se vaya a asearse.
Escuche como Helena ordenaba a Lucia que fuera a asearse, que ella respondía sumisamente, espere un segundo.
Ya estoy aquí mi amo, que más deseas de tu más sumisa esclava.
Veo que estas adiestrando bien a mi nueva esclava, por lo que te felicito, pero ahora te daré unas instrucciones concretas.
Primero, Lucia seguirá vistiendo de forma decorosa y mantendrá su rutina de vida igual que antes.
Segundo, en casa permanecerá totalmente desnuda y solo la tocaras, cuando yo te llame y te lo ordene.
Tercero, a partir de ahora utilizaremos un sistema de video llamada que han creado mis informáticos y que Ana te instalara en un par de días.
Cuarto, notificaras en la universidad, que al final de este curso, dejaras de dar clases, tengo planes para ti y Lucia.
Quinto, Lucia terminara este curso y no se matriculara para el próximo año.
Me has entendido esclava.
Si mi amo así se hará, si mi amo me lo permite a riesgo de que se enfade conmigo, desearía hacerle una petición.
Te escucho.
Tengo ciertos sentimientos por Ana, que me tienen confundida, sigo siendo tuya en cuerpo y alma, pero necesito conquistar a Ana sin que tu se lo ordenes, deseo que pueda sentirla, que se enamore de mi, sé que es una petición inusual para una esclava, pero, si es tu deseo y me permites intentarlo, como un experimento, aceptare como buena sumisa tu decisión y no lo volveré a comentar.
Me quede pensativo un momento, pero la idea me excito y seria una pequeña recompensa para Helena y siempre podría disolver esa relación.
Bien esclava te voy a permitir que intestes conseguir tu deseo, pero tendrás siempre en cuenta que esa relación solo durara lo que yo desee, que no se te olvide que tu obligación es para mí tu amo y señor.
Gracias amo, tu esclava siempre estará agradecida por esta concesión y tiene claro que tu eres el que marca el principio y final de esta relación si se materializa.
Bien sigue con el adiestramiento de Lucia y conquista a Ana, ahora la llamare y le trasmitiré que ya no te debe obediencia, para ponerte la cosa más complicada. Ahora voy a colgar.
Colgué el teléfono y me quede un rato pensando si no le estaba dando demasiada cancha a Helena, pero desistí de ese pensamiento y me concentre en mis problemas en la empresa, pensando en Helena, mi mente tramo un plan para lograr el control del conglomerado, y lo iba a llevar a cabo a partir de mañana, con esos pensamientos me quede dormido.
Nada más levantarme por la mañana empecé a llevar a cabo mi plan, marque el numero de Elisa y le pedí que concertara una comida con mi abuela en un reservado, ella me contesto que se pondría en contacto con ella y en cuanto supiera algo me avisaría, después de colgar llame a mi madre y le pedí que se pasara por mi despacho. Al cabo de 15 minutos llamaron a la puerta y cuando la abrí era mi madre.
La invite a pasar y a que tomara asiento, ella decidió sentarse en un sillón de tres plazas que se encontraba un poco alejado de mi mesa, yo me senté en mi silla.
Escúchame mama, e ideado un plan y ceo que si sale bien esta noche tendré el control absoluto de todas las empresas, si eso sucede ¡Que sucederá! , realizare grandes cambios en la dirección de todas las empresas y sobre todo en la sede de la ciudad, pondré al mando de los departamentos principales a mujeres bien preparadas, que sepa n lo que queremos de ellas y que trabajen para hacer nuestro emporio más grande y poderoso, te preguntas por qué mujeres.
Bien te lo explicare, las mujeres sois más constantes que los hombres, ponéis mas interés en las cosas, sois en la mayoría de los casos más inteligente y analíticas, sabéis trabajar en equipo y también tener un grupo de trabajadores fieles y leales, además que aceptáis mas fácilmente el rol que se os asignen, sois perfeccionistas por naturaleza y no tenéis miedo a los retos, es por eso que quiero a mujeres en los puestos claves del grupo.
Para lograr todo eso tengo que convencer a los abuelos que me den el control absoluto de todos los activos de la familia, es por lo que he decidido jugármelo todo a una carta, espero una llamada para confirmar una comida con la abuela y Elisa, quiero convencerlas de que conmigo al mando de todo, las cosas funcionaran mejor.
Lo único que te voy a pedir de momento es que guardes la mayor discreción posible y que sobre todo que le abuelo no se entere, harás eso por mi mama.
Desde luego hijo cuenta con mi discreción en todo el tema, estaré expectante por ver cómo se desarrolla el tema y cuál será su desenlace, pero pase lo que pase yo siempre seré tuya.
Al llegar a este punto y analizando la frase de mi madre, me pareció que sus palabras tenían un doble sentido, fue cuando me fije en la postura que adopto mi madre sentada en el sofá, al comienzo de la conversación, estaba sentada en una posición recta y normal, apoyada en el respaldo y las piernas cerradas y la manos sobre su regazo, pero conforme iba avanzando la conversación su postura fue cambiando, descruzo las piernas, se tumbo un poco en el sofá, aflojo un par de botones de su blusa y se empezó a acariciar el comienzo de su pecho, como si estuviera secándose el sudor, al poco puso las piernas encima del sofá, y se remango la falda hasta las rodillas y se abrió de piernas, dejando a la vista una figura elegante y muy sexy, transcurrido un par de minutos y mientras yo seguía hablando, abrió un poco sus piernas y se desabrocho otro par de botones de la blusa, y con sus manos, empezó a acariciarse, primero los tobillos, para con mucha calma ir subiendo por sus piernas y cuando llego a las rodillas, las separo lo máximo que pudo, dejando a la vista la totalidad de sus piernas y un tanga negro totalmente transparente que mostraba su coño totalmente.
Yo que no había prestado mucha atención a los movimientos de mi madre durante la conversación, al terminar esta y girar mí vista hacia ella, la pude ver en esa pose y sentí como mi poya se empezaba a poner tiesa, mi madre era una mujer de 29 años. 1,75 de estatura, bien proporcionada y con un cuerpo firme y bien cuidado por la cantidad de ejercicio que realizaba y por una dieta equilibrada y controlada, no tenía vicios, ni fumar ni beber.
Yo conforme la miraba, mi percepción de ella iba cambiando, ya no la miraba como mi madre, sino como una mujer bella, hermosa y deseosa de ser amada,
Me levante de mi silla me acerque a ella y sentándome a su lado, le acaricie los pies, suavemente, con delicadeza, y sensualidad, ella se percato que no era el típico masaje de un hijo a su madre, sino que era más sexual, se puso tensa, porque se sentía excitada por los acontecimientos, se estiro un poco mas poniendo los pies encima de la entrepierna de su hijo y este empezó a subir la mano a través de sus piernas, con calma, amasando cada centímetro de cuerpo, deteniéndose especialmente en sus rodillas, a las cuales aplico una series de masajes circulares que lograron que María. el nombre de mi madre, empezara a soltar pequeños grititos y suspiros, yo continúe subiendo mis manos para ver hasta donde sería capaz de llegar María, y continúe subiendo hasta llegar a su pubis, comencé a jugar con el estando por el medio la tela de su tanga, y realizando movimientos circulares, ella por su parte empezó a acariciar mi pene con los pies por encima de mi pantalón, logrando que mi pene empezara a tener una erección bastante considerable, en ese instante, decidí dar el paso definitivo, me levante del sofá, me acerque a mi María, la cogí de la mano para que se levantara, en cuanto estuvo de pie a mi altura, acerque mis labios a su oído y como si fuera un susurro.
Veras María, yo a mis amantes les exijo algo más que amor y confianza en mí, les pido más cosas que ella voluntariamente y sin ningún tipo de coacción me dan, tú estarías dispuesta a aceptar las condiciones que yo te imponga.
Hijo creo que es lo que me pides y si estoy dispuesta a aceptar las condiciones que me impongas, seré tu esclava, tu sierva, tu más fiel zorra, solo viviré para complacerte en todos tus deseos.
Bien María esto lleva un proceso de adiestramiento que te daré yo personalmente, pero de momento esclava, quiero que te desnudes totalmente, te masturbes para mí y me ofrezcas tu mejor orgasmo.
Así lo hare mi amo, se desnudo totalmente y con suavidad empezó a acariciar sus pezones con una mano mientras que con la otra acariciaba su clítoris y sus labios vaginales, conforme iba aumentando el ritmo de sus dedos, su cara cambiaba de sensación, de calidad a extasiada, a placentera y en un momento dado su cuerpo se tenso y gimiendo y gritando comenzó a decir.
Amo soy tuya, gracias por este gran orgasmo que me permites tener, dispón de mi, sodomízame, añílame, humille, sea cual sea tu deseo yo estoy lista para cumplirlo mi amo.
Me acerque a ella me baje la bragueta extraje de mis bóxer la polla y se la acerque a su boca, ella sin dudarlo se la metió en la boca y empezó a chuparla con verdadera pasión, mientras me la chupaba, me di cuenta que ya no tenía madre, sino una sumisa puta que se entrego a mi por su voluntad en ese instante me corrí a chorros, ella se trago todo el semen y cuando termino, se dedico a lamerlo, cuando termino metí mi polla dentro,
La hice levantar y le ordene que se vistiera y mientras se vestía le hable.
Escucha María ya me perteneces ya no eres mi madre, sino una de mis esclavas y siervas, ahora te irás a tu habitación, te asearas y permanecerás en ella hasta que yo te lo ordene, ahora vete.
Ella asintió con la cabeza y sin darme la espalda salió del despacho.
Ahora tenía que concentrarme en el siguiente movimiento