La joven ninfómana
Una mujer madura decide visitar un local de masaje donde es atendida por una joven ninfomana con la que disfruta como nunca imaginó
La joven ninfomana
Kristin Moore estaba sola y deprimida… Su mejor amiga, Mary, se había ido de vacaciones a Europa y a ello había que sumarle el hecho de que su esposo le había pedido el divorcio hacia ya siete meses.
Era pues una mujer que no estaba acostumbrada a estar sola.
Después de estar sin salir de su apartamento casi una semana, llamó por teléfono al número que Mary le había dado antes de irse… Después de dos tonos, escuchó una sensual voz femenina al otro lado de la línea diciéndole:
- " A llamado a ’ Disfruta sin limites ’… ¿Cómo puedo ayudarte?... Soy Olivia."
Una punzada de miedo la recorrió el cuerpo de arriba-abajo, pero como ya había llamado, respondió:
"Soy la señora Moore, amiga de Mary Hall… Me recomendó su establecimiento y me gustaría saber si tendría algún hueco para mí."
¿Para hoy?"… "Mmmmmm, Sra. Moore", dijo Olivia con voz delicada… "¿Cómo está la señora Hall… No la hemos visto desde hace unas semanas?"
"Ahora está en Europa", contestó Kristin… - "Volverá en un par de semanas."
"Bueno", prosiguió Olivia… "Tenemos un hueco para poderla atender a las dos de la tarde… ¿Le viene bien?"
Era ahora o nunca.
"Sí… A las dos esta bien", respondió ella… "Nos vemos entonces, y gracias"… Llegada la hora convenida Kristin entró en el establecimiento.
"Hola, señora Moore… Es un placer conocerte… Por favor toma asiento", dijo Olivia gentilmente mientras estrechaba la mano de Kristin.
"Mary me habló muy bien de este lugar, así que decidí verlo por mí misma, por así decirlo", dijo Kristin.
"Bueno, estoy muy contenta de que lo hayas hecho", respondió suavemente Olivia… - "¡Espero que tu tiempo aquí sea más que agradable!"
Después de que ambas tomaron asiento en la lujosa oficina de Olivia, ella preguntó:
"¿Has pensado qué tipo de entretenimiento tienes en mente?"
"Bueno", dijo Kristin lentamente… "No estoy seguro… ¿Qué tienes?"
"Tengo casi todo lo que podrías pedir", respondió Olivia… - "Pero, ¿puedo hacerte una sugerencia?", contesto sin querer entrar en detalles.
Kristin respondió agradecida:
"¡Por favor, estoy abierta a cualquier sugerencia!"
"Bueno", continuó Olivia… - "Mi experiencia con nuestras clientas más maduras, como usted, es aconsejarle que comience con una mujer joven, pues le resultará mucho más relajante y agradable, aunque ahora eso puede sonar extraño… Estar con una mujer genera mucha menos tensión que empezar con un hombre… ¿Por qué?... Pues por lo que he visto es que, a pesar de que la mujer es la clienta, si está con un hombre, cree que es su responsabilidad satisfacer sus necesidades, cuando en realidad, él está allí para dárselas a ella y no al revés… ¿Lo entiendes?", preguntó Olivia.
"Uh, sí", respondió Kristin… - "Entonces, debo empezar con una mujer, ¿verdad?"
"Creo que esa es la mejor manera de proceder", respondió Olivia, mientras levantaba el teléfono y hablaba por el receptor: "¡Toni, por favor envía a Lesly!"
Las dos mujeres tomaron un trago de vino y charlaron mientras esperaban a Lesly.
"Creo que vas a estar muy a gusto con ella", dijo Olivia… - "Lesly acaba de cumplir dieciocho años y parece una muñeca."
"Suena muy intrigante", dijo Kristin… Y fue interrumpida por un suave golpe en la puerta.
"Entra, Lesly", gritó Olivia, mientras la puerta grande y pesada se abría lentamente para mostrar a una increíblemente encantadora joven parada allí envuelta en una toalla rosa… - "Esta es la señora Moore, querida", dijo Olivia en una forma de presentación… - "¿Quieres, por favor, quitarte la toalla para que pueda ver su bonito cuerpo?"
Sin siquiera decir una palabra, la pequeña joven dejó caer su toalla, y se paró frente a las dos mujeres mayores, para que pudiesen ver su cuerpo desnudo.
"¿Qué piensas?", preguntó suavemente Olivia… - "¿No es tal y como te la describí?"
"Si… Ella es la perfección", tartamudeó Kristin… "¿Estás segura de que tiene dieciocho años?... Se ve muy joven"
"Dieciocho garantizados", respondió solemnemente Olivia… -"Guardamos una copia de todos los certificados de nacimiento en el archivo por las dudas!"… "Entonces…", preguntó Olivia… "¿Qué decisión has tomado?"
"Me quedo con ella", respondió Kristin suavemente.
Sin molestarse siquiera en ponerse la toalla, Lesly condujo a Kristin de la mano por un largo pasillo hasta una puerta que se abría a una serie de habitaciones que contenían una bañera de hidromasaje, un sofá con una mesita y, por supuesto, una cama de gran tamaño.
"Esta es mi habitación favorita", dijo Lesly en voz baja una vez que cerraron la puerta y se quedaron solas dentro… - "¿Le gusta, Sra. Moore?"
"Mucho, Lesly", respondió ella… "Pero por favor, llámame Kristin, ¿de acuerdo?"
Una sonrisa suave se dibujó en la cara de la joven y ella respondió:
- "Bueno, Kristin, déjame ayudarte a quitar esa ropa para que puedas sentirte un poco más cómoda, ¿de acuerdo?"
Cuando Lesly comenzó a desabotonar la parte delantera de la blusa de Kristin, la mujer mayor apartó su mano y dijo:
- "Estoy un poco nerviosa por esto… A lo largo de los años he engordado un poco, y me siento avergonzada de cómo me veo."
Lesly soltó una risita y respondió:
-"¡No te avergüences, Kristin… Tienes enormes tetas, y me encantan las tetas grandes."
Al escuchar a la joven y adorable chica hablar de sus pechos de una manera tan alegre hizo que su coño se contrajera lo suficiente como para hacer que sus bragas se humedecieran.
- "Oh, querida", susurró Lesly cuando vio el tamaño del sostén que sujetaba sus grandes pechos… "A la pequeña Lesly le encantará chupártelos… Date prisa en desnúdate para que podamos meternos juntas en la bañera."
Cuando finalmente se quitó sus pantimedias y sus bragas y se quedó desnuda, Lesly apretó su rostro contra el pecho de Kristin y besó sus grandes mamas, haciendo especial interés en pellizcar sus pezones hasta que quedaron duros y tiesos.
"Si… Lo haces muy bien", jadeó Kristin… - “Ha sido muy difícil para mí tomar la decisión de venir pero ahora no me arrepiento."
“Gracias, Kristin… La mayoría de las mujeres que vienen, quieren amamantarme", contestó suavemente Lesly… - "Les gusta pensar que soy una niña pequeña que necesita ser alimentada con leche materna… ¿Te gusta eso?... Quiero decir, si te gustaría amamantarme como si fuera un bebé?"
" Oh, sí", respondió Kristin… - "Tienes un cuerpo muy bonito, y tu coño, es precioso... ¡¿siempre lo mantienes afeitado tan suave?”
"Por supuesto", respondió ella… "Después de que termines de amamantarme, creo que estarás con ganas para chuparte mi pequeño coño, ¡¿verdad?!"
"¡Oh, Dios!", gimió Kristin… - "¡Me tienes goteando el coño todo el rato… Vamos a meternos en la bañera para poder tener tu boca en mis pechos!"
Una vez metidas en las cálidas aguas del spa, los pechos de Kristin flotaban en la superficie, haciendo que sus pezones fueran fáciles presas para la pequeña moza obsesionada con ello.
Sosteniéndola en sus brazos como si fuera un bebé, Kristin dejó que el agua relajara todos los músculos de su cuerpo, excepto los de su coño que parecían tensarse y relajarse cada vez que la insistente boca de Lesly, mordisqueaba sus tiesos y duros pezones.
"Lesly, cariño", preguntó Kristin suavemente… - "¿Te gusta que te la chupen?"
"Oh, sí", respondió rápidamente… "Tengo un clítoris muy exagerado que requiere atención constante… ¿Quieres que te lo enseñe?"
“Si, por favor", le dijo Kristin… - "Enseñamelo"
Lesly soltó la gran teta en la que había estado amamantándose, y mientras flotaba de espaldas, abrió sus piernas y deslizó el coño hacia la cara de Kristin.
"¡Jesús!", gimió Kristin cuando vio por primera vez el órgano protuberante… - "¡Puedo ver tu clítoris saliendo de tu coño… Y está duro y erecto!"
"Por supuesto", dijo Lesly en voz baja… - "¿Te gusta o es asqueroso?"
"Es muy bonito y me gusta mucho", respondió Kristin, mientras el coño flotaba a pocos centímetros de su boca hambrienta.
"¿Puedes lamer mi coño?", le preguntó a Kristin… - "Necesito tener un orgasmo porque estoy muy caliente, y sería divino si lo tuviera en tu cálida boca."
Kristin nunca había chupado un coño, pero ahora, al estar tan caliente también, le pareció la cosa más natural del mundo que su lengua sondeara suavemente los pliegues enrojecidos del coño de la jovencita Lesly, que se derritía de placer y se quedaba casi sin aliento… Le dijo:
- "Oh, me chupas muy bien… Yo-yo me voy a correr muy fuerte y rápido… Ohhhhhh… ¡Qué placeeeer… Me corroooo… Aggggggggg!"
Kristin había colocado su boca en el coño de Lesly y la lamió a gran velocidad al escuchar los gemidos culminantes de la dulce joven atrapada en la punta de su lengua... Cuando todo terminó, Lesly simplemente se alejó flotando, aún aturdida por la furia de la explosión que acababa de destrozar su coño no tan inocente.
"¿Lo hice bien?", preguntó seria Kristin mientras Lesly se recuperaba y volvía a la normalidad.
"¿Lo dudas?", respondió ella astutamente… - "¡Nunca he tenido un orgasmo así en mi vida… Pensé que iba a desmayarme!... Que bien me has lamido y movido la lengua sobre mi clítoris… Me reventaste de gusto."
"¡Oh… Qué bien!", contestó Kristin con voz aliviada… - “Quise hacerlo lo mejor posible para que disfrutases."
"Lo conseguiste… Y ahora que me has dado mucho placer", susurró Lesly,… - "¿Qué puedo hacerte a ti?”
"Sorpréndeme", respondió Kristin… - "Estoy segura de que cualquier cosa que me hagas será increíble."
Al escuchar eso, Lesly se acercó al borde de la bañera, abrió una caja alargada, metió la mano dentro y sacó un enorme consolador negro que tenía un arnés conectado a él… Lesly se dio la vuelta, levantó el objeto y le dijo:
- "Voy a ponerme esto y follarte con él hasta que me pidas que pare".
Kristin no podía creer lo que le estaba viendo mientras observaba a la joven y núbil Lesly deslizarse el arnes entre sus piernas hasta que el grueso garrote negro estaba presionando insistentemente contra la grieta de su coño, que segregaba flujo sin parar.
"Dime que lo quieres", ordenó Lesly… - "Dime que quieres ser follada como una puta"
"Oh, Dios", jadeó Kristin… "¡Oh, Dios… Por favor, métemelo… Te lo ruego, pégame fuerte… Clávamelo hasta el fondo y dame sin descanso y sin compasión hasta reventarme... Qué caliente estoy."
"Dime que eres una puta", bromeó… - "¡Quiero oírtelo decir!"
"Está bien", dijo Kristin… - “soy una puta, ahora por favor, métemela!”
“Oh, no", replicó Lesly… - "¡Te dije ‘una jodida puta’… Dilo… Y llámate ‘puta’."
" Soy una jodida puta, maldita sea", jadeó Kristin… - "Ahora fóllame, pequeña puta."
"Oh, Dios mío", dijo Mona en voz baja… - "qué lenguaje utiliza tan agradable señora… ¿sabes qué, no creo que seas una dama para nada, sólo eres una maldita puta lamiendo coño, ¿no?"
Pero Kristin estaba delirando de lujuria, y la presión constante contra sus labios del coño la estaban destrozando de placer.
"No escuché lo que dijiste", exigió Lesly… - "¡Dime que eres ‘una puta lamiendo coño’."
"Sí, sí", silbó Kristin con los dientes apretados… - "¡Soy una puta lamiendo coño… Ahora por favor, mátame a golpes en el coño"
Lesly se relajó por un segundo, y luego preguntó dulcemente:
"¿Quieres decir esto?"… Y mientras hablaba agarró a Kristin por los hombros y la tranca negra que llevaba colgando se la metió de golpe hasta la empuñadura dentro del coño humeante.
"Owwwwwwwweeeeeeeee", grito Kristin… - "Me duele mucho… ohhhhhhhhhhhh… Dios, cómo me duele por lo gorda y larga que es."
"Puedo sacarlo si quieres", le dijo Lesly inocentemente!
"Joder, noooooooo", rogó Kristin… "Déjalo ahí metido… Me siento muy jodida y llena… Me va a hacer correeeeeerrr… Oh, Dios, estas jodiéndome muy duro… Estoy llena de polla negra y me corrooooo.”
Después, Lesly se recostó en los brazos de Kristin mientras el agua caliente las tonificaba de nuevo… Kristin le dijo en voz baja:
- "¡No sabía lo que me estaba perdiendo!"
Lesly se acurrucó aún más contra sus grandes mamas y respondió:
"¡Yo tampoco"… “Espero que vuelvas a ’Disfruta sin límites’ y pidas de nuevo mis servicios… ¿Lo harás?
“No te quepa la menor duda… Y llamaré a Olivia para reservarte antes de lo que te imaginas.”
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