La joven esposa de mi tío

Una visita a casa del abuelo se transforma en placer con la mujer del tío

La joven esposa de mi tío.

Mi padre viene de una región del Atlas Medio, de una zona rural, todavía tiene a sus padres, es decir, mis abuelos, son agricultores y pastores.

De vez en cuando nos lleva en familia para las vacaciones escolares, ya sea primavera o verano, estábamos muy felices de cambiar la ciudad por el campo, yo y mis dos hermanas.

Durante los últimos seis años no ha sido posible por razones que es superfluo citarlos aquí.

Ni siquiera fuimos a la boda de mi tío pequeño.

Soy Hamid, de 18 años, alto de 1,75, lo suficientemente guapo.   musculoso por el deporte de la cultura física que practico continuamente y buen estudiante, soy el mayor de la familia.

Este año, al comienzo de las vacaciones escolares de verano decidí ir a casa de mi abuelo, tíos y tías; mi abuela murió hace varios años. Mis padres me permitieron hacer este viaje, en el que preparé mi bolso y me embarqué en este viaje.

Llego a la granja de mis abuelos un día de zoco.

Golpeo la puerta, una chica viene a abrirme, una chica bastante hermosa, gorda, ojos azules, usando un vestido de casa   para cubrirla en su totalidad.

-        ¿Sí? ¿Quién eres?

-        Soy Hamid, el hijo de Rami, vengo a ver a mis abuelos

-        Venga, sí

Y su mirada se mantuvo fija sobre mí, detallandome de abajo a arriba, sus ojos brillaban y su boca permanecía abierta. La despierto.

-        ¿Y tú?

-        Soy Sara, la esposa de tu tío Farid, nos casamos hace tres meses.

-        Ah buenas felicitaciones no venimos a la boda en la familia.

-        En casa, no hay nadie, todos están en el zoco.

Se adelantó a mí, con un paseo vacilante, la seguí, me llevó a una habitación en la parte trasera de la casa, entramos, había una cama grande y un armario.

-        Me dijeron que vendrías, esta es la habitación a la que me dijeron que te preparara. ¿Quieres algo?

-        Sí, una botella de agua, tengo sed

Se fue a buscar agua, aprovecho para cambiarme, me quedo sin camisa, me pongo pantalones cortos, estaba muy caliente.

Cuando regresó, me encontró en este estado, casi deja caer la bandeja que llevaba puesta.

-        ¿Muy bien?

-        Sí, sí

-        Siéntate

Tomo un espray desodorante, lo  paso por mi cuerpo

-        Sientes que es refrescante

-        Sí, huele muy bien

-        Espera, y toma la bomba que te ofrezco

-        No, no me lo voy a poner y guárdalo para ti.

Mientras tanto empecé empalmar, Sara me miró fijamente y de vez en cuando la mirada va hacia mi polla.

-        ¿Cuándo volverán del zoco?

-        Al final de la tarde, después de las cuatro. Qué hora es?

-        Es mediodía,

-        Sabes que eres bonita,

Se ha puesto roja. Y los dedos cruzados, no sé si por timidez o cualquier otra cosa.

-        Tú también eres hermoso.

-        ¿Y tu marido?

-        Él es como todos los chicos de estos lugares, un campestre, rara vez se lava, rara vez  se cambia, nunca usa perfumes y más....ah no está bien.

-        ¿Cómo te casaste con él, te amaba?

-        Es toda una historia; un día vinieron sus padres, pidieron mi mano, mi padre dijo que sí, sin preguntarme mi opinión por supuesto, una semana después  me trajeron aqui  , no lo conocía, estaba la fiesta, no sabía nada, en medio de la noche alguien entró en la habitación sin encender la luz, me obligó a , me desfloró y todas las noches duerme conmigo, en la oscuridad, se viste y duerme. Nunca lo he visto desnudo, para mí es una pesadilla, me resigno y dejé que hiciera lo que quisiera, sin decirme nada.

-        Es salvaje, acércate a mí, no voy a comerte.

Ella se sienta a mi lado en el borde de la cama, le pongo un brazo en los hombros y la acerco a ella más a mí, le hago girar la cabeza hacia mí y la beso ligeramente en la boca, ella se ha extendido un poco, hice el mismo gesto pero esta vez presioné mis labios contra los suyos , y poco a poco empezó a participar, abre la boca, le pongo la lengua y la sigo besando, mi mano izquierda empezó  a acariciar los pechos sobre el vestido, percibí un ligero gemido, empieza a acariciarme el pecho, nos balanceamos en la cama y la sigo besando mientras acaricio sus pechos.

Le pedí que se quitara el vestido, no quería desnudarse frente a mí, insistí, se quitó el vestido, sorpreesa, no llevaba nada debajo, ni siquiera bragas, la imité, me quité los pantalones cortos y me volví como ella.

Creo que esta es la primera polla que ve en su vida mi tranca era ya empalmada, sus ojos pegados a mi polla, ella abrió la boca.

-        ¿Muy bien?

-        Sí, está bien, es la primera vez que veo un órgano humano

-        ¿No?, y tu marido, ¿nunca lo has visto desnudo?

-        nunca

Me acuesto a su lado y la abrazo y empiezo a besarla, mi polla se coloca en la entrada de su coño, arriesgue una mano en el coño, ella ya se moja. Lame sus pechos y sigo subiendo su barriga para llegar a ella que hurgo con mi lengua, haciendo que Sara se estremece.

-        Ah siiiiiii, que buenoooo

Paso mi lengua entre los labios grandes y llamo  a los labios pequeños, hago cosquillas en el clítoris, mi lamer continuó hasta el pequeño agujero, luego volví a la vagina , le metí  un dedo en el ano, éste es flexible, él aceptaba fácilmente mi dedo.

Cuando descubrí que el coño está suficientemente lubricado, me puse entre las piernas de Sara y le puse la polla hasta que los cojones,  le arrebató un gemido largo.

Empecé lento de un lado a otro marcado por gemidos mutuos mezclándose e yendo al unísono, la música de la cogida, entrando en el ritmo que me abraza con las piernas para no dejarme escapar y levantar el culo para venir a encontrarse con mi polla cuando me meto en ella.

Estábamos sudados, soy implacable en el, mi pareja grita su placer

-        Oh siiiiiiiiiiii, que buenoooo, continúa siiiiiiiiii aún más rápido más fuerte

Cuando sentí que venía le pregunté si podía vaciarme dentro, me dijo que sí, me descargué, también disfruté, mientras me comprimía con sus piernas, su vagina me exprimía la polla para extraer todo el jugo, finalmente soltó y perdió el conocimiento exhalando todo el aire comprimido con un gran ruido.

Ella cerró los ojos, aproveché la oportunidad para retirarme de ella y rodar junto a ella.

Estaba cansada.

Cuando recuperó la conciencia fue a lavarse, vino a verme, se vistió y me dijo

-        Es hora de que la familia regrese del zoco, los esperaré, te irás a la cama, les diré que acabas de llegar.

-        No, me voy a vestir y esperar afuera a la sombra de la higuera, así que sabrán que eres decente y no querías traer a casa a alguien que no conocías.

-        Eso está mejor

Me vestí y estaba debajo de la higuera, cuando llegaron los demás, vinieron a darme la bienvenida, entre otros estaba mi abuelo, mi tía y mi tío Farid el marido de Sara.

Culparon a Sara por su falta de hospitalidad, pero finalmente le dieron razón.

Nadie sospechaba nada. Saludé a la familia, la esposa de mi tío me sirvió algo para comer, tenía hambre.