La Jefa 2

No siempre fué Jefa...comenzamos por el principio...

Teresa era la mejor amiga de Noelia. Se conocieron cuando ambas entraron a la  universidad.  Compartían habitación en la residencia de estudiantes y al principio todo iba fatal entre ellas ya que eran muy diferentes.  Ambas estudiaban Historia del Arte, con lo cual, se estarían viendo prácticamente las 24 horas.  Teresa era una niña, dócil, cariñosa, tímida, seria, estudiosa, miedosa, nunca había tenido novio y en la opinión de Noelia, aspirante a novicia.  Teresa por su parte era la típica macarrilla con buenas notas. Era de esos estudiantes que con dar un repaso el día antes del examen, lo clavaban sin esfuerzo.  Además era juerguista, promiscua, lesbiana, huérfana de padre y madre, tenía mucho dinero y con sus 18 años recién cumplidos no tenía ya a nadie que la controlara.  No era para nada tímida y le encantaba todo lo que estuviese prohibido.   Con el tiempo y el conocimiento de una y otra, aprendieron a quererse, a respetar los espacios de la otra y  a ser amigas.  De hecho, Noelia se convirtió en la mejor amiga de Teresa. Se lo contaban todo y guardaban muchos secretillos entre ellas.  Los compañeros de facultad no se podían imaginar como es que eran tan amigas siendo tan distintas y en cierto modo envidiaban la complicidad que se adivinaba entre ellas.

¿Cómo llegaron a ser Ama y sumisa? Después de 2 años de amistad y complicidad a Teresa le mataba cada vez más la curiosidad de estar con una mujer.  Noelia le contaba todas sus aventuras y alguna chica había visto Teresa en la  cama de Noelia, pero con ella, Noe, como le llamaba en esos tiempos, ni siquiera se percataba de que ella se moría porque le dedicara una caricia o le rozara con sus labios.  En esos tiempos Noelia no sabía lo que era el BDSM pero actuaba como una Domina porque simplemente ella era así.  La limpieza de la habitación siempre le tocaba a Teresa, porque Noelia ni se molestaba…lo único que hacía era su cama porque era su “área de juegos”.  Para pagarle la dedicación a la limpieza, Noelia ayudaba a Teresa con las clases que se le resistían y mantenía la neverita que tenían en la habitación con todas las chucherías y antojitos que les gustaban a las dos. Además estaba encima de Teresa en cuanto al ejercicio para que no engordara y la obligaba a hacer yoga, aeróbicos y a levantar pesas.  La verdad es que Noelia se comportaba de manera dominante con Teresa y ella a su vez de manera muy sumisa.

Un viernes por la tarde,   Noelia estaba como una fiera porque una chica le había dado plantón y eso era algo que su ego no podía soportar.  Esta chica le había dado largas y largas y cuando por fin pensó que podría ponerle las manos encima…la muy puta desaparece.  Se negaba a masturbarse a menos que fuera una emergencia o parte del juego, porque habiendo tanta mujer en el mundo para qué iba a usar sus propias manos para darse placer.  Pero lo cierto es que estaba cachonda, había sobrepasado su límite de dos días sin follar y ya no aguantaba más.  De repente vio una foto de Teresa que estaba sobre la mesa de trabajo de ella y la cogió.  –Nunca había mirado a Teresa de esta manera pero la verdad es que está buena la monjita.  Me pregunto si alguna vez habrá fantaseado con que estemos juntas. Tengo un plan…y si me sale bien, creo que voy a tener lo que quiero aquí mismo en casita.     Teresa entró a la habitación, venía de la biblioteca en donde trabajaba unas horas a la semana de manera voluntaria. Le vio la cara y de inmediato supo que algo andaba mal, de repente lo recordó.

-Hola, ¿y tu no habías quedado con una hoy? Pensé que no te encontraría aquí.

-Si, pero me han dado plantón, dijo en un murmullo y con ojitos tristes.

-Bueno, no pasa nada, ya encontrarás a otra, eres muy popular

-Lo sé, pero yo quiero amar, quiero que me amen y quiero continuidad…no ir de flor en flor como hasta ahora, y con la  misma se echó a llorar.

Noelia sabía que Teresa no podía ver a nadie llorar, tenía un corazón tan grande que era la Madre Teresa de la universidad.  Exactamente como pensó Noelia, cuando Teresa la vio llorar se acercó y la abrazó.

-Noe, si es que das esa imagen de dura y que nada te importa pero al final eres tan vulnerable como somos todas…lo único que quieres es que te amen.

-Si Tere, y no entiendo por qué es tan difícil

-Porque no has encontrado quién te valore por lo que realmente eres. Una niña dulce y voluntariosa que pide a gritos atención.

Estaban abrazadas en el medio de la habitación y Noelia se fue acomodando en el abrazo hasta estar segura de que si giraba la cara, sus labios rozarían los de Teresa.  Así lo hizo y Teresa se quedó mirando a Noelia sorprendida, pero Noelia pudo ver el deseo en sus ojos y fue a por ella.  Le agarró la cabeza y la besó como no había besado a nadie, con dulzura y ternura, dando el toque final para luego tenerla comiendo de su mano.  Teresa respondió al beso y cayó en un éxtasis.  En minutos estaban las dos desnudas sobre la cama de Teresa haciendo el amor; si, haciendo el amor.  Noelia sabía que si le hacía a Teresa las perrerías que le gustaban, la asustaría para siempre.  Así que le besó todo el cuerpo, deteniéndose en los lugares que ella creía sentiría más placer para ir conociéndola de esa manera.  Le susurró al oído lo mucho que la quería, y era verdad, la quería mucho.  Prestó especial atención a su pecho y sus pezones, los lamió, acarició, mordisqueó, chupó… fue bajando beso a beso por su cintura, caderas…hasta llegar a donde quería…  Cuando le vio su coñito depilado, a recomendación de ella misma…se le hizo agua la boca y fue con ganas a comerlo.  Teresa estaba mojadita y eso le agradaba, saber que lo estaba disfrutando y no era un acto de caridad.  Sacó la lengua y la pasó por su coño de abajo arriba para ver con agrado que Teresa se estremecía de placer.   Noelia no quiso introducirle nada a Teresa porque esto había abierto un mundo de posibilidades para ella y quería llevarla poco a poco.  Además con la falta de experiencia que tenía la pobre niña, todo lo que le hiciera sería nuevo y excitante… ¡nadie la había tocado antes, qué desperdicio!

Noelia chupó, lamió y comió del sexo de Teresa con una avidez y destreza sorprendentes para una chica de 20 años.  Con la otra mano que le quedaba libre, se masturbaba.  Quería darle todo el placer posible a Teresa sin pedirle que devolviera el favor.  Quería enseñarla y que además sintiera que estaba en deuda con ella por todo el placer proporcionado…Ya sabría ella cobrar y bien cobrado.  Cuando sintió que Teresa estaba a punto de llegar al éxtasis, realizó una prueba; le cogió un pezón y se lo retorció hasta causarle dolor.  Esto llevó a Teresa al máximo placer y la hizo gritar, aferrarse a la boca de Noelia y agarrarle la mano para que no la soltara.  –Esto es estupendo, ha nacido una perra….  –Si lo hubiese sabido, antes lo hubiese intentado, aunque bueno…llegó en el momento justo.  El profesor de literatura no sabe el favor que me ha hecho dándome a leer al Marqués de Sade e Historia de O, pensó Noelia con satisfacción.   Al llegar las dos, y estar exhaustas, se abrazaron y besaron con ternura.  Teresa no podía creer lo que se había estado perdiendo por tanto tiempo y por su parte, la cabeza de Noelia iba a mil revoluciones por minuto con todas las ideas que se le estaban ocurriendo.

-Eres una diosa Noelia, no sabía que se pudiera disfrutar tanto con el sexo y que fueras tan buena.

-Ya ves querida por qué me gustan tanto las mujeres.  ¿Estás bien? ¿Has quedado satisfecha?

-¡Si! Más que satisfecha.  Te quiero Noe, te quiero.

-Vamos despacio Tere, esto ha estado muy bien, pero por una mujer con la que estés no puedes considerarte lesbiana.  Estamos en tiempos difíciles para este tipo de conductas.  Tus padres no aprobarían que llevaras una vida como la mía…en fin…paso a paso cariño.  Dentro de esta habitación podemos ser lo que queramos y si me lo permites, te llevaré por el camino del placer…pero tenemos que tener cuidado.  Cuando llegue el momento debes casarte con un chico guapo, agradable y a tu altura.  A mí siempre me tendrás.

-Pero a mi no me interesa nadie más.  Hoy siento que he encontrado lo que me hacía falta y además yo te quiero muchísimo.

-Yo también te quiero pequeña, pero hazme caso y llevemos esto despacio.

Años después ninguna de las dos se arrepentía de nada… Ahora veremos como le va a Noelia en esa fiesta…