La Isla Del Placer 3

Hora de que Natasha ajuste viejas (y muy importantes) cuentas con viejos conocidos de su vida...

ATENCION

-Los hechos aquí descritos o narrados rompen una regla importante del sadomasoquismo: el consentimiento. Además contienen actos de abuso y agresión penada por las leyes de todos los países (hasta donde se). Solo fueron escritos y publicados con el fin de entretener.

-Dichos hechos pertenecen a la ficción, cualquier parecido con la realidad se tratara de pura, mera y llana coincidencia.

**-El autor de esta historia

CONDENA

cualquier acto de violencia en contra de cualquier ser humano.**

**-No seas cabron,

PRACTICA EL SEXO SANO, SEGURO Y CONSENSUADO.

Y si es posible, con amor.**

-Este relato es solo para mayores de 21 años, que no sean débiles mentales.

Se Recomienda leer las dos primeras partes de la saga:

La Isla Del Placer:http://www.todorelatos.com/relato/74252/

La Isla Del Placer 2: http://www.todorelatos.com/relato/75480/

Antes de comenzar:

Quiero pedir mil y un disculpas a los seguidores de la saga, por la gran demora en publicar los capítulos. Entre trabajo y proyectos me han dejado corto de tiempo para escribir.

Con respecto a las practicas que se leerán en entregas futuras (y en esta misma), pues debo advertir que vendrán cosas que, al menos a mí, me parecen realmente fuertes y peligrosas (practicas como el Scat, y en futuras entregas mutilaciones e incluso es probable que se mencionen practicas del tipo “dolcett”), e incluso, como bien digo en la advertencia anterior, son penadas por las leyes de los distintos países, hasta donde tengo entendido. Además del hecho que en este relato se rompe la regla dorada del BDSM, el cual es el consentimiento. NO recomiendo en absoluto reproducir los hechos aquí narrados, los cuales pertenecen únicamente a una historia de fantasía.

Para eso fue escrito este relato: para entretener y hacer volar la imaginación. No para reproducirlo en la vida real.

Por último, TODOS los personajes de esta historia son mayores de 18 años. DILE NO A LA PEDOFILIA. DENUNCIALA.

La Isla Del Placer 3

Todos se sorprendieron por la respuesta de Natasha. Todos menos El Jefe, quien ya sabía quién era la esclava transexual. La chica rusa se puso a llorar, de rabia, tristeza…se puso furiosa al ver al culpable de la muerte de sus padres, a pesar de ver que se hallaba pagando sus crímenes en la isla, y de qué manera, ya que el ser forzado a convertirse en un transexual, habiendo sido este un hombre muy orgulloso de su hombría, ya era bastante malo. Sin contar por supuesto todo lo que le había sucedido durante los 2 años que llevaba como esclavo en la isla.

-Lo sabia… -dijo El Jefe. – Sabía que había visto su rostro, señorita Kovikova, en algún sitio…

-Eeeemmm…Jefe…Ya sé que le gusta mucho esto de intrigarnos con sus palabras cada vez mas, etc…pero…¿podría explicar qué coño está pasando aquí? -Pregunto Debonaire, quien aún seguía sosteniendo a Natasha, aunque ya no de que se cayera, sino que notaba como la rusa poco a poco quería despegarse de él para ir hacia el esclavo transexual. No quería permitírselo, no sabía con que intenciones quería acercársele.

-¿Te acuerdas del cazador ruso? –le pregunto El Jefe a Debonaire

-¿Jimmy? Sip, me acuerdo de el… -le contesto Debonaire.

-Hace dos años el le dio captura a uno de los directivos de una importante empresa rusa que obtenía sus principales ingresos de tráfico de armas y prostitución… -continuo diciendo El Jefe a los tres cazadores que oían atentamente. Natasha en ese momento se calmo un poco, aunque siguió llorando. Su rostro únicamente denotaba una fuerte expresión de furia. Aun así Debonaire aun la mantenía abrazada.

-Mi padrre era dueño de una cadena de perriódicos del país, una de las más importantes. –interrumpió Natasha. El acento ruso se le hacía muchísimo más fuerte, y la pronunciación de las erres se demarcó muchísimo más que antes. Su voz dejaba muy claro que se encontraba en un fuerte estado de amargura, y se entrecortaba un poco con el llanto. –El saco a rrelucir el caso de esta maldita y miserrable basurra. Yo erra una niña por aquel entonces, tenía 8 años apenas. Poco tiempo después de que mi padrre publicarra las noticias, fue amenazado de muerrte si no se rretrractaba de sus palabras, cosa que mi padrre no hizo, querria acabar con ese grran pozo de mierrda. Una noche que mis padrres asistirrian a un acto de beneficencia, su automóvil estallo con ambos adentrro . –termino de decir Natasha quien termino de reventar en llanto nuevamente, volteándose a abrazar a Debonaire para cubrir su rostro en su pecho.

-Bueno… -continuo diciendo El Jefe – ese es uno de los tantos crímenes que fueron llevados a cabo por él. La justicia rusa no lo tocaba por ser familiar de un importante miembro del gabinete presidencial. Yo sabía que había visto a Natasha en alguna parte, y claro, la vi en la ficha criminal de Mikhail que me envió Jimmy.

-Y tú te quejabas de que yo fuera por los “chivos” de las mafias más importantes de mi país… -le comento Debonaire al Jefe con cierto tono sarcástico al tiempo que trataba de consolar con suaves caricias a Natasha.

-Joder tío, tú sabes cómo término Jimmy por meterse con esta escoria… -le contesto Asturiano.

- Bueno si…Pero hey, mírame, aun estoy aquí…Es decir, me salió todo bien…Lastima que al amigo Jimmy lo hayan capturado las mafias rusas…Bueno…Jefe, ¿Cuál es la sorpresa para Natasha? Claro, además de traumatizarla mostrándole al asesino de sus padres… -le pregunto Debonaire al Jefe.

-Esta es parte de la sorpresa, un pequeño regalo por cuenta de la casa. La señorita Kovikova es ahora dueña de este infeliz… -Dijo el Jefe. –Pero mi sorpresa no acaba aquí… -continuo diciendo, mientras tomaba un pequeño control remoto y accionaba un botón en el, dirigiéndolo a la pared del fondo de la oficina en la que se encontraban, lo que activaba un mecanismo que hacía que la pared se abriera como una compuerta. Detrás de la falsa pared se hallaban dos hombres y dos mujeres, todos sobre un podio, a cuatro patas, con la cabeza cubierta por mascaras de látex que apenas y les dejaban los agujeros de la nariz para respirar y además, no les permitía oír nada a su alrededor, estaban ciegos y sordos. Si alguien se acercaba a unos cuantos pasos podía oír la agitada respiración de sus narices, producto del miedo que sentían. Sus cuerpos, desnudos, se hallaban brillantes, por el sudor.

-Aquí está la otra parte de mi especial regalo. Nada más y nada menos que la esposa de Mikhail y sus tres hijos. Espero, señorita Kovikova, que les dé el uso que merecen y los disfrute mucho. –le dijo el Jefe a Natasha, quien observaba sorprendida a los cinco individuos que ahora estarían en su poder. Su expresión de amargura, de furia, comenzó a ser sustituido por uno de malicia y venganza. Seguía derramando lágrimas, pero en sus hermosos labios se formo una sonrisa demarcada, pensando en todas las cosas que les podría hacer. Lo cómico era que todo lo que pensaba le parecía poco.

Natasha se separo de Debonaire para dirigirse a los otros cuatro objetos que ahora eran de su propiedad, mientras el Jefe le daba a Debonaire el collar de la transexual Mikhail. Natasha paso por enfrente de cada uno de los miembros de la familia, comenzando por la esposa del mafioso, examinando con minuciosidad sus nuevas pertenencias. No pudo evitar percibir una satisfactoria sensación que le recorría el cuerpo al contemplar no solo al hombre que destruyo su familia, sino también a la familia de este, como unos miserables esclavos.

-Clarro que lo disfrrutare…Y no se imagina cuanto – Dijo la chica rusa al momento en que tomo dos collares de cuero de color negro con púas en su superficie y en los bordes, siendo estas últimas más que decorativas, una molestia para aquel que los llevara puestos, ya que se enterraban en la piel del cuello, aunque sin ocasionar un gran daño. Ambos collares se los coloco a los dos hijos varones de Mikhail, para, seguidamente, bajarlos del podio tirando de la cadena que posteriormente abrocho a las argollas de cada collar. Ellos torpemente siguieron a su nueva dueña sin saber que sucedía.

Natasha los llevo a ambos frente a su padre transformado casi en su totalidad en una frágil chica, que aun seguía a cuatro patas, llorando por todo lo que veían sus ojos, ya que él no sabía que su familia se hallaba en la isla esclavizada, y su familia no sabía que el destino de Mikhail al momento de su desaparición hacia 5 años atrás, se hallaba en esta isla. Natasha ubico a ambos hermanos de rodillas ante el rostro de su progenitor, y le ordeno a este hacerle una mamada a cada uno de sus hijos, intercalando entre sus vergas. Mikhail no deseaba obedecer, pero no le quedo mas remedio, sabía que si desobedecía a sus amos le esperaría un horrible suplicio, y mucho más si esa ama era la hija de dos de sus víctimas.

Comenzó mamando la verga de Nikolai, su hijo mayor, a quien reconoció por el tatuaje que este llevaba en su pecho derecho con su nombre. Introdujo la enorme verga en su boca y comenzó a mamar con mucho temor y desgano mientras reventaba en llanto . –No llores…Si lo haces a tus hijos les pesara mucho cada lagrima que derrames…Haz la mamada con ganas, muéstrate deseosa de sus vergas… -le ordeno Natasha Mikhail trato de contener el llanto y continuo la mamada con mayor fluidez, aunque no lograba simular la alegría y devoción que su ama le había ordenado. La verga de su hijo poco a poco fu creciendo tanto en tamaño como en temperatura, lo estaba disfrutando bastante sin duda algunas. Si tan solo Nikolai supiera que la deliciosa mamada que recibía se la hacia su propio padre…

Natasha se ubico detrás de Mikhail, y procedió a estimular la verga de este la cual no pudo evitar ponerse erecta poco a poco. La chica rubia era toda una maestra estimulando vergas, así que no le costó mucho trabajo poner la de su esclavo a tono a pesar de la situación. Alzo la mirada para ver al Jefe y preguntarle si no tenia algunos juguetitos “ricos”, a lo que el Jefe le respondió afirmativamente, tomando de debajo del podio donde aun se encontraban a cuatro patas la esposa y la hija de Mikhail, una enorme caja apoyada en ruedas, y llevarla a un lado de Natasha, quien, sentándose sobre la espalda de su esclavo transexual, abrió la caja y observó una inmensa cantidad de juguetes y objetos de tortura.

Mikhail en ese momento intercambio la verga de Nikolai por la de Vladimir, su hijo menor. Su verga era menos grande que la de su hermano mayor, pero era bastante gruesa y venosa, de mucho relieve. Comenzó a mamarle la verga suavemente, recorriéndola de arriba abajo, poniéndola erecta y lista para dar batalla. Natasha entre tanto, seguía revisando la caja con artilugios, y le llamo la atención uno de los tantos “juguetes” que en ella se encontraba. Lo saco de entre el montón, y se bajo de la espalda de su esclava transexual, agachándose detrás de ella nuevamente. Su verga permanecía erecta.

-Deja de mamar puto marricon, pon tus sucias garras en la espalda y pega la cara del piso. –le ordeno Natasha. La esclava obedeció, dejando de mamar la verga de sus hijos, las cuales quedaron erectas, con mucha baba escurriendo a lo largo de ella hasta sus bolas. Una vez la esclava se puso con el culo en pompa, Natasha tomo dos esposas metálicas de la caja, y procedió a colocarle una en cada muñeca, para luego, el otro extremo de las esposas, ajustarlas a la base de su verga, rodeando incluso sus testículos.

Seguidamente procedió a colocarle el juguetito perverso que le había llamado la atención, que consistía en un cilindro plástico de color rosado, ajustable al grosor del pene, con unos 20 agujeros a lo largo y ancho de dicho cilindro en los cuales se hallaban enroscados unos tornillos de unos 2 centímetros de largo, aunque estaban enroscados únicamente en la punta. Natasha le coloco el juguete en la verga a Mikhail, ajustándolo al grosor de su miembro, el cual quedo totalmente cubierto por el cilindro, con el glande totalmente por fuera en la punta, el cual a los pocos segundos tomo un color morado dado que Natasha dejo el cilindro bien apretado.

Una vez terminado el procedimiento, Natasha golpeo con uno de sus dedos el glande, arrancándole un gritito de dolor a su esclavo. Luego tomo un destornillador de la caja y procedió a darle tres vueltas a cada tornillo, quedando estos ligeramente clavados en la piel del pobre Mikhail quien comenzó a suplicar por clemencia con voz entrecortada, chillona. Le dolía horrores la verga, sintiendo las puntadas a lo largo de ella. Natasha sonreía sádicamente al oír las suplicas de su esclavo transexual.

Debonaire, Gringo, Asturiano, y el Jefe veían sorprendidos el suplicio del miserable hombre. Si bien era cierto que ya habían visto cosas mucho peores, nunca se esperaron que una señorita que por decirlo así, es una novata en el tema del sadismo, sea capaz de aplicar semejantes torturas fuertes al principio. Solo con verlo, a Debonaire ya le dolía la verga, por lo que tomo a una de las gemelas Visconte que aun seguían allí presentes y observaban con horror el suplicio de Mikhail y su familia, y la puso a cuatro patas ante él, sacándose la verga del pantalón para ponerla a mamársela con mucho cariño y cuidado. Por supuesto que la esclava lo hizo de esa manera, con el poco tiempo que llevaba en la isla aprendió que lo mejor era obedecer.

Entre tanto, el Jefe tomo a la otra gemela y la puso a cuatro patas a mamarle el culo a su hermana, mientras él le restregaba la punta de su erecta verga en su agujero anal, amenazando con penetrarla, al mismo tiempo que le daba unos fuertes azotes con sus manos en las nalgas, intercalando cada una entre azote y azote.

-Muchachos, diviértanse con mis esclavas sexuales, sean mis invitados, siéntanse librres de joder a esas dos putas en la forma que deseen –les dijo Natasha a Gringo y a Asturiano, al verlos “desocupados” masturbándose mientras observaban todo. Ni cortos ni perezosos, ambos cazadores se dirigieron hacia el par de mujeres, tomando Gringo a la esposa de Mikhail, Svetlana, y Asturiano a su hija, Tamara. Las bajaron del podio y las hicieron caminar a cuatro patas hasta llegar a la caja de juguetes que estaba al lado de Natasha para registrarla y sacar algunos juguetes nuevos con los que entretenerse. Gringo saco de la caja una especie de picana eléctrica, y un juego de tres pares de esposas, mientras que Asturiano saco dos espéculos, una cuerda larga no muy gruesa, y tres abrazaderas no muy grandes.

Gringo tomo a Svetlana, una hermosa mujer madura de unos 52 años, bastante bien conservada de cuerpo, y le quito la máscara que le impedía la visión. Su rostro era bastante agraciado, con unos ojos muy preciosos de color verde muy parecidos a los de Debonaire, con una cabellera rubia y lisa. Sus ojos se hallaban llorosos, y tenían una mirada de autentico pavor. Gringo tomo un par de esposas y se las coloco bien apretadas en sus muñecas a la puta, para seguidamente llevarla caminando de rodillas hasta una estructura tubular con forma de cuadro y en cuello centro se hallaba una camilla bastante delgada, donde la recostó, y fijo su cabeza con un par de correas, una en su cuello, bastante apretada aunque sin llegar a asfixiarla, y otra que paso por su frente, de manera tal que no pudiera moverla para ningún lado.

Levanto luego cada pierna, fijándolas con los otros dos pares de esposas a unas anillas que se encontraban soldadas a los tubos que se elevaban a los lados, quedando Svetlana de esta forma, con sus agujeros totalmente al descubierto. Gringo saco su verga erecta y comenzó a acariciarla con su mano izquierda suavemente, mientras que con la derecha sostenía la picana eléctrica observando a su juguete humano, sonriendo muy sádicamente.

Entre tanto, Asturiano tomo los juguetes que el mismo eligió, y se dirigió junto con Tamara hacia Svetlana. Le quito la máscara también a su juguete, y le escupió en la cara para luego darle una cachetada. Tamara, una chica bastante bella de rostro, con un cuerpo bastante delgado, sin tener unas tetas excesivamente grandes y con un culo normal aunque bien formado, no pudo evitar sollozar. Se sentía terriblemente humillada, y más aun nerviosa al ver a su alrededor, a su familia esclavizada, a su desaparecido padre como un transexual siendo torturado por Natasha.

Asturiano tomo uno de los espéculos, de superficie lisa, y se lo introdujo a Tamara en el culo, colocándola primero de rodillas con el culo en pompa y la cara pegada al piso. Se lo introdujo lentamente hasta tenerlo bien adentro. Lo mismo le hizo al culo de Svetlana con el otro especulo, aunque esta sufrió mas, ya que dicho juguete en su superficie era irregular. Luego tomo a Tamara por el cabello y la puso de pie, con las piernas abiertas, justo sobre el rostro de su madre, de manera que su vulva quedara en la boca de esta. Svetlana comenzó a llorar, al igual que Tamara, quien fue esposada a los mismos tubos a los que estaba sujeta su madre, de manera tal que quedara con los brazos abiertos, sujetos a la punta superior de los tubos paralelos, y sus piernas también abiertas, esposando sus tobillos a las pintas inferiores en el piso.

-Muy bien furcia. Si no quieres que tu hija sufra, te conviene darle un buen orgasmo. La azotare con un látigo hasta que acabe gracias a tu lengua de perra. –le indico Asturiano a Svetlana, quien reventó en llanto. Asturiano tomo un látigo de cuero de la caja de juguetes, y lo hizo resonar en el aire, lo que termino de convencer a Svetlana para que sacara lentamente su lengua, con mucho asco, vergüenza y pena, y comenzó a lamer la vulva de su hija de manera suave.

Svetlana de nuevo oyó el sonido del látigo, y junto con el sonido, también oyó un fuerte chillido de su hija, acompañado con un fuerte temblor de su cuerpo. Asturiano le había propinado un fuerte latigazo en su espalda, dejándole la marca surcándole todo el ancho de esta, e incluso su seno derecho ya que el látigo, al ser bastante largo, envolvió el torso de la pobre chica, quien no pudo evitar reventar en llanto y gritar suplicas para que la dejaran tranquila. Asturiano le contesto con otro fuerte latigazo en la espalda, y esta vez el látigo envolvió de nuevo el torso de la chica castigando no solo una, sino sus dos tetas.

Svetlana continuaba llorando, in poder concentrarse en el oral que le hacía a su hija. –No estás haciendo un buen trabajo, puta… -Le dijo Asturiano a Svetlana, y le propino un latigazo en el culo, más fuerte que los dos que le había dado a Tamara. La piel de Svetlana ardió horrores, de hecho, por el fuerte azote, no puedo evitar sacudir sus caderas durante unos segundos, pegando fuertes gritos de dolor. El hinchado surco rojo en sus nalgas no tardo en aparecer, inclusive se notaba que en algunos puntos su piel se había roto, dejando asomar un poco de sangre. – Espero que ese latigazo te sirva de motivación…es lo que tu hija siente cada vez que la azoto. De tu habilidad oral depende que ella sienta muchos o pocos…- le dijo de nuevo Asturiano, lanzando otro latigazo esta vez al culo de Tamara, quien no pudo evitar sacudirse muy fuertemente, chillando de dolor.

Svetlana esta vez se puso a mamarle la cuca a su hija, con mucha diligencia y desespero, intentando hacerla acabar rápidamente para que no sufriera tanto. Obviamente se hallaba en una desventaja realmente ridícula, ya que al hacerlo con desespero el placer de Tamara tardaría mucho en llegar, y si a esto se le sumaba el dolor de los latigazos, el ardor que cada uno de ellos dejaba en la piel de la pobre Tamara, pues no le resultaría sencillo.

Veinte latigazos mas dejo caer Asturiano sobre el cuerpo de Tamara, quien estaba a punto de desmayarse del dolor. Sus brazos flaqueaban al igual que sus piernas, provocando que su cuerpo cayera prácticamente sentado sobre el rostro de su madre, quien no dejaba de intentar darle un placentero oral a su hija. La cosa se complico bastante más cuando Gringo comenzó a abrir el especulo de Svetlana, poco a poco, hasta casi reventarlo. Svetlana solo chillaba de dolor, y más aun cundo este cazador comenzó a penetrarla por el coño, introduciendo su enorme falo de un solo golpe, con furia. La embistió un par de veces más, y seguidamente comenzó a castigar sus tetas con la picana eléctrica en un principio, provocándole electrochoques cortos, de poca intensidad pero realmente molestos.

-fiiiiuuuu… -silbo Asturiano –joder, nada que tiene el orgasmo, y ya mi brazo se está cansando. Creo que toca recrearme un poco… -exclamo Asturiano, colocándose detrás de Tamara, y retirándole el especulo del culo, para posteriormente empalarla con su enorme verga por ese agujero. Tamara poco reaccionaba, estaba bastante ida, casi desmayada. –mierda…creo que se me he pasado un poco tío… -comento al ver la poca resistencia de la frágil Tamara.

- Yo creer que esto poder ayudar –exclamo Gringo con un acento ingles, colocando la picana eléctrica a una intensidad mayor, y colocando la punta de esta en su pezón izquierdo, le propino un fuerte choque provocando que la pobre chica reaccionara de forma bastante brusca. A pesar de encontrarse agotada, el choque la despertó e intento zafarse de sus esposas, sin éxito. Su culo paso a ejercer mucha más presión en la verga de Asturiano quien comenzó a embestirla con mucha más fuerza.

Así estuvieron por largo rato los cuatro, hasta que Gringo comenzó a gemir fuertemente, y se corrió abundantemente dentro del coño de Svetlana. Intento sacar su verga rápidamente, por lo que consiguió que los últimos chorros de leche cayeran en la entrada de su vulva. Acto seguido, se subió sobre Svetlana, poniéndose de pie sobre sus tetas, y obligo a Tamara a limpiarle la verga. La chica no opuso resistencia alguna, así que obedeció muy sumisamente, intentando hacerlo lo mejor posible. Y lo logro, ya que Gringo no perdió la erección, al contrario, gano más fuerza para buscar otro orgasmo.

Entretanto, Natasha se ubico  agachada entre los dos hijos de Mikhail, y comenzó a masturbarlos con mucha dulzura y suavidad, mientras su transexual padre veía todo sufriendo horrores con el dispositivo en su verga, con los tornillos calvándose a lo largo y ancho de su pene. Ya había dejado de llorar, ya que entro en una especie de shock emocional. Natasha veía divertida el rostro de la persona que mas odiaba en el mundo, al tiempo que continuaba con las dos vergas de sus esclavos en sus manos, acariciándolas, poniéndolas bastante duras. En seguida se le ocurrió una idea, y le echo un vistazo rápidamente desde su posición a la caja de juguetes, y logro divisar a simple vista un arnés con un consolador realmente gigante, grueso y con mucho relieve. Luego volteo a ver a Debonaire y al Jefe, quienes ya no solo disfrutaban de la mamada que las hermanas gemelas Visconte les daban a cada uno, sino que, las tenían a cuatro patas, conectadas ambas por un consolador doble punta invadiendo ambos culos, los cuales se hallaban pegados el uno contra el otro, con dicho consolador en los más profundo de sus entrañas. Al tenerlas así, mamando sumisamente sus vergas, decidieron usarlas de mesa para jugar póker.

La hermosa chica rusa hizo un gesto con su cabeza como diciendo “estos niños…no tienen remedio” así que soltó las vergas de sus esclavos y se dirigió a la caja para tomar el arnés. Se quito el largo vestido blanco semitransparente, y se quito las bragas de su bikini azul celeste, captando las miradas de los tres cazadores y del Jefe, aunque la alegría les duro poco, ya que se coloco el arnés rápidamente. Aun así su hermoso culo quedaba a la vista de todos. Luego se dirigió hacia la transexual Mikhail, tomándola por los pelos y dirigiéndola hacia donde se hallaban las otras dos esclavas y acto seguido hizo lo mismo con Vladimir y Nikolai.

-Debonairre, Jefe, sean amables de dejar el juego y venir aquí porr favor. –les dijo la chica. Ambos hombres accedieron a los deseos de la chica rusa y tomaron cada quien a una gemela, y se dirigieron al sitio con mucha curiosidad. Gringo se bajo de Svetlana, y Asturiano dejo de embestir a Tamara, aunque no saco su verga del culo de esta. -¿Qué me dicen de un trrencito? –pregunto Natasha, con cierto gesto de picardía Asturiano se quedo en su sitio, y obviamente Tamara y Svetlana también. Natasha tomo a Mikhail y con la picana eléctrica le hizo salir del estado de shock emocional, y, tomándolo por el largo cabello, clavo su rostro en todo el coño de Svetlana, el cual estaba todo lleno de la mezcla de jugos de Gringo y de ella misma.

Acto seguido, Tomo a Vladimir, el hijo menor de Mikhail, y le hizo penetrar a su propio padre por el culo, y luego tomo a Nikolai y lo puso detrás de su hermano mayor, para repetir lo mismo, hacer que este empalara a su hermano por el culo. Ninguno de los dos entendía muy bien que sucedía, a Vladimir en cierta forma le gustaba estar empalado por el culo, así como sentía la deliciosa sensación en su verga al penetrar en el estrecho agujero de su padre aunque obviamente no tenía ni la menor idea de quien empalaba a quien, ya que tenia la capucha puesta al igual que su hermano. Si ambos supieran que follaban a su propia familia, la historia sería muy distinta.

Natasha luego tomo a Debonaire por su mano derecha, y lo ubico detrás de ella –Tu erres mi hombre. Solo tú me cojes… -dijo, y procedió a empalar por el culo a Nikolai con el enorme consolador de su arnés, hundiéndolo de un solo golpe. No hizo falta darle instrucciones al resto, ya que Debonaire pasó a empalar a Natasha por su hermoso y estrecho culo, el Jefe coloco a una de las hermanas Visconte a cuatro patas, penetrándola por el culo también, mientras la ponía en posición de hacerle un beso negro a Debonaire. Gringo hizo lo mismo con la otra hermana gemela, poniéndola a cuatro patas y haciendo que la zorra le diera un beso negro al Jefe.

Todos se pusieron manos a la obra. No estaban del todo acompasados, no seguían un ritmo fijo ni nada, solo Debonaire y Natasha quien en ocasiones seguía el ritmo de las embestidas del cazador para follarse a su esclavo. La gran diferencia en los movimientos de ambos estaba en que Debonaire penetraba a Natasha con dulzura, acariciando sus grandes y hermosos senos por encima del sujetador del bikini, dándole tiernos besos en la nuca y lo hombros a la rusa, mientras que Natasha, además de sentirse paseando por las nubes con las caricias de Debonaire, penetraba bruscamente el culo de Nikolai, y este a su vez buscaba placer follandose a su hermano quien a su vez buscaba el placer en el culo de su padre.

Asturiano continúo embistiendo bruscamente a Tamara por el culo, y fue el primero en correrse, haciéndolo en dicho agujero. Acto seguido se corrió Gringo nuevamente, en el culo de una de las hermanas Visconte. Ambos tomaron un látigo cada uno nuevamente, y con las energías repuestas, comenzaron a azotar a Tamara. -¿Pensaste que nos habíamos olvidado del juego cerda? Aun tu madre no te da tu orgasmo…¡vamos puta! ¡acaba! –le dijo Asturiano a la pobre chica al tiempo comenzaba a darle fuertes latigazos seguido por Gringo.

Se oía claramente el viento cortándose con los látigos. La pobre Tamara ya poco soportaba, del miedo, de la desesperación, de la angustia, se orino encima del rostro de su madre, quien recibió toda la orina en su boca, casi ahogándose en ella. Luego, se oyeron gemidos ahogados bastante fuertes, y se trataba de una de las gemelas Visconte, más exactamente de la que era penetrada por el Jefe, y que le daba un beso negro a Debonaire, el cual estaba bastante cerca de su orgasmo. – Guapo, dame toda tu lechita, hasta la última gota. –le dijo Natasha a su cazador favorito, con un tono bastante meloso y sexy, lo que provoco que Debonaire terminara en su culo, al mismo tiempo que el Jefe acababa en el culo de la gemela que se follaba.

El Jefe tomo a ambas gemelas por los cabellos, manteniéndolas a cuatro patas. Debonaire beso tiernamente a Natasha, sin sacar su verga del culo de la rubia, y amaso sus senos un rato, hasta que se separo de ella, para ubicarse a un lado del Jefe y las gemelas, y observar la situación. Natasha dejo de penetrar el culo de Nikolai, tomándolo y dirigiéndolo a un lado del rostro de su padre, quien seguía mamando el coño de su esposa, ya sin los rastros de la leche de Gringo. Hizo lo mismo con Vladimir, ubicándolo al lado contrario, y luego se ubico detrás de este para penetrarlo con su enorme dildo y estirar su mano derecha para masturbarlo apuntando al rostro de su transexual padre. Luego de unas diez embestidas, Vladimir acabo, seis chorros fuertes de esperma salieron de su verga directo a la cara de su padre, el cual continua haciéndole la mamada a su esposa.

Natasha seguidamente cambio de posición, para repetir lo mismo con Nikolai, el cual tardo mucho más en acabar en el rostro de su padre, y con mucho menos abundancia que su hermano. Por último, Natasha se puso de pie en la espalda del transexual Mikhail, y, agachándose sobre su cabeza, hizo un poco de fuerza en su ano para dejar salir toda la leche que Debonaire había depositado en él, cayéndole en la frente, y escurriéndose por toda su cara.

Luego de estar segura de que no le quedaba ni una sola gota en sus entrañas, se bajo, y llamo a las gemelas Visconte, las cuales, sumisas, acudieron caminando a cuatro patas hasta donde estaba Natasha. –Vaya par de esclavas… -Dijo El Jefe, al ver la actitud tan sumisa en las gemelas, las cuales estaban recién llegadas a la isla. La verdad era extraño ver a alguna persona esclavizada y obediente desde el primer día de estancia en la isla, por lo general para obtener esa actitud en todos los esclavos, debían pasar un par de meses como mínimo.

-Es sencillo Jefe…saben muy bien lo que les conviene…No son tontas –le replico Debonaire. Natasha tomo por el pelo a Mikhail, y le dirigió la cara directamente al culo de una de las gemelas. –Chupa maldito cerrdo –ordeno la hermosa rubia, obedeciendo Mikhail al instante, y chupando el culo de la esclava, succionando y bebiendo directamente toda la esperma que allí se hallaba depositada. Lo mismo hizo con la otra hermana. Natasha seguidamente tomo un destornillador, y le dio un par de vueltas mas a los tornillos del dispositivo que Mikhail tenía en su verga, enterrándolos un poco más en su piel.

Luego de esto lo llevo de nuevo a que le continuara haciendo oral a su esposa, y luego de restregarle la cara en el coño de esta un par de segundos, procedió a embestirlo con su consolador, metiéndoselo, por supuesto, en el culo. Entretanto, se oían los látigos de Gringo y Asturiano estrellarse en el cuerpo de Tamara. Su espalda se hallaba con fuertes surcos rojos, y parte de sus costillas, abdomen y sus tetas, ya que los látigos muchas veces rodeaban su torso. También su culo y piernas. La pobre chica lloraba inconsolable, no podía acabar, los latigazos eran demasiado fuertes. Y su madre, por mucho que se esmeraba en su vulva, no lograba proporcionarle el orgasmo.

Tanto dio su temor, su impotencia, su rabia, que, al igual que hacía unos minutos había descargado una buena cantidad de orina en la cara de su madre, ahora se cagaba en su cara. Asturiano y Gringo detuvieron los azotes, mientras Tamara no dejaba de defecar entre llanto y gritos, suplicando, en ruso, que la dejaran en paz. Su madre también reventó en un llanto mucho más fuerte, era demasiado lo que les hacían. También en ruso, suplicaba perdón por toda la carrera criminal de su marido, y el haberlo apoyado en eso. El excremento de su hija se esparcía por su rostro y caía en el piso. Natasha dejo de embestir a Mikhail, quien de nuevo entro en un fuerte estado de shock emocional, aunque, curiosamente, con la ultima embestida, su pene eyaculo, cayendo toda la leche en el piso. Aunque Mikhail no sintió nada de placer.

-Demonios… -exclamo Debonaire con cierta mueca de asco y horror dibujada en su rostro. –Esto es a lo que yo llamo “que te saquen la mierda”…literalmente…

-Bueno, si… -le contesto el Jefe. –¿Por qué pones esa cara? Has visto cosas así un montón de veces, no solo aquí, sino cuando vas a cazar, al momento en que ejecutas el secuestro en tus victimas.

-La verdad si…Pero hey bro, hasta los desgraciados como yo tenemos limites…el scat es uno de los míos… -le replico Debonaire nuevamente.

-Maricon…Si tu chica te oyera, diría que eres un maricon…mírale la cara que tiene. –le dijo el Jefe, haciendo u gesto de señalización con su rostro, hacia Natasha, la cual tenía una gran sonrisa maliciosa dibujada en su rostro al ver las reacciones de sus enemigos. Ella pensaba que merecían más, pero para comenzar, no estaba mal. –Recuerda que esta gente es escoria. Aquí traemos a la basura del mundo, si bien no en su totalidad, pero se hace lo que se puede para hacer de este un mundo mejor y darle a estas basuras una buena lección. Se merecen esto, y más. – Termino de decirle el Jefe.

-Déjenla en paz… -le dijo Natasha a los dos cazadores que azotaban a Tamara. –Si no logro tener su orgasmo ahorrita, pues bien, no importa…pero si no lo tuvo ahora, no volverá a tenerr otro JAMAS. Jefe, quisiera saber, como hago para modificar los cuerpos de estas basurras. – pregunto Natasha al Jefe.

-En el complejo medico. Tenemos personal altamente calificado, además de una muy avanzada tecnología para hacer cirugías y trasplantes. No hay modificación que no pueda hacerse allí. Y si llegara a haber una, pues, sencillamente nos inventamos la manera de hacerla. Además, gracias a la avanzada tecnología ya mencionada, los tiempos de recuperación de los esclavos son increíblemente cortos. Afuera de la isla, por ejemplo, si te haces aumento de senos, debes esperar más o menos un mes para recuperarte del todo y poder usar tus nuevos senos. Aquí, pues, acortamos e tiempo a un par de días. Y mira que aquí se hacen modificaciones “bestiales”. –le contesto el Jefe.

- Si, ya he sido testigo, con la chica albina de la recepción. Quierro modificar a este grupo de escorias…

-Bien, son sus deseos…Eso si señorita Kovikova, deberá pagar por ellas…Eso no entra en el regalo “corporativo” que le estamos haciendo…

-Usted trranquilo Jefe. Más bien me sentiría ofendida si no me cobraran por las modificaciones, soy heredera de la gran fortuna de mis padres, y dinerro es algo que me sobra. –contesto la chica.

-Perfecto señorita Kovikova. –le dijo el Jefe, dirigiéndose hacia su escritorio ubicado en la gran estancia, en el cual abrió una gaveta y saco un talonario. – Hágame el favor de llenar estos formularios. Será uno por cada esclavo. Indique allí su nombre, habitación en la que se aloja, y el nombre del esclavo. Abajo coloque la clase de modificaciones que desea para ese esclavo. Serán enviados al complejo medico en este mismo momento, y se le notificara de los resultados luego.

Natasha tomo la gran libreta, y comenzó a llenar los formularios correspondientes. –Debonaire, cariño, prepáralos para que vayan al complejo medico. Que vayan lo más incómodos posible. De ahora en adelante sufrirán como nunca. –le dijo la chica rubia a Debonaire, quien, ayudado por sus colegas, comenzó a preparar a la familia Bogdanov (el apellido de Mikhail, y de toda su familia).

A Mikhail no le quitaron el dispositivo de su verga. Al contrario, le dieron una vuelta más a los tornillos, aumentando el fuerte suplicio. Cada testículo fue atado por separado, siendo el testículo derecho asegurado al dedo pulgar del pie izquierdo, y el testículo izquierdo al pulgar del pie derecho, ambos con cuerdas bastante cortas que lo obligaban a caminar con las piernas un poco flexionadas, casi como si estuviera sentado en una silla inexistente.

A Nikolai le rompieron su máscara a la altura de la boca, lo obligaron a sacar su lengua y la perforaron en la punta, perforación en la cual colocaron un anillo, al cual ajustaron otro anillo de mayor diámetro, y por el cual pasaron una cuerda la cual fue enrollada en el “cuello” de su glande. Se aseguraron de dejar lo suficientemente corta la cuerda como para que caminara inclinado hacia adelante. Sus testículos fueron enrollados también por separado, aunque la gran diferencia con su padre fue que en lugar de atarlos a los dedos de los pies, lo hicieron a sus muñecas, con sus manos atrás. Por supuesto que, para aumentar el incomodo suplicio, los cazadores y el Jefe se aseguraron de que estas cuerdas fueran cortas de manera que sus testículos quedaran bien jalados hacia atrás.

A los hombros de ambos esclavos ajustaron un buen par de vigas de hierro de unos 4 metros de longitud, de manera que quedaran paralelas. A Mikhail le ataron las manos en lo que serian las puntas delanteras, por delante de su rostro, mientras que a Nikolai simplemente las colocaron en sus hombros, con las puntas traseras enrolladas por una cuerda, las cuales, al colocarlas tan ajustadas, aprisionaban el cuello del esclavo dificultando ligeramente su respiración.

De estas dos barras de hierro, colgaron a Svetlana, boca abajo. Sus extremidades izquierdas fueron atadas a lo que sería la viga derecha, y las extremidades derechas a la izquierda, de manera que tanto brazos como piernas quedaran cruzados. Le colocaron un gag ball en la boca, y untaron la planta de sus pies, las tetas, la vulva y el culo, más que todo su agujero anal, con un liquido espeso y dulce. Sus pezones fueron perforados, y le fueron colocados anillos con cadenas de las cuales pendían dos bolas de hierro a modo de grilletes, los cuales quedaban arrastrándose por el piso, jalando sus tetas. Los labios vaginales también fueron perforados, y en ambos orificios también colocaron anillos con cadenas no muy largas abrochadas. Su hijo y su marido soportarían su peso.

A Vladimir también le rompieron las mascara, y le sacaron la lengua, la cual fue sostenida afuera de su boca haciéndola pasar entre dos barras de metal horizontales, las cuales fueron prensadas entre sí, capturando la mitad de su lengua y quedando pegada a la comisura de sus labios. Sus captores envolvieron fuertemente el escroto con una cuerda, dejando una punta corta enrollando “el cuello” del glande en su estado fláccido y el otro extremo un poco más largo, atándolo a la punta de la cadena que se encontraba abrochada al labio vaginal derecho de su madre. Sus manos fueron atadas a los extremos de una barra metálica colocada sobre su nuca, de manera que quedara como si estuviera crucificado. A ambos extremos de dicha barra colocaron también unas pesadas bolas de hierro de 30 kilogramos cada una.

A Tamara le hicieron algo parecido que a su hermano Vladimir. La única gran diferencia se hallaba en que sus manos, en lugar de haber sido atadas a una barra de metal, fueron aseguradas a una de madera, clavando sus uñas aprovechando que se encontraban ligeramente largas, a la superficie de la madera, de manera que ella no pudiera mover sus dedos, salvo los pulgares, de los cuales colgaron unas bolitas de metal de unos 10 kilogramos cada una. Sus tetas fueron colocadas entre dos barras de metal, muy similar a lo que le hicieron a la lengua de su hermano, aprisionándolas en la base con ambas. Las aureolas de sus pezones fueron adornadas con una buena cantidad de pinzas. Sus labios vaginales también fueron perforados, y al igual que a su madre le colocaron anillos con cadenas a ambas perforaciones, cadenas las cuales arrastraban por el piso dos bolas más a modo de grilletes. También le colocaron un par de altísimas sandalias, que la obligaban a caminas casi con la punta de sus pies, y en cuyas zonas para posar los talones se hallaban unas pequeñísimas púas las cuales no herían severamente los pies de la esclava, pero sí que le molestaría horrores. Para finalizar, su lengua fue perforada, al igual que su tabique nasal, en donde colocaron dos anillos que mantendría su lengua bien estirada y unida a su nariz. Al anillo de su lengua, además, le abrocharon el extremo de la cadena que se hallaba ajustada al labio vaginal izquierdo de su madre.

Para finalizar, sobre la espalda de Svetlana fue colocada una extraña caja no muy grande. Natasha, al ver la peculiar caravana de esclavos no pudo evitar colocar un rostro de sorpresa, viendo la sádica creatividad de sus nuevas amistades en la isla. Sin duda, se excito muchísimo al ver los distintos suplicios de todos sus esclavos, y se hallaba maravillada. Se acerco al Jefe, entregándole las diferentes planillas en las cuales se leían las distintas modificaciones para los cuerpos de los esclavos. El Jefe las tomo, y separo a cada una metiéndolas en bolsa plásticas individuales, para posteriormente clavarlas en las bases de 5 consoladores con correas y estos consoladores clavárselos en el culo al esclavo correspondiente según la planilla, ajustándolo con las cuerdas a sus cuerpos de manera que no pudieran salirse.

-Muy bien señorita Kovikova...Yo mismo hare la entrega de estos esclavos en el complejo medico en este momento. –le dijo el Jefe a su clienta.

- Muchísimas gracias Jefe. Ah sido usted un excelente anfitrión. –le contesto la chica rusa.

-Un anfitrión se esmera en ser excelente solo si el invitado lo vale. Me hubiera gustado hacer más por usted…Espero asista mañana a la gran subasta de esclavas, en el anfiteatro que tenemos preparado para ello. –le invito el Jefe

-Sera un honor asistir Jefe. No olvide pasarme la cuenta del costo de las operaciones de estas escorias. –le respondió Natasha.

-No se preocupe señorita. Por cierto, Debonaire, debes preparar tu mercancía para mañana.

-Si Jefe, lo sé –le respondió Debonaire. – Natasha, ya se hace tarde, te dejare ahorita en tu habitación. Siéntete libre de pedir lo que desees para tu goce y disfrute, o si deseas ir a algún otro lado de la isla, tenemos muchísimos sitios para la recreación. Todo correrá por mi cuenta. Esta noche no podre pasarla contigo dado que tengo que preparar mi mercancía para la subasta como bien dice el Jefe, pero te pasare buscando para llevarte hasta el anfiteatro ¿te parece?

-Claro corazón. –le respondió Natasha.

Todos salieron del complejo d entrenamiento. Una vez afuera, la caja que se hallaba posada sobre Svetlana, fue abierta, dejando salir una moderada cantidad de pequeñas hormigas negras, las cuales ni cortas ni perezosas fueron en búsqueda del dulce que fue untado en los puntos del cuerpo anteriormente mencionados de la pobre perra, quien no paro de emitir gemidos fuertes dada la intensa picazón y el intenso cosquilleo al que las hormigas la sometían, moviéndose como podía para librarse del suplicio, cosa que incomodaba a Mikhail y a Nikolai que en sus posiciones súper incomodas luchaban por mantener el equilibrio y el ritmo de el Jefe, que guiaba a la caravana por medio de Mikhail, con un collar de perro colocado en el cuello del transexual y dirigido por una cadena abrochada a dicho collar.

Las tetas de Svetlana comenzaban a dolerle, por arrastrar las pesadas bolas, ni que decir el cómo sentía que sus labios vaginales se estiraban fuertemente, al prácticamente arrastrar a Tamara y a Vladimir, quienes luchaban por mantener el ritmo a pesar de la gran incomodidad que sentían. Tamara también sentía algo parecido a lo que sentía su madre en sus labios vaginales, arrastrando las dos bolas pesadas con los suyos propios. El grupo completo era arreado por Gringo y Asturiano, castigando con látigos los cuerpos de los esclavos. Natasha les había pedido que no tuvieran compasión, y en efecto, no la tenían.

Natasha y Debonaire se separaron del grupo, dirigiéndose hacia su carroza correspondiente de ponygirls, en la cual los esperaba la esclava 603. La pareja abordo la carroza, de nuevo con la 603  abordo lamiéndoles los zapatos mientras el cazador y la chica rubia iban de lo más sonrientes disfrutando del paseo de vuelta a la habitación…


(Al día siguiente)

Natasha se miraba atentamente frente al espejo, comprobando que todo estuviera perfecto. Vestía un precioso vestido de seda de color verde oscuro que le llegaba hasta sus tobillos, ceñido en el torso, dejando  a la vista su espalda, ajustado en su cuello con una ligera abertura en el centro de sus senos, dejando ver el canalillo que formaban sus preciosas tetas en el centro de su pecho. El vestido llevaba un ligero vuelo de su cintura hacia abajo, aunque esto no evitaba que dibujara a la perfección sus preciosas curvas, con un corte que iba desde sus pies hasta la mitad de su muslo derecho. El color del vestido combinaba ala perfección con sus hermosos ojos los cuales resaltaban por la sombra de su impecable maquillaje, el cual estaba muy lejos de ser escandaloso. Sus pies estaban enfundados en unas sandalias de vestir negras, con las uñas pintadas del mismo color, al igual que las de sus manos.

Había sido una noche y parte de un día bastante entretenidos, a pesar de que su guía por la isla y adorado hombre, el cazador Debonaire, no la había pasado a su lado. Se divirtió torturando a los cuatro esclavos que en ese momento estaban en su poder, para su diversión. En ese mismo instante, de hecho, ella se hallaba de pie sobre la esclava 603, quien estaba tirada en el piso, con manos, tobillos y frente aseguradas a este por medio de barras metálicas clavadas a la madera del piso. Los tacones de aguja de sus hermosas sandalias se halaban sobre los pezones de la esclava, martirizándolos al máximo. La 603 no dejaba de llorar en silencio, ya que su ama le ordeno no emitir ninguna clase de ruido.

En ese momento sonó el teléfono de su habitación. -¿Si? –Contesto, para pasar a oír lo que su interlocutor decía. -Muy bien, me alegrra y me sorprende mucho que ya tengan a dos de mis esclavos listos, y que ya estén al 50% de su recuperración. Espero tener a esas dos zorras al menos para el final de esta noche a mi disposición. Muchísimas grracias. –les replico, y colgó el teléfono. En ese instante, tocan a la puerta de la habitación. Ella se dirige diligentemente a abrir la puerta, y es nada más y nada menos que Debonaire, vestido con un traje de gala negro, y sus típicos lentes oscuros. Natasha quedo prendada al ver a su cazador favorito, y el también quedo muy impresionado por la belleza de la chica.

-Vaya, veo que re decoraste el jardín de la cabaña, muñeca… -le dijo, haciendo alusión a lo que había hecho con los otros tres esclavos. En el pequeño jardín se podían ver dos pares de pies, un par a cada lado del pequeño camino de piedras que dirigían a la puerta de la cabaña y entre cada par de pies, un frondoso arbusto de tronco no muy grueso.

Cada par de pies era en realidad una esclava, las mismas que llevaron las maletas el día anterior a la cabaña y que fueron dejados por Natasha y Debonaire en camas de vacío. Ambas esclavas fueron obligadas a cavar los agujeros, y obligadas a entrar en ellos de cabeza, con una especie de caja de vidrio en sus cabezas con un orifico del cual salía una manguera hasta la superficie para que pudieran respirar. Se les fue introducido un vibrador en el culo a la cada una, al igual que una pinza eléctrica en el clítoris y pezones, así como les fue introducida la base de los delgados troncos de los arbustos en sus coños. Luego le fue ordenado a la 603 que las enterrara así, dejando sus pies al aire. En los arbustos se hallaban los controles para el vibrador anal, y las pinzas eléctricas. En cada agujero fue colocado un cartel pequeño que rezaba “Respiradero. Siéntase libre de hacer sus necesidades en él”.

El esclavo macho, esposo de una de las esclavas y padre de la otra, también fue enterrado aunque su cabeza se mantenía afuera, en la superficie, con los ojos vendados y un gag ring que mantenía su boca abierta. Su culo se encontraba penetrado por un vibrador también, y su uretra fue penetrada por una delgada barra plástica hueca, ensanchando el orificio de manera dolorosa. Al igual que sus dos familiares, un cartelito pegado en su frente rezaba “alimente al esclavo con lo que le salga de…su vejiga, si prefiere.”

-¿Estas lista para irnos? –Le pregunto el cazador a Natasha.

-Si, vámonos… -Le contesto la rubia, tomando la llave de la habitación, luego de desabrocharla de la esclava 603, quien fue dejada pegada al piso. Natasha tranco la puerta, mientras Debonaire, con una delgada vara de bambú, se divertía torturando los pies de las esclavas, intercalando suaves cosquillas con azotes repentinos. Los pies se movían frenéticamente intentado librarse del singular suplicio, pero poco podían hacer.

La pareja se subió a la carroza en la que Debonaire había venido. – Aun no me dices que tal estoy para la gala…estoy comenzando a crreer que mis esfuerzos por ponerme bella fuerron en vano. –le dijo Natasha al cazador al terminar de subir a la carroza, ayudada por este en un gesto de caballerosidad.

-La única razón por la que no te he dicho lo hermosa que te ves, es porque aun no consigo las palabras más adecuadas que se acerquen a la descripción real de cómo luces… -le contesto Debonaire, subiéndose a un lado de la carroza y tomando las riendas de la ponygirl. Natasha no pudo evitar ruborizarse. – Digamos que estas increíblemente hermosa, mientras pienso en palabras más acordes… -termino de decirle este.

La chica sonrió de manera coqueta y algo apenada por la adulación del cazador. – Tú también te ves prrecioso… -le dijo la chica – pero… -le continúo diciendo mientras con sus dos manos le quitaba los lentes oscuros, dejando a la vista sus hermosos ojos verdes. – Ahora sí, estas inmejorable...Es un pecado ocultar esos ojazos…Deberrias ser esclavo en la isla por cometer semejante crrimen…

El cazador sonrió, también muy ruborizado, y agito las riendas de la ponygirl, poniéndose en marcha al anfiteatro donde se ejecutaba la subasta…

Continuara…

Muchísimas gracias a aquellos que leyeron este relato, y una vez más, pido mil disculpas por la tardanza en publicar la continuación.

Espero no haber defraudado con este capítulo, que lo hayan disfrutado, así como espero que mi trabajo y mis proyectos sean más amigables y me dejen más tiempo para escribir la próxima entrega con mayor prontitud.

Los animo a dejar sus comentarios (buenos o malos) en la página o bien en mi bandeja de entrada de correo escribiéndome a Universo_x16@yahoo.com .Sus comentarios me animan a continuar y en el caso de las criticas a tratar de corregir algunos puntos.

Un Saludo.