La invitación

Tres hombres y tres mujeres son invitados a pasar una noche.

Me llamo Sergio y he recibido una extraña invitación. La han metido en mi buzón y no tiene remite, simplemente dice:

"Amigo de placer, no dude en acudir a nuestra cita el próximo viernes 4 en la calle Solsticio número 190 a las diez de la noche. No se arrepentirá"

Me llamó la atención desde el primer momento. Estuve dando vueltas a la cabeza toda la noche al respecto pero finalmente decidí acudir. Dice amigo del placer así que no podía ser algo malo. Nunca he vivido aventuras en mi vida, pero esta era una oportunidad perfecta para dejar atrás por una noche mi anodina vida.


"Amiga de placer, no dude en acudir a nuestra cita el próximo viernes 4 en la calle Solsticio número 190 a las diez de la noche. No se arrepentirá".

Recibí esta invitación. Me la dio mi casera. No entiendo de quién puede venir. ¿Voy o no voy? Y si es una trampa para robarme, secuestrarme, asesinarme... No lo sé. Es muy peligroso. No ire. No, no iré... aunque... ¿podré vivir con la duda de qué es?... Lo mejor será que vaya, total, no tengo nada en mi vida que merezca la pena, así si me secuestran tendré algo que contarle a mis nietos... si es que algún día tengo hijos... Definitivamente iré, como Julia que me llamo, iré.


Soy Sara y tengo 18 años. Por mi cumpleaños me han dado una invitación extraña. Dice: "Amiga de placer, no dude en acudir a nuestra cita el próximo viernes 4 en la calle Solsticio número 190 a las diez de la noche. No se arrepentirá". Seguro que es una fiesta sorpresa de mis amigos que para el fin de semana me tienen algo preparado. Son unos noveleros, a saber lo que tienen preparado de sorpresa. A ver... ¿qué ropa me pongo?


¿Cartitas extrañas a mi edad? Tengo ya 70 años y no estoy para jueguecitos. Si mi Concha estuviera aquí conmigo iríamos los dos porque, aunque yo me negara a ir, ella me diría "sí Anselmo, vamos a ir y nos divertimos que falta nos hace a todos". Pues solo por ella voy a ir a la calle Solsticio esta el viernes. Además, me pondré bien guapo como a mi Concha le gustaba que me vistiera.


  • Han llegado dos invitaciones al buzón, Carlos.

  • ¿De quién?

  • No lo dice. Las dos dicen lo mismo, que vayamos el viernes a la calle Solsticio a las diez de la noche.

  • Pero ¿para qué?

  • No lo dice... esto es muy misterioso... a mí me da miedo.

  • Anda ya, Carmen. No te preocupes, ya verás como es algún amigo que quiere invitarnos a una cenita o algo.

  • Si tú lo dices...

  • Claro, además, si no son amigos, conocemos gente que eso está muy bien siempre.

  • Pues sí. Iremos.


Viernes 4. Calle Solsticio, número 190. Diez de la noche.

Llega un coche y aparca justo en la puerta. De él salen Carlos y Carmen. Llaman a la puerta y ésta cede ante ellos. Entran en ese edificio. Tras ellos aparece por la esquina Sara. Está contenta. Luce un vestido verde ajustado y cree que dentro de esa casa encontrará a sus amigos. Llama a la puerta y ésta cede ante ella. Entra en el edificio. Por la otra esquina aparece un hombre canoso, Anselmo, encuentra la puerta abierta y entra. Sergio llega en moto y aparca justo delante del coche de Carlos. Se baja y entra en el edificio. No menos de dos minutos más tarde llega Julia y entra en el edificio.

Todos se han ido conociendo en el gran salón y esperan impacientes en saber qué ocurre. Sara dice asustada:

  • ¿Habéis leido la novela 'Diez negritos' de Agatha Chirstie? Esto es muy parecido. ¿Seremos los seis negritos y acabaremos todos muertos?

  • Niña, no te montes películas absurdas. Seguro que esto es algún rollo para vendernos algún electrodoméstico inútil y sacarnos los cuartos. Si lo sabía, no debería haber venido.

  • No puede ser eso -dijo Carmen- estoy harta de ir a esas reuniones y siempre invitan personalmente y aparece el logo de la empresa. Aquí no se dirigía a nadie por su nombre ni aparecía ningún logo. No se tratará de eso.

  • Entonces, ¿qué hacemos aquí? -dijo Sergio

  • Yo creo que hemos venido a cenar -sentenció Carlos.

  • ¿Usted ve la comida? -dijo Julia.

  • Pasen a la sala de la izquierda. Ahí está la cena -dijo una voz que retumbó en toda la casa.

Los invitados asustados entraron en la sala y vieron una gran mesa con comida de todo tipo: carne, verdura, fruta, etc. Había de todo y para todos los gustos.

  • Siéntense y coman. Enseguida estoy con ustedes.

  • Ven, era para comer -dijo Carlos.

Se sentaron en la mesa y comenzaron a comer. Empezaron a entablar conversación y todos parecían estar encantados con aquella inesperada velada. Terminando de tomar el postre se abrió la puerta del fondo y entró una persona. Por su aspecto no se sabía si era hombre o mujer y su voz era lo suficientemente grave como para ser un hombre pero tan aguda como una mujer.

  • Hola, amigos del placer. Soy yo. Todos estáis aquí porque tenéis algo que os une. Tenéis que averiguarlo y para ello debéis responder a las preguntas que os dejo. Es un juego muy simple. El jugador que saque más puntuación con el dado empieza a preguntar eligiendo al preguntado. Si éste acierta debe coger una carta de "Prueba" para su entrevistador. Si falla, el entrevistador cogerá una carta de "Castigo" para su entrevistado. Cuando hagan la prueba, el entrevistado hará de entrevistador con la persona que elija. Cuando todos juguéis, ese será el turno establecido y no podréis parar una vez que comience la partida. El juego acabará cuando lleguéis a la carta "Fin". Os puedo asegurar que tras la partida sabréis qué tenéis en común. Disfrutad de la noche.

Se dio la vuelta y se fue por la puerta que entró.

  • Bueno, ya que nadie se anima, tiraré primero el dado... un 4 -dijo Carlos.

  • Esto es de niños -dijo Anselmo- pero en fin, una vez puestos... un 2.

  • A ver yo... un 6 -dijo Julia.

  • Pues ya seguro que empiezas tú, ve pensando a quién vas a preguntar -dijo Sara- yo saco un... 1, vaya.

  • A ver yo -dijo Sergio- ... un 5, no está mal.

  • Y yo la última, para variar... un 3 -dijo Carmen.

  • ¿No os dais cuenta? Somos 6 personas, un dado tiene seis caras y cara uno hemos sacado un número distinto -dijo Sergio.

  • Bah, casualidades, tío -dijo Carlos.

  • Bueno, creo que me toca a mí entrevistar... a ver... elijo a Sara -dijo Julia.

  • Espero que no sea muy difícil, todavía estoy en el instituto.

  • A ver qué dice la carta... "¿Qué actor famoso por interpretar a un boxeador, entre otras películas de acción, hizo en su juventud una película pornográfica?"

  • Esta la sé... Sylvester Stallone.

  • Correcto. Me toca la carta de prueba. Prepárate Julia... Aquí dice: "Debes dar un beso en la boca a tu entrevistado".

  • Anda.. bueno, si lo dice la carta.

Julia y Sara se fundieron en un beso que sonrojó a ambas mujeres. Era el turno de que Sara preguntara.

  • Ahora me toca a mí y pregunto a Anselmo. La más pequeña pregunta al más mayor. A ver qué dice la carta... "¿Qué edad tenía Miguel Ángel cuando empezó el David ?"

  • Yo qué sé. 18 mismo.

  • No, tenía 26. Le toca castigo. A ver qué pone... "Debe contar su primera relación sexual a los presentes".

  • De eso nada.

  • Si empezamos no podemos parar, son las relgas -dijo Carmen.

  • Está bien... Yo tenía 18 años y ella 48. Era una tía solterona mía. Se vino una temporada a casa. Ella era bien guapa. No recuerdo cómo, la recuerdo metiéndose mi polla en la boca. Y ya pues de todo.

  • ¡Qué joven! -dijo Sara.

  • Bueno, continuemos con este jueguecito. Yo voy a preguntar a Sergio... "¿Qué lago comparte Perú y Bolivia?"

  • El lago Ness... ni idea, he dicho por decir.

  • No, el Titicaca. Te toca castigo... "Debes abrazar a tu entrevistador y darle besos en el cuello" ¿Cómo? Mariconadas las justas.

  • Anselmo, nos tocó.

Sergio se levantó del sofá e Anselmo hizo lo propio a regañadientes. Sergio abrazó a Anselmo y comenzó a darle besos por el cuello. Anselmo se veía nervioso y un bulto crecía en su pantalón. Todos se dieron cuenta pero nadie comentó nada. Al cabo de unos minutos siguieron con el juego.

  • Ahora me toca a mí -dijo Sergio- Carmen, te tocó... "¿Quién dirigió junto a Jorge Guillén la revista Verso y prosa ?

  • Juan Guerrero Ruiz

  • Correcto.

  • Claro, soy un as en literatura... a ver qué prueba te toca... "Debes desnudarte completamente"

  • ¿Cómo?

  • Eso dice la carta, así que ya sabes, a enseñarnos tu cuerpazo, nene.

Sergio se desnudó. Tenía un cuerpo delgado un poco marcado del gimnasio. Sus pectorales estaban recubiertos de algo de pelo, aunque no mucho. No tenía absominales marcados pero lucía un vientre liso. Sus piernas eran fuertes y sus pies hermosos. Su pene estaba en reposo y hacía presagiar un tamaño importante. Su culo era respingón y apretado.

  • Ea, como mi madre me trajo al mundo.

  • Carlos, ahora prepárate que te pregunto, cariño... "¿Quién fue el presidente de EEUU durante la primera guerra del Golfo?"

  • George Bush padre.

  • Correcto. A ver qué prueba me toca.

  • "Debes desnudar a la primera persona que comenzó a preguntar" -dijo Carlos.

Carmen se fue para Julia y le quitó la camiseta que llevaba. Tras ella se deshizo del sostén y dos pechos grandes y duros tentaron a la gravedad. Le desabrochó el pantalón y fue bajándolo dejando al descubierto unas piernas preciosas y un tanga minúsculo que tapaba lo justo. Le quitó los zapatos dejando ver unos pequeños pies con las uñas pintadas en rojo pasión. Por último le qutó el tanga y dejó a la vista de todos un precioso culo prieto y una vagina depilada en su totalidad.

  • Vaya... ahora me toca a mí preguntarte, Julia -dijo Carlos... "¿Cuántos años tardó la novena sinfonía de Beethoven?"

  • ¿dos?

  • No, seis. Toca castigo, Julita... "Debes desnudar a quien tienes que preguntar"

  • Sara, cariño, te toca.

Julia se levantó y pidió a Sara que se levantara. Se puse frente a ella y te quitó el traje lentamente hacia arriba. Dejó ver unas piertas largas y delgadas y un culo respingón y redondo que pedía a gritos que lo besaran. Sara llevaba un culotte verde que marcaba todo su sexo. No llevaba sotén así que sus pechos, no muy grandes pero bien tersos y redondos vieron la luz inmediatamente. Julia le quitó a Sara el culotte dejando al descubierto su vagina con un poco de pelusilla que lo hacía aún más atractivo. A los ojos de todos estaban esas dos mujeres impresionantes. Una estaba desnudando a la otra y las dos, a juzgar por la rigidez de sus pezones, estaban cada vez más exitadas. Sergio mostró a todos una erección impresionante al ver semejante escena. Por último, Julia le quitó a Sara los tacones que llevaba. Sus pies eran hermosos y, a diferencia de Julia, Sara no llevaba las uñas pintadas.

  • Ahora te toca preguntarme -dijo Anselmo a Sara.

  • Sí... a ver... "¿Cómo se llama el tejido que divide  el corazón en izquierdo y derecho?"

  • Septo.

  • Correcto... ¿Cómo lo has sabido?

  • Más de cuarenta años de médico sirven para algo por una vez -Anselmo rió- pero a ver qué prueba te toca guapa... "Debes lamer los pies a quien te ha desnudado durante tres minutos"

  • Uy, Julia, te toca... te advierto que me encanta lamer los pies

  • Y a mí que me los chupen, Sarita -dijo Julia.

Julia se recostó en el sofá y Sara se colocó a sus pies. Los miró con deseo. Eran unos pies delgados y finos y sus uñas pintadas le daban un toque muy erótico que excitó a todos los presentes. Sara comenzó por dar un beso en el dedo gordo del pie derecho para luego sacar su lengua y pasarla por toda la planta del pie derecho. Colocó al lado el izquierdo e hizo lo propio antes de empezar a jugar con los dedos. La lengua de Sara entraba y salía por entre los dedos de una Julia que no podía contener el placer que sentía y soltaba pequeños gemidos de placer. Pasaron los tres minutos y Sara apartó su cara de los pies limpiándose un poco la saliva de la barbilla. Julia se volvió a sentar bien en el sofá sin dar crédito a lo que acababa de suceder.

  • Vamos, Anselmo, pregúntame que la cosa se anima -dijo Sergio señalando y pene en total erección.

  • A ver si es difícil... "¿En qué ciudad china nació y está el mausoleo de Confucio?"

  • ¿Taiwan?

  • No, Qufu... te toca castigo... a ver "Debes desnudar a tu entrevistador"... pero ¿qué pretenden que hagamos una orgía?

  • Ven aquí, papito -dijo Sergio en tono de broma mientras se acercaba al más mayor de los presentes.

Anselmo era un hombre de 70 años pero su aspecto hacía pensar que tenía muchos menos. Era un hombre alto y moreno de piel. Conservaba un buen pelo, todo blanco, y su rostro no presentaba muchas arrugas. Sergio se acercó a él y le quitó la chaqueta que llevaba. Le desabrochó la camisa y se la quitó dejando al descubierto un torso sin pelo. Anselmo no tenía barriga ni estaba gordo, podría decirse que estaba en su momento ideal. Su piel morena hacía que pareciera más joven y a juzgar por su torso no aparentaba más de cuarenta. Sergio le quitó a Anselmo los zapatos y los calcetines dejando al descubierto unos pies grandes y fuertes, como las manos del médico. Le desabrochó el cinturón y el pantalón y lo bajó de un golpe dejando a Anselmo en calzoncillos. Por último, bajó los calzoncillos del médico y todos se llevaron una gran sorpresa. No estaba erecto pero sí que presentaba un principio de erección y un tamaño asombroso. Tranquilamente aquella polla podría llegar a alcanzar en erección los 28 centímetros. Era grande como las manos y los pies del médico.

  • Vaya con el viejo, qué pollón se gasta -bromeó Sergio.

  • Déjate de rollos y pregunta.

  • A ver, Carmen, esta es fácil: "¿Cómo se llama el personaje de Jennifer Aniston en la serie Friends ?"

  • ¿Se pueden creer que nunca vi esa serie?... no lo sé... ¿Anna?

  • No, era Rachel... no puedo creer que supieras lo de la revista y no supieras esta... bueno, te toca castigo.. "Debes desnudarte a ritmo de la música".

Nada más hizo pronunciar estas palabras comenzó a sonar una música que asustó a todos los presentes. Carmen se levantó y comenzó a moverse a ritmo de la música. Ella estaba algo más gordita que sus compañeras de juego pero aún así resultaba muy sexy a los ojos de todos. Empezó por quitarse la chaqueta que llevaba y tirársela a la cara a su marido. Tras esto se quitó los zapatos y las medias poniendo una pierna encima del muslo de Sergio mientras se despojaba de la prenda. Hizo lo mismo con la otra pierna pero en el muslo de Anselmo. Se quitó la falda abriendo poco a poco la cremallera y bajando con suavidad marcando el compás de la canción. Carmen llevaba unas bragas de encaje negro y presentaba un culo perfecto. Se quitó la camisa que llevaba y sus grandes pechos estaban sujetados por un sostén también de encaje negro. Se quitó el sostén tapando sus enormes pechos con su brazo. Coqueteando dejó al descubierto sus pechos para disfrute de todos. Solo quedaba su coño y lo mostró de un tirón. Tiró la braga que cayó en la cara de Anselmo quien ya mostraba una erección más que latente. El coño de Carmen tenía más vello que el de sus compañeras pero se antojaba igual de apetecible. Nada más terminó de desnudarse, la música cesó y Carmen se dispuso a preguntarle a su marido.

  • Vamos, Carlos... "¿Cuál es el nombre del hermano, también tenista, de Nicolás Lapentti?"

  • Creo que Giovanni.

  • Correcto... me toca prueba.

  • Sí... "Debes besar al participante más joven"

  • Sara, creo que eres tú, mi niña.

Carmen se levantó y fue hacia Sara. Era el segundo beso que la joven recibía de aquella mujer en esa noche. Carmen miró a los ojos a la chica y le plantó un dulce y suave beso que duró varios segundos y en el cual las dos mujeres jugaron con sus lenguas. A todos calentó aquella imagen.

  • Sigamos, a ver Julia... "¿Qué cuadro es más grande: La maja desnuda o La maja vestida de Goya?"

  • No lo sé... la desnuda.

  • Correcto. Me toca prueba, miedo me da... "Debes desnudarte en el menor tiempo posible"... menos mal, pensé que sería el único en acabar vestido.

Carlos se levantó y contó hasta tres para desvestirse a toda velocidad. Comenzó por los zapatos y los calcetines. Bajó sus pantalones y calzoncillos a la vez y se quitó la camisa de un golpe sin quitar siquiera los botones. Tardó cuatro segundos para sorpresa de todos. El cuerpo de Carlos era como el de su mujer, más rellenito que el de sus compañeros pero sin llegar a ser gordo. Su piel era blanca y tenía algo de vello en el cuerpo. Resaltaba un pene en plena erección con un tamaño medio de unos 16 centímetros. Carlos se sentó y procedió a leer su pregunta para Julia.

  • Julia, cariño, vamos con la siguiente: "¿Cómo se llamaba el Papa Juan Pablo II?"

  • Uy, era raro, se llamaba...  Karol Wojtyła o algo así, ¿no?

  • Exacto... me toca prueba... "Debes besar al jugador con más edad"

  • Anselmo, ven aquí, machote -bromeó Carlos.

El médico se resignó y se acercó a Carlos. Ambos estaban desnudos y excitados. Anselmo era más alto que Carlos, con lo cual tuvo que agacharse un poco. Carlos besó a Anselmo con fuerza en el principio pero poco a poco ese gesto brusco se hacía suave y los dos hombres disfrutaban de aquel beso jugando con sus lenguas.

  • La primera vez que beso a un tío -dijo Anselmo

  • Y yo... y me ha gustado...¿y a ti?

  • También...

  • Bueno, ahora pregunto yo -dijo Julia- ...Sara, "¿Qué nombre artístico tiene ahora el anteriormente conocido como El chaval de la Peca?"

  • No lo sé, si yo pensé que se había retirado.

  • Marc Parrot... te toca castigo... "Debes practicar sexo oral durante cinco minutos a la mujer de más edad del juego"... esto ya son palabras mayores

  • Bueno, siempre hay una primera vez... no todo en la vida va a ser comer pollas, ¿no?

Carmen se acostó en el sofá y abrió las piernas dejando a la vista de todos su coño velludo. Sara puso su cara entre los muslos de Julia y miró fijamente aquel coño que tenía que lamer. Miró a los ojos a Carmen, cerró los ojos y acercó su lengua a aquel sexo húmedo y latente. El contacto le pareció agradable y su cabeza se introdujo entre aquellas piernas. Pasaba la lengua por el clítoris variando la velocidad y haciendo que Carmen se retorciera de placer en el sofá. Introducía sus dedos en el agujero y comenzaba a follarla mientras su lengua jugaba por entre los pliegues de aquel coño. Sara disfrutaba con aquel coño y esos flujos que no paraba de emanar Carmen con cada gemido. Pasaron los cinco minutos y ninguna de las dos tenía ganas de parar, pero el juego continúa.

  • Madre mía... me ha encantado... no quiero preguntar, quiero seguir chupando... pero, enfin... "Anselmo, ¿Quién escribió Miedo en un puñado de Polvo ?"

  • Ni la más remota idea... ¿Stephen King?

  • No, John Ives... te toca castigo... "Debes practicar durante cinco minutos sexo oral al jugador que tenga 25 años"... ¿Quién tiene 25?

  • Yo -dijo Sergio.

  • ¿Yo comerle la polla a un tío? Vale que lo bese y me deje desnudar pero esto es mucha tela... no pienso hacerlo.

  • Vamos, Anselmo, hemos aceptado jugar, has reconocido que te ha gustado el beso de un hombre, a lo mejor también te gusta comerte una polla, pruébalo -dijo Sara- yo nunca me había comido un coño y lo he hecho y me ha encantado.

  • Pero yo tengo 70 años y solo he follado con mujeres, soy heterosexual, no maricón.

  • A lo mejor eres bisexual -dijo Julia.

  • Tonterías.

  • Anselmo, a mí nunca me la ha chupado un tío, pero hemos aceptado el juego, así que chúpamela. No eches el juego a perder por un perjuicio de mierda -dijo Sergio.

  • Bueno... vale, siempre tiene que haber una primera vez... además... tampoco la tiene tan grande.

  • Eh, abuelo, no todos tenemos la suerte de tener tu polla, pero mis 19 cm son maravillosos

  • Era broma...

Anselmo se arodilló delante de Sergio. Empezó por agarrar el pene erecto y pajearlo suavemente. Fue acercando su cara hasta que la cabeza de la polla de  Sergio se posó en los labios de Anselmo. El médico sacó la lengua y probó el pene de su compañero. Debió gustarle pues, acto seguido, empezó a recorrer todo el glande con la lengua y bajó por el tronco y lamió sus huevos. Poco a poco fue introduciéndose la polla en la boca y comenzó a mover la cabeza propinando una sublime mamada a un Sergio que disfrutaba y agarraba a Anselmo por los pelos. Pasaron los cinco minutos y Anselmo se incorporó. Lucía una gran erección.

  • Al final te ha gustado -dijo Carmen

  • No está mal, la verdad -reconoció Anselmo.

  • Impresionante, de las mejores mamadas de mi vida -dijo impresionando Sergio- ahora pregunto yo... Carmen: "¿Cuál es el día mundial del corazón?"

  • Ni idea... tres de abril, por decir uno.

  • No, el 29 de septiembre... así que castigo... "Debes masturbar con los pies a tu marido durante dos minutos"

  • ¿Cómo puede ser posible? Esta tarjeta está para mí, no hay nadie aquí con su marido nada más que yo... esto es raro... pero bueno, Carlos, prepárate... esto no te lo he hecho nunca.

Carmen se sentó en el cielo enfrente de Carlos desplegó sus piernas hasta que sus pies estaban a la altura del pene erecto de Carlos. Sus pies empezaron tocando la polla hasta que la agarró por ambos lados y comenzó a pajearla. Los pies bajaban y subían mientras Carlos  disfrutaba y, de vez en cuando, escupía a su polla para lubricarla.

  • Cariño, me voy a correr -dijo Carlos- no pares, por favor.

Carmen aceleró el ritmo y rápido notó los espasmos de su marido que soltó una gran corrida que llenó los pies de Carmen de semen.

  • Impresionante -dijo Carlos- a ver quien responde ahora.

  • Bueno, Carlos, te pregunto... "¿Cuántas veces ha sido chico Almodóvar Javier Bardem?"

  • Tres, creo...

  • No, dos... castigo para el señorito... "Debes limpiar con tu lengua el semen de los pies de tu mujer"... ¡esto no puede ser!

Carlos se tumbó en el suelo y acercó su cara a los pies impregnados de semen de su mujer. Lamió para probar y comenzó a chuparlo con fuerza y ansia, se tragaba cada gota de leche recogida de los pies de Carmen. Ella, al mismo tiempo, disfrutaba de una buena chupada de pies. Finalmente, Carlos acabó por tragarse toda su corrida.

  • Es la primera vez que pruebo mi corrida, está riquísima, ahora entiendo por qué te gusta tanto, cariño.

  • No lo sueñes -respondió Carmen.

  • Me toca preguntar -dijo Carlos- Julia, "¿Sobre qué madera está pintado el cuadro de La Mona Lisa?"

  • Creo que de Nogal.

  • No, de Álamo... te toca castigo... "Debes hacer que el oponente a quien desnudaste tenga un orgasmo"

  • Sara, te toca.

Julia rápidamente se agachó y colocó su boca entre los muslos de Sara. Comenzó a lamer con suavidad y aumentaba la velocidad de la lengua jugando con el clítoris hasta que Sara comenzaba a gemir de placer. Entonces introducía un dedo, luego dos y luego tres mientras su lengua iba cambiando la velocidad. Cada vez Sara lubricaba más y Julia disfrutaba de una comida de coño sin precedentes. Sara retorcía su cuerpo presa del placer y sus gemidos cada vez eran más sonoros y su respiración más fuerte y entrecortada. "No pares" decía entre suspiros y gemidos. Julia aumentaba el ritmo ayudándose del movimiento de su cabeza y los dedos salían y entraban totalmente mojados de aquel agujero. Cambio la posición y la lengua de Julia se introdujo dentro del agujero para ser los dedos quien frotaran con fuerza el clítoris de Sara. Así fue hasta que Sara soltó un grito y su cuerpo se relajó por completo en un sonoro orgasmo.

Julia se retiró y Sara se sentó en el sofá aún recuperándose.

  • El mejor orgasmo de mi vida -dijo Sara

  • No os lo váis a creer pero yo también he tenido uno y no me he tocado nada -dijo Julia- ahora me toca preguntar. Ojalá falles y te toque comerme el coño, Sara.

Todos rieron.

  • Sara, "¿Cuál era la literatura extranjera que más apasionaba a Corín Tellado en su infancia?"

  • ¿La francesa?

  • Exacto... me toca prueba

  • A ver... "Debes chuparle el culo durante un minuto al concursante del pene más grande"

  • Anselmo, ponte de cuatro patas -dijo incorporándose Julia-  sin mi boca no habría noche, que si me como un coño, ahora un culo, seguro que a la próxima me toca una polla.

Julia se levantó y se dirigió a Anselmo que estaba a cuatro patas. Tenía un culo algo caído pero bastante duro. Apartó sus nalgas e introdujo la lengua hasta llegar al agujero. Abrió más las nalgas e introdujo parte de la cara mientras Anselmo soltaba un gemido de placer por el trabajo de la lengua en el agujero de su culo. Qué rápido pasó aquel minuto placentero para Anselmo.

  • Anselmo, relaja ese culo que voy a preguntarte -dijo Sara- "¿Qué miembro del equipo de House dimite al morirse una paciente a causa de un error suyo?"

  • Como médico me encanta la serie así que sé que es Foreman.

  • Correcto, me toca prueba.

  • Atención niña, "Debes ser follada por tu entrevistado durante siete minutos"

  • Como dures lo mismo que mi Carlos terminamos en dos -dijo Carmen

Todos rieron.

Sara se fue para Anselmo y agarró su polla, la puso mirando al techo y se sentó encima de un golpe. Solo llegó hasta la mitad pues aquella polla era descomunal. Comenzó a cabalgarla. Anselmo agarraba los pechos de su compañera mientras se dejaba cabalgar. Cambiaron de postura y Sara se puso a cuatro patas. La polla de Anselmo sí entró por completo. Sara gemía de placer y Anselmo cada vez aceleraba más sus embestidas. Su polla entraba y salía de aquel coño más de cincuenta años más joven. Estaba Anselmo a punto de correrse cuando se cumplieron los siete minutos. Se separaron.

  • Me dejaste a medias -dijo Anselmo.

  • Son cosas del juego -dijo Sara.

  • Me toca preguntar... Sergio, atención "¿Qué famoso actor publicó en twitter una foto desnudo al llegar al millón de seguidores?"

  • No lo sé... ¿Nacho Vidal?

  • No, Paco León... castigo... "Debes ser penetrado por tu entrevistador hasta que éste se corra en tu cara"

  • Vaya, me tocó la polla más grande, mi primera vez y un monstruo así

  • Tranquilo, no me queda mucho -dijo Anselmo.

Anselmo lubricó bien con saliva el culo de Sergio y empezó a introducir su enorme miembro. Comenzó por la cabeza. Sergio gritaba de dolor. Fue introduciendo más. Una vez dentro buena parte, Anselmo esperó a que el agujero se hiciera a ese intruso. Anselmo empezó con sus movimientos y ese pene entraba y salía del agujero cada vez con menor dificultad. Sergio comenzaba a disfrutar y empezaba a gemir de placer. Ante esto, Anselmo aceleró sus movimientos y comenzó a gemir. No tardó en notar que se corría y llevó su polla hasta la cara de Sergio. Soltó tres grandes chorros de leche que llenaron la cara de Sergio por completo.

  • Hacía años que no me corría así -dijo Anselmo.

  • Me limpiaré

  • No -dijo Carlos- a lo mejor pasa como antes y tiene que ser Anselmo el que se trague su corrida.

  • Bueno... a ver, Carmen "¿En qué saga cinematográfica Johnny Depp interpreta a Jack Sparrow?"

  • En Piratas del Caribe .

  • Correcto, me toca prueba, a ver...

  • "Debes recoger el semen de tu cara con la mano y tragarte toda la corrida"

Sergio con la lengua alcanzó los chorros de semen más cercanos a su boca y luego con el dedo fue tomando semen de todas partes de su cara. Se los llevaba a su boca, los lamía, se los tragaba. Más que un castigo era un regalo. Estaba disfrutando muchísimo. Acabó con toda esa leche en un santiamén.

  • Cariño mío, te toca... "¿Para qué agencia trabajan Mortadelo y Filemón?"

  • Para la TIA... te toca prueba, Carmencita... "Debes hacer que tu entrevistador se corra".

  • Sergio, prepárate, te voy a hacer de todo, guapo.

Carmen se fue para sergio y se introdujo toda la polla en la boca. La chupaba con ansia, su lengua jugaba con sus huevos, con su grande. Se la metía entera y luego la pajeaba. Era una mamada profesional aquella. De pronto se sentó encima y comenzó a metérsela hasta que acabó completamente dentro de su coño. Comenzó a follarlo con rapidez hasta que Sergio avisó de que se iba a correr, entonces se sacó la polla y la llevó a su boca sin parar de pajearla. Sergio se corrió pero nadie vio su leche porque toda fue tragada por Carmen, sin dejar ni una sola gota de la misma.

  • Ahora pregunto yo, Julia... "¿Cómo se llaman los tres reyes magos?"... vaya, qué fácil.

  • Melchor, Gaspar y Baltasar

  • Claro, correcto... a ver qué prueba me toca...

  • "Debes comerle la polla al más mayor durante cinco minutos"

Carlos se puso frente a Anselmo y comenzó a pasar su lengua por aquella enorme polla ahora en semirreposo. Poco a poco se fue haciendo dura y comenzó a metérsela en la boca. Entraba y salía con facilidad y Carlos jugaba con la lengua y las entradas y salidas de aquella polla. Apunto de cumplirse los cinco minutos, Anselmo anunció que se iba a correr y  en ese momento acabó el tiempo. Sara corrió hacia la polla de Anselmo y empezó a cabalgarla hasta que notó que por su coño comenzaban a aparecer los chorros de la rica leche del médico.

  • Antes me quedé con las ganas -dijo Sara

  • Impresionante -dijo Anselmo

  • Me toca preguntar a mí -dijo Carlos- Julia, "¿Cuántas corridas ha habido a lo largo de la noche?"

  • Espera que lo piense... dos de Anselmo, una tuya y una de Sergio, también el orgasmo de Sara y el mío, falta Carmen por tener orgasmo.

  • Correcto

  • No, incorrecto -dijo Carmen- yo tuve uno mientras follaba a Sergio

  • Pues entonces castigo... "Debes hacer que la mujer de tu entrevistador tenga un orgasmo sin usar la boca ni las manos"

Julia se levantó y se puso frente a Carmen, alargó sus piernas y comenzó a follar a su amiga con los pies. Se acercó más y empezó a frotar su coño contra el de Carmen. Esto aceleró la respiración de ambas mujeres. Pronto los gemidos de las dos eran cada vez más sonoros y Carmen lanzó un sonoro orgasmo a todos los presentes. Julia se separó y cogió la siguiente carta. Ponía "FIN DEL JUEGO"

No podían creerlo, había acabado el juego y parecían no comprender que tenían en común. Todos parecían incrédulos y molestos hasta que Sergio dijo:

  • Está claro, lo que tenemos en común es que todos somos bisexuales y no lo sabíamos. Todos hemos tenido relaciones sexuales aquí con alguien de nuestro sexo y nos ha gustado, creo que es eso.

De pronto una voz se oyó y dijo:

"Correcto, Sergio. Ahora tenéis dos opciones: podéis marcharse a casa o quedaros follando todos con todos durante toda la noche"

  • Yo me quedo -dijo Anselmo

  • Y yo -dijo Sara

  • No voy a ser menos -dijo Carmen

  • Ella conduce así que me quedo -dijo Carlos

  • Por supuesto que me quedo -dijo Sergio

  • Yo me voy -dijo Julia- me voy a quedar para pasar toda la noche comiendo coño.

Así pasaron toda la noche, todos los chicos fueron penetrados y todas las chicas también. Todos follaron con todos hasta que por la mañana retomaron sus vidas ¿o ya no eran las mismas desde esa noche?

FIN