La Invasión del Angel

¿que hacian los pilotos en el capitulo en que atacaba el Angel en forma de corrosion?

Los tres pilotos de EVA estaban en sus cápsulas de simulación, desnudos y en medio de la nada. La nada en cuestión era un bosque en el GEO-FRONT. Lo que empezó como una rutinaria prueba de Sincronización se había convertido en un caos por el ataque de un ángel en forma de virus. Los tres EVAS habían sido lanzados a la superficie y los tres pilotos al bosque para evitar que el ángel los infectara. Gendou Ikari había ordenado el cierre total del centro de mando. No solo le interesaba derrotar al ángel, SEELE no debía enterarse jamás de lo sucedido. NERV luchaba contra un ángel, sin los EVAS y sin los pilotos. Para hacerlo todo más difícil el Ángel viral había contagiado a MAGI.

Los tres jóvenes no sabían que sucedía. Seguían dentro de sus cápsulas tratando de comunicarse con los cuarteles generales sin éxito. La radio estaba muerta, no podían ni comunicarse entre sí, a pesar de estar a escasos metros uno de otro. Dentro de la cápsula solo sabían que un ángel estaba en los cuarteles y no los vendrían a buscar hasta que fuera vencido... si el ángel era el que ganaba no habría a donde regresar, lo más probable era que todos sin excepción morirían.

Asuka estaba desnuda y furiosa. La sensación de impotencia y desamparo eran humillante para ella. Rei estaba tranquila y relajada, esperaba pacientemente las ordenes de sus superiores, le daba igual vivir o morir. Shinji estaba inquieto y preocupado.

-¡Tengo hambre! – Dijo en voz alta dentro de la solitaria cabina.

Tamborileo los dedos, se estiro, movió los pies, se cruzo de brazos. No tenía miedo, solo hambre. La cabina estaba débilmente iluminada por la batería interna. Nuevamente trato de comunicarse con Misato o con sus otras compañeras sin resultado alguno. Decidió salir por la escotilla de emergencia. Al principio se sintió desorientado en el bosque, el GEO-FRONT era gigantesco. No conocía el bosque, era mas que todo decoración, los pulmones verdes que limpiaban el aire dentro de la ciudad fortaleza. Las cápsulas de sus dos compañeras estaban cerca. Shinji ni se acordaba que estaba desnudo.

-¡Asuka, Ayanami!... ¿están bien?... ¡respondan por favor!- Grito. No recibió respuesta. Shinji temió lo peor. ¿estarían atrapadas, inconscientes, heridas, muertas?. Las cabinas eran de una aleación reforzada de titanio. Las chicas no lo iban a escuchar por más que gritara.

Dentro de la cabina de Rei de repente todo se hizo oscuridad. La batería interna seguramente se había dañado con el golpe. Su rostro ni se inmuto, pero por dentro sintió un vació en el estomago. Fue lo mas cercano al pánico que pudo sentir. Rei recordó el desagradable accidente en el EVA 00 y la operación Yashima. En el Primero el Comandante Ikari la había salvado y en el segundo había sido Shinji. No pudo evitar estremecerse, su cuerpo recordó el intenso dolor de ambos acontecimientos como uno solo. Inconscientemente sus manos trataron de asirse a algo que no estaba. Ella estaba totalmente desnuda, las gafas rotas del comandante Ikari estaban en su departamento. Por primera vez en su vida la primera elegida sintió el desamparo y la impotencia. Suspiro en forma imperceptible. Ya no estaba tan tranquila y relajada.

Rei escucho un ruido. Un ruido familiar. Alguien trataba de abrir la puerta de emergencia. La joven contuvo la respiración. ¡Un equipo de rescate! Se dijo fríamente. Su corazón deseo que fuera el comandante Ikari quien abriera esa puerta. Pero quien apareció fue su hijo, el tercer elegido. Shinji no pudo evitar que sus ojos se llenaran de lagrimas. La idea de que algo malo le hubiera pasado a cualquiera de sus compañeras era algo insoportable. Se sintió aliviado al ver a Rei Ayanami en perfecto estado. Rei lo miro a los ojos confusa al principio, pero después sonrió. Volvía a estar tranquila y relajada. El muchacho se seco sus lagrimas y la ayudo a salir.

Asuka no soporto el encierro. Abrió la escotilla y tapándose lo mejor que pudo con sus manos y brazos salió al exterior. Les deseo la peor de las muertes a la doctora Akagi y a su ayudante, la lesbiana reprimida, Maya Ibuki. ¡no solo la habían obligado a ducharse un millón de veces para la maldita prueba, si no que se encontraba desnuda en medio de la nada por su culpa!. Misato también era culpable. De mal humor, no estaba preparada para ver lo que vio. Shinji desnudo, de espalda. El flacucho tenia buen cuerpo y ella no lo había notado jamás desde que vivían juntos. La joven lo miro embelesada por unos segundos e inconscientemente se acaricio un pezón. El mundo dejo de girar para ella.

Rei salía de la cabina y miro algo a lo lejos. Shinji se giro y tuvo la visión del nacimiento de Venus de Boticceli en la persona de Asuka. El largo cabello rojo ondulando como una bandera por el viento, las bellas formas de la hembra sin madurar a la vista. Con una mano Asuka tapaba su sexo y con la otra un pecho. El antebrazo le tapaba el otro seno. Solo faltaba a la visión, la concha de Mar, los céfiros y a la Primavera con el manto para cubrir a la diosa de los ojos mortales. Asuka se ruborizo, lo de adelante no tenía nada que envidiar a lo de atrás, se quedo hipnotizada mirando descaradamente el sexo del muchacho. Los rostros de ambos chicos mostraba embarazo y sorpresa. Asuka fue la primera en reaccionar. Cerrando los ojos con fuerza grito:

-¡PERVERTIDOOOOOOO!-

Shinji reacciono por fin. Se puso una mano adelante y la otra atrás. Se giro para no verlas y cerro los ojos. Comenzó a disculparse en forma incoherente. Rei seguía como si nada. Asuka dio algunos pasos. ¡Iba a matar al tercer elegido!. De momento se salvaría por que tenía ambas manos ocupadas. Tuvo pánico de solo pensar en un equipo de rescate, ¡de gente desconocida!, la encontrara como Dios la trajo al mundo. De repente se sintió observada por mil ojos. Se fue corriendo de regreso a la cápsula. Dejo la puerta abierta y se sentó, tapándose lo más posible.

-¡SOLO ESPERA A QUE REGRESEMOS A CASA, BAKA!- Rugió la segunda elegida.

Shinji se alivio al ver que Asuka estaba bien. Le daba la espalda a Ayanami y se cubría lo mejor que podía. Estaba rojo de vergüenza. Asuka gritaba y maldecía en alemán. Rei solo se dedico a ver el paisaje. Prefería estar afuera con sus extraños compañeros que sola en la oscura cabina. Sin nada más que hacer miro la espalda del japonés. No sintió nada, ni vergüenza, ni embarazo.

Shinji se giro con los ojos cerrados. Lentamente los fue abriendo. Rei estaba imperturbable. Desnuda y con todo a la vista, no hacia el mínimo esfuerzo de taparse o cubrirse. Los ojos rojos de la joven eran inescrutables. En el colegio era la chica de hielo. Rei era atractiva, pero antisocial, repelente, inexpugnable. Aparte de sus colegas pilotos, no tenia amigos. Los chicos ni siquiera intentaban cortejarla o hablarle, ella sencillamente los ignoraba y ellos hacían lo mismo con ella. Bastaba una sola mirada de la peliazul para desalentar en el acto cualquier intento de acercamiento o intimidad. Una mirada como la de ahora.

  • Ikari-kun, piloto Soryhu, debemos mantenernos juntos y esperar que envíen un equipo de rescate - dijo ella en forma mecánica, mirando a los ojos al japonés – debemos mantener la calma y esperar-

Asuka bufo dentro de la cabina:

-¿quién te crees que eres?, ¿quien te puso a cargo?... ¡ah!... Me olvidaba... ¡eres la consentida del comandante!... yo no lo veo en estos momentos por ninguna parte, ¡así que no trates de lucirte!- Asuka ya se había trazado su plan. No salir de la cabina por nada del mundo. Los del equipo de rescate debían de venir con algo para ella cubrirse.

No quería admitirlo, pero estaba muy asustada. Molestarse por nimiedades era una forma de ser valiente, de no pensar en lo grave de la situación en que estaban. Todo lo que sabían era que un ángel estaba en el Central Dogma. Irlos a buscar era algo secundario para NERV hasta que el ángel fuera derrotado. Alcanzaron a escuchar al comandante y a Misato ordenar la evacuación de los EVAS y del personal no indispensable. Sin los EVAS los chicos carecían de importancia o utilidad en la pelea contra el ángel. Estaban solos e incomunicados. Nada entraba o salía del GEO-FRONT. Esperarían por horas o más.

Rei ni se molesto en contestar. Shinji se dio cuenta de lo absurdo de intentar taparse, de sentir vergüenza o pudor en momentos como ese. Si estas dentro de una casa quemándose y estas en la ducha en esos momentos, por supuesto que sales sin importarte nada.

-¿Qué tal si vamos caminando a los cuarteles generales?- Dijo él tímidamente.

-¡Ni loca salgo de aquí!- grito Asuka

-Asuka tiene razón – Dijo la Primera elegida- Encontraríamos todo cerrado y desierto. Lo más probable es que estaríamos dando vueltas en el bosque sin rumbo fijo, dificultando la labor de un equipo de rescate. De momento no corremos peligro y por lo tanto es mejor permanecer aquí-

Asuka no protesto. Shinji ya no trataba de taparse, seguía cohibido, pero la seguridad y aplomo de la primera elegida lo animaban a tratar de aparentar calma. El muchacho miraba a la atractiva joven a los ojos.

-Creo que buscare comida... escuche que tienen nueces y árboles frutales por aquí cerca – dijo al fin – no hay animales peligrosos y si tengo suerte es posible que encuentre un huerto-

-Iremos los dos- dijo Rei. Asuka no dijo nada. Solo se tapo más. ¡No iba a salir por nada del mundo!

Rei caminaba con seguridad. Parecía una ninfa de los bosques. Shinji caminaba a su lado, el muchacho inconscientemente trataba de taparse o de mirar de reojo el espléndido cuerpo de la muchacha. Su rostro estaba enrojecido, estaba intimidado por andar desnudo. Estaba preocupado por Misato y los demás. Sus pies descalzos pisaban la verde hierba y el aire acariciaba su piel. No habían encontrado nada en el espeso bosque.

Rei se encontraba desorientada. No se encontraba en su elemento. Era inútil seguir, los dos iban a perderse. Sentir la hierba bajo las plantas de los pies lo encontró desagradable a más no poder.

-Ikari-kun, regresemos. No creo que podamos encontrar nada...

-Solo caminemos un poco más Rei... ¡mira! ¡Un manzano!...

El muchacho olvido todo cansancio y trepo al árbol con agilidad. Las manzanas estaban en su punto y Shinji bajo varias. Encontraron nueces, castañas y almendras. Cerca unos bancos y mesas. Debía de ser una zona de recreo para los trabajadores de Nerv. No encontraron a nadie más. Una radio emitía una música suave y al lado encontraron una cesta de día de campo. Por lo visto quienes estaban ahí fueron evacuados en el acto, sin tiempo a nada más. La cesta contenía pollo aún caliente.

  • Creo que eran dos personas, tenían una cita seguramente. Se escaparon del trabajo y vinieron al rincón que les pareció el más olvidado y solitario...- dijo Shinji

  • Eran un par de irresponsables... no debieron abandonar sus puestos...- Dijo Rei con dureza.

  • Estarían enamorados Rei, eran trabajadores de la clase D, personal de mantenimiento – trato de defenderlos el muchacho - ¡gracias a ellos tenemos pollo caliente y no solo fríos vegetales! – Shinji recordó que Rei era vegetariana – ¡este!... ¡eh!... además, hubiera sido embarazoso aparecerles desnudos como estamos.

Rei bajo la mirada. No estaba molesta con la pareja de anónimos trabajadores. No podía evitar ser dura e intolerante. El proyecto E. era su razón de ser, de existir. Cosas tan normales y prosaicas como una cita clandestina de dos enamorados era algo que sencillamente no podía entender por más que lo intentara. No hubiera sentido ningún tipo de embarazo al estar desnuda enfrente de dos perfectos desconocidos.

  • Shinji, desde niña me han preparado para ser piloto – Dijo ella cabizbaja – no tengo nada más en la vida... no siento vergüenza de estar desnuda como tu o Asuka por que desde niña me enseñaron a no tenerla... me hacían exámenes medico constantemente, también pruebas de sincronización.... – La joven recordó aquellos impersonales y serios rostros que la miraban y trataban como un interesante experimento científico. Esas manos extrañas tocándola y palpándola en forma fría, como si fuera un objeto inanimado, todo bajo la supervisión de la Doctora Ritsuko Akagi. Todo terminaba cuando el Comandante Ikari lo ordenaba.

-¡Esta bien, Rei!... solo comamos y después le llevaremos algo de comida a Asuka...

La comida en la cesta confirmo de que se trataba de una cita romántica. ¡Todo era extremadamente cursi!, pero bonito para un par de enamorado. Comían en silencio una comida casera hecha con esmero y cariño. Encontraron en un compartimiento secreto de la cesta unos condones. Shinji se ruborizo y Rei solo los puso a un lado. ¡Por supuesto que sabían los dos que eran y para que servían! Los dos jóvenes los ignoraron olímpicamente. La comida no era de un par de enamorados, si no de dos amantes. Shinji se preguntaba que clase de persona esconde condones en una cesta de picnic y donde demonios harían el amor. El muchacho trago la comida de un solo golpe, casi se ahogo. ¿Allí mismo?, estaban en un sitio alejado y discreto. Poco conocido o visitado.

Rei llego a la misma conclusión que él. De la cesta solo comió de las ensaladas y de un guiso de vegetales. La joven se quedo pensativa. La radio solo tenía música suave y empalagosa. Repetía todo su repertorio una y otra vez. A Rei le gustaron todas las canciones, todas eran de Frank Sinatra. Le gusto comer con Shinji. La verdad era que había comido sin hambre. Los dos jóvenes seguían en silencio. Rei pensó en todas las cosas que una chica de su edad hacia y ella no. Sintió envidia por Asuka, la Alemana era piloto como ella y también una chica normal.

  • Shinji, ¿te gustaría bailar conmigo la próxima canción?- dijo ella de golpe.

  • ¿QUEEEEEEE?- Grito el chico sin creer lo que había escuchado.

  • No... ¡Nada!... olvídalo, será mejor que regresemos con la piloto Soryhu... debemos facilitar en lo posible el trabajo del equipo de rescate... llevaremos la cesta, algunas manzanas y frutos secos...- Rei hablaba mecánicamente, como si recitara algo de memoria. Sin el aplomo y la seguridad de antes. Se sintió estúpida por tan solo sugerir perder el tiempo en frivolidades sin sentido.

  • Rei, ¡me encantaría bailar contigo!... de todas formas no creo que Asuka tenga hambre, ni que piense salir de donde esta... – Dijo el muchacho.

Shinji era un bailarín pasable, de todas formas Rei no tenía ni la más remota idea de que era bailar. Escuchaban Fly me to the moon. La música era suave. El muchacho se sentía cohibido y trataba en lo posible de tener un mínimo de contacto con la chica, Rei era una pareja rígida, tiesa. Bailaban al principio con torpeza, Shinji explicándole a Rei y esta pisándole los pies a cada momento. Pero la canción se impuso. Rei se le acercaba lenta, imperceptiblemente, inexorablemente bajo el hechizo de la canción. Bailaban abrazados, dando vueltas o caminando algunos pasos. De la forma más natural y espontánea Rei puso sus brazos alrededor del cuello de su improvisado profesor de baile. Shinji la abrazaba por la cintura. Sus mejillas estaban a escasos milímetros.

Rei sintió el calor que emanaba el cuerpo del muchacho como algo agradable. Recostó su cabeza en el hombro de él. Siguieron bailando un rato más, tratando de pegarse y fundirse en uno solo. Las entrepiernas y muslos se rozaban y tocaban. El muchacho la atrajo a ella y sus vientres se unieron. La chica sintió las tetillas del chico y este los pezones de ella duros como garbanzos.

Los dos se mirararon a los ojos, sus caras se estaban acercando lentamente. Los dos sintieron que lo que iba a pasar era inevitable. Los labios casi se rozaban, sentían el aliento del otro como una caricia. Sin pensarlo cerraron los ojos. Los labios de ella eran duros, rígidos. Los labios de él, tímidos y vacilantes. Rei sintió como la sangre llegaban a sus mejillas. Ella abrió la boca y la lengua del joven Ikari entro. Los dos sintieron un escalofrió recorrer sus espaldas. Ambas lenguas se tocaron y degustaron una a la otra.

Shinji la alzo en brazos y tomo los preservativos de la mesa. Rei no decía nada, pero no era ajena a las intenciones del muchacho. El japonés encontraba a la chica sin peso, ligera. Desde siempre le gustaba esa muchacha y si perdía esa oportunidad de hacerla suya, se arrepentiría por el resto de su vida. La joven estaba a su merced. Consentía en forma pasiva.

Fueron detrás de unos matorrales, allí mismo se tumbaron y el muchacho siguió besándola. La joven seguía en su mutismo, pero le facilitaba todo. No oponía resistencia a nada y se dejaba hacer de todo. El muchacho acariciaba el núbil cuerpo con delicadeza y suavidad. Palpaba las redondeces y curvas de la peliazul, sin tocar todavía las zonas calientes. Sin percatarse se movían todavía al ritmo de la canción que aun sonaba en sus cabezas.

Rei sencillamente no sabía que hacer o como reaccionar. Sencillamente era agradable ser tocada, palpada así. Las manos del muchacho hasta ahora se habían deslizado en forma pudorosa sobre su piel, conteniéndose. Ella trataba de corresponder de alguna forma, pero solo se limitaba a dejarse invadir, de exponerse lo más posible. El muchacho más que acariciar masajeaba cada centímetro de su cuerpo en forma tierna, lenta. Las mejillas de la chica estaban rosas y el rostro del muchacho rojo de excitación y deseo. La joven acariciaba con la mirada el rostro del confuso tercer niño.

Más que besarse, acariciarse y abrazarse los dos pilotos solo bailaban acostados. Tumbarse y revolcarse en ese matorral, lejos de las miradas o la intromisión de nadie, sintiendo la hierba debajo de ellos, era excitante y sensual. No querían ser encontrados. El pene del muchacho estaba erguido y duro. La joven lo sentía palpitante entre sus muslos. Estaban acostados de lado abrazados. Shinji le acariciaba la espalda a la joven con la yema de los dedos. El joven estaba pegado al cuerpo de la muchacha como una enredadera. El muchacho sonreía embelesado mirando a los ojos a la bella piloto. Rei respiraba entrecortadamente, con sus mejillas rosas. Shinji era una serpiente anaconda que había atrapado a su presa, a esta solo le quedaba aceptar su destino. Rei se movía o se debatía entre los brazos y piernas de su captor para solo sentir el roce de la piel del muchacho contra su piel, los fuertes músculos en tensión que no la dejaban escapar. Ella le sonrió al muchacho. No deseaba escapar de ese abrazo. Se quedaron quietos un momento. Shinji vacilaba aún, no estaba seguro de que si sería conveniente llegar al final. La beso en la boca una vez más en forma fugaz, en un leve roce. No deseaba liberarla tampoco.

-Shinji... ¿soy bonita?- Dijo ella en un susurro.

-...-

-Nadie nunca me ha dicho si soy bonita, ¿soy bonita?-

-...-

Shinji seguía vacilando. Rei era la protegida de su padre. Hasta donde sabia era una huérfana sin nadie en el mundo, sin nadie que diera la cara por ella o respondiera por ella. Ella estaba desamparada, no era como él o Asuka que tenían a Misato. Podría perjudicarla o salir lastimada...

-Shinji, ¡nos arrepentiremos después!. ¡Será malo después!. ¡Sentiremos vergüenza después!... pero ahora ¡no!- dijo ella.

La joven se acostó de espaldas y guió las manos del muchacho a su cara, a sus mejillas. El muchacho se pocisiono entre sus piernas. Shinji le acariciaba el rostro a la muchacha con las yemas de sus dedos y el dorso de la mano. Las manos del joven descendieron por su cuello y clavícula. Al llegar a los senos los apretaron y Rei se estremeció. El muchacho comenzó a apretarlos y a soltarlos. Veía como cambiaban de forma, como trataban de escurrirse de entre sus dedos. Shinji se humedeció con saliva los índices y los pulgares. Comenzó a pellizcar los pezones, a hundirlos y a rozarlo. Rei gimio y cerro los ojos. El muchacho recorría la aureola del pezón en lentas espirales. Los pechos estaban duros como piedras. Shinji empezó a chupar, morder y sobar esas tetas con su boca, su lengua y dientes. Las manos del muchacho asían a la joven por las caderas y esta hundía sus manos en el negro pelo del joven. Ella misma guiaba al joven por su cuello, vientre y pechos. Shinji parecía un tigre devorando a un cervatillo.

Rei sintió un dolor extraño. En su vagina el calor era insoportable. Algo húmedo y espeso se escurría por sus entrepiernas. Trato de cerrarse violentamente, pero Shinji estaba entre sus piernas. Las rodillas y muslos solo chocaron con los costados y caderas del muchacho. Rei sintió las manos firmes y fuertes del tercer elegido subir por sus muslos. Shinji asió a la chica por las rodillas y la abrió como se abre una nuez o una almeja. El sexo de Rei floreció a su vista, húmedo y vivo. El clítoris estaba abultado y los labios de su vulva se asemejaban a pétalos de rosa. El sexo-flor de Rei exudaba un olor almizcleño y dulce. El vello púbico azul, ralo e incipiente, estaba pegado al cuerpo de la joven lleno a rebosar de sudor.

Rei sintió miedo, por primera vez sintió vergüenza, pudor. Ella trato de tapar su sexo con ambas manos. Shinji pocisiono su cabeza entre las piernas de la chica, empezó a oler y a olfatear. El anillo de carne en el interior de la vagina de Rei se contrajo y ella trato de cerrarse de nuevo, pero las fuertes manos del tercer elegido no la dejaron. Los picudos pezones de la chica estaban abultados, sus senos estaban duros como piedra. A Rei le dolían.

  • Ikari-kun... ¡no huelas "eso"... no lo mires por favor!- La joven suplicaba quedamente. Shinji no iba a hacerle caso esta vez.

La joven sintió la respiración y el aliento del tercer elegido sobre sus manos. Ella trato de protestar y resistirse, pero no pudo. Shinji le aparto las manos con delicadeza y firmeza. Ella se resigno a masajearse los senos. Su vientre y estomago estaban rígidos y los músculos de sus piernas tensos. Shinji la torturo un rato oliendo y acariciando con la mirada su sexo virgen. La respiración y aliento del muchacho eran una tortura deliciosa que solo llenaban a Rei de ansias y expectación.

Shinji acaricio el abultado monte de venus con sus dedos. Los vellos púbicos de la chica eran suaves al tacto, como los pelos del vientre de una gata. Estaban húmedos y brillantes de sudor. La raja de Rei estaba abierta y el muchacho toco los delicados labios. Sensitivos se contrajeron al contacto. Shinji beso esa otra boca, esos otros labios con pasión. La lengua jugueteo con el abultado clítoris. Rei gimió a punto de volverse loca de gozo, nuevamente trato de cerrarse de golpe, pero la cabeza del joven Ikari lo impidieron. Ella se retorció de placer, arqueo la espalda y en forma convulsa se apretaba ella misma los senos.

La raja de Rei era un manantial de ricos jugos que el muchacho saboreaba y degustaba a placer. El miembro duro y erecto del muchacho comenzó a dolerle. Shinji cerró un ojo por el insoportable dolor. El joven beso a la joven en la boca y Rei saboreo sus propios jugos. Su sexo era un fruto ya maduro. El joven no tenía prisa, las tetas duras de la chica eran aplastadas por el pecho del muchacho. Instintivamente, la primera elegida se preparo para la penetración. Echo sus brazos por encima de su cabeza, afinco los pies en el suelo y elevo sus caderas. Cerró los ojos y apretó los dientes. Mientras tanto Shinji se ponía el preservativo.

Shinji con una mano guió su miembro a la entrada de la muchacha, con la otra sostenía a Rei por la cadera. Torpemente el glande recorrió la raja de la muchacha, la inexperiencia del tercer elegido era patente. El orificio, baboso y resbaloso, por fin fue encontrado. El glande se abrió paso en la carne de la muchacha. Shinji sostenía las caderas de la joven con ambos brazos. En tres embestidas Rei se convirtió en mujer y Shinji se hizo hombre.

Rei sintió disolverse, fundirse con la hierba debajo de ella. La ruptura de su himen le provoco un agudo dolor. Shinji estaba sobre ella, esperando a que la joven se acostumbrara a su miembro. Le sobaba y masajeaba los muslos, la miraba a los ojos con ternura. La joven se relajo poco a poco, su cuerpo estaba laxo. Los dos empezaron con el ancestral mete y saca entre besos y caricias. La joda fue larga, como si nunca se fuera a acabar. Lo dos estaban absortos, aislados totalmente de lo que sucedía a su alrededor. Rei gemía y Shinji jadeaba. Los golpes de cadera del muchacho eran intenso, chocaban inmisericordes contra la cadera de la muchacha. Esta se estremecía de pies a cabeza. El sonido de sus sexos unidos casi se podía escuchar. Era un sonido húmedo de succión y salpique líquido, seguido por uno seco de colisión de cuerpos.

Finalmente, sin que los dos se dieran cuenta, el orgasmo les llego poderoso y potente. El condón atajo a tiempo tres potentes chorros de leche. Los dos jóvenes se separaron con pesar con sus cuerpos perlados de sudor. Se abrazaron y se besaron un rato más. Estaban hediondos a sexo, sudor y saliva. Rei tenía rastros de sangre entre los mulos y Shinji en el vientre.

Volvieron a donde estaban. En la cesta de la pareja misteriosa había una botella de agua mineral y unas servilletas de papel, con eso se asearon. Rei tomo una manzana y le dio un mordisco. ¡La manzana sabia deliciosa! La Primera elegida le ofreció al tercer elegido. Este comió el fruto de su mano, un mordisco al lado del de ella. Se comieron la roja manzana así. Rei encontraba delicioso que el joven comiera de su mano, que le mordiera o chupara los dedos. Los dos eran jóvenes y les hubiera gustado seguir, pero era tentar a la suerte. Lo mejor era regresar ya y esperar que los vinieran a buscar. Shinji dijo en voz alta lo que rondaba en la cabeza de ambos, lo que los carcomía por dentro.

  • Cuando nos encuentren... será como si nunca hubiera pasado nada... ¿verdad? – Shinji presentía que esta primera vez sería la última.

  • Sí - dijo ella en forma seca. Era la verdad. Shinji trato de protestar, pero Rei le suplico con los ojos que no se lo pusiera más difícil. No era la mirada de hielo de siempre. No estaba en ella. Shinji se dio cuenta de que su padre jamás aprobaría una relación entre su protegida y su hijo. Rei era incapaz de desobedecerlo o contrariarlo.

  • Rei... ¡no me arrepentiré mañana, ni será malo mañana, ni sentiré vergüenza mañana!...

  • ¡Yo sí!... Shinji, te lo ruego... ni una palabra de esto a nadie... el Comandante... tu padre... ¡yo no podría soportar decepcionarlo!...- Dijo la joven en forma fría e irrevocable- fue agradable, todo fue un momento de debilidad que espero no traiga consecuencias graves.

Shinji se quedo cortado y no insistió más. Le pareció increíble que ellos dos hubieran hecho el amor en forma apasionada hace poco, allí mismo. Rei volvía a ser la misma de siempre. Rei hubiera preferido que Shinji nunca hubiera tocado la llaga. Para ella hubiera sido mejor no dejar nada en claro.

Encontraron a Asuka hecha un ovillo, de mal humor. La cesta de comida que le trajeron la aventó de una patada lejos. No dio más explicaciones y volvió a su cabina. Shinji noto que no le preocupo su desnudez, pero no dijo nada. Rei volvió a su oscura cabina y Shinji a la suya. Misato en persona llego con el equipo de rescate. Les traía ropa y se disculpaba por la tardanza.

Días después, le hacían un examen medico de rutina a Rei. El medico que se lo hacía era una mujer que Rei nunca había visto en su vida. La maquina la escaneaba y la mujer se sobresalto al ver algo fuera de lo común. Rei solo tenia puesto su ropa interior. La mujer le ordeno que se quitara las bragas, que tenía que examinarla a fondo. Al principio la mujer creyó que la maquina estaba descompuesta. Se puso unos guantes quirúrgico de goma y procedió a examinar a la chica a la antigua. La mujer estaba muerta de la vergüenza, pero tenía que hacerlo. Como todos los médicos antes de ella, se comporto en forma objetiva y profesional. La joven piloto tenía la tranquilidad de un cadáver, ella sentía a la mujer palpar su intimidad y confirmar que la maquina tenía razón. La mujer le dijo que se vistiera e informo a la Doctora Ritsuko.

La doctora Ritsuko se lo comento de pasada al Comandante Ikari. Rei estaba presente, pero ellos dos hablaban delante de ella como si no estuviera o no entendiera lo que ellos decían.

-...debió de haber realizado algún ejercicio fuerte y el himen sencillamente se rasgo sin ella darse cuenta... en lo demás todo normal...-

Al comandante ni siquiera pareció importarle el asunto. A ninguno de los dos ni siquiera se les ocurrió preguntarle a Rei que se encontraba presente. En un misterioso cuarto Rei volvió a desnudarse. Estaba dentro de un tubo de cristal lleno de un liquido ambarino. Ella flotaba. El Comandante y la Doctora la veían desde fuera. El rostro satisfecho del comandante la lleno. Rei le sonrió. El comandante dijo:

  • Cuando terminemos, iremos a comer juntos...

Shinji trataba de conciliar el sueño. En efecto todo seguía igual, como si nada hubiera pasado entre ellos. Ver a Rei todos los días era ahora una tortura. Asuka estaba de un mal humor y de un carácter insoportable desde ese día. El muchacho sintió que alguien se acercaba y se hizo el dormido. Sintió un cuerpo femenino desnudo entrar en su futton. El muchacho se giro lentamente, pero su visitante se puso encima, sobre él.

  • ¡Asuka! – Dijo el chico sorprendido. Ella en efecto estaba totalmente desnuda sobre él.

-¡Shhhh! –

Asuka lo beso tiernamente en los labios. Por toda explicación dijo antes de entregar también su virginidad al tercer elegido.

  • ¡Los vi! -