La inquietud de mi hermano
Cuando supe que mi hermano era impotente no tuve más remedio que tomar cartas en el asunto, lo que no me imaginaba era como iba a acabar todo...
Hola, soy Isabel, tengo 20 años y vivo en las afueras de Madrid. Lo que voy a contar comenzó hace apenas dos meses . Celebraba mi cumpleaños en casa, ya que mis padres se habían ido de fin de semana y nos habían dejado la casa libre a mi hermano Luis y a mí. Soy alta y delgada, voy al gimnasio y me cuido bastante lo que más destaca de mi cuerpo es mi culo, respingón y muy duro, la verdad es que hasta ahora he tenido bastante éxito con los chicos y no me da corte decir que me he liado con unos cuantos. Había invitado a unas 20 personas, la mayoría de ellas chicas. A mi hermano le había insistido bastante en que se quedara, a pesar de que no aguanta a la mayoría de mis amigas, porque mi mejor amiga Carolina me había dicho que quería liarse con él esa noche. Mi hermano tiene 19 años y a pesar de estar bastante bueno (muchas de mis amigas me lo habían confesado) no le he conocido muchas novias, y eso que no era tímido, simplemente decía que no le apetecía enrollarse con nadie. El caso es que a las 11 de la noche nuestra casa estaba de bote en bote, el alcohol y los porros corrían libremente. Yo tampoco esperaba irme de vacío esa noche y estaba intentando echar el lazo a uno de mi clase llamado Carlos, llevaba tres semanas sin follar y ya me apetecía un polvo de una noche, sin nada de compromisos. Yo estaba bailando pegada a Carlos, poniendo mis tetas bien pegadas a su pecho y dejándole que me sobara a gusto, el bulto que notaba haciendo presión contra mi tripa me indicaba que lo estaba haciendo bien. De reojo veía a Carolina intentando liarse con mi hermano, para la ocasión ella se había puesto un escote bastante grande (un ex novio le había pagado una operación de aumento de pecho). A los pocos minutos se empezaron a morrear y subieron al cuarto de Luis. Yo ya estaba como una moto y no tarde en subir al mío, por cierto que la fiesta se había descontrolado un poco y de camino a mi cuarto vimos a una pareja follando en el baño con la puerta abierta y todo. Yo que había bebido y fumado bastante marihuana estaba bastante desinhibida a esas alturas. Antes de llegar a mi dormitorio pasé por el de mi hermano, no se escuchaba nada. Llegamos a mi cuarto, nos desnudamos y nos pusimos a lo nuestro, yo le chupé la polla durante un buen rato (siempre me dicen que se me da bien) y antes de que se corriera la sacó de mi boca. Nos tumbamos en la cama y él procedió a comerme el coñito, que por cierto suelo llevar depilado, provocándome la primera corrida de la noche. Después nos pusimos a follar primero en al posición del misionero y luego en la del perrito, ya que según dijo quería verme bien el culito cuando me follaba. Me volví a correr, por suerte me acordé de que no estábamos usando de protección y justo antes de eyacular le pedí que lo hiciera fuera, corriéndose abundantemente en mis tetas. Pronto nos quedamos dormidos. Cuando me desperté el chico con el que había estado ya se había ido. Me puse una camiseta para no andar en pelotas por la casa y fui a la cocina a desayunar algo. Mientras estaba analizando los destrozos que habían hecho en el salón vi a mi amiga Carolina que se marchaba con una cara de mal humor tremenda. -¿Qué tal con mi hermanito? -Mira, no me hagas hablar... -¿Por? -Por que no...
-¿No que? -Que no ha pasado nada. Además, me tengo que ir y le he prometido que no voy a decir nada. -No me jodas Carolina sabes que siempre nos contamos nuestros polvos y ahora me vienes con esas, ¿te ha tratado mal o algo? -¿Mal? ¡Pero si ni me ha tocado! Bueno, tocarme si, pero para nada, porque la verdad es que por más que lo hemos intentado, nada de anda, no se le levanta ni con una grúa -¡¡No me jodas!! ¿Mi hermano impotente? -Pues ya ves. Y eso que, entre tú y yo, tu hermano calza bastante bien. Pero igual era porque había mucho que levantar que ni chupándosela ni pajeándole se le levantaba. -Entonces... -Me ha comido el coño un par de veces, pero lo otro nada de nada, además me parece que no era la primera vez que le pasaba, por lo que ha dejado caer. Mi amiga se fue, yo me quedé helada, mi hermano un tío de 19 años que se cuidaba y hacía deporte era impotente, pensaba mientras recogía toda la basura de la noche anterior. Luis no salió de su cuarto hasta cinco de la tarde, su cara era un poema, pero preferí no decirle nada Sin embargo al día siguiente le vi tan destrozado que no me fui por las ramas y le dije que lo sabía todo. Se enfadó muchísimo pero luego se derrumbó y me confesó que nunca había logrado tener una erección duradera con ninguna chica, a mi también me afectó porque me jodía ver a mi hermano, que podía liarse con cualquier chica, tan deprimido. Le pregunté si había mirado en Internet pero se cabreó más diciéndome que lo revisaba de arriba a abajo cada día, y cuando le sugerí la posibilidad de usar viagra amenazó con no volverme a hablar. Realmente mi hermano estaba destrozado, me costó convencerle pero pedimos hora en la consulta de un sexólogo, él se negó hasta el último momento alegando que nunca contaría más su problema a nadie, que le daba muchísima vergüenza. Fue por mi insistencia que lo arrastré hasta la consulta. En la sala de espera me hizo jurar que yo me haría pasar por su novia, ya que le daba vergüenza que el doctor se enterara que iba con su hermanita. Una vez dentro el ambiente se relajó un poco, pues el sexólogo era una persona abierta y simpática que sin duda sabía como tratar con pacientes como mi hermano. Pasaron a una habitación contigua que estaba separada del resto de su despacho por una cortina. Allí le hizo quitare los pantalones y le examinó el pene. Yo solo oía su conversación porque la cortina me tapaba la vista. Al parecer el médico descartó cualquier problema fisiológico, le hizo vestirse y fue en ese momento cuando le vi la polla a mi hermano.
Se puso de pie para subirse los calzoncillos y la pude ver brevemente de perfil, mi amiga tenía razón mi hermano gastaba una polla bastante grande y eso que la había visto sin erección. Joder si pudiera usarla a mí me volvería loca. Borré rápidamente ese pensamiento de mi cabeza (era mi hermano, joder) Volvieron al despacho y se sentaron, mi hermano estaba visiblemente cortado. -Bueno, a continuación tengo que hacerte unas preguntas de rigor, Luis, por favor intenta ser lo más sincero posible -Vale -¿Fumas? -No -¿Bebes? -Solo los fines de semana -¿Haces ejercicio? -Voy al gimnasio casi todos los días -¿Tomas algún tipo de sustancia estupefaciente? -No, nunca -Bien, parece que estamos ante el caso típico de disfunción eréctil provocada por razones psicológicas. Esto tiene un lado bueno: descartamos que se trate de algún problema de salud más complicado como algún daño en alguna arteria o nervio. Por otro lado, es mucho más difícil de solucionar. Tendréis que colaborar tanto tu novia como tú. Yo casi doy un brinco cuando oigo que me trata como su novia. De pronto el doctor se giró y me miró fijamente a los ojos -Ahora si no te importa quiero hacerte algunas preguntas a ti. Como le he dicho a tu novio antes es importante que seas sincera ¿de acuerdo? -S...Sí-balbuceé -Bien, en primer lugar, en sus relaciones sexuales, ¿practican algo más aparte del coito? Yo no sabía donde meterme, el hombre este pensando que mi hermano y yo éramos novios y yo teniendo que contestar, pensé que lo mejor sería responder lo más brevemente posible -No -¿Nunca han practicado sexo oral?-dijo un poco sorprendido -Ehh...sí, perdone, alguna vez -¿Tanto usted como su pareja?- esta vez nos miramos los dos -Sí-dijo mi hermano -No-dije yo al mismo tiempo -Entonces ¿usted nunca le ha realizado sexo oral a su marido? -No, nunca- yo estaba roja de vergüenza y para colmo sus preguntas me empezaban a calentar -¿Usan muchas posturas diferentes a la hora de tener relaciones? Así continuó durante unos tres minutos haciéndome preguntas sobre nuestra supuesta vida sexual, al final yo empezaba a notarme mojada sobre todo, y aunque en ese momento no quise reconocerlo, por la visión de la polla de mi hermano de unos minutos antes. El doctor no paró de tomar notas hasta que dejó su cuaderno sobre la mesa y cruzó las manos sobre su tripa. -Bien, así es como yo lo veo: la falta de iniciativa y de originalidad en sus relaciones sexuales puede ser uno de los problemas más importantes a los que se enfrentan, deberán relajarse, pensar simplemente en divertirse y usted, Luis, simplemente déjese llevar, no centre sus pensamientos en que debe satisfacer a su novia por encima de todo. Y en cuanto a usted-dijo mientras me miraba-tenga en cuenta que en las relaciones sexuales intervienen dos personas, intenten echarle imaginación a sus encuentros. De momento creo que es necesario que pongan en práctica lo que les he dicho y las posibilidades de éxito serán muy altas. Tienen dos semanas para ponerlo en práctica. Si después de ese plazo no se soluciona el problema, vuelvan a visitarme. Dio por terminada la cita y se levantó para despedirnos, cuando le dio la mano a Luis pude observar que mi hermano estaba temblando, yo por mi parte notaba la humedad que bañaba mi entrepierna, la imagen de la polla de mi hermano no se me quitaba de la cabeza. Él no abrió la boca hasta que llegamos a casa. -¿No vas a decir nada? -¿Qué quieres que diga? Hemos gastado 50 euros en que nos diga cuatro generalidades, que si hay que echarle más imaginación ¡no me jodas!-y se encerró en su cuarto Por la tarde llamé a mi amiga Carolina, le pedí ayuda para solucionar lo de mi hermano, ella se mostró voluntaria y trazamos un plan -Por cierto, se la he visto-dije -No jodas, como ha sido -Se ha levantado un momento para vestirse y la he visto de perfil, tenías razón es muy grande -Ya te digo y eso que no la hemos visto en toda su extensión, imagínate cuando "eso" funcione
-Por eso te digo que tu eres la primera interesada -Ya, pues por tu tono de voz diría que no soy la única -No seas gilipollas, que es mi hermano -Sí, tu hermano, pero tiene una polla de cortar la respiración Terminé la conversación porque me estaba empezando a excitar -Bueno, tengo que colgar, ¿crees que tendrás todo previsto para el fin de semana? -Que si, tranquila, si yo soy la primera interesada, luego cuando se le levante y nos pasemos el fin de semana follando sin parar te lo restregaré. Mi hermano estuvo arisco durante el resto de la semana, el jueves entré a su habitación, estaba mirando páginas sobre remedios naturales contra la impotencia en internet... -Ve haciendo las maletas que mañana nos vamos a la Sierra -¿Cómo? -Lo que has oído, mañana nos vamos de fin de semana. A la casa que tienen los padres de Carolina en Navacerrada -¿Y ella que va a hacer? -¿Como que qué va a hacer? Ella va a estar allí, que te creías que no ibas a poner en práctica lo que nos dijo el sexólogo -No le habrás dicho que fuimos a un sexólogo, porque entonces... -Que no, no seas coñazo, a ella le has gustado y quiere volver a intentarlo -¿Y tú? -Tranquilo que cuando yo vea que puede pasar algo bajaré al pueblo y ya está, parece mentira que haya que obligarte a follar hermanito- dije mientras salía de su cuarto El viernes después de comer salimos en coche hasta casa de Carolina, que nos recibió con los brazos abiertos (en especial a mi hermano). Hacía mucho frío así que nos metimos rápido en la casa (no saldríamos mucho de ella durante el fin de semana dijo guiñándole un ojo a Luis) Por la tarde estuvimos viendo la película "Mentiras y gordas" quien la haya visto sabe que hay escenas bastante subidas de tono, Carolina estaba sentada al lado de mi hermano con un jersey bastante escotado y a veces le ponía la mano en el muslo o apoyaba su cabeza en el hombro de mi hermano. Cenamos unas pizzas y Carolina sacó un whisky escocés de su padre supongo que para desinhibir un poco a mi hermano, que hasta entonces se había mostrado totalmente impasible al asedio de mi amiga. Estábamos un poco contentos cuando me di cuenta de que sobraba. -Bueno chicos, voy a darme una vuelta por el pueblo, os dejo solos -¿Como? ¿Que te vas a estas horas? -Sí, me apetece tomarme algo en un bar. -Tranquilo Luis que tu y yo vamos a tener mucho que hacer esta noche- le interrumpió Carolina Como pude me escabullí de allí, claramente no pensaba salir esa noche me pensaba quedar viendo como se desarrollaban los acontecimientos. Mi hermano y mi amiga empezaron a enrollarse en el sofá, por fin pude ver que mi hermano se soltaba un poco, estuvieron morreándose bastante tiempo hasta que se empezaron a quitar la ropa, Carolina llevaba un tanga rojo que se había comprado especialmente para la ocasión. -Quiero que me folles-le dijo mientras intentaba bajarle los calzoncillos a mi hermano Cuando estaba a punto de conseguirlo mi hermano le agarró las manos con fuerza -Mira Carolina creo que estás muy buena pero no se si voy a... -¿Como que no? Mira lo siento pero no hay excusas estamos solos, tenemos todo el fin de semana por delante... -Es que no se, me parece que no voy a... Mientras estaba hablando mi amiga se aprovecho y le bajó los calzoncillos, dejando a la vista la polla de mi hermano, ahora que la veía casi de frente observé que además de grande era muy gruesa. -Joder ¿con la polla que tienes me estás diciendo que no te puedes empalmar? Vamos a mi habitación Le agarró de la mano y subieron a su habitación, yo les seguí unos segundos después. Escondida detrás de la puerta los vi desnudos en la cama de Carolina, ella intentaba pajear la polla de Luis, entre el alcohol y la polla de mi hermano estaba empezando a ponerme muy muy cachonda. -Venga sube coño -No puedo, te juro que no puedo... -Pero que pasa que no te pongo, tócame, joder, a ver si te excitas Mi hermano empezó a manosear las tetas de Carolina y su coño, pero lo único que consiguió fue aumentar todavía más la excitación de mi amiga. -Si esto no funciona no vuelvo a follar con ningún tío más Le dio un empujón y le tumbó sobre la cama, lanzándose a comerle la polla con todas sus ansias, yo estaba tan caliente que me metí la mano por dentro del pantalón, comprobando que estaba totalmente empapada. -Esto es la leche, nunca me había pasado
Mi hermano estaba rojo de vergüenza De pronto mi amiga se levantó de la cama y gritó -¡Isabel, sal de donde estés y ven aquí! El corazón me dio un vuelco del susto, se supone que mi hermano no podía saber que yo estaba en casa para que estuviera más tranquilo. -¡¡Que salgas joder!! -¿Como que mi hermana está en casa, no había dicho que se iba? -¡O sales o voy yo a buscarte! Como pude me arreglé un poco y entré en mi habitación -¡Pero Isabel!-mi hermano apenas tuvo tiempo de cubrirse la polla con un cojín-¡¡dijiste que te habías ido!! Ver a mi hermano desnudo fue la gota que colmó el vaso, estaba tan excitada que creo que me puse roja -Ya no se que hacer con tu hermano, así que voy a recurrir a lo último, quítate la ropa y vamos a enrollarnos las dos, si eso no se la pone dura me tiro por la ventana En situaciones normales ni de coña hubiera hecho esto pero la calentura que tenía me hizo quitarme la ropa, Carolina y yo nos habíamos enrollado un par de veces, aunque a mi personalmente me molaban más los tíos. Me fui quitando la ropa, mi hermano no me quitaba ojo de encima y eso me excito aun más, cuando me quité las bragas dejé ver mi coñito depilado y mojado, en un segundo estaba en pelotas delante de él. Con un manotazo mi amiga le quitó el cojín que cubría su polla a mi hermano, y descubrimos que su polla estaba semi erecta, todavía no estaba dura del todo pero había ganado tamaño y dureza. -Joder Isa le has puesto cachondo felicidades esto no se ve todos los días Mi hermano se puso rojo y yo más caliente, me metí en la cama y comencé a besarme con Carolina, ella llevó su mano a mi coñito y comenzó a hacerme un dedo, yo bajé hasta sus tetas y las besé, estábamos como motos. Miré a mi hermano y lo que vi me dejó de piedra, estaba totalmente empalmado mientras me miraba -¡Mírasela, mírasela!-le dije a Carolina -Joder que pedazo de polla, ¿cuánto mide eso? Me incorporé y me acerqué a mirarla, era increíble, tan grande llena de venas y parecía que palpitaba -Joder hermanito que secreto te guardabas -Es toda para ti si la quieres -Venga Isabel chúpasela-dijo Carolina Era mi hermano pero al fin y al cabo nunca había visto una polla como aquella, la sujeté con los dedos y la manoseé de arriba a abajo, luego toqué sus huevos que también eran grandes y prometían una gran corrida. Abrí la boca y poco a poco me la fui metiendo, no conseguí que entrara toda, le hice una mamada de campeonato, su cara era un poema y a mi me estaba excitando muchísimo la situación, sobre todo por el hecho de que le estuviera comiendo la polla a mi propio hermano. Cuando estuvo a punto de correrse la sacó de mi boca -Venga túmbate que te la voy a meter -Joder Luis me da cosa... -¡Quieres follártelo, que mas quieres!-dijo Carolina que estaba a nuestro lado en la cama masturbándose. Estábamos demasiado calientes para dar marcha atrás justo ahora, me iba a follar a mi propio hermano. Me abrí de piernas indicándole el camino Con un poco de torpeza se puso sobre mí y fue guiando su polla hasta mi coñito, a pesar de estar totalmente lubricada me dolió un poco al entrar, la situación era le leche, que placer joder. Empezó a follarme y yo no tardé en correrme ni un minuto -¡¡Joder es la hostia hermanito!! Puse mis piernas sobre su culo -¡¡Más duro coño!! Aumentó el ritmo de la follada, yo me sentía totalmente llena -Joder Isa estás súper mojada-dijo mi hermano -Tú calla y sigue metiendo que me corro otra vez....diosssss!! Clavé mis uñas en su espalda y me corrí como nunca, el segundo orgasmo había sido más intenso incluso que el primero. -Eres la hostia Luis -No podía estrenarme mejor hermanita Puse mis piernas en sus hombros, había leído que en esa postura es cuando la polla entra más profundamente en el coño, mientras me follaba como un animal miraba a mi coñito y me asombraba de que esa polla me entras entera. -Creo que estoy a punto hermanita -Aguanta un poco que yo también Miré a mi izquierda y vi a Carolina masturbándose furiosamente -Voy a explotar no aguanto más -Vale vale dale caña que ya casi estoy Me la metió todavía más rápido hasta que nos corrimos prácticamente a la vez, noté su polla explotar y su semen espeso y caliente llenándome por completo hasta salirse y empapar la cama. Sin duda había sido el mejor polvo de mi vida Cuando sacó su polla de mi coño todavía estaba erecta y mezclada con mis flujos y restos de su abundante corrida -Joder ha sido la hostia hermanita-dijo mientras caía rendido a mi lado Yo estaba tendida en la cama incapaz de articular palabra Carolina no lo dudó ni un segundo y se lanzó a chuparle la polla, limpiándola rápidamente -Joder que envidia me das Isabel crees que guardará un poco para mí -Estoy todavía empalmado, no me lo creo, yo todo gracias a ti Isa -Creo que me has compensado con creces La corrida de mi hermano había sido tan abundante que notaba sus semen saliendo de mi coño y bajando por mis piernas, fui al baño para lavarme pero noté que mi hermano me seguía -No pensarás que después de haberme curado la impotencia voy a dejar que te vayas sin compensarte más Nos metimos en la ducha y estuvimos un buen rato enrollándonos, como he dicho antes lo que más morbo me daba no es que estuviera follándome a un tío bueno con una gran polla, sino que era mi hermano, y creo que a él le pasaba lo mismo. Me cogió debajo de sus brazos y de un salto me montó sobre su torso, solo tuve que dejarme caer para notar su polla de nuevo dentro de mi. Me folló con muchas ganas y me volví a correr, se abrió la puerta de la ducha y vi a Carolina entrar. -Jóder, yo también quiero un poco no seas egoísta Isa y déjamelo un rato Me bajé de su torso y se lo dejé a mi amiga, se subió a su potro y comenzaron a follar -¡¡Dios!! ¡Esto es la hostia que polla tienes chaval! Estuvieron follando en esa postura Carolina no paraba de gritar hasta que mi hermano dio un bufido y se corrió dentro de mi amiga, cuando la dejó en el suelo un chorretón de lefa bajaba por su pierna, igual que me había pasado a mi. A pesar de estar desfallecidos, mi hermano todavía tuvo energía para follarme una última vez en la cama, con Carolina masturbándose cerca, hasta que volvió a terminar dentro de mí y, agotados, nos quedamos dormidos, los tres desnudos y abrazados en la cama. Me desperté cuando noté que algo me tocaba el brazo, era la pierna de mi hermano, que se estaba follando a Carolina en la postura del misionero, ella le agarraba el culo con fuerza mientras intentaba acallar sus gemidos mordiendo el hombro de Luis. Me recosté para verlo mejor -Perdona, te hemos despertado- dijo mi hermano mientras la follaba sin descanso -Da igual, seguid a lo vuestro que a mi también me gusta Estuvieron follando un buen rato, Carolina es de las que gritan mucho follando y ese día no fue para menos, cambiaron de postura y follaron en la postura del perrito, ella se debió de correr tres o cuatro veces hasta que mi hermano sacó la polla y se corrió en sus tetas, fue increíble verlo desde tan cerca. El resto del fin de semana estuvimos así, turnándonos a mi hermano entre las dos
-Me alegro de que haya vuelto, pero su novio ¿no ha querido volver? ¿Se ha resuelto su problema? me preguntó el doctor mientras me sentaba en su despacho
-Sí, de eso precisamente quería hablarle. Mi novio se ha "curado" si es que se puede usar esa palabra, lo que nunca me imaginé es que sería con otra persona y no conmigo-si este hombre supiera que éramos hermanos
-¿Quiere decir que solo logró tener una erección siéndole infiel?
-Sí, fue con una amiga...desde entonces ha sido capaz de mantener relaciones sexuales sin problemas.
-El caso de su novio es típico, seguramente su pareja llevaba años desarrollando un fuerte deseo oculto por la otra persona que le había obsesionado, sólo al dar salida a esa pasión se ha podido solucionar su trauma.
Me quedé un rato pensativa, así que mi hermano había estado pensando en acostarse conmigo durante años y solo cuando lo ha conseguido ha podido follar como una persona normal...
-¿Y su novio sigue manteniendo relaciones sexuales con esa amiga?
-A todas horas-sólo con esa expresión se podía definir los maratones de sexo entre mi hermano y yo que se producían desde que hace un mes folláramos en casa de Carolina
-Bien, pues me temo que mi papel como sexólogo acaba aquí, ahora les corresponde a ustedes solucionar ese problema personal
-No se como agradecérselo doctor
Salí de la consulta excitada como nunca. Mi hermano me había mandado un mensaje al móvil: había reservado una habitación en un hotel para nosotros dos esa misma noche.