La inocente Clara
Al salir del trabajo me gusta tomarme unas cañitas antes de ir a casa, con el fin de desconectar. Empecé a ir asiduamente al mismo sitio ya que era una terraza tranquila. Atendían unas chicas jóvenes y guapas...que más podía pedir? Con el paso de los días fui cogiendo confianza con casi todas ellas pero especialmente con Clara.
Contaré en esta historia unos hechos semi reales que sucedieron en primavera del pasado 2019. Soy un hombre divorciado de 46 años, físicamente normal, ni guapo ni feo, ni gordo ni delgado. Del montón como se suele decir. Pues bien, de vez en cuando al salir del trabajo me gusta tomarme unas cañitas antes de ir a casa, con el fin de desconectar. Empecé a ir asiduamente al mismo sitio ya que era una terraza tranquila. Atendían unas chicas jóvenes y guapas...que más podía pedir? Con el paso de los días fui cogiendo confianza con casi todas ellas pero especialmente con Clara. Es una chica de 21 años bastante guapa de cara, mediana estatura, delgada con curvas donde tiene que tenerlas. En fin una preciosa y excitante chavala. A veces se sentaba en mi mesa cuando salía de trabajar y me contaba sus cosas, sus problemas, su vida, digamos que se desahogaba conmigo. Me contaba los problemas con sus padres, y con su novio. Yo trataba de aconsejarle lo mejor posible sin ningúna otra intención. Obviamente me gustaba tenerla cerca ya que es una preciosa chica llena de vitalidad, simpatía y optimismo a pesar de los problemas que me contaba. Pero no tenía ninguna otra intención más que pasar un rato agradable.
Una preciosa tarde de mayo me senté como casi cada tarde a degustar unas cañitas.Todo transcurría como de costumbre. Veia a la gente pasar, miraba las redes sociales, charlaba con las camareras. De repente me di cuenta que me faltaba algo. Donde estará Clara?-pensé. Le pregunté a una de las chicas y me comentó que tenía el turno partido y llegaría en en rato. Tras un par de cañas, dedici que era suficiente por hoy y tras pagar la correspondiente cuenta, me despedí y encamine mis pasos a la parada del bus que me llevaría a casa. Pensando en mis cosas iba cuando escuche mi nombre a lo lejos.
- Mario, Mario espera...
Gire la cabeza y vi a Clara corriendo hacia mi. Venía sudando, con los ojos vidriosos y resoplando.
-qué pasa chiquilla que corres tanto? Que se me olvidó? le dije
-nada nada si aún no he entrado a trabajar, iba a entrar cuando te vi y quería hablar contigo. Dijo Clara con la respiración entrecortada. Tienes prisa? Me pregunto.
-Ninguna. Nadie me espera y además mañana y pasado descanso. Le conteste medio en broma.
-Solo tengo que trabajar dos horas ahora, me esperas y hablamos?
Pensé un momento. Dos horas? La verdad es que me apetecía mucho llegar a casa, darme una buena ducha y relajarme. Además que iba a hacer dos horas dando vueltas.
-tiene que ser hoy? Pregunté.
- si, me hace falta.-Contesto ella mirándome ,con tal carita de pena, que no pude más que aceptar.
-gracias a las 21.00 te veo aquí mismo vale?
Me dio un beso y sin dejarme decir nada salió corriendo camino a el trabajo.
Pase las dos horas paseando y recorriendo un gran centro comercial cercano. Cuando quise darme cuenta eran las 20.55. Me diriji al punto de encuentro. Cinco minutos después de las 21.00 apareció.
-qué tal la tarde? Le pregunte
-poco trabajo y encima como no paro de darle vueltas a la cabeza....
-bueno, cuéntame que es lo que le preocupa a esa cabecita loca que tienes. Le dije con un tono tranquilizador y casi paternal.
- ahora te cuento vayamos a tomar algo lejos de aqui no sea que le de a mi novio por pasarse y la verdad no tengo ganas de verlo.
Nos fuimos caminando hacia un bar-restaurante que yo conocía a unos 20 minutos de donde estábamos. Hablábamos de cosas banales durante el paseo hasta llegar al sitio en cuestión.
-Te parece bien esa mesa? Le pregunté.
- Vale. Dijo Clara mientras se sentaba.
-qué quieres tomar? Yo me pediré otra caña que con tantos paseos estoy sediento.
- yo un tinto de verano.
Tras pedir las bebidas empezó a contarme lo que le afligia. Era un poco más de lo mismo que siempre me contaba. Problemas con su novio, aunque un poco más graves ya que esta vez la amenazó. Además sus padres se habían separado y ella decidió irse con su padre y a la madre no le sentó nada bien esa decisión. No paraba de hablar sin casi dejarme intervenir. Incluso cuando vio que me había terminado la caña, apuro su tinto de verano llamo al camarero y pidió dos más. Siguió con sus problemas varios tintos y cañas más. Yo trataba de calmarla aunque también le dije que no debería aguantar amenazas ni de su novio ni de nadie. Ella asentia resignada.
-muchas gracias Mario por aguantar mis problemas, eres un cielo de hombre.
-nada mujer lo hubiera hecho cualquier persona
-no no de verdad que eres muy buena gente. Me dijo
-anda ya eso son los tintos que llevas bebido. Jajaja
Nos reímos los dos, sin duda el alcohol estaba empezando a hacer mella. Pero Clara se envalentono y me dijo:
-qué va si estoy perfecta. Verás. Camarero? Traiganos dos chupitos de jagermeister.
-pero si tenemos las consumiciones enteras. Replique
-ya pero entre bebida y bebida un chupito. Dijo con la voz ya temblorosa producto del alcohol.
Después de dos chupitos más le dije que ya era suficiente. De mala gana acepto irnos. Al levantarnos de la mesa a Clara se le vino todo el alcohol que habíamos consumido a la cabeza.
-uff que mareo. Dijo
-ya te advertí que no bebieras más.
-lo se Mario pero hoy lo necesitaba
-bueno venga te acompaño al bus, te vas a tu casa te das una ducha y te acuestas. Le recomendé
-no puedo llegar así a mi casa, mi padre me mataría.
Vaya líos en los que me meto pensé
-pues a ver que hacemos? Le dije. Puedes llamar a una amiga y te vas a su casa no?
- me has dado una idea, espera.
Saco su teléfono y comenzó a escribir.
-le acabo de decir a mi padre que me quedo a dormir en casa de una amiga porque se tomó dos copas y no se encuentra bien. Y me ha contestado que de acuerdo y que que buena muchacha soy jajajaaja. Pobre.
- bueno ahora llama a tu amiga, le cuentas la verdad y te vas a su casa.
Sin decir nada se sentó en un banco y empezó a mirar su lista de contactos. De pronto dejó el móvil y hecho su cabeza contra mi hombro.
-Clara, que te pasa. Pregunte asustado.
Clara estaba medio dormida sobre mi hombro. Y ahora que hago? Me pregunte. Piensa Mario piensa. Al final no me quedo otra que levantarla como pude, llamar a un taxi y llevarla a mi casa a que durmiera la borrachera.
Se despertó al llegar y aunque todavía se tambaleaba era consciente de que iba a dormir en mi casa.
-gracias Mario eres muy bueno. Balbuceo
Le recomendé que se diera una ducha y tras decirme que si cayó desplomada en mi cama. Otra vez se quedó dormida. Le quite las deportivas, la arrope con una sabana y salí del dormitorio a darme una ducha. Mientras estaba bajo el agua mi cabeza me decía dos cosas. Una buena y otra mala. Por una parte quería entrar al dormitorio y desnudarla para ver ese delicioso cuerpo desnudo con el que tantas veces había fantaseando. Pero por otra mi conciencia no me lo permitía, así que después de secarme me puse unos bóxer una camiseta y me fui a dormir al sofá. Me quedé muy pronto dormido aunque no duro mucho mi sueño ya que al poco se hacerlo. Escuche unas voces que venían de la habitación. Fui deprisa y era Clara soñando. Me acerque y la tranquilice. Ella se despertó y me dijo que había tenido pesadillas.
-duérmete conmigo por favor Mario tengo miedo . Me dijo mientras se quitaba los pantalones y la camiseta.Solo se quedó con el tanga y otra, camiseta de tirantes que llevaba debajo.
Acepte y me tumbe a su lado. Ella se dio la vuelta y se quedó dormida.
No podía quedarme dormido pensando en la mujer que tenía en mi cama y sin poder si quiera intentar nada. Ella fue moviéndose hasta pegar su culo a mi boxer. Comenzó a frotarse, ahí me di cuenta que estaba despierta.
-Clara que haces? Le dije medio indignado medio excitado.
Se dio la vuelta, puso su cara justo delante de la mía y me dijo:
-quiero recompensarte
Sin más se acerco a mi boca y paso su lengua por mis labios.
Me aparte y le dije :
-Clara, no me debes nada, además estas bebida así que duérmete por favor o me harás hacer algo que no quiero hacer.
Murmurando se dio la vuelta y se quedó dormida. Imbecil Mario, eres imbecil me repetía una y otra vez la parte morbosa de mi cerebro. Trate de no pensar en ello y concentrarme en quedarme dormido. Nada, imposible dormir. Intentando no hacer ruido me levante y me fui al sofá y puse muy bajito la televisión a ver si así conseguía dormir.
No se cuantas horas llevaría durmiendo cuando escuche tirar de la cisterna del baño, trate de no hacer caso y seguir durmiendo. Al cabo de unos minutos escuche como unos pasos se dirigían a la cocina, medio abri un ojo y pude ver el perfecto culo de Clara adornado por el tanga rosa. Joder que culo tiene esta niña. Firme, redondo, prieto en fin una maravilla, fantaseando con penetrarlo me volví a quedar dormido.
Es hora de despertarse, hace un día precioso. - Escuche decir a Clara
Madre mía esta chiquilla que vitalidad tiene, con lo mal que estaba anoche. - Pensé mientras me estiraba.
-He estado investigando en tu cocina y conseguí hacerme un café, ¿quieres uno? - dijo mientras se sentaba a mis pies en el sofá.
-No gracias, pero un buen vaso de agua para la resaca si que te aceptaría. - Conteste
Se levantó a traérmelo y de nuevo vi esa maravilla de trasero. Ella actuaba con total naturalidad, como si fuésemos pareja o nos conociesemos de toda la vida.
A qué hora entras a trabajar? - pregunté mientras me bebía el vaso de agua.
-hoy no trabajo, llamé a mi encargada y le dije que había tenido un problema y que no podría ir y como me debe días, no me ha puesto ningúna pega.
- tu novio estará preocupado, hablaste con el? Volví a preguntar intentado saber cuando se iba a ir para poder disfrutar de mi descanso a mi manera. Nada más lejos de la realidad.
A ver Mario, cuando me desperté mire mi tlf y tenía 23 WhatsApp de él. Así que llamé a mi padre le dije que no iba a ir hoy por casa porque quería estar con mi amiga y apague el tlf.
Y a tu novio no le contestaste?
-A mi ex novio querrás decir. No solo no le conteste sino que lo bloquee. Pensé mucho en tus consejos de ayer y tienes razón, no voy a dejar que nadie me amenace nunca mas.-Exclamo
-Ademas la tenía pequeña jajaja. - soltó entre risas
-bueno y que piensas hacer?
-pues hoy quiero pasar el día contigo si no tienes inconveniente, ayer me reí mucho y creo que me hace falta pasarlo bien, y tu me haces sentirme bien.
-Hice más bien de padre, aconsejandote y tratando de hacerte reír para evadir los problemas.
-Jajaja mi padre no me hubiera dejado beber tanto. - Dijo entre risa
-Que te apetece hacer - pregunte resignado a pasar el día con aquella muchachita de cuerpo soberbio y carácter jovial.
-No se salir, dar una vuelta...Y si vamos a la playa!!! - exclamó mientras en sus ojos se dibujaba la ilusión de un niño.
-Pero si no tienes bikini aquí. - Le respondí tratando de quitarle la idea de la cabeza. No me apetecía nada pasar el día tostandome y volver cansado de arena, sal y sol.
-Muy fácil, antes de llegar me compro uno en cualquier tienda. Venga Mario porfi.
No se porque extraña razón no podía negarle nada a Clara, en realidad si que lo sabía, me hacía sentir joven de nuevo. Así que acepte, nos duchamos por turnos y tras media hora de reloj encerrada en el baño de la habitación, se vistio y nos fuimos a la playa.
Aparca ahí Mario que hay un sitio y una tienda al lado.
Obedeci y fuimos a la tienda. Había muchos bikinis, ella los miraba uno por uno. Y yo mientras pensando-lo último que querría en mi día de descanso es ir de tiendas, lo odio- al cabo de un rato eligió uno se metió en el probador.
-Mario entra y mira como me queda. - dijo tras la cortina
Entre y la vi mirándose por los espejos a ver como le quedaba, estaba espectacular.
-Perfecto, hala vámonos. - dije deseando salir de allí.
Pago su bikini y salimos . Esa playa estaba abarrotada de gente de mi ciudad que podría conocerme y yo con una adolescente. No era buena idea quedarse. -Vamos a otra playa que está siempre esta llena de niños y me apetece descansar. - le dije
-Donde quieras - contestó
Nos metimos en el coche y puse rumbo a una cala no demasiado lejana, pero lo suficiente como para estar tranquilos y pasar desapercibidos.
Toallas en la arena, sombrilla clavada y nevera con cervecitas y fruta enterradas en hielo a la sombra. Todo preparado para rejajarnos. Clara enseguida se fue a darse un baño mientra yo me quedé en la toalla revisando las redes sociales en el tlf y tumbado boca abajo. De repente note que me caía agua en la espalda y cuando me gire, mi sorpresa fue tan grande que no pude más que quedarme quieto con cara de lelo y sin poder articular palabra. Estaba en topless y madre mía que tetas tan bonitas. Blanquitas, firmes, de un tamaño considerable que no se apreciaba estando vestida, tenía la piel erizada del frío del agua y una gota resbalaba por su erecto pezon.
-Vamos Mario vente al agua, no seas soso.-Dijo mientras escurria su melena dejando caer el agua en mi espalda.
-Podrías haberme preguntado si me molestaba antes de quitarte la parte de arriba ¿no? - Le comenté mientras me levantaba.
-Que pasa que nunca has visto unas tetas.-Pregunto con un tono entre inocente e insolente.
-Cómo las tuyas hace mucho tiempo que no. Dije entre dientes.
-Te he oído... - Exclamó mientras se iba corriendo a la orilla.
Nos metimos en el agua y empezamos a jugar, a salpicarnos etc.. Una de las veces se sumergió y me agarró del tobillo con el propósito de hundirme. Me deje caer y seguimos con una guerra de ahogadillas.
-Para Mario para,no puedo más que aquí casi no hago pie. - dijo pasando sus brazos por detrás de mí cabeza y aferrándose con sus piernas a mi cuerpo.
Note enseguida sus duros pezones clavandose en mi pecho. Su boca a centímetros de la mía. Mi ereccion fue instantánea y Clara la sintió porque dijo:
Parece ser que tu amigo de abajo, no piensa igual que tu.
No articule palabra alguna. Ella noto mi debilidad y atacó. Comenzó a besarme lentamente y fue correspondida. Sus labios y los míos comenzaron un frenético juego mientas mis manos agarraban sin temor ni pudor esas nalgas que tanto deseaba. Las acariciaba y apretaba mientras nuestras lenguas bailaban juntas a compás. Deslice uno de mis dedos por debajo del bikini buscando su rajita y al encontrarla note como ella dio un pequeño respingo.
Acércate un poco a la orilla que pueda hacer pie. - me susurro al oído mientras mordía el lóbulo de mi oreja.
Una vez de pie, Clara bajo una mano y acarició el bulto que mostraba mi bañador. Pasaba la mano a lo largo de todo el pene sin dejar de besarme. Yo seguía sintiendo sus dos pitones rozar mi pecho. Ella advirtió lo que me gustaba eso y se froto mas aun contra mí.
Bajo la otra mano y con la habilidad de una mujer madura y experimentada me quito el bañador en un visto y no visto. Agarró con ambas manos mi polla y comenzó el vaivén propio de una buena paja.
Como pude deslice mi mano por su bikini y metí con decisión dos dedos en su estrecha vagina. Estaba empapada y no precisamente del agua del mar, su humedad era viscosa, emanaba flujo cual volcan escupiendo lava. Agarró mi mano con la suya y me hizo sacarla del interior de su bikini. Me quedé un poco extrañado quizás se estaba arrepintiendo,-pensé--pero no, condujo mi mano a mi boca y me dio a probar su néctar. Fue una mezcla de flujo y sal que me excito aún mas si cabe. Sin duda me estaba sorprendiendo esta niña.
Mientras ella seguía afanada con una mano en mi verga, la otra la llevaba a, su coño y mi boca casi como en un ritual. Me estaba haciendo beberme su coño. Y eso me encantaba hasta tal punto que no pude aguantar más y estalle en un intenso orgasmo. Clara se sumergió y se metió la todavía dura polla en la boca haciendo el papel de estar limpiandomela del semen que ya estaba flotando por las trasparentes aguas de aquella cala.
-Tomamos el sol un poco?-Dijo como si nada hubiese pasado.
-Vale ,pero espera que me ponga el bañador.
Mientras se iba hacia la toalla giro la cabeza y sonrio de forma picara.
Contituara....