La iniciaciòn

Continuacion de mi primer relato "PROLOGO" Espero que sea de vuestro agrado y me gustaria escuchar vuestros comentarios y recibir mensajes con vuestras reaciones al leerlo, un placer escribir para vosotros

LA INICIACION

Acaba de corregir los exámenes tarde y estaba un poco cansado, me puse la cazadora y llame a mi chofer, cuando Salí, esta ya estaba en la entrada con la puerta abierta, entre y le dije que nos íbamos a casa, yo no vivía en la universidad, mis abuelos me compraron un dúplex a escasos kilómetros de la universidad, llegamos el chofer metió el coche en el garaje.

Vete a dormir, ya no te necesito hasta mañana sobre las 9.

Ella asintió y se fue a su cuarto.

Entre en la casa me encamine a mi habitación, me desnude, me di una ducha rápida, me vestí unos bóxer, me tumbe en mi cama y cogiendo el teléfono marque el numero de Helena, espere dos tonos y coge.

Pasados cinco minutos volví a marcar y espere otra vez, pero antes de que sonara el segundo tono, escuche la voz de Helena.

Diga,

No me gusta esa forma de contestar, voy a colgar de nuevo y espero que sepas responder adecuadamente, pues de lo contrario el castigo será ejemplar.

Y colgué, Me levante con calma, caminando hasta la cocina, de la nevera me prepare un vaso de leche fría, regresa a mi habitación lentamente, me tome el vaso de leche y llame de nuevo

Al primer tono note como se descolgaba y la escuche decir.

Si mi amo, tu esclava te escucha y está dispuesta a satisfacerte en lo que desees.

Esa es la contestación que una puta como tu debe de darle siempre a su amo y señor.

Te voy a dictar una serie de normas que tienes que cumplir a rajatabla, si incumples una sola de ellas una solo vez, te abandonare como una perra que eres y te regalare y te venderé a otro amo, o cualquier otra cosa que se me ocurra, pero yo no te volveré a tocar en la vida. ¿Lo has entendido?

Si mi amo.

Primera norma, no tocaras ni te acostaras con ninguna otra persona, salvo que yo te lo ordene.

Segunda norma, acudirás a mis llamadas lo más rápido posible sin poner ningún tipo de excusa.

Tercera norma, vestirás solo la ropa  que yo te diga y cuando yo te diga, mañana iremos de compras para comprar tu ropa de puta.

Cuarta norma, no fumara ni beberás, salvo que yo te lo ordene.

Quinta norma, no te tatuaras ni te pondrás ninguna cosa que perfore tu cuerpo salvo los agujeros de los pendientes, no me gustan las mujeres tatuadas.

Estas son las normas básicas, existen otras normas que iras aprendiendo con la práctica.

¿Estas dispuesta a acatar estas normas?

Si estoy totalmente dispuesta mi amo, mi cuerpo y mi ser te pertenecen por completo, mi señor.

Durante un momento el silencio impero entre los dos y al otro lado del auricular escuchaba una voz que empezaba a jadear de inseguridad de miedo, pues yo seguía callado durante un par de minutos, de repente comenzó a retomar la conversación.

¿No te estarás tocando perra?

¡No mi amo! Es que estaba nerviosa por si me  dejabas así, sin darme ninguna orden o no poder satisfacerte en algo.

Bien ya que lo dices, si quiero que hagas una cosa.

Lo que tu ordenes, soy tuya, dime lo que deseas y yo lo cumpliré al momento.

Bien, esto es lo que quiero que hagas, si estas vestida desnúdate, túmbate en la cama y empieza a tocarte esos hermosos pechos, despacio, con calme, cuando llegues a las aureolas rodéalas con un solo dedo, realiza círculos alrededor de ellas, para que se pongan erectos los pezones, Mientras hablaba escuchaba sus jadeos, notaba como su cuerpo se cimbreaba, a cada una de mis órdenes, sigue así ¿me estas obedeciendo?

Si mi amo, dijo entre suspiros y quejidos de placer, estoy siguiendo tus ordenes y estoy cachonda a más no poder, tu voz me hipnotiza, y me dejo llevar por tus mandatos, tengo los pezones erectos como picos de montaña y la vagina no para de emitir fluidos, mi amo estoy como una perra, soy tu puta hoy y hasta que tu lo desees.

Sentí como todas sus neuronas se concentraban en asimilar mis órdenes y conducirla hasta la locura sexual, en ese momento me di cuenta que era mía para siempre, y que obedecería ciegamente mis órdenes sin cuestionarlas en ningún momento.

Sigue bajando los brazos hasta tu sexo, te permito que te toques y tener un intenso orgasmo,

Ella me iba contando paso a paso lo que hacía con sus manos.

Ahora me estoy acariciando el vientre, hago un círculo alrededor de mi ombligo y sigue bajando hasta llegar a mi cintura, me detengo un rato, por que se que tu mi amo así lo desearías, mientras con la otra mano me aprieto un pezón de mi pecho izquierdo y vuelvo a bajar hasta llegar a mi coño, que parece un manantial de liquido por como rezuma, me toco el clítoris.

Y en ese momento estallo en un fuerte orgasmo, yo escuchaba por el auricular sus gritos e placer, las palabrotas que decía y sobre todo no repetía de decir.

¡Gracias amo! ¡Gracias amo! Soy tuya, me has dado el mejor orgasmo de mi vida.

Y cuando termino de correrse, COLGE.

Al día siguiente me levante temprano, llame a mi chofer y le indique que en media hora me recogiera, a continuación me duche, me puse ropa sport, y salí al garaje, entre en el coche, y desde allí llame a Helena.

Después del primer tono, escucho.

Buenos días mi amo, tu sierva esta a tu entera disposición para que hagas con ella lo que desees.

Prepárate para salir, en media hora te recojo, ponte ropa algo sexy sin exagerar, que vamos de compras, si tienes clase llama al rectorado y avisa que hoy por la mañana no iras, que te suplan.

Si mi amo, te espero dentro de casa  o en el portal.

Te recojo en el portal, y colgué.

Mientras circulábamos por la autopista, mi cabeza empezó a tramar un nuevo plan,

Hacía tiempo que le avía echando el ojo a una alumna de primero, siempre vestía con decoro y con crucifijo colgando de su cuello, mi idea era ordenarle a Helena que la conquistara para mí.

Llegamos a la altura de la casa de Helena y tal como le ordene se encontraba en la puerta de su casa con una ropa algo llamativa, pero sin exagerar.

Mi chofer se bajo abrió la puerta de mi lado y ella entro, mostrándome un muslo hermoso, se sentó a mi lado.

Buenos días mi señor, espero que la ropa sea la adecuada para tus ordenes, sino es de tu agrado me subo en un momento y me cambio.

No así está bien, ahora acércate bájame la cremallera y chúpamela.

Ella se acerco a mí, con delicadeza me bajo la cremallera, me bajo el bóxer un poco, saco mi polla y con glotonería empezó a chuparla con pasión, mientras ella me la chupaba, le indique al chofer que nos llevara a la calle Osorio, la zona de las tiendas más caras y exclusivas, ella asintió, arrancando.

Chúpala zorra, disfruta de mi dura verga, lamela con cuidado, lentamente deslice mi mano por debajo de su blusa, alcanzando su pecho, lo saque de su sujetador y comencé a jugar con su pezón, note como ella se ponía rígida y empezaba a mover su cuerpo con sensualidad, empezó a succionar con más fuerza y su lengua cubrió mi glande y subiendo y bajando la misma me puso a cien, tenía ganas de correrme.

Me voy a correr esclava, te vas a tragar todo mi semen sin que se te escape ni una sola gota.

En ese momento eyacule en su boca con una cantidad abundante de semen, notaba como ella se esforzaba con tragar todo mi liquido, sin dejar que saliera de su boca, cuando termine de eyacular, la deje que siguiera chupando y limpiando mi polla.

Saque la mano de su pecho.

Ahora métemela de nuevo en el pantalón y siéntate en tu lado.

Ella mi miro como si la castigara.

No te ha gustado mi amo, te aseguro que he puesto toda mi pasión y saber en complacerte, si te he fallado, castígame y dime como quieres que te la chupe, estoy dispuesta a aprender para darte el mayor placer posible.

No esclava, lo has hecho muy bien, pero ya estoy satisfecho y lo único que te debe importar es mi placer, el tuyo siempre será secundario, ¿lo comprendes? Mujer.

Ella asintió con la cabeza, se coloco en su lado recomponiéndose la ropa y no volvió a hablar.

En cuanto llegamos aparco delante de la mejor tienda de ropa, a la que previamente mi chofer que a la vez hacia labores de secretario, solicito que solo se le permitiera el paso a mí  y mis acompañantes como clientes, ellos pusieron muchas pegas, pero una llamada a la central y todo solucionada.

Bajamos del coche, nos dirigimos a la puerta y tres hermosas dependientas nos saludaron, mientras una mujer alta de mayor edad que las otras tres nos abrió la puerta, nos saludo y una vez franqueada, coloco el cartel de cerrado y bajo todas las persianas metálicas del local, pues quería sobre todo intimidad.

El señor desea empezar por alguna sección en particular, me dijo la mujer de mayor edad, de la que supuse era la encargada.

Empecemos de adentro hacia afuera, primero la lencería,

Rosa, asistió, pues así dijo llamarse la jefa y la seguimos por un pasillo hasta llegar al ascensor, entramos todos y subimos a la 4ª planta.

Mientras subíamos, Rosa nos preguntaba qué tipo de lencería deseaba la señora.

En ese instante me gire.

Vera usted, no es mi mujer, sino mi esclava, ella está para servirme y satisfacerme, nada más, su vida me pertenece.

Las cuatro mujeres se ruborizaron durante un momento, pero se guardaron sus pensamientos para ellas, perdón dijo Rosa entonces que tratamiento le damos a la dama.

Desde luego, dama no, llámenla puta, zorra, esclava, perra, o cualquier otro peyorativo que se les ocurra, pero no se olviden que el amo soy yo.

Las tres entendieron rápidamente la situación y mirando a Helena y a mí, decidieron, según me entere después que ella salía ganando con la situación.

Le toque el culo a Helena.

Bien zorra, desnúdate, pues esa ropa no la volverás  a poner en la vida y hoy empezara tu nueva vida como mi esclava, vistiendo como tal, y prepararte para ser exhibida cuando yo lo desee, venga desnúdate.

Si mi amo, y empezó a desnudarse, ante la mirada incrédula de las dependientas y en un momento dado lasciva también, cuando se quedo totalmente desnuda, me dirigí a Rosa.

Tengo entendido que saben que soy uno de los mejores clientes del grupo, además de uno de los mayores accionistas, no se les aleccionaron sobre mis gustos y como deseo que me traten, ¿Es así? Rosa.

Ella contesto afirmativamente, contándome que recibió una llamada de la central indicándoles que llegaría un cliente súper vip, con unos gustos especiales y que deberíamos atenderles dependientas de absoluta confianza y que aceptáramos cualquiera de sus deseos, que si usted quedaba satisfecho, ninguna de las tres se arrepentiría.

Así es, ahora mi pregunta es ¿Están ustedes cuatro dispuestas a obedecer ciegamente mis instrucciones?

Se miraron entre ellas y Rosa, sin ningún pudor, dijo, si usted nos asegura que la recompensa en lo suficientemente  generosa, si estamos dispuestas.

Por la recompensa no se preocupen, que les aseguro que quedaran más que satisfechas.

Una vez todos conformes empecemos, por favor, díganme sus nombres.

Teresa, Luisa, Tania y Rosa contestaron.

Bien Rosa, ya que usted es la mujer de más categoría, empezaremos por usted, en primer lugar fuera toda la ropa, solo quédese con la ropa interior, al principio dudo, pero en un par de segundos, se desnudo con toda naturalidad, y se puso a un lado,

Bien ahora ordénele a las otras tres que hagan lo mismo, pero en este caso que también se quiten la ropa interior.

Rosa, miro para las tres crías, pues no creo que ninguna tuviera más de 20 años y con voz firme les dijo, ya escuchasteis al amo desnudaros zorras, las tres se quedaron mirando para Rosa, pero esa no se inmuto, y con más intensidad y un tono de voz más serio, les ordeno que se desnudaran de una vez, las tres se quitaron la ropa, pero al llegar a la ropa interior no se decidían, es aquí donde intervine yo.

Vamos a ver, trió de putas, si no queréis obedecer me parece muy bien, entonces vestiros, largaros de aquí y Rosa llamara a la central para que manden otras tres dependientas y vosotras estaréis en la calle y sin posibilidad de denunciar porque habéis firmado un documento de cooficialidad.

¡Joder! Quitaros esa mierda de ropa de una puta vez.

Las tres reaccionaron al unisonó, se quitaron el resto de la ropa y se pusieron al lado de Rosa.

Bien ahora quiero lo siguiente, tu Rosa eligieras las prendas que se adapten mejor a esa puta, tu Luisa, te la pondrás y nos harás un pase, Tu Teresa, te arrodillaras a mi lado y me acariciaras la polla después de bajarme los pantalones y los bóxer,  y tu Tania le pondrás el coño a la altura de mi esclava para que te lo cómo, si todos sabemos lo que hacer, vamos que tengo muchas cosas que comprar.

Al instante Rosa se puso a seleccionar ropa interior, basándose en mis exigencias y Luisa se las ponía se daba una vuelta alrededor mía y con un gesto le indicaba si era válida o no. Mientras tanto Teresa me bajo el pantalón me bajo el bóxer y cuando vio mi polla se quedo impresionada, puso cara de golosa, pero la contuve y cogí su mano y la puse encima de mi polla, ella la agarro y empezó a darle un suave ritmo de vaivén.

Tania estaba a cuatro patas con Helena detrás comiéndole el coño con una pasión que en menos de cinco minutos le arranco el primer orgasmo, la obligue a que siguiera hasta que yo la mandara parar, en un momento determinado Luisa se acerco con un conjunto súper guarro, que me encanto, con una mano le ordene que se acercara, le abrí las piernas y empecé a frotar la tela, ella se irguió un poco, se mordió el labio y soltó un pequeño suspiro, a mi eso me excito, y seguí rozando su vagina a través de la tela, con un gesto le indique a Rosa que se acercar, ¿Qué te parece? Tiene pinta de zorra con clase, o simplemente tiene pinta de puta, ella acercándose un poco mas y poniendo su mano al lado de la mía empezó también a frotar ese coño y acercando sus labios a la oreja de Luisa, le susurro, con esa ropa me has puesto súper cachonda, voy a preguntarle al amo, si puedo comerte toda, para que compruebe la calidad de nuestras prendas, Luisa conforme la escuchaba se estremecía y de su vagina empezaba a salir liquido, aproveche para apartar la prenda y tocarle el clítoris, que lo tenia rígido y duro.

Si creo que nos merecemos un descanso, Rosa cométela toda, quiero que grite de placer, que se retuerza, que no pare de pedirte mas, vamos empieza, Teresa empieza a chupármela con delicadeza al principio y conforme te diga iras aumentando el ritmo, Tania ven aquí deja a esa puta de momento, ponte a mi lado para que te pueda tocar y darte el mayor de los placeres.

Y  yo mi amo, ¿Qué hago?

Tu puta mira, sin tocarte, que ya has tenido tres orgasmos comiéndole el coño a esa puta.

Ella se quedo sentada, mientras los demás no divertíamos, cogí a Rosa, le quite la ropa interior y la penetre con fuerza, ella dio un chillido de placer y empezó un bombeo continuo, gritando a cada acometida que la penetrara mas, mientras tanto las otras tres muchachas se masturbaban con frenesí observando, en un momento Rosa se quedo paralizada y tuvo un orgasmo total, cayo rendida a mis pies, ordene a las otras tres que se colocaran una al lado de la otra con el culo en pompa y una a una las penetre hasta conseguir un orgasmo de cada una de ellas, cuando acaba le hice un gesto a Helena, se levanto y se acerco a mí con lagrimas en los ojos.

¿Qué te pasa?, ¿Por qué lloras?

Lloro de placer, me he corrido con cada una de tus envestidas a esas mujeres, lloro por que por fin he comprendido lo que es ser tu esclava, el placer que me ha invadido observando cada instante de tu felicidad, lloro, porque sé que mi vida ha cambiado desde este momento para mejor, lloro porque tengo el mejor amo, porque quiero ser la mejor puta, sierva, esclava, lo que tu desees mi señor, por eso lloro, lloro de dicha.

Eso es lo que te quería oír decir mi sumisa esclava, la abrace La cubrí a besos, la acaricie toda, la bese en la boca con pasión, acariciando su cara, mi lengua fue bajando por su cuerpo deteniéndose en los pechos, lamiendo sus pezones, acariciándolos con los dientes, pellizcándolos, ella gemía, seguí bajando, lamí su ombligo, lo bese, continúe bajando, le di la vuelta, pase la lengua por sus nalgas, acariciando con un dedo su ano, subiendo por la línea de sus glúteos, y volviendo a bajar el dedo, mientras con mis labios besaba cada rincón, ella se estremecía, l e volví a dar la vuelta, y comencé a besarla los pies, chupando cada uno de sus dedos, mientras mis manos acariciaban sus piernas, mis labios y mi lengua besaban y lamian su pierna izquierda subiendo lentamente, al llegar cerca del pubis, cuando ella ya temblaba de la excitación, empecé de nuevo en su pierna derecha, subiendo esta vez mas lentamente, lamí sus ingles, con cuidado la hice tumbarse en el suelo y besando su entrepierna mientras mis manos sobaban sus pechos, me fui acercando a su coño, que parecía un manantial de felicidad, deposite un primer beso en su clítoris y estallo en un gran e increíble orgasmo, me sujeto la cabeza contra su sexo.

Soy tuya, toda tuya, el placer que estoy sintiendo ahora, no lo he sentido en toda mi vida, márcame, átame, mátame, te pertenezco, solo con este orgasmo soy la mujer más dichosa del mundo.

Con un dedo la hice callar y comencé a chupar su coño empapado de liquido, lamiendo sus labios vaginales con pasión, me desnude por completo y acercando mi pene a su vagina.

Ahora serás realmente mi esclava, a partir de ahora ya no hay marcha atrás, y la penetre de un solo golpe, ella chillo de placer y volvió a tener un nuevo orgasmo, yo seguí bombeando con fuerza, ella movía sus caderas para adaptarse a mi ritmo, las otras cuatro mujeres no paraban de masturbarse, de tocarse entre ellas de besarse unas a las otras, de gemir y de tener un orgasmo detrás de otro, era una orgia de placer, un frenesí de sexo, la desinhibición máxima.

Eso es putas vosotras también disfrutar del momento, pues en vuestra miserable vida tendréis ni sabréis lo que es el placer que le estoy dando a Helena, ella si sabe lo que es rendirse completamente a la lujuria, seguid pues tocándoos y besándoos.

Helena gemía, gritaba, suspiraba, y empalmaba orgasmo tras orgasmo, al cabo de un rato sentí que iba a estallar.

Helena prepárate que vas a recibir la primera lechada de muchas que te daré, aprecia este líquido y disfrútalo.

Si mi amo córrete, deseo que me inundes con tu semen, lo deseo con todas mis fuerzas, córrete ya por favor.

Y estalle como nunca, creía que no paraba de correrme, inunde totalmente el coño de Helena y ella no paraba de gemir, me deje caer sobre ella, y me cubrió de besos, busco mi boca con pasión, yo también la busque y nuestras lenguas se unieron con deleite, cruzo sus piernas sobre mí con el pene aun dentro y seguía con su lengua introducida en mi boca.

Al cabo de un instante me separe de ella, me levante y girando a mi alrededor mira a esas cinco mujeres con una cara de satisfacción, llenas de liquido por todos lados abrazadas entre sí, seguían besándose y acariciándose.

Bien señoritas, se acabo el recreo, nos queda mucho trabajo por hacer, tenemos que acabar de elegir la ropa de esta puta, señalando a Helena, que seguía tumbada en el suelo, o sea que por favor, vuelvan a ser  profesionales y tomémonos unos minutos para relajarnos, si tal vamos al baño y nos aseamos un poco, duchándonos si es necesario, que creo que sí, y luego continuemos.

Le tendí la mano a Helena para ayudarla a levantarse, cada una de las mujeres cogió un juego completo de ropa interior nueva, cogimos unas toallas y nos encaminamos a los vestuarios, una vez allí, decidí follarme por última vez a las dependientas por lo que me metí en una ducha con Rosa primero, la acaricie, la bese, le sobe los pechos, y por último la penetre con fuerza, la folle hasta correrme dentro de ella, le hice agacharse y que me limpiara la polla con su boca, cuando termine le ordene que se duchara, la siguiente fue Teresa, entre con ella en otra ducha y le fui acariciando el culo, introduciendo primero un dedo en su ano mientras la besaba, luego otro y otro así hasta cuatro, la lubrifique bien con el gel y le metí la polla lentamente en su culo, ella al principio opuso alguna resistencia, pero conforme entraba y salía, se acompasaba a mi ritmo y me corrí en su culo, la deje duchándose y me fui a por Luisa, le hice agacharse le puse mi polla entre sus tetas y empezó a mover sus pechos y con su lengua a lamer mi glande, cuando la tenia de nuevo dura la penetre y como era finita la subí sobre mis caderas y no pare de bombear hasta que me corrí de nuevo, ella no paraba de besarme y gemir pidiéndome que por favor la tomara también como esclava, Salí de dentro de ella y me fui a por a por Tania la más joven de todas.

¿Cuántos años tienes?

17 me dijo, la acaricie con suavidad, le fui besando con pasión lamiendo su lengua, acariciando su coño joven y le dije que se pusiera de rodillas y que me la chupara, ella se arrodillo y comenzó a mamármela con suavidad, la agarre por la cabeza y comencé un mete saca descontrolado, mientras escuchaba a las otras tres masturbándose y a Helena quieta, tu también te puedes masturbar, ella no lo dudo y se unió a las otras tres, yo seguía fallándole la boca, ella bajo su mano y empezó a tocarse, la deje un rato y cuando mi polla estaba a punto de reventar, la levante, me senté en un banco y la inserte sobre mi polla, ella comenzó un arriba y abajo salvaje, en medio de jadeos, gritos y tacos, me corrí de nuevo, pero esta vez con más profusión de semen, Ella no se quería levantar, pero obligándola, me dirigí a una ducha y me enjabone todo el cuerpo dando un baño completo, ellas hicieron lo mismo, yo me vestí de nuevo, mientras ellas se ponían sus nuevas prendas de ropa interior y volvimos a latiendo a terminar la compra, al cabo de tres horas, terminamos de elegir, llame a mi chofer, mientras Helena se ponía una prenda de ropa de las que elegimos, ayudada por las dependientas.

Rosa prepare la cuenta de todo y pásela a la central, en cuanto a vosotras cuatro, ordenare que las trasladen a la tienda principal de mi ciudad juntos con sus parejas, si  las tienen, se les comprar una casa a cada una y un aumento de sueldo de 5.000 Euros al mes, ¿Están conformes?

Las tres asintieron con la cabeza y Tania me pregunto si me volverían a ver alguna vez,

Puede ser.

Agarre con suavidad a Helena del brazo y nos encaminamos a la salida, Rosa nos abrió la puerta y escuche un gracias amo de las cuatro, me volví

Veréis yo no soy vuestro amo, lo que paso aquí  a sido un día de sexo, intenso, pero sexo, para ser mi esclava hay que tener muchas cualidades, pero sobre todo soy yo el que la elige, gracias por vuestro servicio y atención y hasta mas ver.

Me di la vuelta rodee la cintura de Helena con mi brazo y entramos en el coche que ya nos esperaba.

Mi amo nos olvidamos de la ropa.

Tranquila, toda la compra la traerán mañana a mi casa, que es donde vivirás a partir de hoy.

Ella se abrazo a mí y me beso con pasión, en ese instante pensé que realmente supe elegir mi primera sumisa.

A casa le indique al chofer, mientras se oía el trafico