La iniciación

La iniciación de una sumisa.

La Iniciación

Alberto nunca imaginaba lo que le iba a ocurrir ese fin de semana. El jueves a las nueve de la noche se sentó delante del ordenador para pasar una agradable velada en Internet pero lo que vió fue más de lo que nunca se hubiera podido imaginar. Su compañera de piso Patricia había estado esa tarde en Internet, según ella para buscar información para un trabajo, Alberto fue a abrir el historial de Internet para buscar una pagina bastante interesante en la que había estado el día anterior pero en cuanto lo desplegó se equivocó de día y en vez de pulsar en Ayer pulsó en Hoy y vió las páginas donde había estado su supuestamente inocente amiga, todas esas páginas versaban sobre relaciones sadomasoquistas o de dominación y todas coincidían en que versaban sobre sumisas y Amos o Amas, ninguna sobre sumisos con lo que estaba bastante claro que a su amiga le iba ser dominada sexualmente, con lo que ideó un plan para convertirla en su esclava sexual.

Desde una cuenta de correo que ella no conocía como sabía que ella siempre después de cenar consulta su buzón de correo, le escribió un e-mail en la que se presentó como un Amo que se había enterado que ella era una putita que le gustaba ser dominada y entregarse a un Hombre para darle placer y con esta entrega ella considerarse satisfecha con lo que si quería ser su esclava o su sumisa debía presentarse en cierto lugar de la Universidad donde ella estudiaba sola y vestida con un vestido negro de tirantes a las 12 del mediodía exactamente, allí vería una bolsa de una conocida tienda de lenceria en la que habría una prenda de ropa intima que se debía de poner alli mismo, solamente él la estaría observando sin ella poder verle a él.

Patricia justo después de cenar le dijo que la dejase consultar el correo, él hizo como que se marchaba pero observó como abría el e-mail y leía, justo después de leer y anotar algo en un papel, la vió que cuando se levantó de la silla estaba completamente colorada.

Alberto cuando se levantó por la mañana salió a la calle y compró un tanga blanco brillante bastante sexy y se dirigió a la Universidad, a las 11 y media colocó el paquete en el punto indicado y se situó detrás de unos arbustos para poder ver sin ser visto, en el paquete dejó una nota que decía textualmente :

"Putita, si te pones el tanga es que aceptas ser mi sumisa/esclava, asi que piensalo bien, es un paso importante el que vas a dar, si la respuesta es si, después de ponerte el tanga te dirigirás al banco que hay fuera de tu clase y esperarás hasta la 1 de la tarde en que yo apareceré".

Alberto sabía que ese ala de la facultad no tenía clase esa mañana, por lo que iban a poder hablar tranquilamente, aunque de momento no se iba a identificar, para a continuación de comer en el campus, llevarla a casa y comenzar su educación.

Patricia llegó al punto exacto donde había sido citada y tras observar si alguien la vigilaba cogió la bolsa, la abrió, sacó el tanga y se lo puso, la verdad es que le gustó el regalito y a la vez le excitó mucho la situación, leyó la nota y se dirigió para cumplir la siguiente orden.

Llegó al banco convenido y se sentó a esperar, a las 12 :25 vió llegar a Alberto a lo lejos que venía de los laboratorios, él llegó donde estaba ella y la saludó y se pusieron a hablar de temas intranscendentes. Ella miraba impaciente el reloj, él sabía porque y justo cuando el reloj daba la una de la tarde, él la preguntó si la había gustado el tanga, cosa que hizo que ella enrojeciera y desearía meterse debajo de la tierra.

Patricia veo que has aceptado ser mi sumisa/esclava y someterte a mis caprichos, si después de conocer la identidad de tu Amo quedate sentada, si no quieres vete al baño y sacate el tanga y devuelvemelo. Patricia le miró largo rato y le dijo :

-De acuerdo seré tuya con la única condición que te preocupes de mí y que seas discreto.-dijo Patricia

Ahora leerás estos papeles que serán el contrato entre nosotros en el que quedan marcados todos nuestras obligaciones y derechos, firmale si estás de acuerdo—contestó Alberto.

Patricia leyó los dos folios que su Amo le entregó y los firmó.

Ahora iremos a comer al comedor y después de comer iremos a la consulta de un amigo mio que te hará una revisión para ver si estas sana y para ver si da el visto bueno. Este fin de semana estarás cada uno de los segundos a mi disposición hasta el domingo a las 0 horas en que podrás descansar. Comieron y se dirigieron a la consulta del médico. Les abrió una enfermera de unos 40 años que les pasó a una sala amplia en la que la ordenó a Patricia que se desnudase completamente y se tumbara en la camilla, allí la ató las manos a los lados y las piernas completamente abiertas y sus agujeros al descubierto. Su Amo no iba a observarlo porque para cuando el la viera desnuda entera por primera vez iba a estar como él había marcado. La enfermera cogió un pequeño recipiente en el que echó una cantidad importante de espuma de afeitar y la extendió con energia por el sexo de la joven mientras la decía lo puta que era y lo bien que iba a satisfacer a su Amo. La fue pasando la cuchilla que por cierto estaba helada y después de rasurarle bien todos sus genitales y el ano la acarició con una loción para que quedase bien la piel.

Luego la puso dos canulas en el coño y en el ano y vertió a través de ellas agua caliente en grandes cantidades hasta que notó que ya no cabía más entonces tras amenazarla con azotarla si soltaba algo de agua la llevó al baño e hizo que expulsara todo el agua procediendo luego a bañarla con agua y jabón, el agua completamente helada, la secó y la condujo hasta la habitación donde la situó en medio de la estancia, de pies con las piernas ligeramente abiertas, una separación entre los pies de un palmo, las manos a la espalda y la cabeza ligeramente agachada, con los ojos tapados,la puso por encima una tela blanca como si fuera una obra de arte.

Su Amo y el medico entraron entonces y se sentaron en dos sillas donde observaron cuando fue retirada la tela el cuerpo desnudo de Patricia, esa cara con el pelo corto, la piel muy morena, era todavía finales de septiembre, todo el cuerpo era moreno, se veía como supo después que tomaba el sol desnuda a veces,la nariz chata, los ojos azules que contrastaban con la piel y el pelo moreno, labios carnosos. El cuerpo fibroso, los pechos abundantes sin exagerar, con unos pezones rosas, simetricos muy bonitos, un culo duro y respingón y un sexo que ahora estaba rasurado con los labios vaginales que resaltaban en la entrepierna, las piernas torneadas.

Alberto nunca se había fijado en ella ya que aparte de que era su compañera de piso siempre la veía con ropas bastante olgadas y nada favorecedoras y unas gafas bastante feas, aunque el sabía que se iba a colocar unas lentes de contacto mientras esperaba a la operación para corregir la miopia que tenía.

La volvieron a tumbar en la camilla atandola de nuevo haciendola una revisión completa el doctor, tocandola bien los pechos, abriendo y cerrando el coño y revisando todos sus genitales y metiendo los dedos en el culo para comprobar su elasticidad. La dió el visto bueno y la hicieron vestirse mientras la esperaban en la habitación de al lado.

Cuando Patricia llegó a la habitación la estaban esperando y la dijo Alberto, a partir de hoy éste será tu ginecologo, quiero que a partir del lunes vayas al gimnasio que yo te indicaré, las formas de pago de ésto como de otros profesionales que usarás , serán formas que creo te van a gustar la dijo guiñandola el ojo.

Esta historia es imaginaria

picante100@hotmail.com