La infidelidad de Victoria

Poco a poco el tipo se fue acercando nuevamente a mi novia hasta quedar demasiado cerca para mi gusto, ella simplemente se acomodó en el sillón para verlo de frente y poder estar más cerca de él. Era ya más que obvio que ella estaba dispuesta a algo esa noche.

Ya tenía al menos un par de meses en que la relación con mi novia Victoria no estaba en su mejor momento. Habíamos salido durante más de un año, y la euforia y cariño desmedido con el que habíamos empezado la relación, se había perdido según ella, gracias a que yo no le ponía la suficiente atención por salir demasiado con mis amigos, misma razón por la que varias veces me recriminó estar segura de que tenía otra novia a la cual veía más tiempo que a ella. Todo eso me daba más risa que enojo a mi, y simplemente me limitaba a decirle que como siempre estaba haciendo una tormenta en un vaso de agua, que yo solo tenía ojos para ella. Gran parte de la culpa de que yo siguiera saliendo con mis amigos, era que ella decía que no le gustaba ir a bares y clubes, pero la realidad siempre fue que su padre no se lo permitía abiertamente.

Casi nunca teníamos la oportunidad de estar solos para hacer lo que todas las parejas hacen, pero las pocas escapadas que podíamos darnos de su padre, las aprovechabamos al máximo. Ella había tardado casi 7 meses en ceder a sus valores que sus padres le habían inculcado y acceder a tener relaciones conmigo, sin embargo cada vez que lo hacíamos, a ella le brotaban los miedos que su madre le había infundido toda la vida, y se ponía como loca al final diciendo que lo que hacíamos estaba mal, y que corríamos el riesgo de un embarazo y de contraer enfermedades. A mi siempre me causaban risa sus comentarios, pero en el fondo me fueron creando un sentimiento de molestia muy fuerte, que era el que me tenía mal con ella últimamente.

Habíamos quedado de vernos en un bar de moda con un grupo de amigos de ella ese sábado, curiosamente, ella había obtenido el permiso de su padre de llegar a altas horas de la noche, asi que quisimos aprovehar.

A media tarde mi mamá me avisó que teníamos una cena esa noche por el cumpleaños de mi abuela, el cual había olvidado por completo. Rápidamente le hablé a Victoria y le dije que había olvidado el compromiso, pero que le pidiera a su amiga que pasara por ella para ir al bar y yo llegaba más tarde. Ella accedió un tanto molesta, pero a fin de cuentas no tenía otra opción, asi que quedamos de vernos alrededor de las 12 de la noche en el bar.

Cenamos muy temprano en casa de mi abuela, y alrededor de las 10 todos comenzaron a despedirse. Había olvidado también que ella era una mujer mayor, y que por lo mismo no solía desvelarse mucho en fiestas, asi que podría llegar junto con los demás al bar. Como habían quedado de verse a las 9:30 de la noche, decidí no avisarle a Victoria e irme directamente allá, y asi lo hice.

Entré al lugar más o menos a las 10 y media de la noche. Estaba ya repleto a pesar de la hora, asi que me fue un poco difícil ver entre la gente para ubicar al grupo de amigos. No logré ubicarlos desde la puerta, asi que caminé hacia la barra, donde tampoco me quedaron a la vista. Pensé que por alguna razón no habrían llegado, asi que mientras caminaba hacia el segundo nivel del bar saqué mi teléfono para hablarle a Victoria. Cuando apenas iba a marcarle me pareció ver de reojo a Martha, la mejor amiga de mi novia, en una de las mesas que estaban en el área VIP del bar, donde no cualquiera logra entrar. Traté de enfocar bien por la obscuridad del lugar y me di cuenta de que si era ella y que estaba sentada platicando con un tipo. Sin embargo lo mejor del asunto, fue que a un lado de ella estaba Victoria, platicando con el que parecía ser el amigo del tipo con el que estaba Martha.

Decidí esconderme detrás de la máquina de margaritas que estaba en la barra para ver primero que era lo que estaba sucediendo antes de ir para allá. - Muchos de mis amigos me habían dicho ya que se encontraban con Martha en bares, y que siempre se iba de ahi con un tipo diferente, pero no me preocupaba mucho porque realmente Victoria nunca salía sola con ella - Asi que me senté en uno de los bancos del bar donde prácticamente podía ver solo por una rendija entre la máquina y unas llaves de agua.

Martha se veía muy contenta con la presencia de su amigo nuevo, se reía con el, le ponía su mano en la pierna y en el brazo, y en varias ocasiones se secreteaban al oído. Victoria por su parte se notaba bastante nerviosa. Miraba su reloj cada minuto, y solo le sonreía al tipo muy ocasionalmente. Sin embargo a leguas se notaba que su nuevo amigo estaba demasiado interesado en ella, pues cuando Victoria se volteaba para otro lado, él barría su cuerpo de arriba a abajo con una cara de libidinoso igual a la que muchas veces ponía yo cuando una chica me gustaba y quería llevarla a la cama. Los dejé platicar un buen rato sin molestarlos. De vez en cuando miraba mi reloj y veía que aún tenía mucho tiempo antes de la hora en que mi novia esperaba que yo llegara, asi que decidí dejar que el tipo actuara para ver la reacción de ella.

Alrededor de las 11:15 de la noche las cosas cambiaron en la mesa. Martha después de estar jugueteando inocentemente con su amigo, de pronto ya estaba semi acostada en el sillón y el tipo encima de ella besandola. Victoria y su amigo los miraron durante un segundo y después se quedaron viendo uno al otro y se dijeron algo. Me sentía muy mal por dentro, pues no podía pensar en otra cosa que no fuera en Victoria haciendo lo mismo con el tipo ese. Estuve a punto de levantarme e ir a irrumpir en su linda plática, pero había algo que me hacía detenerme... no era solo el sentir celos, sino que además tenía una especie de morbo por dentro que me hacía pensar en ver a mi novia con otro como algo nuevo y excitante.

Ya con varias copas encima, la conversación entre ellos comenzó a relajarse bastante. Victoria se veía mucho más cooperativa en conversar con él, y parecía que él la hacía reír bastante. Yo seguía solo tomando tequila en la barra, sin embargo ya no sentía tantos celos como en un inicio.

Todo iba bien, hasta que el amigo de mi novia se armó de valor y entre las risas de la plática extendió su brazo y lo puso por detrás de la espalda de ella en el sillón para abrazarla. Victoria se notó nerviosa cuando él hizo eso, pero su reacción fue solamente mirar el reloj de nuevo, y después mirar a la puerta de entrada del bar como esperando que nadie la viera. Poco a poco el tipo fue tomando más confianza y bajando el brazo, hasta que por fin se animó a ponerlo sobre el hombro de Victoria y comenzar a acariciarlo suavemente. Victoria se estremeció cuando él lo hizo, y pareció que le había dicho algo, sin embargo el tipo lejos de soltarla, comenzó a jugar con su cabello sin que ella tuviera la más mínima reacción ante eso.

Mi primer reacción fue de un tremendo enojo, pero después hubo un escalofrío extraño que recorrió mi cuerpo... sentía como si estuviera excitándome de ver a mi novia ser acariciada por otro. No dudé en cual sería mi siguiente paso, asi que confirmé primero que nadie más del grupo de amigos hubiera llegado, luego corrí afuera del bar, me metí en mi auto, encendí la radio y le marqué por teléfono a Victoria.

Tardó unos cuantos segundos en contestarme, y entre el ruido de la música solo alcancé a escuchar que me decía que se iría al baño para poder oírme. Un minuto después el sonido de la música se ahogó en un eco lejano, y Victoria me saludó efusivamente con un: "hola amor, ¿Ya vienes para acá?". Me quedé callado un segundo tragandome el coraje por lo que me había dicho, pero estaba seguro de qué era lo que yo quería, asi que le contesté había sucedido un pequeño accidente. Le dije que mi madre se había caído en las escaleras, un par de escalones nadamás, pero que ella no quería que se hiciera alboroto por lo que sucedió. Ella se preocupó y me dijo que si quería que fuera a mi casa, pero yo la tranquilicé diciendo que todo estaba bien, pero que yo quería quedarme con ella un rato, que en realidad no le había pasado nada, y había sido solamente el susto. Ella dijo que le daba gusto escuchar eso, y después me dijo que no me preocupara por ella, que Martha o alguien más la llevaría a casa de regreso.

Mi plan había funcionado a la perfección, ella seguiría sin darse cuenta de que yo estaba ahi, y ya no tendría la presión de que en cualquier momento llegaría al bar y la vería con el otro tipo. Esperé 5 minutos en mi coche, y después volví a entrar cautelosamente en el bar y rápidamente fui a la misma silla en la barra donde había estado.

Victoria estaba ya sentada junto al tipo de nuevo, solo que en esta ocasión Martha y su acompañante no estaban en la mesa, asi que me asusté un poco y comencé a buscarlos por todo el bar para ver si no me tenían a la vista. Para mi buena suerte la silla donde estaba se ubicaba lo suficientemente escondida como para que nadie la viera y nadie quisiera sentarse ahi. Un minuto después encontré a Martha con el tipo besuqueándose y manoseándose en otra de las mesas de la sección del fondo del bar. Regresé más tranquilo a mi misión de espiar a mi novia entonces, quien desde ese momento tenía tanto la libertad de estar sola con el tipo, como la de que yo no llegaría por ella en toda la noche.

El amigo de mi novia se ponía cada vez más cerca de ella y la miraba de una manera cada vez más cachonda. Era obvio, el simplemente estaba perdiendo valiosos minutos para poder conquistar a su nueva chica y poder llevarla a la cama. Poco a poco el tipo se fue acercando nuevamente a ella hasta quedar demasiado cerca para mi gusto, ella simplemente se acomodó en el sillón para verlo más de frente y poder estar más cerca de él. Era ya más que obvio que ella estaba dispuesta a algo esa noche, ya que a pesar de llevar una minifalda y ver como de manera descarada su amiguito le volteaba a ver las piernas buscando una rendija para pillar su ropa interior, ella no hacía el esfuerzo por cambiar de posición. Ya solo me quedaba averiguar a qué tanto estaba dispuesta con él.

El momento climático para la furtiva parejita llegó unos 10 minutos después. El tipo comenzó a acercársele al oído y a secretearse con ella. Victoria, con una expresión ya de notable borrachera, solamente se sonreía con lo que aquel tipo le decía al oído, y por lo que se vio no era nada malo, porque apenas el tipo se separó de ella, y se le abalanzó a besarla tomándola con una mano de la espalda, y con la otra de su cabello. Una sensación de frío recorrió completo mi cuerpo al ver aquello; Victoria lejos de resistirse al beso, permitió que el tipo lo hiciera, y segundos después tomó a su amiguito del cabello también y comenzó a jalarselo y acariciarselo muy cariñosamente. En esta ocasión no sentí celos como cuando lo vi por primera vez, sino que sentí una tremenda rabia que me mantuvo fijo en mi silla viendo aquel espectáculo.

El beso duró una eternidad, sus manos se pasearon por el cuerpo del otro a placer en medio de un tumulto en aquel bar. Victoria hizo con el tipo lo mismo que hacía conmigo; primero el cabello, luego pasar la mano por el rostro, y después bajarla al pecho para dejarla ahi puesta durante largo rato. Pero lo que terminó por acabarme, fue cuando ella bajó su mano del pecho y se perdió de mi vista detrás del respaldo del sillón. Ella siempre hacía eso conmigo, la ponía primero en mi estómago un segundo, y después bajaba a mi bulto para entretenerse apretujandolo por encima del pantalón hasta acomodarlo de una manera que ella pudiera medio masturbarme sin quitarnos la ropa cuando estabamos en un lugar público. En esa ocasión la mano de Victoria me pareció que tardó años en regresar a mi vista, y por un momento no pude creer que ella fuera tan rápido con ese tipo, inlcuso llegué a pensar que su mano estaba en otro lado y no en el bulto de su amante furtivo.

Cuando sus bocas se separaron, Victoria le dijo algo con una expresión de sorpresa al tipo - pude verlo claramente en sus ojos - el tipo solo se sonrió, y mientras le contestaba algo bajaba su vista como para ver su entrepierna. Victoria miró hacia el mismo lugar, y mientras se reía y seguía diciendole algo, se llevó su mano derecha a tapar su boca como en un gesto de que no podía creer lo que estaba viendo. La falta de visión por lo que estaba sucediendo me tenía como loco, por mi cabeza pasaban mil cosas, pero no me atrevía a asegurar nada. Mientras yo pensaba, Victoria hizo un movimiento que en esta ocasión me confirmó que un minuto antes su mano si había estado ahi. Vi claramente donde estiró un poco su mano derecha y la llevó directamente a la entrepierna de su nuevo amiguito, y mientras lo hacía, se sonreía y miraba hacia todos lados como buscando que nadie la estuviera viendo. En ese momento no pude más que calificar a mi novia como una tremenda puta, pero nuevamente había una sensación de cierta excitación que me hacía no ir a detener lo que estaba sucediendo en ese mismo momento. El tipo no la había tocado, o al menos en lo que yo alcanzaba a ver, el no había cruzado sus brazos lo suficiente como para poder manosearle sus nalgas o se entrepierna; de sus pechos ni hablar, pues estaban a la vista del bar porque sobresalían del respaldo del sillón. Pero ella se veía bastante interesada en el paquete de él, pues mientras platicaban ella varias veces lo miraba, y se sonreía.

La segunda parte de su show comenzó en ese momento. El tipo comenzó a mirar hacia las piernas de Victoria y a decirle algo. Ella se sonreía y con la cabeza le decía que no, pero el tipo insistía con lo que fuera que le estaba pidiendo, asi que un minuto después, Victoria se hizo un poco para atrás en el sillón y se acomodó de una manera en que estoy seguro, le mostró lo que había debajo de su minifalda durante un par de segundos. El la miró a los ojos y le dijo algo que la hizo sonreírse de una manera pícara, e inmediatamente después, se acercaron el uno al otro y se besaron durante largo rato nuevamente.

En esa ocasión ya no me interesaba ver el beso, mi atención estaba puesta en las manos de ambos. Las de Victoria, una de ellas estaba sobre el respaldo del sillón, y la otra regresó a donde prácticamente no se había salido desde hacía un rato: a su entrepierna. El tipo acariciaba su cabello y su espalda con una mano, mientras la otra fue bajando desde su hombro por todo el brazo de mi novia hasta perderse de mi vista a la altura de sus tetas. Cuando el tipo bajó la mano el beso se hizo notablmente más ardiente. Sus cuerpos se juntaron más, y vi como Victoria se removía en el sillón levantandose un poco del asiento, seguro para permitir que el tipo le metiera la mano por debajo de sus nalgas.  Estuvieron besandose y manoseandose en esta ocasión más tiempo. Sus manos subían y bajaban por sus cuerpos a cada minuto, y sus bocas no se despegaban una de la otra. Tomé un respiro para darle un trago al tequila que tenía en la barra, y al tomar conciencia me di cuenta de que tenía una tremenda erección... lo que me temía desde un inicio estaba sucediendo, el ver a mi novia con otro me había puesto demasiado caliente.

Cuando le pedí al barman otro tequila, él se acercó a servirlo frente a mi, y después mi miró a los ojos, volteó a ver a mi novia con su amigo, y me preguntó que si la conocía. Yo me asusté mucho y no supe qué responderle. Pero el mismo continuó diciendome que había notado que los miraba insistentemente, y además que estaba escondido trás la máquina de margaritas. No podía mentirle, asi que le dije que era la novia de uno de mis amigos, y que él me había pedido de favor seguirla para ver si ella le era infiel.

El barman se sonrió, y luego me dijo que estaba con Damián. Que ese tipo se dedicaba cada fin de semana a ligarse una chica diferente y llevarla a la cama. Y después sin que yo le preguntara nada, él me dijo que un par de horas atrás esas chicas habían llegado solas, y que Damián estando en la barra con su amigo las había abordado inmediatamente para llevarlas a su mesa. Después me confirmó que esa mesa siempre la tenía él, pues como era amigo del dueño y era la mesa más escondida del bar, había la órden de que nadie lo molestara. Le pregunté entonces al barman que si el tal Damián se las llevaba del bar, y el me contestó que no, que Damián tenía llave de la oficina privada del dueño, y que era ahi donde las llevaba.

Al ver como me consternaba su respuesta, el barman me dijo que él conocía un lugar desde donde se podía ver el interior de la oficina, y me pidió que si le dejaba una jugosa propina, él mismo me llevaría hasta donde yo pudiera ver lo que Damián le hacía a la novia de mi amigo. La situación me pareció ya en extremo pervertida, además primero habría que ver si Victoria aceptaba eso o simplemente quería divertirse un rato, asi que le contesté que llegado el momento decidiría si iba o no.

El barman me sonrió, y me dijo que yo le había caído bien, y después señalando un enorme vitral polarizado que estaba en el segundo nivel frente a la mesa de mi novia, me dijo: Ves ese vitral? Detrás de él está la oficina del personal de seguridad, nunca se usa, solamente cuando nos cae el pitazo de que alguien está usando drogas o haciendo algo indebido; desde ahi se puede ver absolutamente todo el bar, inlcuso la oficina del dueño. Entonces sacó un llavero de su bolsa, y me mostró una llave como indicandome que era él quien custodiaba la llave de esa oficina. Se acercó a mi inclinandose en la barra, y me dijo que muchas veces él mismo se tomaba un rato de descanso para encerrarse en esa oficina a mirar lo que Damián hacía con las chicas, y como era la única llave, nadie más podría entrar y descubrirlo. La oferta era inmensamente tentadora... desde ahi podría ver con exactitud donde tenían las manos Damián y Victoria, y si se iban a la oficina, vería todo el espectáculo, asi que no lo pensé más, y le dije al barman: ¿Cuánto me cuesta la llave por ésta noche?.

El barman me sonrió, me dijo la cantidad, y de inmediato me llevé la mano a la cartera y saqué el billete de la denominación que me pidió y se lo entregué debajo de una servilleta. El lo tomó, y dejando su delantal colgado en la máquina de margaritas me pidió que lo esperara en el pasillo donde estaba el baño de caballeros. Me fui lo más rápido que pude, pues no quería perderme ni un minuto del espactáculo, ni mucho menos que ellos se fueran y me dejaran ahi como estaba. Apenas llegué frente al baño y vi salir al barman de una de las puertas que dicen SOLO PERSONAL AUTORIZADO. Me vio, y con la mano me hizo una señal para que entrara ahi. Entré por la puerta de personal y el barman me llevó por un pasillo que desembocaba en unas escaleras, las subimos y nos encontramos de frente con la puerta de la famosa oficina de seguridad. El tomó la llave, me la entregó, y me dijo que su hora de salida era a las 3 de la mañana, que yo debería estar de regreso para darle la llave antes de esa hora. Asentí con la cabeza y entré en la oficina.

Sin mirar mucho de lo que había a mi alrdededor comenzé a buscar la ubicación de mi novia. El bar se podía ver por completo desde ahi, la pista, la barra, cada una de las secciones, y hasta el área de oficinas que yo ni siquiera sabía que existía. Ubiqué entonces donde estaban Damián y Victoria - la vista era inigualable, los tenía justo abajo de la ventana donde me puse, asi que sin encender las luces de la oficina, acerqué uno de los sillones y lo acomodé justo en la ventana para poder observar cada detalle.

Damián estaba muy cerca de ella, pero sin tocarla. Victoria le estaba contando algo y el solo se sonreía de vez en cuando. Pude ver entonces que Victoria estaba sentada sobre sus piernas flexionadas juntas, y recostada de lado con un brazo recargado en el respaldo del sillón. Desde mis perspectiva el tipo no tendría acceso a ver los interiores de mi novia, a menos que ella se lo permitiera. Damián estaba semiacostado de frente en el sillón viendo casi hacia el techo, sus piernas muy abiertas con los pies en el piso, y miraba a mi novia con el cuello girado mientras conversaban. Noté que de vez en cuando Victoria volteaba a ver la entrepierna de Damián y le decía algo, podía ser mi imaginación, pero en ese momento y desde mi perspectiva, me pareció que el tipo tenía un bulto bastante prominente en el ajustado pantalón de tela negro que llevaba puesto. Tal vez era eso lo que había impresionado a mi novia.

Sin más ni más se fundieron en el tercer beso de la noche. Nuevamente Damián se enderezó en el sillón para poder acariciar a mi novia a gusto, y ella se acercó a el sin cambiar su posición, solo que en esta ocasión, pude ver cada movimiento de sus manos claramente. Damián mantenía una de sus manos recarcaga en el respaldo del sillón, y la otra fue y la puso en una de las piernas de Victoria. Ella por su parte bajó ambas manos, una de ellas abrazaba al tipo a la altura del costado, y la otra la puso también en su pierna derecha, solo que ella la llevó bastante cerca de su paquete. Continuaron el beso acariciandose muy suavemente sin mover las manos de sitio al principio. Luego fue Damián quien dio el primer paso. Comenzó a acariciar la pierna de Victoria desde la rodilla, hasta donde su nalga comenzaba, primero por encima de su falda, y después con el mismo movimiento de la mano fue retirando la falda de mi novia hasta que prácticamente la dejó en ropa interior frente a mis ojos. Victoria se acomodaba en el asiento levantandose un poco para permitir que el tipo le subiera la falda, y después subió una de sus piernas y la acomodó sobre la pierna de Damián quedando prácticamente con una nalga descubierta y a la mano de su amiguito. El no desaprovechó la oportunidad, y estirando un poco más su mano, acariciaba la nalga de mi novia y la apretaba fuertemente, y nuevamente, el movimiento de su mano de arriba a abajo hizo que la pantie de Victoria se subiera y quedara casi desnuda.

Me parecía increíble que estuvieran haciendo eso en pleno bar, pero después recordé lo que el barman me había dicho, y al mirar hacia la entrada de esa sección, pude ver que había un guardia ahi que detenía a los que trataban de entrar en el área VIP. Imagino que Damián le explicó a mi novia que no habría problema, y como el respaldo del sillón les tapaba la vista a las demás secciones del bar, la gente pensaría que eran simplemente un par de cariñosos novios que se besaban.

La mano de Damián ya estaba con toda la nalga de mi novia en ella, la apretaba, la sobaba, y después bajaba un poco la mano como dirigiéndose al culo o vagina de ella, sin embargo eso fue lo único que ella no permitió en esa ocasión, pues cuando él lo intentaba, ella se movía para sentarse más firmemente y que su mano no pudiera entrar. Había descuidado las manos de mi novia por estar viendo las de él, asi que retomé la mirada hacia allá. Victoria tenía ya su mano izquierda sobre una de las nalgas de Damián, sin moverla, y con la otra mano subía y bajaba por la parte posterior de su pierna izquierda, hasta que de buenas a primeras, deslizó su mano hasta ponerla sobre el paquete del tipo manoseandolo un rato frente a mis ojos.

Cuando apenas estaba teniendo mis dudas sobre si sentía celos o excitación nuevamente, dejaron de besarse. Victoria hizo de nuevo lo que había hecho una hora atrás. Miró hacia la entrepierna de Damián, y con una sonrisa en la boca le dijo algo. Yo no tenía visibilidad completa del paquete del tipo, pues la pierna de mi novia me tapaba. Pero entonces ella quitó su pierna, y se hizo nuevamente hacia atrás sin quitar la mirada de ahi como para admirar el panorama. Damián se recostó nuevamente en su asiento quedandole prácticamente solo la cabeza fuera del respaldo del sillón, y fue entonces cuando pude ver el porqué de sus miradas y caras de sorpresa. Cuando Damián se recostó se vio claramente la forma de su pene erecto que resaltaba del pantalón... prácticamente le cruzaba desde el cierre del mismo, hasta casi el final de una de las bolsas del pantalón, y se veía notablemente grueso. Victoria se rió nuevamente al ver aquello, y después se acercó a él y le dijo algo al oído. Casi pude estar seguro de lo que le había dicho.

Mis sospechas fueron correctas. Damián se enderezó en el sillón, y luego ambos miraron a las demás mesas del área, en donde cabe mencionar que ya estaban solos, pues Martha se había ido con su amigo desde hacía rato, y después miraron atrás para ver si nadie venía.

Damián la miró a los ojos y se llevó la mano al cierre de su pantalón. Pude ver la cara de expectativa que mi novia tenía cuando el lo hizo, tanto que ni siquiera pestañeaba mirando el bulto de su amigo. Damián comenzó lentamente a bajarse el cierre, y después hundiendo su cuerpo hacia atrás para poder traerlo hacia afuera, metió la mano y sacó su pene a la vista de mi novia.... y mía. Como hombre debo decir que sentí una tremenda envidia cuando vi aquello, y más por el hecho de que mi novia estaba frente a el. Era similar al de los tipos que salen en las películas pornográficas más fuertes que haya visto. No se cuanto podía medir, pero el tipo lo tomó con sus dos manos y sobraba bastante del pene en el aire.

Victoria en esta ocasión no se sonrió, se limitó a verlo con una cara de sorpresa más enfatizada que las anteriores, y después pude leer claramente en sus labios. "está enorme". Damián solo se sonreía mirando la cara de satisfacción de su nueva conquista mientras con una mano agitaba su monstruo frente a la mirada de mi novia. Ella lo miraba, y después se acomodaba en el sillón. Luego él se acercó un poco a ella y le dijo algo, a lo cual Victoria respondió claramente que no, para luego mirar hacia el bar para ver si nadie estaba viendo. No pude descifrar qué le decía, pero seguramente le pedía que se lo tocara o se lo mamara. Le inistió unas 4 o 5 veces, hasta que Victoria cedió.

Miró nuevamente hacia el bar, y comenzó a deslizarse con su culo y su espalda por el sillón hasta quedar fuera de la vista de los demás asistentes. Luego se hincó en el piso, y quedandose un par de segundos viendo de frente el enorme pene de Damián, lo tomó con su mano derecha y comenzó a sobraselo ade arriba a abajo. La sonrisa de sorpresa volvió a la cara de mi novia, era una cara de satisfacción exactamente igual a la que había puesto la primera vez que sin advertirselo me había sacado el pene delante de ella un tiempo atrás. Lo tomaba con una mano y después con la otra, lo acariciaba de arriba a abajo, y después lo admiraba de nuevo. Damián tenía una sonrisa en la boca y solamente jugaba con el cabello de mi novia mientras veía como ella se admiraba de su enorme arma.

Victoria estuvo jugando con el pene de Damián solamente un par de minutos. Y después le pidió, me imagino, que checara si nadie estaba viendo. Damián miró hacia atrás y le indicó que se podía levantar. Ella se incorporó rápidamente y se sentó en el sillón de nuevo. Damián con un movimiento muy seguro de si mismo y sin quitarle de encima la vista a mi novia, se guardó su pene y volvió a acomodarse cerca de ella para seguir conversando.

Victoria se veía muy tranquila para lo que acababa de hacer, realmente no coincidía todo lo que ella predicaba, contra lo que estaba haciendo esa noche, pero me imagino que la borrachera que se cargaba la hacía no pensar en lo que hacía. Mientras ellos estuvieron conversando yo hice memoria de qué tantas veces ella podía haber salido sola con sus amigas y haber hecho algo parecido a lo que estaba haciendo ahora, y no eran muchas, pues su posesivismo la hacía llamarme cada noche que no nos veíamos, y la llamada que se registraba en mi celular casi siempre era del número de su casa y no de su móvil. En fin, llegué a la conclusión de que ella se estaba dejando llevar por la oportunidad de tener una aventura por primera vez en su vida, asi que decidí seguir viendo como ella disfrutaba de eso.

Ya tenían algunos minutos de estar platicando muy tranquilamente para ser verdad. Me parecía extraño que Damián no hiciera su siguiente movimiento y la invitara a la oficina del dueño. Pero el gusto no me duró mucho. Damián llamó a uno de los meseros y le dijo algo en secreto, minutos después el mesero regresó con una botella de champagn y dos copas. Victoria puso una cara de sorpresa y se vio claramente donde le agradeció a su aventura - realmente yo jamás le había comprado una botella de ese precio para tomarla juntos, asi que de nuevo me sentí un poco mal - Damián sirvió dos copas, brindó con ella, y después se acercó de nuevo a su oído para decirle algo en secreto mientras acariciaba su cabello muy tiernamente, como suavizando el terreno.

Victoria se alejó de él cuando terminó de hablarle al oído. Se quedó viendo hacia la nada un momento, y después pareció explicarle algo durante largo rato. Casi pude escuchar las palabras de Victoria explicandole que ella tenía valores y bla bla bla. Damián se sonrió y le contestó algo de regreso. Ella fruncía el ceño y después asintió con la cabeza mientras le decía algo a él.

Damián mandó llamar al mesero, quien tomando en una charola la botella y las dos copas, se las llevó. Victoria sacó su celular y empezó a escribir un mensaje en él. La duda me invadió por un momento, hasta que en mi bolsa del pantalón sentí vibrar mi teléfono. Me mandaba un mensaje a mi, preguntando por la salud de mi madre, y confirmando si iba a poder ir al bar o no. Era obvio que mi novia había aceptado la propuesta de Damián, y quería asegurarse de que yo no iría a buscarla. Le contesté que ella estaba bien, pero que yo no quería dejarla sola, que me disculpara por favor. Frente a mis ojos, ella recibió el mensaje, y sin cambiar la expresión de su cara, me contestó que me sintiera tranquilo nuevamente, que ella estaría un rato más y después iría a casa. Un minuto después Damián se puso de pie, la tomó de la mano, y desaparecieron de mi vista dirigiendose a unas escaleras privadas en el área VIP del bar.

Yo comencé como loco a tratar de ubicar la famosa oficina del dueño. En mi búsqueda, me topé con una oficina del otro lado del vitral donde yo estaba viendo a mi novia. En ella estaban en un sillón Martha, la amiga de Victoria, y el tipo con el que había estado. Creo que Martha estaba desnuda, tapada con una sábana, y el tipo se servía una copa en una barra pequeña que había en la oficina - al parecer ellos ya habían acabado su show, y yo me lo había perdido por estar espiando a mi novia -

Traté de ubicar la oficina del dueño para ver si podía ver a los amantes desde que entraran, pero unos segundos después, el tipo con el que estaba Martha volteó a la puerta de la oficina y se dirigió rápidamente a abrirla, por la rendija de la puerta pude ver la cara de Damián del otro lado. Al parecer esa era la oficina del dueño, y estaba siendo utilizada por la amiga de mi novia y su amante furtivo. El tipo sin abrir la puerta regresó con Martha y le dijo algo al oído, ella se estrmeció y se quitó la sábana de encima como queriendo vestirse rápidamente, pero él la detuvo y le indicó que simplemente se tapara su cuerpo.

Damián y Victoria entraron en la habitación cerrando la puerta con seguro. Victoria abrió mucho los ojos en señal de sorpresa cuando vio a su amiga ahi tirada sin ropa. Martha simplemente le sonrió, y ambas se soltaron riendo como locas. Martha se envolvió muy bien en la sábana, y se levantó para ir hasta donde estaba Victoria para decirle algo al oído. Mientras eso sucedía, Damián platicaba con su amigo y veía de arriba a abajo a Martha, a quien a pesar de la sábana, se le transparentaban las atractivas nalgas. Después ambas chicas se sentaron en los elegantes sillones de piel negra a observar a sus dos amantes mientras se servían una copa y conversaban.

Ambos tipos regresaron al sillón y comenzaron a decirles algo que les causaba risa a las dos. Luego ellas contestaban y volvían a reírse. La más desenvuelta era Martha, quien no hizo ni el intento por vestirse, solamente se acomodaba la sábana para que sus senos no se salieran de esta. Estuvieron asi unos minutos, hasta que el tipo con el que había estado Martha se levantó y fue hasta donde estaba ella sentada y le extendió los brazos como diciendole que lo tomara de las manos para levantarse. Martha se reía como loca mientras le decía algo al tipo. Victoria la miraba sonriendo, y Damián estaba en un sillón bastante alejado de la escena. Asi siguieron por espacio de un minuto, hasta que Martha aceptó ponerse de pie y tomó al tipo de las manos.

El tipo le dio un tremendo jalón a la amiga de mi esposa para ponerla de pie. En el jalón, la sábana que Martha llevaba encima se soltó y comenzó a caer el suelo poco a poco. Victoria se llevó la mano a la boca y comenzó a reírse como loca, mientras Martha hacía el esfuerzo por soltarse y volver a cubrirse con la sábana, pero el tipo no se lo permitió. Martha quedó completamente desnuda parada en medio de los sillones donde estaban los demás. No podía parar de reírse de lo que estaba sucediendo, pero tampoco hacía ya ningún esfuerzo por vestirse o ponerse la sábana. Damián por su parte solamente la miraba de arriba a abajo - y vaya que yo lo entendía - El cuerpo de Martha desnudo era inmensamente más atractivo que el de Victoria. Sus tetas eran enormes, y tenían unos pezones de un color rojo intenso muy poco común. Su vientre tenía una muy ligera acumulación de grasa abdominal, pero inlcuso llegaba a verse sensual. Sus nalgas eran casi perfectas, y su región púbica estaba perfectamente depilada.

El tipo que estaba con ella se acercó a Martha, y sin más preámbulo comenzó a manosearla mientras Victoria los miraba muy seria y Damián seguía con su misma cara de siempre. Apretaba sus tetas y las soltaba para que se tambalearan de un lado para otro. Luego se le pegaba por detrás con su bulto y hacía un movimiento como si la estuviera bombeando ya. Martha no se veía muy a gusto con el hecho de que le estuvieran haciendo eso delante de su amiga y de un tipo desconocido, pero tampoco hacía mucho por soltarse de las manos de su amiguito.

Cuando el tipo terminó de exhibir a Martha delante de sus dos acompañantes le dijo algo a Damián, quien contestó moviendo la cabeza de arriba a abajo y se comenzó a poner de pie muy lentamente. Mi mirada iba muy rápidamente de Damián a Martha y de mi novia al otro tipo para ver las reacciones de todos. Claramente quien estaba más extrañada y molesta por todo esto era Victoria, sin embargo no hizo por levantarse, sino que permanecía muy seria sentada viendo el espectáculo.

Pronto Damián llegó hasta donde estaba Martha desnuda en medio de la oficina. Martha solo lo miraba de arriba a abajo y lanzaba una leve sonrisa de vez en cuando. Damián se llevó las manos a los botones de la camisa y comenzó a desabrocharselos hasta terminar con el último y dejar caer la camisa al suelo. - El torso de Damián no era nada atractivo, era bastante flaco e inlcuso huesudo, sin embargo ya todos sabíamos donde tenía su atractivo - Damián no tardó mucho en comenzar a desabrocharse el pantalón y dejarlo caer al piso también. Llevaba un boxer color blanco que dejaba ver claramente el tamaño de su pene, asi que Martha cambió su cara de seriedad por la misma cara de sorpresa que Victoria había puesto minutos atrás. Cuando Damián se sacó el boxer y dejó todo al aire, Martha comenzó a reírse como loca, no se si de nervios o de felicidad por lo que estaba viendo.

Me di un segundo para voltear a ver a Victoria. En esta ocasión ella ya no estaba seria, sino que miraba con una sonrisa en la boca tanto a Damián como a su amiga, mientras el tipo con el que había estado permanecía sentado viendo el espectáculo también.

Damián comenzó a sacudirse el pene de arriba a abajo frente a Martha, quien veía muy atenta lo que su nuevo amigo hacía. No pasaron muchos minutos para que Martha en medio de su borrachera y calentura se decidiera a tomar cartas en el asunto, e hincandose en el piso, tomó el pene de Damián y sin pensarlo dos veces se lo metió a la boca.

Martha parecía una desesperada con Damián. Le jalaba el miembro mientras con su boca lo más abierta que podía se lo chupaba. Lo metía y sacaba de su boca lo más que podía y luego con su mano derecha le sobaba las bolas ante la incrédula mirada de mi novia.

Victoria parecía sorprendida de lo que estaba haciendo su amiga, y por lo mismo no se dio cuenta de que el otro tipo - el que había estado con Martha primero - se había levantado del sillón y se acercaba a ella por detrás. Martha continuaba metiendose el pene de Damián en la boca y jalandolo con gran fuerza, cuando Victoria se vio sorprendida por las manos de su nuevo amigo sobre sus hombros.

Ella solo miró hacia arriba para ver que pasaba, y ante la sonrisa del tipo que la estaba tocando, solamente se limitó a reírse con él y permitir que sus manos comenzaran a bajar poco a poco hasta quedar sobre sus pequeñas pero bien formadas tetas, comenzando a manosearlas a placer y haciendo todo lo posible por retirarle la blusa y el bra sin que mi novia se exhaltara.

El espectáculo me sacó de mis casillas, asi que me levanté del sillón y caminé hasta el otro lado de la oficina de seguridad ardiendo en rabia y golpeando cuanta pared se me atravesaba en el camino. Pensé por un minuto en retirarme de ahi y dejar de ver el espectáculo, pero nuevamente el morbo, la excitación y la necesidad de ver qué tan lejos llegaría mi novia, me hicieron descargar mi enojo contra una de las paredes, y después regresar a mi lugar.

Cuando regresé aquello se había convertido en una completa orgía. El tipo ya tenía a Victoria sin blusa y bra, y vistiendo solamente sus panties rosas de encaje con las que en muchas ocasiones me había divertido yo. El permanecía con el pantalón puesto, pero mi novia ya le había sacado la camisa y estaba besandole el pecho y abdómen mientras el seguía apretando sus tetas fuertemente. Damián por su parte iba ya más adelantado, pues con la calentura de Martha no fue muy difícil excitarla y llevarla hasta el sillón que a la vista se veía más cómodo. Ella estaba boca arriba con sus piernas abiertas de lado a lado, y Damián tenía la cabeza entre ellas lamiendo su raja a placer.

El tipo con el que estaba mi novia no tardó mucho en sacarle las panties también y dejar al descubierto sus nalgas y su entrepierna. Después comenzó él mismo a sacarse el pantalón con movimientos muy torpes y rápidos hasta quedar completamente desnudo. Era muy claro que Damián le había ordenado a su amigo quedarse con la más atractiva de las dos, pues desde cualquier perspectiva, Martha tenía un cuerpo mucho mejor al de Victoria, y al ver al tipo ese desnudo, pude darme cuenta de que no era nada especial. Todo terminaba irónicamente, pues Victoria a fin de cuentas, me sería infiel con un tipo de quien yo consideraba ser mucho más atractivo sexualmente que él.

Decidí enfocarme en el momento en que Damián le metiera ese enorme pene a Martha, asi que descuidé a mi novia por un minuto. Me encontré precisamente con el momento en que Damián se estaba colocando un condón, y Martha lo veía ansiosa mientras se sobaba la entrepierna con su mano derecha. Cuando terminó, Damián inclinó su cuerpo sobre el de Martha y le dejó caer el pene dentro de ella de un solo golpe y sin problemas con la puntería. La cara de Martha fue digna de una buena película pornográfica. Se ceño se frunció de dolor y su boca se abrió lo más grande que pudo emitiendo un grito me imagino yo. Damián quedó de espaldas a mi, por lo que no pude ver su cara de satisfacción, pero lo que si pude ver fue como empezó a bombearla muy fuertemente contra el sillón mientras Martha se movía de un lado a otro aferrando sus uñas al sillón y soportando la embestida de su segundo amante de la noche.

Cuando regresé mi atención con la otra pareja me encontré con Victoria sentada en el sillón completamente desnuda masturbando muy fuertemente a su amigo - mucho más fuerte de lo que lo hacía conmigo estoy seguro - Casi pude sentir el dolor de como sus movimientos hacían que las bolas del tipo golpearan de arriba a abajo. Su amigo tenía la cara levantada hacia el techo y con sus manos intentaba tomar el cabello de mi novia. Cuando por fin lo logró se aferró fuertemente de su cabellera, y con un movimiento un tanto violento acercó la cara de Victoria a su pene para obligarla a que se lo metiera en la boca. Pude ver como los labios  de Victoria fueron a parar hasta chocar con la pelvis del tipo, ella hizo un esfuerzo pro sacarse de ahi tomando al tipo de las caderas y lo logró. Ella le recriminó abiertamente lo que había hecho, sin embargo el tipo le contestó algo de regreso que hizo que Victoria se tranquilizara y se volviera a meter el pene en la boca continuando mamandolo por al menos 3 o 4 minutos que los estuve viendo.

En diversas ocasiones Victoria dejaba su trabajo para voltear a ver a la otra pareja. Imagino que los gritos de Martha eran fuertes, pues veía como ella se desgañitaba abriendo la boca y rasguñando la espalda de Damián mientras este insertaba todo el pene en su cuerpo. Mi mirada iba de una a otra pareja, aunque ya no había mucho que ver con Martha y Damián, pues era claro que lo único que este quería era descargar su calentura, ya que no cambiaba ni de posición ni de ritmo.

Un enorme escalofrío invadió mi cuerpo cuando miré a Victoria. Había dejado ya de chuparsela al tipo, y este se estaba poniendo cuidadosamente un condón ante la mirada de mi novia. - Hasta ahora había sentido rabia por lo que había visto, pero no me imaginaba qué podía llegar a sentir cuando viera que alguien penetraba a mi novia -  Victoria se recostó en el sillón, y el tipo muy lentamente fue dejándose caer sobre ella hasta que su mismo cuerpo me hizo perder de vista su pene y la entrepierna de mi novia. Me puse de pie para ver lo que unas horas atrás me hubiera parecido imposible que sucediera, y en menos de dos segundos, vi en Victoria esa cara de satisfacción con los ojos perdidos que tantas veces había visto justo cuando mi pene entraba en ella.

Victoria subió sus manos y se afianzó del descanzabrazos del sillón mientras el tipo se abalanzaba separandole las piernas con su cuerpo. - Victoria tenía la molesta costumbre de tratar de cerrar las piernas cuando estabamos haciendolo, y parecía que el tipo estaba sufriendo de lo mismo en ese momento, pues en varias ocasiones él mismo tomaba las piernas de ella de las rodillas y las abría. El espectáculo era completo ya. De un lado de la oficina Martha pegaba de gritos y rasguñaba a Damián, y del otro lado mi novia tenía los ojos en blanco viviendo una aventura de infidelidad con un tipo desconocido. Yo simplemente decidí dejar de lado el enojo, y permití que mi pene creciera viendo aquellos dos amigos echandose a la bolsa a sus conquistas de esa noche.

Damián terminó primero, y lo hizo de vaya manera, pues en un movimiento estrepitoso se salió de dentro de Martha, se puso de pie, se arrancó el condón de un golpe, y ayudandose con su mano descargó toda la leche sobre la amiga de mi esposa. Martha comenzó a moverse de un lado a otro para no recibir los chorros, pero le fue inútil, pues claramente se vio como alcanzó a recibir a menos el primero - el más abundante - en plena cara, y mientras se los quitaba con la mano, Damián le descargó los demás por todo el cuerpo dejándola completamente bañada y sucia.

Un minuto después, con mucho menos aspavientos, el tipo terminó con mi novia. Se dejó caer sobre ella para descansar su orgasmo, y pude ver claramente en la cara de ella como había consternación. Fue muy obvio que Victoria no había terminado, pues conocía esa cara de las ocasiones en que yo andaba inmensamente caliente y no me esperaba a que ella tuviera su gusto. Todo aquello se tornaba aún más irónico, pues el tipo con el que me había sido infiel, ni siquiera había sido capaz de hacerla venirse.

Martha se levantó y tomó la sábana con la que había estado cubierta para limpiarse el batidero de encima. Damián comenzó a vestirse muy lentamente mirando ahora a la otra pareja mientras terminaban su cometido. Victoria no levtantó la mirada del suelo en todo el tiempo en que lentamente se ponía su ropa de nuevo, y el tipo que se lo había hecho a mi novia se vestía con una enorme sonrisa en la boca mientras miraba a los otros 3 participantes.

No esperé a que salieran de la oficina. Salí de ahi lo más rápido que pude y corrí a la barra a entregarle la llave al barman y agradecerle. El se limitó a preguntarme cómo había estado el espectáculo, y yo a responderle que había sido lo mejor que había visto en mi vida. Estando escondido trás la máquina de margaritas nuevamente, los 4 involucrados entraron de nuevo en la sala VIP sin mirarse unos a otros, y dos minutos después, las dos amigas habían recogido ya sus pertenencias y salían rápidamente del bar por la puerta trasera ante la mirada y las burlas de sus amantes furtivos. Yo le pagué las bebidas al barman y salí por la puerta principal, alcanzando a ver como ambas salían muy rápidamente del estacionamiento en el coche de Martha.

Al día siguiente Victoria me habló a las 11 de la mañana para ver cómo seguía mi madre. Cuando le pregunté cómo es que había estado su velada, ella me respondió a secas que "bien", y después evadió el tema olímpicamente. Cuando nos vimos esa tarde Victoria me entregó la más pasional jornada de sexo que jamás hubieramos tenido, la hice tener un par de orgasmos, y ella me sacudió el pene con la misma fuerza con la que una noche antes lo había hecho con su amigo... dos días después, terminé mi relación con ella sin siquiera comentarle el porqué.