La inesperada tormenta
De visita a unos clientes,la lluvia el viento el mal tiempo dio lugar para conocer a unos nuevos amantes.
LA INESPERADA TORMENTA.
Por motivos de trabajo todos los meses una tiene que viajar y pasar dos o tres noches fuera de casa.
Hace tres semanas terminaba, a las diez de la noche, la última visita con mi cliente Alex. Un empresario Palestino afincado en España desde hace muchos años, un hombres mayor para mí rondando los cincuenta años, alto, de piel morena sin un pelo en la cabeza y bien marcados sus rasgos árabes.
Alex tiene fama de mujeriego, su actual mujer tiene 35 años, es una mujer muy guapa, se llama María.
Esa noche Alex y María me invitaban a cenar, la noche era desapacible llovía y hacía mucho viento. En mitad de la cena se fue la electricidad en el restaurante, terminamos a la luz de las velas de comer, afuera el tiempo empeoraba a ratos.
Al salir a la calle, Alex tuvo que ir a buscar el coche para que nosotras no tuviéramos que ir saltando en tacones sobre los chorros de agua que corrían. La luz en la calle se fue, el viento y la lluvia no paraban.
Me daba miedo conducir así, dentro del coche decidimos que como su casa estaba en la dirección de mí hotel, María se quedaba en casa y Alex me acercaba hasta el hotel, por la mañana iba a por mí coche.
Dejamos a María y seguía con Alex camino del hotel, durante el trayecto cada vez el viento y la lluvia eran más fuerte, la carretera estaba fatal muy peligrosa. Con cuidado con mucha suerte llegamos hasta el hotel. Le dije a Alex que tenía que entrar conmigo al hotel y esperar a que la tormenta calmara un poco.
Toda mojada llegaba al hall del hotel con Alex, allí tampoco había luz, todas las mesas estaban iluminadas por velas. Me sentaba en la última mesa que quedaba libre, tenía la blusa empapada pegada, marcaba los pezones como si fuera una participante del concurso de chicas de camisas mojadas.
Alex miró con detenimiento mis pezones, le decía que para la poca luz que había no perdía detalle. Me decía que unos pechos tan bonitos siempre brillan para sus ojos.
Pedimos un par de copas para entrar en calor, la tormenta continuaba, uno de los empleados del hotel me facilitaba una toalla para secarme un poco el cabello y las piernas. Mientras me secaba podía ver como Alex miraba cada centímetro de mi cuerpo con deseos, coqueta decidía ponerle caliente. Pasaba la toalla despacio sensual sobre las piernas hasta los muslos, podía ver sus ojos atentos sin que se diera cuenta entre mí cabello que caía sobre mi rostro. Me divertía disfrutaba de esa situación erótica.
María llamó a Alex, se alegraba que estuviera refugiado en el hotel, por la radio había escuchado que la carretera estaba cortada y que se aconsejaba no salir en coche, que pasara la noche en el hotel. Uno de los camareros me confirmaba que todos los empleados también iban a pasar la noche allí porque la carretera estaba cortada. Fui a recepción mientras Alex seguía hablando con María, preguntaba me decían que no quedaban habitaciones libres y algunas personas que estaban allí iban a dormir en los sillones del hall.
Volví a la mesa con Alex, todavía hablaba con María, le dije que no quedaban habitaciones libres. Podía quedarse en la mía, esa era la solución más lógica, Alex enseguida se apuntó, al rato me pasó el teléfono.
Las palabras de María no las esperaba. Hola cariño aprovecha disfruta con Alex, es un buen amante, acaba de contarme que está loco por follarte, desearía estar ahí y disfrutar juntas con él, mañana si quieres si te apetece me encantaría disfrutar juntas es una pena que no pueda estar ahí, besos. Sorprendida le decía, gracias un beso y devolví el teléfono, Alex cortaba enseguida.
Me puse cómoda con las piernas sobre el sillón, le dije, eres un cabrón tienes una mujer increíble debe ser que la mereces. Sin contestar Alex vino sobre mí, me besaba en la boca, sus carnosos labios se fundieron deliciosamente sobre los míos, con una agradable sensación que deseabas seguir sin parar. Acariciaba mis piernas y llegaba a sobar uno de mis pechos con la mano. Pegada a él pasaba mi mano sobre su paquete, notaba cierta dureza, estaba excitada ardiente con ganas de ir a más. Me separé le dije que subiéramos a la habitación, allí no podía seguir.
En recepción nos daban un candil para subir hasta la habitación, por las escaleras Alex me metía mano por debajo de la falda. Todas sus caricias estimulaban mis pasiones y deseos de follar con él. Pensaba que sus manos grandes y sus dedos gruesos tenían que estar acompañadas de una buena polla.
Entramos en la habitación, dejaba el candil sobre una mesa, de pié al borde de la cama desesperada, muy caliente apasionada me enredaba con gusto entre sus brazos. Sus besos sus caricias tan ricas aceleraban mi respiración, empecé a jadear con placer. Alex me quitaba la ropa me desnudaba y yo hacía igual con él, por fin tuve en mis manos su deseada polla. Enseguida me di cuenta que era bastante gorda, la más gruesa que una había tenido en las manos. Esa sensación más caliente y morbosa me ponía, Alex mordía y chupaba mis pezones de maravilla, metía sus dedos dentro de mí, me daba el primer orgasmo.
No podía esperar más, deseaba contemplar bien esa polla y saborearla toda.
Sentada al borde la cama, antes de empezar a mamar y disfrutar esa polla, disfrutaba al ver esa cabeza grande y brillante muy cerca. La devoraba ansiosa en la boca me deleitaba pasándola en los labios de mi boca sobre su torneada punta, desprendía fuego llenaba toda la cavidad bucal. Sentía morbo mucho placer mamando esa verga, la relamía la envolvía en la lengua.
Pasé la lengua y los labios por el tronco hasta los huevos, puse sus huevos sobre mi mano izquierda y les lamía un rato hasta volver a subir por su polla y meterla otra vez dentro de la boca.
Alex tiene una polla preciosa bastante morbosa por lo gruesa que es, su largo está bien pero normal como otras.
Podía pasar horas chupando su polla, la envolví entre mis pechos le pasaba los pezones por todas partes sin dejar de mamarla.
Alex se dio cuenta del placer del gusto que me daba chupar su polla Me dijo sino quieres que me corra para ya. Le dije, cariño puedes correrte cuando quieras, deseaba su leche calida sentir los latidos de su polla mientras soltaba chorros de semen para completar esa maravillosa y morbosa mamada que hacía.
Y no tardó, salpicaba fuerte mi cara un primer chorro, enseguida rápida me metía su polla en mi boca, tragaba la leche que salía a cada latido. Su cálida leche envolvía mi lengua en cada una de sus convulsiones, cada vez que latía, sentía placer gusto. Tragaba chupaba con mucha morbosidad esa bonita polla, sin parar hasta que dejaba de latir y emanaba pequeña cantidad de flujos.
Subí la mirada, tenía restos de semen en el pelo, ¿estás bien? Alex me dijo que estaba muy bien. Le dije, guarda fuerzas para más tarde, nos vamos a la ducha y luego nos metemos en la cama.
Alex aceptaba mí propuesta, fuimos a darnos una ducha, encendía una vela dentro del cuarto de baño. El agua salió templada pero fue estimulante para él y para mí. Antes de acabar nuestro baño, notaba que Alex recuperaba la erección.
Envuelta en la toalla me tumbaba sobre la cama, Alex subía a la cama y me besaba, lamía mi cuello con la lengua con sus labios, bajaba hasta mis pechos. Soltaba la toalla que me cubría, quedaba desnuda expuesta a sus deliciosas caricias. Mis pechos estrujados en sus manos desaparecían, mordía lamía los pezones que asomaban entre sus dedos. Acercaba mis pezones a mi lengua y junta a él frotábamos nuestras lenguas sobre mis pezones.
Alex continuaba bajando lamía mi vientre mi ombligo hasta meter su lengua, toda su boca a lamer a chupar toda mi concha. Apretaba fuerte mis nalgas, frotando con fuerza su lengua sobre el clítoris entre los labios de mi sexo la pasaba por la entrada de mi coño y del ano.
Puso una almohada debajo de mis nalgas de mi culo, puse mis piernas sobre sus hombros. Su gruesa verga se fue metiendo dentro de mí con suavidad de maravilla, notaba placer gusto, mordía encantada mis labios.
Alex me chupaba los dedos de los pies, me daba cosquillas morbo y placer. Movía las piernas las caderas, sentía placer mientras notaba su polla dentro. Empezó a bombear su verga dentro de mí, al principio despacio sexy sensual, acelerando poco a poco hasta alcanzar un ritmo muy rápido fuerte y bastante intenso.
Levantaba mis brazos y me agarraba fuerte a la cabecera de la cama, empujaba para ayudar que su polla me penetrara con toda intensidad.
Las intensas penetraciones me volvían locas de placer, me corría tenía tres orgasmos divinos.
Alex sacó su polla, me daba la vuelta, me puse a gatas. Frotaba su verga entre mis nalgas y le ayudaba a meterla dentro de mí. A gatas gritaba de placer cuando sentía su polla llegar bien adentro. Empezó a follarme a mover divinamente su polla dentro de mí, como podía me agarraba a la cama. Volví a tener varios orgasmos, caí agotada después de que Alex se corría dentro de mí.
Agotada quedaba dormida, abrazada a él hasta que la luz del nuevo día nos despertaba. La experiencia con Alex había sido encantadora para mí, era un amante especial, pude sentir que sabía tocar acariciar y besar como una mujer desea, su experiencia y madures te hacía sentir cómoda tranquila follando a su lado.
Hizo que a partir de ahora nuestra relación fuera especial, podía seguir siendo un cliente mío y por otra parte uno de mis amantes preferidos.
Dormía pocas horas, me gustaba tanto Alex, me encontraba tan bien con ganas de volver a follar con él. Que con la primera luz del día, masturbaba su polla la volvía a poner dura. Deseaba tenerla dentro de mí, me subí sobre su polla a cabalgarla, saltaba clavaba su gorda polla la rozaba en las paredes de mí cueva. Alex estrujaba y mordía mis pechos, sobaba mis nalgas y clavaba uno de sus dedos empapado por mis flujos dentro de mí culo. Follaba saltaba ricamente sobre su polla, acariciaba su huevos y chupaba los dedos de su mano con la boca. Llegaba a tener varios orgasmos restregándome sobre su polla.
Disfrutaba feliz, cuando sonaba el móvil de Alex, llamaba María su mujer. Silenciaba mis jadeos, Alex respondía.
Hola cariño, pasaban unos segundos sin él decir nada. Como sabía que Alex debía guardar silencio, me puse a chupar a mamar su polla para excitarle más a ser mala juguetona.
Para sorpresa mía, al rato le dice a María, es genial ahora me está haciendo una mamada increíble, te la paso habla con ella. Alex me llama, cariño María desea hablar contigo. Cortada cohibida agarre el teléfono, Alex aprovechaba para meter de nuevo su polla dentro de mí.
Sin poder elegir que tono de voz poner, saludaba a María. Ella me hablaba mientras Alex me follaba, te gusta su polla es muy morbosa. Respondía con monosílabos como podía, María me dijo antes de colgar, os espero dentro de un rato.
Terminaba ese polvo cuando Alex se corría, nos duchamos nos vestimos y fui a su casa con el, María nos esperaba.
Alex me llegaba contar que María se había fijado en mí desde hace muchos meses, él y María mantienen relaciones con Patricia, una chica muy guapa espectacular es encargada en una de sus tiendas. A los dos les encanta follar juntos, el trío.
Al llegar a la casa, Alex tenía que llevar a su hijo al colegio, yo estaba cansada tenía sueño. María estaba ocupada con una empleada y con su madre que había llegado poco antes que nosotros. Me fui sola al amplio salón de la casa, sobre un cómodo sillón me quedaba dormida sin darme cuenta.
Despertaba dos horas después, encontraba a una chica que limpiaba, me dijo que la señora estaba arriba. Subí las escaleras, la casa era grande abajo y arriba igual, fui hasta donde escucha música. Era la habitación de María y Alex, preciosa enorme, unos sillones a la entrada, una estantería llena de libros la televisión y el equipo de música. Luego una estancia llena de armarios, espejos y al fondo una cama algo extravagante para mi gusto. A un lado la entrada al baño, dos amplios lavabos espejos, bañera de masajes, ducha y bañera normal.
María estaba sentada al otro lado de la habitación en una mesa frente al ordenador. Nada más verme se levantaba a darme dos besos, como siempre muy cerca de los labios. Vestía muy sexy, una bata blanca semitransparente corta atada a la cintura, enseñaba las lindas curvas de su bonita y espectacular figura. Sus pechos tersos redondos sobresalían de la tela que la cubrían, llevaba un tanga blanco de encajes precioso. Era más bonita de lo que imaginaba.
Hablamos, Alex se había ido a trabajar, volvía a la tarde sobre las siete, tenía todo listo para pasar los tres toda la noche solos en la casa. Había pasado horas durante la noche anterior masturbándose, estaba muy caliente. Pegada a mí rozaba sus grandes pechos sobre los míos y me besaba en la boca. Besaba divina igual que él, me hizo recordar sus besos. Pero ella es sensualidad, su piel sus manos sus caricias maravillosas me gustaban tanto como las de Alex. Descubría una mujer una amiga encantadora, bonita, guapa, sexy, sensual, apasionada igual a mí.
Desnudas caímos sobre la cama, entrelazando las piernas devoramos nuestras bocas a besos, lamimos nuestros pezones, unidas frotamos los coños con intensidad hasta quedar bien empapadas excitadas sofocadas de la secuencia de orgasmos que tuvimos.
Al rato volvimos a follar juntas, llegamos a corrernos haciendo un sesenta y nueve intenso geniales las dos. María es preciosa me gusta mucho y las dos nos compenetramos muy bien.
Estábamos las dos desnudas abrazadas sobre la cama, cuando entró la empleada de la casa. Se acercó a nosotras, le dijo a María, señora ya terminé me voy a ir. Me sentía un poco incómoda al ser sorprendida por aquella joven. Pero tranquila al ver la actitud de María, ella era su empleada y yo una visita casual.
María volvía a sorprenderme, le dijo que se acercara, la muchacha vino junto a nosotras. Cuando estaba junta a la dos, María le dijo dame un beso antes de irte, la chica se acerco y se besaban. María le dijo, ésta es una amiga, la chica suavemente besaba mis labios, decía encantada. Antes de dejarnos solas, María le dijo a la chica, dile a Juan que venga a la dos de la tarde.
Cuando se fue la chica, María me dijo que Juan era un vecino de su empleada, un joven un semental con el que ellas han follado juntas varias veces, por treinta euros teníamos una buena verga para las dos.
El semental tocaba a la puerta cuando las dos estábamos dentro de la bañera, María le abría la puerta desde el baño y le indicaba que subiera. Juan entró al baño, era un joven de unos 25 años no muy alto, moreno pero musculoso.
María le besaba en la boca y le invitaba a unirse a nosotras, atenta no perdí detalles mientras se desnudaba. Me gustaron sus brazos sus pechos marcados sus piernas su culo y su polla depilada. Juan entró al agua, dentro del agua me presentaba, le besaba en la boca y Juan aprovechaba para meter su mano entre mis piernas y tocar mí coño. Respondía sobando su verga sus huevos con una mano, frotaba mis pezones sobre su torso y mojaba sus ojos con mis pechos, se apartaba sonriente y fue hacia María.
María sentada al borde de la bañera abierta de piernas, ofrecía su coño para que Juan empezara a lamerla, se entregó a chuparla. Despacio me acercaba a los dos, frotaba mi coño sobre las piernas sobre las nalgas y la espalda de Juan. Sentada al lado de María también abría las piernas para que Juan me comiera el coño. Besaba a María, ella y Juan sobaban mis pechos acariciaban mi coño metían sus dedos por mis agujeros, los mismo hacía yo. Juan se puso de pie y chupamos juntas su polla, luego salimos mojadas a la cama con él.
Sobre la cama al azar quedaba yo a gatas, lamía el coño de María, mientras ella mamaba la polla de Juan. Su polla era normal más larga que la de Alex, cuando la tuvo dura se puso detrás mía, me penetraba muy bien y chupaba el coño de María.
Juan sacó su verga y mojada como estaba presionaba un poco sobre mi ano y la iba clavando toda dentro de mi culo. No dolía al contrario disfrutaba gozaba como una loca, empujaba para clavar con fuerza esa verga.
Dejaba de lamer el coño a María y Juan me sacaba la polla y se puso acostado sobre la cama. Me dijo ven amor cabalga sobre mí, besaba a María sobaba sus pechos. Me di la vuelta de espaldas a Juan metí por mi culo su verga, María comía lamía mi coño y los huevos de Juan mientras yo saltaba son la polla dentro de mi culo. Me corrí toda a chorros sobre la cara de María, agotada sin poder respirar me hice a un lado.
Juan incansable empezaba a follar a María por sus dos agujeros intensamente como antes me hacía a mí. La ponía de lado, a gatas, se ponía sobre ella, la subía sobre su polla, parecía imposible podía con las dos.
María agotada caía a mí lado, chupamos y mamamos juntas la polla de Juan un buen rato hasta que eyaculaba sobre las dos en nuestras caras, tragamos parte de su semen y compartimos su leche juntas hasta la última gota que emanaba.
Recuperadas María le dijo a Juan que ya era hora de que se marchara, le pagó se vistió y nos dejo tranquilas a la dos.
María me contó que Juan es así, agotador puede pasar una hora follando sin parar. Alguna vez ella le ha echado aburrida cansada, con la empleada han follado varias veces.
Pasamos el resto de la tarde hablando las dos compartiendo ampliando nuestra amistad, descubriendo una maravillosa amistad entre las dos.
María ha sido una agradable sorpresa para mí, había tenido sexo con mujeres, me encanta el sexo con otra mujer, forma parte de mí, entra dentro de mis valores personales.
Descubrimos que compartíamos similares gustos sexuales ideas sobre nuestra relación con tú pareja.
El sexo anal es muy importante para las dos, ella tiene la dificultad del grosor de la polla de Alex.
La polla de Alex es muy morbosa para cualquier mujer, decidimos que a la noche cuando estuviéramos juntas con Alex, íbamos a follar las dos por el ano por el culo con Alex.
La follada anal que tuve con Alex la quiero contar en el siguiente relato, nunca la olvidaré. Estoy desespera por volver con María y Alex en enero de 2006.
Gracias Alex, gracias María, os quiere vuestra amiga.