La ilusa mujercita 3

Comienza el entrenamiento de la sumisa el cual supera todas sus expectativas. Poco a poco se va introduciendo en este mundo que al principio le daba asco y que llegará a amar.

Llegó el día, he citado a Ana en mi casa el sábado a las 11 de la mañana y a las 10:45 ya estaba sonando el timbre, se ve que está ansiosa por empezar.

Le dije que viniese vestida como en la foto que me mandó y que por encima llevase lo que quisiera pero que fuese ligero y fácil de quitar para no perder tiempo.

Abrí la puerta y venía vestida con un mono vaquero que realzaba sus generosas formas y con un pañuelo al cuello para disimular el collar y la cadena.

Se presentó tal y como le había dicho:

Ana: hola mi Amo se presenta su sumisa, Anita la putita dispuesta a complacerle y obedecerle

Empieza muy bien

Yo: pasa y desnúdate quédate en ropa interior deseo contemplar tu cuerpo, quiero revisar el material con el que voy a trabajar.

Su predisposición es buena pero tengo mucho trabajo por delante

Cuando se queda en lencería delante de mi noto un detalle que no me gusta nada y se lo hago saber

Yo: veo que me has obedecido en casi todo aunque estoy decepcionado por una cosa, ¿que te dije sobre el vello corporal?, sigo viendo pelo en tu coño y creo que fui lo suficientemente claro al respecto, tendré que castigarte.

¿Tienes algo que decir al respecto?

Ana: lo siento Amo pensé que a usted le gustaría hacerlo con sus propias manos, creí que querría moldearme desde cero crear a su zorra a su gusto.

Yo: buena respuesta pero eso no justifica tu desobediencia el castigo sigue en pie, tienes que bajar al portal tal y como estás vestida y esperarme ahí hasta que vaya a por ti.

Ana: pero Amo así vestida...¿y si me ve alguien?

Yo: ¿quién te ha pedido tu opinión?, no cumplir las órdenes tiene sus consecuencias y empezarás a comprobarlo desde ahora mismo y no te preocupes por si te ve alguien en esta zona no te conoce nadie y la gente es discreta.No protestes más y obedece o el castigo será peor.

Y sin perder más tiempo abrió la puerta y se dirigió al portal tal y como iba vestida con sus coletas de colegiala, sus labios pintados de rojo puta, sus pechos libres, su culotte negro de encaje, sus ligueros con sus respectivas medias y sus taconazos con los que apenas podía andar por lo que le permití bajar en el ascensor.

Salí en su busca a los 10 minutos y la encontré donde le ordene que esperase, estaba completamente ruborizada con su cara de un color rojo casi tan intenso como sus labios, se notaba que era una situación incómoda para ella, que lo pasaba mal, que se moría de la vergüenza.

Quise comprobar si de verdad estaba pasándolo tan mal como aparentaba y para ello me puse a su altura e introduje el dedo corazón dentro de su culotte buscando su coño y al encontrarlo entró con total y absoluta facilidad, lo encontré muy caliente y húmedo, a la zorrita le gustaba el "castigo", así que decidí ir un poco más allá.

Le cogí la correa y tirando de ella le dije que se pusiese a 4 patas y empezase a caminar, le hice andar así unos metros viendo como sus pechos se movían de izquierda a derecha mientras tenía sus pezones duros.

Después de hacerle subir unos cuantos escalones le ordene alzarse del suelo para que siguiera subiendo a pie

Como aún no se defendía con los tacones aproveche para pasar mi mano por su coño que estaba más húmedo que antes e ir jugando y lubricando su culo virgen y meterle un par de dedos a modo de "enganche" con el fin de ayudarle a subir las escaleras, de empujarla o sujetarla si se desequilibraba.

Al sentir mis dedos profanando su culo se quedo quieta un momento debido al dolor y a esa intromisión repentina, lo noté y le ordene que siguiera caminando y le dije que se tenía que acostumbrar ya que dentro de poco le metería algo más grueso.

Con mucho esfuerzo por su parte llegamos a la puerta de mi casa y después de abrirla le ordené pasar y quitarse el culotte.

Le dije que se sentara en el suelo y que restregara su coño por él para comprobar si su calentura era tan grande como parecía, y si lo estaba al juzgar por la humedad que dejó en el parqué.

Le hice estar así un par de minutos hasta que era ella misma la que se restregaba por voluntad propia

Me senté en el sofá a contemplar el espectáculo mientras me sobaba la polla por encima del pantalón, estaba a tope, esta puta hacía que mi rabo empezase a babear tanto como su coño.

Se dio cuenta de que la estaba observando y de lo que hacía mientras la miraba y se cortó un poco

Le dije que siguiera y que mientras lo hacía se fuese acercando a mi

Así lo hizo y al llegar a mi altura le dije que me desnudara de cintura para abajo, esta vez lo hizo con más morbo, más pasión que cuando se desnudó ella, haciéndolo lentamente recreándose en ello, como si quisiese recordar cada detalle de mi pantalón y de mi ropa interior, cuando estaba bajando mi bóxer un segundo antes de liberar el objeto de su deseo me miro de una forma que no sabría explicar, una mirada llena de lujuria, deseo, morbo como diciéndome con los ojos que me la iba a comer, pero literalmente jajaja.

Al notar como me miró le ordené relajarse, que contemplase, tocara, y adorase lo que tanto estaba deseando probar por qué aún no se había ganado el derecho de disfrutar de ella, solo la tendría en su boca cuando no cometiese ningún error, como el de no haberse depilado.

Ese fallo lo vamos a solucionar de inmediato

Me levanté y tirando bruscamente de la cadena la llevé al baño, no tenía ningún producto específico para depilar, ya qué no me depilo así qué tendría que apañarme con la espuma de afeitar y las cuchillas que tenía por casa sin usar por qué tengo barba y no me hacen falta, más adelante buscaremos una manera mejor para este propósito.

Una vez en el baño se sentó en la taza del váter, le abrí las piernas y me dispuse a depilarla, me llevo tiempo puesto que tenía bastante pelo y para que quedara a mi gusto tuve que usar la espuma y la cuchilla hasta en tres ocasiones.

Ella mientras estaba dejándola a mi gusto seguía con su coño húmedo y babeando, mojando su vello púbico y sus muslos, estaba realmente chorreando.

Me pedía permiso para jugar con mi polla, para al menos masturbarme en agradecimiento por lo que estaba haciendo, le dije que no que tenía otra cosa pensada para cuando acabase de depilarla

Mientras la depilaba iba tocándole el clítoris para aumentar su calentura y que sus flujos aumentasen aún más si eso fuese posible

Al acabar mi trabajo le dije que tenía que pasar la prueba de la lengua a lo que ella no dijo nada ni pidió permiso para hablar imaginándose en que consistía esa prueba

A pesar de haber sido afeitado había quedado bien y suave por lo que empecé acariciando la zona muy lenta y suavemente, casi haciéndole cosquillas, iba bajando poco a poco hasta su clítoris que a estas alturas ya estaba totalmente excitado, pus mi mano abierta cubriéndole toda su zona genital y fui haciendo círculos sobre la zona arrancándole los primeros gemidos, que fueron discretos pero que pronto se convertirían en más sonoros, largos y profundos.

Seguí haciéndole eso hasta que empezó a retorcerse momento que aproveché y le metí un dedo y aumenté el ritmo, le faltaba muy poco para explotar así qué la acomodé en el suelo y subí la apuesta incorporando mi lengua a su coño mientras seguía masturbándola con mi mano, recorría toda su brillante vagina, de arriba a abajo y de izquierda a derecha, ella no podía más y lancé mi último ataque, intercambié la posición de mi mano y lengua, pasando a follarla directamente ya con tres dedos dentro de ella y comiéndome su clítoris con ansia buscando su máximo placer, intentando que reventara de gusto y así sucedió, fue darle 4 o 5

lengüetazos

y llegó el tsunami en forma de orgasmo brutal, gritaba como si fuese su primera vez como si le hubiese arrancado el alma arqueando el cuerpo hasta los límites de la física y la salud, hasta los ojos se le quedaron en blanco de la intensidad, no podía articular palabra solo gemir y gritar.

Una vez terminó el clímax se quedó tirada en el suelo descansando y yo me retiré dejándole tiempo y espacio para recuperarse y asimilar lo que acababa de vivir

Cuando recuperó las fuerzas preguntó por mí y siguiendo mi voz fue hasta la cocina, dónde estaba preparándome un café y al llegar le pregunté que si le apetecía comer algo para recuperar fuerzas a lo qué me contestó que ahora mismo solo quería darme las gracias una y mil veces y qué lo que había hecho por ella me lo iba a recompensar con creces que sería mi puta

, zorra

, sumisa

o lo que quisiese para siempre.

Le sonreí y le di un beso en sus labios rojos y le dije:

Hoy te quedas a dormir aquí aún queda mucho día por delante.

Continuará


Haciendo caso a vuestras opiniones y críticas creo que por ahora es el mejor relato de la serie, he evitado y corregido posibles faltas de ortografía y gramática(seguro que alguna se me escapa) he aumentado la duración de la lectura y he cambiado la

sipnosis

siempre era la misma por un error de comprensión por mi parte

jajajaja

.

Digo lo mismo de siempre, toda sugerencia y crítica es bien recibida y mejorar y que mis relatos sean entretenidos de leer a

la par

que excitantes y en la medida de lo posible bien escritos.