La Iliada (Capitulos olvidados)

Las historias desconocidas de lso encuentros pasionales entre Héctor y Aquiles, heroes de La Iliada...

Quisiera aclarar que es mi primer relato, por eso espero comentarios y criticas. La historia no esta basada en los capítulos del libro, solamente es un historia con los personajes mas importantes de la Iliada.

Todo comienza en Grecia, Aquiles, conocido héroe aqueo; hijo de la diosa Tetis esposa del anciano Océano, pasea solo por fértiles campos, dejo atrás a sus escuderos por que quería pensar , bueno eso fue los que les dijo. Una vez que esta alejado mira a su alrededor para cerciorarse que realmente esta solo; una vez hecho esto se sienta en una roca lisa y se quita su túnica y ropa interior, dejando al descubierto su cuerpo perfecto: brazos robustos, piernas como 2 grandes columnas, un pecho musculoso; todo cubierto por una bronceada piel y una capa de vello que resalta en el pecho. Pero sin duda lo que mas resalta es su gran verga, larga, ancha, con una cabeza rosada... En la base de esta cuelgan sus 2 güevos, de igual manera grandes y velludos que forman una hermosa vista codiciada pro muchos.

Empieza a acariciar su pecho con la mano izquierda y con la diestra masajea sus güevos y verga, después con suavidad empieza a masturbarse.

A lo lejos sin que ninguno se haya dado cuenta esta Héctor, héroe troyano, que caza por las cercanías del lugar donde esta Aquiles. Héctor ve a lo lejos la figura de un hombre desnudo y cree que esta herido y corre en su ayuda. Al llegar donde esta Aquiles este se sobresalta y dirige a Héctor las siguientes palabras:

Aquiles: Héctor, perro troyano vete y calla lo que has visto si no quieres morir

Héctor: No he visto nada quien querría ver el cuerpo desnudo de un asqueroso aqueo

Héctor momentos después de decir esto siente como contra su voluntad, puesto que no quería que Aquiles se diera cuenta, su miembro empieza a crecer.

A: Nos has oído que te largues troyano

H: No tengo por que irme no eres nadie para ordenármelo

Aquiles se para dejando una perfecta vista de su cuerpo a Héctor y dice:

A: Ustedes troyanos domadores de caballos siempre creyéndose amos de la vasta Grecia, nunca han hecho nada en al batalla sin el auxilio de Febo Apolo

H: Y se atreve a decir eso el hijo de una diosa

A: En lugar de hablar como niños luchemos

H: Adelante no tengo miedo de ti

A: Pero, sin armas a puño cerrado

H: De acuerdo, te ganare de todas formas

Aquiles que en su interior sentía deseo por Héctor no quería herirlo con el agudo filo de la espada y estropear su cuerpo con una cicatriz.

Ambos contendientes se aproximaron. Aquiles tiro a Héctor, pero este lo sujeto t rodaron los 2 colina abajo hasta llegar al río. En el transcurso Héctor había perdido todas sus ropas por al hábil mano de Aquiles, Héctor también había podido rozar el cuerpo de Aquiles en varias ocasiones, esto lo excitaba aun mas a tener contacto carnal con su enemigo.

Al caer al río ambos se soltaron para no ahogarse y nadaron la orilla

H: Maldito aqueo por que me despojaste de mis ropas

A: Por que...

Aquiles tartamudeo y haciendo uso de toda su voluntad respondió:

A: Por que tienes un cuerpo hermoso y hay una fuerza dentro de mi que me obliga a hacerte mío

H: Aqueo asqueroso como los dioses permiten vivir a alguien como tu. Si los dioses aprueban tu conducta se hará como dices

Esto ultimo lo dijo en tono retador

A: Preguntemos a Febo Apolo dios de los oráculos y se haga su voluntad

Se vistieron y sin ir por los escuderos de Aquiles se encaminaron a la ciudad mas cercana. Una vez ahí preguntaron al oráculo si permitía esto o no. Los dioses que estaban aburridos y a sabiendas que morirían en al próxima guerra (La Guerra de Troya) permitieron su unión. En ese momento Héctor tomo a Aquiles y lo beso con profunda pasión sellando ante los dioses su unión de pareja.

Al anochecer Héctor y Aquiles fueron a una posada donde pasarían la noche. Una vez en el cuarto entraron en la tina, Héctor abajo y encima de le Aquiles.

H: Aquiles adoro tu cuerpo tan varonil tan perfecto

A: Eres justo como te imaginaba, todo un hombre

Aquiles sentía por debajo del agua como Héctor acercaba su verga a su ano al memento de abrazarlo por la cintura.

A: ES momento de que me hagas tuyo

H: DE acuerdo sal y apóyate en al orilla de la tina

Los dioses que estaban espiándolos hicieron crecer la verga de Héctor hasta los 27cm de largo por 7cm de ancho. Héctor salio, se coloco atrás de Aquiles tomo su verga e hizo presión, pero no entraba por el tamaño.

A: Hay que lubricarlo...

Aquiles dijo esto con una picara sonrisa. Se agacho y empezó a mamar la verga de Héctor de la base hasta la punta.

H: Mmm si así mas

A: Me encanta tu verga

Aquiles lubrico lo suficiente y se coloco de nuevo en posición. Héctor hizo lo mismo y esta vez hizo presión con mas fuerza desgarrando el pobre culo de virgen de Aquiles. El sintió que lo partían en dos pero sabia que le encantaba ese dolor.

A: A a a a duele

H: Eso era lo que querías perro

Héctor abrazo a Aquiles por la cintura mientras este soltaba algunas lagrimas. Poco a poco Héctor empezó a bombear y a Aquiles el dolor se la había pasado y se convirtió en placer.

H: O si delicioso mmm

A: A a a a a mas mételo todo

H. Que rico culito tienes solo será mío

A: A a a si mmm si... Solo tuyo

Héctor bombeaba cada vez mas rápido y fuerte pero no tenia para cuando venirse.

A: A a a si que rico

En ese momento Aquiles se vino dejando una gran mancha de semen en el suelo

H: Que bueno que te guste precioso

H: O si mmm a a a

Así siguieron durante mucho tiempo, gracias a la ayuda de los dioses que miraban con morbo el espectáculo.

H: Mas si mas mmm o o o

H: Aaaaaa

Héctor se vino dentro de Aquiles. Salio muchísimo semen. Cuando Héctor saco su verga salio semen y algo de sangre, Aquiles inmediatamente limpio la verga de Héctor con su boca

H. Si perro comételo todo

A: Si, mmm que manjar

Después se fueron a la cama a dormir

A: Te amo Héctor, eres mi macho

H: Aquí comienza una gran relación... Me muero por cojerte de nuevo

Continuara...