La ilegal

una hermosa chica ilegal con un fetiche bastante especial.

LA ILEGAL.

Para disfrutar mejor mis vacaciones decidí realizar un paseo en mi propio auto, una especie de tour por algunos pueblos del sur de México casi colindando con Guatemala, así que aliste mi camioneta, e inicie mi viaje por esos hermosos lugares, visitando también los pueblos de la frontera entre México y Guatemala, sin imaginar la sorpresa que me tenia preparada el destino; una mañana en que recorría una carretera muy solitaria, a lo lejos descubrí que una chica me hacia la parada, pidiendo aventón, por un momento dude en detener mi camioneta, ya que la carretera es muy solitaria, pero luego de mas o menos ver el lugar y no encontrar nada sospechoso según yo, me detuve, hola le dije a la chica que me contesto con: un hola pero con acento centroamericano, ¿hacia donde vas? Le pregunte ella me dijo que un pueblo mas adelante, sube le dije, ella subió me di cuenta que era muy bella, morena clara, con un cuerpo muy bien formado, frondosos senos y unos glúteos muy apetecibles, inicie la marcha del auto, durante el trayecto entablamos platica, su nombre era Nancy de 26 años, de nacionalidad venezolana y además ilegal, tremenda bronca en la que me estoy metiendo pensé, pero Nancy me dijo que con unos amigos que conoció en una fiesta habían pactado realizar un viaje a México como ilegales a modo de aventura y después regresarían a su país, solo que se había perdido del resto del grupo y necesitaba hablar a su embajada, me pareció muy creíble su historia así que no investigue mas y me quede tranquilo, viajamos hasta un pueblo que estaba a una hora de camino y nos detuvimos en un pequeño paradero, la invite a desayunar, por un momento Nancy titubeo, diciendo que no quería dar molestias pero le insistí y dijo que si, me baje y le abrí la puerta, ella llevaba unos jeans una sudadera y un par de tenis, al bajar ella note en su cara un gesto de dolor y al empezar a caminar, apenas y podía hacerlo cojeaba mucho, en ese momento sentí una gran excitación siempre eh tenido ese fetiche ver a las chicas enyesadas o cojas me prende, aunque nadie lo sabia, mi gran fantasía era estar con una chica lastimada de un pie, también me considero fetichista de pies pues me encantan y los considero una parte muy sexy de la mujer, le pregunte ¿Qué le había pasado?, mientras le ofrecía mi hombro para que se sostuviera, caminamos hacia el parador y pedimos de almorzar, le volví a preguntar a Nancy sobre el motivo de su cojera, Nancy me contesto que: no se había perdido del grupo, la verdad era que una noche anterior, estaban todos ingiriendo bebidas embriagantes en un sitio kilómetros atrás de donde yo la había levantado, al estar ya algo ebrios, el sonido de una sirena los asusto así que corrieron entre el monte como estaba algo ebria al saltar en una pequeña barranca ella se había torcido el tobillo, sus amigos decidieron esconderse ahí ya que Nancy no podía caminar, pero al despertar descubrió que sus seudo amigos ya se habían ido llevándose todo su dinero y su bolso, y como pudo subió hasta la carretera donde yo la levante, le pregunte ¿Por qué no me había dicho a cerca de su pie lastimado?, ella me respondió: que por pena y por temor que al verla lastimada no la quisiera levantar, la verdad me causo mucha ternura ver a Nancy así tan indefensa, perdida, sin dinero y con un pie lastimado, además de eso me excitaba tanto verla cojita, le dije que era yo medico y que le revisaría mas tarde, terminamos de almorzar y pedí un poco de hielo para llevar, regresamos a la camioneta, pero le pedí que no apoyara su pie lesionado para que no se lo lastimara mas, así que fue brincando en un solo pie.

Senté a Nancy en la parte trasera de la camioneta y comencé por retirarle su tenis y su calceta con mucho cuidado, con cada movimiento ella hacia muecas de dolor descubrí un hermoso pie mediano, muy bien cuidado con dedos largos y uñas cuadradas pintadas de un esmalte rosa claro, además que expelía un olor muy agradable, revise su tobillo estaba muy hinchado y con una coloración amoratada alrededor el tobillo que llegaba a medio pie, con los movimientos que le hacia para revisarla Nancy me decía: ¡ay, ay!, ¡Duele mucho!, ¡Ay, ay!, y hacia muecas de dolor muy marcadas, pero al mismo tiempo entre mezcladas con una especie de suspiro de placer, que me desconcertaba, Nancy sudaba yo supuse que por el dolor que le causaban los movimientos de la revisión, me pregunto si era seria la lesión de su tobillo yo le respondí que no sabia a ciencia cierta, pero que muy probablemente si y que sospechaba que estuviera fracturado su tobillo, entonces ella me dijo en tono algo coqueto: " quieres decir que me eh jodido el tobillo", le dije que muy probablemente si, le aplique un vendaje y el hielo que había pedido en el parador, Nancy por un momento se preocupo y me dijo: que voy hacer, estoy perdida, con una pata casi rota y sin dinero, yo le dije que no se preocupara que yo la iba a ayudar en todo, Nancy me dijo: eres muy lindo en ayudar a una pobre chica coja, estoy en tus manos, confió en ti, gracias por confiar en mi le respondí, comente que iríamos a descansar a un pueblo cercano donde había un hotel, además que tendría que tomarle una radiografía de su tobillo y que lo mas seguro es que la iba a enyesar, esa afirmación cambio su rostro y dibujo una sonrisa muy discreta; "de verdad me vas a enyesar el pie" me dijo, se que te preocupa pero es necesario, "si, si no importa" me respondió, entonces tomamos el camino al pueblo, de pronto recordé que Nancy no tenia ropa para cambiarse, así que al llegar al pueblo encontramos una tienda de ropa sencilla pero muy juvenil aparque la camioneta y bajamos a comprar algo de ropa, ella iba apoyada en mi hombro y yo la tomaba de la cintura, apenas y apoyaba su pie derecho, compramos unos jeans, una falda típica, un par de blusas y ropa interior, un par de sandalias de piso y unas con algo de tacón, de ahí salimos al hotel. Después que se ducho Nancy le vende de nuevo su tobillo y lo coloque sobre una almohada, decidí salir a comprar de comer para que Nancy no caminara, estaba tan entusiasmado con lo que pasaba que no lo podía creer, estaba de vacaciones solo, con una hermosa chica, con unos pies hermosos y además estaba coja, era todo un sueño hecho realidad, lo que no sabia es que Nancy tenia un secreto que acrecentaría mi felicidad, compre lo necesario para comer y además agregue cerveza.

Al llegar a la habitación Nancy dormitaba con su pie vendado tal como lo había dejado, como hacia calor se había puesto una blusa de tirantes y la falda típica, su pie sano se veía hermoso también, la desperté para que comiéramos, tomamos suficiente cerveza para sentirnos algo tomados, de pronto Nancy me dijo: sabes me gustas, de verdad le dije, si me respondió, tu eres muy bella le dije, Nancy interrumpió pero estoy coja con una pata casi quebrada y de seguro no me veo sexy, yo le dije te ves maravillosa, ¿te gustan mis pies? Me pregunto, me encantan, son hermosos le respondí, Nancy me dijo sabes tengo un fetiche, yo le dije: ¿Cuál?, ella me dijo pero no pienses que estoy loquita, no como crees le dije, siempre eh soñado con romperme un pie para estar enyesada, desde adolescente me ha excitado ver a otras chicas enyesadas y siempre que veía a una chica enyesada de un pie, deseaba que fuera yo la enyesada, me gustaba mucho fingir que me torcía el tobillo en las clases de deporte y cojear, fingiendo que me dolía el tobillo para caminar, pero nunca conseguí romperme un pie de verdad, además que me encanta lucir mis pies, se que algunos hombres se excitan al ver unos pies lindos, y también al ver cojear a una chica, esa confesión lleno mi cuerpo de un escalofrió y mi corazón empezó a latir mas rápido, yo le confesé que también me encantaban los pies de las mujeres, sobre todo si estaban enyesados, me excitaban las mujeres cojitas y enyesadas, Nancy me respondió que era la primera vez que escuchaba a un hombre con un gusto similar, cuando me dijiste que me enyesarías no sabes el placer que me causo el solo imaginarlo, aunque me duele mucho mi tobillo vale la pena por obtener un yeso, Nancy dando un brinco se acerco y me abrazo, nos fundimos en un beso que nos llevo a la cama donde comencé dándole masaje a sus pies, primero su pie lastimado con mucho cuidado y cariño, acaricie, bese y chupe cada uno de sus hermosos dedos, a lo que ella respondió con gemidos de placer y a tocarse lo que me excito mas, lentamente nos fuimos quedando sin ropa hasta la desnudez total, tuvimos sexo el resto de la tarde y la noche, hasta que nos quedamos dormidos.

A la mañana siguiente después de desayunar le dije a Nancy que fuéramos a una ciudad cercana donde hubiera rayos X, para corroborar como estaba su tobillo, salimos pues rumbo a la ciudad, al llegar pregunte por la ubicación del gabinete de rayos X, la lleve hasta ahí, la recepcionista muy amable nos atendió y nos hizo pasar a la sala donde le harían las tomas, ¿Qué le paso a su esposa? Me pregunto, yo con algo de risa le respondí que se había caído de las escaleras de nuestra casa, ella me respondió que hacia seis meses se había caído en las escaleras de su casa pero que solo tuvo una torcedura, Pobre de su esposa, una torcedura duele mucho me dijo, por fin me entregaron las radiografías, y solo había una fisura en un hueso de su tobillo, así que le dije a Nancy que si se había roto el tobillo y que la tendría que enyesar, en su cara había una sonrisa con esa afirmación que yo le hacia, salimos del gabinete y pase por una farmacia y compre lo necesario para enyesarla, mas adelante ubique una tienda de aparatos ortopédicos y compre un par de muletas de aluminio, Nancy estaba entusiasmada, es mi primer yeso me dijo, no lo puedo, creer esta aventura ya me esta gustando mas, seleccionamos un hotel cómodo, ajuste las muletas y le dije a Nancy como usarlas, era buena con las muletas considerando que nunca las había utilizado, Nancy llego al hotel en muletas.

Ya en la habitación prepare todo para enyesarla, su tobillo aun estaba muy amoratado y le dolía cuando yo lo movía, procedí a aplicar la huata que acolchona el yeso y fui envolviendo su pie con varias capas de yeso, al mismo tiempo que trataba de esconder la gran erección que tenia, le coloque una bota de yeso que solo dejaba libres sus cinco hermosos dedos, y terminaba por debajo de la rodilla, hice los últimos detalles del yeso de Nancy, limpie el resto del yeso de su piel y coloque su pie sobre una almohada, en la cara de Nancy se notaba una especie de alegría y no se cansaba de mirar su pie encerrado en ese blanco y rígido yeso, ¡por fin estoy enyesada!, ¡mi primer yeso!, me dijo Nancy, si ya estas enyesadita corazón le respondí ya no te va molestar tu tobillo, solo vamos a esperar que seque bien, mientras Nancy extendía los brazos pidiendo un abrazo, la abrace mientras me decía al oído muy suavemente: "excelente trabajo doctorcito, me encanta como dejo mi piecito enyesado, ¿crees que me veo bonita así coja de un pie?, por supuesto le respondí te ves hermosa además me encantas así, ella me correspondió con un tierno beso, luego me dijo "bueno espero que cuides de esta pobre cojita enyesada con cariño, doctorcito",por su puesto le respondí, con mucho cariño, "bueno pues soy toda suya, soy su coja",mientras ella me decía eso, yo besaba su cuello y parte de sus pechos, toda la tarde me la pase mimándola, besando sus pies que prácticamente me los comí.

Al siguiente día, el yeso ya estaba seco, y la ayude a ducharse, salimos a desayunar, Nancy se veía tan hermosa con su falda, su pie izquierdo con una sandalia de tacón algo alto y en el otro un hermoso yeso, usaba una blusa de tirantes y sus muletas le comprimían los pechos que parecía que se salían de su blusa con cada paso que daba, me dijo Nancy: parece que se salen los pechos de la blusa por las muletas, pero quien "me manda chingarme una pata verdad", si le respondí con algo de risa. Recorrimos unas ciudades mas con Nancy enyesada de un pie, cada noche teníamos sexo como locos, me encantaba que su pierna enyesada descasara sobre mi hombro mientras la penetraba y la hacia llegar al orgasmo, besaba sus deditos que salían del yeso con gran frenesí, besaba sus pechos y ponía súper duros sus pezones mientras ellas jugaba con su pie enyesado mi pene, cada noche se repetía una escena semejante.

Mientras el tiempo corría, fuimos a su embajada hablo y arreglo sus papeles, la invite a hospedarse en mi casa para que conociera mi ciudad y pasaba el tiempo de retirarle su yeso, le encantaba usar ropa muy juvenil y zapatillas de tacón muy alto en el pie sano, además de que cuidaba al máximo sus pies, cuando le retire su yeso se puso un poco triste, aun que todavía no caminaba bien y aun tenia un poco de dolor, seguíamos teniendo sexo muy, muy seguido, Nancy me repetía muchas veces soy tu coja ,amor, yo le decía si corazón eres mi coja, un día me pregunto¿ si te pidiera que me rompieras un pie lo harías?, pero te dolería mucho ella me dijo: no importa, claro que si le respondí, aunque podemos fingir y enyesarte cada vez que quieras, eso me gusta me respondió Nancy, así que muchas veces la enyeso jugamos a que se rompe un tobillo, ambos disfrutamos de nuestro fetichismo tan extraño yo y la ilegal.

Con mucho cariño para mi cojita Nancy. Mi correo es monte_xto77@hotmail.com o mujercoja@yahoo.es

LA ILEGAL.

Para disfrutar mejor mis vacaciones decidí realizar un paseo en mi propio auto, una especie de tour por algunos pueblos del sur de México casi colindando con Guatemala, así que aliste mi camioneta, e inicie mi viaje por esos hermosos lugares, visitando también los pueblos de la frontera entre México y Guatemala, sin imaginar la sorpresa que me tenia preparada el destino; una mañana en que recorría una carretera muy solitaria, a lo lejos descubrí que una chica me hacia la parada, pidiendo aventón, por un momento dude en detener mi camioneta, ya que la carretera es muy solitaria, pero luego de mas o menos ver el lugar y no encontrar nada sospechoso según yo, me detuve, hola le dije a la chica que me contesto con: un hola pero con acento centroamericano, ¿hacia donde vas? Le pregunte ella me dijo que un pueblo mas adelante, sube le dije, ella subió me di cuenta que era muy bella, morena clara, con un cuerpo muy bien formado, frondosos senos y unos glúteos muy apetecibles, inicie la marcha del auto, durante el trayecto entablamos platica, su nombre era Nancy de 26 años, de nacionalidad venezolana y además ilegal, tremenda bronca en la que me estoy metiendo pensé, pero Nancy me dijo que con unos amigos que conoció en una fiesta habían pactado realizar un viaje a México como ilegales a modo de aventura y después regresarían a su país, solo que se había perdido del resto del grupo y necesitaba hablar a su embajada, me pareció muy creíble su historia así que no investigue mas y me quede tranquilo, viajamos hasta un pueblo que estaba a una hora de camino y nos detuvimos en un pequeño paradero, la invite a desayunar, por un momento Nancy titubeo, diciendo que no quería dar molestias pero le insistí y dijo que si, me baje y le abrí la puerta, ella llevaba unos jeans una sudadera y un par de tenis, al bajar ella note en su cara un gesto de dolor y al empezar a caminar, apenas y podía hacerlo cojeaba mucho, en ese momento sentí una gran excitación siempre eh tenido ese fetiche ver a las chicas enyesadas o cojas me prende, aunque nadie lo sabia, mi gran fantasía era estar con una chica lastimada de un pie, también me considero fetichista de pies pues me encantan y los considero una parte muy sexy de la mujer, le pregunte ¿Qué le había pasado?, mientras le ofrecía mi hombro para que se sostuviera, caminamos hacia el parador y pedimos de almorzar, le volví a preguntar a Nancy sobre el motivo de su cojera, Nancy me contesto que: no se había perdido del grupo, la verdad era que una noche anterior, estaban todos ingiriendo bebidas embriagantes en un sitio kilómetros atrás de donde yo la había levantado, al estar ya algo ebrios, el sonido de una sirena los asusto así que corrieron entre el monte como estaba algo ebria al saltar en una pequeña barranca ella se había torcido el tobillo, sus amigos decidieron esconderse ahí ya que Nancy no podía caminar, pero al despertar descubrió que sus seudo amigos ya se habían ido llevándose todo su dinero y su bolso, y como pudo subió hasta la carretera donde yo la levante, le pregunte ¿Por qué no me había dicho a cerca de su pie lastimado?, ella me respondió: que por pena y por temor que al verla lastimada no la quisiera levantar, la verdad me causo mucha ternura ver a Nancy así tan indefensa, perdida, sin dinero y con un pie lastimado, además de eso me excitaba tanto verla cojita, le dije que era yo medico y que le revisaría mas tarde, terminamos de almorzar y pedí un poco de hielo para llevar, regresamos a la camioneta, pero le pedí que no apoyara su pie lesionado para que no se lo lastimara mas, así que fue brincando en un solo pie.

Senté a Nancy en la parte trasera de la camioneta y comencé por retirarle su tenis y su calceta con mucho cuidado, con cada movimiento ella hacia muecas de dolor descubrí un hermoso pie mediano, muy bien cuidado con dedos largos y uñas cuadradas pintadas de un esmalte rosa claro, además que expelía un olor muy agradable, revise su tobillo estaba muy hinchado y con una coloración amoratada alrededor el tobillo que llegaba a medio pie, con los movimientos que le hacia para revisarla Nancy me decía: ¡ay, ay!, ¡Duele mucho!, ¡Ay, ay!, y hacia muecas de dolor muy marcadas, pero al mismo tiempo entre mezcladas con una especie de suspiro de placer, que me desconcertaba, Nancy sudaba yo supuse que por el dolor que le causaban los movimientos de la revisión, me pregunto si era seria la lesión de su tobillo yo le respondí que no sabia a ciencia cierta, pero que muy probablemente si y que sospechaba que estuviera fracturado su tobillo, entonces ella me dijo en tono algo coqueto: " quieres decir que me eh jodido el tobillo", le dije que muy probablemente si, le aplique un vendaje y el hielo que había pedido en el parador, Nancy por un momento se preocupo y me dijo: que voy hacer, estoy perdida, con una pata casi rota y sin dinero, yo le dije que no se preocupara que yo la iba a ayudar en todo, Nancy me dijo: eres muy lindo en ayudar a una pobre chica coja, estoy en tus manos, confió en ti, gracias por confiar en mi le respondí, comente que iríamos a descansar a un pueblo cercano donde había un hotel, además que tendría que tomarle una radiografía de su tobillo y que lo mas seguro es que la iba a enyesar, esa afirmación cambio su rostro y dibujo una sonrisa muy discreta; "de verdad me vas a enyesar el pie" me dijo, se que te preocupa pero es necesario, "si, si no importa" me respondió, entonces tomamos el camino al pueblo, de pronto recordé que Nancy no tenia ropa para cambiarse, así que al llegar al pueblo encontramos una tienda de ropa sencilla pero muy juvenil aparque la camioneta y bajamos a comprar algo de ropa, ella iba apoyada en mi hombro y yo la tomaba de la cintura, apenas y apoyaba su pie derecho, compramos unos jeans, una falda típica, un par de blusas y ropa interior, un par de sandalias de piso y unas con algo de tacón, de ahí salimos al hotel. Después que se ducho Nancy le vende de nuevo su tobillo y lo coloque sobre una almohada, decidí salir a comprar de comer para que Nancy no caminara, estaba tan entusiasmado con lo que pasaba que no lo podía creer, estaba de vacaciones solo, con una hermosa chica, con unos pies hermosos y además estaba coja, era todo un sueño hecho realidad, lo que no sabia es que Nancy tenia un secreto que acrecentaría mi felicidad, compre lo necesario para comer y además agregue cerveza.

Al llegar a la habitación Nancy dormitaba con su pie vendado tal como lo había dejado, como hacia calor se había puesto una blusa de tirantes y la falda típica, su pie sano se veía hermoso también, la desperté para que comiéramos, tomamos suficiente cerveza para sentirnos algo tomados, de pronto Nancy me dijo: sabes me gustas, de verdad le dije, si me respondió, tu eres muy bella le dije, Nancy interrumpió pero estoy coja con una pata casi quebrada y de seguro no me veo sexy, yo le dije te ves maravillosa, ¿te gustan mis pies? Me pregunto, me encantan, son hermosos le respondí, Nancy me dijo sabes tengo un fetiche, yo le dije: ¿Cuál?, ella me dijo pero no pienses que estoy loquita, no como crees le dije, siempre eh soñado con romperme un pie para estar enyesada, desde adolescente me ha excitado ver a otras chicas enyesadas y siempre que veía a una chica enyesada de un pie, deseaba que fuera yo la enyesada, me gustaba mucho fingir que me torcía el tobillo en las clases de deporte y cojear, fingiendo que me dolía el tobillo para caminar, pero nunca conseguí romperme un pie de verdad, además que me encanta lucir mis pies, se que algunos hombres se excitan al ver unos pies lindos, y también al ver cojear a una chica, esa confesión lleno mi cuerpo de un escalofrió y mi corazón empezó a latir mas rápido, yo le confesé que también me encantaban los pies de las mujeres, sobre todo si estaban enyesados, me excitaban las mujeres cojitas y enyesadas, Nancy me respondió que era la primera vez que escuchaba a un hombre con un gusto similar, cuando me dijiste que me enyesarías no sabes el placer que me causo el solo imaginarlo, aunque me duele mucho mi tobillo vale la pena por obtener un yeso, Nancy dando un brinco se acerco y me abrazo, nos fundimos en un beso que nos llevo a la cama donde comencé dándole masaje a sus pies, primero su pie lastimado con mucho cuidado y cariño, acaricie, bese y chupe cada uno de sus hermosos dedos, a lo que ella respondió con gemidos de placer y a tocarse lo que me excito mas, lentamente nos fuimos quedando sin ropa hasta la desnudez total, tuvimos sexo el resto de la tarde y la noche, hasta que nos quedamos dormidos.

A la mañana siguiente después de desayunar le dije a Nancy que fuéramos a una ciudad cercana donde hubiera rayos X, para corroborar como estaba su tobillo, salimos pues rumbo a la ciudad, al llegar pregunte por la ubicación del gabinete de rayos X, la lleve hasta ahí, la recepcionista muy amable nos atendió y nos hizo pasar a la sala donde le harían las tomas, ¿Qué le paso a su esposa? Me pregunto, yo con algo de risa le respondí que se había caído de las escaleras de nuestra casa, ella me respondió que hacia seis meses se había caído en las escaleras de su casa pero que solo tuvo una torcedura, Pobre de su esposa, una torcedura duele mucho me dijo, por fin me entregaron las radiografías, y solo había una fisura en un hueso de su tobillo, así que le dije a Nancy que si se había roto el tobillo y que la tendría que enyesar, en su cara había una sonrisa con esa afirmación que yo le hacia, salimos del gabinete y pase por una farmacia y compre lo necesario para enyesarla, mas adelante ubique una tienda de aparatos ortopédicos y compre un par de muletas de aluminio, Nancy estaba entusiasmada, es mi primer yeso me dijo, no lo puedo, creer esta aventura ya me esta gustando mas, seleccionamos un hotel cómodo, ajuste las muletas y le dije a Nancy como usarlas, era buena con las muletas considerando que nunca las había utilizado, Nancy llego al hotel en muletas.

Ya en la habitación prepare todo para enyesarla, su tobillo aun estaba muy amoratado y le dolía cuando yo lo movía, procedí a aplicar la huata que acolchona el yeso y fui envolviendo su pie con varias capas de yeso, al mismo tiempo que trataba de esconder la gran erección que tenia, le coloque una bota de yeso que solo dejaba libres sus cinco hermosos dedos, y terminaba por debajo de la rodilla, hice los últimos detalles del yeso de Nancy, limpie el resto del yeso de su piel y coloque su pie sobre una almohada, en la cara de Nancy se notaba una especie de alegría y no se cansaba de mirar su pie encerrado en ese blanco y rígido yeso, ¡por fin estoy enyesada!, ¡mi primer yeso!, me dijo Nancy, si ya estas enyesadita corazón le respondí ya no te va molestar tu tobillo, solo vamos a esperar que seque bien, mientras Nancy extendía los brazos pidiendo un abrazo, la abrace mientras me decía al oído muy suavemente: "excelente trabajo doctorcito, me encanta como dejo mi piecito enyesado, ¿crees que me veo bonita así coja de un pie?, por supuesto le respondí te ves hermosa además me encantas así, ella me correspondió con un tierno beso, luego me dijo "bueno espero que cuides de esta pobre cojita enyesada con cariño, doctorcito",por su puesto le respondí, con mucho cariño, "bueno pues soy toda suya, soy su coja",mientras ella me decía eso, yo besaba su cuello y parte de sus pechos, toda la tarde me la pase mimándola, besando sus pies que prácticamente me los comí.

Al siguiente día, el yeso ya estaba seco, y la ayude a ducharse, salimos a desayunar, Nancy se veía tan hermosa con su falda, su pie izquierdo con una sandalia de tacón algo alto y en el otro un hermoso yeso, usaba una blusa de tirantes y sus muletas le comprimían los pechos que parecía que se salían de su blusa con cada paso que daba, me dijo Nancy: parece que se salen los pechos de la blusa por las muletas, pero quien "me manda chingarme una pata verdad", si le respondí con algo de risa. Recorrimos unas ciudades mas con Nancy enyesada de un pie, cada noche teníamos sexo como locos, me encantaba que su pierna enyesada descasara sobre mi hombro mientras la penetraba y la hacia llegar al orgasmo, besaba sus deditos que salían del yeso con gran frenesí, besaba sus pechos y ponía súper duros sus pezones mientras ellas jugaba con su pie enyesado mi pene, cada noche se repetía una escena semejante.

Mientras el tiempo corría, fuimos a su embajada hablo y arreglo sus papeles, la invite a hospedarse en mi casa para que conociera mi ciudad y pasaba el tiempo de retirarle su yeso, le encantaba usar ropa muy juvenil y zapatillas de tacón muy alto en el pie sano, además de que cuidaba al máximo sus pies, cuando le retire su yeso se puso un poco triste, aun que todavía no caminaba bien y aun tenia un poco de dolor, seguíamos teniendo sexo muy, muy seguido, Nancy me repetía muchas veces soy tu coja ,amor, yo le decía si corazón eres mi coja, un día me pregunto¿ si te pidiera que me rompieras un pie lo harías?, pero te dolería mucho ella me dijo: no importa, claro que si le respondí, aunque podemos fingir y enyesarte cada vez que quieras, eso me gusta me respondió Nancy, así que muchas veces la enyeso jugamos a que se rompe un tobillo, ambos disfrutamos de nuestro fetichismo tan extraño yo y la ilegal.

Con mucho cariño para mi cojita Nancy. Mi correo es monte_xto77@hotmail.com o mujercoja@yahoo.es