La horca de la justicia. Lupe Vargas 2.
Lupe encuentra en un grupo de mujeres ayudda en su venganza y descubre la libertad y el placer sexual. Un western porno erotico
La horca de la justicia.
La venganza de Lupe Vargas 2.
Cuando Lupe se despierta se encuentra sola en la cama, remolonea, le agrada el mullido del colchón, se levanta, en la otra habitación no hay nadie. Sale hasta la puerta, ve a la mujer sentada en una mecedora, está leyendo, se vuelve al oírla.
-“Lupe, estabas agotada has dormido más de doce horas. Ahora te voy a preparar algo para que comas y luego hablamos.”-
Entra en la casa, sobre la chapa de la cocina hay una cafetera. Sirve dos tazones con café, acerca uno a la mexicana, mientras en una sartén pone a freír panceta , cuando la saca al plato, en la grasa que ha soltado, echa dos huevos. Lleva la comida a la mesa, con una hogaza de pan.
Lupe devora lo que ha preparado Kate. Le pide por favor otra taza de café, cuando acaba, sonríe por primera vez en mucho tiempo.
-“Muchas gracias, encima del hambre que tenía, es la primera vez en mi vida, desde que era muy cria que alguien me prepara el desayuno. Aunque por la hora, puede ser el almuerzo:”-
Kate la mira con ternura, Lupe parece casi una niña con inmensos ojos negros, sólo los pechos poderosos que levantan la tela del camisón, permiten adivinar que es toda una mujer.
Se ha hecho un silencio, Kate se da cuenta que la mexicana espera que ella la informe.
-“Lo primero, creo que querrás saber cómo conocí a tu cuñado. Desafió y mató a mi marido. Yo vivía en Boston, era pobre, me compró como esposa un hombre rico de este pueblo. Era el dueño del banco y del almacén donde se surtían todos los pueblos de los alrededores. Al principio las cosas no iban mal, aunque era torpe y me usaba como un objeto de su propiedad.”-
Lupe imagina al hombre cogiéndola a todas horas. Kate es hermosa en sus treinta y pocos, pelirroja, con el pelo ondulado, ojos azules y un cuerpo que se adivina rotundo a pesar del vestido elegante pero discreto.
-“Yo me encargaba del almacén. Decidí añadir una zona para mujeres, me gusta coser, lo hago bien y me fui haciendo con una clientela que me encargaba los vestidos para las grandes ocasiones. Así fui haciendo amigas. A mi marido no le gustaba la camaradería que teníamos entre nosotras. Y empezó a maltratarme en casa. Nadie lo sabía, pero en mi cuerpo se multiplicaban los cardenales. Un día estaba atendiendo a una mujer, Lily Star, que es la dueña de un salón de un pueblecito cercano, donde a parte de beber, trabajan mujeres que se ganan la vida atendiendo a los hombres de la zona. Mi marido llegó totalmente enojado, no soportaba que yo tratara, con lo él llamaba mujeres de moral dudosa, la insultó y cuando yo la defendí , me pegó. Y allí estaba tu cuñado, acompañaba a Lily, Ordenó a mi marido que nos pidiera perdón, él se sabía fuerte y rápido con los revólveres, no sólo no se disculpó, sino que insultó a Luís. Este le miró tranquilo y le dijo que si seguía sosteniendo sus palabras saliera a la calle a mantenerlas. No era el primer duelo de mi marido, llevaba cinco muertos a sus espaldas, era uno de los pistoleros más rápidos de la zona. Aceptó el desafío, salió a la calle y apenas lo hizo tu cuñado, fue a desenfundar. No llegó a sacar su arma, antes Luís le había metido una bala en la cabeza.”-
- “Había testigos que podían atestiguar la legítima defensa. Pero tu cuñado era mexicano y a la gente de aquí, no le gustan los mexicanos, y encima rápido con las armas. Para evitar problemas en cuanto se aclararon las cosas se marchó del pueblo. Lily se quedó y me ayudó a resolver los papeles de las propiedades. Siendo mujer, no podía hacerme cargo del banco, se lo vendí a al sheriff y a un socio suyo, un judío que tenía una carpintería. De esa forma me puse a la autoridad de mi parte. Yo me quedé con el almacén. Tenía dinero, así que cuando Lily me propuso montar una escuela para niñas, donde también pudieran asistir niños, acepté, quería hacer algo útil. La maestra nos la proporcionó Luís, la única superviviente de una caravana asaltada, nunca supimos si por los apaches o por rebeldes sudistas. Anda , ven y te la enseño.”-
Salen de la casa, a unos doscientos metros hay un edificio bastante grande.
-“Ahí , a la derecha, está la escuela y el comedor. A la izquierda es donde duermen los niños que viven lejos o no tienen familia. Tu cuñado nos ayudó a construirlo y venía de vez en cuanto para ver que no hubiera ningún problema. Es verdad que aprovechaba para visitar a Lily y a la maestra. No debemos decir que ha muerto. No conviene que nadie te relacione con él. Fue la mamá de una de las niñas, una mujer que trabaja en el prostíbulo de Yelow River, la que localizó a los hermanos Taylor. Han comprado un rancho allí. Ahora son poderosos y hombres de ley.”-
“Iré a matarlos, gracias. Mañana saldré por temprano a buscarlos.”-
“Creo que ese no es el camino. Ahora, después de lo del Paso, estarán prevenidos y no podrás acercarte. Debes estudiar donde viven, que hacen, para poder eliminarlos sin problemas. Ellos están juntos y si no eres astuta no lo conseguirás. Hay que montar toda una operación. Yelow River está relativamente cerca, a cuatro horas a caballo, debes prepararte y atacar por sorpresa. Por si vienen, ya que si investigan a tu cuñado, pueden recordar mi amistad con él, conviene que te feminices. Así estarás más segura, ellos buscarán a un chico joven. Como mujer, puedes ir a su territorio y ver como luchar contra ellos. En el almacén hay munición, y aquí cerca un lugar donde puedes practicar. Vas a ser mi criada de cara la gente, nadie sospechará. Y te aseguro que esos hijos de perra en menos de dos meses están en el otro barrio.”-
Lupe, agradecida, la abraza. Kate al responder a la expresión de cariño de la mexicana y rodearla con los brazos, recuerda a Luís cuando le decía que su cuñada tenía el cuerpo mas delicioso que había conocido, y había conocido muchos.
El abrazo dura un tiempo en el que ambas mujeres van descubriendo sentimientos de camaradería y afecto. Kate la besa en la frente como una hermana mayor, Lupe devuelve el beso con dos en las mejillas de su nueva amiga, que al moverse hace que el segundo roce sus labios.
Kate está excitada, le atrae la otra mujer, así que se separa y le dice con una sonrisa: - “Anda, no seas vaga y vístete. No puedes estar en camisón todo el día. Espera que te de ropa limpia.”
De un armario saca una camisa , una falda y unos pantaloncitos de algodón y se vuelve a la mexicana preguntando:
-“¿Quieres usar corsé?”-
-“No, no lo he usado nunca , con eso me será suficiente si tienes unas zapatillas para calzarme.”-
Sin pudor se desnuda. Kate nota como se empapa al ver el cuerpo de Lupe. La piel aceitunada, los pechos erguidos, que elásticos vibran con el movimiento de la mujer, la cintura estrecha, las piernas largas y finas, el matojo negro y rizado de su pubis.
La roza al acercarle las prendas y no pierde detalle mientras se viste.
Las dos mujeres van hacía la escuela. Lupe se queda asombrada. Treinta niños entre los cinco y nueve años están en el aula. Cuando entran las mujeres, se levantan y acuden cariñosos a saludar a “tía Kate”. Ésta presenta la maestra a Lupe. Es una mujer de unos treinta años, rubia, con unos ojos azules que tienen chispas de alegría, es agradable verla, rezuma felicidad.
Aprovecha la llegada de Kate para mandar a los chicos al recreo. Salen ordenados pera apenas traspasan la puerta se convierten en una pandilla de juguetones aulladores.
Junto a la pequeña escuela, el edifico tiene otra ala. Allí, Lupe recorre un dormitorio lleno de literas, todas armadas. Los baños con duchas y pequeños inodoros se encuentran junto a una habitación con tres camas grandes, sillas y roperos. Hay un baño que destila feminidad.
-“Aquí dormimos nosotras.”- aclara la maestra con una sonrisa.-“Ahora te enseño donde juegan los mas pequeños.”-
Van a la zona más nueva, los gritos y las risas indican la presencia de niñez. Y allí están. Ocho criaturas entre dos y cuatro años, juegan en el suelo, tranquilos, felices. Tirada con ellos, una mujer de cuarenta años, sería la mujer mas hermosa que Lupe hubiera visto, si no la cruzara el rostro una cicatriz recuerdo de un navajazo. Pese a ello se la ve contenta. Se levanta , besa a Kate en la boca y luego a Lupe en la mejilla. Se arrima a la maestra que la abraza.
-“Lupe has conocido a Jane y a María. Ellas son el alma de la institución, cuidan de loa niños. Ahora están solas, pero les suelen acompañar alguna de las madres de los niños que has visto. Esta región es dura con las mujeres. Hay demasiadas viudas, demasiados niños sin padre. Todas nos ayudamos para que los niños tengan un mundo menos cruel. Si quieres, además de trabajar en la tienda, puedes ayudar aquí.”- la voz de Kate es una mezcla de orgullo y bondad.- “Para algo debía valer el dinero que he ganado con la venta del Banco y con el almacén. No todas las mujeres tienen mi misma suerte.”
Lupe está impresionada, la maestra, la prostituta marcada y Kate han creado un mundo de mujeres donde reina la armonía y la felicidad. Los miedos, los temores no existen.
Charlan un rato mientras preparan la comida para los niños, después Kate les dice que Lupe se va a quedar y que vivirá con ella en su casa. Hay una mirada de complicidad entre las tres, que no le pasa desapercibida a la mexicana. Se despiden para ir al pueblo cercano y que la recién llegada conozca la tienda.
El almacén es el local más importante del pueblo. Vende todo lo que se puede necesitar en la región, desde comida en sacos y latas hasta armas, pasando por telas, dulces y aperos de labranza. Lo atienden tres mujeres que han sido hermosas, pero que el paso de los años las ha convertido en venerables matronas.
Cuando Lupe, maravillada, le insiste en que allí se vende todo de todo, Kate le hace ver que no se venden ni animales, ni madera ni licores. Con una sonrisa le dice que no conviene ser acaparadora. Visitan al sheriff para presentar a Lupe, lo hacen diciendo que es la hija de la madrastra de Kate. Se enteran del tiroteo en el Paso. Dos hombres con extraña puntería han acabado con 14 personas y han logrado huir. El que se quedó guardando la retirada, parece que salió mal herido. No han robado nada, sólo se defendieron, pero los rurales les buscan. Se ríe el defensor de la ley cuando dice que no sabe si para contratarlos o para detenerlos.
De vuelta a casa, en el carricoche, las dos mujeres comentan sorprendidas y alegres que Luís puede estar vivo.
Se preparan un té, sentadas en el porche es Kate la que reanuda la conversación.
-“ Buscan a dos hombres, así que mientras sigas vestida de mujer no hay problema. Desde aquí podemos preparan el ataque a tus agresores. Luís, seguro que está escondido y en brazos de una mujer, no sé si sabes que le llaman Sonora por ser mexicano y tener una cosa entre las piernas que hace cantar a las mujeres. Creo que menos tú y yo, todas caen a sus pies. Jane y María han sido sus amantes, a parte de Lily, que ya la conocerás. Tu cuñado tiene algo que las enamora.”-
- “ Entonces, tú y él ¿ no habéis sido amantes?.”-
-“ No. Nunca había gozado con mi marido y no me apetece hacerlo con los hombres. Fue Lily la que me hizo ver que la búsqueda de mi placer estaba en otra mujer. Ese fue el disparador con mi difunto, que se dio cuenta cómo cambiaba cuando ella venía a visitarme.”-
Lupe está sorprendida, un mundo que no conoce se abre ante ella.
-“Entonces, Lily y tú sois amantes, y Lily también lo es de mi cuñado…”-
-“Y María y Jane también se quieren pero gozan con un hombre. Hay mujeres que disfrutan con los dos sexos, otras sólo con hombres y otras que sólo con mujeres. Yo soy de esas últimas. Lo importante es poder disfrutar del sexo.”-
Lupe de pronto entiende el gusto que había sentido con las caricias de Kate cuando la bañaba, el extraño cosquilleo que notaba cuando se rozaban, la satisfacción que había vivido al desnudarse frente a ella y verse valorada.
-“No lo he hecho nunca, pero me gustaría estar contigo. Saber que se siente.”-
- “ Se puede llegar al fin del mundo , a la sublime explosión, al desmayo. Si quieres, déjate hacer y prueba.”
Kate se levanta, toma de la mano a Lupe, entra en la casa y la besa mientras cierra la puerta.
Lupe por primera vez en su vida había disfrutado del sexo, nunca pensó que se podía gozar tanto. El romperse, el marchar hacía el infinito, el temblor sublime que la inundaba, las olas que la anegaban. Hacer el amor con otra mujer era algo que nunca había pensado, pero que cuando lo probó, fue lo más maravilloso de su existir, sólo comparable con lo que sintió cuando nació su hijo y le vio agitarse por primera vez, buscando su pezón, alimento de su pequeño dios.
Ese pensar en su hijo le hace concentrarse en la práctica. Se entrena en un pequeño valle, apenas a media hora del pueblo, para que no llegue el sonido de sus disparos. Cada vez más rápida, más segura, prueba una y otra vez a desenfundar desde la sobaquera, bajo el chaquetón y acertar en el pequeño bote que salta ante los impactos. Cuando acaba, recoge los casquillos y las balas deformadas, no debe dejar ninguna huella de sus ejercicios, nadie debe vincular a la persona que va a matar a dos hombres con la amiga de Kate. Porque ahora quiere vivir, quiere disfrutar de el amor que nunca pensó iba a encontrar y que le espera en casa. Se monta en el pequeño carricoche y vuelve hacia los brazos de su pareja.
Kate está con los niños, Lupe pasa a verlos, juega con ellos, y entre las cuatro mujeres les dan la cena y los ayudan a acostarse. Agotados del día las criaturas se duermen. Las mujeres salen al porche.
El sol se ha puesto y queda la última claridad antes de la noche.
-“ Lupe, hay algo que debes aprender. Sé que me amas y yo a ti. María, Jane , nunca pensé que iba a enamorarme como lo he hecho.”- dice Kate y luego besa apasionada a la mexicana.- “Pero hay algo que tengo muy claro. El amor no es posesivo, debe ser abierto, debe huir de los celos. Debe poderse compartir. Por eso os tengo que pedir un favor….que creo las tres estaréis de acuerdo. Hoy me gustaría que una de vosotras se acostara con Lupe, para que ella se de cuenta que puede disfrutar no sólo conmigo sino también con otras personas, con otras mujeres.”
Las tres se miran sorprendidas. Es María la que primero habla:
-“ Creo que es Lupe la que debe opinar y sobre todo elegir”-
Lupe se da cuenta que María, con la cara surcada por una cicatriz, no quiere ponerla en un compromiso, se llena de ternura y mirándola a los ojos dice:
-“ Si mi amor y mi maestra dice que debo estar con otra mujer para saber que soy libre, a mi me parece bien. Ella me ha enseñado a disfrutar de mi cuerpo, algo que no sabía que existiera. Y como elijo yo mi pareja para hoy en la noche, sin que te molestes Jane, prefiero a María. Seguro que sabe hacerme gozar más. Tú tienes menos experiencia. Pero antes cenaremos juntas.”-
Riendo, tras comer, de la mano, van hacia la casa María y Lupe. Tras cerrar la puerta, la mexicana besa a la mujer y le susurra:
-“Por favor, sé dulce conmigo y enséñame.”-
María sonríe y la devuelve el beso. Lupe siente la cicatriz en los labios cuando los recorre con la lengua, que luego entra a jugar con la de su amiga. Nota el cuerpo apretado al suyo, de la dulzura se va pasando a la pasión. Las manos recorren los cuerpos a través de las ropas. Cuando se separan, jadean.
-“¿Quieres que te ayude a desnudarte?”- pregunta Lupe. Sin esperar respuesta, le comienza a soltar los botones en la espalda de la blusa. Acaricia los hombros desnudos, y sigue voluntariosa, cuando la prenda cae al suelo, con los cintos del corsé. Mientras María se ha quitado la falda y la pantaleta.
Se vuelve desnuda a Lupe, esta no puede menos que quedarse asombrada ante el cuerpo de su amiga. Perfecto. El busto erguido, los pezones grandes, la cintura estrecha, sin un gramo de grasa, con un color sonrosado, un vello púbico ensortijado, apenas un nido.
María sonríe, complacida del impacto causado en la otra mujer.
- “ Ahora, te toca a ti. Quiero ver como te desnudas.”-
Lupe lo hace rápido, ansiosa, la blusa, la falda. Queda en calzoncillos largos de hombre y mira avergonzada a María.
“No me acostumbro a la ropa elegante.”- dice a modo de disculpa.
“Estas preciosa. Por favor, sigue”- María comienza a acariciarse sin pudor ante la mexicana. Esta no ha visto nunca masturbarse a otra mujer, y se excita, se empapa. Se queda parada ante ella. No sabe qué hacer. María la toma de las manos y la acerca, después la besa en los párpados. Lupe se queda con los ojos cerrados.
-“Quédate así. Con los ojos cerrados, déjate llevar y sólo siente.”-
Los labios, la lengua recorren su rostro, al hacerlo los cuerpos desnudos entran en contacto, los pechos se rozan y los pezones se le erizan batiéndose como puñales con los de María, que la toma de la mano y la lleva hacia la cama. La abre y empuja con delicadeza a Lupe, que sigue con los ojos cerrados, tumbada en las sábanas.
Le arde la piel ante los labios, la lengua y los dedos de su pareja, la exploran, la palpan, la saborean. Lupe empieza a gemir, sus ayes entrecortados no hacen que las caricias se aceleren. No puede más, su mano busca el sexo para desahogarse, pero María le separa y la sujeta, impidiéndola masturbarse.
-“ Todavía no. Estate quieta.”-
Y entonces recorre los muslos y encuentra su sexo encharcado. Pasa el dedo por los labios y mojados los lleva a la boca de la mexicana, que chupa sus propios jugos. Después la caricia , los besos , las lamidas, ya lo conoce pero es un ritmo diferente del que le ha acostumbrado Kate.
Empieza a estallar y entonces los dedos de su compañera se introducen el la vagina y le acarician donde nadie la ha acariciado. Se corre chillando, apenas percibe que su esencia se derrama. No sabe cuando dura, se semidesmaya.
-“ Has conocido la pequeña muerte. Es una experiencia divina.”- me musita María al oído.-“Ahora me toca a mí. Te iré guiando.”-
-“ Lupe. De los dos hermanos a uno es fácil encontrarlo solo. Los martes va a mi saloon para estar con una chica de la que se ha encaprichado. Llega a la misma hora siempre: a las siete. El camino desde su rancho no tiene alternativa. Ahí le puedes cazar. Pero en cuidado, es muy peligroso. No le des ninguna ventaja.”-
Lupe por fin ha conocido a Lily, llegó a la tienda en busca de telas y vestidos, las saludó , compró y sólo cuando se quedaron solas en la trastienda y tras besar a Kate con pasión , les dio la información que Lupe ansiaba.
-“Una vez liquides a Bob , habrá que pensar cómo sacamos a Alan de su madriguera. Es el más difícil.”-
- “ Creo que te vamos a necesitar”- le contesta Kate- “ Es importante que nadie sepa como localizar a la persona que mate a ese cabrón. Cuidar a Lupe es fundamental. No podría vivir sin ella.”
Lily se ríe y besa a las dos mujeres.- “Así que tenía razón tu cuñado cuando decía que tú sólo serías feliz con otra mujer, que con lo que habías pasado , ningún hombre te podía hacer gozar. Y lo decía él, que es una maquina de dar placer. Me alegro y no tengo celos que mi adorada Kate haya encontrado su media naranja. Ahora , hoy me quedo a dormir y me atendéis las dos. Especialmente tú, Lupe. Te conozco bien de oídas y si has sacado la pasión que imagino, debes ser estar con un volcán poder disfrutarte.”-
-“Kate me ha hecho mujer de verdad. Me ha enseñado a recibir placer y a darlo, y además a no ser posesiva. Y yo también tenía ganas de conocerte bien, bien.”- Lupe lo dice con una sonrisa que llena de felicidad a sus amigas. El verla con buen humor, sabiendo lo que ha sufrido y el odio que acumula las hace ver que la ternura del amor la ha ayudado a cambiar.
Junto al río, escondida en entre unas rocas , vestida de hombre, con un poncho que disimula sus formas femeninas, Lupe espera tranquila. Sus compañeras, Kate y Lily que la han acercado con un pequeño carricoche están sobre una colina, con un caballo que Lupe ha insistido en llevar. Las dos están impresionadas con la enorme frialdad de la mexicana.
Bob Taylor cabalga tranquilo al trote. Son cuatro disparos los que lo rompen los brazos y derriban al caballo. El golpe al caer le desmaya. Cuando se despierta se da cuenta que tiene los pies atados y una soga le rodea el cuello. Le han rajado la ropa y tiene la parte delantera de su cuerpo desnuda.
-“Ha llegado tu hora. Eres un mal nacido. Quiero que sepas por qué voy a ajusticiarte. Porque eso voy a hacer. Yo soy la jueza y la verdugo. ¿ Te acuerdas cuando mataste a mi hijo y a mi marido, y me violasteis? . Yo soy aquella pobre mujer y he vuelto para vengarme. Dos de tus socios ya han muerto, ahora te toca a ti.”
Le da una patada, después con un cuchillo le graba en el pecho una L y una V, junto a la fecha en que la atacaron a ella y su familia. Bob chilla aterrorizado .
-“ Levántate. Si no lo haces , la muerte que te espera será todavía más cruel. A uno de vosotros lo despellejé y troceé hasta que me dio vuestros nombres. Así que ponte en pie y deja de llorar como un cobarde.”
Lupe lo empuja bajo un árbol y pasa la soga por una rama gruesa. Después la ata a la montura de su caballo.
-“Vas a morir ahorcado, pero lentamente , voy a tirar de la cuerda con mi caballo y vas a ir poco a poco sintiendo como te ahogas.”-
Mueve el caballo al paso, el hombre va sintiendo como la cuerda se tensa y le levanta del suelo. Bob patalea. Lupe se acerca. La verga está semierecta, la cercena deleitándose. Alarga la mano y se la mete en la boca .
Espera hasta que el ahorcado muere. Monta en el caballo y ata la soga al árbol para que siga colgado.
Después va al río , se desnuda y se baña en las aguas frías. Sus compañeras se acercan con el carricoche. La observan asombradas. Su cuerpo delgado pero exuberante parece despedir una extraña energía. Los pezones erectos desafían las miradas de las dos mujeres en las que se mezcla el deseo y la admiración.
-“. Cuando queráis nos vamos. Kate lleva a Lily hacia el pueblo, yo os alcanzo pero debo dar un rodeo para que les cueste seguir las huellas.”- mientras les habla se pone una blusa y una falda volviéndose a vestir de mujer. Hace un atado con el poncho y deja en él los revólveres con las fundas. Después monta a caballo y se aleja por las aguas del río. Sabe que así será más difícil rastrearla. Sale en un terreno pedregoso y enseguida cabalga hacia el pueblo.
Kate y Lily han llegado al saloon y allí esperan a su amiga. Cuando llega suben con una botella de güisqui a la habitación principal.
Se lanzan sobre Lupe hambrientas, la muerte las ha excitado. Primero la hacen gozar, relajándola, acariciándola, besándola, mordiéndola y chupando su sexo hasta que Lupe chilla de placer contorsionándose como una posesa.
-“ Estoy muerta, me habéis matado de goce.”- murmulla abrazada a sus amigas.
“Muerto, ese cerdo de Bob Taylor. No sabía que podías ser tan cruel ni que disparabas tan bien. Tu cuñado decía que eras una maravilla, y hoy lo hemos comprobado. Te hemos visto de otra manera. Como una fiera salvaje.”- susurra Lily .
“ Entiendes ahora porque estoy loca por ella. Siendo la más dura de las mujeres es también la más dulce y tierna. Has hecho el amor con ella, la has visto matar, pero no la has visto cuando juega con los niños en la escuela, cuando los cuida si están enfermos. Lupe es la mujer más mujer que existe, por eso la amo.”- Kate besa con ternura y pasión, reflejo del amor que siente.
“ Yo también estoy enamorada de ti. Y sólo deseo acabar con el último de esos perros para poder quedarme tranquila y feliz viviendo contigo. Envejecer juntas y amarnos siempre.”- los ojos de Lupe se llenan de lagrimas- “ Mañana debemos volver a casa y allí analizar como puedo sacar de su escondrijo a Alan, el último y el más peligroso.”-
Este relato está dividido en tres capítulos: La razón de una venganza, este y El poker de la muerte