La historia de una persona comun y corriente (4)
Despues de haber pensado que me habia repuesto de la aventura con Samantha y Rene. Volvi a tener la necesidad de una tranca en mi culo..
Después de mi aventura con Samantha y Rene. Presente un cuadro de depresión grave. Fui internado en una clínica para mi estudio y manejo. Después de mucho batallar y hasta electroshocks salí de este mal. Durante varios años todo parecía normal. Aun no tenia relaciones normales con persona del sexo femenino. Pero con los amigos me llevaba bien.
Ellos jamas supieron porque motivo fue la depresión. Pero la depresión era por la lucha interna que tenia una parte de mi ser gobernado por la testosterona y la otra parte gobernada por los estrogenos. Cuando creí que ya estaba saliendo me volvieron los recuerdos mas fuertes. Y como me aconsejo uno de los psiquiatras para poder salir de esto tendría que decidirme. Y me decidí. Hable con mis padres y les platique a groso modo lo que había pasado en ese viaje fatídico. Y que ahora sabia lo que quería. Transformarme en toda una mujer. Mi padre me dio una cachetada y me dijo que en su familia no había ninguna antecedentes de homosexualidad. Que haber como le hacia pero el quería un machito en su casa.
Mi madre mas comprensiba, por ello mi padre le dijo que era ella y su familia la que me habian heredado ese defecto, me acogio con cariño. Me dijo que si queria ser su hija que no habia problema. Ella me ayudaria. Por este motivo mi padre nos habandono y se fue a vivir con su amante. Mi madre decidio irse de la ciudad con su nueva hija.
Nos fuimos a vivir a una población de mente muy abierta. Así que no hubo problemas. Yo no quise estudiar ni trabajar. No hubo problemas porque con la fortuna que había heredado de sus padres y que la recibió después de haberse divorciado de papa, tuvimos mas que suficiente para llevar una vida lo mas cómoda posible. Yo entre a estudiar ballet, al principio como hombre. Pero mi constitución mas bien feminoide permitio que se me aceptara con el grupo de mujeres. Además me deje el pelo largo, que me llego hasta la cintura. A veces lo traía recogido en una coleta en otras la traía en una larga trenza y en otras ocasiones suelto. Si me veían por la espalda, en ocasiones, hasta un piropo me decían.
Con los ejercicios de ballet el cuerpo me fue cambiando, se me puso el culo duro y respingon. Sin grasa en en mi abdomen, pero lo malo es que estaba mas plana que una mesa. Asi que mi madre acudio con un medico famoso, que habia hecho algunas cirugias de cambio de sexo, para que me diera hormonoterapia. Fue un proceso lento, pero valio la pena. Mis pechos empezaron a aumentar de volumen llegando a ser 38 copa B, mis nalgas se volvieron mas voluminosas. Asi que mi cambio habia sido para bien. Agregandome volumen donde necesitaba y curvas donde se requeria.
El plan era que me hiciera una operación de cambio de sexo. La que me salvo de esto fue mi ángel guardián, ya supieron Silvia. A ella me la encontré porque el medico le encargaba los pacientes que serian intervenidos para que les diera un curso: desde como modular la voz, vestirse, tener modales femeninos, maquillarse, los cuidados después de la operación. En una palabra ella hacia la transformación mental del cambio de sexo.
Me dijo que conocía a muchos hombres que se había cambiado de sexo. Y que después de un tiempo se había arrepentido y que en esto no había vuelta atrás. Que ella me recomendaba que se me hiciera todas las cirugías necesarias, pero que no me fueran a quitar mi pene y mis testículos. Que primero viviera con todo completo y que si después de un tiempo, que iría de meses hasta años, decidia cambiar de sexo.
Esto, lo hable con el medico y me dijo que no había problemas. Pero que necesitaba varias cirugías: en la nariz, pómulos, pechos, quitarme una costilla para disminuir mas la cintura y de ser necesario aplicarme mi propia grasa en las nalgas para redondearlas mas. Pero que por lo pronto continuara con la hormonoterapia femenina. Y con las clases que me daba Silvia. Así aprendí a comportarme como toda una mujer, que ya era mentalmente.
Ya era una mujer al 100%. Me vestía, calzaba, me maquillaba y me peinaba como tal. Era mujer las 24 hrs del día. Ya no había ese nerviosismo que da el salir vestido de mujer. Pues lo único que me quedaba de la vida anterior era una verga, que ya no usaba pues con la hormonoterapia femenina ya no tenia erección y unos huevos que ya mas bien parecían canicas por la atrofia que causaba el estrogeno. Así que mi madre al fin tenia a su hija. Una hija rubia y guapa. Me cambio todos mis papeles de identificacion. Y me puso de nombre Rubí, porque decía que era su joya mas preciada.
El proceso de la transformación de mis pechos fue un poco pesado, ya que yo quería tener una copa C o CC. Así que en mis pequeños senos me pusieron unas prótesis que se fueron llenado un determinado tiempo para ir agrandando mis pechos. Así como le hacen a las mujeres que les van a poner prótesis después de operar un seno con cancer. Todo el proceso duro mas de 1 año. Pero al verme desnuda me di cuenta que valió la pena. Estaba hecha una belleza.
Por eso no perdía ocasión para exibirme. Cuando iba a la alberca o a la playa me ponía la tanga mas pequeña que se permitiera. Usaba vestidos de seda, casi transparente, con grandes escotes y hasta por arriba de las rodillas. Y no me ponía ropa interior. Cuando caminaba o cunado estaba de pie con la caída natura de la tela se veía que traía todo menos ropa interior. Me fascinaba ver la cara de estúpidos de los hombres, con esa mirada que casi te desnudan o te violan. Al ir a una disco todos querían bailar conmigo, era la mas deseada de las fiestas. Hasta ahí todo iba bien.
Pero Silvia me invita a que la acompañe en sus vacaciones. Nos fuimos a una playa. Causamos sensaciones cuando pisamos por primera vez la arena. Se podría decir que íbamos desnudas y unos diminutos pedazos de tela tapaban apenas lo necesario. Yo quería conocer hombres y volver a sentir lo que me había hecho sentir Rene. Pero Silvia me tranquilizaba y me decía que apenas teníamos unos días en ese lugar que esperaremos un poco.
En los días siguientes volvimos hacer lo mismo: por la mañana ir a la playa, comer en restaurantes elegantes y por la noche la disco. Pero ese dia fatídico conocimos a dos garañones, en la playa, parecían gemelos. Altos morenos con ojos verdes, con una musculatura impresionante y el pequeño traje de baño no dejaba nada a la imaginacion. Se veían tremendos paquetazos. Que nada mas de verlo se me hizo agua la cola.
Paseamos en la playa. Nos llevaron a pasear en yate. Nos llevaron a su cuarto para pasar la tarde. Mala decision. Pues llegamos y lo primero que hicieron fue despojarse de sus pequeñas prendas y dejar al aire sus tremendas vergas, que tenían unas cabezotas que parecían hongos. Hasta en eso se parecían, las tenían iguales. Silvia y yo nada mas nos saboreamos. Nos dijeron desnudense uds. también. Entonces Silvia hablo con uno de ellos y le menciono nuestro secreto. Armando, que así se llamaba el que quería con Silvia, dijo en voz alta que no importaba que fuéramos transexuales. Que mas bien eso era lo que querían ellos encontrar. Así que nos desnudáramos sin complejos.
Eso hicimos. Dejamos caer los pequeños trozos de tela y quedamos ambas desnudas. Apenas se nos veían nuestros penes, debido a que aun estábamos bajo tratamiento con hormonas femeninas y a dosis altas. Con miraron con lujuria y se abalanzaron como dos leones tras su presa. Julian, que asi se llamaba el que me toco a mi, me beso con una hambre que no había sentido antes. Casi me mete la lengua en la garganta. Pasandome su saliva, con un gusto dulzón a frutas, que yo me trague con mucho gusto. Parecía pulpo, me toco por todas partes de mi cuerpo con unas caricias suaves pero a la vez firmes. Me mamo los pechos, me beso las orejas, cuello. La mamada que me dio en los pechos fue de lujo, pues su legua jugaba con mis pezones y me daba leves mordidas hasta que me puso los pezones muy duros. Mientras con su mano jugueteaba con mi culito. Metiéndose en la boca un dedo, para ensalivarlo bien, y despues pasándomelo en mi ojete. Acariciándomelo hasta arrancarme gritos de placer. Despues me metió, uno por uno, los dedos de su mano. Cuando me metió los cuatro dedos los abrió como abanico, esto me dolio, pero tuvo el remedio me dio un beso que casi me asfixia. Luego me tomo de la cabeza y me la dirigió hacia su tremenda tranca. La que recibio con mi boca abierta hasta el maximo para que me pudiera entrar.
Jugue con su cabezota, que parecia un hongo, se la mame hasta ponerla roja como ciruela. Después intento metermela mas y apenas logro que entarar la cabeza. Pero el no se conformo con esto. No me fije que maniobra hizo que derrepente tenia no nada mas toda la cabeza sino que parte del tronco dentro de mi boca tocandome la gargante. Me apreto ciertos puntos entre mis pechos y se me quito el conato de nauseas. Entonces practicamente me empezo a coger por la boca. Me la metia y me la sacaba ritmicamente y con tal fuerza que su cabeza pegaba en mi garganta. Así estubo un buen tiempo hasta que luego estallo en una venida de abundante leche, que casi me ahoga. Y con tremenda tranca en la boca tuve que tomarmela, la leche, toda.
Aun después de haber terminado continuo metiendola y sacandola hasta que se puso flacida. Me tomo en su herculeos brazos y me cargo hasta la cama. De reojo pude ver como Silvia estaba siendo enculada, tenia toda esa tremenda verga, completita, en su culo. Parecía una muñeca de trapo que la sostenia unicamente la verga. Ella estaba acostada de espaldas, en la alfombra de, con el cuerpo doblado de tal manera que sus pies los tenia casi en su cara con el culo al aire y su enamorado estaba de pie sosteniendo la espalda con sus piernas con su verga metida hasta el pubis, pues tenia afeitado el vello pubico.
Jualina me acosto a horillas de la cama. Quedandome el culo casi en el aire. Me tomo las caderas con las manos y me levanto hasta que pudo meterme su tremenda verga. Le dige que me dolia que si podia ser un poco mas suave. Entonces me coloco su cara en mi culo y me empezo a mamar mi culo de una manero que le exigia que ya me la metiera. Entonces me volvio a tomar como antes y me metió su verga hasta el pubis de un solo envion. Di un grito de dolor, que luego paso a ocupar un placer intenso. Me deje coger como el quizo y al poco tiempo tuve un orgamo gigante en tiempo y placer. Despues senti como crecia mas u tranca y emepzo a diparar chorros de leche como una lavatiba.
Perdi el conocimientoy cuando desperte estabamos Silvia y yo acostadas en la misma cama amarradas con los brazos en la espalda y en las peirnas. Nuetros enamorados se había desaparecido.
Esta historia continuara....