La historia de una dama&su poeta 15
Alexandra te presento a mi vida hecha momentos -hablo Clara ayudando a bajar a Lucero.
Mi padre ha muerto. -Esta vez tuve que luchar mucho para tragar mas fuerte que antes.
Que ha ocurrido? -Pregunte esta vez con el corazón en la mano.
Mi madre fallecio hace un año, y la tristeza se lo llevo a él igual.
Cuando sera el funeral?
Mañana por la tarde.
Hare todo lo posible por estar allí.
Gracias, papá te apreciaba mucho.
No hay que agradecer. Nos vemos.
Así tranque la llamada. Sophia ya se acercaba corriendo hacia mi, con su melena empapada de agua y una sonrisa muy grande, no pude esconder la lagrima que escapaba de mi.
Que ocurre mami? Os vi hablando por telefono, quien os llamo?
Mi amor, hay que viajar a Venezuela.
Que ocurrio mami, mi abuelo esta bien? Le ocurrio algo a mi tia Pandora?
No amor, pero si a un gran amigo... -Suspire con desgano- Ha fallecido.
Bueno mami vamos, tengo el siguiente mes de vacaciones, podremos estar el tiempo necesario.
Esa es mi pequeña, venid aquí. -le extendí mis brazos para levantarla y ella vio sus prendas un segundo y luego me vio a mi.
Que importa -Dijo para si misma y subio a mis brazos.
Vamos a cambiaros a casa, hay una largo viaje que hacer, debemos avisarle a Kelly.
Yo le aviso y vos haceis la maleta.
Vale mi amor.
Asi volvimos a nuestro hogar y esa misma tarde salimos al aeropuerto, despues de coquetear un rato con la chica de los pasajes, logre conseguir dos asientos -separados- en el vuelo de esa noche.
Hija tenemos boletos -Le dije sonriendo-
Esa es mi mami, pero no creas que no os vi coqueteandole a la tipa esa.
Mi amor cada cosa en esta vida necesita un sacrificio.
Esta bien, esta bien. Escuchad ese es nuestro vuelo. -Ella bebio un poco mas de la soda que compro y luego me la paso a mi para hidratarme un poco, aun tenia la noticia de la muerte de Misael entre mi garganta y mi esófago.
Mientras terminaba la gaseosa caminabamos ya por fa fila de seguridad, tire el envase vacio en una papelera cercana e hice a Sophia pasar primero que yo. Luego de ser revisadas subimos al avión. Sophi y yo habiamos quedado distanciadas por un par de puestos. A ella no le importo mucho, tenia todo lo que necesitaba justo al alcance de su table, 20 horas de maratón Medicina. Sus audifonos y ya se acomodaba en el asiento para ver su programación mientras yo por mi parte compartia mi lado con un hermosa mujer que terminaba de hablar por telefono antes de despegar.
Del Castillo! Ya estoy cansada de toda esta situación.! No ya no quiero escucharos mas vuestras mentiras me tienen aburrida!
Mis ojos se abrieron como platos al escuchar ese apellido pero quise quedarme tranquila, no debia alterarme, no sabia de quien estaba hablando. Quizas su amor no era el mismo que el mio.
Stefany Del Castillo
Diantres esto no me puede estar pasando a mi, quizas su fonetica no la dejo pronunciar bien su nombre, pero como era posible? En realidad era esa mi Estefania.
Stefany sos la peor italiana que he conocido en toda mi vida, ya no quiero nada con vos. Yo os vi. Asi que hasta nunca -ITALIA? Juiu! Me relaje. No era mi colombiana.
La mujer tranco la llamada y coloco su telefono en modo avión, luego lo dejo sobre su regazo y volteo su mirada al lado derecho viendo las estrellas por la ventana, ya surcabamos el cielo.
Toma, limpiaros, que nadie os haga, llorar, vuestras lagrimas son un pedacito de cielo que no podes desperdiciar. -la mujer sonrio-
Gracias -dijo tomando el pañuelo y seco sus lagrimas.
Bebe un poco, os hara bien. -le pase mi botella de agua y ella la bebio casi toda.- mejor? -Volvi a preguntar
Si muchas gracias. Espero este viaje me ayude.
Si viajas para huir de algo, creedme que no os servira de nada. -la mujer me observo como esperando que yo dijera algo mas- Experiencia propia, heridas internas.
La mujer no dijo nada y solo agacho su cabeza, yo quise creer que estaba pensando por eso, solo preferí comenzar a leer uno de mis tantos libros digitales. -Las cosas que nunca te dije-
Ella mucho rato despues, volvio a clavar su mirada en mi y senti el peso de sus lagrimas, sabia que debia ayudarla.
Por que lloras? -le pregunte amable-
Ella me engaña- en ese momento fue como si mi disco duro rebobinara mis palabras frente Mariana.
Como sabes que os engaña?
La vi en brazos de alguien mas -Que clase de brujeria era esta? Un dejavu que me golpeaba ambas mejillas.?
Y segura que lo que habeis visto es lo real?
Como no serlo? Ellas se estaban besando -dijo ella segura.
-Sonrei y busque en mi table la misma imagen que me habia mostrado Mariana años atras.- cuantos cubos observais? -le pregunte-
4 -dijo ella muy segura-
Cuan segura estais de que solo hay cuatro cubos?
Muy segura, hay 1, 2, 3, 4 -los conto-
y si yo os dijera que estais equivocada?
No os creeria porque estoy viendo cuatro cubos.
-En ese momento cambie la table cuestion de que el lado que yo observaba ahora lo veia ella- Cuantos cubos hay ahora?
1, 2, 3 -conto por lo bajo- uno, dos, tres. -los señalo esta vez- pero como si hasta hace solo un instante habian 4.
Vuestra perspectiva jamas sera igual a la mia, ni a la de nadie, vosotros veis desde un lugar algo que quizas sea vuestra realidad pero nadie os asegura que esa sea la realidad.
-Ella seco su lagrima esporadica y me observo- Deberia hablar con ella, verdad?
Si deberiais hablar, vos no sabeis en realidad lo que ocurrio.
Cuando llegue a Venezuela hablare con ella. -la mujer de ojos claros saco de su cartera una pequeña cajita y me la mostro- Mañana cumpliremos 3 años de noviazgo y quiero hacerla mi esposa. -Su sonrisa se torno mas grande y yo la acompañe-
Eso si que es dar un gran paso, os deseo la mayor de la suertes. Y que todo se arregle entre vosotras.
Gracias Alex -dijo ella por lo bajo-
Disculpa, -aclarame mi gargante y volvi a posar mi mirada tras los lentes en ella- me conoceis? -Ella solto una pequeña y sutil risita.
Sos una de las periodista y escritora mas famosa en Europa y quereis que no os conozca.
No pense que la gente leyera mucho mis libros -Ella volvio a reir-
Conocí a Stefany en una de vuestras convenciones, ambas terminabamos de leer La vida a través de las aceitunas celestes de tus ojos.
-Sonrei, ese libro lo habia escrito en una de mis borracheras para Estefania- Me alagais, jamas pense unir con mis letras a dos almas.
Gracias por ello, vuestro libro nos enseño a ver las realidades, las fantasias, afrontar nuestros propios dolores con nuestras verdades.
Eso es lo que debeis hacer ahora. -Ella sonrio y yo le sonrei-
Eso hare -
Ambas nos mantuvimos hablando un par de horas, hasta que el sueño me vencio y cai rendida en el asiento, no sin antes ver como se encontraba mi pequeña unos asientos mas adelante.
Hace tantos años no pisaba Venezuela!
Senti mi pecho contraerse y si no fuese sido por Sophia no hubiese soportado estar de nuevo en Ojeda.
Mami este lugar me recuerda mucho al de la historia que siempre me contas. Por cierto, que paso ese día?
Mi amor ese día la poeta...
Alexandra... Alex! -Hablo un hombre alto de unos cuarenta y tantos desde su auto.
Rodrigo? -dije incredula, Sophia apreto mi mano- Tranquila mi amor todo estara bien -La eleve brindandole seguridad.
Alexandra Medina -El hombre de barba sonrio- Cuantos años, mirate, ya eres toda una mujer. -Su alegria por verme era inigualable, tanto como la mia al reconocerlo y saber que era Rodrigo.
Gordo! -dije alegre abandonandome a su abrazo junto con Sophia.
Hey mami, mami -Ella separo a Rodrigo de nosotras- Mucho gusto señor, Sophia.
-Rei por su atrevimiento- Ella es mi hija Rodrigo. -Deje a Sophi en el piso y lo vio desde su altura, luego me observo a mi-
El es el del cuento verdad? -Asenti- ya dejasteis de ser el alcalde?
Pues aun no. He sido reelegido. -Sophia sonrio-
Estais haciendo bien vuestro trabajo.
-El se coloco a la altura de Sophia- Si pequeña, muy bien, porque si quiero lo mejor debo dar lo mejor.
Mami, os han robado la frase.
-El rio al igual que yo- Quiero saluden a alguien, Lucero ven aquí -La “Niña” de 20 años ya, bajo del auto y se acerco a nosotras, era una joven realmente hermosa- recuerdas a Alexandra? -yo sonreí, imagine que despues de tantos años, ni mi nombre le era familiar.
Alexandra Medina -Asenti, y ella me abrazo, correspondi a su abrazo- Cuanto tiempo, te he extrañado.
Y yo a vos pequeña. Luce, os presento a mi hija. -Observe a Sophi -Mi amor, ella es la hija de Rodrigo.
Mucho gusto. -Dijo Sophi extendiendo su mano, Lucero ignoro su gesto y directamente la abrazo y clavo un beso en la mejilla derecha de mi hija-
Aquí a los pequeños se les saluda asi. -Todos reimos, incluso hasta a Sophia se le formaba una pequeña sonrisa-
Bueno, ya luego tendremos tiempo para hablar, ahora vamos al funeral -Hable con ese nudo nuevamente.
Las llevamos. -Dijo Rodrigo abriendo la puerta de la camioneta- Suban.
Las tres subimos, el camino volveria hacer largo de Maracaibo a Ojeda, Sophia durmio todo recorrido. -Mi pequeña- pense, al recordar que no habia dormido nada solo por estar viendo su maraton de medicina. Ella era mi pequeña doctora.
Llegamos, allí esta la familia.
Sin duda alguna Ojeda habia cambiado, ya no era el mismo pueblucho, ahora pude haber jurado que no habiamos salido de Maracaibo. Las calles, las casas, la plaza, cada cosa estaba tan distinta a como lo recordaba. Rodrigo si que habia hecho los cambios.
Vayan a casa. -le dije a Rodrigo para que llevase a Sophi a descarsar.
Baje y compre un ramo de flores en la entrada del cementerio. Y camine acomodando mi cárdigan negro, por respeto retire los lentes oscuros de mis ojos, y una joven se me acerco, y sin decirme nada mas me abrazo, de inmediato la reconocí era Clara.
Mi mas sentido pesame Clara. -Ella sollozo en mi pecho mientras yo mas la acobijaba- El estara en un mejor lugar.
Gracias por venir -Ella seco rapidamente sus lagrimas, y ambas caminamos juntas a donde se encontraba el ataud- Puedes despedirte. -Ella me cedio un paso y los dolientes que estaban abrazando la urna se alejaron.
Respire profundo al observar la urna de caoba barnizada. Lagrimas comenzaron a caer de mis ojos sin haber comenzado a llorar, ese señor si que se habia vuelto importante en mi vida. El cuerpo inerte de Misael estaba allí en ese cajon, me parecia increible, ni siquiera lo queria creer.
Deje las rosas sobre su ataúd y seque mis lagrimas respirando profundo.
Misael -Sostuve mi respiración- Hombre, que decir, ya todo lo habeis dicho vos- mis lagrimas abordan mis ojos.- Calma las cosas pueden mejorar.! Todo momento malo siempre trae aliado un instante bueno! Vos me habeis enseñado eso -Eleve mi mirada al cielo- Ahora sin duda alguna soy yo quien debe animarse, puede que hayan pasado 8 años ya pero vos y vuestras enseñanzas siguen en mi tan vivas como el primer dia que las aprendí -Su imagen ya estaba cansada, tantas arrugas en su piel, esas enormes ojeras la camisa de mangas largas blanca, y mi reflejo en el cristal mientras en la distancia superficial del vidrio, la madera, el olor a formol y esa atmosfera de tristeza extrema le dejaba un abrazo. -Espero veros donde sea, en cualquier lugar, bajo cualquier circunstancia cuando muera. -Suspire entrelanzado mis dedos y apoyando mi cabeza sobre estos que se encontraban sobre el cristal, en medio de mis lagrimas eleve una oración al cielo, por otra persona que me importaba y se iba- Gracias por avivar mi chispa, usted fue parte de mi impulso. -Deje unas cuantas gotas saladas sobre el cristal y busque la cordura mientras 4 hombres bajaban la urna al hoyo de 3 metros de profundidad avente las flores, una flor por cada año, por cada momento perdido, por cada sentimiento callado, ese hombre a pesar de haber compartido tan poco conmigo se volvio muy importante para mi.- Adios Misael, mi conductor estrella.
Tome de mi cartera un pañuelo blanco con un estampado floral y seque mis lagrimas, necesitaba recuperar la compostura. Mientras los hombres con sus grandes palas aventaban tierra sobre el ataud, yo tome un poco con mi mano derecha y la lance sobre la tapa. -Descansa en paz amigo, siempre os recordare-
El entierro termino y con eso cada persona fue dejando solo el cementerio. Yo me sente bajo un gran saman y me dedique a observar la nada mientras desojaba unas cuantas flores.
Ya se ha ido -Dijo Clara a mi lado-
Ya se fue -le dije con un hilo de voz aun-
Quisiste mucho a mi padre no?
El se volvio un ser muy especial para mi. -Levante la cabeza y ella sonrei- Disculpa que hable así de vuestro padre, quizas sea todo una descortesia de mi parte.
Nada de eso, el esta orgulloso de ti donde sea que este ahora.
Venid sentaros aquí -le di un par de golpes a la tierra y ella se sento- Como habeis estado estos 8 años?
He sabido vivir -dijo ella de forma simple-
Y vuestros hermanos? -recordaba a Abraham y Roman como dos pequeños terremotos.
No han podido asistir. No han querido asistir, les a dolido mucho mas que a mi la muerte de nuestros padres. -ella suspiro profundo-
Eso no suena muy bien.
Pero ha sido a si, y tu como has estado?
He sabido vivir -dije con sus mismas palabras encojiendome de hombros-
Y Estefania? -Ella dio justo en el clavo que traspaso nuevamente mi corazón, Estefania seguía siendo la mujer de mi vida.
No la he vuelto a ver. 8 años sin su amor. -dije con la voz quebrada.
Quisieras contarme lo que ocurrio?
Fui una pendeja. Eso ocurrio. -ella sonrio y coloco su mano derecha sobre mi hombro izquierdo-
Desde que te conozco has sido una pendeja, eso ya no es novedad.
Esa vez me pase de pendeja. -Sonrei y ella me observo-
La dejaste ir? -asentí- Volveran a estar juntas -Ella reviso su cartera y saco un pequeño llavero y lo coloco en mi mano izquierda- Toma.
-observe la foto que tenia el llavero y tuve que contenerme para no llorar- Donde habeis tomado esta foto? -Ella sonrio.
No importa como a salido esa foto, ustedes son la una para la otra -Sonrei por ello y volvi a clavar mi mirada en la fotografia. Era Estefania Abrazandome mientras yo secaba sus lagrimas y con una sonrisa se encontraban nuestros labios
-La fiesta de 15 años. -murmure para mi.
Si. -ella me volvio a sonreir-
Estefania me dio la eternidad dentro de mis dias contados.
Caminaron junta bajo la misma estrella. Y su sendero se volvera a unir.
Confiare en vuestras palabras pequeña -la abrace asi, aun teniendola a mi lado y bese su frente- Gracias Clara por rememorar esos instantes.
Te llevo a donde te estes quedando.
Prefiero caminar, si no os importa.
Creeme te gustara mi transporte -Ella se levanto sus mejillas aun brillaban por las lagrimas secas sobre su piel- Ve allí esta.
Me levante de la tierra fria y observe a donde me señalaba -EL MACHITO!- Dije con una sonrisa enorme, Clara me observo y coloco en mi mano las llaves -Puedes conducirlo- no espere mas indicaciones para tomarla de la mano y aun asi con tacones ponerme a correr hasta ese auto, el cual seguia intacto luego de tantos años.
Vamos a dar una vuelta por el lugar.
Encendí el auto y fue como rememorar cada cosa. Estefania Del Castillo aun tu perfume sigue guardado en estos asientos.
Le tenes miedo a la velocidad? -le dije a Clara mientras tomaba la avenida principal, que siempre los domingos por la tarde acostumbraba a estar sola.
Eso depende, si quieres matarnos.
Quiero recordar viejos tiempos. -En Ibiza solia alquilar una pista de carreras para ir con Sophia a ambas nos gustaban las cosas rapidas y la velocidad. En un segundo del minuto recordé a Estefania por pasar frente al hospital.
Soy cobarde!! Por favor ten cuidado si?? -Ezbose una sonrisa por sus palabras-
Esas mismas palabras me las dijo Estefania hace unos años. -Ese auto corria muy bien y a mi me alegraba. Aunque Clara se veia un poco tensa.- Tranquila, no os pasara nada.
Ella busco sonreir, mientras se resguardaba en el cinturón de seguridad. Mantenia el ritmo de 160 KM/H
Donde estais viviendo ahora?
Ella me señalo una vereda por la que comence a conducir, me obligue a mi misma a no detenerme, a seguir con el ritmo constante pero no puede, y frene el auto en seco a las orillas del rio.
Que ocurre? - me pregunto ella bajando del auto imitandome.
Hay mucho de mi aquí. -observe el mismo árbol de donde me habia caido. Y esa rama que ya no estaba.- Vez que allí falta una rama verdad? -Ella asintio- De ahí cai a este mismo pozo.
Te lanzaste de esa altura aquí? -Asenti- No eras solamente una pendeja, sino tambien una loca.
Creeme que lo volveria hacer, por obtener lo que vino despues.
Te diste cuenta que lo que te habia dicho era verdad?
Jamas entendere como supiste que Estefania seria esa mujer.
Jamas lo supe, pero era una niña, y la mirada de ella hacia ti, y ese recelo tuyo me fue suficiente.
No te equivocaste. -me retire los tacones y camine sobre unas rocas que hacian un pequeño camino que cruzaba el rio, me detuve justo frente al mismo arbol de esa noche. Senti un golpe en mi corazón. Un golpe en mi alma... Aun la amaba.
Que ocurre? -pregunto Clara a mis espaldas.
En este mismo arbol comenzo todo. -Y sus palabras resonaron nuevamente en mi mente “No eres una basura... Eres sencillamente la persona mas increíble que he conocido ”- Nuestro primer beso. -suspire mientras me arrodillaba frente al árbol, no me importo estar vestida con un pantalon de marca y comenzarlo hacer trizas mientras mis rodillas haciendo contacto con la tierra.- Estefania -Suspire ondamente, mis pulmones sintieron un poco de su olor natural, o quizas era de nuevo engaño de mi conciente.
Aun la amas?
Mas de lo que te puedo expresar. Aun recuerdo cada una de sus palabras, -limpie mi nariz con el dorso de mi mano y eleve la mirada a la noche que se hacia presente. Porque chingados debia ser ese mismo instante luna llena?- Yo solo trato de que te sientas bien!! No quiero nada, no pretendo nada, es eso tan malo? Yo quiero que estés bien. Yo solo estaré cuando me necesites aun cuando no lo pidas... -sonrei- Hay Estefania si que me supiste joder.
El Amor te sento bonito -supe que sonrio aunque no la vi.
Estefania supo sacar de mi esa bondad oculta. Ella fue una de mis mayores bendiciones. -volvi a clavar la mirada en el cielo y coloque mis manos sobre el árbol- Os prometo que si el destino nos vuelve a juntar, no descansare hasta haceros muy feliz, y daros eso que no os di -Inhale y exhale profundo, debia tragar grueso cada uno de esos sentimientos arremolinados en mi garganta, que recorrian mi esofago y se depositaban en mi estomago.
Lucha por ella.
Despues de un par de minutos me reincorpore y lave mi rostro en las aguas del rio, tan calidas y dulces como las recordaba.
Di un ultimo vistazo al lugar y volvi a subir al auto, espere por Clara y la lleve a su casa. La misma choza donde vivia con sus padres y dos hermanos, ahora era una gran morada, se veia en mejores condiciones, y se olia el aroma del campo y sus animales.
Es bosta de ganado.
Lo supuse.
He comprado algunas vacas, hare realidad el deseo de papá. Me graduare en agronomía y ganadería
Eso me parece excelente, os dara muy bien la tierra. -Ella sonrio y yo la imite- Y vuestro corazón como va?
-Su sonrisa se torno mas grande- tengo una vida con momentos -Entendi perfectamente esas palabras.
Oh que maravilloso -Extendí mis brazos y la abrace- te deseo mucha suerte y espero conocer a esa persona antes de irme.
Creeme que lo haras. -Me despedí luego de un rato y decidi caminar con los tacones en la mano, mis ropas si que terminarian hecha polvo alli, pero eso no importaba. Me estaba divirtiendo.
Llegue a casa de Rodrigo sobre las 7:39 PM.
Una mujer rubia abrio la puerta, me sonrio y quise saber quien era pero no lo supe.
Mi amor quien es? -Escuhe la voz de Rodrigo-
Es Alexandra -Ella volvio la mirada a mi- Pasa mujer, pasa. Estan todos en la sala. -La observe realmente extrañada, como si la conociera pero no... No la recordaba.
Llegue a la sala y los vi a todos enredados jugando tuister, deje una carcaja al ver a Sophi tan tranquila con su cuerpo doblado, mientras Rodrigo le caían las gotitas de sudor por la frente.
Denis es tu turno -Dijo Sophi a un nene de piel morena, para que girara la ruleta.
Ha caido rojo. Pie izquierdo circulo rojo. -Rei prediciendo el futuro.
Y al minimo movimiento de Rodrigo todos se fueron al suelo.
Joder Gordo, si que estais viejo, ya habeis hecho que todos perdieran. -El solto una risa mientras se hidrataba con un poco de agua.
Que te puedo decir, ellos son unos tramposos.
Vos sois el tramposo, te habeis tirado encima de nosotros varias veces -Replico Sophia-
En ese instante bajo Lucero, con un vestido de seda de color fucsia que dejaba mucho a la imaginación. Cubriendo un poco mas abajo de sus rodillas, Luciendo unos tacones de punta combinados con sus aretes negros y ese maquillaje tan sutil, una flor en su cabello natural suelto... Sin duda alguna la nena era hermosa.
Mamá ya me voy -Se acerco a la mujer que minutos antes me habia abierto la puerta y beso su mejilla.
A donde iras Lucero Carolina -Pregunto Rodrigo queriendo tener autoridad-
No vas a comenzar nuevamente Rodrigo, ya Lucero habia hablado con nosotros para salir hoy -Hablo la mujer de forma firme.
Georgina por eso es que Lucero hace lo que se le pega la gana. -reprocho el.
Si ella tuviese malas calificaciones y no rindiera en su trabajo quizas estuviese en este momento dormida. -La mujer dirigio su mirada a Lucero y le hizo la cruz en el pecho- Dios te bendiga hija, cuidate.
Asi lo hare -Lucero paso por mi frente, y beso mis mejillas y muy despacio susurro en mi oido- Dejeame suerte. Hoy es una noche importante.
Y asi la niña ya hecha mujer se perdio por la puerta. Yo me quede observando todo y fue por camino propio que me acerque a la mujer.
Sos Georgina? -ella sonrio- Carajo, si que me he perdido mucho -Sus brazos rodearon mi torso- Vaya! Cuanto tiempo. -Nuestro abrazo termino y el pequeño se acerco.
El es Denis, nuestro hijo -me explico ella-
Oh pequeño. Un placer, yo soy...
Alexandra Medina, he oido mucho de ti.
MIERDA! Que pedo con esta gente.? Cuanto me conocia, cuan popular o importante era yo para ellos? Diantres!
Asi siguio la noche, llena de recuerdos, de sorpresas, de cosas que jamas olvide pero si guarde en lo mas profundo de mi ser.
Estuve un par de Días mas en Ojeda, recorriendo con Sophia los magnificos lugares que fueron participes de esa historia que ahora me condenaba por no haber cumplido.
Ya habia pasado un mes, y Sophia debia volver a clases, Clara se habia ofrecido a llevarnos al aeropuerto, el Calvin Klein me vestia de primero para cubrir mi parte posterior una braga completa con escote top al frente de un estampado floral verano. Cubierto por la chamarra de cuero, y los tenis negros. Sophia con un estilo no muy diferente al mio, luciendo Jeans ajustados, con una polera blanca y la pequeña chamarra su cabello a cola de caballo, las zapatillas negras y un reloj azul en su muñeca izquierda y allí ibamos las dos. Pasando por la plazoleta del tamal -no pude evitar reir por ello- Mientras esperabamos a que Clara llegara decidimos comer algo.
Mami alli hay una señora vendiendo tamales. Vamos por unos. -ella tomo mi mano y me guio-
Señora Grecia? -pregunte incredula-
Señorita Medina -Dios la señora parecia recordarme a la perfección- Quiere unos tamalitos?
Dos por favor -ella me sonrio y senti de nuevo ese calor humano como la primera vez que estuve en ese lugar.
Tenga aqui los tiene. -la señora nos destapo el tamal que se encontraba envuelto en la hoja de platano y nos lo entrego.
Muchas gracias. -le entregue uno a Sophia que lo deboro sin mucho protocolo, la pequeña no conocía mucho del pudor, vergüenza o pena-
Su hija? -asenti- Es identica a usted -Sophia la observo antes de morder su tamal y sonrio.
Si es una pequeña adorable. Me da por favor dos Coca-Cola-La señora reviso una caba a su lado y me entrego dos botellas.- Muchas gracias. -Me acerque a donde la pequeña que comia alegre y le entregue la gaseosa- Aqui tenes. Disfrutad -Ella asintio y siguio en lo suyo.
Mientras comia el tamal, observaba el lugar. En esta banca te tome una foto. En esa banca llore por vos, en esta banca me di cuenta que estaba enamorada.
Cada lugar de esa plazoleta me recordaba claramente a Estefania. Debia bajar un poco mis recuerdos y decidi beber un poco de la soda. Sin duda alguna deliciosa. No se porque esa Coca-Cola me gustaba tanto, pero ignore eso y segui comiendo.
Hija queres algo mas -Le pregunte a la pequeña que ya habia terminado de comer-
No mami, he quedado bien, y mirad vuestro nombre esta en la botella -Ella sonrio de una forma tierna y me mostro la botella de soda y si “ALEX” decia claramente, sin duda alguna la sonrisa de esa mañana fue la mas grande desde hacia mucho tiempo.- Ve mami, la de vosotros deci ESTEF. Que peculiar -Ella solto una risita y se devolvio a su asiento.
Fue hasta entonces que observe el envase... ESTEF. Yo la habia llamado asi, ella me habia escuchado, y ahora el destino se encargaba de hacer que la recordara, esa mujer estaba hasta en mis peores pesadillas, a de ser porque estar sin ella era una completa pesadilla.
Estef! Mi Estef, se feliz donde quiera que esteis se feliz.
Termine el contenido de la botella y arroje el envase acercandome a la señora Grecia pague la comida.
Tenga, y cuidese. -La señora observo el billete. Y luego me devolvio la mirada.
Cuanto vale esto? -Habia que hacer una reconversión para cambiar el euro por bolívares.
Vea -Tome la table de mi maletin y coloque la calculadora. Luego de marcar un par de numeros que ella observo, su expresion lucio alarmada, le estaba pagando quizas unas 7 veces mas de lo que en realidad habiamos consumido.
No puedo aceptar tanto dinero.
No tengo un billete mas chico, y en este momento no porto bolívares, acepte, tomelo como una forma de pago -Ella sonrio-
Siempre sera asi señorita?
Si usted me recibe de esa manera tan cordial cada vez que venga aquí creame que si. Sere asi.
Cuidese. -Ella me hizo la cruz en el pecho y yo bese sus manos- Dios la bendiga.
Amen. -En eso sono la bocina del auto.- hasta luego Cesi. -solo le pude dejar una sonrisa llena de tristeza y me aleje.
Tomando la maleta y la mano de Sophia nos acercamos al auto blanco. En el cual abordaban dos mujeres. Ambas muy hermosas, se veian realmente bien juntas.
Alexandra te presento a mi vida hecha momentos -hablo Clara ayudando a bajar a Lucero.
Lucero, os felicito -Ella me observo y todos los colores subieron a su cara-
Alex -bajo la mirada enseguida-
Se ven muy bien juntas, no pensais igual mami?
Si mi amor, cuanto llevais?
Poco mas de dos años. -hablo Lucero con ese cierto no se que de orgullo-
Ostias tia, felicidades. -Abrace a ambas y luego subimos al auto-
Huele a boda por aquí.
Tu hija si que es muy graciosa -Comento Clara colocando el auto en marcha.
A mi no me parece ninguna gracia, mas bien me parece muy tierno. -Replico Lucero-
Rodrigo ya lo sabe?
Son los mejores amigos ahora. Mi novia comparte mas con mi padre que conmigo.
Como? -preguntamos Sophi y yo al unisono-
Como escuchan, se la lleva realmente bien con mi familia, ello nos han apoyado mucho, Denis es el que siempre a estado un poco renuente. Pero es un buen chico.
Ese chaval, se nota tiene mucho de vuestro padre. -sonrei acomodandome en el asiento, la carretera seria larga-
Mami me abrazas? Es que tengo frio. -Las chicas nos observaron enternecidas-
Por que no mi amor? Venid aquí. -ella se refugio en mi pecho y se quedo dormida al poco rato-
Es una ternura. -Escuche mientras arreglaba sus cabellos.
Ella es lo mas hermoso que me ha ocurrido. -Deje un suspiro en el cristal opacando el vidrio con mi vaho. Despues de Estefania sin duda alguna Sophia habia sido mi angel.-
Sin duda alguna has sido una buena madre.
Y lo seguire siendo, ella merece lo mejor. Y creedme luchare para que lo tenga.
Las chicas sonrieron. En esos ultimos años no habia tenido vida fuera de la mirada dulce de Sophia, ella era mi impulso para seguir adelante, esa palanca que me movia de un lugar a otro y me llevaba en definitiva por un buen sendero para no caer en una depresion entre alcohol y cigarrillos.
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Gracias por seguir aquí.... Esto se pone interesante.
Despues de tantas locuras la cordura termina siendo solo un destello de felicidad en medio de la tormenta.