La historia de una amiga
era la encargada de una librería de textos (una de las sucursales, que era un local pequeño y solo estaba yo entre ciertas horas de poco transito, ya que las otras dos chicas salían al mediodía y volvían a las 17 hs hasta la noche)
Mi nombre es Anabella, tengo 24 años y a continuación me describo para que sepan como soy. Morocha, 1,55 mts de altura, tez blanca, dicen que muy bonita de cara, rellenita (algo que gusta mucho a los hombres), con un busto tirando a grande para mi cuerpo y unos pezones grandes y rosados que responden de inmediato a cualquier estímulo y si los besan mejor, pero lo que realmente vuelve locos a los hombres, es mi cola, paradita, de caderas anchas y redonda, cosa que además me encanta entregar si un tipo me calienta lo suficiente.
Antes de trabajar en el banco, yo era la encargada de una librería de textos (una de las sucursales, que era un local pequeño y solo estaba yo entre ciertas horas de poco transito, ya que las otras dos chicas salían al mediodía y volvían a las 17 hs hasta la noche).
Era un viernes a las 14 hs y yo me encontraba en el baño masturbándome (me encanta hacerlo en el trabajo) y como en las horas que no están las empleadas trabajamos con la puerta cerrada, no corría riesgo alguno ya que para entrar debían tocar el timbre y yo ir a abrirles.
Cuando estaba recostada sobre la tapa del water, sin tanga, con mi minifalda por la cintura, totalmente abierta de piernas y con dos dedos de mi mano derecha dentro de mi conchita a punto de acabar sonó el timbre de la puerta.
Realmente me sacó de lo que estaba haciendo, y sin acabar, totalmente excitada voy a atender. Al correr la cortina veo que en la puerta se encontraba un muchacho de unos 22 años, morocho, muy buen cuerpo, y además muy lindo, que me preguntaba si estaba cerrado. Le respondí que no y le abrí la puerta. Al entrar siento como me miró y me aumentó la excitación.
Le pregunto que estaba buscando y me dice el nombre de tres libros, los busco en la PC y paso a buscarlos en las estanterías. Dos de ellos estaban a mano pero el tercero se encontraba en la parte mas alta del local. Como las que atienden siempre son las otras chicas yo no me preocupaba en llevar pantalones ya que yo no debía subir a las escaleras, pero en este caso tenía que hacerlo, así que sabiendo que como mi falda era muy corta él vería mas de lo que normalmente ofrece la misma, subí lentamente ya que la situación me elevaba la calentura.
Una vez arriba, (y para confirmar si me estaba mirando) me giro y le vuelvo a preguntar el título. Él se había colocado justo detrás mío y se deleitaba con mis nalgas desnudas (y tal vez veía algo más). Al verme girar se asombra, me mira a los ojos y me repite el título a lo que yo le digo - desde acá no lo veo - con tono algo meloso e histérico. Él se sonríe y me dice - yo si, lo veo muy bien - , -¿qué cosa ves muy bien?- respondo pícaramente, - todo - dice él sonriendo - a tu derecha está el libro - nos reímos, tomo el libro y bajo hasta el mostrador.
Yo a ésta altura me lo quería coger, así que le seguí histeriqueando, - que suerte que vos veías bien todo, porque yo no podía - le dije y bajé disimuladamente mi mirada hasta su paquete que se notaba comenzaba a crecer.
El chico notablemente nervioso contesta - si, claro - y automáticamente saca un cigarrillo del bolsillo y se lo pone en la boca. Yo, continuando con el histeriqueo le digo - acá no se puede fumar - y automáticamente con mi mano derecha, tomo el cigarrillo de su boca lentamente, y se lo saco. Él me mira a los ojos y me dice - que delicioso perfume tenes en las manos - cuando entendí a lo que refería me puse colorada (era la mano con que me estaba masturbando y seguramente se encontraba infestada del olor a mis flujos), pero era una oportunidad única de lograr lo que quería, así que sin cortarme me dirigí al otro lado del mostrador, me senté sobre él, abrí mis piernas mientras subía mi faldita y le digo - si tanto te gusta acá tenés mas - y me abro los labios vaginales con los dedos.
Sin dudarlo el chico metió su cabeza entre mis piernas y comenzó a chuparme la conchita deliciosamente. Yo estaba super-caliente y eso me hacía delirar. Le decía - por tu culpa no pude acabar mientras me masturbaba así que quiero que me hagas explotar y te tomes toda mi acabada-,- seguí así que ya vieneee, AAAHHH - el chico seguía con su lengua en mi clítoris y a veces alternaba con mi culito aumentando el ritmo y llevándome al orgasmo.
Hasta que no pude más y acabé gritando - ACAABOOOO...., YA VIENE.., TE ACABO TOOODOOO..., OH DIO MIO..., TOMATELA TODAAAAA..., AAAAAAAAHH -. El muchacho bebió todos mis jugos y salió de mí con una sonrisa maliciosa. - Estas deliciosa - me dijo y me besó en la boca apasionadamente.
Cuando nos separamos me miró y me dijo - ahora me toca a mí - y automáticamente sacó su pene totalmente erecto (de unos 17 cms y bastante grueso). Me agacho, lo tomo entre mis manos y lo comienzo a masturbar, mientras lo miraba a los ojos. Él sonreía y cada tanto cerraba los ojos cuando yo sacaba mi lengua y le lamía el glande.
Estuvimos así un rato hasta que me suplicó que me la metiera en la boca y yo sin hacerme rogar, engullí toda esa verga. Por como reaccionaba el chico se ve que nunca se la habían mamado así. Yo, como siempre, me tragaba toda esa belleza hasta que mis labios tocaban su vientre y luego la sacaba hasta que la punta casi se salía, para volver a tragarla entera. Como supondrán el muchacho no duró mucho así que en unas cuantas tragadas me tomó de la cabeza clavándomela hasta el fondo de mi garganta y acabó varios chorros de espeso semen, que no desperdicié y tragué como una golosa.
Una vez limpio su aparato me dice - sos increíble - a lo que respondo - todavía no viste nada - diciendo esto me giro, me apoyo sobre el mostrador y lubricándome un dedo con saliva me lo meto en el culito. Mientras dilataba mi agujero chiquito con dos dedos adentro le digo - mirá lo que tengo para vos, es todo tuyo -. Él apoyó su pene en mi conchita, me tomó de la cintura y me penetró suavemente hasta que estuvo toda adentro. Me estuvo bombeando un rato y tras salirse apoyó su verga en mi culito. - ahora voy a disfrutar de esa belleza - dijo y comenzó a empujar su pene que comenzó a abrirse paso hacia mi interior.
Yo estaba muy excitada y esa verga en mi culito me estaba dando un placer delicioso así que comencé a delirar - OHH QUE HERMOSA VERGA...., ME ENCANTA EN MI CULO...., AAAHHHH..., ME VAS A HACER ACABAAAAR..., OOHH QUE DELICIA, MI CULITO ES TODO TUYO MACHOTE..., LLÉNAMELO DE LECHEEEE, QUIERO SENTIRLA BIEN CALIENTEEEEE - y mientras oía esto él aceleraba el ritmo. - YA VIENE..., LA SIENTO..., OHH DIOS MIOOOO..., ACABAME TODAAAA.., QUIERO TU LECHE ADENTRO AHORAAAA..., AAAAAAHHHHHHH- y me la clavó hasta el fondo y los dos empezamos con nuestros orgasmos. - TOMA TODA LA LECHE, AHÍ LA TENES TODA ADENTRO - decía él mientras yo también gritaba - SI LA SIENTO ESPESA.., OOOHH ME HICISTE ACABAR HIJO DE PUTA...., AAAAHH ME ENCANTA TU PIJA Y ME ENCANTA TU LECHEEE..., OOOHHH SIGUE SALIENDO.., ME ESTAS INUNDANDOOOOO...., SIII ME ENCANTAAAAA.- y se desplomó encima de mí.
Se levantó, la sacó de mi interior y me agaché para limpiarla con mi lengua y tragar los restos de semen. Una vez terminado me levantó, nos besamos apasionadamente mientras me tocaba mi culito y luego nos dispusimos a arreglarnos la ropa.
Sonó el teléfono y contesté. Era mi novio que me pregunta - ¿cómo estás amor? ¿te pudiste masturbar hoy? - (Él sabe que en ese horario suelo masturbarme), - no, no pude me interrumpieron - dije mientras miraba al chico y sonreía - o sea que estas caliente - , - no amor, en casa te cuento - a lo que me responde - bueno, te espero, ahora pasame con Rodrigo - yo sin entender le pregunto al chico - ¿cómo te llamas? - , - Rodrigo - contesta, todavía sin entender le doy el teléfono y le digo - para vos -.
Él lo toma y responde a lo que le halla preguntado mi novio - todo bien - , - si - continuó respondiendo al teléfono, - realmente increíble - , - bueno nos vemos en la semana, adiós -
Lo agarro medio enojada, medio confundida y le pregunto - ¿qué fue todo eso? - a lo que responde, - soy amigo de tu novio y él me dijo que a esta hora estas muy caliente así que me mandó para satisfacerte los deseos - , - un regalo sorpresa de su parte -. Lo tomé, lo besé apasionadamente y nos despedimos con un mutuo "gracias".
A la noche, cuando llegué a casa, le conté a mi novio como sucedió todo. Hicimos el amor en mil formas distintas y por todos lados y una vez recostados le dije: - amor, sorprendeme cuando quieras, solo vos sabes hacerlo como a mí me gusta - y nos besamos para luego dormir abrazados.