La historia de Sandra (Parte 2)
Comienzan los juegos de seducción que llevarán a Sandra a aceptar lo que sea
La luz del día me despertó a las 7 de la mañana, estaba desnuda tendida boca arriba como me encanta despertar, me levanté al baño y me metí bajo la ducha más fría que tibia al salir me unté crema bronceadora en el cuerpo me puse un pequeño bikini con tanga de hilo y sobre de éste una playera holgada que cubría hasta mi entrepierna le di a él un beso diciéndole
-Voy a hacer café y el desayuno amor
El solo “gruñó” dormido y yo bajé a la cocina, saque del refrigerador fruta y la rebané colocándola en un platón y lo metí nuevamente a refrigerar, puse la cafetera y me fui a recostar a un camastro junto a la alberca a esperar que listo para tomar una taza y terminar de despertar, unos 15 minutos más tarde bajó Harry se inclinó para saludarme con un beso en la mejilla enderezó el respaldo del camastro a un lado del mío y se sentó con sus piernas estiradas, eran casi la 8 de la mañana la temperatura era muy agradable pero en una o dos horas el clima del mes de agosto sería sumamente caluroso casi agobiante. Me giré para quedar sentada de lado en el camastro frente a Harry y le pregunté
-¿Quieres café?
-Si gracias
Me puse de pie entre los dos camastros y cuando iba a comenzar a caminar él puso su enorme mano entre mis muslos, yo me detuve y él me dijo.
-Dice Nina que anoche en el restaurante te asustamos.
-¿Por qué?
-Por la plática y haberte tocado las piernas
-¿Cómo crees? Dile que no se preocupe, no hay problema por eso Harry
-Eso le dije que los asuntos sexuales a ti ya no te asustaban en lo más mínimo como dicen por acá “Ya estás sanada del susto”
Yo reí poniendo mi mano sobre su hombro y le dije
-Se dice “Curada de espantos” Harry
El rió disculpándose y subió su mano un poco más entre mis muslos yo los apreté para evitar que subiera más su mano y cuando pretendía alejarme él me dijo
-Anoche la pasaron bien en el balcón
Una mezcla de vergüenza y curiosidad me hizo permanecer ahí de pie aflojando la tensión en mis piernas para mantenerlas pegadas una a otra y tontamente pregunté
-¿Nos viste?
El sonrió por lo tonto de mi pregunta y respondió
-Supongo que eso querían, no apagaron la luz
-¿Dónde estabas?
-Ahí
Respondió señalándome la puerta por donde se baja a la playa y agregó
-Habíamos ido a la playa, nos gusta ver como los cangrejos caminan en la arena, por la noche salen muchos en busca de comida y al regresar vimos el excitante espectáculo.
-¿Cuánto tiempo estuvieron ahí?
-Mmm… Escuchamos tus gemidos, tus jadeos y tus gritos hasta que se sentaron agotados
-Dios mío que vergüenza, perdón Harry
-No tienes nada de qué disculparte muñeca, además de ser bella disfrutas del sexo, eso demuestra que sabes ser mujer para cualquier hombre
Al decir eso subió más su mano por la parte interna de mi muslo mientras con su otra mano recorrió su erección para marcar sobre su traje de baño la forma de su pene en una clara insinuación de que él podría ser ese “cualquier hombre”, yo pretendí conservar la calma pero un escalofrío recorrió mi cuerpo cuando la parte externa de su dedo índice tocó mis labios vaginales sobre mi tanga, yo lo miré a los ojos y él sonrió con mi mano retiré la suya de mi entrepierna y sin decir palabra caminé a la cocina a servir el café, no podía creer que lo hubiera dejado tocarme sin haber ni siquiera intentado detenerlo pero no me podía resistir era cierto lo que le había dicho a Alberto “Harry es un hombre muy peligroso”
Mientras servía el café en mi mente resonaban su palabras “Mujer para cualquier hombre” si supiera mi historia pienso que no estaría pretendiendo convencer a la “Mujer de un solo hombre” ya que la supondría una inexperta en la cama.
Había servido las tazas de café cuando Harry entró a la cocina, yo le di su taza y después de beber de ella me preguntó
-¿Entonces no estás molesta con Nina?
-¿Cómo piensas eso?, que me haya tocado las piernas es algo sin importancia pero dime una cosa ¿Nina es, ya sabes?.. ¿Le gustan las mujeres?
-¿Lesbiana?.. No, no, le encantan los hombres, tal vez por ser una mujer muy ardiente y tu una chica tan bella le nacieran deseos de tocarte y aunque ya probó el placer con una amiga sigue prefiriendo a los hombres y eso me consta
-Yo pensé que era… olvídalo fue una tontería cambiemos el tema
-¿Y ustedes han hecho muchas locuras sexuales?
-Algunas
-Tríos, intercambios y todo eso
-No, solo tonterías como la de anoche yo no tenía ganas y Alberto me violó
-¿Y?
-Nada, me encantó que lo hiciera… Ya sabes, si la violación es inevitable hay que disfrutarla
-¿Hasta ahora han sido muy fieles uno al otro?
Tontamente respondí pensando en Alberto y no en mí
-No, para nada, en ese aspecto somos libres de hacer lo que sea
-¿Lo has hecho con varios?
Yo reí nerviosa, no podía entender que me hiciera hablar de sexo con tanta facilidad así que mejor caminé hacia un estante de la cocina para sacar unas galletas y lo escuché decir
-Me gustas mucho Sandra
Me di la vuelta quedando frente a él y le dije
-Por favor Harry, no compliquemos las cosas
El se acercó a mi cara y cuando vi su boca acercarse a la mía sentí repulsión por sus gruesos labios y haciéndome a un lado caminé hacia la puerta de la cocina mientras le decía
-Van a bajar Harry, mejor lo dejamos ahí.
-Ellos se podrían divertir juntos
Fingí no escuchar su clara propuesta de un intercambio y caminé hacia la mesa de la alberca, me senté en una silla y bebí de mi café, Harry se sentó a un lado en silencio mientras yo trataba de analizar lo que pasaba dentro de mí ya que no había enojo ni otro sentimiento negativo hacia Harry, ni siquiera estaba molesta al contrario me sentía bien de saber que me deseaba y que podría irme a la cama con él cuando yo lo dispusiera. Reí al recordar las palabras de una amiga al referirse al sexo de la mujer como “El poder de la entrepierna bajo el triángulo de las desnudas” Harry me miro y preguntó
-¿Qué es tan gracioso?
Salí del problema respondiendo
-Nada, solo reía de que les hayamos dado un buen espectáculo y ante lo hecho más vale reí que llorar
-Eso sí, pero la próxima vez me podrías invitar a ser parte del espectáculo
-Podría ser
-¿Te gustaría?
Vi a Alberto bajar la escalera salvándome de responder a una pregunta tan directa en la que solo cabría un “si” o un “no”, me levante y saludé a Alberto con un beso en la boca él se sentó junto a Harry y yo fui a la cocina para servirle café. Pensé tontamente que lo “tenía comiendo de mi mano” pero no era así, el juego de ellos (Harry y Nina) era otro y pronto seríamos parte del el
Yo me puse a preparar el desayuno cuando bajó Nina y entró a la cocina me saludó con un beso en la mejilla me ayudó con el desayuno y lo llevamos a la mesa, después de desayunar Alberto y Harry salieron para ver los terrenos y Nina y yo levantamos y lavamos los platos para después sentarnos bajo de una sombrilla a platicar, ella me preguntó mucho sobre Alberto y nuestras relaciones como pareja, al aumentar el calor yo me quité la playera y ella al verme me dijo “Que bien se te ven las nalgas con esa tanga” . Yo le sonreí para agradecer y fui a servir unos tragos, cuando le di su copa ella le dio un trago y después se levantó para poner su vaso en el piso a la orilla de la alberca, regresó junto a mí y quedé asombrada al ver que se quitaba el bikini, lo dejó sobre la silla en que había estado sentada y caminó desnuda hasta la orilla de la alberca para lanzarse al agua de un clavado, cuando salió a la superficie se acercó a la orilla donde yo estaba y me dijo
-Vamos güera, no seas tímida desnúdate y métete al agua
Me quedé observando sus pechos mientras en mi mente se formaba la imagen de Alberto frotando su pene en medio de ellos, la escuché decirme
-¡Por Dios chica!... ¿Que no piensas hacerme compañía?
Yo puse mi copa en la orilla junto a la de ella y mientras pensaba “¿Por qué demonios no? ya he vivido muchos años obedeciendo reglas sin poder hacer lo que yo quiero” me quité el bikini y caminé desnuda al derredor de la alberca, dentro de mi sentí algo especial me detuve junto a la balaustrada de cantera que delimita la casa y mirando hacia la playa levanté los brazos gritando “Mírenme, mírenme” , unas personas en la playa voltearon a verme sin darle importancia alguna, de seguro se habrán reído de mi pero no me importaba estaba desnuda sintiendo lo rayos del sol sobre mi piel sin importarme quien me viera y me sentí libre, libre de ser yo, corrí hacia la alberca y brinque doblando mis piernas sobre mi pecho para caer con las nalgas en el agua.
Sin duda no hay gran diferencia entre usar un pequeño bikini o estar desnuda y mucho menos dentro del agua pero créanme cuando les digo que la sensación es muy diferente, al salir del fondo del agua después de mi loco clavado Nina me preguntó
-¿Te pone feliz estar desnuda?, así me pasa a mí por eso me encanta, ponte mucho bloqueador sobre todo en los pezones
Me salí del agua para secarme y después de untarme bronceador en mis pechos y mi pubis ante la atenta mirada de Nina le dije
-Sabes Nina, no puedo creer que quitarse unos pedacitos de tela hagan tanta diferencia
-La diferencia la crea tu mente, desnuda te sientes libre…Ven entra en el agua
Tenía razón, en mi mente estaba la diferencia y no solo era el hecho de estar desnuda, sino el haberme decidido a hacerlo me sentía como cuando decidí ir a vivir con Alberto y rompí las amarras familiares. Dentro del agua platicamos por mucho rato sobre varios temas interesantes, tomé los vasos y salí del agua, ya era la cuarta vez que lo hacía para ir por más whisky ésta vez al regresar con las copas me senté en la orilla con las pantorrillas colgando y los pies dentro del agua Nina se acercó a mis pies y ya desinhibida por los efectos del whisky fui yo la que inició el tema preguntando
-¿Harry está…? Tú sabes lo que se dice de los negros
Ella soltó una carcajada y me respondió
-Ocho y media pulgadas de ancha, dura y ardiente carne negra, si quieres lo puedes probar güera
Y antes de que mi vergüenza me permitiera responder me dijo
-A mí me gusta Alberto me lo podrías prestar por una noche a cambio de Harry
Yo desconcertada pregunté
-¿O sea que ustedes son swingers o como se llame eso?
-No linda, no pertenecemos al movimiento, hemos hecho nuestras “cositas” pero solo con personas conocidas, no asistimos a bares para swingers ni nada de eso
-¿Y Alberto y yo somos candidatos para hacer esas cositas?
-¡Claro chica!... A mí me gustan mucho los dos y tú a Harry lo vuelves loco
-¿Te gustan las mujeres?
-Algunas como tú
Pensaba responderle que yo no era lesbiana pero algo me hizo permanecer callada, ella salió del agua y se sentó junto a mí y me dijo con voz casi ordenando
-Dame un beso
-Es que yo no soy… Quiero decir que
La miré a los ojos estábamos las dos desnudas solas en una casa bebiendo, debo reconocer que me había excitado el pensar en un intercambio y el whisky me tenía completamente desinhibida, así que después de cortar mis palabras solo pregunté
-¿Qué quieres hacer conmigo o de que se trata?
-De enseñarte un tipo de placer muy especial que solo sabemos darnos las mujeres
Yo acerqué mi cara a la suya y nos besamos jugando con nuestras lenguas, ella acarició mis muslos y mi vientre chupó mis pechos y me hizo probar los suyos. ¡Demonios, me gustó hacerlo!, con razón los hombres se pegan a nuestros pechos como bebés hambrientos. Ella se metió nuevamente dentro del agua y volvió a preguntar
-¿Entonces si dejas que Alberto y yo nos vayamos a la cama?
-No creo que él se oponga, dice que le gustaría hacerlo en medio de estos pechos
Respondí mientras con mi pie tocaba sus grandes pechos y ella tomó mi pie con su mano para ponerlo en medio de sus pechos y los juntó con sus manos para que yo sintiera mi pie entre ellos diciendo
-Ha de querer que le haga una “rusa” ¿Crees que le guste así?
Yo pensé “¿Una rusa? ¿Dios mío que es eso?” y solo afirmé con la cabeza, sentía la humedad de mi vagina producto de la excitación en la que estaba y que me hacía estar dispuesta a todo, Nina tomó mi pie lo besó y se acercó a la orilla besando mi pantorrilla y ya junto mí y en medio de mis piernas me preguntó
-¿Sabes que el mejor sexo oral para una mujer es cuando se lo hace otra mujer?
Yo negué con la cabeza mientras ella sonreía al ver como mis pechos se movían al ritmo de mi agitada respiración y me ordenó
-Siéntate justo en la orilla y sube tus pies al piso
Mi mente ya no respondía a principios sociales, morales, consecuencias ni nada, solo quería sentir en mi cuerpo lo que ella me decía así que me senté justo en la orilla de la alberca levanté mis piernas y apoyé mis talones en el piso, ella se puso en medio de mis piernas y yo me recosté sobre mi espalda, cuando sus dedos tocaron mis labios vaginales un escalofrío me hizo cerrar los ojos, comenzó a jugar con sus dedos en mi sexo metiéndolos y sacándolos de mi vagina, dos y tres de sus dedos juntos acariciaron mis paredes vaginales su boca se juntó a mis labios y me besó con la misma pasión con que había besado mi boca, al sentir su lengua entrar y salir de mi vagina me apoyé sobre mis antebrazos para levantar mi tronco y ver lo que hacía, su lengua se comenzó a mover rápidamente sobre el botón de mi clítoris, yo estaba ardiendo y mi cuerpo respondió rápidamente a sus caricias haciendo que doblara mi cintura haciendo mi tórax hacia adelante con cada contracción de mi orgasmo, fueron varias y deliciosas contracciones las que terminaron por hacerme perder la fuerza en los brazos y me dejé caer de espaldas, me empujé con mis pies hasta que mis muslos quedaron sobre el piso y mis pantorrillas colgaron hacia dentro de la alberca junto a Nina, sentí como mis pies, mis tobillos y parte de mis pantorrillas entraban en el agua, había tenido un orgasmo maravilloso y me sentía agotada de placer, ella acariciaba y besaba mis pantorrillas diciéndome
-Estás deliciosa, me encanta tu piel y tu sexo tiene un delicioso sabor a pasión de mujer… Ahora entiendo a Harry que se muere por estar dentro de tí
Yo disfrutaba sus caricias y sus palabras, tenía cerrados mis ojos para evitar el sol, de pronto ella quedó en silencio y dejé de sentir sus caricias sobre mis piernas, supuse que me pediría que yo le hiciera el sexo oral como ella lo había hecho conmigo pero fue la voz de Alberto la que me regresó a la realidad al preguntar
-¿Qué haces desnuda Sandra?
Yo reaccioné metiéndome al agua y pegándome a la orilla para cubrir mis pechos y mi sexo, lo miré avergonzada mientras Nina sin el menor recato permanecía desnuda flotando boca arriba a media alberca y solo le dijo “Hola ”, yo espantada pregunté
-¿Dónde está Harry?
-Me dejó en la puerta, dijo que iría a comprar comida y que no quería que yo fuera
Nina sin moverse de la postura en que estaba dijo
-Así es él, le gusta ir a mercados a comprar comida sin que nadie lo apresure o le estorbe, a ver si no lo detiene la policía por conducir siendo extranjero y lo tenemos que ir a liberar
Ya sabiendo que solo estaba Alberto con nosotras me acerque a Nina y flote boca arriba como ella lo hacía, Alberto me miró e hizo un gesto de aprobación más por Nina que por mí, él me hizo un ademán y me salí de la alberca, me puse la tanga y al ponerme el sostén le pedí a Alberto que lo anudara al hacerlo preguntó
-¿Estás borracha amor? Por Dios ¿Cuánto tomaron?
-No estoy borracha pero si tomamos varias copas
Me fui a acostar en un camastro bajo una sombrilla mientras Alberto disfrutaba del espectáculo que le estaba dando Nina y cuando él subió a ponerse un traje de baño Nina caminó por el agua hacia la orilla de la alberca y me dijo
-Parece que le gusto a tu hombre
-Te lo aseguro, no dejaba de ver tus pechos y el pubis depilado le encanta yo por eso me depilé para darle gusto así que aprovecha amiga, yo me duermo y tú déjate querer.
- Ya con tu permiso… Duerme tranquila que si lo haré chica
Nos reímos y Nina se alejó al otro extremo de la alberca yo me puse unos lentes oscuros y esperé a ver qué haría él junto a esa mujer nadando desnuda. Cuando Alberto bajó se metió al agua se acercó a Nina y uno frente al otro platicaron por varios minutos, las manos de él jugaban con el agua, de seguro estaba nervioso y con su erección al máximo, Nina le dio un pequeño beso en los labios y se dirigió hacia la escalera para salir de la alberca, ya fuera caminó hacia el extremo donde estaba Alberto y de pie frente a él se secaba mientras le decía algo, él con la mirada hacia arriba no dejaba de admirar a la mujer. Nina se puso su bikini y caminó hacia el bar a servirse un whisky, yo al notar que él no la seguía lo que me indicaba que no habría espectáculo me quedé dormida y me desperté al sentir que acariciaban mi abdomen, era Harry quien me dijo
-Muñeca ya es hora de hacerle el honor a las langostas que preparé, ya se enfrió el vino blanco y la mesa está servida
Yo sonreí y me levanté a sentarme a la mesa donde ya estaban Nina y Alberto, después de comer Nina propuso que tomáramos una siesta ya que el calor y el vino le habían producido mucho sueño, todos estuvimos de acuerdo y subimos a las recámaras, al entrar Alberto se quitó el traje de baño húmedo y se tiró en la cama desnudo yo sin quitarme el bikini me senté junto a él y en plan de broma le dije
-Te dejó con la verga bien parada verdad
El riendo respondió
-Si caray, está buenísima la mujer
-¿Y qué te platicó?
-Ya no sé qué pensar de todo esto amor, Nina es una cínica o es de las personas a las que el dinero las hace sentir que pueden controlar la vida de todos, exponer sus deseos y exigir sus condiciones.
-A mí no me lo parece amor
Acercó mi pierna hacia él para acariciarme y continuó diciendo
-Yo pretendí una conquista diciéndole que era muy bella y bla, bla, bla, pero ella me interrumpió y fue directo al asunto diciendo, “ Alberto tú me gustas y yo sé que tienes ganas de acostarte conmigo, no me puedes negar que te mueres por disfrutar de mis pechos y tener un delicioso orgasmo en medio de ellos y también dentro de mí, eso lo veo y lo siento” Y puso su mano sobre mi traje de baño para tocarme la verga parada como demostrando que eran ciertas sus palabras y después me dijo “Yo estoy dispuesta a complacerte siempre y cuando convenzas a la güera de pasar la noche con mi marido” me besó en los labios y se salió a secar. Se puso de pie frente a mí para que le viera su sexo mientras se ponía el calzón del bikini y me dijo “ Ya sabes cuál es la condición, ellos pasan la noche juntos y yo te dejo a ti como el buen champagne, bien seco chico” y se fue a la cantina a seguir tomando.
-¡¿Te la tocó?! ¡Diablos!, es atrevida la mujer ¿Y qué le dijiste?
-¿Qué le voy a decir?.. ¡Nada!
-¿O sea que debemos irnos cada quien con la pareja del otro a coger toda la noche sin más ni más?
-Así parece
-A ellos pero a mí no, siento que debe haber trabajo de convencimiento, ligue, seducción y no solo quitarnos la ropa y subirnos a la cama a coger… Eso solo lo hacemos nosotros
-¿Y me lo dices a mí? …El caso es que terminé con dolor de huevos
Yo reí, lo miré a los ojos bajé mi mano a su pubis para tocar su pene que de inmediato respondió con una gran erección, lo besé en el pecho diciéndole “Yo te voy a quitar ese dolor”, bajé con besos hasta su pene lo sostuve en mi mano y comencé a jugar con el lamiendo de abajo hacia arriba y metiéndolo en mi boca lo más adentro que lo soportaba, lo masturbaba y repetía el tratamiento con mi lengua y boca, después de un rato de hacer esto y mientras tenía su pene dentro de mi boca él me dijo
-Me voy a venir Sandy
Las pocas veces en que le había hecho el sexo oral él siempre me avisaba que se iba a venir, yo sacaba su pene de mi boca y lo hacía derramarse sobre mis manos, mis pechos o mi ombligo, nunca lo había dejado venirse dentro de mi boca, pero ésta vez fue diferente, mantuve su pene dentro de mi boca lo miré a los ojos y como pude dije “Ven amor, hazlo” él puso sus manos sobre mi cabello y levantó sus nalgas haciendo que su pene tocara mi garganta, yo levanté la cabeza haciendo que su pene saliera un poco pero en ese momento sentí por vez primera sus chorros ardientes mojar mi paladar y mi lengua, cerré mi boca apretando su pene hasta que terminó de venirse, su semen tenía un raro sabor lo sentía “apretar mi lengua” y algo pegajoso pero nada que me hiciera vomitar y a sabiendas del placer que le causaba me hice hacia atrás para que su miembro saliera de mi boca y la abrí frente a él para que viera su semen dentro de ella, cerré mi boca y me animé a tragarlo para después limpiar con mi lengua el semen que había en su pene y lo tragué nuevamente sin que me causara asco, al contrario su expresión de satisfacción me hizo sentir muy bien, me levanté por unos pañuelos desechables para limpiarle el semen que había caído sobre su pubis, él me tomó de la mano y me dijo
-Que ganas tenía de esto amor, eres una mujer increíble
Me senté nuevamente a su lado y después de limpiarlo me recosté apoyando mi cabeza en su pecho mirando hacia el techo de la habitación y dije
-Pensé que tendría un sabor asqueroso pero no es así, claro que no es un delicioso helado de chocolate pero vale la pena tragarlo por el placer que te causa ver a “tu niña tomarse su lechita”…Creo que lo haré más seguido
El rió y acarició mis cabellos, al poner su mano sobre mi cara yo la detuve con la mía para jugar con mi boca besando y lamiendo sobre su palma
-Me encantas Sandy ¿Qué hicieron Nina y tú toda la mañana además de nadar desnudas?
Me quedé fría por su pregunta, como contarle lo de la alberca sin que pusiera el grito en el cielo así que le di una respuesta que desviara la charla
-Nos asoleamos desnudas y otras locuras sin importancia, ¿Quieres ver que ya no se notan las líneas del bronceado en mis pechos?, claro que sigo siendo blanca pero algo es algo
Me enderecé quedando sentada a su lado para quitarme el sostén y él acarició mis pechos haciendo que mis pezones se endurecieran, se enderezó para besar mis pechos y al recostarse nuevamente me preguntó
-¿Cuáles fueron las otras locuras Sandy?
Bajé la cabeza y le dije en voz baja
-Me hizo el sexo oral, por eso me encontraste así cuando llegaste, había tenido un rico orgasmo.
El solo levantó las cejas como signo de admiración, puso su mano en mi hombro y me jaló hacia él para darme un beso en la boca, al separarnos me recosté nuevamente sobre su pecho él me abrazó y pasado un rato su respiración se hizo más lenta y rítmica, se había dormido, quite despacio su brazo de encima de mí y me levanté, me quedé junto a la cama observando su cuerpo desnudo pensando “Me encantas Alberto, te amo o tal vez pienso que te amo ya que no entiendo lo que pasa entre nosotros”.
Caminé hacia el balcón, no usaba sostén pero ya no me importaba enseñar, pensé “Para lo que tengo que enseñar” sonreí y tomé una silla de la habitación la puse en la terraza y me senté a observar el mar pensando en que Harry y Nina eran expertos en el juego de la seducción, por alguna razón eran conscientes de lo que queríamos y sabían cómo estimular nuestros deseos, tal vez ellos habían pasado por las mismas etapas, al principio el sexo es la unión, una maravillosa expresión de amor, después se convierte en una incansable búsqueda experimentando nuevas formas de dar y obtener placer en la pareja y termina por convertirse en una costumbre muy satisfactoria y placentera, pero al fin una costumbre que nos hace buscar consciente o inconscientemente algo más que nos libere y nos devuelva lo que ella misma mató.
Ya había pasado casi una hora ahí sentada pensando en eso, en mi vida y en mi relación con Alberto, me levanté y regresé al interior de la habitación, nuevamente fijé mi vista en su cuerpo desnudo, antes su desnudez hacía que mi vagina se humedeciera y verme desnuda hacía que su miembro respondiera con una dura erección que me hacía sentir esas “mariposas en el estómago” mezcla de nerviosismo y deseo. Poco a poco nos acostumbramos a vernos desnudos haciéndose necesaria la seducción a la que también nos hemos acostumbrado al grado de saber que caricia busca sexo y que caricia es solo expresión de cariño. ¿Hasta dónde llegan las parejas con el paso del tiempo?, tal vez a “Ven amor vamos a coger” o tal vez al ir perdiendo la pasión por efecto lógico de la edad el sexo pasa a ser una parte insignificante en el amor y no ésta necesidad a veces desesperante de placer.
Me di cuenta que no era una mala amante simplemente era una mujer acostumbrada a su hombre, al sexo sin gran preámbulo y carente de nuevas técnicas de seducción, esa divina seducción en la que el hombre busca por todos los medios obtener lo que la mujer desde un principio ésta dispuesta a dar pero que disfruta de ver a su hombre ardiendo incluso suplicante por tenerla y así se acrecienta el deseo haciendo la unión más ardiente y apasionada
Como sea, es terrible la costumbre ¿Y cómo hacer para que cada vez sea algo nuevo cuando ya se ha probado y disfrutado de todo con la misma persona?, ¿Será el amor el secreto?.. ¡Solo Dios!. El caso es que ellos (Nina y Harry) sin duda sabían que estábamos en ese momento en que la costumbre sexual nos lleva a la búsqueda de algo nuevo y muy inteligentemente nos estaban metiendo en su juego. Harry sabía que más que desearlo lo que me excitaba era la forma en que me seducía haciéndome sentir muy deseada, mientras que Nina sabía que Alberto, como todo hombre, no se resistía a sus encantos y haría lo que fuera por tenerla, incluso sería capaz de convencerme de pasar la noche con Harry
Alberto abrió los ojos y al verme ahí de pie junto a la cama preguntó
-¿Qué pasa Sandy?
-Nada, te venía a despertar para vestirnos y bajar con Nina y Harry, quien sabe que quieran hacer.
-Harry me dijo que pasarían el resto de la semana en la casa disfrutando de la playa y la alberca por eso compró tanta comida para no salir a ningún lado
-¿Qué vamos a hacer Alberto?
-¿Qué quieres hacer?
-Me refiero a ellos… ¿Tú crees que dejarán de insistir en su intento de un intercambio?
-¿Quieres hacer el intercambio?
-No lo sé
-O sea que estás dispuesta a hacerlo pero no te has decidido
-Digamos que es así
-Entonces dejemos que pase lo que tenga que pasar ¿Te parece?
Yo afirmé con la cabeza y él se metió al baño para meterse bajo la regadera y lavar los restos del sexo oral que le había hecho, yo me puse un bikini limpio y los dos en traje de baño bajamos a la alberca. Pasamos la tarde y parte de la noche en la alberca platicando no sin recibir indirectas y algunas caricias de Harry y debo decir que como lo había pensado me excitaba más por el cortejo que por las mismas caricias, como a las 10 de la noche nos subimos a dormir ya en la habitación saque un tubo de lubricante y se lo di a Alberto diciendole
-Mira lo que me regaló Nina… ¿Se te antoja usarlo ahora que estoy caliente y dispuesta a todo?
-¿Y por qué te lo dio?
-Dice que es muy bueno para lo que quiero en especial si hay doble penetración, me platico varias cosas que me hicieron arder en deseo de probarlas.
Alberto se rió y yo me desnudé, me arrodillé en la cama apoyé mis manos sobre la sábana y en posición de perrita él se arrodilló detrás de mí en medio de mis pantorrillas sentí como su dedo humedecido con lubricante tocaba mi ano, lo giró al derredor y lo metió con gran facilidad dentro de mi recto, yo apreté inconscientemente y él con su otra mano acariciaba mi clítoris y metía su dedo en mi vagina, me hacía sentir como sus dedos se tocaban a través de las paredes de la vagina y del recto, poco a poco fui aflojando mi esfínter hasta que pudo mover su dedo libremente al derredor de mi recto y mientras lo dilataba yo disfrutaba sentir sus dedos dentro de mí, cuando pudo meter y sacar su dedo libremente de mi recto yo ya respiraba agitadamente él dejo de acariciarme con su dedo y le dije con temor
-Despacio Alberto y si te pido que pares lo haces amor
-Así lo haré
Puso lubricante en su miembro y nuevamente sobre mi ano, apoyó su pene y poco a poco me fue penetrando Sentí dolor pero poco a poco se fue calmando mientras él se movía dentro de mí su dedo dentro de mi vagina apretaba hacia arriba y me hacía sentir como acariciaba su pene cada vez que se movía, era delicioso y no dejaba de imaginar lo excitante que sería tener dos miembros dentro de mí, así después de un rato tuve un pequeño orgasmo que contrajo mis esfínteres, muy corto pero agradable y tal vez las contracciones de mi recto hicieron que él se derramara dentro de mí llenándome de semen, me hizo recostarme boca abajo con las piernas abiertas y se recostó sobre de mí, una rara sensación me invadía y le dije
-Quítate Alberto, necesito ir al baño
Fui corriendo a sentarme en la taza del WC arrojando su semen dentro de la taza, al salir me subí a la cama junto a él y le dije
-¡Diablos, casi me gana!….Ya me quitaste la virginidad por los tres lados, vagina, boca y ano… Ya nadie podrá estrenarme nada
El rió y preguntó
-¿Te gustó?
-No mucho, aún siento una molestia como si me hubieras metido un palo en el trasero… Bueno en realidad así fue... Me echaste un palo por el culo
Nuevamente rió y me abrazó, yo le pregunté
-¿Sientes que se ha perdido algo entre nosotros?.. Me refiero al sexo
-¿Cómo qué?
-No lo sé… Yo extraño el tiempo en que me tenías ardiendo aún vestida tocando tu miembro que estaba a punto de romper el pantalón, extraño cuando abrías tu cierre y desesperado metías mi mano para que lo tocara, extraño cuando nos llevábamos al punto en que no podíamos más y era necesario que me penetraras sin importar nada más que eso, ¿Te acuerdas la vez que sin desnudarnos me levantaste la falda y me subiste a la mesa del comedor, la sacaste de tu pantalón, hiciste hacia un lado mi calzón y me la metiste hasta el fondo?... Qué manera de venirnos, cuando te saliste tu semen manchó la alfombra y eso que mi calzón cubría mi vagina… Ahora ya solo nos desnudamos y a lo que vamos
-Pero sigues viniéndote muy rico amor, terminas que no te puedes ni mover
-No lo niego, lo disfruto como loca, me haces gemir, temblar, gritar, sudar y a veces me dejas al borde del desmayo por el placer, pero no me refería a eso, me refería a….
El me interrumpió solo para
-Si lo sé…
Nos quedamos en silencio abrazados, hasta que el sueño nos venció