La historia de Rubén (16)
Teníamos cada vez más hombres trabajando en descubrir alguna cosa sobre Sergey...
Teníamos cada vez más hombres trabajando en descubrir alguna cosa sobre Sergey, no había manera de saber algo, entonces nos llegó un mensaje de uno de los policías que teníamos en nómina, le habían ofrecido cobrar para trabajar con Sergey, eso nos puso en alerta, llamé a Santiago que tenía contactos en la policía para ver si él podía descubrir alguna cosa más.
Unos pocos días más tarde me llamó el cara cartón de Santiago, el hombre que nunca vi inmutarse ni preocuparse por nada, ¡nervioso!, nos pedía una reunión urgente en casa, quedamos para el día siguiente para que estuviéramos todos. Entró muy serio, como nunca lo habíamos visto, los cuatro nos quedamos mirándonos unos a otros pensando que no traía buenas noticias, se sentó en un sillón respirando profundamente y nos señaló el sofá para que nos sentáramos con él.
SANTIAGO: Lo tenía que haber previsto, lo siento, la he cagado totalmente.
YO: ¿Pero qué pasa Santiago?
SANTIAGO: Sergey, está pagando a policías.
ANABEL: Y nosotros también.
SANTIAGO: Dejarme acabar por favor, policías rasos y no tan rasos, algún jefe también lo tiene en nómina, pero no solo eso, también sabemos que puede tener algún juez, lo tenía que haber sospechado, eso de que estuviera tan callado no era normal, lo siento lo tenía que haber sabido antes.
YO: Bueno, ahora ya está hecho, el tema es, en que nos influye eso a nosotros.
SANTIAGO: Va a llegar gente nueva de la central que nadie conoce para investigaros a vosotros, cuando empiecen a “apretar” a los policías que pagáis vosotros, se pasaran de bando para cobrar de Sergey y les explicaran todo lo que sepan, tarde o temprano encontraran un hilo de donde estirar y nos joderán de una manera u otra, los problemas de los negocios cuando los llevaba Vladimir todavía no han pre escrito, por aquí podrían encontrar algo sin ir más lejos.
YO: Vale, ahora ya sabemos por donde nos quiero joder el cabrón de Sergey, pensaremos algo con urgencia, muchas gracias Santiago por tú trabajo.
Intenté darle ánimos pero creo que no lo convencí demasiado, se marchó y nos quedamos los cuatro en silencio.
ANABEL: Esto me empieza a acojonar, vamos a entrar en un terreno que no hemos pisado nunca, una cosa es la calle contra quien sea, pero la policía y los tribunales no los controlamos.
YO: Tienes toda la razón Anabel, esto lo vamos a tener que lidiar de otra manera, dejarme pensar y os digo algo.
BEA: Hay madre mía.
Aurora se quedó pensando y por una vez no dijo nada.
Era el momento de utilizar todo lo que teníamos contra Sergey, al menos si podíamos distraer la atención un tiempo nos iría bien para preparar el tema de la investigación en nuestra contra.
Un lunes se hizo una reunión con todos los hombres disponibles, el topo incluido, para explicarles que aquella semana se tenía que estar muy atentos, porque el miércoles se iba a hacer una entrega de armas a unos clientes muy importantes, que íbamos a estar nosotros presentes en la entrega y que nada podía salir mal, la intención lógicamente era que a Sergey le llegara la información, el martes unos cuantos hombres con Enrique y Fernando más las gemelas y yo aprovechamos cuando en los laboratorios había menos gente trabajando para entrar, amenazarlos, desarmarlos y echarlos para destrozarlo y quemarlo todo, con la esperanza que cuando le llegara la noticia a Sergey y supiera que habíamos sido nosotros en persona enloqueciera, nos llevamos una furgoneta con bastante droga, al día siguiente la misma furgoneta estaba llena de drogas y armas en un almacén abandonado con nosotros a una distancia prudencial, las dos gemelas y yo solos esperando de pie, llegó la hora y no pasó mucho tiempo que apareció Sergey, cabreado como una mona con unos cuantos hombres, cuando le vi la cara me empecé a cagar porque entendí que nos iba destrozar como nos pillara, por suerte el plan salió bien, y antes de que pudiera sacarse una pistola que ya estaba empuñando llegó la policía, nosotros le habíamos dado el chivatazo a los que todavía teníamos fieles a nosotros, en el mismo momento nos pasaba a recoger en un coche Fernando para sacarnos de allí.
Detuvieron a Sergey por tráfico de armas, drogas y organización criminal, tenían de prueba una furgoneta de su empresa llena, al ficharlo descubrieron que tenía una orden internacional de búsqueda y nos quitamos de en medio a Sergey, al menos de momento, cuando llegamos a casa Santiago nos llamó para confirmarnos que lo habían pillado bien y que estaría mucho tiempo fuera de juego, pero que la investigación sobre nosotros seguía en marcha y había que estar atentos.
Bea nos abrazó a los tres casi llorando de lo mal que lo había pasado sola en casa, entre ella que estaba deseando de tocarnos y besarnos y nosotros que llegamos con la adrenalina por las nubes, nos fuimos a la habitación, nos desnudamos y Bea nos estiró a los tres en la cama, mientras me la chupaba a mí con cada mano pajeaba a las gemelas, se sacaba la polla de la boca y me hacia una paja lamiéndole el coño a una de ellas, volvía cambiar pasando la lengua por todos por turnos, Anabel se incorporó besándose con ella a la vez que yo le metía la lengua en el chichi a Aurora lamiéndoselo, estiraron a Bea boca arriba, Anabel se puso encima besándola abriendo las piernas alrededor de las de Bea, Aurora se puso delante de su cabezas y ellas se turnaban para comerle el coño, yo me coloqué detrás y se la metí a Bea dándole unos buenos golpes de caderas pajeando a Anabel, cambiando de coño de tanto en tanto, los gemidos fueron aumentando resonando por toda la habitación, se corrieron Anabel y Bea, puse a Aurora a cuatro patas follándomela con tanta fuerza y haciéndole gritar tanto que Bea me grito.
BEA: Rubén, que vas a reventar a la niña.
AURORA: ¡Calla mami!, sigue, sigue, que me corro, que me corroooo.
Estalló en un orgasmo brutal, la saqué de golpe haciéndome una paja y muy rápidamente empezaron a salir disparos de semen, ellas se colocaron para que les callera encima, todavía no había salido la última gota que se la fueron pasando de boca en boca Anabel y Bea, limpiándomela bien mientras Aurora seguía estirada boca abajo recuperándose del orgasmo, nos estiramos los cuatro en la cama que estaba hecha una mierda de semen y flujos, todo había pasado en un momento.
Volvimos a la vida tranquila, entre comillas porque sabíamos que nos estaban buscando las cosquillas la justicia, pero nosotros hacíamos la vida lo más normal posible, las gemelas salían con algunas amigas los fines de semana y de tanto en tanto nos decían que se habían enrollado con alguien, Bea y yo como pareja cada día estábamos mejor y pasaba el tiempo sin sobresaltos.
La mañana de un sábado estábamos los cuatro tomando el sol en la piscina, las gemelas se metieron en el agua y empezaron a chapotear y jugar riendo, Bea se animó y se tiró de golpe con ellas jugando las cuatro riendo y gritando, con las bromas se quitaron el bikini unas a las otras, yo las miraba sonriendo a las tres como se subían por encima para ahogarse y jugaban como niñas, sentía la felicidad completa con aquellas tres mujeres en mi vida, sin poder parar de mirarlas jugando alegres. Sonó mí teléfono.
SANTIAGO (serio): Hola Rubén, tenemos que hablar, hay novedades y nada buenas.
Quedamos en vernos en dos horas en su despacho, dejé a las chicas en la piscina explicándoles la verdad y que ya las pondría al día cuando volviera, paramos el coche delante de la oficina del abogado, Fernando salió conmigo y Enrique fue a aparcar el coche, Santiago estaba solo esperando mi llegada, nos preparó unos cafés para todos, llegó Enrique y nos sentamos en su despacho.
SANTIAGO: Está llegando el momento de tomar decisiones importantes, me han pasado la información que la investigación del juez sobre vosotros está acabando, tienen pruebas de la malversación de fondos de la empresa cuando la dirigía Vladimir, indicios de organización criminal y alguna cosa más que puedan acabar por encontrar, particularmente contra vosotros no tienen mucho porque no tienen muy claro quién es la cabeza de la organización ahora, pero empezaran a buscar a quien cargarle el muerto, lo más probable es que os acaben deteniendo a todos, a no ser qué…
Hizo un silencio mirándonos, un silencio que me pareció muy largo y me estaba poniendo nervioso.
YO: Santiago por favor, ¿a no ser qué, qué?
SANTIAGO: Alguien se entregue como responsable, eso a ellos les tranquilizaría bastante, y por asegurarse el éxito de detener a un mafioso de una organización criminal dejarían en paz a los demás.
Enrique y Fernando se pusieron de pie.
FERNANDO: Yo, yo lo haré, a ellos que los dejen en paz.
ENRIQUE: No, lo haré yo, estarán mejor si cuidas tú de ellos Fernando.
Me emocionó tanto que dos personas que conocí en su momento de la manera que fue se estuvieran ofreciendo para ser detenidos por nosotros que me levanté, les toqué la cara y los abracé, los brazos no me daban para rodear aquellos cuerpos enormes.
YO: Me emocionáis chicos, que vuestra fidelidad llegue hasta aquí os lo agradeceré toda la vida, pero vuestro trabajo es protegernos y es lo que tenéis que seguir haciendo, que las chicas estén a salvo de esta mierda será vuestra prioridad.
Me giré y miré a Santiago que me pareció verlo emocionado.
YO: Santiago lo haré yo, avísame cuando será el mejor momento, y cuida también de ellas por favor.
El confirmó con la cabeza, a los hermanos le cayeron alguna lagrima, y salí de allí para tomar el aire y no empezar a llorar como un crio, la decisión estaba clara, ¿quién iba a hacerlo si no era yo?, de hecho hacía tiempo que yo decidía sobre la organización, era el responsable y ahora me tocaba pagar, lo que me llevaba loco era pensar como se lo iba a comunicar a las chicas.
Paró el coche en el garaje y les pedí a los chicos que entraran en casa conmigo, ellas estaban tomándose un aperitivo en la terraza de la piscina, cuando salí se levantaron para saludarme pero al verme la cara se quedaron quietas y serias.
YO: Sentaros por favor.
BEA: ¿Qué pasa cariño?, ¿qué está pasando?, me estás asustando.
ANABEL: Enrique, Fernando, ¿qué pasa?
Ellos siguieron serios sin decir nada mirándome a mí, le hice un gesto para que se sentaran con nosotros. Nos sentamos los seis con las chicas muy preocupadas, tragué saliva para aclararme la garganta y poder hablar con claridad y sin demasiadas emociones.
YO: Santiago me ha explicado cómo está la situación, nos tienen cogidos por los huevos.
Los chicos levantaron las cejas, las chicas se sorprendieron.
AURORA: ¿De qué huevos hablas?, ¿qué coño pasa Rubén?
YO: Qué me voy a entregar como responsable de la organización y os dejaran tranquilas a vosotras, ellos os protegerán como siempre y no pasará nada.
Las tres se alteraron y empezaron a hablar todas a la vez montándose un gallinero de la ostia.
BEA: ¿Pero qué dices?
ANABEL: De eso ni hablar, tú no vas a ninguna parte.
AURORA: Me entregaré yo que soy la que está más loca de todos.
Los tres chicos nos las mirábamos como gesticulaban y seguían hablando sin parar, me puse de pie.
YO (gritando): Basta.
Se callaron las tres de golpe mirándome llorando.
YO: La decisión está tomada, ¿no habéis confiado en mí hasta ahora?, pues seguir haciéndolo.
No pude aguantar más y me fui para mi habitación, antes de empezar a venirme abajo delante de ellas, me metí en la ducha para relajarme, apoyé una mano en la pared agachando la cabeza, dejando caer el agua por encima de mi cuerpo, no me di cuenta y entró Bea abrazándome por la espalda cruzando sus manos por mi estomago.
BEA: ¿Lo haces por nosotras verdad mi amor?
Yo no podía ni hablar, subí y bajé la cabeza confirmándoselo, ella apretó su cuerpo más al mío tranquilizándome.
YO: No dejaré que os pase nada, sois mi vida, os quiero más que a nadie en este mundo.
Bea lloraba con su carita apoyada en mi espalda, me giré, le cogí la cara con mis dos manos y le miré a los ojos, la besé con todo mi amor, me devolvió el beso y fue bajando poco a poco hasta arrodillarse delante de mí, me cogió la polla acariciándola y se la metió en la boca tragándosela toda despacio, la sacó y metió unas cuantas veces para dejármela tiesa como un palo, se giró delante apoyando una mano en la pared, sacó el culo, me cogió la polla y en silencio se la apuntó sobre el ojete, tiró un poco para atrás y se metió la punta abriendo la boca un poco de la impresión, esperé un instante y apreté un poco metiéndola más adentro y finalmente acabé por llegar al fondo, la fui sacando y metiendo muy despacio esperando que se lubricara y dilatara, cuando cogí un poco de ritmo ella empezó a hacerse una paja, nos corrimos a la vez gritando dejando ir la tensión del momento.
Aquella tarde de sábado fue la más deprimente de mi vida, nos la pasamos los cuatro tirados en el sofá, mirando la tele, a la que nadie le hacía caso, Bea no paraba de llorar sin dejar de abrazarme, las gemelas nos abrazaban a los dos y las caras eran un poema, casi no cenamos y nos fuimos a dormir.
El domingo me desperté pronto pensando que no podíamos seguir así, me metí en la cocina y preparé un buen desayuno para todos, cuando las chicas fueron bajando se encontraban con la mesa llena de comida.
ANABEL: ¿Y todo esto Rubén?
YO: Se han acabado las malas caras, los días que me queden para estar en casa no quiero pasarlos como ayer por la tarde, quiero alegría y pasarlo bien, cuando las cosas vayan llegando ya las gestionaremos de la mejor manera posible.
Se dieron cuenta de lo que les estaba pidiendo, empezaron forzando la sonrisa, pero a medio desayuno les había dicho unas cuantas bromas y el ambiente era mucho más distendido y divertido, decidimos ir a la piscina, yo escuchaba música con los cascos y ellas tomaban el sol hablando distendidamente, riendo o bañándose las tres, a mí siempre me encantó verlas a las tres en la piscina riendo y jugando, verlas me daba la vida y me hacía sentir feliz, acabamos el domingo con una buena cena y unas copas después bailando los cuatro en el salón, si el sábado fue deprimente, el domingo fue uno de los mejores, creo que el verme en aquella situación, que en cualquier momento me apartarían de ellas, se me multiplicaban los sentimientos de cariño y amor.
El lunes temprano me llamó Santiago para decirme que el mejor día para entregarme sería el miércoles a primera hora, así quedamos y se lo dije a las chicas volviendo las caras tristes, chasqueé los dedos.
YO: Chicas, nada de tristezas que tenemos dos días para nosotros y no quiero pasarlos mal y triste, quiero alegría.
Se miraron entre ellas sonriendo.
AURORA: ¿Quieres alegría?
ANABEL: ¿Distraerte para no pensar?
BEA: Nosotras sabemos qué hacer para conseguirlo.
Me sorprendieron los comentarios con aquellas sonrisas.
YO: Hay, hay, que no se si fiarme de vosotras.
AURORA: Te vamos a distraer de verdad.
ANABEL: Te vamos a dejar seco.
BEA: Te vamos a follar hasta reventarte mi amor.
Me cogieron de la mano y me llevaron a la habitación, nada más entrar me desnudaron cada una por un lado y me estiraron en la cama, me puse un cojín debajo de la cabeza para levantarla y poder mirarlas, hicieron una fila de tres, Bea la primera se desnudó lentamente, se arrodilló encima de la cama en medio de mis piernas y me cogió la polla pajeándomela mirándome con una sonrisa, se la metió en la boca y me la chupó un buen rato, se separó volviendo a la fila, Anabel se desnudó después colocándose en la misma posición que Bea siguiendo con la mamada, ahora más fuerte, profundizando más y succionando con más decisión, me sacó unos cuantos gemidos, a Bea y Aurora en la fila las veía más nerviosas, Bea pasó una mano por delante de Aurora metiéndosela por debajo del pantalón cogiéndole el chichi, moviendo la mano haciéndole una paja, Anabel apretando sus labios alrededor del capullo de mi polla me estaba poniendo a mil, se apartó y Aurora que ya estaba caliente con la paja de Bea se desnudó en un momento, me cogió la picha haciéndole una paja tremenda, abrí los ojos mirándola, ella sonrió y metió la boca debajo de mis huevos lamiéndolos y succionándolos, bajando el ritmo de la mano apoyada sobre sus rodillas, dejando el culo muy levantado, su hermana sacó las pollas de goma y un bote de vaselina, las puso vibrando pasándole una a Bea que se empezó a frotarse el chichi con ella, le metió la lengua a Aurora en el coño lamiéndoselo con ganas, haciéndole gemir y mientras Aurora seguía lamiéndome los huevos y pajeándome, su hermana le metió el vibrador follándola con él, Bea se puso a mi lado, me besó en los labios, se arrodilló dejándome el chumino al lado de mi cara y poco a poco se fue metiendo el vibrador en el chichi, no podía quitarle la vista mientras se lo metía hasta casi el final, me levanté poniéndolas a las tres a cuatro patas al borde de la cama, a Anabel que estaba en medio sé la metí hasta el fondo follándola a buen ritmo, a Bea y Aurora a cada lado las follaba con el vibrador intentando hacerlo al mismo ritmo que mi polla dentro de Anabel, tres mujeres calientes como ellas gimiendo al mismo tiempo era un espectáculo digno de oírse, Anabel se corrió bastante rápido, seguí metiendo y sacando polla de goma de las chicas hasta hacerlas correr, primero a Bea y después me quedé con Aurora elevando el ritmo, tan rápido para que se corriera que la mano ya me hacía daño de tanto empujar el vibrador, las volví a colocar igual que antes, las tres me miraban sorprendidas.
AURORA: ¿Pero qué pretendes machito?
YO: Haceros correr tres veces y follaros por el culo a las tres para correrme yo. ¿Té parece bien?
Se les escapó una sonrisa a cada una y seguí con mi plan, puse a Aurora por hablar en medio metiéndole la polla, Bea a mi izquierda y Anabel a la derecha metiéndoles el vibrador, empecé suavemente aumentando el ritmo paulatinamente de mis caderas, mis brazos y de la vibración de los aparatos, cayendo en un orgasmo como fichas de dominó una detrás de otra, les saqué la polla y los vibradores, ellas se quedaron jadeando en la misma posición esperando la tercera corrida de la mañana, cambié de posición a Bea dejándola en medio para meterle muy despacio el pepino hasta el fondo, a las gemelas les metí un vibrador a cada una empezando muy despacio con todas, a Bea sabía perfectamente que manteniendo un ritmo suave la iría calentando poco a poco haciéndole llegar a un orgasmo muy intenso, pero las gemelas eran muy brutas y necesitan marcha, así que poco a poco fui aumentando el ritmo con mis manos para meterles y sacarles las pollas de goma cada vez más rápido, llegó un momento que empezaron las tres a gemir al mismo ritmo, hasta que Aurora pegó un grito tremendo arrastrando a su hermana y a Bea a dar otro, les di más marcha a los vibradores e intenté mantenerle el ritmo a Bea, unos segundos más tarde Aurora se empezó a correr de una manera espectacular, moviendo el cuerpo, temblándole las piernas y poniendo los ojos en blanco, su hermana se le unió y acabó por hacerlo Bea gritando las tres a la vez aguantando los espasmos del cuerpo.
Cayeron hacía delante quedándome con la polla fuera y los vibradores en las manos, se quedaron las tres casi juntas boca abajo respirando profundamente, les dejé un momento para que se recuperaran mientras apagaba los aparatos, cogí el bote de vaselina subiéndome con las rodillas encima de la cama, tenía tres culos espectaculares delante de mí, unté dos dedos de cada mano metiéndolos dentro del bote y se los pasé a las gemelas por el ojete lubricándolo con paciencia, pasaba al de Bea y volvía a lo otros dejando los tres bien mojados metiéndoles un dedo despacio, a ellas se les empezó a escapara alguna risilla, me estiré encima de Aurora que estaba más a la izquierda, apuntando la punta de mi polla sobre su agujero haciendo un poco de fuerza para metérsela un poco, la metí y saqué unas cuantas veces y cuando lo tenía medio dilatado, pasé al de Bea que estaba en medio, metiéndosela un poco y como vi que entraba bien le metí la mitad entrando y saliendo también varias veces, de ella pasé al de Anabel repitiendo la operación como a su hermana, ellas me miraban como pasaba de encima de una a la otra riendo bajito, la segunda pasada por su sus culos ya fue para meterla hasta el fondo follándolas despacio pero sin parar, y a la tercera se la metía y sacaba a buen ritmo saltando de uno a otro volviéndome loco, ellas seguían con una risilla guasona.
AURORA: ¿Cómo le va a nuestro “machito” por la retaguardia?
Las otras dos soltaron una carcajada.
ANABEL: Por la cara que hace parece que se lo pasa bien.
BEA: Anda que no está disfrutando follándose tres culos a la vez el cabrón.
YO: Pero os queréis callar coño, así no hay manera de concentrarse joder.
Yo empezaba a estar como una moto, follándome con toda la fuerza que me daban mis caderas aquellos maravillosos culos.
ANABEL: Si no puedes buscamos una grúa para que te ayude.
Empezaron a descojonarse las tres a la vez al mismo tiempo que a mí me subía un orgasmo enorme, dándome un sablazo en el cerebro empezando a correrme en no sé qué culo, del que la sacaba y la metía en otro, siguiendo con mi corrida volviendo a sacarla para meterla en el tercero, sin perder fuerza en los disparos de esperma, mientras me descojonaba de risa del chiste de la cabrona de Aurora, fue la primera y última vez en mi vida que tuve un orgasmo junto a un ataqué de risa que me dejó totalmente derrotado encima del cuerpo de Bea.
Me hicieron pasar un lunes y un martes maravillosos, el precio, acabar con la polla que no sabía si era mía o del vecino, me la escocieron entre las tres de no parar de follarme, el martes por la noche nos fuimos a dormir, después de una buena cena y tomarnos unas cuantas copas en modo de despedida, dormimos los cuatro en una cama y se iban turnando para abrazarme durante la noche, sabía que el día siguiente sería uno de los más duros de mi vida, pero aquella noche pude sentir tanto amor por mí que todo lo demás no parecía tener importancia.