La historia de mis amigos fernando y paloma. -4
Fernando la confesa a Manuela, que no la gustaría que ella hiciera realidad la fantasía que tantas veces ha pedido a Paloma y esta no ha querido nunca concedérsela y no que no es otra que verla follar a ella con uno o varios hombres negros. Manuela le dice que si lo hace se convertiría en cornudo, que si no le importa él dice que no, siempre que ella le cuente todo lo que haga con otro hombre o esté presente el. Al día siguiente Manuela, mientras Fernando trabaja, se da una vuelta por el centro, recorriendo las calles por las que el día anterior estuvo con él. Al pasar por la casa de Juan el viejo no sabe que la pasa, que sube las escaleras , llama a su puerta y de nuevo se entrega a él. Cuando Fernando llega a casa a comer Manuela le cuenta que le ha puesto los cuernos y Fernando a cambio la pide que le conceda el deseo que tantos años lleva añorando , el que se entregue a uno o varios negros.
Recordareis que dejamos a Fernando y a Paloma tras tener la aventura del cine y follar en casa del hombre que se encontraron en este cine, vuelven a casa y tras cenar y meterse en la cama se quedan dormidos abrazados uno a la otra por el cansancio hasta el día siguiente.
Y tras poneros en situación continúo con la historia en boca de Fernando:
Cuando me sonó el despertador, media hora antes de lo normal, pues lo había adelantado con intención por si Manuela estuviera despierta y la podía follar de nuevo antes de marchar al trabajo o sino de poder verla y contemplar su espléndido cuerpo y si podía sacarla fotos desnuda o algún video. Ella al oír el despertador se dio la vuelta y sin querer se quitó la sabana con que nos habíamos cubierto durante la noche tras quedarnos dormimos. Quedó tumbada en la cama con una pierna doblada y la otra estirada pero un poco abierta, mostrando perfectamente su almejita, un poquito abierta por la posición en que estaba, y sus grandes pechos (aunque no están fofos) debido a su tamaño y peso un poco caídos cada uno hacía un lado. Tras examinar todo su cuerpo desde las puntas de sus pies a su cara al pasar mi vista por sus pechos pude ver que tenía varios moratones, como consecuencia del manoseo que la habían dado, en ellos, tanto en el cine como el viejo Juan en su casa. Tras observarla un momento y ver que no se despertaba, cogí la cámara y comencé a sacarla un video así desnuda y después a tirarla fotos durante unos cinco minutos, se conoce que el ruido del disparo de la cámara la despertó y al verme frente a ella sacándola fotos me dijo:
“Fernando, no hubiera sido mejor que en vez de perder el tiempo sacándome fotos, me hubieras despertado besándome y no hubiéramos perdido tiempo y volver amarnos y volver a follar para asegurarnos que me preñas. Anda deja la cámara y ven quiero que me folles y no solo lo quiero sino que lo estoy deseando y te necesito ya dentro de mí, pues luego te irás a trabajar y hasta esta tarde no podremos de nuevo amarnos, mi amor”
Yo no me hice esperar, y como aún no me había vestido sino que seguí desnudo igual que me había acostado la noche anterior y estaba con mi polla tiesa , por el tiempo que había estado contemplando a Manuela desnuda antes de que se despertara, me tumbe de espalda en la cama y la dije:
“Manuela, quiero que me cabalgues como ayer cabalgaste al viejo del cine, me excite mucho al verte hacerlo con él y a Juan le vi disfrutar muchísimo y me gustaría probarlo también a mí en esa posición contigo encima cabalgándome”
Ella riéndose me dijo:
“Yo estoy aquí para darte a ti gusto y hacer todo lo que tú quieras, como tu mujer, que esta semana soy con todas sus consecuencias. Me parece a mí que te va un poco lo de ser cornudo, pues eso que acabas de decirme que te excitó verme follando con el viejo, me lo está confirmando, ¿no es así?”
Ella se levanta y se coloca encima de mí y cogiendo mi polla la apunta a su rajita y se va dejando caer poco a poco y yo voy notando como mi erecta polla va avanzando en el interior de su vagina, a la vez que la contesto a sus preguntas:
“Manuela, no sé si será esto querer o ser cornudo, pero al verte follar con el viejo y ser sobada y tocada en el cine por todos esos hombres, me excitó muchísimo y creo que ese mismo deseo y placer es el que sentiría si lo hicieras con los negros, u otra vez con el viejo o con otros hombres. Pero eso no quiere decir que no te quiera y te desee, pues es lo que más quiero en este momento y desde que te conocí en tu granja. Por eso quiero que vayas al pueblo preñada, si es de mi mejor y si no de cualquiera de los hombres, que si tú quieres darme ese gusto, te puedan follar estos días. Lo que quiero es que te quedes preñada de mi o de otro para poder quedarme contigo toda la vida y convertirnos si tú quieres, tras divorciarnos de Andres y Paloma en tú marido o si no quieres volver a casarte al menos vivir juntos como si fuéramos un matrimonio. Te estoy siendo muy sincero en mis palabras y no te oculto que me gusta ver a la mujer que quiero y deseo en brazos y siendo follada por otros hombres, pues eso me excita bastante, pero que tras esto vuelve a mí y es mi mujer con todas los pros y contra que este deseo mío conlleva, y recordando cómo me ha puesto los cuernos follamos salvajemente hasta que ya no podemos de cansancio ninguno de los dos”.
Ella emite un suspiro al sentir como mi polla esta ya toda dentro de ella:
“Ahhhhhhhh…..siiiiiiiiiiii ya está toda dentroooo mi amoooorrr….”
Y comienza a subir y bajar despacio, comenzando con ello una cabalgada suave sobre mi polla a la vez que me dice:
“Entonces no te importa si esta semana folló con otros hombres que no seas , tú siempre que tú lo sepas. O tendrías que estar presente tú viéndolo”
Yo siento en mi polla el calor del interior del chocho de Manuela y con sus movimientos de cabalgada, cada vez me estoy excitando más, lleco mis manos a sus pechos y se los sobo y toco como hacía el viejo y se me viene a mi mente esas imágenes y las del cine, siendo ella sobada por todos, y al recordarlo me excito a tope y entonces la contesto a su pregunta:
“No , noooo no me importaaaa aaahhhh sigueeee sigueeee saltandoooooo no pareeeess…..Nooooo no me importaaa pero me gustaría estar delanteeee cuando lo hagaaaassss sobre todo con los negrooossss si lo haceees con ellos me dariaaas una graaaann alegríaaaaa. Con los otros también me gustaría verteeee pero si te surge, aaahhhhhh y no estoy yo y te apetece hacerloooo con alguno , o quieres volver hacerlo con el viejo y yo no estoy por lo menos quierooooo que después meeeee lo digas ,no me gustaría que me lo ocultaraaaasssss y si al decírmelo me puedes mostrar algunaaaaa foto que te hagan o si fuera algún videooooo ooohhhhhh siiiiiiii, sería como si yo hubiera estado presenteeee …..lo que no me gustaría es que no me loooo dijeras y despuéssss me enterara sin ser tú la que me lo dijeras, sigueeee sigueeeee oooooohhhh como me gustaaa como te mueveeeess pedazo de zorraaaaa….ahhhhhhhh…. que bien fooooollllllaaaaaassss, que tetaaaas tieeeeneeeess …..Manuellaaaa me vuelveeees locoooooo….”
Ella también está disfrutando y gemiendo, aunque me contesta a lo que la acabo de decir:
“Siiiiiiii…..ooooooooohhhhhh como me gustaaa sentirteee dentroooo de miiiiiiii…siiiiiiii quierooooo quer te corrrassss de nuevooooo dentro de miiiiiii vaginaaaaa….aahhhhhhhhme gusttaaaaa que me toqueees y juegueees con mis tetaaaas mientraaas te folloooooooo, porque ahoraaa la que te esta folllandooooo soy yo a tííííí….no tu a míííííí….. a partir de ahoraaaa vas a seeeeerr mi cornudooooooo…..mi amooooor voy a darte el gustoooooo que me pideeees verme follar con esooooos negrooooos y con todos los hombreees que quieraaas ……..Siiiiiiiiiiiii follaréeee con los negroooos solo por darte gustoooo a tiiiiii mi amoooor y que cumplas esa fantasíaaaa que tanto tiempo llevaaaas deseandoooooo y la puta de tu mujer Palomaaaa nunca ha querido concederteeeeee…..mi amooooooorr….quiero que te corraaaas yyyyyaaaaa lo necesiitooooo quieroooo sentiiiiir tu lecheeee caliente dentro de miiiiii quiero ser preñadaaaa por elllaaaa ahora…..siiiiiiii aaahhhhhh meeeeeee vieeeneeeee…meeee vieneneeee ya estaaqaa aquiiiiiimiiiiicorrrooooooo, meeecooorroooooo miii amooooorrrrr…..”
A mí también me vieneee y no me puedo aguantar y se lo digo también:
“Siiiiii putaaaaasiiiiiiiyo tambiééé´nnnnn me corroooooo tomaaaaa zorrrraaaaa ….tomaaa toda mi lecheeeee quiero preñarteeee golfa asquerosaaaa…..queiro que me hagaaaas un grna cornudooooo con todooooos los que quieraaassss y sobre todoooooo con los negroooosss aaaahhhhhhh me cororooooooo siiiiiiiii aaaaahhhhhhhh…..”
Ella al sentir mi leche dentro se tensa y tras unos segundos se deja caer sobre mi cuerpo reposando su cara sobre mi pecho y jadeando aún por el cansancio me dice:
“Fernando, ahora que ya ha pasado la excitación del momento de la follada, es verdad lo que me has dicho que te excitaría y te gustaría verme follar con otros y sobre todo si estas presente pero que si surge ese momento y tú no está que lo puedo hacer siempre que te lo diga, estas seguro de ello? Mira que con ello me estás dando vía libre a follar con otros hombres a parte de contigo y con lo caliente y puta que soy si me dices que sí serán muchos. ¿Vas a estar dispuesto a soportar, ver y saber que disfruto y follo con otros, es eso lo que quieres mi amor?”
Yo dándola pequeños besos en su cara y pelo y acariciándola la digo:
“Si mi amor, es lo que quiero y me encantaría verte hacerlo. Pero también te pediría que tú me dejarás hacer a mí lo mismo con otras mujeres ¿serás tú capaz de dejarme a mi estar con otras mujeres, si te digo que estoy con ellas? ¿Te gustaría y excitaría verme follando con otras como a mí me gusta verte a ti hacerlo con otros hombres?”
Ella me contesta:
“Lo que me pides, sería lo justo, aunque yo te quiero para mi sola, pero consentiría de vez en cuando dejar que estuvieras con otra mujer, aunque no sé si sería capaz de estar presente y si el verte en sus brazos me excitaría o me disgustaría. Te quiero muchísimo, y no sé….pero si tú lo deseas, así lo haremos. Pero después por favor no quiero que ninguno de los dos nos lamentemos, ahora estamos a tiempo de hacerlo o no hacerlo, pero si decidimos ir adelante será con todas las consecuencias y sin ningún reproche por ninguno de los dos, por mucho que nos duela ver al uno con otra y tú verme a mí con otros hombres. Yo sé que si dices que sí voy a ser yo la que más veces goce de otra relación, pero también que tú lo vas a gozar más que yo el verte a ti en brazos de otra mujer”.
Yo la abrazo con fuerza y dándola un beso en su boca la digo:
“Gracias Manuela, mi amor, por acceder a darme ese gusto, quiero que me hagas el mayor cornudo que haya en Madrid, si acepto el trato mi amor.”
Permanecimos en la cama uno o dos minutos más y luego me levanté para ducharme y ella en mientras se fue, como estaba desnuda y con todo mi semen resbalándola de su chocho piernas abajo, a la cocina para preparar el desayuno.
Cuando yo llegué a la cocina, ya duchado y vestido, ella ya me había preparado la taza de café y unas tostadas. Cuando me senté cogió una de las tostadas y se la pasó por su coño, impregnado esta de la mezcla de sus jugos y de semen que se la estaba saliendo por su almejita, la dio un muerdo y luego extendiéndomela para que yo la cogiera me dijo:
“Toma mi amor, quiero que tú también pruebes tu propio semen y mis jugos igual que yo acabo de hacer”
Yo sin decir nada y con una sonrisa en mi cara, me comí el resto de la tostada, que en aquel momento me pareció el manjar más delicioso que pudiera existir en la tierra. Luego probé un poco de café y dándola un beso en su boca la traspase a la suya el café que había bebido y ella se lo trago. Cuando se acabaron las dos tazas de café (la suya y la mía), cogió ella y metió sus dedos en uno de las tazas que habían tenido el café y se mojó con los restos que quedaban sus dedos y se los pasó por las aureolas y pezones de sus pechos. Luego metió los dedos en el azucarero y se untó sus aureolas y pezones con ella y después acercando sus pechos a mi cara me los dio para que los chupara y limpiara.
Cuando acabamos, nos besamos y a despedirnos la dije:
“¿Que vas hacer esta mañana, aparte de la comida y la casa, hasta que yo llegue? Podías darte una vuelta por el barrio y después de comer si quieres salimos un rato para que conozcas algo más de Madrid. ¡Ah! Se me olvidaba, ves a la mesilla de la derecha de la cama y encontrarás un tubo con una crema, dátela en tus pechos y en las zonas de tu cuerpo que veas que tienes marcas ,de los sobeteos que te dieron ayer en el cine esos hombres, veras como para cuando yo vuelva a las 3,30 muchas de esas marcas te habrán desaparecido. La usa Paloma para casos como estos,”
Ella me contesto:
“De acuerdo, me aplicaré la crema antes de volverme acostar un ratito y cuando me levante iré a comprar algo para hacerte una buena comida, para que cojas fuerza y podamos seguir amándonos como hasta ahora, deseo tanto que me dejes preñada. Aunque algo me dice dentro de mí, que ya me has preñado, pues desde que empezamos en el pueblo hasta ahora no hemos dejado de hacerlo y te has corrido unas cuantas de veces dentro de mí y me coges como sabes en mis días fértiles. Algo me dice en mi interior o quizás el instinto de mujer de que ya has conseguido preñarme, pero por si acaso mi amor tenemos que continuar intentándolo ¿no crees?, ja, ja, ja,..”
Y dándome un beso nos despedimos. Ella se volvió a la cama, donde según me dijo se quedó hasta las 10 de la mañana y yo me fui a mi trabajo como hacía todos los días.
Cuando volví del trabajo al llegar me recibió con la batita transparente que se había puesto en el pueblo y sin nada debajo, se echó a mi cuello y me dio un beso con lengua incluida en mi boca. Manuela había preparado una mesa en la que no faltaba ni un detalle y había preparado una buena comida que regamos con un buen vino. Durante la comida me estuvo contando todo lo que había estado haciendo en mi ausencia, donde había comprado, donde había paseado, etc. Al finalizar recogimos la mesa y la cocina, y en todo ese tiempo yo no deje de meterla manos por debajo de su batita pudiendo comprobar que estaba su rajita totalmente mojada. Luego a eso de las 5 de la tarde y como hacía un poco de calor, la dije:
“Manuela si te parece podemos ir a nuestro cuarto y nos echamos un rato a siesta, mientras baja un poco el calor, no mucho una hora u hora y media y luego nos arreglamos y salimos a dar una vuelta. ¿Te distes la crema que te dije?”.
Ella me contesta:
“Me parece buena idea, porque la verdad que aunque todavía no estamos en verano, pero ya hace un poco de calor para salir a la calle. Y sí me di la crema en cuanto te fuiste antes de acostarme un ratito de nuevo y la verdad es que parece que ha hecho su efecto, mira ya a penas me quedan marcas”.
Diciéndome esto se quita la batita y la deja caer al suelo, quedándose completamente desnuda. Yo la miro y cogiendo suavemente con mis manos sus pechos los inspecciono para ver si la quedan marcas y observo que la mayoría de las que había la han desaparecido, solo la quedan dos o tres pequeñas marcas en sus pechos y por el resto de su cuerpo han desaparecido todas.
Yo la contesto:
“Esta crema es muy buena, nos la recomendaron unos amigos, con los que nos juntamos algunas veces, más bien de tarde en tarde. Estos amigos les gusta practicar el sado y en muchas de sus sesiones a ella la quedan marcas de los castigos que recibe y para que se la quiten o alivien se da esta pomada “
Entonces Manuela al oír mi explicación me pregunta:
“¿Es que Paloma y tú practicáis sado?”
Yo la digo:
“No, no lo hacemos, aunque cuando nos hemos juntados con ellos han querido introducirnos en ello, les hemos dicho que no y hemos practicado el cambio de pareja normal pero sin sado. ¿Por qué lo preguntas? ¿No estarás interesada tú en hacerlo?”
Me contesta:
“No, no lo preguntaba solo por curiosidad y para saberlo. Y no estoy interesada en practicarlo, aunque a lo mejor no me importaría probar alguna vez para saber qué es eso y que se siente al hacerlo, pero no es mi intención tenerlo como práctica habitual en mis juegos de sexo, al no ser que tú quieras que lo practiquemos?”
Yo, al decir esto, no quiero cerrar esa puerta por si alguna vez me picara la curiosidad de hacerlo y entonces la digo:
“No, no por mi si a ti no te gusta o no quieres, tampoco tengo mucho interés en practicarlo, eso sí si alguna vez quieres que probemos hacerlo, lo haré encargado contigo, mi amor, solo tienes que decírmelo”.
Yo entonces comencé a desnudarme y deje tirada mi ropa también en el suelo y agarrado de nuestras cinturas nos dirigimos a nuestro cuarto donde nos tumbamos sobre la cama y comenzamos a besarnos y acariciarnos, para acabar a los pocos minutos súper excitados y sin poderlo remediar de nuevos follamos corriéndome de nuevo dentro de la vagina de mi amada Manuela. Después descansamos un rato quedándonos dormidos hasta cerca de las 7,30 de la tarde. Cuando nos despertamos, nos aseamos un poco y nos vestimos, Manuela se puso una blusa bastante ajustada que dejaba ver perfectamente gran parte de sus grandes pechos y la misma faldita vaquera que llevo puesta ayer, salimos a dar una vuelta, al estar en la calle la dije:
“Manuela, ayer fuimos para el centro y te enseñé como puedes llegar desde casa a él sin necesidad de ir conmigo. Hoy si quieres podemos ir a una plaza que hay aquí cerca donde se ponen puestos ambulantes de sudamericanos, moros y negros con sus mantas para vender su mercancía, y así a la vez que paseamos puedes ver por si te gusta algo y lo compramos”
Yo quería llevarla a esta plaza porque la mayoría de los puestos son de negros que se ponen con sus sabanas o mantas a vender sus mercancías, la mayoría viven cerca, no muy lejos de la plaza en unas antiguas naves abandonadas y en la casa del guarda de las mismas. No exagero si entre la casa y las naves viven cerca de 30 negros, algunos con sus mujeres y críos, pero la mayoría viven solos.
Ella a mi pregunta me responde:
“Bueno si quieres tú podemos ir allí y después me gustaría si hay algún cine ir a ver alguna película”
Yo la contesto:
“No muy lejos de la plaza hay uno, pero no esperes que sea como el de ayer, aquí la gente que va no van buscando rollo ni a liarse con nadie, allí se va a ver realmente la película que se proyecta.
Su contestación a esto fue simplemente:
“! Ah! bueno, pues entonces mejor dar una vuelta e ir conociendo otros sitios e irnos pronto a casa para poder estar de nuevo juntos en la cama mi amor”.
Yo riéndome la contesto:
“Como eres mi amor, ¿tú nunca tienes bastante?, acabamos de hacerlo y otra vez estás pensando en ello, me encanta como eres de caliente Manuela”
Mi idea de llevarla a la plaza donde estaban los negros es para que viera a estos y ver si se decidía para poder llevar a cabo mi fantasía de verla follar con un negro o varios, pero ella parecía no entenderlo ni tener ganas de ello.
Fuimos viendo varios de los puestos y me dirigí, a propósito, a uno donde había un negro joven, que tendría entre unos 20 y 25 años, mediría alrededor de 1,70 de altura, era delgado pero fuerte y a la altura de su bragueta se le marcaba un buen paquete. El chico vendía blusas y vestidos de mujer, de mujer y bolsos falsificados de marcas conocidas. Al acercarnos a él chico dirigiéndose a Manuela comenzó a ofrecerla los bolsos, pero a Manuela parecía que lo que la llamaba la atención eran unas blusas blancas como de un tejido de hilo de algodón. Ella cogió una y se la puso por encima y me dijo:
“¿Qué te parece?”
Yo la contesté:
“No sé, te queda un poco grande, mira a ver si tiene otra más pequeña”
El chico al oírme, se agacha y coge otra de encima de la manta y acercándose a Manuela se la pone él mismo por encima ajustándosela a la parte de atrás con sus manos a la vez que nos dice:
“Mire, esta parece que le sienta mejor, mire, mire, cuando se la ponga y se la abroche, seguro que esta la queda a su gusto”
Mientras decía esto había llevado una de sus manos, con que la colocaba la blusa, a uno de los pechos de Manuela y se lo apretaba y sobaba con todo descaro. Manuela no decía nada, pero por su cara vi que no la disgustaba el toqueteo que el joven negro la traía haciendo con que la probaba la prenda. Yo les miraba y trataba de retrasar mi respuesta, estuve al menos cerca de un minuto dejando que el negro se despachara a placer llevando sus manos de uno a otro pecho de “mi mujer” para acabar sujetándola la blusa por la parte de atrás del cuerpo de Manuela y pegado completamente a ella. Al final me decidí a cortar y dirigiéndome a Manuela la dije:
“Yo creo Manuela, mejor quizás otra talla, pero ya veo que no tiene la intermedia entre esta y la otra”
Y dirigiéndome al chico le dije:
“Chico, no tendría usted otra intermedia, si no la tiene aquí podemos pasarnos mañana a ver si la puede conseguir, si le parece a usted bien, pues veo que mi mujer se queda con las ganas de tener sobre su cuerpo tan bello ejemplar”
No sé si él chico se dio cuenta de mi juego de palabra e indirecta, pero estoy seguro que Manuela sí que se dio. Entonces el chico la quitó a ella la blusa de encima de su cuerpo y al separarse de ella pude ver que el bulto de su entrepierna le había aumentado y le marcaba perfectamente la forma de una gran polla y donde acababa se veía una buena mancha de humedad. El chico la doblo y la puso de nuevo sobre la manta y nos dijo:
“Si se pasan mañana ustedes por aquí trataré de buscársela “
Yo le contesto:
“Pues entonces no se hable más mañana sobre esta hora estaremos aquí”
Nos alejamos del puesto y cuando ya estábamos un poco alejados, Manuela me dijo:
“Fernando, el chaval me ha puesto excitadísima con el sobeteo que se ha traído a mis pechos y otras zonas de mi cuerpo, cuando me probaba la blusa y después el muy guarro se ha pegado por detrás a mi culo y me ha restregado bien restregado su paquete por todo él, notaba perfectamente su polla, en mis nalgas , que por cierto debe de ser bastante aceptable de tamaño por lo que he sentido cuando me sujetaba la blusa por detrás”
Yo la contesto:
“Ya te lo he notado, como te ha puesto, por eso he tardado tanto en dar mi opinión para que disfrutara de lo que te estaba haciendo. Estoy seguro que si ahora pudiera tocar tu chochito le encontraría completamente mojada, ¿no es así?”.
Y ella sonrojándose me dice:
“Si es cierto, estoy completamente mojada y las bragas las tengo empapadas, si no estuviéramos en medio de la plaza te dejaría que me lo tocaras y lo comprobaras y desde luego si estuviéramos en casa ahora mismo no te escapabas. Y también te digo que me he dado cuenta de tu jugada al decir al chico que mañana volveríamos para ver si tenía la blusa, ¿Qué piensas hacer realidad tu fantasía de verme follar con negros?”
“Eres más lista que una maestra, pues sí que he pensado en ir preparando el campo para por si al final e decides a darme ese capricho de verte follar con los negros, pero eso depende de ti. Lo que también le he querido dar a entender a él algo, con mi juego de palabras al decirle: “pues veo que mi mujer se queda con las ganas de tener sobre su cuerpo tan bello ejemplar”, no sé si se habrá dado cuenta que el bello ejemplar era él, pero creo que no lo ha captado ¿y tú te distes cuenta de ello?”
Ella mirándome sonriendo y enseñándome picaronamente la punta de su lengua me contesto por lo bajo:
“Si claro que me he dado cuenta, por eso te he dicho entre otras cosas lo de tu jugada y me gusta el juego que te has traído con el chico. Pero si me decido, como lo vamos hacer y donde, porque yo no soy partidaria de llevarlo a casa y a un hotel, no me parece tampoco lo más acertado”.
Yo la contesto:
“No te preocupes, yo tampoco tengo pensado llevarlo a nuestra casa, quizás una solución es hacerle que nos lleve donde él viva con cualquier pretexto de ver algo más de ropa o cualquier otro. Lo que no sé es como estará ese sitio de limpio y si podremos estar tranquilos o solos con él, pues esta gente suelen vivir varios juntos y ya sabes a lo mejor no es lo mejor. ¿Tú qué opinas de ir a su casa?”
Ella me dice:
“Yo creo que es la mejor solución, caso de hacerlo y no creo que este por muy mal que esté peor que tenía el viejo del cine su casa. Lo que me para un poco es que estén allí más de uno o dos de sus compañeros, porque a dos o tres los podemos manejar bien pero si son más quizás sea peligroso. Y vamos a dejar de hablar de ello, pues me estoy poniendo aún más caliente que lo que estoy con todo esto y no sé aún si lo haré o no”
Yo la digo:
“Pues no hablemos más de ello, si te decides ya veremos cómo lo hacemos. ¿Quieres entonces ir a ver una película a este cine de aquí al lado o damos un paseo? “
Me dice agarrándose a mi brazo:
“No a ese cine no me apetece, si fuera el otro quizás pero él otro nos coge muy lejos. Mejor damos un paseo y luego nos vamos a casa, cenamos y nos acostamos temprano, pues tú te tienes que levantar mañana pronto y tienes que descansar”
Yo la doy un beso en su cara y comenzamos andar, son ya las 9,00 de la noche. Estamos andando un rato y a eso de las 9,40 llegamos al portal de nuestra casa, subimos, picamos algo y nos ponemos a ver la televisión, sentados los dos en el sofá bien pegados uno a la otra. Cada vez que se movía un poco ella, en el sofá, me subía un delicioso y fuerte olor a chocha sucia y eso me encantaba y me excitaba cada vez más. Y todo era porque, tras nuestra follada de después de comer no se lavó su coñito, sino solo se limpió lo que escurría por sus muslos, más luego con lo excitada y los jugos que había estado echando al ser tocada por el joven negro. Entonces la llevo mi mano a su entrepierna y ella al notarla se abre un poco más de piernas y en ese momento me sube a mi nariz de nuevo el aroma de su coñito, pero bastante más intenso que antes, y la digo sonriéndome un poco:
“Ja, ja, ja, como estas de caliente Manuela tienes tu coñito empapado y al no haberte lavado esta tarde después de que folláramos tras comer, hace que me huele tu almejita a gloria, mi amor, que me vuelve loco”
Ella acercando su boca a la mía me da un pequeño beso en mis labios y me dice:
“Si mi amor, el sobeteo que me ha traído el negro probándome la blusa me ha puesto muy caliente y salida, como puedes comprobar con tú mano tengo toda mi chocha empapada y ardiendo y deseo que me calmes cuanto antes mi amor”
Yo haciéndome el duro, la digo:
“Todo a su tiempo, ahora vamos a ver una película de esas eróticas como las que pusieron el otro día en el cine, de esa forma damos tiempo a que yo me recupere un poco , para poder correrme dentro de ti de nuevo y a la vez nos sirve para excitarnos más si es posible de lo que ya estamos. Yo también me he calentado bastante viendo cómo te manoseaba el negro. Y te aseguro que yo tengo tantas ganas de ti como tú de mí y si quieres que te diga la verdad también estoy muy caliente, pero quiero correrme abundantemente de nuevo dentro de tú vagina , pues sabes que deseo preñarte, y por eso te pido hagamos tiempo viendo la película, mi amor.”
Yo entonces me levanto y pongo en el DVD una película porno de una señora madura que se entrega a cuatro chicos jóvenes negros, pues quiero que siga pensando en los negros y la entre ganas de follar con ellos y me diga sí a mi propuesta de entregarse al negro del puesto ambulante.
Mientras vemos la película, ella me ha desabrochado mi cinturón y el botón de mi bragueta, ha bajado la cremallera de la misma y abriéndola, ha metido su mano en mi calzoncillo y cogiendo mi verga me la ha sacado (ya estaba erecta) y ha comenzado acariciármela con unos movimientos suaves. Yo la he hecho que levante un poquito su culito y la he bajado sus bragas hasta sus tobillos, y la he hecho que se las saque de sus pies. Se ha abierto de piernas un poquito más que estaba antes y también la he comenzado a tocar su almejita mojada totalmente por sus jugos. Ella mira atentamente a la pantalla en la que se ve a la señora rubia de media melena como es follada haciéndola un bocadillo por dos negros, entonces viendo lo atenta que está a la pantalla del televisor la digo:
“Mira esos dos negros como se están follando a esa madurita, mira que cara de vicio pone la señora, pareces tú cuando estabas ayer con Juan el viejo, ¿a qué te gustaría ser ahora tú esa puta de la pantalla y estarte beneficiándote a esos dos chavales negros? Mira, mira que pedazo de polla se gastan los dos son grandísimas y encima son también bien gruesas, joder cómo es posible que la puedan entrar todo eso, bien está que por su coño la entre aunque sea rozando sus paredes, pero es que mira el que la está dando por el culo, se la tiene metida hasta sus cojones y mitra cuando la saca el grosor que tiene también, si es igual que el que la está follando por el coño, joder como traga la puta. Me estoy imaginando a ti en esa situación y estoy a tope de caliente”
Ella sin dejar de mirar la pantalla, aprieta más fuerte mi polla y la comienza a mover un poco más deprisa y yo hago lo mismo co0n mi mano en su coñito, y me dice:
“Joder tienes razón , me encantaría ser yo la de la película, vaya pollas que tienen los dos chicos, mira que la de Juan el viejo de ayer era grande pero cualquiera de estos dos le gana con creces, unnnnn estoy por decirte que si estuviera segura que el chico del puesto de esta tarde la tiene como ellos, te diría ahora mismo que sí a tu propuesta de follar con algún negro, joder como me estoy poniendo de caliente, joder , ven no aguanto más, si no quieres follarme ahora por lo menos alíviame a mí y cuando estés listo o quieras me follas de una vez cabrón, pedazo de cornudo que me pones estas películas para ver si caigo en la tentación y te digo que sí….oooohhhhh que pedazos de pollas tienen los dos negritos jodeeeer………..”
Ella entonces levantándose del sofá y poniéndose de pie en él y colocando una pierna a cada lado de mi cuerpo, deja la vulva de su coño a la altura de mi cara. Yo abro todo lo que puedo mis ojos, a la vez que siento una vez más, de nuevo cerca, muy cerca el olor de su sexo. Ella al ver mi cara abre con sus manos más aún su sexo, para que pueda apreciar con todo lujo de detalles su vulva. Yo miro su coñito completamente abierto y acerco mi nariz a él, para oler. Lo hago y el olor me embruja en una nube de placer y deseo haciendo que en mi cara se refleje una expresión total de felicidad. Luego acerco mi lengua a su coño y la meto dentro todo lo que puedo y saboreo sus jugos tragándome todos los que puedo, así estoy un rato en el que ella me sujeta mi cabeza contra su sexo, para que no deje de lamerle, a la vez que no para de emitir quejidos de placer:
“Siiiiii, asiiiii, mi amoooor, ooohhhhhhh asiiiiiii, asiiiiiiii….que bien lo haces sigue cariño, sigue quiero más te quiero a ti , siiiiii sigueeeeee ….. por favor toma mi cuerpo ya de una vez mi amoooooorrrr , es todo tuyo…siiiiiii, tuyooooooo……oooohhhhh…que lengua tieneeees cabróóóónnnnn me estas volviendo locaaaaa……”
Yo con todo esto estaba tan caliente y salido o más que ella, la aparto como puedo y la digo:
“Manuela, quiero follarte ya mismo, tú me dirás si lo hacemos aquí o nos vamos a nuestro cuarto, pero dímelo ya, pues no aguanto más….”
Me pongo de pie y me desnudo por completo, y ella me contesta:
“Yo también estoy deseando, me da igual el caso es que me folles con todas tus ganas, no me importa, solo quiero tu polla dentro de mí, pero date prisa en quitarte la ropa que ya no puedo más….”
Ella se va quitando también a la vez que me dice esto la poca ropa que la queda puesta quedándose también igual que yo completamente desnuda. Yo la cojo por su cintura y la voy atrayendo hacía amí, hasta que la tengo completamente pegada a mi cuerpo, luego flexiono mis piernas, haciendo que ella haga lo mismo y nos ponemos de rodilla sobre el suelo del salón, me inclino hacia ella y la hago que caiga de espalda al suelo, sintiendo su cuerpo y mis rodillas el frio del suelo. Mientras en la pantalla de la televisión la madurita y los negros siguen con su fiesta, ahora ya están tres negros, se ha incorporado uno más a la orgía.
Yo al caer al suelo sobre Manuela, coloco mi cabeza entre sus tetas y aprovecho para con mi boca chupárselas y succionar sus pezones. Esto veo que la gusta y que a su vez la calienta aún más, sigo chupándoselos pero a la vez con mi mano derecha dirijo mi polla tiesa como una barra de hierro a la entrada de su rajita y empujo un poquito, y mi herramienta se va desplazando en el interior del sexo “mi mujer” con mucha facilidad, debido a lo mojado que me le tiene. ) y comienzo a moverme para dentro y para fuera, mientras que con sus manos me agarra de mi culo y me aprieta a ella como si temiera que me fuera a escapar. Yo con mis dos manos agarro sus grandes melones y estrujándoselos, por el deseo, pasó mi boca y la succiono sus pezones con fuerza de nuevo. Ella al sentir mis labios sobre sus pezones y al notar mi succión sobre ellos, en el acto comenzó a gozar, y eso me anima a mí a seguir empujando con fuerza dentro de su vagina, no me importaba el fuerte olor que desprende su chocha, el cual era muy fuerte, y ella apretándome más a ella me dice:
“Si mi amor fóllame, fóllame como tú sabes, cuanto he deseado esto, que larga se me ha hecho la espera desde que llegamos de la calle, quiero tenerte siempre dentro, sigue, sigueee no pareeees, me vieeneeee me vieneee, y me corroooo, me corroooo…..”
Yo sigo follándola con fuerza y ella comienza a enlazar un orgasmo tras otro no sé la cantidad de veces que se estaba corriendo, pero yo seguía y seguía, aguantaba y no me corría, estaba disfrutando muchísimo follándomela allí tirado en el suelo los dos desnudos , sin nada que nos protegiera del frío que desprendía el suelo. La verdad es que yo estaba a punto de alcanzar el séptimo cielo, donde ella ya se encontraba desde hacía un ratito, a mi alrededor no había nada más solo existía ella, al cabo de un rato, note como me tensaba y a notar que me llega el orgasmo y no pude evitar comenzar a correrme dentro de mi amada diciéndola:
“Sii, siiii, mi amoooor , tu eres mi mujeeer, mi mujeeeerrrr te quierooooo, te quieroooooo, solo a tiiiiiiiii, cuanto te he deseadooooo, quiero hacerte feliiiizzz esta noche te voy hacer disfrutar como nunca lo has hecho en tu vidaaaa, mi amoooor siiiii, siiiii, te quierooooooo, sigueeee moviendoteeeee no te pareeees acompañ mis envestidaaaas , siiiiii queridaaaa , siiiii, siiiiime corrroooooooo, tomaaaa tomaaaaa toda mi lecheeeeeeee, es para tiiiiiiiiii mi amooooooor…..aaaahhhh….ooooohhhhhhhh aaaahhhhhh te llenooooooo……al ver a esos neeeee…ee...grooooos follando a esa puuuutaaaa de la película me he imaginadooooo que eras tú y por eso me he pueeeesto así de excitado y al finaaaaallllll mi excitación me ha llevadooooo a este orgasmo que estoy teniendo en estos momentooooos oooooohhhhhh, tomaaaa , siiiii, tomaaaa toda mi leche pedazo de putaaaa que tú también mientras ahoraaaa follaaaaaasssss conmigooooo estas pensando que la pollaaaaa que tienes dentro aaahoora es la del negro del puesto de esta tarde, tomaaaa, tomaaaa puta golfaaaa……aaahhhhhhh me corrroooooo siiiiiiii …..tomaaaaa todaaaa mi lecheeeee voy apreñarte puta asquerosaaaaa…..ooooohhhhhhhh siiiiiiiiiii….”
Ella al sentirse inundada por mí semen debe de sentir también un gran placer como lo estoy sintiendo yo en esos momentos a inundarla abundantemente sus entrañas, pues apretándome más a ella me dice al oído:
“Ha sido fantástico, por favor Fernando no te salgas aún de mí, quiero que sigas dentro de mí un rato, vamos a tumbarnos de lado y procura al hacer el movimiento que no se te salga, me encanta sentir mi vagina llena, que tu polla toque mis paredes y sentir el latir de tu instrumento dentro de mí y el calor de tu semen caliente mojando todo mi interior, mi amor”
Yo la hago caso y continuo sin salirme de ella, la comienzo a acariciar y besarla en su boca y ella a su vez juega con los músculos de su vagina apretando y aflojando, haciendo presión con ellos sobre mi polla. Esa caricia de sus músculos vaginales me vuelve loco, y me encanta que me lo haga y se lo digo:
“Manuela, me encanta que me hagas cuando estoy dentro de ti, esa caricia que me estás haciendo ahora con los músculos de tú vagina, mi amor, me vuelves loco de placer al hacérmelo”.
Y ella pasándome la palma y dedos de su mano derecha sobre mí pecho y jugando con los pocos pelos que tengo en el mismo, me contesta:
“Te lo hago, para ver si logro que te vuelvas a correr de nuevo dentro de mí, mi amor, te deseo tanto que me estaría toda la vida como estamos ahora mismo”.
Así abrazados estuvimos, como media hora más, en la que yo permanecí con mi polla, tiesa dentro de su vagina, sintiéndome todo ese tiempo el hombre más feliz del mundo. Ella con sus movimientos de sus músculos vaginales, y algún movimiento lento de meter y sacar, hizo y consiguió que yo estuviera y permaneciera en todo momento con mi pene muy tieso, e incluso un poco más de mi semen caliente en sus entrañas, aunque ella estoy seguro lo sintiera y no dijera nada, luego la dije:
“Manuela, estoy muy a gusto aquí contigo, pero yo creo que la hora que es ya, cerca de las 12 de la noche y para estar aquí en el suelo, mejor sería que nos fuéramos a la cama y allí podemos seguir abrazados y si lo deseas puedo volver a entrar en ti y dormir esta noche con mi polla dentro de tu coñito, mi amor. Yo mañana tengo que madrugar para ir a trabajar y estoy seguro que enseguida me podrá el sueño y me quedaré dormido “
Ella entonces se echa con su pelvi hacía atrás y yo voy saliéndome de su vagina, al hacerlo comienza a salir por su rajita sus líquidos vaginales mezclados con mi semen. Luego se pone de pie y dándome su mano me dice:
“Fernando, tienes razón, ven vamos a nuestro cuarto, estaremos más cómodo y tú podrás descansar. Pero quiero pedirte que antes de que te quedes dormido vuelvas a meter tu miembro dentro de mi coñito y esta noche durmamos abrazados y el uno dentro de la otra, mi amor”.
Me incorporo y nos ponemos los dos de pie y agarrándonos pada uno al otro por nuestras cinturas y atrayéndonos hasta quedar pegados y sentir el calor de nuestros cuerpos, cogemos el pasillo que nos lleva a nuestro dormitorio. Yo con disimulo (aunque no hacía falta disimular) bajo mi mano, toco y sobo su culito. Esto la gusta y girando su cara hacía la suya acerca sus labios a los míos y nos damos un beso con todas nuestras fuerzas. Llegamos al dormitorio, nos acercamos a la cama, nos tumbamos, me subo encima de su cuerpo e introduzco mi polla en su chocha de nuevo, la beso en su cara, boca y voy bajando hasta sus esplendidos melones, donde hago lo mismo, luego la abrazo y me giro quedando los dos de costado y permaneciendo mi pene dentro de su vagina. Me pego a ella y de nuevo la comienzo acariciar todo su cuerpo desnudo y ella con el mío hace lo mismo.
Luego ella en voz baja me dice:
“Fernando,¿ de verdad quieres que te haga cornudo?”
Yo besándola de nuevo en sus labios la digo:
“Manuela, al verte ayer en los brazos de Juan el viejo y esta tarde siendo sobada por el chico joven, he sentido una sensación extraña, mezclada con placer, excitación y a la vez que me gustaba y querría verte siendo follada por otro hombre, también me daba rabia dejar y consentir que lo hicieras, pero esa sensación es tan fuerte y rara, que me encanta sentirla, por eso puedo decirte que sí quiero ser tu cornudo y te juro y te aseguro que el porque te entregues y folles con otros hombres, yo nunca te dejaré ni te lo reprocharé porque es tan fuerte y grande el amor que siento por ti que nunca podré a partir de ahora vivir sin estar junto a ti, mi amor. Si tú no quieres que yo esté con otras mujeres igual que tú vas a estar con otros hombres yo no estaré, pero si te pido y deseo que pueda verte cuando lo desees en brazos de otros hombres y si quieres yo participaré y si no quieres no lo haré. Lo mismo que si no estás a gusto con que yo lo presencie, tampoco tendré que estar presente, pero lo que sí te pido entonces es que si es posible os saquéis alguna foto o video y luego cuando vuelvas a casa poder verlos juntos y tras ello hacer el amor como acabamos de hacer hace un momento. Sé que corremos el peligro de que te preñen alguno de tus amantes, pues aunque queramos poner los medios para que eso no ocurra, muchas veces la situación es tan excitante que sin querer habrá veces que prescindamos de las protecciones para evitar el embarazo y por hacerlo, pueda pasar que te preñen. Desde ahora te digo que no te importe si disfrutas del momento al hacerlo sin protección que yo me haré cargo de la criatura y te seguiré queriendo tanto como te quiero ahora mismo. Y una última cosa lo único que te pido es que siempre que lo hagas o vayas hacerlo me lo diga, no quiero ser engañado, quiero saberlo y si lo haces alguna vez (porque surja) sin habérmelo dicho antes, quiero que cuando llegues a casa me lo digas y me cuentes como ha sido. A cambio de toda esta libertad que te concedo me gustaría que mañana o pasado, ya que el viernes volvemos al pueblo y tendré que entregarte y dejarte con Andrés hasta saber si te has quedado preñada o no, es que me des el capricho de hacer realidad mi fantasía de verte follar con uno o varios negros”.
Ella me abraza fuerte y sonriéndome me dice:
“Mi amor, si es eso lo que quieres de verdad, a partir de ahora no sé si tardando mucho o poco serás mi cornudo y no hace falta que me sigas insistiendo con lo de los negros, que te prometo que antes de volver al pueblo me veras hacerlo con uno o varios negros, según surja y tú quieras, pero si lo hacemos tendremos que prepararlo bien preparado y para hacerlo mañana me parece un poco pronto sin haber planeado aún como hacerlo. Y te digo que consiento en ello, por dos razones, la primera porque te quiero yo también a ti muchísimo y siempre estaré contigo, pase lo que pasé siempre que tú no me repudies o dejes y la segunda razón, es porque soy una mujer muy calienta y muy puta y me gusta follar un montón y si encima “mi marido, mi hombre” lo desea, lo consiente y me empuja como tú estás haciéndolo a que le ponga los cuernos, que le voy hacer, más que hacerlo mi amor. Pero que sepas que todo lo hago porque tú quieres y me lo has pedido, ja. ja, ja….”.
Tras esto seguimos besándonos y acariciándonos abrazados completamente desnudos hasta que a mí me pudo el sueño y me quedé dormido sin sacar mi polla del coño de mi amada Manuela.
A la mañana siguiente cuando me levante, hice prácticamente lo mismo que el día anterior y antes de marchar a trabajar volvimos a follar de nuevo regando nuevamente abundantemente la vagina de Manuela.
Cuando volví de trabajar a las 15,40 a casa, como había ocurrido el día anterior, Manuela ya tenía la mesa puerta y la comida preparada, al abrirme la puerta, tras darme un beso en la boca, saco del bolsillo de la batita semitransparente unas bragas y enseñándomelas me las dio a oler y su olor me fue rápidamente conocido, olían al chocho de mi amada Manuela, era un olor fuerte que me entró por mis fosas nasales hasta muy adentro, alegrándome enormemente mi llegada a casa tras una jornada dura de trabajo en la oficina. Pero también tenía manchas de semen seco y que también olía fuerte. Tras olerla se la devolví preguntándola:
“¿Y este recibimiento?”
Y ella sonriéndome me contestó:
“No las has reconocido?”
Yo algo extrañado la contesto:
“Sí son tus bragas, o al menos el olor es el de tu coño, aunque también tienen manchas y olor de semen”.
Y ella me contesta:
“Si son mis bragas, pero son las bragas que lleve al cine y que tú le regalaste a Juan el viejo, del cine, por eso están también manchadas de semen, porque se ha masturbado con ellas. Ahora te preguntarás que como es que las tengo yo de nuevo, ¿que si le he visto? O que ¿Cómo han llegado de nuevo a mis manos ¿ ¿no?”
Yo pensativo la digo:
“Si claro, ¿Cómo que las vuelves a tener tú, si yo se las regalé a Juan?
Ella entonces sonriéndome y dándome de nuevo otro beso en los labios me dice:
“He cumplido lo que tú querías, ser cornudo, y ha sido de nuevo con este hombre. Te lo digo porque nuestro pacto era que debías de saberlo tú siempre o estar presente, al no ser que surgiera de imprevisto y si era así que yo luego al llegar a casa te lo diría y te contaría como había sido y si era posible que te mostrara alguna foto o video. Pues bueno ha surgido sin planificarlo y por eso le he pedido las bragas que le regalaste para que sirvan de prueba. Después te enseñaré unas fotos que él me ha hecho y no sé si mostrarte un video que hemos hecho de gran parte de lo que ha pasado en su casa entre los do. Te lo digo porque no es muy bueno, pues dejamos la cámara en un punto fijo y solo sale desde esa posición y siempre a la misma distancia, pero le dije de hacerlo, porque sé que aunque sea así a ti te excitará muchísimo, aunque de vez en cuando o cambiábamos de sitio uno de los dos cogía la cámara y grababa al otro hasta que colocaba de nuevo la cámara en un sitio donde se nos viera (al menos ) la imagen de los dos completa , en el sitio nuevo en el que nos encontrábamos. Para compensarte el haberlo hecho con el viejo, sin haberte dicho nada, (pues te podía haber llamado por teléfono para decírtelo pero no quise hacerlo al trabajo por si había alguien delante y nos oía hablar) , he decidido compensarte cediendo a que me follen, cuando tú quieras, el chico negro del puesto ambulante o si quieres que sean varios también, para de esa forma puedas hacer realidad la fantasía que tanto tiempo llevas deseando que se realice y Paloma nunca ha querido darte ese gusto, mi amor.”
Yo tras la sorpresa y un poco mosqueado, porque no decir la verdad, pues me hubiera gustado estar presente, la digo:
“Bueno que te parece si mientras comemos me vas contando todo lo que habéis hecho y como ha sido el hacerlo de nuevo con él y después vemos esas fotos y el video”
Ella agarrándome de la mano me lleva a la mesa y me hace sentarme, va a por la comida y tras servirnos comienza a contarme como me ha puesto por primera vez tras nuestro acuerdo los cuernos.
Cedo de aquí en adelante y hasta que acabe de contarlo la palabra a Manuela. Esta comienza diciéndome:
Fernando, cuando tú marchaste a las siete, hoy no me he vuelto a acostar, sino que me he puesto hacer la comida y arreglar la casa, acabando todo sobre las 8,30. Después me he duchado y arreglado y me decidí ir hacía el centro a la zona por donde estuvimos tú y yo el lunes, con la idea de ir un poco de tiendas y conocer mejor esa zona. A las 9,15 salí de casa y cogí el metro donde tú me enseñaste e hice el transbordo que hicimos, llegando alrededor de las 9,45 a la zona. Como hasta las 10 no abrían las tiendas estuve haciendo tiempo paseando por las calles que estuvimos. Fui hacía el cine y no vi a nadie en la puerta, estaba cerrado. Me acerqué a la taquilla y pude ver que la taquilla se abría a las 10,45 y que comenzaban las proyecciones a partir de las 11,00 de la mañana con horario ininterrumpido hasta las 11 de la noche, en sesión continua, es decir está abierto durante 12 horas seguidas al día. En cartel pude ver que seguían las mismas películas.
Tras estar un rato mirando la fachada y recordando lo vivido en él el pasado me puse a pasear y fui hacía la calle donde vive Juan, sin pensar siquiera en él. Fue al pasar por su portal, que como el día que estuvimos estaba medio abierto. Al verlo se me vinieron a la cabeza las imágenes de la follada que tuvimos con él hace unos días. No sé qué, el caso es que cuando me quise dar cuenta estaba subiendo las escaleras hacía su piso y cuando he estado frente a su puerta me ha entrado la duda de si llamar o no y al final no me atreví y volví a bajar a la calle. He estado dando vueltas por esa calle, mirando desde fuera el interior del bar donde nos dijo que acude, para ver si lo veía, pero nada. Luego al mirar el reloj vi que ya era la hora de que las tiendas abrieran y para quitarme a Juan de la cabeza he entrado en varias tiendas, realmente sin saber que buscaba, pues no necesito nada, pero en mi cabeza seguí la imagen del viejo. Una de esas tiendas era una en la que vendían cámaras de fotografía y al verlas se me ha venido a la cabeza lo que me has dicho que cuando te ponga los cuernos, si lo hago sin tú saberlo, porque surja que procure sacar alguna foto o video. Pregunte al dependiente por una no muy cara y que a la vez de fotos pudiera sacar también videos y me enseñó una por 190 euros. Le pregunté qué cuanto tiempo de grabación se podían sacar con ella en video y me dijo que con la tarjeta que trae serían videos pequeños y que no cree que llegara el tiempo de grabación a media hora. Yo me quedé pensando, como dudando, y entonces él me siguió diciendo que si quería hacer videos más largos o almacenar más cosas en la memoria que lo que podía hacer es cambiar la tarjeta que trae la cámara por otra de mayor capacidad. Le dije que me cambiara la tarjeta y me pusiera, si podía la cámara una tarjeta que al menos me permitiera grabar una hora o algo más en video. Me la dio y me la quedó colocada y probada en la cámara y la que traía la cámara, me dijo que la guardara por si se me llenaba la que había puesto y en un momento determinado, para no quedarme vendida podía poner la que traía y por lo menos para medía hora era probable que me diera para grabar. Le dije que me explicara cómo funcionaba, el chico muy amable me lo enseño todo de ella. Como se graba, como se sacan fotos, para alejar y acercar, para enfocar, etc. e incluso como borrar lo que no quisiera que se viera o lo que me saliera mal. Pague la cámara y la metí en la funda que venía en la caja y está vacía (me quedé con la garantía de la cámara) se la di al chico para que la tirará.
Salí de la tienda y de nuevo me empezó a dar vuelta las imágenes de lo que hicimos el lunes con el viejo y lo que hicimos en el cine. Cada vez me encontraba más excitada. Saque el teléfono para llamarte y consultarte, pero al final por la razón que te he dicho no te llame. Sin darme cuenta andando por las calles de nuevo me encontré en la de Juan y frente a su puerta. Me entraron ganas de entrar, pero en mi interior una voz me decía que no lo hiciera y así estuve luchando conmigo misma durante al menos 10 minutos, para al final pudo más la tentación que la sensatez y entré en el portal y subí las escaleras hasta el tercer piso. Una vez frente a la puerta me dije para mí:
“Manuela, no seas loca, estas sola con un hombre que solo lo conoces del otro día, y no sabes como es. A lo mejor el otro día al estar Fernando no se atrevió hacerte nada malo, pero hoy al verte sola quien sabe lo que querrá hacerte cuando estés a sola con él”.
Esto me lo decía una y otra vez frente a su puerta y con la mano levantada para golpear la puerta, estuve casi tres minutos dudando hasta que sin darme cuenta o sin querer golpee la puerta. El sonido de los golpes de la puerta me sacaron de mi nube. La puerta no se abría, a mí me parecía que hacía ya bastante que había golpeado la puerta, cuando en realidad solo habían pasado unos segundos, y de nuevo como una autómata volví a golpear la puerta con los nudillos de mi mano. Esta vez oí su voz desde dentro que decía:
“Ya voy, joder temprano viene quién sea….me ha sacado de la cama”
Yo al oír su voz sentí algo extraño en mi interior, como un gusanillo en el estómago y desde luego un cosquilleo en mi coñito, y comencé a sentir una excitación que hacía que me hirviera mis entrañas, comenzando a notar como al fluir mis jugos comenzaban a mojárseme las bragas. Al final se abrió la puerta y apareció ante mí el cuerpo grande y destartalado del viejo Juan, vestido solamente con un calzoncillo guarro y estirado por la zona donde su gruesa polla se hacía notar , pues la tenía tiesa, en cuya zona se apreciaba una mancha de humedad . La prenda que medio cubría su polla aparte de sucia se podía ver varias manchas de semen reseco. Se notaba que acaba de levantarse, pues estaba con los pelos que aparte de la calva) que aún le quedaban en su cabeza todos alborotados. Yo al verle y dirigí mi vista hacía su entrepierna y poder medio ver gran parte de su gorda polla, me excite aún más y durante unos segundos no pude apartar mi vista del bulto de su calzoncillo. Él se quedó sorprendido al verme, y estoy segura que a la que menos esperaba ver al abrir la puerta era a una mujer y menos a mí. Yo al ver que no reaccionaba le saludé solamente diciéndole:
“Hola”
Entonces él a oír mi voz, salió de su sorpresa y me dijo:
“¡Oh! ¿Quién coño eres tú? ¿Qué quieres?, no esperaba que llamara una mujer a mi puerta”
Yo entonces le digo:
“Disculpa, Juan, no te acuerda de mí. Soy la mujer que conociste en el cine el otro día con mi marido y que después vinimos a tú casa”.
Él entonces me reconoce y me dice:
“Coño, ya me acuerdo, mi amiga y la mujer del cornudo ja,ja, ja,… ¿Cómo te llamabas, guapa?, no recuerdo tú nombre ahora.”
Yo le contesto:
“Manuela, he venido hacer unas compras y al pasar por la puerta de tu casa me he atrevido a subir a saludarte, ¿pero no me dejas pasar a tu casa o quieres que sigamos hablando aquí en la puerta?” Entonces el, apartándose de la puerta y dejándome pasar y cerrando después la puerta me dice:
“Manuela, sí, joder, qué guapa estás, cuanto me he acordado de ti en estos días. ¿Y dónde has dejado al cornudo de tú marido?”
Yo le contesto con una sonrisa:
“Está trabajando, no vuelve a casa hasta cerca de las tres y media de la tarde, por eso tras hacer las cosas de la casa me he venido al centro a dar una vuelta y comprar esta cámara de paso”
El piso sigue igual de sucio y dejado como lo dejamos y las sabanas de la cama aún siguen siendo las mismas que tenía cuando estuvimos. Él entonces me dice:
“Perdona que te haya recibido así, pero no esperaba que ninguna mujer llamara a mi puerta y menos a esta hora. He ido abrirte así pensando que eras alguno de mis habituales clientes ¿Quieres un café o tomar algo? Si quieres café tengo que hacerlo pero si quieres otra cosa miro a ver si lo tengo y te lo pongo ahora”
Yo Le digo:
“No, no te moleste solo he venido para saludarte y ….”
Y haciendo como que dudo, llevo una de mis manos al primer botón que tengo abrochado de mi blusa y me le suelto y lo mismo hago con el segundo, dejando que Juan pueda ver perfectamente mis grandes pechos metidos bajo mi sujetador semitransparente de encajes negros, para después seguir diciéndole:
“¿Entonces dices que te has acordado de mi mucho en estos días que han pasado desde que estuvimos juntos el lunes?”
Me contesta:
“Si me he acordado mucho de ti y he olido infinidad de veces tus bragas, las que me regaló tu marido, y me he matado a paja pensando que te follaba. Pero nunca pensé en que volvería a verte “
Yo le digo:
“Yo también me he acordado estos días de ti y para poder verte y no olvidarte me gustaría hacerte unas fotos con mi cámara nueva, me dejas que te las haga. Luego si quieres me puedes hacer tú otras”
No le doy tiempo a que me conteste, saco la cámara y le comienzo hacer fotos, tal como está. Luego me acerco a él y le paso mi mano por encima del paquete que guarda en su calzoncillo, acariciando durante unos breves segundo su hermosa polla y agarrando el elástico de la prenda se la bajo un poquito, lo suficiente para hacer que su hermosa y gruesa polla salte al exterior, dándole a entender ya sin disimulo alguno lo que estoy buscando y a que es a lo que realmente he ido a su casa. Aprovecho para sacarle otras fotos ya con su polla fuera y acercando la cámara un poco más a su miembro saco dos o tres fotos con su arma en primer plano, a la vez que le digo:
“Juan, no he olvidado y he recordado en mi ausencia, cada minuto y cada cosa que hicimos juntos, desde tu comida de coño en el cine hasta tu fenomenal follada que me distes en ese camastro guarro y sucio que tienes ahí, y lo bien que lo pasamos. Por eso aprovechando que mi marido está trabajando he decidido venir a verte, pues deseaba volver a verte”
Yo entonces acabo de sacarme la clusa de dentro de mi faldita y desabrochándomela del todo me la abro y le muestro mi cuerpo de cintura para arriba con mis grandes pechos solamente cubiertos por el sujetador de media copa que en esos momentos llevo puesto y le digo:
“Quieres hacerme tu ahora unas fotos. Mira solo tienes que enfocar donde yo este y apretar este botón y ya está, te apetece hacerlo Juan….”
Le doy la cámara y él comienza a sacarme fotos, yo a medida que él va apretando la cámara he dejado caer mi blusa al sucio suelo y muy morbosa me bajo la cremallera de la faldita dejándola caer al suelo y quedando ante él solamente en ropa interior.
Él sin dejar de sacarme fotos me dice:
“Qué buenas estás, cabrona “
Deja la cámara sobre una sucia mesa que tiene al lado y acercándose a mí me rodea con su brazo derecho mi cintura y me achucha contra él. Yo percibo su fuerte olor a sudor de no haberse duchado ni lavado en mucho tiempo, es un olor repugnante, pero que a la vez me excita, y sigue diciendo:
“Lo pasamos bien el otro día ¿verdad zorra? Y no lo pasamos mejor porque estaba el cornudo de tu marido, pero hoy que no lo está vas a disfrutar a tope y te voy a follar por todos tu agujeros, eres guapa jodida. Me pregunto cómo una mujer como tú con ese cuerpo y pudiendo tener a cualquiera viene a buscarme a mí para que la folle. Porque es a eso a lo que has venido ¿no, pedazo de puta?”
Yo le contesto:
“Si lo pasamos muy bien, si”
Entonces me dice:
“Dame un beso, ¿o te da asco besarme?
Yo acercó la cara y le estampó un besito en los labios, percibiendo en mi piel el cosquilleo que me produce su barba de tres o cuatro días y su fuerte olor a sudor. El viejo me achucha más contra su cuerpo y barriga sebosa, aplastándome mis tetas contra su costado, diciéndome:
“Otro, dame otro beso”
Yo volvió a darle otros beso, pero esta vez le aparté la cara enseguida.. Volvió a estamparle un nuevo beso, aunque aparte la cara enseguida, y me dice pellizcándome en mi culo por encima de la fina tela de mis braguitas negras de encaje.
“Estas buena condenada, bésame, hija de puta, aprovecha que ahora no tienes por qué cortarte, ya que no está tú marido delante”
Le vuelvo a besar pero esta vez con pasión e introduciendo mi lengua dentro de su boca. Cuando acabamos de besarnos le digo:
“Quiero grabar todo lo que hagamos, para enseñárselo luego a mi marido y que el muy cornudo sufra viendo los pedazos de cuernos que tú mi corneador le has puesto”.
Miro a mi alrededor buscando un sitio donde se pueda ver bien la cama y después le digo:
“Ayúdame a poner ahí esa mesa”
Juan cogiendo de un lado de la mesa me ayuda a poner la mesa cerca del camastro, como a unos dos metros de él. Yo después pongo la cámara encima de la misma y enfoco hacía la cama viéndola completamente y cálculo para que nos pueda recoger bien la imagen de los dos cuando estemos follando.
Luego le cogí de la mano y le puse junto un lado del camastro y de tal forma que quedara de lado a la cámara y yo me puse también enfrente en la misma posición de forma que estuviéramos los dos en primer plano de la cámara, todo esto para que tu mi amor, pudieras ver luego en el video perfectamente lo que hacíamos.
Le bajé el calzoncillo, quitándoselo del todo y después me puse de rodilla y cogiendo su polla me la lleve a mi boca y comencé a tratar de entrármela en mi boca. Me costó hacerlo por lo gruesa, que como bien sabes, la tiene. Una vez en mi boca comencé a succionársela y chupársela con ganas a la vez que con mi mano se la meneaba y masturbaba también. Él entonces emite un soplido junto con un suspiro:
“Pllllllllloooooo oooohhhhhhh siiiiiiiii que gusto me daaasssss putaaaa , que boquita de mamona que tieneeeeessss , lo que daría por que el cornudo estuviera aquí viendo estoooooo….ooooohhhhhh”
Yo sigo como si no le oyera, pero cuando más entusiasmada estoy haciendo que la punta de su polla llegue hasta mi garganta me aparte y me dice:
“Yo ya estoy desnudo, ahora quiero que tú te quedes como yo, joder, quiero ver ese pedazo de cuerpazo que tienes, cabrona, comienza a desnudarte ya de una vez”
Yo para calentarle aún más llevo mis manos a mi espalda y con suavidad abro el broche de mi sujetador , pero no le dejo caer aún al suelo, permanezco con él sujeto por mis manos un momento para luego ir dejándolo caer poco a poco (como más tarde verás en el video) hasta que cae al suelo. Al retirarme del todo el sostén, mis tetas gordas por su peso se mecen hasta que a los pocos segundos se quedan quietas, él puede ver perfectamente el tomo un poco oscuro de mis aureolas y mis pezones ya tiesos por el deseo y excitación apuntando hacia él. Parece que se impaciencia por verme completamente desnuda y me apremia a que me desnude del todo diciéndome:
“Quítate las putas bragas, de una puñetera vez, coño”
Yo le contesto:
“Si, si ahora lo hago”
Pero yo quiero hacerle sufrir y que se excite aún más de lo que está haciéndolo todo más despacio, disfruto viendo su impaciencia. Muy despacio, me bajó las bragas negras semitransparentes de encaje que llevo y me quedó desnuda, sólo las medias también negras, con el encaje en los muslos y los tacones impedían mi total desnudez. Me miro y compruebo que en mi pubis ya se va ennegreciendo con una pequeña pelusa de los pelitos que ya de nuevo, tras afeitármelo hace dos semanas, están volviendo a crecerme.
Él al verme ya desnuda ante él, acariciándose su pollón, se acerca a mí y agarrándome mis pechos comienza a sobarlos y a tirar de mis pezones todo lo que puede hasta que me hace daño y yo emito unos gemidos de dolor:
“Aaahhhhyyyyy me haces daño ooohhhhh ahiiii….”
Él me suelta los pezones y entonces comienza a darme fuertes golpes con la palma de sus manos en mis tetas a la vez que lo hace para de vez en cuando y me los sopesa, como si quisiera saber el peso que tiene cada uno. Luego me dice:
“Cabrona, que tetas que tienes pedazo de puta, m e tienen loco, joder lo que me gustan…que gusto me da tocártelas. Salta, salta un poco quiero ver como se te mueven, eso me pone muy caliente cabrona, joder que pedazo de melones sin parecen cantaros de los grandes que los tienes, salta, salta quiero verlos moverse y saltar”
Yo le hago caso y comienzo a saltar sobre mí, de tal forma que mis pechos comienzan a saltar también hacía arroba y hacía abajo dándome en cada salto por la parte de arriba casi en mi hombro y cuando caían en mi barriga. Así me tuvo casi dos minutos, y cuando lo creyó oportunos me dijo:
“Para y descansa un rato, me has puesto a cien el ver como se movían tus tetas, joder cabrona que hermosura de pechos que tienes, me vuelven locos”
Y de nuevo volvió a acariciármelos a la vez que continuaba diciéndome:
“Muy bien, zorra. ¿Sabes qué me gusta, también, hija puta, ya te lo dije el otro día cuando estabas con tu marido? Que me huelan el culo mientras me hago una paja. Acércate el otro día cuando me lo hiciste me volviste loco, a ver si hoy que ya sabes cómo me gusta y sabes cómo sabe y huele, no te dan arcadas y puedes hacerme disfrutar aún más de lo que me hiciste disfrutar el otro día.”
Yo le contesto:
“De acuerdo Juan, yo hoy he venido aquí a darte gusto a ti y a que hagas con mi cuerpo todo lo que te apetezca, a la vez que tu gozas y me hagas disfrutar a mí también. Si te parece bien, esta vez mientras te huelo y como tú culo puedo ir yo haciéndote la paja y de esa forma tú también si lo deseas puedes ir tocando y sobando la parte de mi cuerpo que quieras, para facilitarte que puedas sobarme sin que te cueste tanto trabajo. Si quieres me tumbo a tu lado, de tal forma que mi cara quede junto a tú culo y tú tengas a tu total disposición todo mi cuerpo, ¿te parece?”
Él asienta con su cabeza y dándome un cachete en mi culito desnudo, me indica que me suba a la cama.
Me subo y me tumbo sobre el camastro esperando a que Juan lo haga. Este al hacerlo en vez de sentarse al lado con sus piernas hacía arriba, lo que hace ponerse de rodilla quedándome mi cabeza entre sus muslos y con su culo justo encima de mi boca. Él se inclina hacia delante y me agarra de mis pechos y comienza a tocármelos y apretujarlos. Quedando su polla tiesa metida justo por donde empiezan mis pechos y su culo, con sus cachetes cerrado dándome en mi nariz y boca, entonces me dice:
“¿Qué haces, que no comienzas, joder ábreme el culo y comienza a olerlo y a lamerlo, pedazo de golfa, o es que quieres que me los separé yo teniendo mis manos ocupadas sobando tus esplendidas tetas, date prisa joder que empiezo a impacientarme y eso me enfada, joder y no quiero enfadarme “.
Yo subo mis manos a sus nalgas y le separo los cachetes de su culo, quedando ante mí la raja cubierta de pelos de un culo grasiento y el agujero de su ano grande y de esfínteres muy arrugados. Lo tiene todo completamente lleno de restos secos de mierda y desprende un fuerte y desagradable olor, pero no me importa, pues estoy decidida hacerlo disfrutar todo lo que pueda. Yo acerco mi cara a su agujero y a medida que me acerco más, mi nariz va percibiendo un olor pestilente cada vez mayor y como el desea comienzo a olerle el orificio anal, echando y haciendo que él sienta mi aliento sobre él. Tomo aire profundamente y con mi nariz rozando la parte superior de su raja comienzo a jugar con mi lengua por sus esfínteres y a tragarme los restos de mierda que le voy desprendiendo con mi lengua y él comienza a dar suspiros de placer a la vez que yo noto como sus huevos blandos descansan por debajo de mi barbilla tocando mi cuello:
“Ahhhhhh siiiiiii ahhhhhh…. Así me gusta golfilla siiiii…. Sigue así, hija puta… Sigue… Ahhh… Sigue oliéndome el culo…y chupanomele, pero coge ya de una puta vez mi polla y empieza a hacerme la paja, no era eso lo que me habías dicho que no me la hiciera yo que lo querías hacer tú, y de esa forma yo te podía ir tocando y sobando a la vez tu cuerpo, pues hazlo de una puta vez, joder, pero no dejes de comerte mi culo ….pero que guarra que ereeeeessss…..ooooohhhh que mujeeeerrr si fueras mia ya te enseñaría yo cosas para hacerme disfrutar pedazo de puta….sigueeee. sigueee…..”
Yo haciéndole caso continuo comiéndome su culo y llevo mi mano a su polla, que ya la tiene dura y tiesa como una barra de hierro, y comienza meneársela con todas mis ganas para hacer que se venga sobre mi vientre. Pero cuando noto que empieza a tensarse, se separa de mí y me dice:
“Déjame voy al Water, me han entrado ganas de cagar, espera aquí y luego cuando acabe me lo limpias con esa lengua y boquita de mamona que tienes, guarra….”
Yo no sé qué me pasa, quizás sea la forma en que me está tratando o la situación o estar poniéndote a ti los cuernos, sin tú aún saberlo, no sé, pero algo dentro de mí me hace sujetarle por sus muslos y decirle:
“No, no te vayas ahora, si quieres cagar puedes hacerlo sobre mí, yo haré de Water para ti, pero no te vayas… te he dicho que he venido para que `puedas hacer con mi cuerpo todo lo que desees, de modo que si quieres cagar puedes hacerlo, luego cuando lo hayas hecho yo me lo quitaré y lo limpiaré”
Él entonces sorprendido me dice:
“Es la primera vez que me voy a cagar encima de una mujer , pero en vez de hacerlo sobre tu cuerpo, quiero que abras bien la boca y te tragues todo lo que seas capaz y pueda y no te haga devolver, luego el resto una vez que acabe te lo quitas con la mano y lo dejas donde quieras, que cuando acabemos ya lo limpiaras, zorra….pero que guarra y viciosa que has salido, nunca pensé cuando te vi el otro día en el cine que serias tan puta y tan guarra, ja,j,a,ja….”
Entonces él pega su culo a mi boca, y ahora si es él el que se separa los cachetes de su culo, al hacerlo, se le escapa un pedo de un fuerte olor cuyos aires me dan de lleno en mi boca y cara, luego se deja caer sobre mi boca prácticamente tapándomela y comienza a apretar hasta que comienza a salir de su ano la mierda. Yo esperaba que fuera una mierda dura formando unos rulos, pero me he equivocado es mierda suelta, como si fuera chocolate. Rápidamente me llena toda la boca de ella y no me queda más remedio que comenzar a tragármela, sin poder evitarlo. Gracias que con el resto de su culo me tiene medio tapada mi nariz evitando así que pueda respirar y sentir menos el olor y que ello me haga vomitar. Cuando no puedo más le aprieto para que se levante un poco de mi cara, para respirar. Lo hace, pero él no para de echar sus excrementos, ahora sobre toda mi cara, y parte de mis pechos y cuerpo, cuando acaba me dice:
“Ahora acaba lo que has empezado, límpiame mi culo, guarra, ja, ja, ja, ja,….Nunca pensé que cuando me lo has pedido que llegaras a tragarte mi mierda….joder que guarra y viciosa estas echa.”
Yo cojo, como me ha ordenado y comienzo a limpiarle con mi lengua los restos de mierda que han quedado en su agujero anal y a lo largo de toda su raja, hasta que consigo dejársela completamente limpia.
Luego le digo:
“Déjame que me vaya a lavar un poco y a por algo para quitar esta mierda”
Y él cogiendo una punta de las sabanas sobre la que estamos echados, la lleva a mi cuerpo y limpia lo más gordo de la mierda que esta sobre mi cara y cuerpo y luego me dice:
“Anda vete al servicio y al menos pásate un poco de agua por la cara y la boca y por tus tetas, para cuando te bese y chupe de esos cantaros no me trague mi propia mierda”.
Yo me levanté del camastro, en el que dejé las sabanas sucias todas llenas ahora también de mierda del viejo y ya mojadas también de mis propios jugos. El trato degradante que el viejo me había dado y pensando lo que aún me quedaba durante el tiempo que aún estaría con él, me había excitado muchísimo, hasta el extremo de comenzar a echar una gran cantidad de jugos por mi coño. No sé cómo me podía excitar ser tratada y humillada de aquella manera, como si fuera un simple objeto de placer de ese hombre. Me dirigí al sucio lavabo que se encontraba al lado de la placa turca del wáter y con mi mano di al grifo y cogiendo agua con mis manos me fui lavando la cara y mis pechos y las partes de mi cuerpo que pude ver que estaban manchadas de la mierda de Juan. Cuando acabe, llegue a la cama y él volvió a coger otra zona de las sabanas guarras y sucias del camastro que no estaban llenas de la mierda fresca que él acaba de echar y me seco la cara, los pechos y las partes de mi cuerpo que tenía mojadas. Luego le dije:
“Quiero que me folles con ganas y me entres ese pedazo de polla que tienes y me partas en dos, pero quiero que me lo entres por mis dos agujeros. Sabes que tendrás que hacerlo con preservativo, al menos cuando lo hagas por mi chocha , pues si quedo preñada quiero que el hijo que tenga sea de mi marido y no de otro, ¿lo entiendes verdad?. Luego cuando lo hagas por mi culo podrás hacerlo si quieres a pelo, de acuerdo. Si quieres cuando te corras en el preservativo puedo hacer lo del otro día, tragarme todo el semen que hayas dejado en él, ¿de acuerdo?”.
Él agarrando mis pechos y tirando de nuevo con una de sus manos de uno de mis pezones y con la otra tocando y sobando mi coñito, me dice:
“Me gustaría hacerlo por los dos lados a pelos, pero si para poder follarte me tengo que poner la goma, lo haré. Dame una goma ¿o me la pones tú con tu boca?”
Yo le contesto:
“Yo no tengo preservativos, pensé que tú lo tendrías, igual que el otro día, ¿es que no tienes más? ¿No has vuelto a comprar después de usar el otro día el último que te quedaba?”
Él riéndose me dice:
“No, no he vuelto a comprar más, ni compraré hasta que no se rompa o no sirva el que use el otro día contigo. Si quieres me pongo el del otro día, le tengo guardado en la mesilla, tal como lo deje el otro día cuando vosotros estuvisteis aquí, sino no tengo otro”.
Yo con lo caliente que estaba y las ganas que tenía ya que me follará le dije:
“No me gusta, pues ya está usado y puede romperse y además le has tenido ahí dentro sin envolver ni nada y con la suciedad que tiene ese cajón, si me lo entras puedo coger cualquier infección.”
Él entonces me dice:
“Entonces que hacemos, te doy solo por el culo. No creo que tú con lo puta y lo mojada que ya estas seas capaz de aguantarte sin tener dentro de tu chocho de puta esta polla, mírala, mírala guapa como esta, ¿te gusta? Mira que hermosa y tiesa está , mira lo gorda que la tengo, ya sabes que el otro día al entrarte tan justita el placer que te dio, venga no seas tonta, yo normalmente uso los condones varias veces hasta que se me rompen y al menos dos o tres veces los uso sin problema y este le estrene contigo y después no le he vuelto a usar, venga veras que bien lo pasamos los dos, si estas deseando, sino a que ibas a ver venido esta mañana a mi casa”.
Él muy cabrón, tenía razón y sabía que era lo que más deseaba en ese momento, de modo que le dije:
“Está bien, usaremos el del otro día, esperemos que no se rompa”
Él saca el preservativo todo arrugado y seco del cajón de la sucia y mugrienta mesilla y me dice:
“Ven abre la boca, está seco y tenemos que mojarlo para que me lo pueda poner y no se rompa y a la vez a ti no te haga daño cuando te la entre, guapa”
Yo por las ganas que tengo de follar no le pongo ninguna pega, abro mi boca, él me le entra dentro de ella y me dice que le ensalive abundantemente, hasta que note como se ablanda. Yo noto en mi lengua el sabor a látex mezclado con los restos aún de mis jugos del lunes, pero no me importa estar haciendo la guarreria que estoy haciendo, que en cualquier otra ocasión nunca me habría atrevido hacer.
Entonces Juan se sentó en el camastro y yo di un paso hacía donde él estaba y me dijo:
“Arrodíllate “
Yo obedecí y él con sus manos me dio un pellizco fuerte en una de mis mejillas y con la otra mano cogiéndose su endurecida polla, me la pasó por mis dos aureolas y mis dos pezones jugando con ella sobre ellos, como queriéndose masturbar al hacerlo, esa caricia en mis pezones duros y tiesos me causó un escalofría de placer, luego me hizo llevar mi boca hasta la punta de su polla y me dijo :
“Ahora ponme tú el condón, Manuela”
Yo me saque el preservativo de mi boca y se le fui colocando con cuidado a lo largo de toda su gruesa polla hasta que conseguí ponérselo del todo pegado a su pelvi y sus huevos. Luego cuando se le tuve totalmente puesto, abrí todo lo que pude mi boca y con mucho trabajo pude metérmela en mi cavidad bucal, me costó por lo gruesa que la tenía. Él empujo hasta que notó su punta golpea en mi garganta, y estuvo un rato con ella quieta dentro para luego sacar y meterla dos veces a la tercera me la saco del todo, al hacerlo, por las comisuras de mis labios caía un reguero de saliva y baba y un hilo grueso de babas unían mis labios con el pollón de Juan. Al sacármela sentí un dolor fuerte y fino en mis mandíbulas debido a la dilatación sufrida por las mismas al tener dentro semejante pollón.
Luego levantándose él del camastro me dijo:
“Levántate pedazo de puta, ahora que ya tengo la goma puesta ya no tenemos que esperar más para follar, ven súbete a la cama y tiéndete en ella”
Yo impaciente y deseosa de que me penetrara de una vez, y levantándome de entre sus piernas y aún con el sabor del preservativo y la sensación de la polla del viejo en mi boca, le contesto:
“Si, si, ahora mismo, pero date prisa Juan, quiero irme a casa follada y bien follada por mis dos agujeros y ya son las 11,15 y aún no me la has metido todavía
Me siento primero en el camastro y después subo mis piernas y busco el centro del camastro, una vez colocada y totalmente tendida cuan larga soy en ella sobre las sabanas sucias, noto como los restos de la mierda que él me ha quitado de mi cuerpo se pega de nuevo a mis carnes, pero no me importa, solo deseo ser penetrada por este hombre de una vez. Levanto y separo cuanto puedo mis piernas apoyándome solamente en mis talones, mis grandes tetas se caen hacía cada uno de mis costados, puedo ver como sobresale mi barriguita y llamándole con mis manos le digo:
“Ven, cariño, ven con esta puta infiel, ven quiero que hagas y pongas los cuernos a mi marido, quiero que seas su corneador, ven no esperes más por favor, te necesito, ven…..”
Él se sube al camastro y se coloca entre mis piernas, se agarra su gran polla y arrimándola a la entrada de mi cuevita y sujetándome mis piernas por mis gemelos, aprieta con fuerza logrando entrar en su primer envite toda la punta de su herramienta. Yo aun esperándola siento un fuerte dolor a sentir su gorda punta dentro de mi coñito. Luego vuelve apretar fuerte sus manos en mi gemelos y da otro empujón con todas sus fuerzas, yo siento como su gorda polla me raspa todas las paredes de mi vagina y siento un fuerte dolor, pues a pesar de estar acostumbrad a ser follada por ti y Andrés y todos los hombres de la granja y sus animales, no sé si por la forma con que me la ha entrado o por lo gordísima que es me ha hecho daño al penetrarme y no puedo resistirme a dar un chillido de dolor , pero que a la vez rápidamente se convierte en placer, me quedo con los ojos totalmente abiertos y con mis brazos extendidos le agarro con fuerza para que no se vaya a la vez que grito como la perra que soy:
“Aahhhhhhyyyyyyy…..me mataaaassss cabrónnnnnn como me ha dolidooooo…. Pero sigue, sigue ahora no pareeees sigue por favor, muévete, muévete fuerte , lo necesito siiiiiii oooooooohhhhhhh me siento lllenaaaa de pollllaaaaa que pklaceeeeerrrr……”
Juan entonces comienza un mete y saca, embistiéndome con empujones secos y fuertes, entrando con su verga en mi sabroso y jugoso chocho. Él contraía su culo gordo y peludo, donde yo estaba agarrada, sentía como se le movía y me golpeaba con su gorda y blanda barriga y notaba también como con los impulsos y golpes que me estaba dando se movían y brincaban para todos lados mis dos pechos. Juan al verlas lleva sus manos a ellos y de nuevo comienza a sobármelos y estrujarlos con fuerza. Mi coño hace ya un rato que ha comenzado a desprender y echar sus jugos al exterior, me está proporcionando mucho placer con su follada. De pronto noto como la punta de su polla me golpea la entrada de mi útero y como si algo se enrollara alrededor de su polla y cada vez le costara más deslizarse. De pronto se para y me dice:
“Joder se me acaba de romper el condón, joder con lo bien que estaba ahora, y no voy a poder seguir, voy a sacártelo y seguimos por el culo, joder pedazo de puta que mala suerte, joder con no querer que te folle por el coño sin goma ….”
Él trata de salirse de mí, pero yo le sujeto y le digo:
“No , no por favor , sigue , sigue ahora no pare, sigue y deja el puto condón , si se ha roto, se ha roto, peor para mí , pues soy a la que puedes preñar, pero tú sigue , sigue necesitoooo que no pares y que no dejes de follarme , sigue , sigue ahora ya que se ha roto podré sentir tu leche caliente dentro de mí , que tanto he deseado desde el otro día en que me follaste y no pude sentirlo , sigue , sigue fóllame , fóllame y si me preñas mejor, así convertiremos a mi marido en un verdadero cornudo, aaaahhhh …siiiii….siiiii asiiiii vuelve a moverte así, así dale más, más fuerte por favooorrr…..”
Juan poco a poco vuelve a coger el ritmo de la follada y me dice:
Joder, que gusto me estás dando follarte así, sin goma ni nada que me impida sentir en mi polla el interior de tu coño de puta, jodeeeer esto si que es gloria y es una follada y no como antes con la goma puesta, aaahhhh siiiiiii me gustaaaa y estoy a puntooooo de correrme pedazo de putaaaa, meueveteee tú tambiénnnnn siiiiii asiiiiiii, asiiiiiiii……me corrrooooooo siiiiiiiiii ….aaaahhhhhhh toma toda mi lefaaaaaa putaaaaa, golfaaaaa aaahhhhhhhhh……….me estoy corriendo dentro detíiiiiiii oooohhhhhhh siiiiiiiii…….”
Diciendo esto él dio un fuerte acelerón golpeando fuertemente mi pelvi y bufando como un cerdo por el placer que había sentido me sacó de golpe su pollón, el cual aún seguí a escupiendo leche y comenzó a sacudírsele sobre mí, salpicándome leche en abundancia, goterones que caían sobre mi coño y mi barriga formando unas gruesas hileras blancas que se desplazaban por los lados de mi barriga hasta las sabanas, me dejó muy manchada de su leche, la tenía por todos lados, por mi chocho, por mis pechos por mi barriga por todos lados. Yo miré hacía mi coñito y pude verle totalmente dilatado y manando de él una baba transparente mezclada con el semen de él, yo también me había corrido a la vez que él, aunque callé mis gritos de placer mordiéndole a él en su pecho, donde le había producido sangre y dejado toda la marca de mis dientes, mi orgasmo había sido quizás mayor que el del propio viejo. No sé porque me entraron unas ganas muy grandes de mear y quizás por mis movimientos cerrando y abriendo mis muslos a la vez que los apretaba o porque lo adivinara el viejo me dijo:
“¿Quieres mear, golfa, ¿es eso por lo que abres y cierras y aprietas tus piernas, verdad?
Yo mirando cómo no dejo de echar líquidos y semen le digo:
“Si, …… y además noto algo extraño dentro de mi coño como si eso me hiciera o me produjera el deseo de mear”
Él entonces me dice:
“Además de estate saliendo muchísimo semen, eso que te está produciendo las ganas de mear es la goma que se me ha roto, con lo caliente que has estado ni te has dado cuenta que al sacar mi polla no ha salido, aún lo tienes ahí ven acompáñame a mear a mí también y a ver si al hacerlo te sale, sino ya te le sacaré yo después.”
Yo me levanté y fui delante del viejo hacia el habitáculo del servicio, meneándole sensualmente todo lo que podía mi culito macizo, para ver si de nuevo lo volvía a calentar para que volviera a follarme. Al entrar en el sucio servicio, me dijo:
“Agáchate y ponte a mear, guarra a ver si al hacerlo echas también la goma”,
Yo haciéndole caso le contesto:
“Sí, si…”
Entré en el plato y de cuclillas y de cara a él, con el agujero de la tapa turca bajo el culo, comencé a mear y comenzó a salir dispersamente el pis de mi coñito. Yo levanté mi cara hacía el, que se encontraba frente a mí en la puerta del servicio agarrándose su pollón, mirándole con mi cara de viciosa y sacándole mi lengua sensualmente a la vez que seguía meando. Yo tenía ese esplendido pollón a unos centímetros de mi cara. Se agarró la verga y la bajó apuntando hacia donde yo esta. Al instante, un potente chorro amarillento me cayó entre las tetas, resbalando como un torrente por la curvatura de mi barriguita hacia mi almejita. Era un caldo caliente y apestoso. Las salpicaduras me alcanzaban la cara y me mojaba las tetas. Cuando paró de mear, el pis me goteaba del chocho y el culo, con toda la barriga mojada, con las tetas y la cara llenas de salpicadura, entonces él me dijo:
“Muy bien, golfa, ¿has echado la goma o te la tengo que sacar?”
Yo le contesto:
“No aún la tengo dentro”
Entonces él me dice:
“Siéntate en el wáter y abr bien las piernas, que voy a sacártela”
Yo me siento, aun dándome mucho asco, sobre la placa turca sintiendo como mi culito se moja con los restos de orines y mierda que esta tiene. Abro todo lo que puedo mis piernas y pongo los pies en el suelo del aseo. Juan entonces se agache y sin mucha delicadeza, mete al principio uno de sus gordos dedos dentro de mi chochito para ver si puede sacar el preservativo pero al ver que no puede, introduce otro más y haciendo pinza consigue sacar el preservativo roto y manchado de semen y jugos vaginales. Luego me hace abrir la boca y me dice:
“Límpiale y trágate todo lo que tiene, quiero guardarle de recuerdo y pensar que, al romperse, si me entero que estas preñada he sido yo el que te ha preñado, guarrona.”
Yo sin protestar y por el morbo que me está dando todo aquello, hago lo que me dice y él entonces introduciéndome cuatro dedos de su mano en mi coño comienza a entrar y sacarlo con todas sus ganas haciendo con ello que me corra a los pocos segundos por lo excitada que estaba. Cuando ve que me estoy corriendo me tapa con fuerza todo mi coñito y cuando acaba mi orgasmo me saca los dedos y sin decirme nada me saca el preservativo de mi boca y me mete los custro dedos con los que me ha masturbado en ella y de nuevo me dice:
“Puta limpia mis dedos y trágate tu propia corrida, pero que pedazo de calentorra y puta que eres, no has durado ni un minuto en correrte desde que te he metido los dedos”
Cuando se los limpio me coge del pelo y tira de ellos haciendo que me ponga de rodilla y me saca andando de rodillas a la habitación donde tiene el camastro y en esa posición me hace abrir las piernas y él colocándose entre ellas coge su polla, que ya la tiene de nuevo erecta y sin prepararme ni nada lleva su gorda punta a la entrada de mi agujerito negro y empuja con fuerza logrando introducir con bastante esfuerzo la punta de su instrumento, yo sufro un dolor intenso y le digo:
“No, no por favor sácamela, me estas matando de dolor me vas a partir mi culo, es demasiado gorda para él y más sin habérmele preparado, ahiiiiiiiiiii aaaaahhhh me dueleeee muchooooooo….cabróóónnnnn”
Pero él en vez de sacarla me comienza a dar cachetes con sus dos manos en mis nalgas y culo, poniéndomela más rojas que un tomate a la vez que sigue empujando, yo con mi dolor voy notando como su gorda polla se va abriendo camino en mi recto, hasta que consigue tener dentro más de la mitad de su instrumento y me dice:
“Cállate y aguanta puta, me dijiste que querías que hoy te follara por todos tus agujeros y eso es lo que estoy haciendo, ja, ja, ja…vas a tener que andar toda abierta durante unos días y vas a tener que usar un cojín para sentarte pues cuando acabe de metértela entera y de follarte este esplendido culo que tienes te le voy a dejar tan abierto que después podrá entrarte cualquier cosa por gorda que sea por él. Lo que no sé es que vas a decir y contar al cornudo d tu marido cuando te lo vea y vea cómo vas andando”
Yo no dejo de gritar y le digo:
“Aaahhhhhhhhhh, joderrrrrrrrr, cabrónnnnnnn, que me haces mucho daño, joderrrrr, vete despacio que me rompes el culo”
Él entonces cede un poco con su presión y lleva una de sus manos a mi sexo, busca mi clítoris y comienza a tocármelo y a masturbarme a la vez que trata de tranquilizarme diciéndome:
“Deja de quejarte tanto perrita, verá como ahora con esta caricia que te estoy dando en tu chocho se te va calmando el dolor y verás cómo dentro de poco gritas de nuevo pero en esta ocasión será de puro placer y gusto, venga zorra que a partir de ahora te la iré metiendo con más cuidado y más despacito, hasta que la tenga toda dentro”
Yo me confió en lo que me dice y la verdad es que con el tratamiento que me está dando en mi coñito me está calmando y el dolor se me va convirtiendo poco a poco en placer. Cuando ya apenas noto dolos, da un fuerte empujo, consiguiendo cogerme desprevenida e introduciendo el total de su polla me entrara totalmente en mi canal anal. Yo no puedo reprimir gritar diciéndole:
“Diossssssss, ahhhhhhhh, ahhhhhhhh, joderrrrrr, me rompes, me abressssssss, joderrrrrrrr, te dije que despacio cabronazooooooooo, me duele me duele muchooo, aaahhhhyyyyyy ya que casi se me había pasado el dolooooorrrr……”
Se queda un rato quieto para que mi recto se acostumbre al grosor de su herramienta y me dice:
“Tranquila, que lo peor ya ha pasado ya entró toda, ahora esperaremos que tu culo se dilate y se acostumbre a ella y veras como a partir de ahora vamos a gozar los dos como nunca lo hemos hecho, tranquila Manuela, tranquila, cuando acabemos te daré una pomada que yo tengo para cuando tengo almorranas y veras como se te calma e incluso si te hago alguna herida verás cómo se te cierra en pocas horas. Y no temas por tú marido que con esa pomada ni se entera de que le has puesto los cuernos, golfona, que es lo que eres una buena golfa y una buena puta, ja ,ja, ja……”
Yo le contesto:
“¡Como que tranquila cabrón! si me estas reventando el culoooo, Diosssss, que dolor, Diosssssss”
Él me contesta, cambiando su talante imperativo y bestia, con más tacto y cariño:
“Estate quieta no te muevas, dale tiempo, ya verás como también vas a disfrutar siendo enculada por mi polla”
Yo me calmo y le obedezco y durante un par de minutos no me se muevo para nada. Tenía razón el bestia del viejo y poco a poco mi culo se va adaptando al grosor de la inmensa polla”
Él al notarlo me anima, sin dejar de masturbar mi clítoris, diciéndome:
“Ves a que ahora está mejor?, ¿a que ya no duele tanto?”
Yo le contesto, ya más calmada y con ganas de que comience a moverse con su polla dentro de mi culo:
“Si ya paso un poco, ahora parece que no duele tanto, pero por favor despacio, dame despacio, y comienza ya a moverte, a follarme mi culo, pero lo hazlo despacio, muy despacio, por favor”.
Tras mis palabras comienza a moverse y penetrarme en mi culo adentro y afuera, primero despacio para pasar en poco tiempo hacerlo rápido, pero sin dejar de masturbarme con su mano derecha, y produciéndome en poco tiempo un inmenso placer tanto en mi ano como en mi clítoris de tal forma que no pude dejar de gritarle, ahora ya de placer:
“Diossss, ahoraaaaa siiiii siiiiiii, ahoraaaaa sí que me gusta, follameee cabrooooonnnnnn follarmeeee…..asiiii asiiiii no pareeees ahora dame fuerte cabrón párteme mi culo , quiero que te corras dentro de éééélllll que me le llenes por completo con tu lecheeeee casbronazoooooooooo……como me follas cabróóónnnnn como lo haceeees que bieeennnnn me estoy empezandooooooo a corrrerrrrrr otra veeeezzzzzz…..siiiiiiiiii…..siiiiiiiii…..ahhhhhhhhhhhh. Hace tiempo que no me corría con nadieee tantas veceeeees como tu lo estas consiguiendo hoyyyyyy por todos mis agujeroooossss ………te quieroooooo siiiiiiii guarrroooo asquerosoooooo te deseeeoooooooo siiiiiiiiiiii viejoooooo de mierdfaaaaaa……”
Él tampoco aguanta mucho y pronto empiezo a sentir en mi recto su leche caliente llenándome toda mi cavidad anal, a la vez que no para de golpear mis nalgas y culo con sus manos (con su excitación, ya ha dejado de masturbarme, la verdad es que ya no me hace falta para correrme) y me empieza gritar y decir:
“Toma, tomaaa zorraaaa es esto lo que quieres ¿verdad guarrraaaaa” , siiiii dime que siiii ¿es esto lo que quiereeees putaaaaaa…..”
Yo fuera de mí le contesto:
“Siiiii…..sdiiiiii….pero no pareeees ahoraaa sigueeee no ves que me estoy corriendo de gustooooooo cabróóónnnnn”
Y él sigue golpeándome y corriéndose dentro de mí a la vez que me dice:
“Joderrrrr tiaaaaaa no te das satisfechaaaaaa, eres la tía más zorra que he conocido en toda mi vida, eres insaciableee, ¿quieres pollaaaa? ¿siiiii? Pues toma pollaaaa……Diossssssss que culooooooo mas estrechooo y hermoso que tieneees es iuna minaaaaa que maravillaaaaa….que envidiaaa me esta dando el corniudo de tu marido de poder tenerte todos los días para él y poder disfrutar de una mujer tan caliente como túúúúú……..tomaaa tomaaaaa mi lefaaa puta asquerosaaaaa …..me corrrooooo…..me corrrooooo que gustazoooooo da follarteeeeee…..ahhhhhhhh siiiiiiii”
Él se deja caer por el esfuerzo sobre mi espalda y a mí por el esfuerzo y su peso no me aguantan mis piernas y caigo de bruzas sobre el sucio y frio pavimento de la habitación, pero no me importa soportar su peso, con su polla aún dentro de mi culo y sentí la suciedad del suelo en mi cuerpo, estoy feliz y él viejo me ha hecho disfrutar muchísimo. A los pocos minutos, cuando la polla desalojo mi recto mi culo comienza a echar mujer gran cantidad de semen en el suelo. Nos levantamos los dos y Juan de nuevo me acerca la sabana sucia del camastro, cojo una de las puntas y llevándola a mi raja del culo me limpio los restos de su corrida que me salen por mi agujerito negro y él con otra parte de la sabana hace lo mismo con su polla. Miro él reloj son las 12,45, al ver la hora me doy cuenta que es ya hora de volver a casa, para que cuando tú llegues este en casa y tener la mesa preparada para comer. Entonces le digo:
“Juan, ya es tarde, y ya me tengo que marchar, pues mi marido a las tres y media llega del trabajo y tengo que estar en casa y tener preparada la comida y la mesa para comer y que él no sospeche nada de todo esto”
Me dirigí al servicio a lavarme y Juan vino tras de mí y se colocó conmigo en la placa turca pegados uno al otro, dio el agua y cayó el chorro de agua fría sobre nuestros cuerpos. Yo con mis manos le limpiaba lo que podía a él y él hizo lo mismo con mi cuerpo, pero deteniéndose demasiado tiempo en mis pechos, los cuales masajeo a su completo capricho. Cuando le dije que me limpiara mi chochito, me dijo que no, que no me lo limpiara y qué mantuviera todo el tiempo que pudiera su semen dentro de mi coño par que cuando tú me lo chuparas te tragaras el semen del hombre que te había puesto los cuernos. Así lo hice y aún permanece su semen dentro de mi vagina y quiero que después de comer y mientras ves el video de todo lo que te he contado me comas mi coño y te lo tragues.
Después nos secamos de nuevo a las sucias sabanas y cuando me fui a vestir le dije:
¿Quieres quedarte de recuerdo con mi ropa interior?
Y él como esperaba, me dijo:
“Sí, me encantaría”
Entonces yo le dije:
“De acuerdo, pero a cambio me tienes que devolver las bragas que te regaló mi marido”
Y dirigiéndose al camastro, sacó de debajo de la sucia almohada las bragas que tú le regalaste, las cuales como has comprobado aún mantienen el olor de mi coño y culo y además están bastante manchadas de esperma y correduras de Juan, pues según me dijo no había parado e masturbarse con ellas pensando en mí. Luego volvió donde yo estaba y me las entregó y yo le di mi conjunto negro semitransparente y de encaje con el que había ido a su casa esta mañana. Él lo cogió y se lo llevo a su nariz y pudo volver a oler en mis bragas el olor de mi coño y culo. Pero al hacerlo me dijo:
“Yo también quiero regalarte algo para que lo tengas de recuerdo y cuando lo veas y lo huelas, piense en mi”.
Se dirigió hacía el camastro y antes de llegar a él se agacho y cogió el calzoncillo guarro y sucio suyo, que tenía puesto cuando llegue a su casa y me abrió. Luego poniéndose de pie se acercó donde yo le esperaba y me dijo:
“Toma es para ti, espero que lo disfrutes en tu soledad tanto como yo disfruto con tus bragas, pensando en mí y en todo lo que hemos hecho esta mañana. Me gustaría que te los pusieras en vez de las bragas que te he devuelto y regreses a tu casa con ellos puestos, y a cada paso que des y te rocen en tu chochito pienses que es mi polla la que lo hace”
Yo sonriéndole, se lo cojo, le doy un fuerte beso en su apestosa boca, con lengua incluida y después me lo pongo en vez de mis bragas. Acabo de vestirme y cuando me voy a marchar me pregunta:
¿Volveré a verte?
Yo le digo:
“No sé el viernes vuelvo de nuevo a mi pueblo y no sé cuándo volveré, pero no te preocupes que te llevo en mi recuerdo y me da la corazonada que lo que hemos hecho hoy no será la última vez que lo repitamos. A propósito, vístete y acompáñame, quiero comprarte un juego de sabanas para esa cama, pues las que tienes están hechas una porquería y sé que tú no las vas a lavar y tampoco quiero que duermas más en ella con toda la suciedad que tienen e incluso llenas de la mierda que me has limpiado de mi cuerpo cuando te has cagado sobre mí.”
Se vistió y me acompaño a una de las tiendas de confección cercanas a su casa donde le compre dos juegos de sabanas de 105 para su camastro. Luego me vine a casa, preparé la comida y mira (me levanté mi faldita y le mostré que aún llevaba puestos los calzoncillos del viejo) no me los he quitado aún, porque quiero que seas tú el que me los quites cuando me comas mi coñito, mi amor, sé que todo esto te está excitando muchísimo y que vas a disfrutar un montón haciéndolo.
Y ahora vuelvo yo Fernando a coger la narración de lo que continúa:
Tras comer, fuimos al salón, encendimos mi ordenador y quitando la tarjeta de la cámara, nos pusimos a ver el video de todo lo que Manuela me había contado mientras comíamos. Yo a medida que lo veía me estaba calentando cada vez más de ver a “mi mujer” siendo follada y tratada de esa manera tan humillante por ese viejo asqueroso, no pude evitar sacarme fuera del pantalón mi polla y comenzar a masturbarme, entonces Manuela al verme tan excitado como estaba se acercó a mí y poniéndose a un lado se desabrocho la faldita y la dejó caer al suelo, y levantando sus pies se salió de ella. Luego me dijo:
“Fernando, huele los calzoncillos de Juan y una vez los hayas olídos quítamelos y cómeme mi coñito, quiero que te tragues todo lo que eche y quiero que sepas, como te he dicho anteriormente, que lo que estoy echando son los restos de la corredura del viejo que aún tengo en mi vagina”.
Yo con lo excitado que estoy la hago caso y hago todo lo que me dice. Ella al notar mi boca en su chocho emite unos suspiros de placer. Cuando llevo un rato comiéndome su coñito y tragándome los restos del viejo, la digo que quiero follarla y ella me dice:
“No mi amor, ahora no puede ser estoy muy cansada y tengo todos mis agujeros muy doloridos de las folladas que Juan me ha dado esta mañana, mejor será que lo dejemos para esta noche que ya se habrán calmado un poquito y tanto tú como yo lo cogeremos con más ganas, pues yo estoy ahora mismo que no puedo, Juan me ha dado una buena paliza y me ha hecho disfrutar muchísimo, como hacía tiempo no disfrutaba”
A mí eso no me gusta pues estoy muy caliente y necesito follar o desahogarme, pero por no llevarla la contraria cedo de mala gana a lo que ella me ha dicho.
Ella nota mi disgusto y mí necesitad de correrme y desahogarme y entonces me dice:
“Fernando, no te enfades, vera como esta noche que no estaré tan cansada te hago disfrutar y te alegras de no haberlo hecho ahora. No obstante, como veo que estas muy excitado ven que te voy hacer una paja para que te alivies y sosiegues de tu excitación y en mientras ves pensando cómo hacemos lo de entregarme a los negros, pues solo nos queda mañana para hacerlo, mi amor”
Ella hace que me siente en el sofá y se coloca a mi lado, me coge mi polla con su mano y comienza a masturbarme hasta que consigue que me corra en sus manos. Es toda una experta y consigue hacerme correr rápidamente. Luego me deja allí solo en el salón descansando y ella se va a acabar de recoger la cocina. Cuando acaba vuelve al salón y me dice que si quiero acompañarla a nuestro cuarto que se va a echar a siesta. La acompaño y nos echamos a siesta hasta las seis de la tarde. Ella nada más tumbarse en la cama se queda dormida, realmente estaba cansada y agotada de la paliza que el viejo Juan la había dado esa mañana follándosela por todos sus agujeros.
Voy a dejar aquí la historia, pues me estoy alargando mucho ya, en un próximo capítulo os contaré como sigue esta historia de mis amigos Fernando y Paloma.
Si alguien quiere contactar conmigo o darme su parecer u opinión sobre este relato puede escribirme a mi correo j.trujicornu@hotmail.com