LA HISTORIA DE MINA (cap. 9) FINAL
Mientras tanto las perras RITA, MIL USOS y las MOCOSAS continúan sus arduas tareas para que cuando el AMO regrese esté todo a su gusto. Al llegar el AMO, RITA se arrodilló ante su AMO para besarle los pies como cada vez que se le da la bienvenida por parte de sus perras.
Mientras las perras servían al AMO en la oficina como era debido, MINA terminaba de besar los pies y lustrar los zapatos, así que se preparaba para hacer su ronda para lustrar los zapatos de quien así lo necesitara, mientras tanto CHIVA continuaba abanicando a su AMO mientras el atiende los pendientes correspondientes a su cargo.
Mientras tanto las perras RITA, MIL USOS y las MOCOSAS continúan sus arduas tareas para que cuando el AMO regrese esté todo a su gusto. Al llegar el AMO , RITA se arrodilló ante su AMO para besarle los pies como cada vez que se le da la bienvenida por parte de sus perras.
Mientras el AMO tomaba rumbo de su merecido descanso, chasqueó los dedos y las mocosas aparecieron ante SU SEÑOR arrodillándose besándole los pies, le preguntaron que se le ofrecía. Su AMO dijo, tú mocosa 1 al suelo que me duelen los pies, así que prepárate para un buen masaje, ella respondió si AMO , al instante. Y tú mocosa 2, ve por tu zorra madre y tráeme un refresco, ya que tengo sed y tú serás mi mesita de servicio ; más tardó el AMO en dar la orden, que lo que tardaron ambas perritas en regresar. La MIL USOS que aún no había saludado a su DUEÑO , se postró a sus pies para lamérselos y enseguida con la cabeza baja preguntó en que debía servirle en este momento, él solo dijo, me está sofocando el calor, y ya la mocosa está de mesa de servicio y yo con mi refresco, ella entendió la indirecta y enseguida fue por el abanico de plumas para refrescar a su AMO , mientras tanto, CHIVA guardaba y limpiaba la limosina.
Horas más tarde al ya haber terminado de servir a su SEÑOR , y habiendo cumplido todas sus obligaciones, el AMO permitió a sus perras ir a la cocina a comer su puñado de croquetas de pero, del cual ellas disfrutaban comer mucho más que la comida que antes acostumbraban. Las perras antes de irse a dormir pasaron con el AMO para agradecerle toda la felicidad que él les había dado al hacerlas sus esclavas, ya que antes su vida era bastante mediocre y monótona, en cambio la vida a sus pies era muy activa y distinta, ya que jamás sabían que se le ofrecería al dueño de semejante sequito de esclavas.
El AMO respondió, todo es por el bien de ustedes y su mejora constante para que no sean perras mediocres, ellas una vez más el sequito agradeció por la oportunidad. Las perras una vez en sus jaulas se dijeron así mismas, ojalá el AMO NUNCA NOS DESECHE, no nos imaginamos la vida sin sus sabios consejos. Pasaron los años y las perras nunca fueron tan felices…. FIN